Arte


Arte Medieval


COMENTARIO I

“Aunque fuera tan grande la obra de ampliar el reino y de someter a los extranjeros, y que se dedicara asiduamente a estas ocupaciones, sin embargo comenzó en diversos lugares muchos trabajos de embellecimiento del reino y de utilidad pública y acabó algunos de ellos. Entre los que pueden ser considerados como más sobresalientes destacan la basílica de Santa María Madre de Aquisgrán, construida con trabajo admirable...”

“Practicó escrupulosamente y con el mayor fervor la religión cristiana, de la que se le había imbuido desde su más tierna infancia. También construyó en Aix una basílica de extrema belleza, que adornó con oro y plata y candelabros ; y como podía procurarse por otra parte las columnas y mármoles necesarios para su construcción, los hizo traer de Roma y Rávena. No dejaba, cuando le era posible, de acercarse a esta iglesia mañana y tarde... La proveyó con generosidad de vasos de oro y plata y de una cantidad suficiente de vestimentas sacerdotales...”

Este texto data del reinado de Carlomagno, ya que fue escrito por su biógrafo Eginardo Notke, monje de Saint Gall.

Sin embargo el texto tiene que ser posterior a la construcción mencionada en él, porque para comentarla tuvo que verla y además todo el texto está en tiempo pasado, lo que me lleva a pensar dos cosas : o bien Carlomagno había muerto ya o bien Eginardo relató todo el tiempo en pasado aunque Carlomagno no hubiera muerto todavía, pensando en que en el futuro lo leería gente que no conoció al monarca.

La construcción mencionada en el texto se acabó de construir en el año 805, con lo cual, el texto tiene que ser posterior a esa fecha.

Si Carlomagno contrató a Eginardo para que escribiera su biografía, tendría que tener una función bastante importante, desde el punto de vista del monarca al menos. Posiblemente fuera para que la obra que él realizó en Aquisgrán fuera conservada en el futuro. Las razones que le llevaron a pensar esto son un poco más complicadas de averiguar. Podría ser que, al igual que la vida de personajes ilustres del mundo antiguo fue escrita para la posteridad, la suya, al creerse uno de los más importantes representantes de Dios en la Tierra, también merecía ser escrita. O simplemente puede ser que la vida de los monarcas medievales se escribiera por costumbre.

El destinatario de este texto, y de toda la obra puede ser cualquier persona, precisamente para que conocieran la vida de una persona que fue devota de la religión cristiana y que además hizo obras arquitectónicas para su religión.

Este fragmento de la Vita Caroli nos habla de la obra que mandó construir el monarca, la cual, posiblemente, sea la más importante de todo su reinado. Nos habla de las dificultades que tuvo para llevarla a cabo, exaltándola, al igual que exalta al monarca. Esto queda claro cuando dice “Aunque fuera tan grande la obra de ampliar el reino y de someter a los extranjeros y que se dedicara asiduamente a estas ocupaciones...” y “practicó escrupulosamente y con el mayor fervor, la religión cristiana”.

En el texto, como ya he dicho, menciona la obra más importante del arte carolingio. La basílica que nombra de Aix, es la que hoy conocemos como la capilla palatina de Aquisgrán. Eligió el monarca este emplazamiento por sus aguas termales (que ya habían sido explotadas antes) y la caza de los alrededores del palacio.

Hoy en día conservamos de esta construcción la capilla palatina, la actual catedral y pequeños indicios del salón del trono, pero en realidad Carlomagno construyó todo un complejo palatino. Pero esta obra no nos sirve para juzgar las características de este periodo, ya que es una obra excepcional.

Angelberto nos dice que Carlomagno pretendía hacer de Aquisgrán una “Segunda Roma”, por eso imita la construcción de San Vital de Rávena. Esto lo vemos confirmado en el texto cuando nos dice que hizo traer materiales de Roma y Rávena para la construcción.

Además de esto, los autores de la edificación, dice que vinieron “de este lado del mar”, lo que se interpreta que vinieron del Mediterráneo, y lo más probable es que vinieran desde Italia. Sin embargo, no se sabe quien fue el autor de la basílica. Eginardo dice que fue un tal Gerardo y una inscripción, hoy desaparecida, nos habla de un tal Eudes de Metz. Lo único que sabemos es que se empezó en el año 790 y que en el 797 se estaba acabando la cubierta del octógono central. Y que el Papa León III la consagró a Santa María en el año 805.

El conjunto se ordenaba siguiendo un plan geométrico, influencia del mundo antiguo, con dos calles principales y orientado a los puntos cardinales, la capilla palatina y el aula regia estaban comunicadas y construidas con materiales nobles las edificaciones más importantes del complejo.

La capilla palatina tiene una planta central, en forma de octógono en su interior y de hexadecágono en el exterior, con un deambulatorio en medio de ellos. Por encima del ambulatorio había una tribuna corrida, alrededor del espacio central. Encima de la puerta de entrada, en la tribuna, se encontraba el trono imperial. El presbiterio, de planta cuadrada, se encontraba justo enfrente de donde se situaba el trono. El ambulatorio se cubría con una alternancia de bóvedas de arista, de tres y cuatro plementos, por el número de lados del muro exterior. El cuerpo central se cubre con una bóveda de paños, al continuar en vertical por encima de la tribuna.

La decoración exterior es muy simple. Los muros son de mampostería y refuerzan los vanos con sillería.

El texto, aunque parece muy corto y muy simple y, a primera vista, vacío de contenido excepto de alabanzas al monarca, nos da una gran cantidad de información como por ejemplo sobre lo dura que fue la conquista, que el monarca realizó una gran cantidad de edificaciones, que era cristiano... y otras tantas. Pero para descubrirlas hay que prestar atención al texto, porque cada palabra, parece darnos una nueva idea sobre este periodo de la historia. Por esta razón, el documento tiene una gran importancia, es verosímil y casi todos los estudios que traten el tema lo utilizan de referencia.

Es un texto muy importante para la historia del arte, ya que gracias a él podemos fechar la basílica, nos da la clave de la razón de que se parezca tanto a San Vital.

Pero aparte de esta construcción hay que tener en cuenta que el mundo carolingio introdujo muchas novedades que no se mencionan en el texto. Un ejemplo claro lo tenemos en la Puerta de Lorsch y en el Westwerk de Corvey.

Posiblemente Eginardo exaltara las habilidades y virtudes del monarca, al igual que se venía haciendo desde la antigüedad, pero aún así, el texto nos da mucha información sobre este periodo.

COMENTARIO II

“Este (rey) fue el primero que confirmó a Oviedo como sede del reino. Construyó también con obra admirable una basílica dedicada a nuestro Salvador y Redentor, Jesucristo, por lo que se llama especialmente iglesia de San Salvador, añadiendo al altar principal a uno y otro lado doce altares con ocultas reliquias de todos los apóstoles ; edificó también una iglesia en honor a Santa María siempre Virgen. También fundó una tercera iglesia en memoria de San Tirso, obra cuya belleza puede admirarla quien la vea. Edificó además, al norte, distante del palacio casi un estadio, una iglesia en memoria de San Julián, mártir, flanqueada de una y otra parte por dos altares gemelos con admirable ornato”

“Pues, un día el antedicho Alfonso, casto y piadoso rey, teniendo casualmente entre sus manos una cierta cantidad de esplendoroso oro y algunas piedras preciosas, empezó a pensar en la obra del altar de Señor y de qué manera podía hacerse una cruz. Y así, se dirigía ya a desayunar, cuando he aquí que se le aparecieron dos ángeles en figura de peregrinos, fingiendo que eran artesanos, y la dicen que les confiara el oro y las piedras preciosas en aquel lugar y preparara la casa en la que pudieran trabajar sin impedimento de los hombres.

Tras la corta espera del desayuno, preguntó el rey por aquellas personas a las que diera el oro y comenzó a enviar con frecuencia uno tras otro a distintas personas, para que observaran lo que hacían los desconocidos artífices. Se aproximaban los enviados a la fábrica de la casa, cuando de repente se vio que tanta luz refulgía en todo el interior de la casa, como si no estuviera construida sino por la claridad del sol en su cenit. Habiendo mirado entonces por una ventana los que habían sido enviados, vieron que los ángeles maestros habían desaparecido, la cruz estaba sola, convenientemente colocada en medio y aquella casa deslumbraba como el sol. De aquí se dedujo claramente que aquel trabajo había sido hecho por manos divinas, no humanas.”

El texto nos habla del rey Alfonso II el Casto, cuyo reinado abarca desde el año 791 al 842.

Sin embargo, este texto, al igual que el anterior, está escrito íntegramente en tiempo pasado. Como habla de las construcciones que el rey realizó, tiene que ser posterior a estas construcciones. También puede haber sido escrito a la muerte del monarca.

En base a esto, no puedo precisar una fecha concreta, pero si una aproximación bastante amplia, que sería la que abarca el arte asturiano, una vez construidas estas iglesias, que viene a ser desde el año 842 hasta el año 910, época (junto con la de Alfonso II) de máximo esplendor de este arte. Sí puedo decir que el primer párrafo del texto corresponde a un fragmento de la Crónica de Alfonso III (cuyo reinado fue desde el año 866 hasta el 910), y la segunda a la Historia Silense.

El objetivo sería dar a conocer las construcciones de este periodo, exaltando la figura del rey como constructor de las obras y diciendo que los ángeles vinieron a la tierra a hacerle la cruz.

El destinatario de la obra no está nada claro. Podría haber sido escrito simplemente para recordar la gran obra de este monarca. También pudiera ser que fuera escrito de una manera didáctica, para mostrar al pueblo su obra, ya que el texto nos habla de las construcciones que realizó Alfonso II en Oviedo, ciudad a la que había trasladado la capital. No da muchos detalles de cada edificación pero menciona la mayoría de las iglesias construidas por este monarca.

En una segunda parte nos habla de cómo dos ángeles hicieron una cruz de oro y piedras preciosas que el rey ansiaba realizar y no sabía cómo. Según el texto, la realizaron en el tiempo en que el monarca desayunaba.

Los puntos claves que nos da el texto para datarlo son que el rey “... confirmó a Oviedo como sede del reino ...” y en la segunda parte, que nos dice de quien se trata : “... Alfonso, casto y piadoso rey...”.

En efecto, fue este rey el que proclamó Oviedo como capital del reino asturiano. Pretendía que su capital fuera como la antigua capital visigoda, Toledo, ya que el sentimiento que reinaba era el ser descendientes directos delo visigodos.

De la basílica que primero habla el texto, es de San Salvador, la que fue catedral de Oviedo. Fue construida por un godo llamado Tioda o Teudis. Actualmente sólo conservamos la Cámara Santa, dedicada a Santa Leocadia, mártir toledana. Parece ser que la capilla superior de la Cámara Santa estaba dedicada a San Miguel Arcángel, como solían consagrar los carolingios las capillas superiores, estableciéndose un simbolismo en la altura de la capilla (al igual que el Arcángel está “en lo alto”, en el cielo).

Esta cámara se incluía dentro de todo un recinto palatino, dentro del cual se situaba en un extremo. Este recinto seguía los esquemas de una villa romana, (como el complejo del texto anterior).

La Cámara Santa es un edificio de una nave dividido en dos pisos, abajo la cripta para el depósito de reliquias, que está abovedado con una bóveda de cañón que va de zócalo a zócalo, y arriba la verdadera capilla con un presbiterio en testero recto y abovedado. La nave se cubría con una estructura de madera.

Se pueden apreciar muchas características comunes con el mundo carolingio, que buscaba parecerse a la antigua Roma. Pero también podemos encontrar diferencias, ya que éste no es un edificio de planta centralizada.

Habla también de la iglesia de Santa María siempre Virgen, que sigue el mismo esquema que la de San Tirso. De ésta sólo conservamos la cabecera, donde resalta un vano con tres arcos de ladrillo sobre dos columnas con capiteles corintios, enmarcados por un alfiz.

Por último nos habla de San Julián, actualmente conocida por San Julián de los Prados o Santullano. Como dice el texto tenía dos altares gemelos. Es una basílica de tres naves con pilares de forma cuadrada, con arcos semicirculares. El monarca ocuparía un sitio en la tribuna, pero no a los pies del templo, sino en el transepto.

La totalidad de los muros estaba decorada con frescos (en el interior). Estos frescos se distribuyen en registros, imitando mármoles y materiales nobles. En los registros superiores a éste podemos apreciar motivos arquitectónicos con cortinajes, que en algunos puntos se convierten en arquerías. No son, por tanto, representaciones antropomórficas. Estos frescos deben ponerse en relación con la Jerusalén Celeste.

Estos frescos nos recuerdan a la pintura de estilo pompeyano y otras características arquitectónicas, también nos refieren al mundo antiguo.

En la segunda parte del texto nos habla de la Cruz conocida hoy en día como “de los Ángeles”, datada del año 808.

Posiblemente las piedras que adornan esta cruz provinieran de tesoros bárbaros que no cayeron en manos de los árabes. Conservada en la Cámara Santa, tiene forma de cruz griega con un disco circular en el centro, de donde parten los cuatro brazos. Es de madera chapada con láminas de oro. En el anverso tiene unas inscripciones.

Los “ángeles” de los que habla la leyenda, pudieran proceder del norte de Italia, ya que en esta zona se han encontrado piezas similares que datan del siglo VIII.

El texto no intenta tanto exaltar al monarca (como el anterior) como dar a conocer las obras que éste realizó en su reinado.

Posiblemente la obra más importante de su reinado fue la de San Julián. Pero también hay que tener en cuenta que se le da más importancia porque es la mejor conservada. Posiblemente, la que él consideró más importante fue la de San Salvador, porque allí tenía reliquias de todos lo apóstoles, porque la consagró a San Salvador, porque construirla con doce ábsides es mucho más difícil... Y hay que tener en cuenta que si no fuera la más importante para él, no hubiera hecho todo esto.

En cuanto a la Cruz de los Ángeles, en el texto se le da una gran importancia porque fueron los ángeles los que la hicieron, según la leyenda. Pero en realidad hay muchas otras obras de orfebrería tan importantes como ésta durante el reinado de Alfonso II, como la Caja de las Ágatas, realizada con una técnica muy avanzada.

Pero en realidad el arte asturiano es muy importante en nuestro país, porque no tiene parangón con ningún otro arte europeo, es un estilo propio de nuestro país que nos hace diferentes al resto de Europa.




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Enviado por:Enhara
Idioma: castellano
País: España

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