Literatura


Rosa Chacel


1.1 Visión general de la época

  Los años 1890 y 1930 constituyen en la Europa occidental un periodo extremadamente tumultuoso y contradictorio. La euforia frente a la creciente mecanización y la industrialización de la sociedad convive con el pesimismo y el rechazo de tales fenómenos por parte de los intelectuales. De allí nace el intelectual “moderno”. Esta época representa un momento de plenitud creadora en Europa en casi todas las empresas artísticas. Se crea un culto a lo irracional, que se manifiesta en gran parte de las expresiones artísticas de la época.

 El rechazo de los valores e ideas del siglo XIX se manifiestan en el pensamiento europeo en general. En Francia, la filosofía de Bergson con su percepción del tiempo como experiencia subjetiva, en Alemania, en la visión apocalíptica de Nietzsche de la sociedad y su rechazo de las instituciones establecidas. Impera una rebelión ante el cristianismo y la iglesia católica, los autores revelan una nueva concepción de la moral sexual en sus vidas y sus obras. Hay una ruptura con el consevadurismo del mundo del XIX.

De ese decadentismo nace a principios del XX una plétora de movimientos vanguardistas. Es la época del “arte por el arte” y florecen los ismos (dadaísmo, cubismo, futurismo o surrealismo). En España, el modernismo produce diversas manifestaciones paralelas a las de otras partes de Europa. En Cataluña, entre 1892 y 1899 aparece el art nouveau. Más conocida internacionalmente es la obra del singular arquitecto Gaudí. En Madrid el modernismo literario toma otra dirección. Empieza con el individualismo revolucionario y esperpéntico de Valle-Inclán, con la greguería de Gómez de la Serna, las novelas absurdas y pre-existencialistas de Unamuno y Jarnés, la novela poética de Gabriel Miró y Pérez de Ayala. Juan Ramón Jiménez deja como legado una de las obras poéticas más alucinantes en su irracionalidad, Animal de fondo.

 Este creciente interés por el experimentalismo vanguardista que Ortega y Gasset llamó “el arte deshumanizado” se consolida en el año 27, cuando un grupo de amigos-poeta celebra el redescubrimiento de la irracionalidad metafórica de Góngora, malentendido hasta entonces en España.

  He aquí el mundo que hereda Rosa Chacel, la novelista del morboso pensar, la gran dama española del juego artístico y filosófico.

  Rosa Chacel presenció el nacimiento del cine, del arte y de las literaturas vanguardistas, o sea el auge de los Modernos. En ella las influencias que más se dieron fueron las de Ortega y Gasset y las de James Joyce. Si hay un autor con el que se identifica, ése es James Joyce. En una entrevista que se le hizo a Chacel afirmó: “Mi mundo es el de Joyce, ese mundo un poco bohemio, un poco bárbaro y arriesgado(...) Todas mis novelas pertenecen al mundo de Joyce, bohemia intelectual, social, una bohemia arriesgada, sin dinero. Libertad mental, sexual, religiosa, irreprimible, total”.

 

De toda su obra, Estación. Ida y vuelta es el mejor testimonio del “arte por el arte”, la doctrina propuesta por Ortega y Gasset en su célebre libro de 1925 La deshumanización del arte e Ideas sobre la novela. Hoy día Chacel no sólo es la escritora del 27, sino que es la única persona del grupo que se ha mantenido fiel al desafío propuesto por Gasset.

La vida errante de Chacel influye de modo importante en su mundo literario e intelectual. Está al tanto de la actividad vanguardista y del pensamiento de fin de siglo, siendo principalmente una escritora de envergadura más bien europea. No sólo es europea por su estilo, sino también por la universalidad de lo que escribe.

 

1.2 Corriente literaria

El vanguardismo

Características generales: Aunque no poseen conciencia de grupo, se perciben en sus autores rasgos coincidentes: son intelectuales con vocación de formar a las minorías del país; sus reflexiones sobre España o la cultura en general resultan más serenas que las del 98; les caracteriza una preocupación constante por la obra medida y bien hecha.

Varias tendencias pueden señalarse entre los novelistas del momento: la tradicional de Ricardo León o Concha Espina, el humor satírico de W. Fernández Flórez.

Con el término «Vanguardia» se han designado en nuestro siglo aquellos movimientos artísticos y literarios que se oponen, a veces con virulencia, al pasado, y que proponen -generalmente con sus manifiestos- nuevos caminos, nuevas concepciones del arte y las letras.

Los «ismos» vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido: Fauvismo, Futurismo, Expresionismo, Imaginismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, etc. Muchos de ellos afectan por igual a las artes plásticas, al arte escénico o cinematográfico, a las letras, e incluso al pensamiento.

En síntesis, pueden distinguirse las cuatro etapas siguientes en el desarrollo del Vanguardismo español:

  • De 1908 a 1918: Primeras manifestaciones de una literatura de Vanguardia, protagonizadas esencialmente por "Ramón".

  • De 1918 a 1925: es decir, desde la llegada de Huidobro hasta los primeros contactos con el Surrealismo. Son los años presididos por el Ultraísmo y el Creacionismo. Predomina el optimismo vital, el juego, la exaltación de la modernidad y la deshumanización.

  • De 1925 a 1930: Influjo dominante del Surrealismo y, con ello, se inicia un proceso de rehumanización. Comienza a observarse cierto pesimismo y hasta una angustia ante los efectos deshumanizantes de la civilización moderna.

  • Las inquietudes del momento llevan a un nuevo Romanticismo. Las urgencias llevan al ocaso del Vanguardismo español.

  • Cubismo. Había nacido como escuela pictórica hacia 1907; pero el llamado Cubismo literario arranca en 1913, gracias a Guillaume Apollinaire (1880-1918) y a otros poetas franceses. Procede a deshacer la realidad, para recomponerla libremente, mezclando conceptos, imágenes, frases captadas al azar.

    Dadaísmo. En plena guerra europea y encabezado por el poeta Tristán Tzara,) el Dadaísmo. Su nombre elegido fortuitamente procede del balbuceo infantil. Se trata de la rebeldía pura: contra la lógica, contra las convenciones estéticas o sociales, contra el sentido común. En el fondo es la violenta repulsa de la racionalidad que ha llevado al absurdo de la guerra. Frente a ello propugna liberar la fantasía de cada individuo y la creación o la destrucción de un lenguaje incoherente. Junto a Tzara, figuran en sus filas poetas como Brèton, Eluard, Aragon

    Ultraísmo. El principal promotor del Ultraísmo fue Guillermo de Torre (1889-1971), que ilustró sus doctrinas con los poemas visuales del libro Helices (1923).

    Creacionismo. Lo inició en París el poeta chileno Vicente Huidobro, con el francés Reverdy, cubista en sus comienzos. El poeta cultivará el juego de azar de las palabras y una imagen que no se basa en la comparación entre dos realidades; éstas se aproximan de modo gratuito o en virtud de una relación arbitraria que el poeta crea en ellas.

    Surrealismo. El término «revolución» conviene plenamente al Surrealismo. Se trata, en efecto, de un cambio radical en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista. André Brèton lo preside y publica en 1924 el Primer Manifiesto,

    A la hora de hacer un diagrama de la nueva literatura española, cabría hacer las siguientes anotaciones:

    • Es ANTI: romántica, retórica, política, plebeya, patética.

    • Es PRO: cinema, sport, circo, alegría, juego, pureza, matemática, religiosidad (en muchos casos católica).

    • TEMAS de la nueva Literatura: improbabilidades, realismos, más o menos inhumana; puerilidades poéticas, temas escabrosos.

    • ESTILO de la nueva Literatura: riqueza y precisión idiomática, concepto y metáfora como trampolines esenciales; frases punzantes, algodón aséptico, nada de cloroformo, exceso alcohólico.

    El teatro de este período es de menor importancia. Al lado del drama en verso de los modernistas (Marquina, Villaespesa).Valle-Inclán no ha sido descubierto como dramaturgo. Algunos autores intentan nuevas fórmulas sin éxito de público (Jacinto Grau). Goza, en cambio, de éxito la comedia costumbrista y los sainetes de Arniches o de los Quintero, así como la astracanada de Pedro Muñoz Seca.

    1.3 La Generación del 27

    Características generales: Por Generación del 27 entendemos un grupo de escritores, de poetas, que comienza a producir en el primer tercio del siglo XX, y que se compone de los siguientes autores: Alberti, García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y Miguel Hernández. Si bien Cernuda y Miguel Hernández no suelen ser considerados dentro de esta Generación, y Altolaguirre y Prados -quizá por la calidad literaria- suelen dejarse sin nombrar.

    En el caso del 27:

  • El mayor, Salinas, nace en 1892; el más joven, Altolaguirre, en 1905. Por lo tanto, se cumple la primera característica.

  • Su formación es semejante: todos fueron universitarios y varios de ellos profesores de Literatura.

  • Fueron amigos hasta la Guerra Civil, que les separa tanto física como políticamente.

  • Les une el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora.

  • Al comienzo siguen al poeta Juan Ramón Jiménez.

  • Todos experimentaron la necesidad de encontrar un nuevo lenguaje poético (a la manera de Góngora), aunque cada uno de ellos imprimiera a su búsqueda un sello personal.

  • Si aceptamos así las cosas, se denominará Generación; pero, cuando buscan un nuevo lenguaje se apartan de Juan Ramón; el centenario de la muerte de Góngora no debe considerarse como un hecho histórico; el sello personal separa su lenguaje. Por tradición se denomina Generación: aceptaremos esta denominación.

    Podría afirmarse que, como denominador común, los poetas del 27 se caracterizan por cierta tendencia al equilibrio, a la síntesis entre:

  • lo intelectual y lo sentimental,

  • una concepción cuasi- mística de la poesía y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema,

  • la pureza estética y la autenticidad humana,

  • lo minoritario y la inmensa compañía,

  • lo universal y lo español.

  • El equilibrio integrador del grupo del 27 recibe su confirmación definitiva cuando se observan sus comunes preferencias literarias que van desde el escritor rabiosamente actual hasta el poeta primitivo.

    Existe una clara influencia del Vanguardismo -especialmente del Ultraísmo, Creacionismo y Surrealismo-, pero sin alzarse contra nada, no niegan la poesía anterior, pese a ser totalmente innovadores; admiran a Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Unamuno, Machado, Rubén Darío..., Bécquer, los clásicos Góngora, Manrique, Garcilaso, san Juan de la Cruz, fray Luis de León, Quevedo..., Lope de Vega, en su aspecto popular, el Romancero, el Cancionero..., todo lo tradicional, y, sin embargo, son renovadores.

    Dentro de la Generación del 27 señalaremos las siguientes etapas:

  • Hasta 1927, aproximadamente. Es notoria la influencia de Bécquer y algo del Modernismo. Se orienta bajo el magisterio de Juan Ramón Jiménez, hacia la poesía pura. Se basa en la metáfora, con audacias novísimas, deslumbrantes. Es la etapa de la deshumanización del arte, pese a la existencia de la lírica popular; sin embargo, hay una gran influencia de los clásicos españoles, especiamente de Garcilaso y Góngora.

  • De 1927 a la Guerra Civil. La humanización del arte es cada vez mayor; la influencia del Surrealismo se produce en su totalidad en esta etapa. Pasan a primer término los sentimientos del hombre: amor, ansia de plenitud, inquietud ante los problemas de la existencia... El culto a Góngora marca la cima y el descenso de los ideales esteticistas. Los acentos sociales y políticos que clausuraron los vanguardistas entran también en la poesía.

  • Después de la Guerra. Tras la etapa social, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado o abierto hacia una nueva solidaridad. En el exilio, la nota dominante será, al correr de los años, la nostalgia de una patria perdida.

  • 1.4 La Posguerra Española

    Características generales: Tras la Generación del 27, la Literatura, en especial en Francia, se hace eco de las oposiciones sociales y toma partido ante ellas; es decir, surge la Literatura comprometida. Esto se presenta de la siguiente manera: Realismo puro, Realismo mágico, Realismo crítico y Realismo socialista. Y ello pasa a todos los géneros literarios. Se trata de una visión dialéctica de la realidad social. En muchas ocasiones la Literatura comprometida se transforma en panfletaria. En cuanto a técnica y estilo se presentan rasgos procedentes del Vanguardismo. En general, las preocupaciones políticas no suponen aquí un descuido de los valores artísticos. De 1939 a 1945, aparte de las notas triunfalistas, existe una trivialidad, un anhelo de evasión (teatro) o un retorno a un formalismo clásico (poesía).

    Tras esta etapa, surge una novela inquietante, cargada de angustia, desarraigada, basada en un enfoque existencial. Sin embargo, tras el malestar vital, tras las angustias personales, no es difícil percibir unas raíces sociales concretas, aun cuando los autores no tuvieran una especial intención social patente. Se presenta un cuadro social desolado. Es importante tener en cuenta el papel importante de la censura. Por ello, en general, hay una gran desorientación.

    Había menos preocupación estética en la realidad, aunque en los manifiestos se pretendiera la calidad estética. Ante todo se pensó que un arte social y popular requería una estética realista. Ello supuso evidentes limitaciones: el escritor se circunscribe a contar o a reflejar realidades, con enfoques críticos, prohibiéndose cualquier elemento imaginativo o poético, salvo excepciones. Se escribe con lenguaje sencillo.

    El ambiente de desorientación cultural de comienzos de posguerra resulta especialmente acusado en el campo de la novela. Se sigue la novelística de Baroja, aunque también hubo novela psicológica, heroica, poética, simbólica... Es una época de búsqueda.

    Surge en 1942 el Tremendismo, con una visión agria de las realidades míseras y brutales. Se recoge, por vez primera tras la guerra, lo sórdido, lo histérico, las ilusiones fracasadas de la realidad contemporánea. El reflejo amargo de la vida cotidiana será característico, aunque con un enfoque existencial. Temas: soledad, inadaptación, frustración, muerte... Es una etapa en que domina la pobreza creadora y estilística si bien existen algunas excepciones.

    En 1950 surge el Realismo social, caracterizado por la solidaridad con los humildes y los oprimidos, la disconformidad ante la sociedad española, el anhelo de cambios... Aparecen formulaciones doctrinales sobre el Objetivismo y el Realismo crítico. En la temática surge la sociedad española, con un desplazamiento de lo individual a lo colectivo; la dura vida del campo, el mundo del trabajo, tema urbano... Frente a esto, la novela de la burguesía. La estructura del relato es sencilla (lineal), con descripciones; todo en un corto espacio de tiempo, con un personaje colectivo, que rechaza la novela psicológica, pero no el objetivismo, abundando el diálogo.

    Estilo desnudo, directo. Muchos novelistas viven exiliados y siguen produciendo, pero con una visión más nostálgica y menos realista que la peninsular.

    En esta etapa el teatro no supone sino la continuación del teatro de Benavente, aunque se buscan otros caminos: un teatro con preocupaciones existenciales. Sin embargo, comienza el teatro realista de protesta y denuncia.

    En cuanto a la poesía, con menos importancia que la novela, adquiere una preocupación por el hombre, y esto lo manifiesta en sus temas de posguerra. En esta etapa hay una poesía arraigada y una poesía desarraigada. La primera es la de aquellos autores que se expresan con una luminosa y reglada creencia en la organización de la realidad. Se basa en las puras formas clásicas, con un sentimiento religioso. Otros poetas -los desarraigados- están lejos de toda armonía y de toda serenidad. Hacia 1955 se consolida el realismo social, al que se ha llegado desde la poesía desarraigada. Los poetas se dirigen a la mayoría, sin gran preocupación estética.

    1.5 Historia de la Literatura española de posguerra

    Entre otros autores merece la pena destacar a los siguientes:

    César M. Arconada, que nació en Palencia en 1898 y murió exiliado en Moscú en 1964. Fue novelista y entre sus obras más importantes está La Turbina (1930).

    Agustí nació en Barcelona en 1913, en donde murió en 1974, autor de La Saga de los Ríus que realmente se titula La ceniza fue árbol.

    Ignacio Aldecoa nació en Vitoria en 1925 y murió en Madrid en 1969. Escribió numerosos cuentos, en los que destaca por su magistral relato, y algunas novelas: El Fulgor y la Sangre...

    José Manuel Caballero Bonald nació en Jerez de la Frontera en 1926. Aunque también es poeta destaca por su novela Dos días de Septiembre.

    José Luis Castillo-Puche nació en Murcia en 1919. Aborda los problemas humanos, especialmente los religiosos, tanto en sus novelas como en sus cuentos: Libro de las Visiones y Apariciones.

    Miguel Delibes nació en 1920 en Valladolid; se acerca en sus novelas a los humildes y critica la sociedad burguesa: La sombra del ciprés es alargada, Cinco Horas con Mario...

    Jesús Fernández Santos nació en León en 1926, escribe algunas novelas y varios cuentos: La que no tiene nombre, Los Bravos...

    Juan García Hortelano nació en Madrid en 1928. Critica a la burguesía y en sus novelas sigue la técnica conductista: Tormenta de Verano.

    Francisco García Pavón nació en Ciudad Real en 1919, de gran agudeza costumbrista y humor. Escribe novela policíaca rural: Las Hermanas coloradas, y cuentos.

    Rafael García Serrano nació en 1917 en Pamplona y escribió novelas de tema bélico.

     José María Gironella nació en Gerona en 1917. Escribe novelas sobre la guerra buscando la objetividad e imparcialidad: Los Cipreses creen en Dios...

    Juan Goytisolo nació en Barcelona en 1931. También es novelista, aunque de técnica más difícil que otros autores: Señas de Identidad.

    Carmen Laforet nació en Barcelona en 1921. Su importancia radica principalmente en su primera novela: Nada.

    Rafael Sánchez Ferlosio nació en Roma en 1927, y sus obras son maestras del Realismo fantástico y del Realismo Social: Industrias y Andanzas de Alfanhuí, El Jarama.

    Gonzalo Torrente Ballester nació en El Ferrol en 1910. Escribió diversas novelas, entre las que destacan: Javier Mariño, Los Gozos y las Sombras, La Saga/Fuga de J. B. Otros autores importantes se encontraban en el exilio: Max Aub, Francisco Ayala, Segundo Serrano Poncela, Ramón J. Sender...

    Camilo José Cela Trulock nació en La Coruña en 1916. Entre sus obras destacan La Familia de Pascual Duarte, La Colmena, Viaje por la Alcarria...

    Dramaturgos.-

    Joaquín calvo Sotelo nació en La Coruña en 1905, pertenece a la R. A. E. Entre sus obras destacan La Muralla y Una muchachita de Valladolid.

    Enrique Jardial Poncela, madrileño (1901- 1952), es casi un precursor del teatro del absurdo. Solo le atraía lo inverosímil, buscando renovar la risa. Eloísa está debajo de un Almendro, Los Ladrones somos gente honrada...

    José María Pemán nació en Cádiz en 1897, escribió teatro, poesía y prosa.

    Antonio Gala, José Martín Recuerda, Lauro Olmo, Alfonso Paso, Alfonso Sastre... son otros autores de la época que conviene recordar.

    Poesía.

    Entre los poetas cabe señalar a:

     Victoriano Crémer, que nació en Burgos en 1906. Tema exasperado de elegía o de protesta. Potente lenguaje que no desdeña los desgarros vulgares: La espada y la pared.

    Luis Felipe Vivanco nació y murió en Madrid (1907-1975). Junto a la inspiración religiosa, domina en él el canto a la naturaleza y al mundo familiar: Tiempo de dolor.

    Leopoldo Panero nació en León en 1909 y murió allí en 1962, de estilo y preocupación parecido al anterior: Escrito a cada instante.

    Luis Rosales, Gabriel Celaya, Dionisio Ridruejo, Carlos Bousoño, Blas de Otero, Carlos Edmundo de Ory, José María Valverde, Jaime Gil de Viedma, José Angel Valente, Claudio Rodríguez, Pedro Gimpferrer y Guillermo Carnero completarían sucintamente la visión de la poesía de esta época.

    1.6 La narrativa española contemporánea

    Política y sociedad en el siglo XX

    Desde 1936 hasta nuestros días

    De 1936 a 1939 España sufrió una sangrienta Guerra Civil, que la dividió en dos bandos irreconciliables, ocasionó grandes desastres materiales y numerosas pérdidas de vidas humanas y llevó al general Franco al poder. Muchos liberales marcharon al exilio y nuestro país entró en una fase de aislamiento internacional. La guerra frenó la expansión cultural y marcó un cambio en el pensamiento, que se reflejó de un modo especial en la literatura.

    Tras unos años difíciles -paro, emigración...- comienza un período de recuperación económica e industrial, en el cual tienen importancia decisiva el turismo y la dependencia del mercado mundial de capitales y tecnología; aumenta también la población alfabetizada y universitaria.

    Se da un renacimiento cultural; surgen intelectuales de la talla de Laín Entralgo o Aranguren; escultores como Chillida; pintores como Tapies y escritores que inician nuevas vías de expresión. La universidad se abre a las corrientes actuales de pensamiento: existencialismo, estructuralismo, etc. Existe, no obstante, el problema de la censura, que condiciona y limita la libertad de expresión. En los últimos años de este período crece la oposición al régimen.

    A la muerte de Franco se instaura la monarquía en la persona de Juan Carlos I, en un proceso de transición pacífica. Se elabora una nueva Constitución, caracterizada por un régimen de libertades y la participación de los ciudadanos en la vida pública. Se desarrolla un sistema de Gobiernos Autonómicos, que reconocen la convivencia y mutuo respeto entre las variadas lenguas, tradiciones y culturas.

    Aun con múltiples problemas y dificultades, tales como la lacra del terrorismo, la crisis económica o el paro, la España de nuestros días es un país moderno, en proceso de expansión e integrado plenamente en Europa (UE), en la órbita de los países democráticos y de la cultura occidental. Se produce, como en éstos, un proceso de desarrollo económico y social debido a la evolución tecnológica y un intercambio cultural como consecuencia de la difusión de los medios de comunicación de masas, la facilidad de viajar y la mayor disponibilidad de tiempo libre. La cultura se ha extendido a todas las capas sociales, Después de la Ley General de Educación de 1970, y la LODE de 1985, se ha puesto en marcha la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).

    1.7 Literatura y Guerra Civil

    Nuestro siglo XX se ha caracterizado por haber ocurrido en él dos grandes guerras -la Primera y la Segunda Mundiales- así como por la popularización de las nuevas formas artísticas, propiciada por los medios de comunicación de masas.

    La Guerra Civil española supuso, entre otras cosas, una ruptura con los modelos culturales anteriores. Desde el punto de vista literario, los últimos autores de las generaciones del 98 y del 27 mueren en esta época, o bien, a causa de la situación política, salen hacia el exilio. Los escritores jóvenes se ven privados del contacto con su inmediata tradición anterior, así como con la de las principales corrientes literarias europeas. Estas circunstancias producen un empobrecimiento y un declive de nuestra literatura que a partir de aquí se dividirá en:

    • Literatura de posguerra que es la que se escribe en el interior del país.

    • Literatura del exilio, escrita por los autores que emigraron a otras naciones, especialmente las hispanoamericanas.

    1.8 La narrativa de posguerra. El realismo social

    Aunque coartada por la censura y por la falta de contacto con las nuevas corrientes, la literatura del interior refleja un afán de originalidad y una continua búsqueda de nuevas formas de expresión que. poco a poco, irán consiguiendo una mayor calidad artística.

    A grandes rasgos, podernos dividirla en dos corrientes principales, que coinciden con dos etapas cronológicas:

    • Novela existencias y neorrealista: desde 1939, año final de la Guerra Civil, hasta 1962.

    • Novela experimental: desde 1962, publicación de la obra Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, hasta 1975.

    1.9 La novela existencial y neorrealista

    Esta tendencia, al principio, centra su temática en la contienda civil y sus consecuencias, tanto sociales como personales. Refleja el desengaño producido por la difícil vida de la posguerra y plantea problemas como el desarraigo de las personas, la incertidumbre del destino humano, etc. Uno de los ejemplos más brillantes de la novela existencial es Nada de Carmen Laforet.

    Más tarde, esta tendencia evoluciona hacia una literatura de denuncia social que presenta sin disimulos la situación auténtica de las clases campesinas u obreras, así como la insolidaridad y desorientación de la nueva burguesía enriquecida repentinamente. Su manifestación más importante es el tremendismo, surgido a raíz de la publicación de La familia de Pascual Duarte, de Cela. Este movimiento literario, inspirado en el Naturalismo, consiste en presentar un submundo de pasiones, bajos instintos y taras físicas, exagerando intencionadamente, con una finalidad crítica, los aspectos más crudos de la realidad.

    Entre los autores más representativos de la novela existencias y neorrealista destacan: Ignacio Aldecoa, Carmen Martín Gaite, Jesús Fernández-Santos, Ana María Matute y Rafael Sánchez Ferlosio.

    No obstante, los más representativos son Cela, Delibes y Torrente Ballester pues por su calidad artística y copiosa producción, han merecido, junto con Sender, el nombre de autores mayores.

    1.10 La novela experimental

    Hacia los años sesenta, una serie de fenómenos culturales. corno la llegada masiva del turismo o la lectura y difusión de los autores hispanoamericanos, así como el agotamiento artístico de la literatura testimonial de la época anterior, producen un cambio en la narrativa de esta década, que experimentará una profunda renovación temática y formal.

    Los escritores empiezan a preocuparse por la función de la imaginación, la elaboración lingüística, la estructura novelesca y las técnicas narrativas, concentrando todos sus esfuerzos en la investigación sobre las posibilidades del lenguaje. Surge así la novela experimental, cuya obra más representativa es Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos, que abandonando la posición objetiva de los autores anteriores, utiliza la segunda persona narrativa y diseña personajes totalmente individualizados, no prototípicos de una clase social.

    Otros autores importantes dentro de esta tendencia son: Juan Goytisolo con Señas de identidad, Juan Benet Volverás a Región y Juan Marsé, cuya obra es una crítica acerca de los jóvenes burgueses.

    1.11 La novela actual. Las últimas tendencias

    El año 1975 puede considerarse la fecha inicial de una nueva corriente literaria, en la que influyen sobre todo los planteamientos políticos: existencia de un régimen democrático y consiguiente libertad de expresión.

    Como consecuencia, la obra de los escritores se individualiza, se abandona la novela experimental de los sesenta y se buscan manifestaciones artísticas más personales.

    A partir de esta fecha irrumpe con fuerza una nueva generación literaria en la que se nota una vuelta a las narraciones clásicas, es decir, aquellas que cuentan historias con las que se intenta atraer al lector.

    En esta ten dencia encontramos autores fundamentales de lanarrativa actual. Entre los más recientes podemos citar un grupo de escritoras como Lourdes Ortiz, Marina Mayoral o Rosa Montero, cuya obra Temblor mezcla la novela iniciática y de aventuras con lo mágico. Asimismo destacan Alfonso Grosso, Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán o Javier Marías que en su Travesía del Horizonte parodia la novela de aventuras.

    Bastante conocidos son también Julio Llamazares, cuya personal visión de la realidad se transparenta en El río del olvido; Juan José Millás con evidentes influencias de Kafka y el psicoanálisis; José María Merino que ha escrito una amena trilogía sobre la conquista de América o Luis Mateo Diez que en Las horas completas revitaliza originalmente el realismo literario. No debemos olvidar a Antonio Muñoz Molina, Premio Nacional de Literatura 1988, cuyas obras más conocidas son El invierno en Lisboa y Beltenebros.

    1.12 Biografía y obra de Rosa Chacel

    Rosa Chacel nació en Valladolid en 1989 dentro de una familia culta. Pronto demostró una sensibilidad especial y diferente a la de los demás. Aquí está el origen de una obra literaria de profundos alcances filosóficos y de gran originalidad en el panorama de la novelística española del siglo XX.

     En 1908 la familia se traslada a Madrid, al Barrio de Maravillas, título que dará a uno de sus libros que tratan de esa época. Durante estos años empieza a asistir a clases de dibujo. En 1915 ingresa en la Escuela de San Fernando, donde conoce al que será su marido, el pintor Timoteo Pérez Rubio. En 1918, se integra al grupo del Ateneo, alternando con Valle-Inclán. Empieza a familiarizarse con los filósofos contemporáneos y a escribir sus primeros relatos. En 1922 contrajo matrimonio, viviendo desde este año hasta 1927 en Roma. Entonces lee a Joyce, Ortega y Gasset, Proust, Unamuno, Freud, Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.

     A su regreso a Madrid, en 1927, Chacel colabora en La gaceta literaria y en la Revista de Occidente, iniciándose en el mundo de las letras con la publicación , en la Revista de Occidente, de dos relatos -Chinita Migone (1928) y Juego de las dos esquinas (1929). En Revista de Occidente aparece también el primer capítulo de Estación. Ida y vuelta, en 1928. En 1930 se publica Estación. Ida y vuelta. Ese mismo año Chacel comienza a escribir una biografía de Teresa Mancha, la amante de Espronceda, que le había sido encargada por Ortega para su colección Vidas extraordinarias del Siglo XIX.

     En 1933, Chacel se ausenta de Madrid a causa de una “depresión intelectual” y viaja a Berlín donde conoce la política del Tercer Reich, experiencia que repercute en su segunda gran novela “moderna”, La sinrazón, libro que no publicará hasta 1960.

     Al estallar la Guerra Civil se compromete con la República, colaborando con revistas como El Mono Azul, Caballo verde para la poesía y Hora de España. Publica su primer libro de versos, A la orilla de un pozo, y termina Teresa, que por causa de la guerra no aparece en España hasta muchos años después.

     En 1938 se ve obligada a emigrar y se exilia en París, donde empieza a escribir Memorias de Leticia Valle. En esta época lee a Poe, cuya influencia será perceptible en los cuentos que escribirá más tarde.

     En 1940, huyendo del nazismo se instala en Río de Janeiro. En este año empieza a escribir un diario que luego será recogido y publicado en dos tomos con los títulos Alcancía. Ida y Alcancía, Vuelta.

     En 1951 , en Buenos Aires, Chacel publica su primer libro de cuentos, Sobre el piélago. En 1954 se publica Memorias de Leticia Valle. En 1959, viaja a Nueva York con una beca con el proyecto de escribir un libro de ensayos erótico-filosóficos, que terminaría llamándose Saturnal.

     En 1961 vuelve a Río y empieza a escribir Desde el amanecer. También aparece en México un nuevo libro de cuentos titulado Ofrenda a una virgen loca.

     Entre 1961 y 1971 detectamos otro silencio. En 1971 publica su libro de relatos, Icada, Nevda, Diada, y también sus ensayos sobre las confesiones de Cervantes, Galdós y Unamuno, libro cuyo título es La confesión. En 1972 aparece Saturnal y Desde el amanecer. Ese mismo año viaja nuevamente a España, donde su nombre ha alcanzado ya el prestigio que por tantos años se le negara. En 1974 da comienzo a una trilogía novelística, oblicua biografía de su época y su pandilla intelectual. En 1976 se publica Barrio de Maravillas, el primer libro de la trilogía, y empieza el segundo libro, Escuela de Platón, que luego se llamaría Acrópolis. En 1977 muere su marido, y a partir de entonces Chacel se establece en Madrid de modo permanente. En 1978 salen Versos prohibidos, sus poemas más personales. Publica Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín, en homenaje a su esposo muerto y también Novelas antes de tiempo en 1989 y en 1981, sale una colección de ensayos, Los títulos. En 1982, salen Alcancía. Ida y Alcancía. Vuelta; en 1984, Acrópolis; en 1986, un volumen de ensayos con el título Rebañaduras. En 1987, Rosa Chacel recibe el premio Nacional de las Letras Españolas. Su último libro, el tercer tomo de la trilogía, que iniciara en 1974, aparece en 1988 con el título Ciencias naturales.

    Su obra Memorias de Leticia Valle fue llevada a la pantalla. En 1990 recibió el Premio Castilla y León de las letras. Murió en Madrid en 1994.

    OBRAS

      [1898 , Valladolid - †1994 , Madrid]

      1. Chinina Migone 1928 Cuento
      2. Juego de las dos esquinas 1929 Cuento
      3. Estación. Ida y vuelta 1930 Novela
      4. A la orilla de un pozo 1936 Poesía
      5. Teresa 1941 Novela
      6. Memorias de Leticia Valle 1945 Novela
      7. Sobre el piélago 1952 Cuentos
      8. Poesía de la circunstancia. Cómo y porqué de la novela 1958 Ensayo
      9. La sinrazón 1960 Novela
      10. Ofrenda a una virgen loca 1961 Cuentos
      11. Icada, Nevda, Diada 1971 Cuentos
      12. Desde el amanecer 1972 Biografía
      13. Saturnal 1972 Ensayo
      14. Barrio de Maravillas 1976 Novela
    Ganadora del Premio de la Crítica
      15. Versos prohibidos 1978 Poesía
      16. La confesión 1980 Ensayo
      17. Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín 1980 Biografía
      18. Los títulos 1981 Ensayo
      19. Novelas antes de tiempo 1981 Novela
      20. Alcancía. Ida-Alcancía. Vuelta 1982 Biografía
      21. Acrópolis 1984 Novela
    Ganadora del Premio Nacional de las Letras
      22. Rebañaduras 1986 Artículos
      23. Ciencias naturales 1988 Novela
      24. Balaam y otros cuentos 1989 Cuentos
    Ganadora del Premio Comunidad de Madrid
      25. Balaam y otros cuentos 1989 Cuentos
    Ganadora del Premio Ciudad de Barcelona
      26. La lectura es secreto 1989 Ensayo
      27. Poesía (1931-1991) 1992 Poesía

    1.13 Resumen de la novela

    Es la historia de un estudiante que tiene una novia, los dos viven en la misma casa pero en distintos apartamentos. Los protagonistas, no tienen nombrey la casa representa el mundo donde la novela transcurre.

    Toda la novela esta narrada por la vision de la vida que tiene el protagonista.

    La novela empieza descubriendo el patio de la casa donde se desarralla la historia. Al principio habla de su vida como estudiante de las idas y venidas del tranvía, de calles y sus gentes con sus formas cotidianas de afrontar el día a día; Nos comenta también algunas anécdotas con otras personas, como las monjas de la casa de enfrente, el tendero del puesto de sandias y su mujer.

    La conducta de mi protagonista le obliga a apresurar su boda y dejar la Facultad sin terminar su Doctorado.

    Este se tiene que buscar un trabajo que encuentra como administrativo de un ministerio .Durante su transcurso en el ministerio se hace muchas preguntas asimismo, porque en muchos momentos no comparte la misma mentalidad; En sus trayectos al trabajo conoce a una mujer que le hace pensar en el comunismo y porque las personas se sienten y se levantan siendo Comunistas y él a su manera se siente Comunista. Si esas personas que son felices y le rodean lo son.

    En el segundo capitulo, él dice que fue un momento de crisis para la casa, el quedarse sin casera y una mañana de sobresalto, aquella en la que un coche deja a la puerta a los nuevos inquilinos.

    Todo se transforma, el silencio y la tranquilidad de la casa se convierte en ruido.

    Estos nuevos inquilinos son ordinarios y muy mundanos tienen una cultura muy turística. La vida de la casa ha cambiado y este critica a la nueva familia, “ Él es como un marido resentido y ella es una mujer inteligente a la que hay que vigilar”.

    En este momento en cuanto conoce a Julia, que es la que le motiva a la Ida.

    En estos momentos el protagonista aprende a salir de su intimo mundo y a relacionarse con sus compañeros, pronto clasifica a estos pero su forma de ser la hacen ver cosas que a él no le gustan y empieza a sentir ganas de marcharse de Madrid.

    Emprende la huida, pero el se ve confuso y su ida esta llena de una discusión constante con si mismo, se pregunta internamente si se marcha o no ... “ Julia y los de su casa son los que me han hecho tomar el viaje como una medicina....

    1.14 BIBLIOGRAFÍA

    Enciclopedia UTEHA

    Historia de España

    “La nueva sensibilidad” en los vanguardistas españoles (1925 - 1935), selección de Ramón Buckley y John Crispin, Madrid, Alianza,1973

    INDICE

    1.1 VISION GENERAL DE LA EPOCA. Pág. 1 y 2

    1.2 CORRIENTE LITERARIA EL VANGUARDISMO. Pág. 2 y 3

    1.3 LA GENERACIÓN DEL 27. Pág. 4 y 5

    1.4 LA POSGUERRA ESPAÑOLA. Pág. 5 y 6

    1.5 HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA DE POSGUERRA. Pág. 6 y 7

    1.6 LA NARRATIVA COMTEMPORANEA POLÍTICA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XX DESPUÉS 1936 HASTA NUESTROS DIAS. Pág. 8

    1.7 LITERATURA Y GUERRA CIVIL. Pág. 8 y 9

    1.8 LA NARRATIVA DE POSGUERRA. EL REALISMO. Pág. 9

    1.9 LA NOVELA EXISTENCIAL Y NEORREALISTA. Pág. .9

    1.10 LA NOVELA EXPERIMENTAL. Pág. 9

    1.11 LA NOVELA ACTUAL. LAS ULTIMAS TENDENCIAS. Pág. 10

    1.12 BIOGRAFIA Y OBRAS. Pág. 10

    1.13 RESUMEN DE LA NOVELA. Pág. 12 y 13

    1.14 BIBLIOGRAFIA. Pág. 13

    13




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    Enviado por:Carlangas
    Idioma: castellano
    País: España

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