Filosofía


Averroes


RELACIONES ENTRE INDIVIDUOS Y SOCIEDAD: EQUILIBRIO SOCIAL Y EQUILIBRIO INDIVIDUAL

Es imposible para el hombre alcanzar por sí solo las virtudes que llevan a la perfección. Necesita la ayuda de otros. La sociedad es el medio natural de los hombres que permanecen unidos por ella por su propia naturaleza (política). Para Aristóteles, el hombre es un animal ciudadano al que la comunidad social multiplica las experiencias, aumenta su saber, hace crecer las inquietudes por la ciencia y facilita los hallazgos de la mente humana (completa la perfeccion humana, que se manifiesta en las diferencias individuales). Los hombres se ayudan unos a otros para completar sus imperfecciones. Si todos los hombres sirviesen para todo, la naturaleza habría hecho algo en vano. Para el desarrollo de la perfección personal se requiere una adecuada estructura social donde el hombre necesita para ello la colaboración de quienes poseen la perfección en acto.

Es toda sociedad (y en el individuo) las virtudes tienen una jerarquía y estructura. Las virtudes (Sabiduría, Justicia, Fortaleza y Templanza) deben ser inculcadas en los espíritud jóvenes y, una vez perfeccionadas, deben conservarse. Justicia y Templanza pertenecen a todos los hombres; Fortaleza y Sabiduría sólo a algunos grupos. Los vicios deben ser desarraigados de las almas malvadas. Los filósofos deben ostentar el poder, pues la Justicia debe estar regida por el intelecto.

Para desarrollar las virtudes de los ciudadanos se siguen 2 vías:

  • Arraigo de las opiniones convenientes en las almas de los amigos mediante la dialéctica, retórica y poética.

  • Coerción y castigo a enemigos, adversarios y no virtuosos (no se aplica a los miembros de una sociedad virtuosa, excepto para inculcar domésticamente la disciplina a niños, jóvenes y siervos). Lo hacen los gobernantes de sociedades injustas que castigan al pueblo. En la sociedad ideal se minimiza el uso de la disciplina mediante la coerción.

Los patrones que guian las leyes humanas justas son, por tanto, la coerción y la benevolencia. Pero el arte bélico debe estar apoyado en la virtud moral que es el fundamento de la sociedad virtuosa.

Todo hombre y sociedad deben respetar la honra personal y estimar públicamente a todo el que viva honestamente.

La sociedad es el organismo adecuado para la coexistencia humana; el mejor instrumento para la perfección universal. En ella hay 3 tipos de hombres:

  • Materiales o seguidores del placer (regidos por la Templanza).

  • Esforzados o buscadores del honor (Fortaleza).

  • Sabios o consagrados a la contemplación (Sabiduría, primera virtud del individuo).

Ante algunos hombres y sociedades que se resisten a la acción de la virtud social, surge la lucha violenta y se plantea la presión coercitiva o yihad (guerra santa).

La equidad social está en el equilibrio de las 3 naturalezas componentes de la sociedad: racional, irascible y concupiscible. También existen en el alma individual, en la que hay 2 facultades opuestas: la cogitativa y el apetito (lucha entre el deseo y la fortaleza, dominando ésta como instrumento de control por el que gobierna la razón).Sólo hay dominio de sí mismo y justicia en el espíritu cuando esas facultades se ordenan como en la comunidad. Si estas facultades no existieran en el alma tampoco se darían en la sociedad.

La armonía del alma se perfecciona mediante:

  • La música: modera la parte irascible del alma sometiéndola a la razón.

  • La gimnasia: desarrolla la Fortaleza de la parte irascible.

Si ambas partes operan así, las demás estarán disciplinadas.

En el individuo prudente y sociedad ideal, la parte racional rige a las demás. El individuo valeroso es quien respeta lo que la razón ordena y manda.

Justicia y Equidad deben actuar de forma adecuada en el alma, como en la sociedad ideal. El dolo y la injusticia entre individuos son idénticos al delito y la injusticia en las sociedades ignorantes. En la sociedad virtuosa el mayor bien son sus alegrías y las tristezas son de todos (como en los miembros del cuerpo respecto a éste).

PREGUNTA 3

EL FIN DEL HOMBRE Y LA FELICIDAD: MODOS DE REALIZACION

Para Aristóteles, la felicidad es el sumo bien al que tienden las acciones humanas. Pero no se puede alcanzar sólo con el placer (es un bien, pero no el sumo bien). El sumo bien, lo que hace al hombre perfecto, se consigue por medio de la virtud.

La virtud es el justo medio entre 2 extremos viciosos y es establecida mediante el buen juicio de un hombre prudente según la recta razón y la experiencia.

Para Averroes, en consonancia con Aristóteles, el fín del hombre es la felicidad, que se desarrolla a través de la virtud. La perfección humana y la virtud son el fín y la felicidad del hombre. Pero no se debe practicar la virtud sólo porque se espera una recompensa de ello, sino porque la virtud es buena en sí. Para él, hay 4 tipos de virtudes:

  • Teoréticas o cogitativas: relacionadas con lo filosófico.

  • Dianoéticas: perfeccionan el entendimiento.

  • Eticas: perfeccionan lo no racional de nuestra alma (moral).

  • Prácticas: relacionadas con la pericia.

La finalidad del hombre, en cuanto ser natural, es desarrollarse en su ser tanto como pueda hacerlo su naturaleza. Como la bondad o maldad del hombre reside en las acciones humanas, el fín y la felicidad del hombre se alcanzan sólo si sus acciones son realizadas por el mejor y más excelente modo.

El hombre es por naturaleza un ser social. Es un animal político, con tendencia a vivir en sociedad, que a su vez deriva de la tendencia a la perfección (la felicidad). El hombre sólo puede perfeccionarse en sociedad, desarrollando la virtud que aporta a ella. Es casi imposible la combinación de todas las virtudes en una sola persona. Cada tipo de perfección existirá solo en una clase de ciudadanos, excepto las virtudes morales, que son comunes a todos.

A los hombres capaces de albergar más perfecciones se les encomienda la tarea de gobernar. Los menos virtuosos serán los gobernados. Las virtudes de los gobernantes justos se transmitirán a los gobernados, que serán así virtuosos. La sociedad sabia, valerosa, moderada y justa será felíz y en ella cada individuo alcanzará la felicidad que le corresponde.

EL PAPEL SOCIAL DE LA MUJER

(Contrastar la situación de hecho de la mujer en el Islam y la teoría de Averroes)

Según la ley islámica del Corán (recoge dogmas religiosos y normas sociales), la mujer es inferior al hombre. La propia religión sostiene la desigualdad de sexos, definiendo la condición, prescribiendo la conducta y reglamentando la actividad de la mujer. Esta únicamente reina en casa (donde vive enclaustrada), en el plano doméstico, y siempre supeditada a la autoridad y tutela del hombre, quedando relegada de cualquier tipo de actividad social. Pasa de la patria potestad de su padre a la de se hermano (si muere el padre) y, posteriormente, a la de su marido (y si el marido muere, el cuñado adquiere los derechos sobre ella). Sólo si no hay parientes varones que la reclamen, la mujer puede emanciparse.

Esto es así desde hace quince siglos. El Islam contemporáneo no ha variado demasiado. Se sigue considerando a la mujer un “animal doméstico”, y sus funciones sociales siguen limitadas al gobierno de la casa y la procreación (al margen de otras actvididades sociales). Incluso en algunos países las mujeres van totalmente cubiertas (“El hombre de la calle no debe ver a la mujer...”).

Tras la desaparición de los Imperios coloniales, y quizá por el contacto con occidente a través de aquéllos, penetró cierta corriente innovadora en el mundo islámico. Pero esta occidentalización de costumbres choca con la tradición (Sunna) y la religión, y en los últimos años han surgido movimientos integristas en numerosos países islámicos que reclaman el regreso a la tradición ortodoxa y el respeto a la Ley del Corán.

Por ello resulta sorprendente que Averroes, musulmán, sea el primer (y único) pensador que denuncia la situación social de la mujer en la Edad Media, mediante una teoría que ofrece 2 posibilidades:

  • El caso de las mujeres cuyas naturalezas se asemejan a las de cada clase de ciudadanos, debiendo gozar de la misma situación del varón (podrían ser filósofos, guerreros, jefes...).

  • El caso de las mujeres cuya naturaleza fuera diferente a la de los hombres. Realizarían en la sociedad actividades que no cubre el varón (cuidado doméstico, procreación...).

  • Averroes afirma que la mujer, en tanto es semejante al varón, debe participar necesariamente del fín último del hombre, debiendo realizar en sociedad las mismas labores que el varón (aunque señalando que las mujeres son, por lo general, más débiles que el hombre).

    Sin embargo, las mujeres son más hábiles que los hombres en actividades como tejer, coser y otras artes, así como en su forma de organizar (en el arte de la guerra y en el resto). Algunas mujeres, educadas para ser filósofos y gobernantes, tienen una capacidad similar a la del hombre para combatir.

    Averroes critica las sociedades de su tiempo que desconocen las habilidades de las mujeres y las destinan al servicio de sus maridos y al cuidado, procreación, educación y crianza de los hijos. En esas comunidades no se les prepara para las virtudes humanas y las mujeres se asemejan a plantas, representando una carga para los hombres. Esto produce la pobreza de esas comunidades. Averroes justifica este análisis sobre las capacidades femeninas y las ventajas que reportaría a la sociedad su aprovechamiento comparándolo con el que conocemos de las sociedades animales.

    De hecho, hace extensiva esta observación de la naturaleza a la ley de selección natural, aplicándola al control de natalidad: “Todas las mujeres deberían ser comunes para todos los varones, y el coito no debería ser permitido cuando quisieran ni como deseasen sino cuando los jefes ordenasen las bodas conjuntas, creando grupos selectos con las mejores mujeres y los mejores hombres para preservar los buenos caracteres de los descendientes. Todas y cada una de las mujeres engendran por estricto azar y no debería ser permitido a nadie en la comunidad engendrar a la edad que quiera sino durante los años jóvenes.” Recomienda la separación de las mujeres embarazadas hasta su alumbramiento y posteriormente no deben ver a sus hijos: los padres tienen hijos comunes y los hijos a su vez padres comunes.

    RELACION ENTRE EL SABER TEORICO Y ARTES PRACTICAS: EL PAPEL DE LA POLITICA

    El saber teórico indica que la naturaleza del hombre no está fundada en la necesidad, sino en la perfectividad. Lo que existe en razón de ser mejor debe preferirise a lo que existe sólo por necesidad.

    Las artes prácticas proceden de la necesidad, por las deficiencias inherentes a la condición humana, y no existirían sin ésta (como no es posible la vida de ciertos animales sin sus hábitos naturales).

    Por tanto la práctica (parte de la razón) está fundada en la teórica. Las artes prácticas existen originariamente en razón de sus acciones, como éstas existen en función de la justicia.

    En virtud de la adquisición de las artes, un hombre será vasallo (gobernado) y otro será señor. El señor lo es en virtud de una disposición o capacidad para gobernar. Es un hábito no se diferencia de la parte de la razón llamada teórica. El modo en que la teórica domina sobre la práctica en el alma individual es el mismo que el de quien posee la disposición para adquirir las ciencias teóricas para gobernar a aquéllos cuyos hábitos naturales sólo son adecuados para las artes prácticas.

    Esta relación de las dos partes del alma es correlativa con la relación entre gobernante y gobernado.

    Las artes prácticas se han extendido, desarrollándose un arte de gobernar: la política. Las ciencias teóricas son necesarias para que este arte pueda existir. Son la preparación para la acción, aunque mediante ellas el hombre alcance otros beneficios.

    El arte político es el único que manda sobre los demás, del mismo modo que solo la facultad racional gobierna la realización concreta de las acciones del arte político.

    La parte racional es la más elevada, la más noble y la más digna de ser elegida: de ella derivan las perfecciones del alma, necesarias para la práctica de la política.

    • La Justicia existe solo en razón de las relaciones sociales.

    • La Templanza existe por causa de los placeres que obstaculizan las acciones nobles.

    • La Fortaleza existe por las cosas dañinas.

    • La Liberalidad existe por la riqueza.

    Desde la ciencia teórica, el hombre, por su propia condición, no se inclina a las virtudes morales si no sirve a los demás. Estas virtudes son más aptas para ser realizadas que las ciencias teóricas, y más adecuadas para la vida y las necesidades corporales (la liberalidad necesita de riqueza para que con ella puedan hacerse actos liberales, etc...).

    Las ciencias teóricas más consistentes son las más desmaterializadas, pues lo más seprarado de la materia es lo más noble. Este tipo de perfeccionamiento (moral) está considerado respecto de la perfección teórica como condición previa sin la cuál es imposible alcanzar el fín.

    De ello resulta que las perfecciones humanas son de 4 clases, y que todas lo son por causa de la perfección teórica. Las artes prácticas deben considerarse como fase preparatoria para que la actividad del arte pueda ser más perfecta y laudable (lo serán gracias a la parte teórica).

    EL PROGRAMA EDUCATIVO DE PLATON VISTO POR AVERROES

    Averroes interpreta el programa educativo que Platón expone en La República a partir del mito de la caverna. Para Platón el proceso de aprendizaje es como el hombre que escapa de la caverna al exterior, es el equivalente de la gradual adaptación a la luz solar.

    Averroes compara la mayor o menor facilidad de abstraer ideas con el proceso gradual de visión del exterior de la caverna. El proceso de aprendizaje ha de ser constantemente dirigido desde las nociones más fundamentales hasta las más complicadas y de mayor dificultad.

    Primero se enseña a los guerreros gimnasia y música, y quienes tengan cualidades de gobernantes aprenderán además aritmética, geometría, astronomía y música. La interpretación de Averroes tiene 2 vertientes: la formación militar y la formación filosófica.

    • Formación militar: para la autoprotección de la ciudad y sus pobladores los guardianes deben ser bien escogidos. Han de ser sanos y equilibrados, amigos del conocer y a la vez fuertes. Su formación ha de ser en el plano teórico (en el plano práctico lleva a la dejadez). Han de ser austeros en la forma de ser y de vivir.

    Averroes coincide con Platón en lo referente al temor de infundir miedo a los niños con mitos y supersticiones quesirven de base al miedo en el futuro. El futuro guardián debe desarrollar el físico y la mente, formándose en la gimnasia, la sana alimentación, ritmos que le ayuden a alcanzar el valor, fortaleza, belleza y buenos pensamientos.

    • Formación filosófica: Averroes la interpreta como algo encaminado al conocimiento del plano metafísico. Su fín es estudiar la idea del bien, por lo que se desecharán las demás virtudes. Para él, el programa educativo para ser gobernantes consta de esta preparación.

    • Hasta los 17 años: preparación en ritmo, armonía, gimnasia blanda y textos de tradición oral.

    • De los 17 a los 20: equitación, que complementa su desarrollo físico y le encamina a la formación militar.

    • De los 20 a los 35: dedicación a la filosofía (ética, moral...) y a las ciencias (aritmética, astronomía...).

    • De los 35 a los 50: se le da un cargo en el ejército.

    A los 50 años está preparado para gobernar y ocupar un cargo público.

    Este sistema solo es posible en sociedades monárquicas o aristocráticas, pues este largo y costoso sistema educativo solo es aplicable a las clases altas de la sociedad.

    Para Averroes la justificación es que la sociedad es un enorme complejo educativo que se basa en la condición perfeccionadora de cada cuidadano a nivel individual en su perfección individual. Los sabios consagrados a la pura contemplación, dirigidos por la sabiduría y capacitados para gobernar y educar a los demás hombres (encaminarlos libremente hacia el orden necesario). La virtud del hombre como ciudadano es la sabiduría o prudencia: el cerebro que dirige toda la vida, el saber y la felicidad de la humanidad.

    La sociedad es una “escuela” y el gobernante un “educador”. Sólo aquellos que poseen las superiores virtudes dianoéticas están capacitados para gobernar, para educar a los demás hombres (siempre dentro de una sociedad virtuosa).

    Cada grupo social podrá ocupar el lugar que le pertenece, y cada estamento será educado en la virtud que le es propia y preparado para el papel que ha de desempeñar (artesano, guerrero, médico, gobernante...).

    Además de esta educación (música, gimnasia, aritmética...) Averroes y Platón se fijan en el aspecto pedagógico de la educación: no hay que contar historias falsas a los niños (las nodrizas pueden contarles supersticiones e infundirles temor y miedo).

    Cuando los niños crezcan serán llevados a los templos y lugares sagrados para contrarrestar los efectos de tales supersticiones. Aparece un elemento nuevo: la función racionalizadora de la religión que no aprecia en Platón.

    SECUENCIA DE LAS TRANSFORMACIONES DEGRADATORIAS DE LOS REGIMENES POLITICOS EN LAS SOCIEDADES “NO VIRTUOSAS”

    Averroes presenta la degradación de los regímenes políticos expuestos por Platón en “La República” a traves de sucesivas comparaciones entre ellos.

    Parte de una sociedad virtuosa (con un régimen político monárquico), donde hay una perfecta separación de clases (sin posible promoción de una a otra), una educación adecuada a cada una de ellas y en la que prevalece la parte racional del alma sobre las partes irascible y concupiscible. Cuando se mezclan gentes de diferentes clases, no siguiendo un modelo educacional, y no prevalece la parte racional del alma, la sociedad virtuosa se corrompe. Cuando la corrupción se adueña de los gobernantes la sociedad virtuosa se transforma y degrada paulatinamente.

    De esta sociedad virtuosa cuyo fin es la búsqueda de la virtud se pasaría a la timocracia, basada en la búsqueda del honor como fín en sí mismo. Se da culto a la fuerza y al poder. Con esta valoración, y por degradación, se llega a valorar la riqueza como lo más importante: se pasa de la timocracia a la plutocracia.

    Esta sociedad plutocrática (oligarquía) basada en la posesión de riquezas, conduce a los ciudadanos a la búsqueda de la posesión de bienes tanto naturales como convencionales (dinero). Es el gobierno de unos pocos que han podido acumular riquezas en perjuicio de una mayoría de pobres. Esta sociedad favorecerá el consumo incontrolado de bienes abocando a muchos a la pobreza. Esta clase de desposeidos (grupo numeroso) se asociará y levantará.

    Se pasa a la democracia (demagogia), una sociedad individualista, sin subordinación de unos a otros, opuesta al modelo comunitario de la sociedad virtuosa. Se generaliza la licencia, la permisividad y la ausencia de deberes, que da apariencia de dicha. Las leyes serán igualitarias y no sobresaldrán ni la dignidad ni la honradez. Este tipo de sociedad se destruye fácilmente, pues nadie se encarga de defenderla.

    Pero los gobernante tiranizan a las masas, y éstas intentarán derrocarlos. El cambio de poder demagógico a tiránico se debe a la excesiva búsqueda de libertad, no controlada por el poder, y excesiva demagogia. Algunos de los que más buscan esta libertad, a costa de los adinerados, se erigirán en salvadores del populacho y acabarán por esclavizar y tiranizar a sus conciudadanos. El tirano se procura su fín (mando, honores, dinero) y sus conciudadanos serán sus esclavos. La sociedad que ha entronizado al tirano será la más infelíz, en oposición a la más virtuosa (la más felíz), y vivirá atemorizada. Pero aunque el tirano mantenga sojuzgados a sus conciudadanos como el amo al esclavo, también vivirá presa del temor de verse rodeado por la opresión que él mismo ha impuesto a sus ciudadanos.

    Así, a costa de la modificación de leyes y costumbres en las sociedades se origina la degradación de éstas y de sus gobiernos. Según éstos amen la sabiduría, el dominio o la riqueza constituirán un tipo u otro de sociedad. Averroes y Platón concluyen que la sabiduría es lo que han de amar el gobierno y la sociedad para alcanzar la felicidad y la perfección.

    Averroes critíca el pasado político de Al-Andalus sirviéndose del modelo platónico e insistiendo en que “no hay peor condición que la del tirano.” La monarquía omeya (califato) derivó en timocracia (gobierno almorávide) y los reinos de taifas se convirtieron en auténticas demagogias. Los almohades instituyen una situación política tiránica.

    Averroes critica a todos los gobiernos oligárquicos, insistiendo en la condición oligárquica y viciosa de la sociedad de su tiempo, que conducía al poder absoluto y arbitrario de los gobernantes. Su sociedad ideal sería aquélla en la que no se distinguiera “lo mío de lo tuyo” y en la que nadie se considerase ajeno a la comunidad.




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    Enviado por:Adrián Gutiérrez
    Idioma: castellano
    País: España

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