Historia del Arte
Arte islámico
Tema 6: El Arte Musulmán
El pueblo árabe no aparece en la historia hasta el s. VII. Gracias a Mahoma, estas tribus independientes se van a unificar bajo una misma religión, que ha creado Mahoma de una mezcla de cristianismo, judaísmo, copto... Esta religión (que proclama un solo dios, Alá) y una serie de preceptos que existían, sirvieron para consolidar esta unión.
En el año 622 se produce la hégira, que es la huida de Mahoma hacia Medina y a partir de este momento es cuando la religión islámica se extenderá y unificará a todas las tribus de Arabia.
Cuando muere Mahoma, la unificación de Arabia está consolidada, y será la dinastía Omeya la que extienda el islamismo por Persia, Asia Menor, parte del imperio Bizantino, Egipto, Norte de África, España, la India... Y con la dinastía Abbasida, aunque se sigue manteniendo la unidad religiosa, la política se ha roto: La India, el norte de África y Al-Andalus se han separado.
En tan poco tiempo no ha dado lugar a que se creara un arte propio, sino que han ido cogiendo elementos artísticos de uno y otro lugar, haciendo un arte eclíptico, pero a este arte le han sabido dar originalidad y personalidad, haciéndolo diferente.
Sobresalen en la arquitectura, ya que estaban prohibidas las representaciones escultóricas y pictóricas. Una arquitectura que tiende a la horizontalidad, muy sobria en los exteriores y, sin embargo, con un lujo desmedido en los interiores, y como pueblo oriental el Horror Vacui (espacios sin rellenar). Saben mezclar el edificio con la naturaleza que les rodea, que es a veces la naturaleza quien embellece la austeridad y pobreza del exterior.
Los materiales que usan son fáciles de trabajar: el ladrillo, el mampuesto (porque la piedra necesita un trabajo previo y lento), el yeso (sobre todo para cubrir paredes), la madera... Este uso de materiales sencillos se debe a la necesidad de construir con rapidez, teniendo en cuenta la velocidad con la que conquistaban. Como avanzan rápidamente, irán tomando elementos de los países conquistados: arcos, columnas, bóvedas...
El tipo de arco usado es el de medio punto (de tradición romana y bizantina). Cuando llegan a España, los visigodos usaban el arco de herradura, pero un arco muy poco cerrado, y los musulmanes lo cierran más, viendo claramente la herradura. Usan también el arco poli lobulado (también creación cordobesa), el arco mixtilíneo (que es una mezcla de líneas curvas y rectas), el arco entrecruzado, el arco mocárabe...
Además, otra creación cordobesa que utilizan es el alfiz, que es inscribir un arco en un cuadrado. Para soportar el arco se usa la columna, que al principio no son nada más que restos de otros edificios y, a medida que avanza el tiempo, serán originales. Estas columnas serán de fuste cilíndrico, de poco grosor y con un capitel que, aunque se inspira en el mundo clásico, se utiliza de tal manera que se convierte en el llamado capitel de Avispa. Estas columnas suelen ser más de carácter decorativo que constructivo.
Las techumbres pueden ser de madera para los artesonados y las bóvedas pueden ser semiesféricas (al igual que las bizantinas) y democárabes (prismas que cuelgan). Creación cordobesa es la bóveda de Nervios, que no se cruzan en el centro y que están los nervios a la vista. Las bóvedas pueden ser también gallonadas (superficie ondulante) y caladas.
La decoración no puede ser figurativa y van a usar elementos vegetales muy estilizados y a este adorno se le llama Ataurique. Cuando son motivos geométricos (estrellas, polígonos...) se llaman lazerías. También usan para decorar la epigrafía (escritura), el mocárabe y, por supuesto, la cerámica, lo que llaman alicatado, con decoración de lazería y que sirve para adornar los zócalos de las paredes.
De todos los edificios arquitectónicos, destacan la mezquita y los palacios. La mezquita es el lugar de oración. Parece ser que en los primeros momentos, estas mezquitas imitaban lo que fue la casa de Mahoma, aunque más tarde se perfecciona y se inspira en la basílica romana. Las partes de la mezquita son:
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Un patio llamado Sahn. Este patio está porticado (con columnas alrededor) y suele tener una fuente llamada Sabyl (que también puede tener surtidores). También es llamado Patio de las Abluciones.
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Del patio se pasa a una gran sala llamada Harán, que está cubierta de naves y separada por columnas.
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Al final se encuentra el muro de la Quibla, que en los primeros momentos estaba orientado hacia Jerusalén, pero en una disputa con los judíos, se decide que este muro mire hacia La Meca. En este muro se abre el Mihrab, que es una pequeña capilla a donde se dirigen todas las miradas durante la oración.
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Junto al Mihrab, puede construirse el Minbar, que es una especie de púlpito donde se sube el Imán (sacerdote) para dirigir la oración.
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A esta mezquita se le va a añadir otra dependencia, que es la Makura, un recinto frente al Mihrab que estaba vallado, donde se situaban las altas personalidades.
La única nota de este edificio es que es muy horizontal y la única nota de verticalidad está representada por el Minarete o Alminar, que es una torre situada en el patio, que puede ser cuadrada, redonda u octogonal y desde allí el Almuédano llamaba a la oración.
El mejor ejemplo de mezquita lo tenemos en Córdoba, que se comenzó a construir en tiempos de Abderrahmán I, el primer emir independiente de Damasco en el sigo VII. La hará sobre una antigua iglesia visigoda (San Vicente) y va a aprovechar muros de ella.
Esta mezquita tiene once naves y la central es la que lleva hacia el Mihrab. Se aprovechan columnas y, sobre éstas, arcos de herradura, imitando el arco de herradura visigodo, pero estrechando los sálmeres. Como la altura de estos arcos es poca, van a levantar entre arco y arco de herradura un pilar, que va decorado con modillones (una especie de rulos) y van rematados con un arco de medio punto, con lo cual se dobla la altura del Harán. Estos arcos son decorados con una dovela blanca y una roja y parece ser que esta alternancia de colores está inspirada en el Acueducto de los Milagros (Mérida).
En tiempos de Abderrahmán II, se amplia la mezquita por el sur, derribando el muro de la quibla, teniendo que construir otro Mihrab, añadiéndole en la puerta dos columnas de elaboración propia. Con Mohamed I, se construye la puerta de San Esteban, dividida en tres franjas verticales: la del centro es la puerta de acceso, que lleva arco de herradura, con dovelas horizontales hasta la mitad del arco y radiales y, además, este arco va inscrito en un alfiz, que es una creación cordobesa. A los lados de la puerta, hay arcos ciegos con decoración típicamente musulmana.
En tiempos del califato (s. X), Abderrahmán III va a ampliar el patio, añadiéndole pórticos y construyendo el minarete cuadrado. En tiempos de Alaquen II, nuevamente va a ampliarla (por el sur) y por eso tienen que tirar el muro de la Quibla. Lo vuelve a levantar, construyendo distintas salas y, por supuesto, el Mihrab, que es el que se conserva actualmente. La puerta de acceso presenta un arco de herradura, descansando sobre dos columnas que son las mismas que construyó Abderrahmán II en el Mihrab. El arco va inscrito en un alfiz. Las dovelas del arco van decoradas con motivos musulmanes, atauriques, epigrafía... Lleva también arcos ciegos lobulados (que no tienen huecos).
Para cubrir el techo del Mihrab, una aportación cordobesa: la cúpula de nervio o la cúpula califar, donde se ven los nervios que se cruzan, pero dejan la parte central libre y esta parte se adorna con una cúpula gallonada (con ondulaciones), que llevará la decoración más oportuna.
También en tiempos de Alaquen II se construye la Maxura (parte dentro de la mezquita que está acotada), donde se nota claramente el barroquismo del arte musulmán, como ha ido evolucionando de la sobriedad primitiva hacia una ornamentación cada vez mayor. Los arcos que aparecen ahora en la maxura son entrecruzados, con una dovela lisa y otra decorada. Estos arcos no tienen una misión constructiva, simplemente decorativa.
Todavía habrá otra ampliación: la de Almanzor, pero en este caso no se puede realizar por el sur (ya que estaba el río) y lo hace por el este. La novedad son columnas originales con un capitel llamado de Penca. Esta ampliación lo que hace es descentrar el Mihrab.
En tiempos de Abderrahmán III (y lo continuará Alaquen II) se construye el palacio de Medina Azahar. Los palacios moros tienen siempre en el exterior una gran sobriedad y, sin embargo, el interior es de un lujo desmedido. Aquí se hace patente el barroquismo, ya que vinieron a trabajar obreros de Bizancio y de Bagdag. Es un palacio que constaba del Mexuar (que era la zona de administración y visitas), luego se encontraban los grandes salones para los actos oficiales y, por último, el harén. Este palacio no guardaba simetría. Tiene varios patios y salones espléndidos (el mejor de todos era el de Abderrahmán III y se habla de una gran fuente de mercurio que producía destellos plateados). Los arcos empleados son los de herradura, entrecruzados, decorados con dovelas lisas y decoradas.
Con la caída del califato, comienzan los reinos de Taifas y los pueblos invasores: Almorávide y Almohade. En la época Almohade, uno de los pueblos invasores (después de la caída del califato) trae nuevas innovaciones como, por ejemplo, la austeridad (sobriedad). Usan el pilar en vez de la columna, el arco de herradura apuntado, el arco democárabe (que cada vez se usa más), el arco mixtilíneo, arco de lóbulo cada vez menor y el alfiz se va separando cada vez más de la clave del arco.
Como obra representativa de este arte almohade, nos queda el minarete de la gran mezquita Sevillana, la Giralda: una torre cuadrada con hileras de ventanas, de paramentos lisos, con la única excepción de paños de Sebca, que son arcos entrecruzados formando rombos. Esta torre se remata con arcos ciegos con paños de Sebca. Esta construida en tiempos de Abú-Yacub y los arquitectos fueron Ahmad In Basso y Alí de Gomara. También de este tiempo es la Torre del Oro, una torre que se llamaba Albarrana, que pertenece a la muralla exterior llamada Barbacana. Una obra de planta dodecágona, que es de piedra, con pocas ventanas (es una torre de tipo defensivo) y el último cuerpo es de ladrillo y parece ser que estaba adornada con cerámica dorada. También de este tiempo es la construcción del Alcázar, que sería luego reconstruido y restaurado. De esta primera construcción sólo quedan restos de murallas y el patio del yeso, donde los arcos tienen decoración de Sebca y en la parte central de esta arcada, el arco correspondiente es siempre más ancho y más alto, y es algo que dejará en herencia al arte nazarí.
El arte nazarí
La obra más representativa es la Alhambra de Granada, tanto que se ha convertido en el símbolo del arte musulmán. Este arte es muy decorativo, con exteriores muy sobrios y, sin embargo, la decoración es exultante. Está construida en un promontorio, sobre el río Darro. Está en un lugar privilegiado, dominando el pueblo y la vega granadina, recortada por Sierra Nevada y el azul del cielo. Era una antigua fortaleza que Mohamed I restaura y construye el palacio.
Tiene dos núcleos principales: el cuarto de Comares y el cuarto de los leones, cada uno con su patio correspondiente: El de Comares tiene el patio de los Arrayanes o la Alberca, que es rectangular, tiene arcadas sólo en el lado derecho y tiene, además, por influencia almohade, el arco central más alto y más ancho. En medio hay una gran alberca rectangular, con surtidores y flaqueada por arrayanes. Al fondo se encuentra el salón del trono de Comares: una habitación adornada desde el suelo al techo, con todos los motivos decorativos.
En el cuarto de los leones, el patio también es rectangular, rodeado totalmente de arcadas y en los lados pequeños, un pabellón que se adelanta hacia la fuente frontal, que va decorado (cosa extraña en el arte musulmán) por leones. Esta arcada lleva arcos peraltados, con las columnas típicamente nazaríes. El arco central es más alto y más ancho que los laterales, y con un tablero de Paños de Sebca Calada. Lógicamente, estos arcos y columnas no sostienen (sólo son elementos decorativos).
En los lados mayores, se encuentran la sala de las dos hermanas y la de los Abencerrajes, que llevan cúpulas democárabes (una octogonal y otra estrellada) y también hay que destacar el mirador de Daraxa y, vinculado a la Alambra, el Jeneralife, que era la residencia de verano, basada en juegos con agua y vegetación.
Van a crear un tipo de columna, de fuste cilíndrico y un capitel con un cuerpo cilíndrico y encima un paralelepípedo, que irá decorado con hojas o con mocárabes y encima, a veces, le añaden otro cuerpo encima en forma de pilar, para darle altura al arco. Estas columnas pierden el sentido constructivo, ya que los que realmente sostienen son los muros.
Para cubrir salas y salones, se utiliza el artesonado musulmán o las cúpulas, destacando dos de ellas, bellísimas, democárabes: La de la sala de las dos hermanas (poligonal) y la de los Abencerrajes (estrellada). Estas dos llevan también falsas trampas democárabes.
La decoración es de lacería, polígonos y estrellas. También llevan decoración de paños de Sebca (hechos de yeso y que se hace basado en hojas más anchas, alternando con hojas más estrechas).
El Ataurique usa también vainas de las habas y el algarrobo. Estas vainas llevan siempre un extremo curvado y, por supuesto, el azulejo (siempre con motivos de lacería) y la escritura (epigrafía) con dos modelos de letra: la cúfica y la cursiva.
Los arcos suelen ser peraltados, de pequeños lóbulos, mixtilíneos y democárabes. Estoa parecen enteramente cortinas, que se recogen a los lados y también arcos de herradura. Los menos usados son los de herradura apuntada y los de lóbulo grande.
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Enviado por: | Lord Mano |
Idioma: | castellano |
País: | España |