Historia del Arte
Arte islámico
ARTE ISLÁMICO
La palabra Islam significa “sumisión” a la voluntad de Alá. Como religión tiene su origen en Arabia en el s. VII. Mahoma, comerciante de la tribu de los coranchitas que velaban la “Piedra Negra” o kaaba, tienen según la tradición una nueva revelación angélica y monta una nueva religión monoteísta en la que se fundan principios del judaísmo y del cristianismo. El dogma o contenido de esta nueva religión es muy sencillo. Consta de cinco principios básicos:
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Un único Dios: Alá. Supremo hacedor y al que hay que someterse.
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Rezar cinco veces al día.
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Ayunar en el mes de Ramadán.
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Peregrinar a la Meca donde se conserva la Piedra Negra.
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La ayuda al necesitado, limosna.
Todos ellos más unas normas que se añadieron se recogen en un texto: el Corán, y también en el Sunna.
En los primeros momentos consiguió pocos adeptos e incluso Mahoma tuvo que huir a Medina en el año 622; es la Hégira (huida) y marca el inicio del calendario musulmán. Tras su regreso y éxito comienza un periodo de enorme expansión que irá desde la India hasta España, ocupando todo el norte de África. Se crea así un enorme imperio presidido por un califa que es jefe político - religioso - militar, que estructura todo su territorio en la fundamentación del Corán.
A la hora de la expansión las primitivas tribus, en base a la nueva doctrina irán acomodando elementos tomados de otras civilizaciones. Todo ello configura una tipología de arte que denominamos islámico.
ARQUITECTURA
En arquitectura existen una serie de edificios fundamentales:
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Mezquita.
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Palacio.
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Alcazaba.
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Madrasa.
MEZQUITA
La mezquita como edificio fundamental puede presentar diferentes formas, así, en la de la Roca u Omar en Jerusalén, tiende a una planta centralizada de formas poligonales y presidida por una gran cúpula, pero la tipología más común es la de planta rectangular que se irá organizando en torno a unos elementos que son comunes:
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Un patio o sahn en el que se sitúa la fuente de las abluciones. El significado es doble: recuerda a la casa de Mahoma y al pozo zemzem de la misma, pero también simboliza al desierto.
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A continuación, cubierto se sitúa el haram o sala de oración, organizado en naves paralelas que se dirigen hacia el fondo.
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El muro del fondo se llama quibla, orientado hacia la Meca. En él se abre un espacio más o menos amplio llamado el mihrab.
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El espacio previo al mihrab está destinado a las principales autoridades y se denomina maxura.
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Al lado del mihrab se sitúa el mimbar o púlpito desde donde se dirige la oración.
A este modelo corresponde la mezquita de la Meca de Kaiwán, la de Damasco y la de Córdoba. Además existe en el exterior el punto más vertical de toda construcción: el alminar o minarete desde donde el muecil llama a la oración cinco veces al día.
MEZQUITA DE CÓRDOBA
En el año 711, el Islam penetra en España, derrota al rey visigodo Don Rodrigo y en un cortísimo periodo de tiempo, se extiende por toda la península conquistando, sometiendo o pactando con los distintos pueblos; solo una pequeña resistencia permanece en Asturias y Pirineos. Se convierte así en Al-Andalus como provincia dependiente del califa de Damasco.
En el año 756, llega Abderramán, príncipe omeya y único superviviente de la familia que ha sido eliminada por lo abasidos que han trasladado la corte a Bagdad. Va a lograr el triunfo sobre los gobernadores y se convierte en Emir independiente estableciendo su capital en Córdoba. Desde su inicio como capital, Córdoba adquiere un gran esplendor, se rodea de muralla, se construyen alcazabas y palacios y se precisa de una gran mezquita.
Era habitual que con la llegada de los musulmanes y los que se convierten para el culto, compartieran las iglesias y así ocurrió en Córdoba con la iglesia de San Vicente.
El primer emir Abderramán I compra la parte cristiana para poder construir una mezquita mayor o Mezquita Aljana.
Se comienza la construcción con un modelo de planta rectangular, un patio con un alminar, una sala de oración organizada en once naves en el que la central es un poco más amplía, y terminaba en el muro de la quibla.
La orientación es hacia el sur y no hacia el este, sobre lo que se interpreta de tres maneras:
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La influencia Siria.
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La antigua planta de la iglesia.
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Porque el camino hacia la Meca desde Córdoba es hacia el sur.
Con el paso del tiempo hasta el s. X va a ir sufriendo ampliaciones. Abderramán II amplía hacía el sur 8 tramos más, trasladando el muro de la quibla. Abderramán III, primer califa (924) amplía el patio y construye el nuevo alminar. Alaquen III vuelve a ampliar hacia el sur las naves en 12 tramos. Forma una nueva quibla, sitúa en su centro el mihrab y crea un doble muro en que a cada lado del mihrab se abren cinco habitaciones. Finalmente, Almanzor realizó la última ampliación, en este caso no hacia el sur sino hacia el este. Perfora el muro oriental y en toda la longitud realiza ocho naves más. La quibla no tiene ahora doble muro y el mihrab queda descentrado.
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Externamente los muros que la delimitan son sillares de piedra organizados a soga y tizón. Se van segmentando por fuertes robustos contrafuertes. Rematan en una cornisa que tiene forma almenada de pirámide escalonada de influencia Siria.
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De tramo en tramo, se abren puertas (hasta 19) que a pesar de las diferentes épocas y modificaciones tiene una estructura semejante. La propia puerta es adintelada. El dintel marcado por dovelas de corte oblicuo.
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Enmarca ese dintel un arco de herradura con dovelas semejantes a las del dintel. Enmarcando el arco hay un alfiz. En su interior decorado mediante grabado en estuco (yeso).
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A ambos lados de la puerta hay ventanas con celosías de trazado geométrico. También hay arquillos ciegos (sin ventana) y sobre el alfiz hay también arcos ciegos.
El modelo se mantuvo desde la más antigua que conservamos que es la de San Esteban. El patio, hoy de naranjos, tenía cipreses y fuentes para hombres y mujeres. El alminar de su fachada norte era de forma prismática cuadrangular. Un segundo cuerpo de la misma forma pero más pequeño remataba en una terraza con cúpula. Estaba dividido verticalmente en dos partes y tenía una doble escalera. Hoy está embutido en la torre renacentista-barroca cristiana construido tras el terremoto.
Los laterales del patio son porticados y en ellos se llevaba a cabo tanto labores de justicia como de educación coránica. En el fondo sur del patio se sitúa la sala de oración.
Estructurada en naves en sentido longitudinal hacia la quibla y organizada en tramos, la primera impresión es la de encontrarnos ante un bosque de columnas (654). Éstas, en la parte más antigua arrancan de una basa, y las más modernas directamente del suelo. Unas son procedentes de la antigua iglesia de San Vicente, otras las imitan. En su mayoría el fuste es liso pero también en algunas es estriado o en espiral. Rematan en capiteles en su mayoría de tipo corintio esquematizado cactiforme. Sobre esos capiteles, se sitúa un cimacio de forma troncopiramidal invertida. Sobre él arranca un pilar sobre modillones de rollo. Entre cada dos pilares se traza un arco de medio punto. Sus dovelas alternan la policromía blanca y roja, la primera piedra y la segunda ladrillo, aunque haya ciertas partes en que sí están pintadas. Este sistema de soporte permite elevar la altura de la techumbre.
Para entibar ese arco de medio punto a la altura de los modillones y bajo el arco de medio punto se sitúa uno de herradura con la misma estructura en sus dovelas.
En la parte final, cuando nos acercamos a la maxura aparecen unos nuevos tipos de arcos más elegantes. Entre ellos, el lobulado formado sobre un arco apuntado en el que se abren lóbulos de herradura, siempre en número impar. Unos mantiene la policromía blanca-roja; otros ya delimitando la maxura van a presentar la ornamentación tallándose sus dovelas o dejándolas con su superficie blanca. Al mismo tiempo, la estructura cambia: arriba es arco de herradura, debajo hay arcos lobulados entrecruzados. Completa su ornamentación columnas adosadas a los pilares.
La techumbre de la mezquita era adintelada formada por vigas de madera y tablas pintadas con tres motivos:
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Elementos de lacería (lazos, polígonos)
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Elementos vegetales o ataurique.
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Escritura cúfica.
Solo este sistema de techumbre varía en la actual capilla de Villaviciosa. En el remate de las tres naves previas al mihrab y el propio mihrab, en estos cuatro lugares existen bóvedas. Se trata de transformar el espacio de cuadrado a una forma poligonal mediante nervios. Ello subdivide la bóveda y se ornamenta mediante cúpulas pequeñitas entre las que destaca la gallonada.
El mihrab como elemento fundamental presenta en Córdoba unas singularidades:
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Hoy está descentrado.
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Es más espacioso de lo habitual de planta poligonal.
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Tiene un amplio programa de mosaicos traídos de Bizancio.
En su frente se organiza en torno a un gran arco de herradura soportado sobre pilares de mármol que llevan adosadas dos pares de columnas muy estilizadas. Sus dovelas recubiertas de mosaicos están delimitadas por una arquivolta también de mármol. Se inscribe en un alfiz también festonado por mármol. Todo su espacio igualmente recubierto de mosaico y en la parte superior siete arcos ciegos trilobulados cuyo fondo está también recubierto de mosaicos y sus dovelas y enjutas talladas. En los mosaicos se desarrollan:
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El tema epigráfico (escrituras) con motivos coránicos.
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Motivos vegetales.
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Lacerías que aquí no aparecen.
También se extiende ésta ornamentación vegetal a los zócalos que enmarcan la fachada.
El interior poligonal tiene una primera parte de zócalo de mármol, un segundo ornamentado con arcos trilobulados, ciegos y unas paredes talladas. En la altura remata mediante un sistema de nervios en una cúpula ballonada y recubierta toda de mosaicos epigráficos, vegetales y geométricos.
A partir del s. XI, el califato se rompe en diversos reinos llamados reinos de Taifás. Hasta el s. XIII perviven y en ellos se reproducen dos situaciones: la debilidad frente a los reinos cristianos y un doble intento de unificación a través de dos oleadas invasoras, primero almorávides y después almohabes. A estos dos momentos corresponden algunos de los edificios que hoy conservamos. Para los primeros la ruina del Castillejo de Monteagudo (Murcia) y a los almohabes la Giralda y la Torre del Oro.
LA GIRALDA
La Giralda no es sino un alminar de la Mezquita de la cual solo queda el llamado Patio de los Naranjos, mientras que el resto es hoy una catedral gótica.
La parte musulmana de la torre es hasta el primer cuerpo de campanas; el resto hoy fue un añadido de finales del s. XVI y rematado en una figura móvil (veleta) de la fe que da el nombre al edificio. La estructura del alminar es de forma prismática cuadrangular en cuyo interior una rampa permite acceder hasta la terraza. La parte inferior, a base de sillares, presenta escasas aberturas que coinciden con la necesidad de iluminación de la rampa. Esas ventanas presentan arcos de herradura o lobulados pero también de colgadura.
La parte superior está mucho más ornamentada organizada en calles. En la central se abren ventanas con arcos de colgadura en los que se inscriben por dentro arcos ajimezados. En las calles laterales, a parte de los arcos ciegos lo que más destaca es la sebka que en forma trapezoidal entrelazadas y de doble nivel, componen la parte más llamativa. La parte superior está formada por arquería ciega de arcos entrelazados. Las finas columnas que decoran sus arquerías y sus ventanas y sus capiteles son de tipo califal procedentes de Medina Azahara. Son un ejemplo más de reutilización de materiales anteriores en edificaciones de época más tardía.
LA TORRE DEL ORO
La Torre del Oro es un elemento defensivo de las antiguas murallas de Sevilla para vigilancia del Guadalquivir. El carácter defensivo está muy marcado en su estructura de planta poligonal, escasez de vanos y presencia de saeteras. Solo en su parte superior muestra un carácter más artístico con un doble elemento: los arcos de colgadura ajimezados en los que se inscriben ventanas con arco de medio punto y la corona de almenas de forma prismática y piramidal. En el centro de su terraza un segundo cuerpo también poligonal con decoración de arquillos ciegos y rematado igualmente en terraza de similar tipo de almenas, sobre él una linterna coronada por una cúpula de mosaicos dorados que darán lugar al nombre de la torre.
LA ALHAMBRA DE GRANADA
A partir del s. XIII todos los reinos de Taifás excepto el de Granada desaparecen. Desde entonces hasta 1492, pervive el reino nazarí. A este periodo corresponde uno de los conjuntos más importantes del arte islámico en el mundo: la Alambra o el Castillo Rojo, en una de las colinas que domina Granada.
En sus inicios había sido fundamentalmente una zona defensiva constituida por murallas y torres con diferentes puertas entre las que destaca la de la justicia.
En su interior se distribuyen más zonas defensivas, talleres, lugares de oración y allí comienza a crearse un palacio que se desarrollará en dos momentos, sobre todo en los s. XIV y XV. Al primer momento corresponde el llamado Patio de Machuca. De él se accede al mexuar. Ya en ella, podemos reconocer elementos distintivos de este arte nazarí:
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La estructura es adintelada.
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Los materiales utilizados son pobres (ladrillos, yeso y madera).
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Uso del mosaico en los zócalos.
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Tendencia al recubrimiento ornamental, tanto en sus muros como en su techumbre.
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Nuevas columnas que en el caso de Granada suelen arrancar de una basa, tienen un fuste muy fino liso, rematan en un corallino muy complejo y tienen un capitel formado por dos partes: una, la inferior, de forma cilíndrica organizada a base de lacería. La parte superior tiene una forma de paralelepípedo decorada en sus caras fundamentalmente por motivos vegetales.
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Con el mismo uso decorativo, aparecen los mocárabes, organizados semejando a un panel de abejas realizados en estuco y que suelen estar policromados.
Tras el mexuar y pasar por el Patio Dorado se ingresa en el llamado Patio de Comares o de los Arrayanes. Se trata del Palacio Oficial de la recepción de embajadores y en el que se situaba el trono de Yusuf I. Se trata de un pato rectangular con edificaciones en los dos testeros. En la parte principal, el testero se compone de un pórtico formado por siete arcos de medio punto peraltados y cairelados, el central más amplio mientras que los laterales amplían sus enjutas en paños semejantes a la sebka, calados. En su parte central y a través de un arco de pabellón o colgadura, se accede a la sala de la barca denominada así por la forma del artesonado en madera de su techumbre; y tras la misma se sitúa la torre de Comares.
Exteriormente tiene una estructura de tipo defensivo. Interiormente, en sus muros, se abren en el nivel inferior nueve ventanas amplias. En la opuesta a la puerta es donde se situaba el trono. La decoración es de zócalos, de mosaicos, los muros recubiertos de estuco con ataurique (motivos vegetales) y epigráficos y la bóveda de mocárabes. Tanto los muros como la bóveda están policromados.
En el testero opuesto, el pórtico del nivel inferior es semejante. Las diferencias fundamentales están:
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Sobre el pórtico se levanta un doble cuerpo. El primero formado por ventanas con arcos de medio punto peraltados y la central, ajimezado.
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El segundo es una galería que repite el modelo del pórtico excepto en su parte central que es adintelada mixtilínea (cuando se combinan líneas curvas y rectas).
El patio en sí estaba recubierto de zócalos y con estuco polícromo, hoy desaparecido. En sentido longitudinal hay una alberca (estanque) que remata en sus extremos en dos fuentes y enmarcado por unos setos de Arrayanes. Combina de este modo un juego de arquitectura, naturaleza y agua, en sus dos versiones: estática y dinámica.
A continuación aparece la zona de baños, aunque muy restaurado representan una parte privada pero fundamentalmente estructurados en torno a distintas estancias entre la que destaca la sala de las camas y todas organizadas con el mismo esquema ya visto.
Tras los baños se pasa al Patio Privado de los Reyes (Patio de los Leones). Se trata de un patio rectangular totalmente porticado por los cuatro lados, y en la parte central de los lados menores se adelantan dos pabellones. Se asemeja por tanto más a un claustro cristiano, y ello quizá debido a que es posterior (s. XV), cuando la influencia cristiana es muy importante.
La estructura de los pórticos se estructura sobre columnas, a veces individuales, a veces dobles o en los ángulos de los pabellones, triples. En caso de agrupamiento de dos o tres, el capitel es único. Sobre los capiteles hay pilares; y entre los pilares, arcos de medio punto peraltados y cairelados, excepto en los dos pabellones que son de colgadura. El paño desde los arcos hasta el dintel es de tipo de sebka perforado. En torno a este pórtico se sitúan cuatro partes:
La denominada sala de mocárabes.
Enfrente, la sala de los Reyes.
En los dos extremos más largos, la de Abencerrajes.
La sala de las dos hermanas que comunica con el mirador de Lindaraja.
La estructura común a todas ellas es, acceso de arcos de colgadura, subdivisiones internas en alhamías (alcobas) con arcos de colgadura, zócalo de mosaico en las paredes, muros recubiertos de ataurique, lacería y epigrafía, todos policromados, y bóvedas o cúpulas de mocárabes, elaborados con cuadro y estuco e igualmente policromados. En el centro del patio comunicado mediante canales con los cuatro extremos, se sitúa la fuente de los leones que son de épocas anteriores: sirios del s. X. Sobre los mismos, una taza también con inscripciones, y en su centro la propia fuente.
Dejando el Patio de los Leones se extiende el partal en donde naturaleza y jardines se mezclan con albercas, pabellones y pequeña mezquita; y en su salida nos conduce al camino del generalife o residencia veraniega, que se presta a una mayor integración de vegetación y agua con los pabellones.
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Enviado por: | Carmenlorca |
Idioma: | castellano |
País: | España |