Nació en Sevilla, pasó la infancia en Málaga y a los trece años se trasladó a Madrid. Se licenció en Derecho y Comercio en la Universidad de Madrid, y fue profesor de Derecho Mercantil de 1920 a 1922. En 1925, contrajo la tuberculosis que le mantuvo en un sanatorio de la sierra de Guadarrama, próxima a Madrid, alejado durante varios años de la vida cultural y social. Durante esta grave enfermedad, empezó a escribir poesía. A partir de entonces se entregó por completo a la literatura.
Fue uno de los escritores e intelectuales —conocidos como la generación del 27— que en 1927 rindieron un homenaje a Luis de Góngora, ante la negativa de las autoridades académicas de celebrar el tricentenario de la muerte del gran poeta del siglo de oro español. Ha sido un escritor que ha influido sobremanera en las generaciones poéticas posteriores, por la fuerza y fervor de su obra, a pesar de que algunos poetas no se daban cuenta de ello, especialmente los sociales de la generación del 50; y es que su enfermiza salud le hizo llevar una vida alejada de mundanales ruidos, en su casa de Madrid de la calle Velintonia, que en los últimos años de su vida fue un centro de tertulias literarias a la que acudían intelectuales y poetas. El Premio Nobel, en 1977, se le concedió “por su gran obra creadora, enraizada en la tradición de la lírica española y en las modernas corrientes poéticas iluminadoras de la condición del hombre en el cosmos, y de las necesidades de la hora presente”.
OBRA:
Considerado el gran autor español de la poesía pura, el primer libro que publicó fue Ámbito, de 1928, donde muestra interés por la naturaleza y ofrece el conocimiento que posibilita la pasión. En los siguientes, Espadas como labios, de 1932, y Pasión de la tierra, de 1935, incorpora plenamente el surrealismo a la poesía castellana, y el poeta aparece como el que transmite los mensajes del cosmos.
En Sombra del paraíso, de 1944, la naturaleza, asunto fundamental en su poesía hasta entonces, se tiñe con tonos elegíacos al cantar el mundo que había perdido el poeta debido a la Guerra Civil española. Mundo a solas, de 1950, y Nacimiento último, de 1953, también son mucho menos herméticos y expresan un universo dolorido, aunque equilibrado.
Historia del corazón, de 1954, supuso el inicio de lo que el propio Aleixandre consideró un nuevo ciclo en el que, según sus propias palabras: “expresaba la difícil vida humana, su quehacer valiente y doloroso”. El poeta vuelve a contemplar la realidad, no desde el punto de vista del cosmos, sino del hombre histórico en su poemario de 1962, titulado En un vasto dominio.
OBRA EN PROSA: Su obra en prosa, Los encuentros, de 1958 y 1985, se ocupa de escritores españoles, desde Pío Baroja y Miguel de Unamuno a sus contemporáneos y amigos más jóvenes.