Psicología
Atractivo físico
EL FENÓMENO DEL ATRACTIVO FÍSICO
El atractivo físico es algo muy importante para la sociedad de hoy. Por ello, en 1960, los científicos estudiaron el efecto de éste descubriendo que tenía gran importancia en la interacción social: cuanto más atractivo se es, más positivamente te verá la gente.
A las personas con gran atractivo físico se las percibe más felices, teniendo mejores relaciones sociales, viviendo una mejor vida, con mejores matrimonios y ocupaciones laborales, etc.
Asimismo, las mujeres con mayor atractivo físico se perciben como más femeninas y los hombres como más masculinos. En la sociedad de hoy día los juicios del atractivo físico se forman mediante la teoría de percepción gestáltica en vez de mediante las características particulares, creyendo así que lo bonito es bueno.
Aunque la sociedad se empeñe en creer conocer las características individuales basándose en la información dada por la apariencia física, no tiene porque existir relación entre ésta y los atributos concretos de una persona. A pesar de ello, el resultado de esto es la ventaja para la gente atractiva y la desventaja para los que no lo son tanto.
Por ello, la presunción global acerca del atractivo físico niega el dicho popular de que la belleza está en el ojo del que mira.
El concepto de atractivo físico también se desvirtúa cuando lo aplicamos a nosotros mismos, ya que varios estudios han demostrado que la correlación entre como se ve la gente de atractiva a sí misma y como la ven los demás es muy baja, es decir, que nos sobreestimamos con respecto a nuestro atractivo físico. Respecto a esto, se han encontrado datos empíricos de que si el atractivo físico de la población representa una distribución normal, la autopercepción no.
Esto se debe a que, al estar el físico tan arraigado en nuestra sociedad, la gente va introduciendo experiencias (mediante integración de mala información) de este aspecto en su autoconcepto. El atractivo físico se distorsiona para la defensa de un autoconcepto positivo.
Con respecto al grado de atractivo físico, un nivel moderado puede tener mejores consecuencias que niveles altos y bajos del mismo. Así, una hipótesis predice que se dan mejores efectos de comunicación persuasiva con un comunicador de moderado atractivo físico porque la gente lo ve como “del montón”. De todos modos, estos de moderado atractivo físico, al igual que el resto de la población, se ven con un nivel más alto de atractivo que lo que en realidad tienen.
Basándose solamente en el atractivo físico, la gente formula complejas y elaboradas ideas sobre otras personas, creyéndose que la gente de alto atractivo físico tiene una mejor vida sexual, más estabilidad emocional, son más felices, más sociables y reciben más respeto que los de menos atractivo físico.
Se llega al punto en que una persona enferma mental con gran atractivo físico recibe mejores diagnósticos, pronósticos y más cantidad y calidad de atención por parte del personal sanitario. Del mismo modo, en el colegio, los estudiantes de más atractivo físico reciben mejores expectativas y un trato más preferente frente a los de menor atractivo físico, lo cual no ayuda a estos últimos pues, como ya es sabido, las experiencias educacionales en la infancia son cruciales en el ciclo de la vida de los humanos.
Al igual que los alumnos, los profesores de mayor atractivo físico son mejor evaluados en una gran cantidad de variables, viéndoles los alumnos como más competentes y habilidosos a la hora de estimularlos y motivarlos. Es por esta percepción por lo que los estudiantes se sienten más confortados con profesores de este nivel de atractivo.
También los niños que cometen iguales fechorías pero con distintos atractivos físicos elicitan diferentes respuestas en los adultos: cuando estas provienen de niños con menor atractivo físico, parecen más serias.
Los adultos, como los niños, son vulnerables a las percepciones sociales en función de su atractivo físico, como los delincuentes y sus víctimas. En un juicio, el jurado, inconscientemente, tiene en cuenta el atractivo físico y, si éste es alto en un delincuente, esto conlleva a crear más favoritismos hacia él. Asimismo, a los de menor grado de atractivo físico se les trata con un comportamiento más ofensivo, dentro del cual se ven como más serias sus perpetraciones. Como puede comprobarse, el de mayor nivel de atractivo físico sale beneficiado en la acusación de conducta criminal.
Del mismo modo, este aspecto puede también beneficiar a la víctima, aunque en este apartado hay que fijarse en el crimen a la que ha sido sometida: las víctimas con mayor atractivo físico son vistas como perfectas candidatas para ser violadas, en cuanto que las de menor grado de atractivo físico se perciben como perfectas personas para provocar su propia violación. Es por todo esto por lo que esta imparcialidad implica un gran poder de distorsión contra el sistema legal.
A su vez, si vemos un crimen o una situación de socorro también reaccionaremos de diferente manera según esta variable, ya que recibirá más ayuda tanto física como verbal una persona con mayor atractivo físico que una persona con menos grado de este, que a lo sumo recibirá tan sol ayuda verbal.
Existen tres interacciones básicas comunes para la vida de toda persona que están influenciadas con respecto al atractivo físico:
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Atracción romántica: Implica un periodo de conocerse, otro de estar juntos y un último paso de boda (o similar). En esta interacción esta clara la importancia del atractivo físico, ya que es lo primero que nos lleva a conocer a una persona y cuanto más atractivo físico exista mayor será el placer erótico. En este aspecto, los hombres le dan más importancia al atractivo físico con respecto al carácter que las mujeres, por lo que las mujeres tienden a cuidar más su aspecto y las que tienen más atractivo físico suelen tener más relaciones, más amistades, se enamoran más, etc. Además, los hombres, a pesar de preocuparse mucho por este aspecto, no exageran el atractivo físico de sus esposas, mientras que las mujeres sí que tienden a exagerar el de sus maridos. Aun así, las parejas de gran atractivo físico se sienten más preocupados por su compañero porque es más fácil que se sientan atraídos por el/ella, pudiendo ceder en esta atracción. Es por esto por lo que el atractivo físico también puede ser un factor significativo en el final de una relación, aunque no tanto en la decisión de divorciarse. Asimismo, aunque el atractivo físico no lleva a tomar una decisión definitiva con respecto a la elección de pareja, está comprobado que las parejas de similar atractivo físico son más estables en el matrimonio que las parejas de atractivos físicos diferentes.
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Amistad: El atractivo físico es muy importante en las relaciones románticas pero también en las no románticas, aunque no se crea así. Éste no es muy importante en la fase inicial de las relaciones, pero si que influye. Por eso, la gente con un mayor grado de atractivo físico se percibe como gente más agradable para pasar más tiempo con ellos.
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Empleos vocacionales: Tanto hombres como mujeres piensan que una persona con más atractivo físico será más eficiente en su trabajo, dándoles así una evaluación más favorable. En este aspecto, los de menor nivel de atractivo físico quedan en desventaja, ya que al enfrentarse a una entrevista de trabajo cara a cara se determina a la persona por este aspecto, sin dar opción a demostrar su nivel de competencia en el puesto vacante. En el terreno laboral determinado por el atractivo físico a los hombres se les miran los rasgos faciales, la altura y el peso, aunque son a las mujeres a las que más en cuenta se les tiene esta variable. Aunque está legislado que no pueden hacerse discriminaciones por raza, sexo o religión para optar a un puesto de trabajo, no esta legislada la discriminación basada en el atractivo físico por la dificultad que esto implica.
Las personas con diferente atractivo físico también son distintas psicológica y fisiológicamente. Los de mayor atractivo físico gozan de mejor aceptación y popularidad para con el resto de la gente. Las personas con un grado más alto de atractivo físico se casan antes que los de menor grado de atractivo físico, que sufren mayor ansiedad con la no-atracción en situaciones de interacción con el sexo opuesto. Además, un nivel más alto de atractivo físico tiene mejor resultado para los hombres en la interacción con mujeres que con hombres, logrando relaciones más satisfechas, tranquilas e íntimas con ellas. Por ello, las mujeres son más cooperantes con los hombres que con otras mujeres, sobre todo cuando son atractivos. En este aspecto, los hombres son más cooperantes con mujeres de parecido atractivo físico al suyo.
Los que poseen un menor grado de atractivo físico son vistos como menos sociables, con relaciones sociales más negativas e incurren en más enfermedades mentales, donde reciben diagnósticos más severos y están más tiempo hospitalizados. Entre los que tienen más atractivo, las mujeres son más orientativas, independientes y avispadas, mientras que los hombres tienden a ser más agresivos y dominantes.
Las personas que se encuentran a gusto con su propio físico se sienten más asertivos, conscientes, atractivos y con más posibilidades de tener relaciones. Es por esta aceptación personal por lo que los hombres y mujeres de alto grado de atractivo físico tienen mejor control interno e independencia. Clasificando, los hombres de mayor atractivo físico presentan mayor locus de control interno y más autoconcepto de salud, mientras que las mujeres tienen menos miedo a ser evaluadas.
Por último, los que tienen mayor nivel de atractivo físico presentan una mejor comunicación no verbal de la cara, ya que es un constante foco de atención en el que la gente presenta mayor esmero para fijarse.
El atractivo físico no se basa solo en las características físicas del cuerpo. Es más, existen dos niveles en el atractivo físico: el primero son los componentes son los componentes corporales, como la cara y el físico, y el segundo son subcomponentes del primer nivel, como la nariz, la boca, etc.
Basándonos en estos dos niveles, se forman los estereotipos ideales para hombres y mujeres, siendo la cara el componente del cuerpo que más determina este atractivo físico para formar dichos estereotipos.
Para la autoevaluación del atractivo físico en las mujeres hay cinco factores que son los importantes: el peso, la altura, la cara, las piernas y las extremidades. Asimismo, para la autoevaluación de los hombres hay seis factores primordiales: la cara, las piernas, el peso, el torso, la altura y el pelo y la voz.
Con respecto a la evaluación que hacemos sobre los demás, los hombres se fijan de las mujeres en su peso (y su distribución), la cara, la altura, las manos, la figura y los dientes. Las mujeres observan de otras mujeres su peso (y distribución), su cara, su complexión facial, las piernas y altura, las manos y el perfil de la cara. Asimismo, las mujeres observan de los hombres su cara, peso (y distribución), pelo, perfil del cuerpo, hombros y brazos y altura y voz. Los hombres se fijan de otros hombres en su cara, peso (y distribución), piernas, hombros y brazos, complexión y manos y pelo y cabeza.
La cara es un indicador de los atributos específicos personales, siendo el más rápido impacto de la cara sus ojos. Las mujeres expresan preferencia por los hombres de ojos oscuros, pelo oscuros y complexión fuerte, mientras que los hombres expresan preferencia por las mujeres de ojos claros, pelo claro y complexión delgada. De todos modos, estas preferencias pueden variar según países y culturas.
Todos los componentes de la cara no contribuyen de igual modo a la evaluación del atractivo físico, ya que estos componentes, al igual que los del cuerpo, se miden por el contexto general. Aún así, esta demostrado que las áreas más importantes de la cara son la boca, seguida de los ojos y, por último, el pelo y la nariz.
También la altura es un componente importante en el atractivo físico, siendo mayor su influencia para hombres que para mujeres. Las personas con mayor altura reciben más atribuciones positivas: a medida que la altura incrementa, el estatus también incrementa. Por ello, la gente importante de nuestra sociedad se percibe más alta de lo que es en realidad. También la altura puede influir tanto en relaciones románticas como en las no románticas, proporcionando sentimientos positivos hacia uno mismo el hecho de estar con otros de la misma estatura. La altura esta correlacionada, además, con las decisiones de empleo, como en el ámbito estudiantil, donde el incremento de estatus académico produce un incremento en la percepción de la altura.
La percepción del atractivo físico puede ser distorsionada por la personalidad y el carácter, atribuyéndose personalidades más favorables a las personas de mayor atractivo físico. Por esto, la mera asociación con una persona de bajo atractivo físico produce reacción social negativa, mientras que la asociación con alguien de un alto atractivo físico da como resultado la percepción de un estatus social positivo.
Es por lo mencionado anteriormente por lo que las mujeres con parejas de mayor atractivo físico reciben más evaluaciones positivas por parte del resto así como por su propia parte (su autoevaluación). La inteligencia de la pareja, en cambio, tiene menos impacto que el atractivo físico. Además, las mujeres con alto atractivo físico se perciben como mejores personas y con unas características más favorables cuando se asocian con hombres de menor atractivo físico.
Los individuos, en la sociedad de hoy, están nadando en un gran mar de información que intenta llamar su atención, lo cual puede dar lugar a que la información acabe por no ser percibida. El objetivo de la comunicación persuasiva es identificar las técnicas para penetrar en los filtros preceptúales individuales. Para ello, un comunicador debe centrarse e tres puntos básicos: competencia, credibilidad y simpatía, para poder influir inconscientemente en una comunicación persuasiva efectiva.
La investigación psicológica sugiere una necesidad urgente de entender la función de la variable del atractivo físico para las aplicaciones tanto comerciales como no comerciales de la comunicación persuasiva. Es por esto por lo que los comunicadores de mayor atractivo físico son percibidos como poseedores de mejores características positivas, como la competencia, credibilidad y simpatía, que sus contrincantes. A medida que se incrementa el atractivo físico del comunicador, la efectividad de la comunicación persuasiva también se incrementa. Por ello, el atractivo físico bajo, medio y alto del comunicador produce efectos negativos, neutros y positivos, respectivamente, en la efectividad de la comunicación persuasiva.
Como podemos comprobar, el fenómeno del atractivo físico toca prácticamente todos los rincones de la existencia humana, teniendo gran impacto en ella. A pesar de la creencia de que todos somos iguales, la gente con diferente atractivo físico no tiene iguales oportunidades en nuestra sociedad. A pesar de que cualidades como la inteligencia, la simpatía o la salud puedan ser más informativas que el atractivo físico, la belleza es la mejor recomendación que se le puede hacer a una persona.
El fenómeno del atractivo físico es multicultural, ya que no responde a épocas ni lugares. El rol del atractivo físico en la atracción romántica está constatado a través de las culturas, tal como pasa con las relaciones no románticas, aunque en estas interacciones interpersonales este tenga un menor rol.
Las estrellas, ganadores, héroes, etc son considerados más bondadosos y guapos, ya que los productos de glamour se asocian con un alto grado de atractivo físico, mientras que los productos mundanos se asocian con bajos grados de atractivo físico. Los anuncios se valen precisamente de esto para explotar la importancia de ofrecer los productos apropiados para hacer a las personas más delgadas, guapas, jóvenes, admiradas y, en consecuencia, más felices que el resto.
Hay una influencia muy grande con respecto al atractivo físico y las convicciones individuales, tal y como hemos podido ver con ejemplos como los de los hospitales psiquiátricos o los centros penitenciarios.
El valor del atractivo físico está creciendo constantemente y su evidencia es que muchas sociedades hoy día están extremadamente interesadas en el atractivo físico directamente observable, con cosas como libros de dietas, aparatos de ejercicio, comidas bajas en calorías, cosméticos, etc. Si esto continúa, el significado del atractivo físico de las personas seguirá en crecimiento. Una futura sociedad dominada por el atractivo físico se esta aproximando.
EL EFECTO HALO EN LA POLÍTICA
Dicen popularmente que “una imagen vale más que mil palabras”. Y es esta frase la que mejor puede plasmar la explotación del efecto halo en la política.
El efecto halo es el efecto de una correlación ilusoria que hace que un elemento influya en la valoración global del todo. Este efecto se puede comprobar perfectamente en la política mundial y en como los candidatos de cada partido hacen uso, para captar votos, de diferentes artimañas, según donde, con quien y como estén en ese momento. Además, tal y como expresa Patzer en su libro, el atractivo físico tiene gran importancia en todo el mundo, llegando hasta los terrenos políticos.
Bajo mi punto de vista, la situación en la que mejor se puede comprobar y que más muestras nos puede dar del efecto halo en la política son los debates televisivos y, especialmente, los realizados por los contrincantes a la presidencia de los Estados Unidos.
Es en Estados Unidos donde surgieron por primera vez los debates políticos con Nixon y Kennedy y desde entonces, en cada nueva candidatura a la presidencia, se lleva a cabo uno de estos careos entre los contrincantes.
Cada uno de estos debates televisivos a tenido su peculiaridad, donde se ha podido comprobar que los estadounidenses, muy aficionados a este tipo de eventos, se dejan influenciar más por una sonrisa, un traje bien planchado, un gesto en su debido momento, etc, para votar al candidato, que en las mejores propuestas y los mejores resultados de toda su historia como político.
El inicio de los debates políticos en Estados Unidos comienza, según se afirma, en 1858, en Illinois, cuando el republicano Abrahán Lincoln y el demócrata Stephen Douglas, tuvieron la idea de confrontar sus ideas sobre la esclavitud de los negros en público. En 1948, el debate llegó a la radio cuando polemizaron Harry Truman y Thomas Dewey. Por último, el primer candidato a la presidencia en servirse de la televisión, para hacer propaganda de sus aspiraciones fue Eisenhower en 1952.
Pero fue en 1956 cuando el medio comenzó a ser utilizado no sólo para la propaganda, sino también para atacar al contrincante y en 1960, con la confrontación Kennedy-Nixon, comenzaron los debates televisivos (Fig.1). La idea de los encuentros ante las cámaras provino de Kennedy que sabiéndose telegénico, comprendió las potencialidades de la televisión. Nixon, que no tenía un rostro agradable, subestimó el medio y, con su habitual arrogancia, se negó a ser maquillado, presentándose agripado, febril, mal vestido y con la sombra que crea la barba al final del día. Causó una pésima impresión y, naturalmente, perdió ante un Kennedy con traje a medida, recién afeitado, e incluso bronceado, a pesar de que Nixon fuera más convincente en su exposición oral. Esta victoria de Kennedy por su imagen, pese a no ser católico, pudo comprobarse por el hecho de que los que escucharon por radio el debate daban ganador a Nixon, mientras que los televidentes le vieron perder con gran diferencia. Desde entonces se sabe que lo importante no son las ideas, sino la imagen que, mientras sea bonita, las ideas serán buenas; al fin y al cabo la televisión es un lenguaje visual.
Analizando minuciosamente los rasgos de ambos aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, podemos obtener varias características físicas claras para dar como ganador a Kennedy frente a Nixon:
Características físicas | KENNEDY | NIXON |
Poder de la estatura | Era más alto | Era más bajo, aunque por la televisión a penas se notó |
Ventaja de la corpulencia | Tenía un cuerpo musculoso, con aspecto sano y dinámico y con un traje bien cortado | Parecía cansado y bajo de peso, además de que el traje le quedaba grande tras la enfermedad que tuvo |
Cabeza | Movía la cabeza expresando su desacuerdo con Nixon | Inconscientemente asentía con la cabeza cuando hablaba Kennedy |
Frente | Tenía una frente estrecha | Su frente era más ancha por su calvicie |
Cejas | Sus cejas descendían en la parte media, proporcionándole un gesto interesante | Sus cejas eran tupidas, comunicándole una expresión de enojo |
Ojos | Tenían párpados gruesos | Tenía ojos hundidos, formándole sombras oscuras bajo las cejas |
Labios | Tenía el labio inferior más grueso y sensible | Tenía las comisuras caídas, dándole de nuevo gesto de enojo, además de que las líneas de la nariz a las comisuras se lo acentuaban |
Mentón | Su mandíbula era cuadrada y sólida | Tenía papada |
Piel | Su piel estaba bronceada | Su piel era más clara, además de que la barba le destacaba |
Cabello | Tenía un corte suave y esponjado | Llevaba el pelo hacia atrás y le brillaba |
Postura | Se mantenía erguido | Se inclinaba hacia un lado por problemas con una pierna |
Manos | Las movía al hablar y tomaba apuntes mientras hablaba su contrincante | Se agarraba al podio para no perder el equilibrio y, cuando se sentaba, apoyaba las manos sobre la pierna lastimada |
Piernas | Utilizó una postura abierta, con el peso distribuido simétricamente sobre ambas | Se sostenía sobre una pierna y cuando se sentaba, las cruzaba |
Fig. 1: Debate televisado entre Kennedy y Nixon
En 1976, se reanudaron los debates, entre otras cosas porque, viéndose perdedor, Gerald Ford intentó jugarse una última carta confrontando en pantalla a James Carter (Fig.2). Después de ganar las elecciones, Carter reveló que le debía la presidencia a su amigo, el actor Robert Redford, que mediante la exhibición de cintas fílmicas del debate entre Kennedy y Nixon y el apresurado entrenamiento en técnicas de actor, lo preparó para la confrontación televisiva, viendo la importancia que esto supuso en el primer debate televisivo de la historia. De todos modos, Ford también se dio cuenta de ello y ambos se prepararon en conciencia, viendo lo que ello acarreaba a la hora de los votos.
Aun así, ambos candidatos dieron una sensación bastante pésima al electorado, pero parece ser que esta sensación fue menor para Carter quien, gracias a unos pocos aspectos a resaltar sobre su rival, se alzó con la victoria final.
Características físicas | CARTER | FORD |
Poder de la estatura | Su altura era normal | Era 10 cm. más alto |
Ventaja de la corpulencia | Su aspecto era saludable y el traje resaltaba su constitución | Tenía una constitución normal |
Centro | Conservaba su centro al hablar y se volteaba para ver a Ford cuando hablaba | Conservaba abierto su centro y lo cerraba cuando tomaba la palabra Carter |
Cabeza | Hablaba con la cabeza inclinada mirando a la cámara | Hablaba con la cabeza recta y en dirección contraria a su interlocutor |
Frente | Tenía una frente de tamaño normal | Tenía la frente muy ancha por su calvicie |
Cejas | De cejas pobladas y con arrugas verticales que denotan interés | Tenía cejas pálidas y muy cercanas a los ojos |
Ojos | Tenía ojos grandes, con ángulos externos hacia abajo | De ojos estrechos y medio estrábicos |
Labios | Tenía labio más gruesos, las comisuras ligeramente hacia abajo en posición de reposo y con líneas prominentes que unen la nariz y las comisuras. Escuchaba con una ligera sonrisa | Tenía labios delgados, formando una línea apretada. Al sonreír mostraba los dientes con mueca de satisfacción y escuchaba a Carter con un ligero ceño |
Mentón | Lo tenía redondo | Con mandíbula cuadrada que parece estar apretada |
Piel | Su piel era áspera | Tenía una piel más suave, aunque con arrugas en ojos y frente |
Cabello | Caía sobre las orejas | Se peinó hacia atrás |
Postura | Se mantuvo erguido pero relajado, tomando asiento cuando no hablaba | Se apoyaba sobre la punta de los pies y estuvo de pie continuamente |
Manos | La derecha, apoyada sobre el atril, sostenía una pluma y la izquierda se apoyaba sobre su pierna | Asía el atril firmemente con a mano izquierda y con la derecha hacía bruscos ademanes. Cruzaba los brazos al hablar Carter |
Fig. 2: Debate televisado entre Carter y Ford
A partir de estos dos debates históricos, los debates televisados entre contrincantes a la presidencia son de práctica común en los Estados Unidos. Hoy en día, y a raíz de lo sucedido en los inicios de este tipo de debates, los candidatos tienen muy en cuenta el fenómeno del efecto halo al presentarse frente a una cámara de televisión, cuidando al máximo todos los detalles de su imagen, actuación, postura, etc, casi en mayor grado que su discurso.
Llámenlo efecto halo, comunicación no verbal o de cualquier otro modo, lo cierto es que una imagen, una sonrisa, un traje bien planchado u otro detalle que, en principio no debería influir en la oratoria de un político, puede generalizarse al todo de su persona y cambiarle la vida hasta el punto de llegar a ser presidente de una nación.
BIBLIOGRAFÍA
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Para la primera parte del trabajo El fenómeno del atractivo físico
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L. Patzer, Gordon (1985). The Physical Attractiveness Phenomena. Plenum Press (New York).
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Para la segunda parte del trabajo El efecto halo en la política
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http://www.artehistoria.com/historia/personajes
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http://www.radiohc.cu/espanol/especiles(octubre/Barata5oct2.htm
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http://www.esmas.com/noticierostelevisa/eleccioneseu
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http://www.teachpol.tcnj.edu/amer_pol_hist/fi/000001.af.htm
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http://www.debates.org/pages/ebhis76.html
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