Filosofía y Ciencia


La razón en la filosofía; Friedrich Nietzsche


COMENTARIO LA RAZÓN EN LA FILOSOFÍA

1)

En el primer texto, Nietzsche, enumera cuales son las características de los filósofos, a los que acusa de su falta de sentido histórico, de su rechazo hacia el devenir, su egepticismo, “todo lo que los filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales”, su adoración de los conceptos, de los que lo único que han hecho han sido transformarlos y no llegar a nada nuevo y real.

De su rechazo del devenir, crecimiento, procreación, vejez, muerte, nace una confusión, ya que no pueden apoderarse de que lo que es, y culpan de la misma a los sentidos, a lo sensible, lo cual rechazan.

La crítica nietzschiana hacia los filósofos anteriores a él, se centra sobre todo en Sócrates, Platón y Kant. Considera a Sócrates como el supremo ejemplo de decadencia griega, afirmó de él que había adoptado una actitud negativa frente a la vida, que representaba una concepción teórica frente a la visión trágica del mundo y que marcó la transición en la vida griega del drama y la poesía a la lógica y a la ética.

El siglo XIX era una época decadente, porque se admiraba a Sócrates moderno, Kant, porque contemplaba el triunfo del optimismo superficial e ingenuo de Mill, Spencer y Huxley, y porque había engendrado los dos más grandes decadentes de los tiempos modernos: Wagner y Schopenhauer, (a los que tanto admiró).

La visión trágica por la que tanto criticó a Sócrates que está en contraposición de ésta, fue puesta de manifiesto en su obra El nacimiento de la tragedia, en la que ésta viene a significar la conjunción de fuerzas que llevaron la vida a los griegos a manifestarse en las diversas expresiones artísticas, cultas y populares, consiguiendo la mejor confluencia, precisamente, en las tragedias de Sófocles y Esquilo.

Nietzsche tiene presente los escritos de los griegos y amplía sus consideraciones a todas las creaciones artísticas, todas ellas expresiones simbólicas de la vida de sus creadores. En ellas distingue, por una parte, las artes figurativas, que han de realizarse en formas acabadas espaciales y por otra, las artes rítmicas, temporales, nunca terminadas, que necesitan ser conformadas en cada creación. Pero, en general, descubre que la forma completa, en cada caso, es diferente según la preponderancia de una u otra fuerza, que denomina apolínea o dionísiaca, aún siendo ambas necesarias para toda creación artística.

2)

En el segundo texto de Nietzsche salva de la quema de los filósofos a los cuáles se refiere en el texto anterior el nombre de Heráclito para el cual, el acontecer del mundo es un flujo permanente, todo está en movimiento, defiende el devenir. Lo más destacable de su filosofía es la teoría de la contradicción; “ El logos está cosido con el hilo de la contradicción”, esto quiere decir que cosas contradictorias son lo mismo, así la noche existe porque hay día, en la salud está la enfermedad o si quitamos la guerra, la paz deja de existir. Así dice que en la contradicción y la discordia está el origen de todas las cosas. La contradicción engendra armonía.

De ahí la simpatía de Nietzsche hacia él, ya que veía en la tragedia unión de dos cosas antagónicas, ve en la obra de arte el resultado de la unión entre los dos polos, Apolo y Dionisio.

Pero en lo referente a los sentidos, Heráclito se equivoca. Los sentidos no mienten, la razón es la causa de que falseemos el testimonio de los sentidos. “El error tiene como abogado permanente a nuestro lenguaje”, por eso denuncia la seducción de la palabra ser, de la concepción de Parménides, que venía a decir lo contrario que Heráclito, y de la palabra razón.

Por eso Nietzsche afirma que el mundo aparente es el verdadero, mientras que el mundo verdadero no es más que una mentira. Por eso manifiesta de continuo su escepticismo respecto a la correspondencia de la verdad conocida con la realidad. De ahí que Nietzsche critique a Platón Y Kant por su defensa del mundo verdadero de la Idea y del Noúmeno, frente a la Cosa y el Fenómeno.

Pero volviendo con la concepción trágica, los símbolos Apolo y Dionisio vienen a significar la contraposición entre lo aparente y lo real, lo perfectamente forjado y expresado, frente a lo que está pujando por aflorar.

Apolo significa el arte perfecto de las formas, Dionisos en cambio quiere decir la fuerza indefinible, siempre pujante de vivir, sentir y expresarse vitalmente en actuaciones rítmicas y musicales, como despliegue exterior de las pulsiones vitales humanas. Apolo simboliza la claridad, la medida y la forma de las figuras bellas; representa el impulso formador. Dionisos, en cambio, es el dios caótico sin medida, de la informe, de la corriente vital efervescente, del ardor sexual, el dios de la noche.

Lo apolíneo, la serenidad y sabiduría del dios Apolo, se ven reflejadas en las artes arquitectónicas y esculturales de la Grecia clásica, en las divinidades del Olimpo, por sus formas bien acabadas y armónicas. Esta perfección se representa el mundo irreal y de evasión. la vida real de los griegos, con sus miedos, sus dificultades e inquietudes, se refleja artísticamente en la tragedia, tanto en la música, como enlas fiestas báquicas populares, por lo tanto su símbolo es Dionisos.

Nietzsche afirma, por lo tanto, que existe una lucha eterna entre la consideración teórica y la consideración trágica del mundo. Gracias a la filosofía alemana de Schopenhauer y a la música alemana de Wagner, vuelve a triunfar lo trágico-dionisíaco. A pesar de su posterior alejamiento de Schopenhauer, y de su ruptura con Wagner, Nietzsche no abandonará nunca su aceptación de Dioniso. Y aquí es donde aparece Zaratrusta, que no será sino Dioniso transfigurado.

Así habló Zaratrusta es la obra fundamental de Nietzsche, en ella contiene lo elemental de su mensaje. La causa de que sustituya a Dionisos por Zaratrusta, es que se identificaba demasidao con la metafísica de Schopenhauer, la nueva visión del autor rechaza toda metafísica y se mantiene únicamente en el campo axiológico de los valores morales. Por eso escoge la figura de Zaratrusta, ya que ve en él al “creador de la moral”, la contraposición del bien y el mal, y así lo convierte en el que supera la moral, el que va más allá del bien y del mal.

La causa de la aparición de Zaratrusta en la filosofía nietzschiana, es debida a que Nietzsche afirma la necesidad de refundir todos los valores, se trata de “romper las viejas tablas de valores” de establecer una nueva jerarquía de los mismos.

Para Nietzsche, la cultura europea ha llegado a una decadencia total, de ahí la necesidad de una restauración. Ésta es la tarea del filósofo: liberar al hombre de todos los valores ficticios decadentes, devolviéndole el derecho a la vida, a la existencia. Con la transformación de los valores la civilización occidental se quedará sin los valores que han tenido hasta ahora, esos valores eran falsos y no valen, debido a que son la negación de la vida misma, porque proceden de la voluntad de la nada, del nihilismo.

El nihilismo es la consecuencia de la historia de nuestra cultura occidental, la esencia del destino de los Pueblos occidentales. la fuerza del espíritu de occidente, cansada ya, agotada por los valores inadecuados y ficticios, se vuelve nihilista. Los supremos valores se devalúan. Falta el fin, falta la respuesta a la pregunta ¿para qué?

La voluntad de poder sería la encargada de destruir esos valores; ellos no se caen por sí mismos. El sí a la vida del superhombre. Éste es el que dará un nuevo sentido a la existencia.

El nihilismo es, por tanto, la consecuencia propia de la ausencia de valores, de metas, de respuestas a los porqués que se habían respondido desde Dios, que había sido la base de toda cultura occidental. Con la muerte de Dios se ha perdido el sentido de la orientación de nuestra existencia, de nuestra vida.

Frente a la decadencia de Occidente que predicaba una moral antinatural, Nietzsche pretende ofrecer una moral nueva que se base en el proceso natural del hombre en la vida, en el deseo apasionado de vivir, en la exaltación por la vida sin traba alguna. La vida tiene valor por sí misma, no hay que imponerla norma alguna, sino gozar de ella. Esta nueva moral es la exaltación de las fuerzas primarias de la vida, las cuales estarían representadas por lo dionisíaco. Hay que valorar la moral de los señoríos moralaristocrática-guerrera, (fuertes guerreros, los que no temen perder la vida por sus ideales, héroes homéricos), frente a la moral de los esclavos, la moral sacerdotal (es una renuncia a la vida, ascetismo, es una actitud de devilidad frente a una ofensa, es el recurrir a la venganza y huir de la lucha).

En la concepción aristocrática-guerrera, cada instante es su propia finalidad, supropia meta, cada momento quiere volver a ser vivido eternamente, toma entonces una forma circular, el etreno retorno.

“Si el universo tuviese una finalidad, ésta debería haberse alcanzado ya. Y si existiese para él un estado final, también debería haberse alcanzado”. De éste modo, Nietzsche afirma que no hay más mundo que éste, negando así el transmundo platónico y el otro mundo cristiano. por tanto hay que permanecer fieles a la tierra. El eterno retorno, es por tanto, la suprema fórmula de la fidelidad a la tierra, del sí a la vida y al mundo, el deseo a que todo sea eterno, el amor fati (amor al destino); el no querer que nada sea distinto, ni el pasado ni el futuro, ni por toda la eternidad.

También el pensamiento de Nietzsche es un eterno retorno: vuelve continuamente sobre los mismos temas, y todos los temas se reducen a uno sólo, la afirmación de la vida. por eso la inversión de los valores o transvaloración no es sino otra perspectiva de lo mismo. hasta ahora la Humanidad ha valorado todo lo que se opone a la vida, y la moral vigente procede de un espíritu enfermo y decadente. Hay pues que invertir los valores, valorar y afirmar de nuevo la vida. Sólo en este sentido Nietzsche se llama a sí mismo inmoralista, y afirma que hay que recuperar la inocencia primitiva y estar más allá del bien y del mal. Y ésta es precisamente la característica de superhombre que anuncia Zaratrustra.

Nietzsche proclama el superhombre como expresión del gran deseo de ver a los hombres elevándose sobre sí mismos: El hombre es algo que debe ser superado. Tender al superhombre significa sentir el inconformismo de su situación presente y despertar toda capacidad de esfuerzo para conseguir algo mejor, algo todavía no alcanzado. Superhombre como aspiración del hombre, reconoce y fomenta en los hombres su capacidad de proyecto, de riesgo y de siempre aspirar a más.

La transformación de hombre en superhombre pasa por tres cambios sucesivos o tres estadios:

  • Camello: El espíritu del hombre es, en primer lugar, un camello, un animal de carga, que obedece a su amo sin quejarse. Éste le manda y él obedece.

  • León: El Hombre-camello, cansado por el peso de la carga, se revela contra su amo y lo derriba. Entonces se convierte en el hombre-león, crítico y dueño de sí mismo, que dice el “yo quiero” e impone su voluntad.

  • Niño: A medida que se va quitando las cargas, se va haciendo el creador de sus propios valores, se convierte en el hombre-niño que busca la afirmación de sí mismo.

  • Se podría comparar con la dialéctica de Hegel, la Tesis sería el camello, la Antítesis el león, la síntesis el niño. O con la dialéctica de Marx, el camello es el trabajador oprimido por los propietarios de los medios de producción, el león es el hombre que realiza la revolución, al abolir la propiedad privada de los medios de producción, y por último el niño es el hombre nuevo que disfruta de la propiedad colectiva de los medios de producción en una sociedad sin clases.

    A partir del tercer estadio, (el niño), es cuando empieza a aparecer el superhombre que da lugar a la nueva humanidad libre y creadora.

    las características fundamentales del superhombre serían:

    -Ansia de vivir: El superhombre de la vida sin traba alguna. Valora la vida corporal, la salud, el placer, las pasiones, la violencia, la victoria, el éxito. Sus virtudes serían la fuerza física, el poder, la rebeldía del fuerte y del poderoso.

    -Superación, en especial de la moral tradicional occidental cristiana: No está sometido a ningún precepto moral ya que se sitúa por encima del bien y del mal. Su conciencia es la conciencia de la naturaleza, lo que favorece la naturaleza es bueno y lo que perjudica es malo.

    -El superhombre es un ser superior que debe practicar la moral aristocática-guerrera que domina por la fuerza y por la violencia.

    -El superhombre ha roto con la jerarquía de los valores tradicionales cambiando no sólo los valores, sino la misma forma de valorar, es decir, la forma de vivir.

    -Es el ser que vive el eterno retorno.

    -Vive la voluntad de poder que es la consecuencia de las ansias de vivir. es la voluntad de dominar y recrear el mundo y sus valores.

    La voluntad de poder significa voluntad de dominio, fuerza, impulso vital, emoción, pasión, voluntad de poderío, la ley del más fuerte. Es la exaltación de la fuerza y de la agresividad. El superhombre es el que debe fundar una sociedad de nobles y tiranos dominadores.. La sensación de poder da al viviente su afirmación en la vida y su confianza para la apremiante y exigente tarea que es vivir. La sensación de poder es garantía de eficacia y una fuerza enorme para atreverse a las grandes actuaciones y al riesgo.

    -Vive fiel a la Tierra lejos de la idea de Dios. Y aquí es donde aparece el concepto de la muerte de Dios, que es correlativo al de superhombre.

    Muerte de Dios significa la pérdida de la fé en un sentido transcendente y prefijado. Equivale a la liquidación de todos los trasmundos inventados por el idealismo como mentira fijadora. Dios no lo ha matado nadie, se ha muerto él sólo como resultado de un fenómeno histórico ya cumplido. “Primero fue duro, tenía algún vigor (Antiguo Testamento). Después fue blando (Nuevo Testamento) y al final lo asfixió su excesiva compasión.

    3)

    En este tercer texto hace una reinvindicación de los sentidos, en especial de la nariz. Todo lo que está fuera de éstos, ciencia formal: metafísica, teología, psicología, teoría del conocimiento, lógica, matemáticas... no es más que un aborto, un no-ciencia.

    Con esto Nietzsche retorna su crítica a la cultura occidental, que parte de la filosofía que dice “no”. Denuncia los instintos que animan las diversas manifestaciones culturales. Desarrolla aquí su peculiar olfato. “Mi genio está en mi nariz”, para quitar la máscara a todo lo que considera decadente, que se resume en la moral occidental.

    La crítica de Nietzsche se dirige a todos los aspectos de la cultura occidental: la ciencia, el arte, la religión, la filosofía, la moral, lo alemán, el socialismo, etc. Pero todo esto se resume en la crítica al cristianismo.

    La crítica se produce ya que todos estos conceptos, están sumidos en la voluntad de la nada, el odio, el temor a la vida, el nihilismo, (que ya ha sido tratado).

    4)

    El cuarto texto es una clara crítica hacia el teologismo e idealismo. Denuncia el que se haya confundido lo último con lo primero, el que se ponga al comienzo lo que viene al final, que ni siquiera debería venir, la comprensión de que no le es lícito a lo superior provenir de lo inferior, todo esto refiriéndose a Dios y como crítica al cristianismo. “Lo último, lo más tenue, lo más vacío puesto como lo primero, como causa en sí”.

    Todo este planteamiento no es sino una crítica a la veneración del hombre hacia Dios, que arranca de la necesidad que siente el hombre de saber a qué atenerse, de sentirse seguro, aunque con ello vivan en la mentira, ya que los hombres no huyen tanto del ser engañados como de ser perjudicados por ésta.

    En todo esto aflora la idea de la muerte de dios, dios como concepto vacío, quedando así el cristianismo, (además del idealismo) como una enfermedad, una desvitalización que lleva hacia el nihilismo.

    5)

    En el quinto texto Nietzsche nos plantea el problema del error o de la apariencia. Este problema tiene como síntoma a lo que podiamos llamar como una “minoría de edad”,”de la forma más rudimentaria de filosofía” es dotar de poder, de realidad, de entidad, a lo que no son más que palabras. En este sentido la razón está en el leguaje, “el fetichismo de la razón”, por el que quedamos atrapados en las redes de éste.Nuestro lenguaje nos lleva a espejismos, pues sustancializa

    o momifica (como se dijo en el primer texto), así llegamos a creer erróneamente que la voluntad es algo que produce efectos.

    El concepto ser, deriva del concepto “yo”, que está en la voluntad: no se puede hablar de una voluntad, de lo que hay que hablar es de un conjunto de quereres, de deseos, de impulsos; la voluntad es facultad definitoria del yo, y el yo tiene varias caras, varios deseos, incluso antagónicos, y el lenguaje es que hace ver al yo como unitario.

    Después pasa a criticar la concepción de las categorías de la razón que habían tenido hasta entonces los filósofos. Los cuales creían que habían venido de un mundo más alto, superior, el alma tiene que haber existido en otro mundo antes de unirse al cuerpo. Criticaría por tanto a Platón su pensamiento de preeminencia de la Idea sobre la cosa, así como su teoría del conocimiento o reminiscencia, en la que afirma que el alma existió en mundo anterior y superior al del cuerpo, (caída del alma en el cuerpo). A Descartes le reprocharía su innatismo y a Kant los postulados de la Razón práctica, los elementos a priori del conocimiento y de la acción.

    6)

    En este último escrito lo único que realiza es un resumen de todo lo expuesto en los textos anteriores en cuatro tesis.

    -Primera tesis: Las razones por las que este mundo ha sido despreciado, (sobre todo por el cristianismo), ha sido por que fundamentan su realidad indemostrable (Dios), en otro tipo de realidad (el más allá).

    -Segunda tesis: Los fundamentos descalificatorios de este mundo nacen de una moral, que condena a este mundo por no ofrecer seguridad al débil.

    -Tercera tesis: Inventar otro mundo, (cristianismo, Platón, Kant...) no es sino síntoma de empequeñecimiento, de resentimiento y de desprecio contra la vida.

    -Cuarta tesis: Dividir el mundo en verdadero y aparente, de una u otra forma, no es sino síntoma de decadencia, de enfermedad. Frente a esto propone la concepción artística de lo dionisiaco, no al pesimismo.

    La razón de la filosofía Nietzsche

    Filosofía Página 10




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    Enviado por:Francis
    Idioma: castellano
    País: España

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