Arte


Arte italiano renacentista


"La Madona del Magnificat", de S. Botticelli

En la lámina vemos la reproducción de una obra pictórica, en la que se muestra una imagen del Niño Jesús, la Virgen María , algunos ángeles y personas del mundo terrenal. Detrás de estos personajes aparece un bello paisaje rural.

La pintura tiene la peculiaridad de tener forma redonda a la cual se adaptan perfectamente los personajes ya nombrados. Este círculo se cierra en su parte inferior por las manos casi enlazadas de la Virgen y el ángel y en su parte superior la corona de oro sostenida por dos ángeles marca un punto de unión.

La técnica empleada es el caballete y no el fresco, característica de poetas anteriores como p.ej. Massaccio. Botticelli rompe con esto y pasa a utilizar el caballete lo que supone una cierta ventaja: posibilidad de rectificar, no permitida por el fresco.

Las formas presentan contornos bien definidos y se muestra un claro dominio del dibujo el cual configura imágenes con un cierto toque de lirismo.

En cuanto al color cabe destacar el perfecto contraste entre colores cálidos y fríos. Esta mezcla da como resultado la luz la cual también proviene del paisaje, el cual es uno de los puntos a tener en cuenta de esta obra ya que da sensación de perspectiva, crea sensación de espacialidad.

Esta obra tiene una clara composición: si bien en el centro no aparece nadie (sólo el paisaje) es destacable la figuras de Jesús y de María, quien está inclinada de forma que cubre a Jesús. La obra posee algo de simetría tal vez rota por la presencia de dos niños: aparece en ángel a la izquierda contrarrestada por la figura de otro a la derecha. La función de ambos es muy simple: sujetan la corona y potencian la forma circular de la obra. En posición semejante a la de María se encuentra una persona que realiza con dos niños lo mismo que María con Jesús. Es destacable la posición inclinada de algunas figuras. Mediante esta posición recuerdan a la ley de adaptación al marco del arte románico: las figuras tenían una posición que dependía de la forma del marco en que estaban insertas.

La obra tiene un gran dinamismo tal vez debido a la posición de las figuras. No tiene sentido volumétrico, pero sí linealidad. La presencia de grupos variados de personajes (ángeles-personas) evidencian la combinación entre el mundo terrenal y el celestial.

Los rostros de todos los personajes son similares, es decir, todos tienen caras alargadas que tienen como resultado una belleza peculiar. Los rostros, claramente idealizados, evidencian una gran ternura presente en el cuadro.

En definitiva se puede decir que Botticelli en esta obra consigue una armonía compositiva excepcional.

Esta obra titulada “Virgen/Madona del Magnificat” pertenece al autor italiano Sandro Botticelli (1455-1510). Botticelli pertenece a una generación de pintores más avanzada lo que le diferencia de ello en varias cosas: como he señalado al principio su pintura fue de caballete y dominio del dibujo en su pintura que configura imágenes en movimiento y con un cierto toque de lirismo.

Esta obra es de carácter religioso presente también en su obra, Botticelli fue uno de los pintores que mejor realizó imágenes de la Virgen. Valgan como ejemplo ésta u otra Madona, la "Madona del Libro".

Hablando un poco de la situación histórica se puede señalar que esta obra se realizó poco antes del 1485, época de crisis religiosa del autor por la acción del monje Savonarola quien acabó con los Médicis.

Previamente a esta fecha Botticelli vivió su momento exacto de plenitud. Se caracteriza por una pintura elegante y por una amplia y tranquila armonía.

Así pues se puede decir que esta obra representa algunas características importantes de la obra del autor y del propio autor, S. Botticelli.

“LA DAMA DEL ARMIÑO”, DE LEONARDO.

En esta obra observamos el retrato de una joven dama sobre un fondo oscuro. Esta dama, en posición claramente natural, gira el cuello hacia la derecha.

Esta obra se caracteriza por carecer de líneas duras

El modelado se ha realizado mediante un brusco contraste luz-sombra: el fondo es muy oscuro, completamente negro, cosa que sirve para poder destacar la figura principal.

La luz procede del mismo cuerpo de la dama: tal vez influido por el oscuro fondo, el cuerpo tiene un color que provoca mucha luminosidad.

Esta obra no se trata de una obra de gran colorido: se puede decir que hay tres colores (negro, azul, rojo) que el artista maneja con maestría.

La representación del espacio es totalmente nula debido al resto de la obra: el hecho de ser un retrato posibilita la inexistencia de cualquier tipo de espacio necesario, imprescindible en obras de carácter narrativo.

Pasando a comentar en concreto la dama representada, de ella se puede decir que presenta una actitud tranquila, prueba de ello es su mirada y la posición de su cuerpo, impasible ante cualquier cosa que pueda suceder.

Es destacable también la pequeña desproporción: esto se observa p.ej. en el enorme tamaño de su mano derecha. Con la mano izquierda que no vemos, pero que suponemos que la tiene, sujeta un pequeño animal de tamaño igual o incluso menor que el de la mano derecha de la dama.

El rostro no está idealizado, es más bien realista debido a características de forma del autor (ver más abajo).

Esta obra llamada “la Dama del armiño” es obra del artista italiano Leonardo da Vinci quien queda enmarcado dentro de una segunda edad de oro del Renacimiento, época llamada Cinquecento. Esta obra tiene características de este periodo como p. ej.: pierde fuerza la línea, el dibujo, en detrimento del color, y los contornos carecen de la definición que tenían en el Quattrocento. Quedan reducidos los pequeños detalles y los elementos secundarios. Guarda estrecha relación con una de las principales obra de Leonardo que no es otra que ”La Gioconda”. En ambas obras el artista utiliza la técnica del sfumato, es decir no quedan evidentes los contornos los cuales se consiguen mediante los juegos de luces y sombras.

De su autor Leonardo da Vinci (1452-1519) se puede decir que fue un hombre de ciencia ya que dedicó su tiempo no sólo al arte sino también a otras actividades tales como: botánica, geología, mecánica... Su ambición de saber le convierten en el principal representante del Renacimiento..

Trabajó al servicio del duque de Milán, Ludovico el Moro, y aquí se encuentra la justificación de este retrato situado en el Museo Czaroryski de Cracovia que se trata de una de las mujeres preferidas de este hombre: Cecilia Gallerani (esta dama es probablemente la representada) quien además tenía mucha amistad con Leonardo.

Hablando un poco de lo que significaba la pintura para Leonardo se puede decir que fuen una actividad mental que le obligaba a partir del análisis directo de la naturaleza para aprehender sus reglas rectoras( de ahí su interés por la luz, las leyes íopticas, la perspectiva, la anatomía...).

Como pintor hay que destacar que le interesaba la anatomía y geometría del cuerpo humano. También se interesó especialmente por la expresión (de ahí el realismo al que me he referido antes).

Entre sus obras más destacadas hay que comentar “La Gioconda” máximo exponente de la técnica del sfumato. Por ello se puede decir que la obra comentada, la “Dama del armiño” es todo un precedente.

En conclusión se puede decir que aunque la obra comentada no sea su principal contiene algunas características importantes para describir el estilo de Leonardo.

"LORENZO DE MÉDICIS", DE MIGUEL ÁNGEL.

Este comentario corresponde a una escultura sedente del artista italiano Michelangelo Buonarroti (Florencia, 1475- Roma , 1564), más conocido como Miguel Ángel. La escultura corresponde a Lorenzo de Médicis ("il pensieroso"), duque de Urbino. Esta obra se encuentra en la Capilla Medicea, iglesia de San Lorenzo, Florencia y data del siglo XVI (entre 1520 y 1534), época de crisis del Renacimiento.

Se trata de una figura de grandes dimensiones en la cual destaca la posición sedente y además la actitud pensativa de Lorenzo de Médicis. Haciendo una detallada descripción cabe señalar que esta figura tiene las dos extremidades dobladas y que todas ellas de una forma u otra tienen algún punto de apoyo. Así tenemos las dos piernas que se apoyan en el suelo. De ellas también se puede decir que se cruzan a la altura de los pies quedando la derecha por delante de la izquierda. Por lo que respecta a los brazos éstos se apoyan en las piernas: con la mano del brazo derecho se apoya en la pierna derecha y con el codo izquierdo se apoya en la pierna izquierda. Esta postura no hace sino corroborar el carácter meditativo de Lorenzo (vir contemplativus).

Una de las partes más importantes de esta imagen es el rostro. El rostro presenta la peculiaridad del non-finito, es decir, algunas partes de la cabeza o de la cara no tienen ese acabado perfecto que sí tienen otras esculturas. Esto se demuestra p.ej. en los ojos o en las orejas. Al no tener un acabado perfecto se obtiene una mayor conservación de la luz mientras que un acabado perfecto hace que la materia se coma la luz. El rostro es una clara muestra del carácter pensativo de esta persona.

Lorenzo posee una vestimenta que nos recuerda a los soldados romanos. Esta vestimenta tapa la mayor parte del cuerpo e incluso de la cabeza en la cual lleva una especie de casco.

Esta obra es un claro ejemplo de la obra escultórica de Miguel Ángel: domina la llamada terribilitá (gran dramatismo de las figuras). Está en reposo y da la sensación de serenidad aunque se puede suponer que interiormente existe una gran agitación: dinamismo contenido.

* El hecho de girar el cuello hacia la derecha fue una intención de Miguel Ángel para que mirase hacia la Virgen. Por esta misma razón Juliano de Médicis (situado enfrente) gira el cuello en este caso hacia la izquierda.

Además también se puede hablar de la situación espacial de la escultura: Miguel Ángel situó las dos figuras por encima de las figuras alegóricas que hay debajo (cuatro figuras desnudas que representan los momentos del día: la tarde, la noche, la aurora y el día) como indicando que habían triunfado en realidad de la muerte.

Hablando un poco de la situación histórica en el Renacimiento hay que nombrar la familia de los Médicis. De éstos recibió M.Ángel hospitalidad y protección. Años después el artista esculpía figuras de esta familia como muestras de agradecimiento por lo que las hacía muy gustosamente aunque tanto esta comentada como la de Juliano, hermano de Lorenzo no las esculpió tan a gusto como otras anteriores. Además cabe señalar que estas dos figuras se realizaron por petición el papa Clemente.

Como ya he dicho antes, esta obra pertenece al final del Renacimiento por lo que son muchas las diferencias existentes entre ésta y otras obras anteriores. Algunas de estas diferencias son: predominio de la fuerza expresiva ante el ideal de belleza clásica. Ahora aparecen figuras inestables, distorsionadas llenas de dramatismo y de angustia espiritual que rompe con los ideales clásicos de equilibrio y armonía.

Hablando un poco del grupo de esculturas sedentes de M. Ángel hay que nombrar una de sus piezas fundamentales: el "Moisés", máxima expresión de la terribilitá.

En definitiva se puede decir que estas obras de los dos hermanos son algunas de las principales obras del polifacético Miguel Ángel.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

BIBLIOGRAFÍA COMÚN A LOS TRES COMENTARIOS:

  • Enciclopedia: Historia del Arte.

  • Editorial: Salvat .

  • Tomos: 5 y 6.

  • Apuntes de Historia del Arte del I.B. LLiria.




  • Descargar
    Enviado por:Caiman
    Idioma: castellano
    País: España

    Te va a interesar