“Hoy le he dicho al joven policía, quien me dijo que la gata era tan persona como yo, que me guarde los libros que salvé del desastre.”
Hoy le he dicho al joven policía
Fijándonos en la primera parte, vemos que es una secuencia compleja: es una oración compuesta por subordinación sustantiva de complemento directo. Sin embargo, este sería un análisis muy general, ya que encontramos otros elementos.
La proposición principal es Hoy le he dicho al joven policía, donde el sujeto en primera persona (yo) está omitido; encontramos también las formas le(pronombre)y al joven guardia como complementos indirectos (C.I), donde al es el artículo contracto, joven es el sustantivo que ejerce de núcleo del sintagma que forma el C.I y policía es el adjetivo que califica al núcleo; y a hoy, adverbio de lugar, como complemento circunstancial de lugar. He dicho es el verbo en primera persona.
b) quien me dijo que la gata era tan persona como yo
A continuación, y antes de entrar en la proposición sustantiva, nos encontramos con una oración que cumple la función de una especie de aposición, ya que nos está acotando quién es ese joven, nos lo está especificando; es decir, que realizaría la función propia de un adjetivo porque es un complemento del sustantivo policía, por lo tanto se trata de una proposición subordinada adjetiva introducida por el relativo quien que a su vez hace la función de sujeto. Me sería el C.I (Pronombre personal) y el resto de la oración es el complemento directo de la oración (C.D), por lo
tanto que la gata era tan persona como yo es una proposición sub. Sustantiva de C.D de quien me dijo. Dentro de la proposición, que es el pronombre relativo que la introduce; la gata es el sujeto, donde la es el artículo y el sustantivo gata es el núcleo; era es el
verbo en tercera persona de pretérito perfecto simple y tanpersona es un atributo de gata, donde tan es una forma cuantitativa y el sustantivo persona es el núcleo. Todo esto (que la gata era tan persona), constituye el C.D. A continuación y dentro de la subordinada de C.D que la gata…, nos encontramos con una nueva subordinación, esta vez adverbial comparativa formada por un adverbio modal como que introduce la oración como un relativo, y yo que es el pronombre personal que hace las veces de sujeto. Elipsis del verbo (soy).
que me guarde los libros
Esta es la proposición subordinada sustantiva de C.D que depende directamente de la proposición a). Como podemos comprobar, admite la pronominalización Hoy se lo he dicho, porlo tanto no hay duda de que ésta sea el C.D. Si analizamos el interior de la oración, vemos que el pronombre relativo que introduce la oración, a continuación nos encontramos con el pronombre me que cumple la función de C.I, ya que se refiere a “a mí”, al igual que en b). Los libros constituye un C.D del verbo guarde, donde el artículo los determina al sustantivo libros que ejerce la función de núcleo del C.D.
que salvé del desastre
Nos encontramos ante una nueva proposición introducida por el relativo que, lo que nos da una idea de la clase de oración que va a ser. Se trata de una proposición subordinada adjetiva que funciona como complemento del sustantivo libros de la proposición anterior; es decir, funcionaría como complemento del nombre, en este caso del nombre libros, ya que está aportando
una información acerca de él, nos está explicando cuáles son esos libros, que son los que yo (sujeto omitido) salvé del desastre. Además, dado este carácter, el relativo que, también cumpliría la
función de C.D, ya que se refiere a los libros, es su actualizador. Del desastre sería un complemento circunstancial de lugar (C.C), donde del es el artículo contracto y desastre es el sustantivo que cumple la función de núcleo de dicho C.C.