Biografía


Vincent Van Gohg


Vincent

Van Gohg

VINCENT VAN GOHG

Vincent Van Gohg
Vincent Van Gohg

Nombre: Vincent Van Gohg
Nacionalidad: Holandesa
Groot-Zunder (1853) - Auvers-sûr-Oise (1890)
Estilo: Neo-Impresionismo

Biografía

¿ Sabías que el famoso pintor Vincent Van Gohg sólo vendió un cuadro en toda su vida?

Vincent Van Gohg nació en 1853 en Holanda. Su padre fue ministro de la iglesia y él pensó que podría seguir los pasos de su padre, hasta que decidió dedicarse exclusivamente al arte. Pasó por Londres, París y Bruselas, pero eligió La Haya para vivir por un tiempo. Vincent, al igual que su artista preferido Millet, pintó la vida de trabajadores. Uno de sus cuadros más renombrado es "los trabajadores de patatas" de 1885. En ésta época le escribe una carta a su hermano Theo diciendo: "quise retratar a esas personas comiendo patatas a la luz de la lámpara, trabajadores que cavan la tierra con sus manos, eso habla del trabajo manual y como se ganan honestamente su plato de comida". Fue a partir de 1886 que se acercó a la teoría impresionista utilizando colores más claros. Conoció a Degas, Paul Signac, Paul Gauguin y Toulouse Lautrec. Invadido por una gran depresión, el 24 de diciembre de 1888, ante la noticia del casamiento de Theo, sufre los primeros síntomas de enajenación mental y se corta parte de su oreja izquierda. Hizo más de 800 pinturas y otro tanto de dibujos. A lo largo de su existencia vendió un solo cuadro, viviendo en la pobreza. Murió trágicamente en 1890. A partir de esa fecha sus cuadros comenzaron a ser conocidos. Inspiró a los fue vistas Franceses y a el impresionismo Alemán.

Los Primeros Años

Vincent van Gohg nació en Groot Zundert, Holanda, el 30 de Marzo de 1853. El nacimiento de Van Gohg aconteció un año después de que su madre dio a luz a su primer hijo, un bebé que nació muerto, llamado también Vincent. Ha existido mucha especulación sobre si Vincent van Gohg sufrió algún trauma psicológico como resultado de sentirse "el bebé de reemplazo" y por haber tenido un hermano muerto con el mismo nombre y la misma fecha de nacimiento. Sin embargo, esta teoría se mantiene sin Vincent Van Gohg
justificar, y no existe ninguna evidencia histórica que la apoye.

Van Gohg fue hijo de Theodorus van Gohg (1822-85), un pastor de la Iglesia Reformada Holandesa, y de Anna Cornelia Carbentus (1819-1907). Desafortunadamente no existe prácticamente ninguna información relacionada con los primeros diez años de vida de Vincent van Gohg. Van Gohg estuvo dos años en un internado en Zevenbergen y posteriormente estudió dos años más en la secundaria King Willem II en Tilburg. En aquel año, 1868, Van Gohg dejó sus estudios cuando tenía 15 años para no volver.

En 1869 Vincent van Gohg comenzó a trabajar en la compañía Goupil & Cie. , Empresa de vendedores de arte en La Haya. La familia Van Gohg estuvo durante mucho tiempo relacionado con el arte: los tíos de Vincent, Cornelis ("Tío Cor") y Vincent ("Tío Cent"), fueron vendedores de arte. Théo, su hermano menor, desarrolló su vida de adulto trabajando como vendedor de arte, por lo que tuvo una tremenda influencia durante la última etapa de la vida artística de Vincent.

Vincent era relativamente exitoso como vendedor de arte y permaneció con Goupil & Cie. Durante siete años más. En 1873 fue transferido a la sucursal en Londres, donde rápidamente se enamoró del clima cultural de Inglaterra. A fines de Agosto, Vincent se cambió al No. 87 de Hackford Road donde vivió con Ursula Loyer y su hija Eugenia. Vincent, según se dice, estuvo enamorado de Eugenia, pero muchos biógrafos han cambiado el nombre de Eugenia por el de su madre, Ursula. Además de las largas décadas de confusión con los nombres, evidencia reciente parece indicar que Vincent tampoco estuvo enamorado de Eugenia, aunque aparentemente sí lo estuvo de una mujer holandesa llamada Carolina Haanebeek. La verdadera historia permanece inconclusa.

Vincent van Gohg permaneció dos años más en Londres. Durante ese tiempo visitó la mayor cantidad de galerías y museos que tuvo oportunidad, y llegó a ser un gran admirador de escritores británicos como George Eliot y Charles Dickens. Van Gohg también fue un gran admirador de los grabadores británicos cuyos trabajos ilustraron revistas como The Graphic. Estas ilustraciones inspiraron e influenciaron a Van Gohg en su vida artística posterior.

La relación entre Vincent y las galerías Goupil se deterioró conforme pasaban los años y en mayo de 1875 fue transferido a la sucursal de París. En el siguiente año de trabajo, quedó claro que Vincent no estaba contento vendiendo pinturas que eran poco atractivas con relación a sus gustos. Vincent dejó Goupil a fines de marzo de 1876 y regresó a Inglaterra donde sus dos años en esa ciudad fueron, durante la mayor parte del tiempo, felices y gratificantes.

En abril, Vincent van Gohg empezó a dar clases en la escuela del reverendo William P. Stokes en Ramsgate. Era responsable de 24 muchachos con edades entre 10 y 14 años. Sus cartas sugieren que a Vincent le gustaba la enseñanza. Posteriormente, comenzó a dar clases en otra escuela para muchachos, esta vez dirigida por el reverendo T. Slade Jones en Isleworth. En su tiempo libre, Van Gohg continuó visitando galerías y admirando las obras que encontraba. También se dedicó a estudiar la Biblia, utilizando muchas horas para leer y releer el evangelio. El verano de 1876 fue verdaderamente un tiempo de transformación religiosa para Vincent van Gohg. A pesar de haber crecido en una familia religiosa, no fue hasta esta época en que comenzó a considerar seriamente el dedicar su vida a la Iglesia.

Como medio de transición de profesor a clérigo, Vincent solicitó al reverendo Jones que le diera más responsabilidades relacionados con el clero. Jones estuvo de acuerdo y Vincent comenzó a hablar en las reuniones de oración en la parroquia de Turnham Green. Estas charlas fueron un medio importante en la preparación de Vincent para la tarea que largamente había esperado: su primer sermón dominical. A pesar del entusiasmo de Vincent acerca de sus posibilidades de ser ministro, sus sermones eran poco brillantes y sin vida. Como su padre, Vincent tenía pasión por predicar pero carecía de entrega apasionada.

Vincent eligió permanecer en Holanda luego de visitar su familia en Navidad. Después de trabajar brevemente en una librería en Dordrecht a principios de 1877, Vincent partió a Ámsterdam el 9 de Mayo para prepararse para el examen de ingreso a la universidad donde pensaba estudiar teología. Vincent recibió lecciones de griego, latín y matemáticas, pero su falta de destreza finalmente lo impulsó a abandonar sus estudios luego de quince meses. Vincent luego describiría este período como "el peor lapso de mi vida". En Noviembre Vincent fracasó al calificar para la escuela misionera en Laeken luego de un período de prueba de tres meses. Sin dejarse persuadir por la adversidad, eventualmente Vincent van Gohg hizo arreglos con la iglesia para comenzar un período de prueba para predicar en una de las regiones más inhóspitas y empobrecidas de Europa occidental: El distrito carbonífero de Borinage, Bélgica.

En enero de 1879, Vincent comenzó sus deberes de predicador con los mineros de carbón y sus familias en la aldea minera de Wasmes. Vincent sentía una relación íntima emocional con los mineros. Comprendió sus terribles condiciones de trabajo e hizo su mejor esfuerzo, como su líder espiritual, para facilitar la carga de sus vidas. Desafortunadamente, este deseo altruista alcanzaría proporciones fanáticas cuando Vincent comenzó a repartir la mayor parte de su alimento y ropa a la gente pobre bajo su cuidado. A pesar de las intenciones nobles de Vincent, los representantes de la iglesia desaprobaron el ascetismo de Van Gohg y lo removieron de su puesto en Julio. Rechazando dejar el área, Van Gohg se movió a una aldea cercana, Cuesmes, y permaneció allí en completo estado de pobreza. Durante el siguiente año, Vincent luchó para vivir la vida diaria y, aunque no fue capaz de ayudar oficialmente a la gente de la aldea como clérigo, eligió seguir siendo un miembro de su comunidad. Un día Vincent sintió la obligación de visitar el hogar de Jules Bretón, pintor francés que admiraba, y fue así como con solamente diez francos en su bolsillo recorrió los 70 kilómetros hasta Courrières, Francia, para ver a Bretón. Al llegar, sin embargo, Vincent fue demasiado tímido para tocar a la puerta de su casa y se regresó a Cuesmes completamente desanimado.

Fue entonces que Vincent comenzó a dibujar a los mineros y a sus familias, desarrollando una cronología de sus duras condiciones de vida. Fue durante este tiempo que Vincent van Gohg eligió su próxima y última carrera: la del artista.


Vincent Van Gohg
Inicios como Artista

En otoño de 1880, después de un año de su vida como un indigente en el Borinage, Vincent se fue a Bruselas para comenzar sus estudios de arte. Vincent se inspiró para comenzar estos estudios como resultado de la ayuda financiera de su hermano, Théo. Vincent y Théo habían estado siempre cercanos desde niños y a través de la mayor parte de sus vidas, manteniendo una correspondencia continua y conmovedoramente reveladora. Es a través de estas cartas (existen más de 700) en las que se ha obtenido la mayor parte de nuestro conocimiento de los comentarios de Van Gohg acerca de su propia vida y obra.

1881 sería un año turbulento para Vincent van Gohg. Vincent presentó su solicitud para estudiar en la Ecole des Beaux-Art en Bruselas, aún cuando los biógrafos Hulsker y Tralbaut difieren con respecto a los detalles. Tralbaut sugiere un breve tiempo de estancia en la escuela, mientras que Hulsker mantiene que Vincent no fue admitido. Cualquiera sea el caso, Vincent continuó aprendiendo solo a dibujar, tomando ejemplos de libros tales como Travaux des champs por Jean-François Millet y Cours de dessin por Charles Bargue. En el verano Vincent vivió de nuevo con sus padres, quienes vivían en Teten, y durante ese tiempo conoció a su prima Cornelia Adriana Vos-Stricker (Kee. Kee (1846-1918) había enviudado recientemente y educaba a su joven hijo. Vincent se enamoró de Kee y quedó devastado cuando ella rechazó sus intentos de enamorarla. El episodio desafortunado concluyó con uno de los incidentes más memorables de la vida de Van Gohg. Después de ser despreciado por Kee, Vincent decidió visitarla en la casa de sus padres. El padre de Kee no dejó que Vincent viera a su hija y Vincent, determinado como siempre, puso su mano sobre el quinqué de una lámpara de aceite, quemándosela. La idea de Vincent era sostener su mano en la llama hasta que se le permitiera ver a Kee. El padre de Kee terminó rápidamente con la situación, apagando la lámpara y Vincent dejó la casa humillado.

A pesar de los problemas sentimentales con Kee y las tensiones personales con su padre, Vincent encontró el apoyo de Antón Mauve (1838-88), su primo político. Mauve estaba establecido como un artista famoso, y desde su casa en La Haya, suministró a Vincent su primer juego de pinturas de acuarela, dando así la primera oportunidad a Vincent para trabajar con colores. Vincent era un admirador de la obra de Mauve y estaba profundamente agradecido de cualquier enseñanza que Mauve le pudiera dar. Su relación fue placentera, pero comenzó a ponerse tensa cuando Vincent se fue a vivir con una prostituta.

Vincent van Gohg conoció a Clasina Maria Hoornik (1850-1904) a fines de febrero de 1882, en La Haya. Cuando Van Gohg la conoció, esta mujer, conocida como "Sien", estaba esperando a su segundo hijo, pero se fue a vivir con Vincent casi inmediatamente. Vincent vivió con Sien durante un año y medio. Su relación fue tormentosa, parte debido a las volatices personalidades de los dos, y parte a causa de la extrema pobreza en la que vivieron. Las cartas de Vincent a Théo muestran su dedicación a Sien, especialmente a los niños, pero su obra era siempre su primera pasión, excluyendo cualquier otra cosa, incluso la comida. Sien y sus hijos posaron para docenas de dibujos de Vincent, y su talento creció considerablemente durante este período. Sus primeros, más primitivos, dibujos de los mineros en el Borinage cambiaron por un trabajo más refinado y lleno de emoción. En el dibujo Sien, Sentada en una Canasta, con una Niña, por ejemplo, Vincent encontró con maestría su vida hogareña, así como un sentido de desesperación, sentimientos que fácilmente describen los 19 meses que vivió Vincent con Sien.

1883 fue otro año de transición para Van Gohg: tanto en su vida personal como en su vida artística. Vincent comenzó a experimentar con óleos en 1882, pero no fue hasta 1883 cuando comenzó a trabajar con este medio más y más frecuentemente. Conforme sus habilidades para dibujar y pintar se incrementaban, su relación con Sien se deterioraba hasta que finalmente en Septiembre se separaron. Como con su fracaso en el Borinage, Vincent decidió recuperase de su relación fallida aislándose completamente. Con mucha tristeza, particularmente por sus sentimientos hacia los hijos de Sien, Vincent dejó La Haya a mediados de septiembre para viajar a Drenthe, un distrito casi desolado de Holanda. Durante las siguientes seis semanas, Vincent vivió más bien como nómada, moviéndose por toda la región y dibujando y pintando los paisajes lejanos y a sus habitantes.

De nueva cuenta, Vincent regresó a casa de sus padres, ahora en Nuenen, a finales de 1883. Durante el año siguiente, Vincent van Gohg continuó refinando su arte. Produjo docenas de pinturas y dibujos durante esa época: tejedores, hilanderos y otros retratos. Los campesinos locales resultaron ser su tema favorito, en parte debido a que Van Gohg sentía una fuerte afinidad hacia los trabajadores pobres y parcialmente debido a su admiración hacia el pintor Millet quien también había hecho muchas pinturas sensibles y llenas de compasión de los trabajadores del campo. La vida romántica de Vincent tuvo otro giro dramático y desafortunado durante ese verano. Margot Begemann, cuya familia vivía en la casa de al lado de los padres de Vincent, se había enamorado de Vincent, y en un momento de desesperación de esa relación Margot trató de suicidarse con veneno. Vincent estuvo bastante perturbado por el incidente. Margot se recuperó con el tiempo, pero el episodio trastornó a Vincent de tal manera que lo mencionó en sus cartas varias veces.


Momento Crucial en 1885: Las Vincent Van Gohg
Primeras Obras Importantes

Durante los primeros meses de 1885 Van Gohg continuó su serie de retratos de campesinos. Vincent veía estos trabajos como "estudios", que le servirían para mejorar su técnica y preparar su obra más ambiciosa realizada hasta esa fecha. Vincent trabajó durante marzo y abril en estos estudios, aunque tuvo una breve distracción en su trabajo debido a la muerte de su padre el 26 de marzo. Vincent y su padre habían mantenido una relación muy forzada durante los últimos años pero, aunque ciertamente no estaba feliz por la muerte de su padre, Vincent pudo separarse emocionalmente y continuar con su trabajo.

Todos los años de trabajo duro, de continuo refinamiento de su técnica y de aprender a trabajar con un medio diferente, sirvieron de escalones intermedios para lograr la primera obra importante de Vincent van Gohg: Los Comedores de Papas.

Vincent trabajó en Los Comedores de Papas durante Abril de 1885. Había hecho varios bocetos como preparación para esta obra, un óleo sobre tela. El cuadro de Los Comedores de Papas es reconocido como la primer obra maestra de Vincent Van Gohg, y el resultado lo alentó. Aún cuando se molestó y enojó debido a una crítica del trabajo (a Anthon van Rappard, amigo y compañero de Vincent, no le gustaba la obra y sus comentarios causaron que Vincent terminara con su amistad), Vincent estaba contento con lo obtenido y así comenzó una nueva etapa de su vida profesional, con mayor confianza y más técnica.

Van Gohg continuó con su trabajo durante 1885, pero nuevamente estuvo inquieto y requirió de un nuevo estímulo. Se inscribió durante un breve tiempo en la Academia en Amberes a principios de 1886, pero la dejó cuatro semanas después porque se sentía sofocado por los métodos rígidos y limitados de sus instructores. Como lo demostró con frecuencia durante su vida, Vincent sentía que el estudio formal era un pobre sustituto de la práctica en el trabajo. Vincent había trabajo durante cinco años difíciles para pulir su talento como artista y con la preparación de Los Comedores de Papas se probó a sí mismo como un pintor de primera clase. Pero Vincent procuró mejorar continuamente, obtener nuevas ideas y explorar nuevas técnicas con el objeto de llegar a ser el artista que él realmente quería ser. En Holanda había logrado todo lo que era capaz. Era entonces el tiempo adecuado para buscar nuevos horizontes y comenzar una nueva jornada que le ayudara a refinar sus habilidades. Vincent dejó Holanda para buscar las respuestas en Paris . . . y en la compañía de los impresionistas.


Nuevos Comienzos: Paris

Vincent Van Gohg
Vincent van Gohg escribió a su hermano Théo durante toda la primera parte de 1886 en un esfuerzo por convencerlo de que París era el lugar al que él pertenecía. Théo estaba completamente consciente de la personalidad algo abrasiva de su hermano y resistió. Como siempre, Vincent estaba determinado y simplemente llegó a París sin anunciarse, a principios de Marzo. Théo no tuvo otra alternativa que acogerlo.

El período París de Van Gohg es fascinante por la importancia de su rol en tanto transformador de Vincent como artista. Desafortunadamente, los dos años en París es uno de los períodos menos documentados de su vida, concretamente porque los biógrafos son demasiado dependientes de los hechos proporcionados por las cartas entre Vincent y Théo, que concluyeron al momento en que los hermanos vivieron juntos en el departamento de Théo en la rue Lepic número 54 del distrito de Montmartre.

Aún así, la importancia de ese tiempo en París es clara. Théo, como todo vendedor de arte, tenía muchos contactos y Vincent se volvería familiar con los nuevos artistas del París de ese tiempo. Los últimos años de Van Gohg en París los pasó visitando las primeras exhibiciones de los impresionistas (que mostraban trabajos de Degas, Monet, Renoir, Pissarro, Seurat y Sisley). No hay duda que Van Gohg fue influenciado por los métodos de los impresionistas, pero él siempre permaneció fiel a su propio estilo único. Durante los dos años Van Gohg incorporaría alguna de las técnicas de los impresionistas, pero nunca dejó que la poderosa influencia de éstos lo abrumara.

Vincent disfrutó pintar en el ambiente de París durante todo 1886. Su paleta comenzó a moverse fuera de los colores más oscuros y tradicionales de su Holanda natal e incorporaría los tonos más vibrantes de los impresionistas. Para agregar algo más al complejo tapiz del estilo de Van Gohg, fue en ese punto en París que Vincent se interesó en el arte japonés. Japón sólo recientemente había abierto sus puertas a los extranjeros luego de siglos de bloqueo cultural y, como resultado de ese aislacionismo mantenido durante tanto tiempo, el mundo occidental estaba fascinado con todas las cosas japonesas. Van Gohg comenzó a adquirir una colección sustancial de impresos en madera (ahora en la colección del museo Van Gohg en Ámsterdam) y sus pinturas durante ese tiempo (El retrato de Père Tanguy, por ejemplo) reflejarían tanto el uso vibrante de colores favorecido por los impresionistas, como las claras alusiones japonesas. A pesar que Van Gohg sólo produjo tres copias de las pinturas japonesas, la influencia de Japón en su arte sería evidente en formas sutiles durante todo el resto de su vida.

1887 en París marcó otro año en el que Vincent evolucionó como artista, pero también se cobró su parte, tanto psíquica como emocionalmente. La personalidad volátil de Vincent agregó tensión a sus relaciones con Théo. Cuando Vincent insistió en mudarse con Théo, éste accedió con la esperanza de que podrían manejar mejor sus gastos y que Vincent podría dedicarse más fácilmente a su arte. Desafortunadamente, vivir con su hermano también resultó en una mayor tirantez entre ellos. Como si fuera poco, París mismo no estaba carente de tentaciones, y gran parte de esos dos años de Vincent estuvo agobiado por extremos malsanos: nutrición pobre y una exceso de bebida y tabaco.

Como un motivo repetido a lo largo de su vida, el tiempo miserable durante el invierno dejó a Vincent irritable y deprimido. Nunca Vincent fue más feliz que en ese entonces cuando estaba a la intemperie, en plena comunión con la naturaleza y el clima estaba en su mejor momento. Sea pintando o simplemente haciendo largas caminatas, Vincent van Gohg vivía para el sol. Durante los pálidos meses de invierno en el París de 1887-88, Van Gohg se alteró, y el mismo patrón estaba reemergiendo. Los dos años de Van Gohg en París tuvieron un impacto tremendo en su actual evolución como artista. Pero él había adquirido lo que estaba buscando y era tiempo de moverse. Nunca del todo feliz en las grandes ciudades, Vincent decidió dejar París y seguir al sol y a su destino, hacia el sur.


El Estudio del Sur

Vincent van Gohg se mudó a Arles a principios de 1888, impulsado por un número de razones. Harto de la frenética energía de París y los largos meses de invierno, Van Gohg buscó el cálido sol de Provence. Otra motivación fue el sueño de Vincent de establecer una especie de comunidad de artistas en Arles donde sus camaradas parisinos buscarían refugio y donde podrían trabajar juntos y apoyarse mutuamente hacia una meta común. Van Gohg tomó el tren de París a Arles el 20 de Febrero de 1888 alentado por sus sueños de un próspero futuro y entretenido por los momentáneos paisajes que él sentía parecer más y más japoneses cuanto más al sur viajaba.

No hay duda que Van Gohg quedó decepcionado por Arles durante sus primeras semanas allí. En busca del sol, Vincent encontró a Arles inusualmente fría y sucia de nieve. Esto debe haber sido descorazonador para Vincent, que dejó a todo el mundo que él conocía para buscar calidez y renovación en el sur. Aún así, el duro clima fue corto y Vincent comenzó a pintar algunos de los trabajos más preciados de su carrera.

Vincent Van Gohg
Una vez que la temperatura levantó, Vincent no perdió tiempo para empezar sus trabajos al aire libre. Notar los dos trabajos complementarios: El dibujo Paisaje con Camino y Árboles Desmochados y la pintura Camino a través de un Campo con Sauces. El dibujo fue producido en Marzo y los árboles y el paisaje parecen descoloridos luego del invierno. La pintura, sin embargo, ejecutada un mes más tarde muestra los primerísimos brotes en los árboles. Durante este tiempo Van Gohg pintó una serie de huertos florecientes. Vincent estaba complacido por su productividad y, como los huertos, se sintió renovado.

Los meses que siguieron serían felices. Vincent tomó una habitación en el Café de la Grae. En el 10 de Place Lamar tiñe a principios de Mayo y alquiló su famosa "Casa Amarilla" (Place Lamar tiñe número 2) como estudio y lugar de almacenamiento. Vincent no se mudaría en realidad a la Casa Amarilla hasta Septiembre, en preparativas para establecerla como base de su "Estudio del Sur".

Vincent trabajó diligentemente toda la primavera y el verano y comenzó a enviar a Théo despachos con sus trabajos. Van Gohg es percibido a menudo hoy como una figura irritable y solitaria. Pero él realmente disfrutó la compañía de gente e hizo su mejor esfuerzo durante esos meses para hacer amigos, tanto para compañía como para que posen como preciados modelos. Aunque profundamente solo de a ratos, Vincent hizo amistad con Paúl-Eugène Milliet y otro soldado Zouavo y pintó sus retratos. Vincent nunca perdía la esperanza en el prospecto de establecer la comuna de artistas y comenzó una compaña para alentar a Paul Gauguin a que se una con él en el sur. El prospecto parecía poco probable, sin embargo, porque la mudanza de Gauguin requeriría aún más asistencia financiera de Théo, que había llegado a su límite.

A finales de Julio, sin embargo, el tío de Van Gohg llamado Vincent murió y le dejó una herencia a Théo. Este influjo financiero habilitaría a Théo a patrocinar la mudanza de Gauguin a Arles. Théo fue motivado como un hermano preocupado a la vez que como un hombre de negocios. Théo sintió que Vincent sería más feliz y más estable en la compañía de Gauguin y también tenía esperanzas que las pinturas que recibiría de Gaguin, a cambio de su apoyo, darían algún rédito. A diferencia de Vincent, Paul Gauguin comenzaba a ver un cierto grado de éxito en sus obras.

Pese a la mejoría de los asuntos financieros de Théo, Vincent no obstante permaneció fiel a su estilo y gastó una cantidad desmesurada de su dinero en provisiones de arte en vez de las necesidades básicas de vida. Desnutrido y abrumado con el exceso de trabajo, la salud de Van Gohg declinaba a principios de Octubre, pero fue animado al recibir la confirmación de que Gauguin iría al sur con él. Vincent trabajó duro para preparar la Casa Amarilla para hacer sentir bienvenido a Gauguin. Gauguin llegó a Arles en un temprano tren el 23 de Octubre.

Los siguientes dos meses serían pivótales y desastrosos, tanto para Vincent van Gohg como para Paul Gauguin. Inicialmente Van Gohg y Gauguin se llevaron bien juntos, pintando los bordes de Arles, discutiendo su arte y diferenciando técnicas. A medida que las semanas pasaban, sin embargo, el clima se deterioraba y la pareja se encontró obligada a permanecer en el interior más y más frecuentemente. Como siempre, el temperamento de Vincent (y muy probablemente el de Gauguin también) fluctuaba para equiparar al clima. Forzados a trabajar adentro, la depresión de Vincent fue mitigada, sin embargo, cuando fue animado y estimulado por una serie de retratos que emprendió. "He hecho retratos de una familia completa . . ." escribió a Théo (Carta 560. Esas pinturas, de la familia Roulin, permanecen entre sus trabajos más preciados.

La relación entre Van Gohg y Gauguin se deterioraba a lo largo de Diciembre, sin embargo. Sus odiadas discusiones se hacían más y más frecuentes, "eléctricas", como Vincent las describiría. Las relaciones entre la pareja declinaron en tándem con el estado de salud mental de Vincent. El 23 de Diciembre Vincent van Gohg, en un acto de locura irracional, mutiló la porción inferior de su oreja izquierda. Se cortó el lóbulo con una navaja, la envolvió en un paño y la llevó a un burdel, presentándosela a una de las mujeres del lugar. Luego Vincent se volvió tambaleando a la Casa Amarilla donde colapsó. Fue descubierto por la policía y llevado al hospital Hôtel-Dieu en Arles. Luego de enviar un telegrama a Théo, Gauguin partió inmediatamente a París, escogiendo no visitar a Van Gohg en el hospital. Van Gohg y Gauguin cambiarían correspondencia una que otra vez, pero nunca se volverían a encontrar en persona nuevamente.

Durante su estadía en el hospital, Vincent estaba bajo el cuidado del doctor Félix Rey (1867-1932). La semana que siguió a la mutilación de la oreja fue crítica para Van Gohg, mental y psíquicamente. Tuvo una gran pérdida de sangre y continuó sufriendo serios ataques en los cuales quedaba incapacitado. Théo, quien se apresuró a venir desde París, estaba seguro que Vincent moriría, pero para el final de Diciembre y los primeros días de Enero, Vincent casi estaba completamente recuperado.

Las primeras semanas de 1889 no serían sencillas para Vincent van Gohg. Luego de su recuperación, Vincent volvió a su Casa Amarilla, pero continuó visitando al doctor Rey para análisis y para que le cambie las vendas. Vincent fue alentado por su progreso luego del trastorno, pero sus problemas de dinero continuaban y se sintió particularmente deprimido cuando su amigo cercano Joseph Roulin (1841-1903), decidió aceptar una posición mejor paga y mudarse con su familia a Marsellas. Roulin había sido un querido y fiel amigo de Vincent durante la mayor parte de su tiempo en Arles.

Vincent estaba bastante productivo en términos de su arte por todo Enero y principios de Febrero, produciendo algunos de sus trabajos más conocidos, como La Berceuse y Girasoles. El 7 de Febrero, sin embargo, Vincent sufrió otro ataque en el que se imaginó a sí mismo siendo envenenado. Una vez más, Vincent fue llevado al hospital de Hôtel-Dieu para observarlo. Van Gohg fue mantenido en el hospital por diez días, pero regresó a la Casa Amarilla, en principio, "espero que definitivamente" (Carta 577)

Por este tiempo, sin embargo, algunos ciudadanos de Arles se habían quedado alarmados por el comportamiento de Vincent y firmaron una petición detallando sus preocupaciones. La petición fue enviada al mayor de Arles y eventualmente al superintendente de policía quien ordenó que Van Gohg sea readmitido en el hospital Hôtel-Dieu. Vincent permaneció en el hospital por las próximas seis semanas, pero se le permitió salir en excursiones supervisadas, para pintar y poner sus posesiones a resguardo. Fue un tiempo productivo, aunque emocionalmente desalentador para Van Gohg. Idénticamente al año anterior, Van Gohg volvió a pintar los huertos florecientes de los alrededores de Arles. Pero aunque estaba produciendo algunos de sus mejores trabajos, Vincent se dio cuenta que su posición era precaria y, luego de discusiones con Théo, acordó confinarse voluntariamente en el asilo de Saint-Paul-de-Mausole en Saint-Rémy-de-Provence. Van Gohg dejó Arles el 8 de Mayo.


Reclusión

Al llegar al asilo, van Gohg fue puesto al cuidado del doctor Théophile Zacharie Auguste Peyron (1827-95). Luego de examinar a Vincent y releer el caso, el doctor Peyron se convenció de que su paciente estaba sufriendo de un tipo de epilepsia: un diagnóstico que permanece entre las posibilidades más verosímiles, aún hoy. El asilo no era de ninguna manera una "cueva de serpientes", pero van Gohg estaba desanimado por los gritos de los otros residentes y la mala comida. Encontró deprimente que el paciente no tuviera nada que hacer durante todo el día, sin estimulación de ningún tipo. Parte del tratamiento de van Gohg incluía "hidroterapia", una inmersión frecuente en una gran bañera de agua. Sin ser esta "terapia" cruel en ninguna forma, no fue tampoco benéfica en términos de ayudar a Vincent a recuperar su estado de salud mental.

Con el pasar de las semanas, el bienestar mental de Vincent permaneció estable y se le permitió volver a pintar. El personal fue animado por el progreso de Van Gohg (o al menos el que no sufriera ningún ataque adicional) y a mediados de Junio Van Gohg produjo su trabajo más conocido: Noche Estrellada.

El estado mental relativamente tranquilo de Van Gohg no duró, sin embargo, y fue incapacitado por otro ataque a mediados de Julio. Durante este ataque Vincent intentó ingerir sus propias pinturas y por esa razón fue confinado sin acceso a sus materiales. A pesar que se recuperó bastante rápidamente del incidente, Van Gohg fue desalentado al ser privado de la única cosa que le daba placer y distracción: su arte. Luego de otra semana, el doctor Peyron cedió y permitió a Van Gohg reanudar su pintura. Este recomenzar de su trabajo coincidió con una mejoría en su estado mental. Vincent envió cartas a Théo detallando su precario estado de salud, mientras que al mismo tiempo Théo tenía problemas similares con los que lidiar. La salud de Théo fue a menudo delicada y había estado enfermo durante gran parte de los comienzos de 1889.

Por dos meses Van Gohg fue incapaz de dejar su habitación y le escribió a su hermana: " . . .cuando estoy en los campos me abruma un sentimiento de soledad a un punto tan horrible que me acobarda salir . . ." (Carta W14) En las siguientes semanas, sin embargo, Vincent vencería sus desasosiegos y reanudaría el trabajo. Durante este tiempo Vincent comenzó a planear su eventual partida del asilo en Saint-Rémy. Expresó esos sentimientos a Théo, quien comenzó a hacer averiguaciones sobre las posibles alternativas para el cuidado médico de Vincent, esta vez mucho más cerca de París.

La salud de Théo se había recuperado mayormente y, mientras preparaba un hogar con su nueva esposa, Théo también estaba ayudando a Octave Maus, quien estaba organizando una muestra en Bruselas, Les XX, en la que seis pinturas de Vincent serían expuestas. Vincent pareció entusiasmado acerca de la tentativa, y permaneció bastante productivo a lo largo de este tiempo. La correspondencia corriente entre Vincent y Théo arregló muchos de los detalles de la muestra de Vincent dentro de la exhibición.

El 23 de Diciembre de 1889, exactamente un año después del incidente de la oreja, Vincent sufrió otro ataque: una "aberración", como refiere él mismo (Carta 620). El ataque fue serio y duró cerca de una semana, pero Vincent se recuperó razonablemente rápido y volvió a pintar, esta vez principalmente copias de trabajos de otros artistas, a causa de su confinamiento bajo techo, tanto por su estado de salud mental como por el clima. Tristemente, Van Gohg sufrió más ataques durante los primeros meses de 1890. Estos ataques se produjeron más frecuentemente y dejaron a Vincent más incapacitado que cualquiera de los anteriores. Irónicamente, durante este tiempo cuando Van Gohg estaba probablemente en su peor momento y en el estado mental más desesperado, sus trabajos comenzaron a recibir finalmente aplausos de la crítica. Noticias de este tenor, sin embargo, sólo sirvieron para deprimir más a Vincent y renovar sus esperanzas de dejar el asilo para retornar al norte.

Luego de hacer algunas averiguaciones, Théo sintió que el mejor curso de acción sería que Vincent regresara a París y entrara a cuidado del doctor Paul Gachet (1828-1909), un terapeuta homeopático que vivía en Auvers-sur-Oise, cerca de París. Vincent estuvo de acuerdo con los planes de Théo empacó sus cosas en Saint-Rémy. El 16 de Mayo de 1890 Vincent van Gohg dejó el asilo y tomó un tren nocturno a París.


"La tristeza durará por siempre . . . ."

El viaje de Vincent a París no tuvo incidentes y fue recibió por Théo al llegar. Vincent se quedó con Théo, su esposa Johanna y el hijo que acababan de tener, Vincent Willem (bautizado en honor a Vincent) por tres placenteros días. No siendo en absoluto un amante del ajetreo y el alboroto de la vida de la ciudad, de alguna forma Vincent sintió cierta tensión al regresar y optó por dejar París en pos de un destino más tranquilo, Auvers-sur-Oise.

Vincent se encontró con el doctor Gachet poco tiempo después de su llegada a Auvers. Aunque inicialmente quedó impresionado por Gachet, Vincent expresaría más tarde graves dudas acerca de su competencia, yendo tan lejos como para comentar que Gachet parecía estar "más enfermo de lo que yo estoy, creo, o diríamos igual de enfermo" (Carta 648). A pesar de su aprehensión, sin embargo, Vincent se las arregló para encontrar una habitación para él en una pequeña posada cuyo dueño era Arthur Gustave Ravoux e inmediatamente comenzó a pintar el ámbito de Auvers-sur-Oise.

En el curso de las próximas dos semanas, la opinión de Van Gohg sobre Gachet se aplacó un poco y quedó totalmente absorbido por la pintura. Vincent estaba complacido con Auvers-sur-Oise, que le permitió la libertad que le fue negada en Saint-Rémy, mientras que al mismo tiempo le proveía con amplias temáticas para sus pinturas y dibujos. Las primeras semanas de Vincent en Auvers pasaron agradablemente y sin incidentes. El 8 de Junio Théo, Jo y el bebé vinieron a Auvers para visitar a Vincent, y Gachet y el pintor pasaron un día muy deleitable con su familia. En todas las apariencias, Vincent parecía totalmente recompuesto, mental y psíquicamente.

Durante todo Junio, Vincent permaneció de buen talante y fue notablemente productivo, pintando algunas de sus obras más famosas (Retrato del Doctor Gachet y La Iglesia de Auvers, por ejemplo). La tranquilidad inicial del primer mes en Auvers fue interrumpida, sin embargo, cuando Vincent recibió noticias de que su sobrino estaba seriamente enfermo. Théo había estado pasando por un momento muy difícil durante los meses anteriores: incertidumbre acerca de su propia carrera y futuro, problemas actuales de salud y finalmente la enfermedad de su propio hijo. Luego de que el bebé se recuperó, Vincent decidió visitar a Théo y su familia el 6 de Julio, tomando un tren temprano. Se sabe muy poco de esta visita, pero Johanna, escribiendo años después, sugeriría que el día fue bastante tenso. Vincent eventualmente se sintió abrumado y regresó rápidamente al más tranquilo santuario de Auvers.

Durante las siguientes tres semanas Vincent reanudó su pintar y, como sus cartas sugieren, estaba razonablemente feliz. Le escribió a su madre y hermana: "Por el momento me siento mucho más calmado que el año pasado, y realmente el agitación de mi cabeza se ha aquietado grandemente" (Carta 650) Vincent fue absorbido en los campos y praderas de los alrededores de Auvers y produjo algunos paisajes brillantes a lo largo de Julio. Para Vincent la vida aparentemente se había establecido en un productivo y, sino feliz, al menos estable patrón.

Aunque los detalles puestos en las diversas crónicas conflictan, los hechos básicos del 27 de Julio de 1890 están claros. En la noche de ese Domingo, se encaminó, con su atril y sus pinturas, al campo. Allí tomó un revólver y se disparó en el pecho. Vincent se las arregló para volver tambaleante a la posada Ravoux donde colapsó en una cama, donde fue descubierto por Ravoux. El doctor Mazery, el practicante local, fue llamado, al igual que el doctor Gachet. Se decidió no intentar sacar la bala del pecho de Vincent, y Gachet escribió una carta urgente a Theo. Desafortunadamente, el doctor Gachet no tenía la dirección de la casa de Theo, y le tuvo que escribir a la galería donde él trabajaba. Esto no causó una demora importante: Theo llegó la tarde siguiente.

Vincent y Theo permanecieron juntos por las últimas horas de la vida de Vincent. Theo se dedicó totalmente a su hermano, abrazándolo y hablándole en holandés. Vincent pareció resignado a su destino y Theo más tarde escribió: "El mismo quería morir; cuando me senté a su cabecera y dije que trataríamos que mejore y que esperábamos que nos ahorre este tipo de desesperación, dijo 'La tristesse durera toujours' ('La tristeza durará por siempre.') Entiendo qué es lo que quería decir con esas palabras." Theo, siempre el más grande amigo y soporte de su hermano, sostenía a Vincent cuando dijo sus últimas palabras: "De sé aria morir así".

Vincent van Gohg murió a la 1:30 AM el 29 de Julio de 1890. La iglesia católica de Auvers se negó a permitir que enterraran a Vincent en su cementerio, debido a que Vincent había cometido suicidio. El ayuntamiento cercano de Méry, sin embargo, estuvo de acuerdo en permitir el entierro y el funeral fue realizado el 30 de Julio. Un amigo de mucho tiempo de Vincent, el pintor Emile Bernard, escribió acerca del funeral en detalle a Gustave-Albert Aurier:

El ataúd ya estaba cerrado. Llegué demasiado tarde para ver de nuevo al hombre que me dejó cuatro años atrás tan lleno de expectativas de todo tipo . . .

En las paredes de la habitación donde descansaba su cuerpo, sus últimos lienzos estaban colgados haciendo una suerte de halo para él, y el brillo del genio que irradiaba de ellos hizo su muerte aún más dolorosa para nosotros los artistas que estábamos allí. El ataúd fue cubierto con una simple tela blanca y rodeado con ramos de flores, los girasoles que él amaba tanto, dalias amarillas, flores amarillas por todas partes. Era, recordarás, su color preferido, el símbolo de la luz que él soñó, de estar en los corazones de la gente así como en obras de arte.

Cerca suyo, también en el piso frente al ataúd, estaba su atril, su silla plegable y sus pinceles.

Llegó mucha gente, principalmente artistas, entre los cuales reconocí a Lucien Pissarro y Lauzet. No conocía a los demás, también alguna gente del lugar que lo había conocido un poco, visto una que otra vez y que le tenían aprecio porque él era tan bueno de corazón, tan humano . . .

Ahí estábamos, completamente silenciosos todos juntos alrededor de este ataúd que poseía a nuestro amigo. Observé los estudios; uno muy hermoso y triste basado en La vierge et Jésus de Delacroix. Convictos caminando en círculo rodeados por los altos muros de la prisión, un lienzo inspirado por Doré de una ferocidad aterrorizadora y que es también símbolo de su final. ¿No fue la vida así para él, una alta prisión como ésta con muros así de altos? Tan altos . . . y estas personas caminando infinitamente alrededor del foso, ¿no eran ellos los pobres artistas, las pobres almas condenadas caminando más allá debajo del látigo del Destino?

A las tres en punto su cuerpo fue retirado, amigos suyos llevándolo al coche fúnebre, un número de personas en la compañía estaban llorando. Theodore Van Gohg [sic], quien estaba dedicado a su hermano, quien siempre le dio apoyo en su lucha para mantenerlo con su arte estaba sollozando lastimosamente todo el tiempo . . .

El sol estaba terriblemente caliente afuera. Trepamos la colina en las afueras de Auvers hablando de él, acerca del audaz impulso que le dio al arte, de los grandes proyectos que él siempre estaba urdiendo, y acerca del bien que nos hizo a todos nosotros.

Llegamos al cementerio, un pequeño cementerio nuevo constelado con nuevas tumbas. Está en la pequeña colina sobre los campos que estaban maduros para la cosecha bajo el amplio cielo azul que él todavía habría amado . . . tal vez.

Entonces fue bajado a la tumba . . .

Cualquiera hubiera comenzado a llorar en ese momento . . . el día estaba demasiado hecho para él para que uno no se imagine que él estaba aún vivo y disfrutándolo. 

El doctor Gachet (quien es un gran amante del arte y posee una de las mejores colecciones de pintura impresionista al día de hoy) quiso decir unas pocas palabras de homenaje acerca de Vincent y su vida, pero él también estaba lamentándose a tal punto que sólo pudo balbucear un muy confuso adiós . . . (tal vez ésa fuera la forma más hermosa de hacerlo).

Dio una breve descripción de las luchas de Vincent y sus logros, relatando cuán sublime eran sus objetivos y cuán grande era la admiración que sentía por él (a pesar que lo conoció por un corto período de tiempo). Él fue, dijo Gachet, un hombre honesto y un gran artista, que sólo tenía dos propósitos: humanidad y arte. Fue el arte lo que él preció sobre todo y lo que hará vivir su nombre.

Entonces volvimos. Theodore Van Gohg [sic] estaba quebrado del dolor, todos los asistentes estaban muy emocionados, algunos volviendo al campo abierto mientras que otros se encaminaban a la estación.

Laval y yo regresamos a la casa de Ravoux, y hablamos acerca de él . . .1

Theo van Gohg murió seis meses después de Vincent. Fue enterrado en Utrecht, pero en 1914 la esposa de Theo, Johanna, una mujer que apoyó dedicada e incansablemente el trabajo de Vincent, hizo que enterraran nuevamente el cuerpo de Theo en el cementerio de Auvers al lado del de Vincent. Jo pidió que una rama de hiedra del jardín del doctor Gachet fuera plantada entre las lápidas. La misma alfombra de hiedra que hoy persiste en las tumbas de Vincent y de Theo.

Algunas de sus cartas y cuadros

"En cuanto a mí, tengo inquieta mi mente a menudo, porque pienso que mi vida no ha sido lo bastante tranquila; todas esas amargas decepciones, adversidades, cambios, evitan que me desarrolle completa y naturalmente en mi carrera artística."

Vincent van Gohg

16 de Junio 1889

Vincent Van Gohg

Retrato del Dr. Gachet, 1890

Vincent Van Gohg

El barranco, 1889

Vincent Van Gohg

Trigal con cipreses, 1889

Vincent Van Gohg

Retrato del padre Tanguy, 1887

Vincent Van Gohg

Los comedores de papas, 1885

Vincent Van Gohg

La noche estrellada, 1889

Vincent Van Gohg

El jardín del poeta, 1888

Vincent Van Gohg

Autorretrato dedicado a Paul Gauguin, 1888

Vincent Van Gohg, quien con el tiempo llegaría a ser un gran pintor, nació en 1853 en un pequeño pueblo de Holanda, al norte de Europa. Fue un niño difícil, sensible y nervioso. Su hermano Théo, a pesar de ser cuatro años menor que Vincent, siempre cuidó de él, pues era mucho mas sensato.

Los lazos de afecto que unían a los dos hermanos eran excepcionalmente fuertes. Muy pocas veces se ha oído hablar de una relación fraternal tan conmovedora. Siempre estuvieron muy cerca el unió de el otro y ni siquiera la distancia pudo separarlos. Cuando, ya adultos, las circunstancias los obligaron a vivir en ciudades distintas, se escribían a diario y en ocasiones hasta dos veces en un mismo día.

Vincent tenía interés en hacer muchas cosas, pero por razones que él mismo desconocía todo lo que emprendía lo dejaba a la mitad. Así sucedió con la escuela, con un buen trabajo que tuvo en una galería de arte y con sus propósitos de dar pláticas religiosas los mineros de una desolada región de Bélgica (país vecino de Holanda), a quienes deseaba, de todo corazón, brindar apoyo. Todo lo empezaba bien y tenía capacidad para llevarlo a cabo, pero por causa o por otra terminaba por abandonar cuanto se proponía hacer. Sin embargo, sí fue muy constante en dos cosas: su relación con su hermano Théo, durante toda su vida, y su amor por la pintura, a partir de que, a los veintisiete años, decidió ser pintor. Con el fin de prepararse para ello, empezó por copiar dibujos de un pintor a quién admiraba: Jean-François Millet (se pronuncia Yan Fransuá Millé).

Vincent, que tenía los nervios frágiles y se angustiaba con facilidad, se dio cuenta de que dibujar lo tranquilizaba, por lo que, además de copiar los dibujos de Millet, se dedicó a hacer bocetos. Como para él no era fácil comunicarse con los demás, escogió el camino del arte para expresar sus sentimientos. Los temas que en esa época trató fueron los relacionados con mineros y campesinos, por quienes sentía una gran simpatía, pues eran gente trabajadora y sufrida.

En esos días le escribió a su hermano la siguiente carta:

"Querido Théo: Estoy copiando dibujos y creo que si los vieras no los encontrarías tan mal. Si ya tienes los que te pedí de Millet, el pintor que tanto me gusta, envíame los en cuanto puedas. Note preocupes por mí, si logro continuar dibujando me sentiré bien. He interrumpido mi trabajo para escribirte y tengo prisa por continuarlo, de manera que me despido. Te mando un fuerte y cariñoso abrazo.

Vincent

Un poco más tarde, Van Gohg frecuentó el taller de un primo suyo que era pintor. Ahí empezó a pintar al óleo y realizó algunos paisajes, escenas de la vida campesina y naturalezas muertas. Sus pinturas revelaban ya una sensibilidad inquieta y apasionada.

Vincent Van Gohg

A Vincent le gustaba copiar la naturaleza, pero -como el decía- "no lograba ponerse de acuerdo con ella". Así pues, optó por crear una naturaleza propia utilizando sus colores y su imaginación. Sin embargo, podría decirse que a Van Gohg, mas que la naturaleza le interesaba la atmósfera. Captar en sus pinturas la transparencia del aire, las partículas de luz, se convirtió en su mayor ambición. A este respecto le escribió a su hermano:

"Mi querido Théo:

Es todo un reto pintar la atmósfera, pero he descubierto que cuando uno realmente quiere hacer algo, lo logra".

Vincent Van Gohg

Cuando tenía treinta y tres años, Vincent, con la ayuda de Théo, se fue a vivir a París. En esa ciudad, visitó todos los museos y entabló relación con varios pintores, con quienes se desvelaba bebiendo ajenjo y platicando sobre su tema favorito: la pintura. Así pudo ampliar sus conocimientos pictóricos, lo que se reflejó en su técnica. Empezó a utilizar un trazo grueso y vigoroso, añadió a sus pinceladas puntos, rayas y pequeños cuadros y, sobre todo, adoptó los colores puros.

Vincent Van Gohg

La agitada vida que llevó en París durante mas de dos años y el largo y frío invierno parisino hicieron que el cuerpo y la mente de Vincent se debilitaran. Para recobrar sus fuerzas, decidió irse a vivir a un lugar más tranquilo y con mejor clima. Escogió una tibia y luminosa región del sur de Francia que le ofrecía, además, una gran riqueza de colores. Ahí se deslumbró con el dorado resplandor del sol, el intenso azul del cielo y el brillo de las estrellas que alumbraban la noche. Al recorrer los campos iluminados por el amarillo-naranja de los girasoles y por el oro viejo del trigo maduro Van Gohg volvió a sentirse niño y se apoderó de él una gran alegría de vivir. Todo esto se reflejo en sus pinturas. Sus vigorosas pinceladas hacían que los objetos representados en ellas parecieran dotados de movimiento, como si estuvieran animados por intensas emociones. Su paleta de pintor se fue llenando de colores vivos, y en ella mezcló el verde con el rojo, el azul con el naranja, el violeta con el amarillo. Su colorido guardaba poca relación con la realidad, pero! Eso que importaba! Era su creación.

Vincent Van Gohg

Van Gohg pintaba de día y de noche. Pintaba cuando veía: su cama, sus zapatos; los campos de trigo y los girasoles; su propia cara y la de la gente del pueblo. Era como si se hubiera apoderado de él la fiebre del trabajo. Para poder pintar de noche, sujetaba varias velas de su sombrero y le amanecía pintando tabernas iluminadas, campos bañados por la luz de la luna y noches cuajadas de estrellas.

Vincent Van Gohg

En esta época fue a pasar una temporada con su amigo Paúl Gauguin (se pronuncia Pool Gogá), también gran pintor. Vincent quería mucho a Gauguin y decidió, para representar sus deferentes personalidades, hacer dos cuadros: en uno representaría la silla en que Gauguin solía sentarse y en el otro su propia silla. En dichos cuadros podemos observar que mientras la silla de Vincent es muy simple: amarilla, de madera tosca, líneas rectas y asiento de mimbre, en el que reposan su pipa y un rollo de tabaco, la de Gauguin es más elegante: azul, de líneas curvas y asiento acolchonado, sobre el cual pintó un libro y una vela encendida. Con seguridad, Van Gohg usó esos elementos para expresar el cariño y la admiración que sentía por su amigo.

Vincent estaba feliz con la visita de Gauguin y se desvelaba y se emborrachaban mas de lo debido. Si a eso añadimos que su reciente fiebre de trabajo lo había hecho olvidarse de comer y dormir, comprendemos que sus nervios, ya en sí frágiles, se debilitaron más todavía. Una noche en que los dos amigos discutían sobre arte, Vincent se enojó, perdió el control y se fue corriendo a su casa donde, en un arrebato, se cortó la oreja. Fue internado en un hospital para enfermedades nerviosas y el doctor que se hizo cargo de él, al darse cuanta de que la pintura era su razón de vivir, le permitió ir al campo a pintar acompañado de un enfermero. Así pues, Van Gohg siguió pintando girasoles, retratos y vistas de alrededores del hospital con los vivos colores y las vigorosas pinceladas con que intentaba expresar sus emociones.

Vincent Van Gohg

Cuando salió del hospital, lo primero que hizo Vincent fue tomar el tren para París, donde vivía su hermano Théo. Después de pasar unos días con él, se fue a vivir a un pueblito cercano, Auvers-sur-Oiste al noroeste de París, donde cada mañana abandonaba su pequeño y humilde cuarto de hotel para irse a pintar al campo. Una mañana en la que, como de costumbre había salido a pintar, Van Gohg fue víctima de una nueva crisis nerviosa y se hirió gravemente. En cuanto su hermano se enteró, corrió a su lado y permaneció junto a él hasta el último momento. Théo, que había quedado inconsolable por la muerte de Vincent, falleció seis meses después, pero podría decirse que ni la muerte logró separar a los dos hermanos.

Vincent Van Gohg




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