Lenguaje, Gramática y Filologías


La Comunicación


LA COMUNICACIÓN

EL PODER DE LAS PALABRAS

Actuales investigaciones demuestran que hablar usualmente a los bebés durante el su primer año de vida, provoca un desarrollo positivo de su cerebro y de su aptitud para aprender. Las palabras son un estimulo para intensificar la inteligencia y avivar la capacidad de razonar, de un niño. No es necesario pronunciar palabras complicadas, pero si es importante, que las palabras se digan con un tono positivo y por un ser humano que esté envuelto en lo que hace. El cerebro del recién nacido, espera ansiosamente recibir los primeros estímulos del nuevo entorno.

Las sensaciones sentidas por el bebé después de nacer (Imágenes, sonidos olores, tactos...) son los que determinaran la organización de la mente la criatura.

Aunque los bebés aprenden de igual forma a gatear, andar, comer solos.... sin estímulos especiales; es cierto que con este tipo de estímulos crece la habilidad de comprender una sociedad tan tecnológica como es la nuestra.

La influencia del habla a favor de la personalidad final del adulto, es algo nuevo, frente a la teoría de la influencia de los genes y la experiencia de la infancia en la formación de la personalidad, demostrada el siglo pasado por Gregor Mendel y Sigmund Freud. Esto no significa que sea indispensable la continua exposición de información al bebé, pues el exceso de estímulos supone que el cerebro se auto proteja y se apague.

El que el niño esté rodeado de personas cariñosas y habladoras, supone que acaparen su atención y el niño participe.

El texto como unidad comunicativa.

La comunicación se podría definir como: la transmisión de información de un emisor a un receptor. Esta información no siempre se transmite mediante la misma vía y la misma forma (se puede transmitir una información de varias formas y mediante varias vías, al mismo tiempo).

E. Bernárdez hizo la siguiente descripción de la comunicación verbal: un productor “P” desea transmitir un mensaje ”M” a un receptor “R”; para ello emite elementos lingüísticos (un texto “T”) el receptor ”R” percibe el elemento lingüístico e intenta descifrar el mensaje “M”.

Expresión verbal de la experiencia. Elementos de la comunicación.

Los elementos que intervienen en la comunicación son: el emisor, el receptor, el mensaje y el contexto.

-El emisor: Productor que emite y elabora el mensaje en forma de texto.

-El receptor: Recibe el texto e interpreta el mensaje.

-El mensaje: Es el elemento que el emisor desea transmitir al receptor en forma de texto. El texto es un discurso elaborado mediante uno o varios códigos, este mismo texto se puede hacer llagar al receptor por distintos canales.

-El contexto: Es lo que puede entenderse del texto, teniendo en cuenta las circunstancias que rodean al acto comunicativo.

Los signos

Para que la comunicación tenga éxito , emisor y receptor deben compartir el código en el que está cifrado el mensaje. Los códigos son conjuntos limitados de elementos interrelacionados que representan la realidad. Los elementos que componen un código se llaman signos.

Estos son los tipos de signos que existen, si observamos la relación entre signo y realidad:

-Iconos: Guardan semejanza con la parcela de realidad a la que se refieren (Una silueta femenina en la puerta de un lavabo, planos...).

-Indicios: Mantienen relación (no semejanza) con la realidad a la que representan (Unas nubes negras son indicio de lluvia).

-Símbolos: Representan la realidad sin necesidad de tener relación alguna con ella. La representa de una forma en la que todo el que comparte un código concreto, reconocerá el mensaje transmitido. Los signos lingüísticos son signos. Que al oír la palabra “mar” pensemos en la inmensa capa de agua que recubre la tierra, se debe a que en nuestra mente tenemos el símbolo “mar” y la enorme extensión de agua, relacionadas.

El contexto

El contexto se define como; la situación que comparten emisor y receptor, las expectativas sobre el acto comunicativo en el que participan y los conocimientos que tienen sobre la realidad. El contexto sirve en muchos casos para realizar con más exactitud el acto comunicativo.

Una misma frase puede tener distinto sentido dependiendo de quien y cuando nos la digan. El significado derivado de la situación comunicativa recibe el nombre de significado pragmático. Hay situaciones en las que un contexto se debe interpretar como un contexto irónico (ejem. Llamar angelito a alguien travieso).

La intencionalidad. Funciones comunicativas.

Dependiendo de que elemento comunicativo protagonice un acto comunicativo, predominaran, en el, distintas funciones comunicativas.

Estas son las posible funciones comunicativas según el psicólogo K.Bühler:

-La función referencial o representativa: En ella, el acto comunicativo incide sobre el contexto. Realizamos el acto de comunicar para referirnos a elementos de la realidad (ejem. Raquel y Mikel son hermanos; Llueve).

-La función expresiva o emotiva: Predomina la actitud subjetiva del emisor. Pertenecen a esta función las oraciones exclamativas, dubitativas, desiderativas y las interjecciones o palabras que son capaces de funcionar, en algunos contextos, como textos autónomos (ejem. ¡oh! ; ¡anda!).

-La función conativa o apelativa: Se busca que el receptor haga algo. Las oraciones imperativas son el mejor ejemplo de esta función.

El lingüista Roman Jakobson añadió las siguientes tres funciones, a las tres anteriores de Bühler:

-La función fática o de contacto: Con esta función se pretende incidir en el canal. (ejem. Si un vecino nos dice en el ascensor que lloverá, no intenta informarnos sobre el estado meteorológico, sino que intenta suavizar la situación).

-La función metalingüística: Se usa el lenguaje para referirse a la propia lengua (al código) o a la actividad comunicativa (ejem. ¿Qué quiere decir hipocondríaco?).

-La función estética o poética: Toda la carga del acto comunicativo recae sobre el texto que contiene el mensaje; se pretende llamar la atención sobre la forma del mensaje.

Aunque un acto comunicativo disponga de varias funciones (generalmente) siempre tendrá una que sea la predominante.

Los actos del habla.

No solo usamos el lenguaje para describir la realidad, sino que también lo usamos para hacer cosas (ejem. Desear suerte, saludar...) y conseguir que otros lo hagan.

El filósofo J. L . Austin desarrolló la teoría de los actos del habla (Finalizada por J. R. Searle).

La definición de los actos del habla es la siguiente: Unidades lingüísticas mínimas de intencionalidad comunicativa. Es posible que un acto de habla coincida con un acto comunicativo (ejem. Pásame la sal es una solicitud de acción que puede constituir un acto comunicativo con función apelativa). Aún así, es más normal que un acto comunicativo tenga varios actos de habla (ejem. Buenos días saludar. Esta habitación es un desastre. Da pena verlo todo por el suelo valorar; ¿Te parece bonito tenerla así? Regañar Hasta que no la ordenes no saldrás castigar).

Los actos de habla se dividen en los tres siguientes grupos:

-Actos de habla directos: La forma del enunciado indica su intención (ejem. Son las dos pretendo informar, ¿Qué hora es? Quiero informarme). Cuando hay imperativo este muestra que se solicita una acción.

-Actos de habla indirectos: Se expresa una intención determinada a través de otra (ejem. Tengo la cabeza como un bombo. ¿Es que no os volvéis locos con esa música?). Son actos de habla que tienen la misma finalidad que el acto de habla directo (baja la música), pero que utilizan métodos que en un principio no están pensados para solicitar una acción al receptor.

-Actos de habla realizativos: El emitirse en primera persona del presente del indicativo, conlleva realizar la acción (ejem. Al decir el juez: Le condeno a pagar una multa esa condena existe desde el mismo momento en que el juez la dicta).




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Enviado por:Patxipastor
Idioma: castellano
País: España

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