Filología Hispánica


Macrosintaxis


La Macrosintaxis

Disciplina que se dedica al estudio de la oración en un sentido amplio.

Según el enfoque que seguimos en este trabajo: Es el punto de partida de todo el estudio gramatical, pues según las distintas funciones que dentro de la oración desempeñan sus componentes es que hemos podido dividir estos y dedicarnos a su estudio morfológico.

Vamos ahora a referirnos exclusivamente a la oración, y sus distintas clases, que como hemos señalado, constituye el cuerpo de estudio de la macrosintáxis.

Antes recordemos algunos conceptos fundamentales:

La oración es la unidad mayor que estudia la Gramática, así como el fonema es la unidad más pequeña, según hemos comprobado.

La oración es la unidad lingüística dotada de significación que no pertenece a otra unidad lingüística superior y se caracteriza porque expresa un sentido completo. La palabra por ejemplo, tiene un sentido completo, pero no expresa nada si no combina con otras palabras.

Si en un grupo de personas decimos simplemente: “Rosas”, hemos pronunciado una palabra que tiene un sentido, pero este sentido no es completo. Pero si decimos “traigo rosas”, sí comunicamos un sentido completo. Hay casos en que una sola palabra expresa un sentido completo, pero esta palabra está ayudada por el contexto social y por el pensamiento del hablante y oyente.

Aunque en la estructura superficial la oración aparezca enunciada a veces por una palabra, en la estructura profunda siempre tiene dos o más palabras.

Clasificación de las oraciones

Las oraciones pueden clasificarse según tres puntos de vista:

  • Según su origen.

  • Según su significación.

  • Según su estructura.

  • a). Las oraciones según su origen

    Estas se dividen en Oraciones nucleares y oraciones transformadas.

    Oraciones nucleares, son las originadas por las reglas de la gramática de base.

    Oraciones transformadas, son las oraciones que no responden a estas reglas fundamentales, sino a las diferentes transformaciones que ocurren al pasar las oraciones de la estructura profunda a la estructura superficial.

    b). Oraciones según su significación

    Estas se dividen en cuatro grupos:

  • Enunciativas: son las que expresan lo que ha pasado, pasa o pasará.

  • El niño salió esta mañana.

    Las frutas no están maduras.

  • Interrogativas: son las que preguntan. La pregunta puede ser directa.

  • ¿Qué día es hoy? O indirecta “Quisiera saber qué día es hoy”.

    Las oraciones interrogativas directas se escriben entre signos de interrogación. Las oraciones interrogativas indirectas no lo llevan.

    Las interrogativas directas se dividen a su vez en generales y parciales.

    Las generales son las que se responden con un si o un no.

    • ¿Ha llegado la doctora?

    • No.

    • ¿Has estudiado bien la tarea?

    • Si.

    Las parciales son aquellas en las que desconocemos una parte de la oración.

    • ¿Quién ha venido?

    • Tu hermano.

    En estas oraciones hay siempre una palabra u interrogativa (determinante, pronombre, adverbio) que ejerce la función de la palabra por la que se pregunta.

    El sintagma desconocido puede ser:

    Sujeto: ¿Quién ha venido? Tu hermano ha venido.

    Atributo: ¿Qué es eso? Es un cuadro.

    Complemento directo: ¿Qué compraste? Compré un anillo.

    Complemento-circunstancial: ¿Dónde vives? (vivo) en San Jacinto.

  • Imperativas: expresan una orden o un ruego. Cuando expresan un ruego, reciben también el nombre de exhortativas.

    • Callados todos.

    • Por favor, ven acá (exhortativa)

    • El mandato se expresa con el presente de Imperativo.

        • Llévate los platos.

      Si se expresa en forma negativa, es decir, como una prohibición, se usa el presente de subjuntivo:

        • No te lleves los platos.

      También se usa con carácter enfático, en el presente:

        • Tú te llevas los platos.

      Y a veces el futuro de indicativo:

      - Te llevarás los platos.

      En estas oraciones la transformación de supresión: (venid) aquí o (pase) adelante.

    • Exclamativas: comunican ironía, emoción, sorpresa, etc.

    • Qué buena es, la pobre.

      Que alegría.

      No me digas tal cosa.

      Dentro de esta clase de oraciones pueden incluirse las interjecciones, tanto propias como impropias, que como dijimos son equivalentes de oraciones.

      “Oh”, “hola”, “bravo”, “fuera”.

      Estas oraciones exclamativas a menudo son consecuencia de transformaciones de supresión: ¡tú! (estás aquí y no te esperaba)

      El carácter emotivo de estas oraciones explica el uso frecuentísimo de morfemas ilativos en ellas:

      Que dolor ; Cómo lo siento.

    • dubitativas: expresan duda.

      • Quizás venga mañana.

      • optativas o desiderativas: indican un deseo del hablante.

      • - Ojalá todo resulte bien ; Iremos al cine.

        Todos estos cuatro tipos de oraciones pueden tener formas no negativas y negativas.

        c). Oraciones según su estructura

        Existen dos clases: oraciones simples y compuestas.

        Oraciones simples: En la mayor parte de los ejemplos anteriores podemos ver que existe un solo sintagma nominal en función de sujeto y un solo sintagma predicativo, pero otras veces, encontramos en una oración dos o más sujetos y predicados.

        Cuando la oración contiene un solo sujeto y predicado se llama oración simple.

        La tía salió de compras.

        Cuando la oración tiene dos o más sujetos o predicados reciben el nombre de oraciones compuestas.

        • Los niños corres y las madres descansan.

        Todas las oraciones nucleares son simples, pero no todas las oraciones simples son nucleares, porque dentro de una oración simple puede haber transformaciones de orden de palabras, por ejemplo, que modifiquen su condición de oración nuclear.

        Oración nuclear: El mar está azul.

        Oración simple (pero transformada) no nuclear: Está azul el mar.

        La Gramática tradicional daba otra definición de las oraciones simple y compuesta. Según ella, la oración simple es la que tenía uno o más sujetos y un solo predicado. También consideraba como oración simple la que tenía dos o mas atributos o dos o más complementos. En este estudio estimamos que todas estas oraciones son compuestas, pues son consecuencias de transformaciones de oraciones nucleares. También creemos que son compuestas las oraciones que llevan un adjetivo junto a un nombre:

        • Asistimos a un concierto estupendo.

        (Asistimos a un concierto - el concierto fue estupendo)

        La oración compuesta: Está formada, en la estructura profunda, pues, por dos o más proposiciones. Recordemos que llamamos proposición: a un grupo de palabras dependientes de un verbo, que junto con otra o varias proposiciones forman una oración.

        En el ejemplo siguiente hay dos proposiciones:

        • Los niños corren.

        • Las madres descansan.

        Otros ejemplos:

        • Aunque llueva, iremos a la universidad.

        • Juan, Pablo y enrique vendrán esta noche.

        Recordemos que esta oración s una oración compuesta porque en la estructura profunda se compone de tres oraciones:

        • Juan vendrá esta noche.

        • Pablo vendrá esta noche.

        • Enrique vendrá esta noche.

        Todas estas oraciones compuestas son oraciones transformadas.

        Oración compuesta: la coordinación y la subordinación

        En los ejemplos anteriores, vemos que al descomponer las oraciones compuestas, nos hallamos ante resultados diferentes: en la primera oración:

        Los niños corres y las madres descansan.

        Ambas proposiciones: los niños corres, las madres descansan, mantienen un sentido completo, pero en la segunda.

        • Aunque llueva, iremos al cine.

        Advertimos al dividirla en proposiciones que la primera deja de tener sentido completo, aunque lo conserva la segunda.

        • Aunque llueva.

        • Iremos al cine.

        En el primer ejemplo, vemos que la oración está conformada por dos proposiciones independientes. El segundo ejemplo, vemos que la oración está compuesta por una proposición que depende de la otra.

        Oraciones coordinadas

        Cuando la oración compuesta está formada por proposiciones independientes que conservan un sentido completo en sí mismas, se dice que estas proposiciones son coordinadas.

        • Llegamos a la ciudad, / vimos la catedral / y regresamos al atardecer.

        • Quise escribirte /pero / no tenía tus señas.

        Oraciones subordinadas

        Cuando la oración compuesta está formada por una proposición que deja de tener un sentido completo al separarse de otra proposición, se dice que esta proposición es subordinada a la otra, que recibe el nombre de proposición principal.

        - Si te portas bien / te llevaremos al cine el domingo.

        Proposición subordinada / proposición principal.

        - Se fue / cuando anochecía.

        Proposición principal / proposición principal.

        La yuxtaposición

        En los ejemplos anteriores, hemos visto que las proposiciones de las oraciones compuestas se unen a veces por medio de conjunciones o locuciones conjuntivas, pero en otras, no existen nexos. Cuando las proposiciones de una oración (bien sean subordinadas o coordinadas) se unen son nexo alguno, decimos que son proposiciones yuxtapuestas y este hecho recibe el nombre de yuxtaposición. Por ejemplo:

        • Llegué, vi, vencí.

        • Quiero que confiese todo.

        • Salimos cuando llovía.

        Las proposiciones coordinadas: sus clases

      • Oraciones copulativas: sólo añaden unas proposiciones a otras. Van unidas por las conjunciones copulativas “y”, “e”, cuando las proposiciones son afirmativas. Se una “ni” cuando las proposiciones son negativas.

        • El padre trabaja / y / el hijo estudia.

        • No bebe / ni / come.

      • Disyuntivas: en ellas es preciso seleccionar o excluir. Se unen por #o#, “u”, o “bien”.

        • ¿Llegas / o / te vas?

        • ¿Estudias esta noche / o bien / te vas a bailar?

      • Distributivas: son proposiciones que se alternan, pero no se excluyen. Se unen por las conjunciones y locuciones “bien…bien”; “ya…ya”; “ora…ora”; a veces se unen con palabras que no son conjunciones: “aquí…allí”; “cerca…lejos”; “este…aquel”; etc.

        • Ora lee, / ora descansa.

        • Bien estudia / bien pasea.

        • Aquí descansaba, / allí trabaja mucho.

      • Explicativas: la segunda proposición sirve de explicación a la primera y van unidas por las locuciones conjuntivas “esto es”, “o sea”, “es decir”.

        • La noche fue funesta / es decir, / todo quedó mal.

      • Adversativas: la segunda proposición modifica a la primera. Son dos acciones que coexisten aunque oponiéndose la una a la otra. Se unen por las conjunciones y locuciones “pero”, “mas”, “aunque”, “sino”, “antes”, “antes bien”, “sin embargo”, “por lo demás”, “no obstante”.

        • Quería salir a pasear / pero (mas) / no tenía tiempo.

        • Corre / sino / vuela.

        Las proposiciones subordinadas; sus clases.

        La proposición subordinada, tiene siempre, una función gramatical en relación con la proposición principal. Esta función puede ser:

        Sujeto: Me alegra que sea así.

        Atributo: Esta mujer es la que canta.

        Cualquier clase de complemento: Luis descubrió que lo esperaban.

        Complemento directo

        Cuando escampó, salimos del refugio.

        Complemento circunstancial.

        De acuerdo con esta variedad de funciones, las subordinadas se dividen en tres clases:

      • Sustantivas: son las que dentro de la proposición principal desempeñan las funciones inherentes al nombre. Son introducidas en la oración por la conjunción “que”.

      • Ello no significa que estas proposiciones puedan ser sustituidas por un sustantivo aunque hay veces que puede ocurrir. En la oración “me entristece que se haya ido”, la proposición sustantiva puede sustituirse por “su ida” o “su partida”, pero no siempre sucede así.

        Como estas proposiciones sustantivas tienen las principales funciones de un nombre, pueden ser:

        Sujeto: Me alegra que tenga buena salud.

        Complemento de un nombre: Tengo la idea de que venga con nosotros.

        Complemento de un adjetivo y con preposición: Estoy enterado que quieres irte.

        Complemento directo de un verbo: Espero que vengas.

        Atributo: Luis está que se da golpes con las paredes.

      • Adjetivas: son las que dentro de la proposición principal desempeñan la función características del adjetivo, la de ser complemento de un nombre. También reciben la denominación de Proposiciones de Relativo. Son oraciones transformadas, que se incrustan en la proposición, matriz, como ya hemos visto, mediante, uno de los pronombre relativos (“que”, “cual”, “quien”, “cuyo”).

      • Aquella niña es rubia.

        Aquella niña canta.

        Aquella niña es rubia - aquella niña canta.

        Aquella niña que canta es rubia.

        Aquella niña es rubia

        que canta

        (cantante)

        El nombre al que hace referencia el relativo se llama antecedente. A veces el antecedente no está expresado porque es desconocido, no interesa o se sobreentiende.

        El que desee estudiar puede matricularse.

        Quien bien te quiere, te hará llorar.

        Ya no tengo en que pensar.

        La proposición de relativo puede incorporarse a la oración principal mediante una preposición:

        • Aquella mujer con quien discutía era mi suegra.

        • Ese es el camino por el que vino.

        • Este es el patio en el que solía meditar.

        A veces el sistema formado por preposición + pronombre relativo, se puede sustituir por un adverbio, que por la función que desempeñan en esos casos son llamados adverbios relativos: “donde” (en el que); “cuando” (en el cual)

        Existen también el adverbio relativo neutro “cuanto” que equivale a “lo que”.

        • Este patio donde solía meditar (en el que).

        • No sé el modo como llegar temprano (con el cual).

        • No recuerdo el año cuando nos conocimos (en el cual).

        • Tiene todo cuanto quiere (lo que).

        El pronombre relativo en la proposición de relativo puede tener la misma función que la de su antecedente, pero también puede desempeñar otras.

        • El barco que acaba de zarpar es holandés.

        Sujeto sujeto

        • El colegio que visitó el ministro era el mejor.

        Sujeto complemento directo

        • El profesor con quien hablé era muy agradable.

        Sujeto complemento circunstancial

        Las proposiciones de relativo, por su carácter de adjetivos, participan como éstos de la condición de ser especificativas y explicativas.

        Las proposiciones de relativo especificativas destacan al nombre antecedente dentro del conjunto al que pertenece.

        • Los soldados que estaban fatigados durmieron toda la noche.

        En esta preposición de relativo aludimos sólo a alguno, no a todos.

        Las proposiciones de relativo explicativas sólo informan sobre alguna característica del antecedente.

        • Los soldados, que estaban fatigados, durmieron toda la noche.

        Aquí no establece una distinción entre unos soldados y otros. Hay una referencia a todos los soldados.

        Así como se podía prescindir de los adjetivos explicativos sin que se alterara mucho la significación de la oración, las proposiciones de relativo explicativas pueden suprimirse sin que afecte al sentido principal.

        Las proposiciones de relativo explicativas van siempre entre pausas (entre comas en la estructura). Las proposiciones de relativo especificativas no llevan nunca pausas.

      • Adverbiales: son las que dentro de la proposición principal funcionan como un adverbio o locución adverbial.

        • Partió cuando había amanecido (= al amanecer)

        Como en los tipos anteriores, no siempre la proposición adverbial puede estar sustituida por un adverbio o locución concretos, pero la función que cumple sí es la misma que la del adverbio, o sea, la de complemento circunstancial del verbo principal.

        Así como hay varios complementos circunstanciales, encontramos varias clases de proposiciones adverbiales:

      • De lugar: indican el lugar en relación con el verbo principal. Su nexo principal es el adverbio “donde”, que puede ir acompañado o no de preposiciones.

      • Preposición + donde.

        Cenamos donde nos llevaste ayer ; Iremos donde tu quieras.

        Estas proposiciones frecuentemente pueden ser consideradas como proposiciones relativas, porque como hemos visto: antes, donde es un adverbio relativo que equivale a el lugar + preposición + pronombre relativo:

        Iremos al lugar al que tú quieras.

      • De tiempo: indican si la acción de la proposición subordinada se realiza antes, después o al mismo tiempo que la del verbo principal. Se introducen por los nexos siguientes: “cuando”; “mientras”; “no bien”; “tan pronto como”; “apenas”.

        • Juan llegó mientras comíamos.

        • No bien salió el sol, se levantaron los niños.

        • Apenas cesó de llover, regresaron a casa.

        Estos nexos pueden aparecer combinados:

        • No bien salió el sol, se levantaron los niños.

        • A penas cesó de llover cuando regresaron a casa.

        Adverbio o locución adverbial + que (conjunción): antes (de) que, después (de) que, mientras que, a medida que, en tanto que.

        • Vinieron antes que salieran los soldados.

        • Se emborrachará a medida que pase la noche.

        • Lo matarán antes que comprenda el motivo.

        Si el verbo de la subordinada adverbial va en infinitivo suprime la conjunción que:

        • Vinieron antes de salir los soldados.

        • Lo mataron antes de comprender el motivo.

        Al + infinitivo:

        Al salir, encontró mucha gente ; Llegó al caer la noche.

      • De modo: indican la forma en que se ejecuta la acción principal. Se introducen con las conjunciones “como” y “según”.

        • Lo haré como pueda.

        • Actúo según me has dicho.

        En estas tres clases de proposiciones adverbiales se puede comprobar que se usa el verbo en indicativo cuando el verbo de la proposición principal está en presente o pretérito. Cuando el verbo principal está en futuro generalmente el verbo y la subordinada adverbial va en subjuntivo.

        • Lo haré como pueda.

        • Iremos donde tú - quieras.

      • Comparativas: se usan como término de comparación a la proposición principal. Esta comparación puede establecer relaciones de igualdad, de superioridad y de inferioridad.

      • La comparación se establece usando dos morfemas interrelacionados, uno en la proposición principal y otro en la subordinada.

        En estas construcciones cuando el verbo de la subordinada es el mismo que el de la principal se omite:

        • Tiene tantos fracasos como (tiene) empresas que acomete.

        La relación de igualdad usa: “tal… cual”; “tal…como”; “tanto…como”; “tanto…cuanto”; “tan…como” y los morfemas “igual…que” o “como…si” precediendo a la subordinada:

        • Su defensa fue tal / como se esperaba.

        • Gastó tanto / como gana.

        • Se comporta como si fuera joven.

        La relación de superioridad usa: “más…que”; “más…de”.

        • Gasta más dinero del que puede ganar.

        En estas proposiciones cuando se trata de los adjetivos que tienen formas especiales para las comparaciones se usan éstas:

        • Esta casa es mejor que la que vimos ayer.

        • Este automóvil es peor que el que compramos antes.

        La relación de interioridad usa: “menos…que”:

        • La película que vimos ayer es menos interesante que, la de hoy.

      • Causales: indican la razón `por la cual se realiza la acción del verbo principal. Se introducen por las conjunciones “pues”; “puesto que”; “ya que”; “como” y “porque”.

        • Vine temprano, pues quería acostarme enseguida.

        • No come porque quiere adelgazar.

        • Trabaja mucho puesto que quiere aumento de sueldo.

      • Consecutivas: indican la consecuencia que trae la realización de la oración principal:

        • Tuvo tanta suerte que ganó el premio de la lotería.

        Se construyen con las conjunciones “luego”; “con que que”; “por (lo) tanto”; “pues”; “por consiguiente”:

        • Vino temprano, luego pudo verle.

        • Tiene mucho dinero, por consiguiente, vive muy bien.

        • Estoy alegre, cantaré, pues.

        La conjunción pues consecutiva va siempre al final de la proposición. También se construyen con los siguientes elementos:

        Tan + adjetivo + que: Salió tan alocado que no vio el auto.

        Tal + nombre + que: Dice tales cosas que hace reír mucho.

        Tanto + nombre + que: Posee tanto orgullo que no es feliz.

        Tanto, + verbo + que: Tanto comiste que te hizo daño.

        Tan + adverbio + que: Vino tan tarde que no alcanzó cena.

      • Condicionales: expresa una condición necesaria para que se realice la acción principal:

        • Si atiendes al concierto, te gustará.

        La conjunción condicional más usada es “si”, pero también se puede formar con “como”, en el cado de que, la condición “de que”; “a menos que”; “en el supuesto de que”; “siempre que”; “con tal que”; “solo con que”; “con que”.

        En estas oraciones compuestas se llama prótesis a la proposición condicional y apódosis a la principal:

        • Si llegas temprano, iremos al cine.

        Prótasis apódosis

        Con todas las conjunciones y locuciones conjuntivas, excepto si, se usa el verbo de al prótasis en subjuntivo.

        • Como lo sospeche, te mata.

        • En el caso de que vinieras, podríamos salir.

        • Siempre que sea honrado, lo contrataré.

        • Con que esté a tiempo, es suficiente.

        La conjunción “si” puede acompañarse del, modo indicativo del subjuntivo.

        Se usa el indicativo cuando la condición es de realización posible y el hablante la expone con neutralidad:

        • Si vienes mañana, te esperamos.

        • Si es tarde, me voy.

        Se usa el subjuntivo cuando la condición es de realización imposible y cuando siendo la condición de realización posible, él hablante expresa cierta duda sobre su cumplimiento:

        • Si fuera rico, no trabajaría.

        • Si hiciera calor mañana, iríamos a la piscina.

        En estas oraciones, el verbo de la apódosis depende del verbo de la prótasis.

        Si la prótasis lleva el verbo en pretérito imperfecto de subjuntivo, la apódosis se construye con el potencial simple:

        • Si supiera o supiese la verdad, hablaría.

        Si la prótasis lleva el verbo en pretérito pluscuamperfecto se subjuntivo, la apódosis se construye con el potencial compuesto o la forma hubiera + participio:

        • si hubiera o hubiese sabido la verdad, hubiera o habría hablado.

        Si la prótasis lleva el verbo en indicativo, la apódosis, va en indicativo o imperativo:

        • Si sabes la verdad, dila

        • Si viene temprano, conseguirá el empleo.

      • Concesiva: expresan una dificultad para la realización de la acción principal que no llega a impedir ésta:

        • Aunque se oponga el mundo, seguiremos adelante.

        Se usa en ella principalmente la conjugación “aunque”; “pero también”; puede construirse con “si bien”; ”así”; “aun cuando”; “a pesar de que”.

        Las subordinadas concesivas introducidas por “aunque” se pueden construir con indicativo o subjuntivo.

        Se usa indicativo cuando la acción es real:

        • Aunque es domingo, hay poca gente.

        • Aunque le atacaron, consiguió salvarse.

        Se usa subjuntivo cuando la acción no se cumplió en el pasado y es de dudosa su realización en el presente o futuro:

        • Aunque hubiera venido, no hubiese logrado nada

        • Aunque vengas, no le convencerás.

        • Aunque sea así, no puedes hacer nada.

      • Finales: indican finalidad de la acción principal. Se construyen con las conjugaciones y locuciones conjuntivas “a que”; “para que”; “a fin de que”, “con el objeto de que”; “con el fin de que”; “con vista a que”.

      • Estas proposiciones se construyen siempre con subjuntivo:

        • Lo dije para que lo supieras.

        • Vino a que pagaras la deuda.

        • Explico todo a fin de que su conducta no despertara sospechas.

        Cuando el sujeto del verbo principal y el del subordinado es el mismo, el verbo de la subordinación va en infinitivo y el nexo pierde “que”.




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    Idioma: castellano
    País: El Salvador

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