Historia


Arqueología de los animales


MARCAS O CORTES DE CARNICERÍA.

Implica aquellas improntas resultantes de la actividad del proceso de carnicería que tiene como finalidad pelar, descarnar y desarticular el cuerpo de un animal. Los términos que se emplean son estrías, incisiones o marcas de descarnado. Alteraciones que hemos de tener en cuenta a la hora de realizar un diagnostico acertado sobre el carácter de ciertas incisiones:

  • Alteraciones de origen diagenético. Es poco estudiado y se designan por exclusión.

  • Modificaciones biológicas. Producidas por las raíces de las plantas.

  • Alteraciones producidas por el medio ambiente. Grietas por la acción del sol.

  • Marcas por mordeduras de carnívoros y roedores. Son identificables con bastante facilidad.

  • Improntas por pisadas animales o humanas. Son incisiones en los huesos semejantes a las de un utensilio de silex.

  • Marcas antrópicas. Se agrupan en tres tipos.

  • Marcas de carácter artístico.

  • Marcas originadas en la fabricación de utensilios.

  • Marcas o cortes de carnicería.

  • Rasgos morfológicos de las marcas de carnicería.

    Labor acometida de un modo macroscópico o microscópico.

    Morfológicamente se agrupan en incisiones, incisiones estriadas y rascados. Las incisiones producidas por un instrumento de silex tienen forma de V. La profundidad varía según la fuerza que se emplea en los cortes, así como la resistencia de los músculos, tendones y ligamentos. Las medidas se agrupan según la procedencia cultural, paleolítica, por un lado y neolítica por otro.

    Para las marcas de procedencia paleolítica se considera incisión profunda aquella que esta comprendida entre su variación máxima (a partir de 0,08 mm.) y para las de procedencia neolítica (0,2 - 1,2 mm.). Marcas leves son aquellas que pasan desapercibidas a simple vista.

    Las incisiones estriadas son en realidad un paso intermedio entre la incisión y el rascado. Según el grado de desgaste variará la configuración del corte entre formas cerradas y más abiertas.

    En las marcas individuales interesas conocer la dirección de los cortes, la profundidad es mayor en el inicio. También hay algunas marcas que al

    finalizar el trazado tuercen hacia un lado.

    Marcas de incisión compuesta, son marcas ocasionadas cuando existe algún tendón o ligamento resistente, que para seccionarlo es necesario repetir y superponer los cortes en el mismo sitio y dirección.

    A veces estas marcas se entrecruzan o superponen, pero la dirección que se toma no es paralela, por consiguiente se ejecutaron en momentos distintos.

    Las marcas profundas se vinculan con la desarticulación, mientras que las leves con el descarnado. Las incisiones leves longitudinales y alargadas, junto a los rascados con estas mismas características son peculiares del proceso del descarnado y limpieza del hueso, es propio de una actividad paleoetnozoológica de una sociedad cazadora.

    Comparación de las marcas antrópicas.

    Tres tipos de marcas.

    a) Marcas de carácter artístico.

    Formadas principalmente por incisiones, aunque a veces encontramos rascados e incisiones estriadas.

    Los trazados suelen estar superpuestos, por la curva de las figuras, debido a la tendencia rectilínea de la incisión, a lo que hay que añadir la curvatura natural del hueso. Las figuras se alargan longitudinalmente. La profundidad de los grabados variara según el sentido de los trazos.

    b) Marcas de carnicería.

    Localizadas en zonas concretas, que se corresponden a las áreas de inserción de los tendones y ligamentos articulares. Estas señales son siempre rectilíneas y se agrupan formando conjuntos o series paralelas. Su profundidad es inferior a la de los grabados.

    c) Marcas de elaboración de instrumentos.

    Son incisiones muy profundas, aparecen en determinados huesos ya que no todos reúnen las características requeridas.

    LAS MARCAS EN EL PROCESO DE CARNICERIA.

    Proceso de carnicería se desarrolla mediante una serie de sucesivas actividades, que se concretan en el desuello, el despiece primario y el tratamiento secundario.

    El desuello

    Marcas que se concentran en la cabeza y partes distales de las extremidades. Para poder explicar ciertas marcas es conveniente recurrir a la etnología (autor toma como ejemplo los esquimales).

    Despiece primario

    Comprende la partición del cuerpo por partes:

    • la cabeza

    • la zona axial

    • el miembro anterior

    • el miembro posterior

    Marcas de carnicería producidas en el tratamiento carnicero secundario.

    Comprende el tratamiento de las partes anteriormente citadas.

    MARCAS DE CARNICERÍA EN LOS HUESOS PROCEDENTES DE YACIMIENTOS PALEOLÍTICOS Y EPIPALEOLÍTICOS.

    La cabeza

    Marcas relacionadas con el proceso de facturación y participación de los huesos.

    Zona axial

    No se determinan señales de desarticulación, entre la cabeza y la primera vértebra, y las huellas de descarnado son escasas. En las costillas de ha hallado un buen numero de marcas, que se suelen mostrar por la cara lateral mediante incisiones del tipo compuesto, adoptando un sentido longitudinal. Las fracturas de las costillas se encuentran cerca de las articulaciones, lo cual lleva al autor, a pensar que una vez descarnadas, las costillas son fracturadas longitudinalmente cerca de la articulación. Algunas marcas se deben a mordeduras humanas, efectuadas a la hora de limpiar el hueso de carne.

    El miembro anterior

    Los huesos que lo constituyen son la escápula, el húmero, radio/ulna, y el metacarpo.

    En la escápula se determinan dos grupos de marcas. Uno relacionado con el tipo de descarnado, constituido por incisiones de distinta tipología, de longitud variable. El segundo grupo se relaciona con la desarticulación, constituido por incisiones profundas, sentido transversal, su longitud varia entre 3 y 17 mm., se localizan en la cara medial.

    Las marcas del húmero se distribuyen de forma desigual. Por la parte proximal nos hemos encontrado señal alguna que se relacione con la desarticulación; por el contrario, en la parte distal hay una gran abundancia. Las marcas de descarnado se localizan en la diáfasis, constituidos por incisiones leves y alargadas, en sentido oblicuo o longitudinal.

    El radio tiene pocas marcas de desarticulación, la mayoría son de descarnado y se concentran en ambos bordes, y en la cara dorsal. Estas marcas son incisiones profundas y cortas, en sentido transversal y oblicuo.

    En el metacarpo las marcas se concentran en los bordes plantares. Las que se sitúan en la parte más proximal, consisten en incisiones cortas, profundas a veces compuestas, que se relacionan con la desarticulación. Las localizadas en la parte distal, son al igual que las anteriores de desarticulación, compuestas por incisiones y rascados longitudinales,

    alargados, que corresponden al desuello y limpieza del hueso para poder fracturar.

    El miembro posterior

    Los huesos que comprenden esta parte son: la pelvis, el fémur, la tibia, los tarsos, el metacarpo y las falanges.

    De la pelvis, solo se ha podido estudiar la parte que corresponde a la articulación, marcas de carnicería aparecen alrededor de acetábulo, concentrándose en la cara lateral y en la zona de inserción del músculo derecho de la nalga. En la cara lateral, las marcas son incisiones alargadas y longitudinales junto a otras cortas y leves. En la segunda, las incisiones son cortas.

    Las marcas de carnicería del fémur son abundantes en la diáfasis, en especial en las caras craneal, medial y caudal, mientras que en la lateral son menos numerosas, esto está motivado por la distinta vigorosidad de las inserciones de los músculos y el desigual número de ellos.

    Ciertas incisiones muestran la direccionalidad del descarnado, tanto por su sentido como por su morfología. Las marcas de desarticulación de la parte distal son escasas.

    En la tibia las marcas se concentran en la diáfasis. La diafasis de la cara craneal tiene una variada gama de marcas, la cara lateral por su parte tiene poca variedad y pocas marcas. La parte distal tiene un buen número de marcas relacionadas con la limpieza del hueso y con la desarticulación.

    Respecto a los tarsos, las incisiones que aparecen en el borde dorsal del calcáneo se relacionan con la sección del tendón gastrocnemiano. Libre el calcáneo del tendón proximal, la dirección de las incisiones por la cara lateral muestra el sentido del proceso de desarticulación de los tarsos.

    Respecto al metatarso, las marcas presentan los mismos rasgos que el metacarpo; se ubican en los bordes plantares y en el dorso, relacionándose con la descarnación y limpieza de este hueso para poder ser fracturado.

    Reconstrucción del descarnado y desarticulación del miembro posterior

    La estrategia general se centra en primer lugar en realizar el descarnado para dejar al descubierto la articulación, y luego comenzar la desarticulación. La parte más adecuada para iniciar el descarnado del fémur

    la constituye la zona anterior, posteriormente se descarnan los músculos que se insertan en los huesos esquión y pubis. La desarticulación de la pelvis con el fémur se inicio seccionando los ligamentos articulares craneales, mediante series de cortes en el borde del acetábulo, dejando marcas en el cuello y la fosa trocantérica del fémur. El descarnado de la tibia se efectuó por la parte medial por la escasez de músculos que allí existe.

    Conclusiones de interés que se obtienen para la interpretación de las marcas

    en los huesos arqueológicos son los siguientes:

    • Las marcas que dejaron las lascas de silex eran incisiones profundas en la epífisis, muchas compuestas, transversales y cortas, mientras que en la diáfisis eran débiles o inexistentes.

    • En la cabeza del fémur, muchas incisiones no llegarán a traspasar el cartílago articular.

    • En la desarticulación del fémur con la tibia, no quedan marcas en la parte proximal de esta última.

    LAS MARCAS DE CARNICERÍA EN HUESOS PERTENECIENTES A YACIMIENTOS NEOLÍTICOS Y ENEOLÍTICOS.

    Manuel Pérez Ripio, toma como huesos de estudio, restos que provienen de los yacimientos:

    • Cova de l´Or

    • Cova de les Cendres

    • Ereta del Pedregal

    Las marcas de carnicería son bastante homogéneas en los tres yacimientos.

    Las marcas se componen de incisiones en V, profundas y leves, y rascados. Las incisiones profundas, predominan de forma absoluta; las leves son escasas y los rascados esporádicos. Las incisiones profundas tienen un trazo muy marcado debido a la gran anchura y profundidad que alcanzan. Normalmente se relacionan con el proceso de desarticulación. Las marcas de desuello y descarnado son escasas.

    Las zonas donde se localizan las marcas son las mismas que las estudiadas en los huesos de procedencia paleolítica y epipaleolitica, ya que la desarticulación se produce al cortar los mismos tendones y ligamentos.

    Respecto el estudio que lleva a cabo el autor del libro en las páginas 96 y 97 de esta obra, llega a una serie de conclusiones, de las cuales cabe pensar en una sociedad agrícola y ganadera. La ausencia tanto en variedad como en cantidad de ciertas marcas cabe atribuirla a cambios culturales. Un cambio fundamental es la presencia de cerámica. Los datos indican que en el tratamiento carnicero secundario de los ovicaprinos y del cerdo, el despiece de cada miembro se efectuó desarticulando los huesos, descarnándolos previamente de una forma total o parcial. Cabe destacar la ausencia de fracturas intencionadas.

    LAS MARCAS Y FRACTURAS EN LOS HUESOS MORDIDOS POR CARNIVOROS.

    En los estudios arqueozoológicos las marcas de mordeduras constituyen un complemento a los datos proporcionados por las marcas de

    carnicería y por las fracturas intencionadas para perfilar el carácter de un yacimiento o el significado de un estrato concreto o el paso de una actividad económica a otra.

    Mordeduras, podemos hablar de los siguientes agentes:

    • el hombre

    • los animales carnívoros

    • los roedores

    Las mordeduras humanas, son débiles, y fácilmente pueden pasar desapercibidas por otras originadas por agentes muy diversos.

    CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS DE LAS MORDEDURAS POR CARNÍVOROS.

    Los rasgos más usuales que caracterizan las mordeduras por carnívoros son:

    Punzaduras y dentelladas, son hendiduras redondeadas originadas por los colmillos o las cúspides de los dientes. El tamaño depende de la envergadura del carnívoro y de sus dientes.

    Bordes dentados, en las alas de la pelvis, o en la base de las mandíbulas, las mordeduras, suelen dar un perfil dentado. En la diáfisis de paredes más gruesas, este borde puede ser observado en el perfil de la fractura debido a que el animal ha conseguido colapsar la resistencia de la diáfisis.

    Arrastres, son incisiones o surcos transversales que aparecen el la diáfisis, producidos por el animal al pretender fracturar el hueso o obtener el periostio.

    Roeduras, tienen lugar tanto en fragmentos de diáfisis como en la epífisis.

    Grados de alteración debidos a mordeduras de perro

    Un hueso puede sufrir distintas alteraciones según la desigual graduación del proceso de ataque llevado a cabo por un perro siguiendo la siguiente secuencia:

  • Mordeduras superficiales. Se producen cuando la carne adherida al hueso es abundante y las dentelladas buscan las inserciones de los músculos.

  • Fracturas de epífisis y diáfisis. El ataque del hueso se inicia cuando el perro tiene poca carne y busca la grasa del tejido esponjoso y la médula de la cavidad.

  • Fragmentos de diáfisis. Los dientes pueden colapsar la resistencia de las paredes de los cilindros originando la fractura de éstos en fragmentos alargados que contienen las señales de las mordeduras.

  • Roeduras. Fase culminante del ataque, no producen esquirlas ni

  • fragmentos

    Las fracturas de mordeduras y las fracturas por percusión

    Hay bastantes fracturas por mordedura que presentan una morfología que a simple vista puede confundirse con la morfología de las fracturas por percusión intencionada.

    La percusión origina una elevada fragmentación de los huesos. Las esquirlas pequeñas que se originan por las mordeduras son en gran parte tragadas por los carnívoros.

    Las fracturas por mordeduras en diversos huesos

    Las mandíbulas son atacadas en el ramus ascendente, la base y el diastema.

    Mordeduras en la escápula se localizan en las alas, la espina y la parte distal.

    El húmero contienen todos los grados de alteración, desde huesos que sólo han sido mordidos por la parte proximal y los que lo han sido en la parte distal.

    Las mordeduras en el radio sólo pueden afectar a la parte articular, pero lo más corriente es que se produzcan cerca de la epífisis para separarlas de las diáfisis y dan lugar a los cilindros.

    En la pelvis las mordeduras afectan al ala, pubis y hueso isquion.

    El fémur es uno de los huesos menos resistentes, y por ello de los más vulnerables.

    La tibia es un hueso más resistente y en él se dan los casos más numerosos de roeduras.

    Las falanges mordidas son escasas.

    LA FRACTURACIÓN DE LOS CONJUNTOS ÓSEOS.

    El conocimiento de los procesos taxonómicos que operan en los huesos, clarifica el desarrollo de las fracturas y proporciona una fuente estimable de datos que precisa y delimita la actividad humana en un yacimiento determinado.

    Múltiples factores pueden interrelacionarse para originar distintas modalidades de facturación:

    Factores diagenéticos. Este apartado comprende las alteraciones químicas y físicas que sufre un hueso a partir del momento que queda englobado en los sedimentos.

    Factores ambientales. Antes de que un hueso quede encerrado por los sedimentos, puede sufrir modificaciones producidas por el agua, sol arrastres…

    Factores relacionados por la acción humana o animal sobre el hueso. La actividad del hombre sobre el suelo del hábitat o las pisadas de los

    animales puede provocar fracturas.

    Mordeduras por animales carnívoros. Pueden tener una importancia relevante, y confundir las fracturas de origen antrópico.

    Fracturas antrópicas. Son aquellas originadas con la intención de elaborar un utensilio, o bien fracturas originadas en el proceso de la carnicería.

    La fracturación de los huesos en el proceso de carnicería

    La técnica empleada es la más simple, ya que las técnicas con cuñas, el aserrado, el rasurado y la abrasión son propias del proceso del proceso de confección de útiles y elementos de adorno.

    La morfología de las fracturas para la extracción de la médula

    La técnica de la percusión directa origina dos tipos de fracturas, uno causado por el propio golpe, y el otro por la fuerza indirecta del impacto que hace que el hueso se fracture en la zona de contacto con el yunque.

    En los márgenes de la zona receptora del golpe directo aparecen marcadas las improntas de la fractura, que morfológicamente se manifiestan a través de una serie de pequeñas fracturas escalonadas que corresponden a las pequeñas esquirlas machacadas.

    El golpe directo y el yunque originan la fractura directa, el contragolpe y las líneas de la fractura. El plano de la fractura queda delimitado por la fractura directa, el contragolpe y sus respectivas líneas de fractura.

    Aspectos metodológicos relacionados con los fragmentos y esquirlas

    La fracturación intencionada de los huesos no sólo atañe a las diáfisis, para obtener la médula, sino también la epífisis, especialmente las del tejido esponjoso, para conseguir la gras de sus células.

    Caracterización de los fragmentos óseos

    Los fragmentos superiores a e cm., deben de ser analizados del modo siguiente:

  • Asignarlos al hueso que corresponda, indicando la parte que ocupa.

  • Situar exactamente la fractura directa, así como las marcas de carnicería si las tuviera.

  • Según este último rasgo, asignar al fragmento la causa de la fractura.

  • Señalar la presencia de marcas de mordedura.

  • Indicar la presencia de alguna señal que momentáneamente no tenga explicación.

  • Asimismo, indicar superficies pulidas o marcas de naturaleza desconocida.

  • EL PROCESO DE FRACTURACIÓN.

    La fracturación de los huesos de la cabeza

    Los distintos estadios de la participación de la cabeza han podido delimitarse por la amplia colección de huesos que de esta parte se conserva en el yacimiento de Parpalló.

    La partición de la cabeza del “cervus elaphus”

    Los grados de transformación que sufre la cabeza a lo largo de su tratamiento resultan complejos por la variedad de los recursos alimenticios que contiene. De ella se obtiene la carne, la lengua, la masa encefálica, las sustancias nutritivas de las cavidades y, además la cornamenta para la confección de utensilios. Dos momentos distintos de la fracturación:

  • separación de la mandíbula junto a la lengua

  • fracturación de distintos huesos para llegar a las cavidades y la partición del cráneo

  • La desarticulación de la mandíbula posibilita la obtención de los músculos masticadores, la extracción de la lengua y su propia fracturacion para acceder a la médula y sustancias nutritivas.

    La fragmentación del cráneo se inicia con la parte nasal y palatal. Proceso que adopta un plano de fractura transversal, por medio de una serie de percusiones por la parte anterior de los huesos frontales, bordes supraorbital y la parte aboral del maxilar. Finalmente el proceso culminará con la partición del cráneo.

    La partición de la cabeza de la “capra pyrenaica”

    La desarticulación de la mandíbula nos señala el inicio del proceso, la fracturación es similar a la del ciervo. La parte nasal es segregada de la cabeza a través de golpes directos que se orientan a la zona de sutura de los huesos frontales con los nasales y a la parte posterior del maxilar. El plano de fracturación del cráneo es transversal y se sitúa por la parte aboral del proceso cornual. El perfil de la fractura es muy regular y el resultado final será la partición del cráneo en dos mitades.

    La fracturación de la escápula

    Se han encontrado restos, que señalan la fractura del borde craneal para acceder a la pequeña cavidad medular.

    Fracturación del húmero

    Proceso se inicia golpeando la parte distal. La mayoría de las epífisis distales exhiben sus fracturas en el lado lateral, así como los fragmentos de diáfisis resultantes de las percusiones. Según la colocación de la parte distal en el yunque y la distancia de las fracturas directas de las epífisis, aparecerán varios morfotipos de fractura.

    La fracturación del radio

    La razón de la dificultad de la partición de este miembro subyace en la

    ulna, especialmente en la parte proximal. Ambos huesos están fusionados y no parece viable fracturar primero la ulna para facilitar la percusión del radio. Dos procesos:

  • Proceso iniciado por la fracturación de la parte proximal ya que la distal sirve par sujetar el hueso.

  • Paredes de la diáfisis son resistentes en ambos extremos del radio, y es preciso propinar con fuerza las percusiones.

  • Las fracturas directas se sitúan en la zona lateral/dorsal, apoyando el hueso entre el borde postero/medial de la ulna y el lado medial del radio.

    La fracturación de la pelvis

    Hay varios restos que presentan fracturada toda la espina ciática y el ala del ilium, para acceder a una pequeña cavidad medular y a la grasa del tejido esponjoso.

    La fracturación del fémur

    Es el más sencillo de fracturar, debido a que la epífisis están constituidos por tejido esponjoso, que las convierte en puntos frágiles. La cara craneal de la parte proximal contiene la mayoría de las fracturas directas porque brinda una superficie limpia.

    La fracturación de la tibia

    El inicio de la fracturación tiene lugar en la parte distal, por la necesidad de sujetar la tibia. Las fracturas de este hueso presentan unos morfotipos variados debido:

    • Longitud máxima

    • Morfología parte proximal

    • Espesor de la diáfisis

    La fracturación de los metapodios

    Las fracturas tanto del metacarpo como las del metatarso de la “capra pyrenaica” tienen un sentido longitudinal, de acuerdo con los golpes directos.

    La fracturación de las falanges

    A pesar de su escaso contenido medular, un gran número de ellas presenta las huellas de fractura directa. A pesar de su tamaño reducido presenta una gran variedad en la tipología de sus fracturas. Existen dos métodos de partición:

    - Golpear la cara dorsal.

    - Dirigir los golpes a uno de los dos lados.

    LA FRACTURACIÓN DE LOS HUESOS DE MAMÍFEROS GRANDES

    A continuación llevamos a cabo el estudio de restos que en su mayoría pertenecen al uro y al caballo. El gran espesor de las paredes de la diáfisis hace necesario que se tenga que golpear varias veces la zona de fractura para fragmentar el hueso. La morfología de la fractura directa en forma de pequeñas fracturas escalonadas y desconchados.

    La fracturación del húmero

    Las fracturas sugieren que la modalidad utilizada en la partición de la parte distal se desarrolla golpeando la cara medial, y la lateral sirve de apoyo. La morfología del humero de estos grandes mamíferos condiciona el proceso de la fracturación.

    La fractura directa puede estar constituida por una amplia muesca, con una superficie de desconchados más o menos amplia, la línea de contragolpe aparece en la cara lateral.

    Las fracturas del radio

    La fractura directa se sitúa en la cara dorsal y en dirección a la lateral.

    La fracturación del fémur

    Este hueso ha proporcionado muy pocos restos. La fractura directa se encuentra en la cara craneal que es la más propicia para recibir los impactos.

    La fracturación de la tibia

    También se han encontrado escasos huesos, pero son muy significativos. La fractura directa se encuentra en el borde medial y el contragolpe en la cara lateral. Las paredes de la diáfisis de la parte distal son muy resistentes, y es necesario golpear distintas caras de una forma consecutiva para lograr partir el hueso.

    La fracturación de los metapodios

    La ubicación de las fracturas directas se encuentran en la cara dorsal o en la palmar, debido a que resulta complicado fracturar el miembro por el lado medial o el lateral.

    La fracturación de las falanges

    No existe ninguna diferencia entre las fracturas de las falanges de los mamíferos grandes de los medianos.

    LA FRACTURACIÓN DE LOS HUESOS PARA LA OBTENCIÓN DE LA MÉDULA EN YACIMIENTOS NEOLÍTICOS Y ENEOLÍTICOS.

    La médula tuvo para el hombre prehistórico un gran interés como elemento nutritivo durante todo el período paleolítico, sin embargo con la llegada de las economías productoras, esta adquirió una escasa consideración como alimento para el ser humano. A partir de este momento las fracturas intencionadas serán escasas, por otro lado se incrementaran las

    mordeduras de perro, alcanzando un porcentaje entre un 50 y 80%.

    La mayoría de las fracturas provienen en su mayoría de la acción humana sobre el suelo del hábitat.

    Las fracturas intencionadas existentes provienen de los huesos de animales cazados o animales grandes.

    LAS MARCAS DE CARNICERÍA Y LA FRACTURACIÓN INTENCIONADA DE LOS HUESOS DE CONEJO.

    El conejo es un pequeño mamífero cuyos restos son muy abundantes en los yacimientos arqueológicos de la fachada Mediterránea Ibérica, pertenecientes al paleolítico y al epipaleolítico.

    Las marcas de los huesos de conejo

    Existe una amplia variedad de factores que puede dar lugar a distintas series de marcas. Unos son de procedencia físico-química y biológica, otros se relacionan con la acción de ciertos animales, destacando los carnívoros. También marcas de origen antrópico, que son abundantes. El conejo constituyó una pieza fácil de obtener y que proporcionaba unas bases mínimas de subsistencia. Del pelado hay muy pocas señales. Del descarnado las marcas son más abundantes, aparecen en la mandíbula, escápula, húmero, pelvis, fémur y tibia. Las marcas de la desarticulación no son tan numerosas y se encuentran en el ramus ascendente de la mandíbula, en la escápula aparecen en el cuello, en el fémur no hay y en el radio son esporádicas, en el húmero se localizan en la superficie articular de la parte proximal y en la tróclea de la parte distal.

    La fracturación intencionada en los huesos de conejo

    No siempre hay que atribuir a la percusión todas las fracturas; hay algunas que pueden deberse a la acción de mordeduras humanas o bien a la flexión con la mano para separar la pata.

    Los tipos de fracturas se agrupan en las siguientes modalidades:

  • Partes articulares. Las percusiones se efectúan cerca de la epífisis.

  • Las diáfisis. La fracturación de las partes articulares tiene como finalidad dejar libres la diáfisis de la epífisis para poder acceder a la médula.

  • Fragmentos longitudinales de diáfisis.

  • La morfología de la fractura directa se manifiesta por la existencia de pequeñas muescas.

    La importancia del conejo en la economía prehistórica

    Es la especie más abundante en el Mediterráneo. Podría constituir una alternativa junto a la cabra montesa durante el invierno en determinadas zonas. La interrelación que existe entre los mamíferos medianos y los

    pequeños llega a caracterizar una sociedad cazadora. Con la llegada de las

    sociedades productoras, se reduce el consumo de conejo, la médula ya no es alimento para el hombre

    CONCLUSIONES.

    Conclusiones sobre las marcas de carnicería

    Existe cierta diversidad morfológica de las marcas de carnicería: incisiones, incisiones estriadas y rascados. Tanto la variedad, como la profundidad y longitud dependen de la finalidad de los cortes.

    La ubicación de esas marcas está en relación con la inserción de los músculos o de los ligamentos articulares. Existen diferentes marcas entre los huesos pertenecientes al paleolítico y los pertenecientes a neolítico y eneolítico.

    Generalización de los procesos de carnicería

    El tratamiento carnicero de un animal cazado se lleva a cabo mediante una serie de procesos:

  • Pelado.

  • Tratamiento primario, el animal es separado por unidades anatómicas.

  • Tratamiento secundario, relacionado con proceso de descarnado, desarticulación, limpieza del hueso y fracturación de estos.

  • Conclusiones sobre el proceso de fracturación de los huesos

    Solo se tratarán sobre dos agentes que originan la fracturación de los huesos, la fracturación intencionada por parte del hombre para obtener la médula y la fracturación por mordeduras de perro.

    Valoración de la fracturación de los huesos para la extracción de la médula

    Se discute sobre la importancia de la presión social en el devenir prehistórico como factor causante de cambios a nivel de preferencias sobre determinados recursos alimenticios, o a nivel innovador. También se valoran los cambios climáticos como una de las causas, generadora de transformaciones. Se establece una serie de ideas centrales:

    • La casi totalidad de los huesos de las piernas cazadas son fracturados.

    • Los huesos con escaso contenido medular son partidos.

    • Se aprovecha la grasa del tejido esponjoso.

    • Se obtiene la grasa de las cavidades de la cabeza.

    • Los huesos largos del conejo son fracturados.

    • En la dieta entran en consideración otros pequeños animales, tanto mamíferos y anfibios como peces.

    En una economía cazadora el hombre obtiene de la naturaleza sus recursos.




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