Sociología y Trabajo Social


Inmigración en Perú


INMIGRACION E INTERCAMBIOS CULTURALES:

LOS CHINOS EN EL PERU

INTRODUCCION

Las crisis, que trastocan de una u otra manera el orden dentro de una sociedad, conducen también y consecuentemente a un cuestionamiento de qué o quiénes somos. No en vano pues el llamado problema de la identidad aparece en los discursos políticos y como tema en debate en el terreno de las Ciencias Sociales desde hace algunos años; es decir, el asunto ha sido tocado muchas veces, sin que hasta el momento se haya llegado a un esclarecimiento o por lo menos a planteamientos convincentes.

Los estudios sobre poblaciones inmigrantes han adquirido en los últimos años un interés creciente entre investigadores sociales que, motivados por el análisis y reflexión sobre el tema de la identidad nacional, consideran imprescindible el llegar a tener un conocimiento certero sobre tales poblaciones y su relación con los grupos nativos.

Las poblaciones inmigrantes han cumplido diferentes roles en función de sus propias características y del momento de su arribo al país, del grado y tipo de su inserción a la estructura económica, política y social.

Las poblaciones inmigrantes en el proceso de su incorporación a la economía y sociedad del Perú han actuado como fuerzas internas dinamizantes o bien contribuyendo a la atomización de esta economía y sociedad.

El presente trabajo es un estudio exploratorio sobre la población china en Perú, que pretende analizar sus capacidades de adaptación, la posición social alcanzada y la reacción de la población nativa frente a la llegada y actividades de los migrantes y sus descendientes.

BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA INMIGRACIÓN CHINA HACIA EL PERÚ

Durante el siglo pasado hubo un gran movimiento migratorio de chinos hacia otras partes de la tierra, especialmente sobre el suroeste y sureste de la zona del Pacífico. Este movimiento migratorio, se originó a causa de problemas sociales y económicos, con sus consecuentes problemas políticos que todo esto originaba en China.

El ingreso al Perú, se dio básicamente porque aquí se necesitaba mano de obra barata, especialmente para la agricultura y la extracción de guano. Por ello se dio aquí la Ley General de Inmigración, en 1849, siendo apodada “Ley China”, donde se explicaban las razones de tal migración.

Estos inmigrantes culíes que llegaron al Perú, no eran hombres cultos, sino que se trataba de campesinos desarraigados, cuyo nivel cultural era bastante elemental, y que salían de su país por no encontrar un buen nivel de vida. Pensaban que en otros países podrían encontrar el bienestar que tanto buscaban.

Así, de 1849 a 1874, llegaron a las costas peruanas cerca de 80 mil chinos. Estos llegaban en las peores condiciones, ya que de los 120 días en que más o menos duraba el viaje (por barco a vapor), no se tomaban las medidas adecuadas, y por ello existía una gran taza de mortalidad. Ej: En 1850 de 750 que salieron del puerto de Macao, murieron 270, es decir, solo llegaron 480.

El 90% de culíes fueron destinados a trabajos en el campo, pero también se los podía encontrar en la construcción de ferrocarriles, de trabajadores domésticos, mineros, obreros, etc.

En esta primera etapa de inmigración, los culíes sufrieron grandes penurias, tuvieron una pobre alimentación, no tenían descansos y no conocían lo que era Domingo, se los trataba como a esclavos, pero no lo eran, ya que se había abolido ya la esclavitud.

Ya alrededor de 1904 a 1909, se incrementó la inmigración de chinos al Perú, cosa que generó en muchos peruanos grandes sentimiento antichinos, lo que fue expresado de diversas maneras.

Primero, la fumigación de vapor Kensington (barco en donde llegó un gran número de culíes), mostraba el temor de muchos peruanos de que el país fuera infectado por enfermedades asiáticas.

Segundo, en 1905 el Cónsul Muelle, requirió que todos los chinos obtuvieran un certificado de salud antes de embarcar hacia Perú. Este requisito fue hecho ley por un Decreto Supremo. Las autoridades pensaban que sería una forma de complicar a los chinos el venir al País, pero también fue una medida contra los virus. Se estipuló un derecho de 5 libras para el certificado, y se esperaba que con esto la inmigración asiática disminuyera, mas no fue así, y el derecho fue aumentado a 10 libras.

Tercero, ninguno de los inmigrantes de esos años se ocuparon como braceros agrícolas, como los que vinieron el siglo pasado, en su lugar se ocuparon como comerciantes. Se establecieron en pulperías, carnicerías y talleres artesanales, entre otros oficios, donde estaban muy visibles a todos, fue así como se hicieron blanco de un sentimiento antichino cada vez más creciente.

En los periódicos de la época se publicaban grandes opiniones antichinas, acrecentando así tales sentimientos.

Hasta que la Legación China presentó un memorándum al Ministerio de Relaciones Exteriores, quejándose de la sistemática y general difamación de los chinos en la prensa, también del tratamiento injusto por parte de autoridades locales, de ataques contra establecimientos e individuos chinos por soldados y el pueblo, y no obstante la policía saber que tales actos ocurrían, no adoptan ninguna medida de previsión.

El 9 de mayo de 1909, los sentimientos antichinos llegaron al tope con un gran disturbio. El motín tuvo sus orígenes en el comicio popular de ese día del Partido Obrero en el Paseo Colón. Hubieron discursos, y uno de los obreros echo la culpa al gobierno por haber traído chinos al país para trabajar baratamente, cuando los obreros peruanos no tenían trabajo, la muchedumbre se dirigió a la residencia de Nicolás de Piérola, maltratando a los chinos que por allí transitaran. Al no encontrar a Piérola en casa, la muchedumbre se separa para saquear los establecimientos comerciales de los chinos.

Una reclamación posterior presentada 4 días después por una comisión de comerciantes chinos enumeró 24 establecimientos saqueados, con numerosas perdidas materiales.

Una de las razones expresadas por las masas populares para esta actitud tan hostil hacia los chinos, era que arrebataron el trabajo de los obreros peruanos con sus salarios bajos, bajando así sus niveles de vida acostumbrados. En 1909, fue un año de crisis económica, muy duro especialmente para los obreros; pero tal percepción de competencia era nada mas que una ilusión. La gran mayoría de los chinos trabajaban como comerciantes en sus propios establecimientos, o en los de otros chinos.

Parece más verosímil que la intolerancia y el miedo a las costumbres diferentes, fuera la raíz de las actitudes exclusionistas. La elite blanca usó conceptos como “la pureza de la raza” para rechazar a los chinos, pero todas las capas sociales tenían imágenes parecidas de una sociedad en que los asiáticos eran una amenaza.

En agosto de 1909, se firma con el Ministro Plenipotenciario de china, Wu Ting-Fang un protocolo (Porras-Wu), y en su primer artículo decía que la traslación de emigrantes de la china al Perú será suspendida por propia voluntad del Gobierno de ese imperio.

Los emigrantes fueron definidos como aquellos que una vez en el Perú tuvieran que buscar trabajo manual para su subsistencia. Antes de partir, el Ministro Wu sugirió, que los chinos deberían identificarse con los ideales de la clase dirigente del Perú y aprender a utilizar las herramientas de la Ley para protegerse, al mismo tiempo de aislarse detrás e una reputación de trabajo duro y solitario.

A pesar de ello siguieron los maltratos a la comunidad china, y el cónsul de Perú en china restringió el otorgamiento de pasaportes y visas, a pesar de ello, la ilegalidad era una cosa de todos los días, y a tal grado que los mismos cónsules no podían mantener una rectitud al respecto. Se consedían permisos especiales para inmigrar al Perú, ya que eran las empresas chinas en Lima los que solicitaban a la Legación china sustitución de empleados. Después de investigar la verosimilitud de ellas, la Legación presentaba una lista al Ministerio, que la remitía al cónsul de Hong Kong. El número de permisos nunca excedía 100 por año antes de 1920, y la Legación china siempre procedía con una imagen de honradez estricta.

Pero entre los años 1920 a 1922, la cantidad de permisos especiales se incrementó pronunciadamente. Este crecimiento de permisos fue parte de un aumento significante en las cantidades de inmigrantes, de 478 que salió de Hong Kong en 1919, a 556 en 1920, 687 en 1921 y 776 en los primeros 8 meses de 1922. Con este incremento, se estableció una nueva compañía de vapores en 1921 por los comerciantes chinos más destacados de Lima,: el Chugwha Navigation Company . Pero este aumento no fue ignorado por el pueblo peruano, y los sentimientos antichinos se incrementaron de nuevo. En julio de 1922, las autoridades del Callao no permitieron desembarcar a los pasajeros chinos del vapor Japonés Anyo Maru. Después de una audiencia con Leguía, se apeló a los derechos de inmigración del Protocolo de 1909 y se obtuvo el desembarco de todos ellos. A pesar de esta intervención presidencial, en setiembre el Ministerio de Relaciones Exteriores ordenó al cónsul en Hong Kong no permitir a ningún chino viajar al Perú a partir de la fecha.

Así como en 1909, en segunda mitad de 1922 las instituciones de la sociedad civil estuvieron llenas de sentimientos antichinos. Los periódicos publicaron editoriales promoviendo un movimiento antichino mas fuerte, entre otras cosas más.

Pero esta vez en contraste con 1909, los chinos respondieron públicamente a los ataques, con cartas y avisos en los periódicos, publicaciones que describieron los beneficios que los chinos habían prestado al país. En Hong Kong aparecieron artículos contra las medidas antichinas en el Perú criticando tales comportamientos.

El tema de la mayoría de esas publicaciones era el papel modernizador y el valor social del comercio chino en el Perú, que, con sus inversiones, promovía el comercio internacional, proveían trabajo y productos baratos a los pobres, y se fomentaba el desarrollo de la agricultura, pero no con el objeto de dominar al país como las otras empresas extranjeras, sino como un aporte para ellos mismos y para la economía del país.

Se señaló también que los inmigrantes recientes eran tipos distintos de los culíes del siglo pasado, que eran gente sin cultura, éstos no, más bien eran mucho más cultos y educados.

La comunidad china brindó al Perú un regalo monumental por el centenario de las fiestas de la independencia, y consistió en una fuente, hecha de mármol en Italia, con figuras alegóricas de la fraternidad entre los pueblos de china y del Perú, y presentado en una gran ceremonia en 1924.

En 1935, los chinos siguieron con los regalos cuando presentaron 2 esculturas de bronce, uno de dos llamas y otro de un campesino peruano y sus bueyes, para el aniversario cuatrocentista de la fundación de Lima. Todavía se puede ver la fuente en el parque de la Exposición al lado del Museo de Arte, y las 2 esculturas de bronce en el Paseo e la República.

Cuando Sánchez Cerro entra al poder, promulga en 1930 un decreto donde se suspendía toda inmigración asiática, aunque fueran ciudadanos peruanos y tuvieran familia en el país. La Legación china respondió a estos decretos sin queja, reconociendo que el gobierno quería evitar más disturbios antichinos.

Ya en febrero de 1932, el ministerio de Relaciones Exteriores propuso que 20 chinos pudieran regresar al Perú por vapor, pero sólo aquellos cuyos nombres hubieran sido presentados por la Legación china al Ministerio, y que ya tuvieran intereses comerciales en el Perú.

El Ministerio envía un protocolo nuevo, reemplazando el de 1909, pero la Legación se niega a discutirlo, ya que afirmaban que el Protocolo de 1909 aún estaba vigente.

Existía una exclusión bastante fuerte, pero aún así no satisfacía al Gobierno peruano, porque esposas y niños con menos de 6 años aún podían inmigrar sin restricciones, más que una prueba de parentesco.

Finalmente, en junio de 1942, se firma un nuevo protocolo entre China y Perú, que perpetuó todos los reglamentos existentes, y añadió procedimientos más rigurosos para la expedición y control de pasaportes.

Inserción de los Chinos a la Sociedad Peruana

En la actualidad, muchos peruanos tienen una imagen de los chinos como de mas abiertos, están muy bien integrados en la sociedad. Esto ha sido resultado de las fuertes leyes antichinas que ejercieron presión sobre los chinos hasta el punto de cambiar sus apellidos

Hay poca memoria, tanto de la comunidad china como en la sociedad peruana, de los poderosos sentimientos antichinos de este siglo; la imagen de trabajadores diligentes y de amistad con los pueblos del Perú promocionado en las publicaciones chinas de los años 20 todavía existe. La memoria del sufrimiento de los culíes aún vive, pero como una cosa de otro siglo, de otros chinos, y de hacendados que ya no existen.

La fuerte presencia del racismo en la historia del Perú es un hecho bien conocido, pero usualmente entendido como una actitud o construcción de las elites para manipular, contener y excluir a otros pobladores del país.

La competencia por el trabajo era una razón común para esta exclusión, el chino fue visto por los peruanos como aquel que venía a quitarle lo que era suyo, su trabajo y de allí creció una discriminación hacia ellos, pero la falta de realidad de esta acusación sugiere que el odio tenía sus raíces en el temor de costumbres y personas diferentes. Poco a poco fueron ascendiendo y ganando posiciones en todos los ámbitos: social, cultural, económico, y su capacidad de trabajo fue reconocida.

El Gobierno peruano como los comerciantes chinos expresaron sus deseos para una inmigración sólo de comerciantes honorables y respetables. Los conflictos violentos entre los chinos en el Perú han sido mucho menores que entre los chinos en otros países, y esta inmigración selectiva probablemente fue un factor muy importante en esta paz.

El chino trajo y aportó al Perú su capacidad de trabajo, su diligencia y voluntad de producir. Estos elementos fueron de importancia decisiva para el Perú del siglo XIX y tuvieron consecuencias enormes en nuestra historia, hasta el punto que podríamos decir que el Perú no sería el mismo hoy sin los esfuerzos, las fatigas, los sudores y dolores de éstos chinos hacendosos.

RELATOS INTERCULTURALES Y COSTUMBRES DE LOS CHINOS EN LA CIUDAD DE LIMA DE HOY

En 1921 con motivo del centenario de la independencia del Perú, las colonias extranjeras hicieron una serie de obsequios a la ciudad de Lima. Entre ellos destaca la hermosa fuente de mármol y bronce que regalara la comunidad china y que fuera instalada en el Parque de la Exposición. Para esa fecha, la colonia china ya se había reorganizado resarciéndose de los daños que provocara la Guerra del Pacífico.

Según el censo de 1940, la población china mantiene su distribución geográfica en Perú, es decir, una fuerte concentración en la costa norte y Lima el centro más poblado.

En 1957, la Embajada de China tenía registrados 8,765 migrantes en todo el país, de los cuales 7,184 estaban en Lima. La cifra no contempla los hijos nacidos en Perú, ni siquiera aquellos de padres y madres chinos, especialmente porque eran, y son, inscritos como peruanos.

La migración continúa llegando de los lugares largamente conocidos: Cantón, Hong Kong y Macao. El dialecto más popular sigue siendo el Cantonés y probablemente el Hakka le siga en importancia. Digamos además que el sentido de la migración pudo haber variado fundamentalmente con el protocolo de Wu Tin Faw (1908). En él se especificaba que los trabajadores chinos no podían entrar al Perú, sólo se otorgaría visa a no-trabajadores, hombres de negocio, profesionales y estudiantes. Sin embargo, los términos del acuerdo no impidieron que los recién llegados asumiesen el control del pequeño comercio en Lima. Lugar donde “chino” es sinónimo de tienda pequeña, surtida de cuanto pueda necesitar un ama de casa.

Los nuevos migrantes usualmente desempeñan la misma ocupación que los amigos o parientes que los precedieron. Los migrantes rara vez regresan a establecerse en China, sin embargo, no son raros los viajes cortos por motivos específicos, por ejemplo: para casarse. Si bien es también frecuente que se gestione desde Lima el envío de la novia. No es extraño tampoco, que los padres sigan al afortunado hua ch'iao, ellos suelen ser quienes asumen las tareas cotidianas en los negocios de su hijo.

En Lima la población se encuentra visiblemente concentrada en la Calle Capón. Esta zona es una de las más antiguas de la ciudad, al presente ya no se encuentra muy tugurizada como antes, pero sigue manteniendo un vecindario de pobre reputación. Cinco años atrás, a raíz de una serie de reportajes periodísticos se descubrió en el lugar una gigantesca red de hoteluchos donde se ejercía ilegalmente la prostitución. Hace veinte años, los diarios hablaban de fumadores de opio y de casas de juego clandestino, cuentos y canciones populares han sido inspirados en este hecho. La calle Capón bordea el Mercado Central, donde también se observa una relativa cantidad de negociantes chinos.

ACTIVIDADES ECONOMICAS

No es necesario resaltar la importancia de chinos y negros en el contexto nacional. De hecho, durante muchos años, la economía del país se sostuvo en la esclavitud de ambos grupos. Su trabajo y la comercialización de sus vidas tuvo las mismas características que en cualquiera de los países donde se asentó el tráfico de esclavos. El fenómeno que comentamos no es excepcional. Desde el siglo XVI, y a través del duro período de la servidumbre (la segunda mitad del siglo XIX) la población china en Perú mostró habilidad y capacidad de adaptación suficiente para manejar las escasas posibilidades que se le ofrecían.

Han transcurrido ya muchos años desde aquel entonces y hemos podido constatar esa adaptación que poco a poco han ido logrando los inmigrantes chinos, a tal punto de encontrar negocios chinos por muchas partes de la ciudad. Tenemos, por ejemplo, los pequeños comercios en Lima, lugares de abastos, chifas, etc.

También es necesario remarcar la existencia de periódicos impresos en chino, de circulación local como el “Man Shing Po” (en la calle Junín-Lima), el “Chung Wha Pao”(que es editado desde el colegio 10 De Octubre), entre otros, los cuales constituyen una manera o un medio de mantener a la colonia china informada sobre una variedad de temas. Otro órgano de prensa de singular importancia es la revista Oriental, sus artículos pueden ser materia de diagnóstico a determinados niveles de la comunidad china.

Otra manifestación de su comercio, es la Casa Koga, ubicada en la Calle Capón, en este lugar se vende una gran variedad de plantas bonsai de todos los gustos y de todos los precios. Este negocio trae mucha espectativa para la gente que circula por ese lugar y que se detienen a mirar y a preguntar por esta planta y su respectivo cuidado, pues llama la curiosidad el saber que trae mucha paz, tranquilidad, estabiliza la situación de la casa y que cuando hay demasiada mala suerte tiene la propiedad de ahuyentar los malos augurios. Esta creencia viene desde hace muchos años, es un asunto milenario, es una tradición en la China.

La planta bonsai nació tradicionalmente en la China, pero el que le dio el impulso fue el Japón puesto que en este país la gente le dio más dedicación, perfeccionó su forma y este arte del bonsai.

En las visitas que pudimos efectuar a familias chinas y tusanes, pudimos observar que son bastante diligentes y hay una mayor preferencia por las carreras de negocios como son las de Contabilidad, economía, administración,etc.

Las carreras estudiadas se pueden interpretar como un afán por progresar económicamente; comprobamos esto cuando preguntamos a varios descendientes de chinos la causa por la que habían estudiado contabilidad y nos dijeron que sus padres así lo habían deseado, pero algunos nos dieron a conocer su inconformidad, diciendo que no les gustaba, que les resultaba muy aburrido.

Muchos de ellos radicaban en Lima. Los chinos llamaron a la calle donde se asentaron “Calle Capón”, allí estaba el foco principal de negocios chinos. Todos eran en su mayoría de ascendencia china, comenzaron preparando y vendiendo comidas como el típico chancho asado o pato asado y actualmente poseen una importadora de artículos chinos; actualmente los negocios pertenecen a los chinos y los empleados de estos son peruanos.

Trabajaban sin descanso, durante el día y la noche y preferían ahorrar, no se daban lujos y se trataba de gastas sólo lo necesario, sólo viajaban cuando era necesario o asistían al cine.

VISITA A DOS COLEGIOS CHINOS EN LIMA

Para realizar este trabajo visitamos dos de los principales colegios chinos en Lima, el Colegio Juan XXIII y el Colegio 10 de Octubre y hablamos con algunos de los profesores.

Cuando visitamos el Colegio Juan XXII, lo primero que pudimos notar fueron las columnas, los arcos y los diversos elementos arquitectónicos que enriquecen su infraestructura y recrean en gran medida las construcciones chinas, es así el caso de su comedor, con arcos en las puertas, farolillos chinos y cuadros de dragones; también la capilla tiene diversos razgos chinos, como por ejemplo la fachada que para quien no sabe se trata de una capilla, bien podría parecer la entrada de un elegante chifa; los salones no difieren en gran medida del común de salones en los diversos colegios del país, sílo cuando nos detenemos a ver los afiches, almanaques y periódicos murales, podemos apreciar que muchos de ellos contienen textos en chino.

En dicho colegio tuvimos la oportunidad de hablar con una profesora peruana y otra china, lo que nos posibilitó conocer las dos visiones del funcionamiento del colegio.

Hortencia Zúñiga, profesora peruana que labora en dicho plantel hace poco más de un año y que obtuvo este puesto gracias a un concurso convocado y actualmente enseña Lenguaje y Razonamiento Verbal y es la Coordinadora del departamento de Orientación para el bienestar del Estudiante (OBE).

Nos refiere que no son muchas las diferencias entre un colegio peruano y este colegio; pero lo que a ella le parece uno de los rasgos característicos de los chicos es que “los chicos chinos son muy trabajadores, la mayoría de ellos pertenecen a una familia acomodada, no tienen grandes problemas económicos, pero aún así los chicos trabajan en los negocios de sus padres y no se avergüenzan por ello”, lo que nos ilustra no sólo el amor al trabajo que estos tienen, sino también que una de las principales actividades económicas a las que se dedican las familias es el comercio, tienen tiendas o chifas u otro tipo de negocios; “a veces vienen los chicos sin haber hecho su tarea y cuando les pregunto por qué no la hicieron, me responden que estuvieron ayudando a su padre en la tienda y que no los quedó tiempo para hacerla, lo que no implica que sean relajados, estudian mucho y se esfuerzan”, no tienen pues, como ella misma lo dijo vergüenza de trabajar y el trabajo es considerado por ellos como parte de la vida cotidiana.

Nos señala que más o menos el 98% de los alumnos son descendientes de chinos y que hay muy pocos peruanos, pero que estos, no son discriminados en forma alguna, “son por lo general muy amigables y abiertos y no generan ese tipo de diferencias”, cada salón tiene entre 38 y 42 alumnos y por lo general las promociones están integradas por los mismos niños que comenzaron el colegio en inicial.

Al preguntarle si había algo que pudiera diferencial a este colegio de los demás, nos dijo que se respetaba mucho el calendario chino “por ejemplo, este es el año del Buey, entonces, el dibujito del Buey aparece en todas las separatas, si se hace un bingo u otra actividad, entonces la mascota será el Buey y así todos los años”.

En este colegio hay un taller en el que se enseña la danza del Dragón, está integrado mayormente por chicos que quieren aprender a bailar dicha danza, utilizan grabaciones de la música pues no hay un taller de música que se dedique a hacerla, tienen los trajes y demás elementos que necesitan; por otro lado hay también un taller de artes marciales en el que chicos y chicas aprenden Tai Chi o Kung Fu.

En cuanto a la comida que se prepara dentro del plantel “los chicos comen lo mismo que comen todos los chicos peruanos, no hay un menú especial ni se preparan platos netamente chinos”, por lo que podemos decir que en este sentido han adoptado los usos y costumbres culinarios propios del país en el que viven; “pero una vez por año se hace un festival gastronómico en el que cada familia lleva un plato típico para exposición y degustación”, en este festival cada familia prepara uno de los platos que aprendieron de sus padres o abuelos o que preparaban en la misma china y los llevan para que las nuevas generaciones aprendan a valorar y dado el caso a preparar, continuando así con las tradiciones culinarios traídas hace muchos años o recién llegadas.

Dentro de los cursos normales, llevan un curso de cultura china y otro de idioma chino, ambos obligatorios y constantes en todos los grados, pues como bien lo señalan en su plan anual “Teniendo en cuenta que la mayoría de los educandos son de ascendencia china, se hace necesario motivar y estimular el conocimiento de su idioma y cultura, facilitando la comunicación entre los alumnos chinos y los peruanos, cumpliendo así con uno de los principios del colegio que es "“a integración etnocultural y la enseñanza multilingüe””.

Al indagar sobre si existía respeto hacia la cultura peruana, nos refiere que “dentro de las Olimpiadas del colegio, se hace un festival folcklórico, en el que los chicos bailan sobre todo danzas de la sierra”, no solo aprenden la danza del Dragón, sino que valoran y aprenden las danzas propias del país al que llegan o al que llegaron sus ancestros, “es muy raro ver a los chicos chinitos bailando la trilla, carnavales, tuntunas, etc”. Entonces, no existe ningún tipo de rechazo hacia las expresiones culturales del nuevo país, sino que se da un afán por incorporarlas a sus propias vidas y como mejor que bailándolas y vistiendo los trajes típicos, así logran identificarse y ser parte de la cultura del nuevo país, y los descendientes, conocen mejor su propia cultura, pues legalmente son peruanos, descendientes de chinos pero peruanos.

El choque que sufren los chicos que recién llegan al Perú es muy fuerte, pero si ingresan a estudiar en este colegio, será en gran medida menos duro, pues pasan primero por un salón especial y luego se incorporan poco a poco a los salones normales “los chicos chinos que entran por primera vez a un salón normal, son tímidos y retraídos, más que nada por que se enfrentan a un grupo ya pre establecido, en el que todos se conocen, pero poco a poco logran integrarse y se sueltan y después de un tiempo son tan traviesos como los demás”.

El colegio es católico y eso lo podemos notar desde la entrada en la que hay un mural con un religioso rodeado de niños chinos y animales, entre ellos resalta la figura juguetona de un panda, animal propio de china.

La capilla con una fachada llena de detalles arquitectónicos chinos (parece en chifa o una pagoda) y dentro de esta, la virgen con ojos razgados cargando a un niño de facciones similares, los altares tienen letras chinas y las misas de los domingos se dan en ambos idiomas, resalta también la presencia de monjes con hábitos franciscanos y el retrato del Papa Juan XXIII, a quien sel colegio debe su nombre, pues fue él quien con su apoyo impulsó que esta obra se llevara a cabo, recibieron el terreno como donación de la Universidad Católica del Perú y la ayuda de muchos otros religiosos, además claro del apoyo de la Beneficencia China ubicada en la Calle Capón.

Actualmente el colegio funciona con la junta directiva, la Asociación de padres de familia y la escuela de padres, son ellos los que toman las decisiones y deciden las futuras acciones o actividades del colegio.

La profesora Rosa, coordinadora de Chino, nos cuenta que llegó al Perú hace más o menos diez años, cuando ya había terminado el colegio en China y que lo que más le chocó, fue llegar y no poder hablar con nadie más que con su propia familia, luego no conocía Lima y se sentía muy sola y desorientada, pero estudió en una universidad y logró entrara enseñar al colegio; para ella, como para muchos de los migrantes, lo más difícil fue dejar familiares y amigos y rehacer su vida en un país extraño.

“Es muy duro no poder hablar, comunicarte con nadie, pero con el tiempo todo se aprende y felizmente ahora ya me acostumbré al Perú, ya se hablar bien el castellano y desde hace un tiempo, se pueden conseguir muchas más cosas importadas, así que podemos cocinar de vez en cuando los platos que solíamos comer en China”.

“Por eso, los alumnos que recién llegan de China, ingresan primero a un salón, divididos por edades, donde aprenden el idioma y son evaluados de acuerdo a sus conocimientos para ser ubicados en los salones que les correspondan”; este salón se llama speciale y como su propio nombre lo indica, tiene una metodología y un trato especial con los alumnos, ellos permanecen es dicho salón por no más de un año, tiempo en el que aprenden por lo menos las nociones básicas de nuevo idioma para así poder comunicarse, esto permite que el choque cultural no sea tan duro para con ellos.

“Por ejemplo, hace un tiempo llegó al colegio un niño chino que estuvo de frente en un colegio peruano, era muy agresivo, le pegaba a todos, como no podía hablar con nadie, su única defensa era pegar; pero ahora ya está más tranquilo, ya puede comunicarse con los profesores que como yo hablamos chino o con los otros niños chinos, además que poco a poco va aprendiendo el castellano”, esto nos ilustra en gran manera el estado de aislamiento en el que se funden al menos en los primeros tiempos los migrantes chinos que llegan al país y que no pueden comunicarse con nadie más que con sus compatriotas o familiares; en este sentido, el colegio trata y en gran medida logra hacer que el choque cultural no sea muy traumático para los niños y jóvenes.

Los niños aprenden el idioma mucho más rápido “en cambio cuando llegamos ya jóvenes, es muy difícil aprender un nuevo idioma, nos demoramos mucho más” nos cuenta la profesora Rosa, estos salones tienen un promedio de 20 alumnos que pasan a formar parte de los salones normales de acuerdo a su nivel y a como van asimilando el idioma, principalmente tienen problemas en lenguaje y en historia, pero logran nivelarse con la ayuda de profesores, consejeros y amigos.

Otro de los problemas por los que tienen que pasar los chicos migrantes es que su año escolar termina en Junio y aquí estamos en medio año, por lo que muchas veces pierden medio año de tiempo real, para poder continuar con el grado en que se quedaron, pero aprovechan ese tiempo para aprender el idioma y demás costumbres que les puedan ayudar.

Este, por ser un colegio católico, tiene clases de religión, misas y actividades religiosas, pero no es un requisito indispensable para estudiar en él ser chino y ser católico “muchos de los chicos que recién llegan vienen con la idea de ser ateos, sobre todo los mayores y es muy difícil hacerlos cambiar de parecer”, nos cuenta por ejemplo que cuando le pregunta a un niñito sobre que pasa después de la muerte este le puede decir que tendrá alitas, pero un joven contestará “dice la miss que me va a pasar tal cosa”, lo que nos hace pensar en lo difícil que es el proceso de evangelización en jóvenes que ya tienen una forma de ver el mundo y un patrón de creencias más o menos establecido, pero los niños son más moldeables y accesibles.

La misma profesora nos relata con mucho más interés y alegría sobre la semana de cultura china, en la que las familias llevan comida, los niños hacen origami (figuras de papel doblado), bailan y hacen intercambio de platos, además que enseñan a preparar platos simples a los pequeños para que se familiaricen con sus comidas.

Nuestro recorrido por el colegio 10 de Octubre fue muy parecido, tratan de conservar costumbres chinas pero hay gran respeto por la cultura del país en el que viven; este colegio es mucho más antiguo que el colegio Juan XXIII, fue creado por petición de la colonia china para conservar sus costumbres e inicialmente eran dos colegios separados, uno para hombres y el otro para mujeres, en sus inicios no se enseñada historia universal, pero ahora respetan los planes de estudio que da el ministerio de educación; actualmente está ubicado cerca de la Plaza de la Bandera y el ingreso no es exclusivo para chicos o descendientes de chinos, llevan al igual que el primer colegio citado un curo de Chino y otro de cultura China, buscando conseguir los mismos objetivos.

La infraestructura es muy parecida en ambos colegios, siguen patrones arquitectónicos muy parecidos y decoran las fachadas con elementos similares; este también es un colegio católico que respeta las creencias de sus alumnos, por lo general, no hay mayores diferencias entre ambos colegios, a no ser la existencia de salones especiales para los migrantes recién llegados.

LA COMIDA CHINA Y SU INGRESO AL PERÚ

En la comida china se puede notar que, a diferencia con la comida occidental, esta se prepara de acuerdo al estado de salud, tal es así que por ejemplo: si la persona tiene calor al estómago, su dieta alimenticia contará con elementos frescos, dejando de lado los condimentos irritantes; en cambio, en occidente, se deja muy de lado la salud de la dieta alimenticia y se recurre mayormente a remedios y medicinas, restándole importancia a las comidas y a lo que estas contengan.

Dentro de la comida se puede notar la influencia de las leyes del Tao o mejor conocido cono el Yin y el Yan, si la comida es salada, entonces se le agregará una pizca de azúcar para así lograr equilibrio en los sabores y que ninguno sea extremadamente fuerte, si la comida es dulce se procederá a añadirle sal.

Las leyes del Tao son tan simples como su propia diagramación y se basan en las leyes de los contrarios; al dulce se le opone lo salado, a la luz la sombra, a lo bueno lo malo, etc; la misión está en mantener la rueda girando sin darle mayor peso a uno de los lados, sin ser demasiado bueno o en el caso específico de la comida sin dejar que esta sea demasiado dulce o salada.

Se trata por lo general de completar los sabores, combinando comidas saladas con ácidas y amargas con dulces; una comida no está completa si sólo se da uno de estos sabores.

Por otro lado, dividen las diferentes carnes en cuatro grupos: las carnes de tierra, de aire y de agua, este último grupo se subdivide en peces y en moluscos; al momento de combinarlas siguen el patrón siguiente: Animales de tierra con animales de aire y moluscos con peces, logrando así que sus comidas sean variadas y estén completas. Dividen así también las diferentes verduras en rastreras, aéreas, tallos y raíces y hacen las respectivas combinaciones

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China, geográfica y étnicamente es un país con mucha diversidad, va desde Nepal hasta Shangai, incluyendo en su territorio a mongoles, mandarines, nepalíes, indoarios, caucásicos, etc; cada grupo en un lugar geográfico determinado y con costumbres y culturas diferentes.

La comida entonces, no podía ser igual en todos los lugares y va de acuerdo a la región en la que viven, los de Cantón y Shangai por ejemplo viven cerca al mar y por lo tanto sus dietas incluyen elementos marinos; los de Pekin comen animales terrestres como patos, ciervos y chanchos; los mongoles incluyen en su dieta la carne de caballo y carnero y los que viven al sur de China, frontera con Birmania y Tailandia incluyen en su dieta frutas y animales rastreros y como es un lugar mucho más tropical incluyen también condimentos picantes como el kión, la pimienta y la mostaza picante para así estimular la acidez estomacal y poder eliminar de forma natural las bacterias del agua e inmunizarse.

Una de las características de los chinos es que ambos esposos cocinan, los dos tienen habilidad para cocinar y aprenden desde muy chicos observando y ayudando en la cocina.

Recorriendo algunos de los chifas de la calle Capón, indagamos sobre la preparación de las comidas, conversábamos con la señora Silvia, que apenas podía hablar el castellano, su hija nos pudo traducir algunas frases y nos hizo ver como varios de los elementos de la comida china han sido incorporados a la cocina peruana

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“Si observamos la comida peruana, hay muchas especies que han sido incorporadas, hay comidas que son preparadas a base de sillau, es infaltable también el kión, incluso en los cebiches, muchos lo preparan agregándole kión”.

Nos refirieron que el ají chino es muy picante, su color es parecido al color del rocoto, pero mayormente es utilizado en la parte norte del imperio celeste, debido a que el frío es más fuerte.

La mayoría de los primeros inmigrantes han provenido del sur, donde se diría que el clima es más cálido. Esto influye en la utilización de varias especies, los del norte no consumen arroz, sino, una especie de harina como el pan, mayormente consumen comidas que sean más consistentes.

En el sur de China se prepara chaufa y tallarín saltado, actualmente se utiliza la col china, cebolla roja, cebolla china, arvejas verdes, etc. Elementos que en China no eran utilizados en sus comidas, aquí se puede ver la fusión de ingredientes y sazones que ha sufrido tanto la cocina china como la peruana, el arroz chaufa tiene hoy zanahorias, pero por ejemplo no sería posible preparar el lomo saltado, sin hacer uso del siyau.

Según Humberto Rodríguez Pastor, la incorporación de la comida china en el Perú se debe a los siguientes factores:

- Presencia de los Chinos en el territorio nacional por más de 140 años.

- El volumen de chinos inmigrados, que fueron aproximadamente 200 mil, sin considerar las generaciones descendientes de estos durante esos años y de aquellos que aún siguen llegando.

- Nuestras posibilidades gustativas de asimilación.

- La formación de una corriente de obtención y comercialización de productos de la culinaria china, aún hasta la actualidad con la aparición de negocios en donde se venden productos de la comida oriental.

Debido a estas razones y a las que iremos mencionando más adelante, en nuestro país es muy común celebrar algún acontecimiento en un buen Chifa. Esta costumbre tiene sus orígenes en aquellos primeros años en que los chinos recien se establecían en el Perú y acostumbraban a celebrar el Año Nuevo Lunar con gran festín.

Los peruanos curiosos que se acercaban al lugar de la reunión eran saludados con la frase : “Kon Hei Fat Choy” que significaba para los chinos un grato saludo lleno de buenos deseos, mientras que para los peruanos significaba : “invitación para comer comida china”, debido a que los chinos acostumbraban a recibir a todo aquel que llegue hasta el lugar del festín. Los peruanos en aquellas reuniones saboreaban las exquisiteces de la culinaria oriental.

De esta invitaciones resultó que los peruanos reconocieran el buen sabor de la culinaria oriental. Los peruanos apreciaban los platillos que probaban en esas fiestas con lo que los chinos fueron reconocidos como grandes maestros de la cocina y así fueron incorporados en las casas limeñas. Por aquellos días era muy común escuchar que los peruanos hablaran de : “Mi Chino” como forma de decir “mi sirviente”.

Los hombres chinos cocinaban muy bien dado a que su cultura se los permitía y porque además era parte de sus manías, como señala Juan de Arona.

Pero otro de los factores que contribuyó a que la comida china ingrese como parte de la dieta peruana fue el hecho de ´p0cas mujeres orientales llegaran al Perú. Por ello los chinos tuvieron que unirse a mujeres lugareñas o con aquellas que eran inmigrantes de la zona de la sierra. Las familias que ellos formaron fueron numerosas. Los pueblos que fueron escenario de estos cruces culturales son:

Chepén, Guadalupe, Huaura, Sayán y Pisco. En este último pueblo se dieron mezclas entre chino y negro. Entre los años de 1899 y 1910 fueron bautizados 889 hijos de chinos, fuera de aquellos que no fueron bautizados.

La situación se puso crítica cuando lso chinos al finalizar su contrato de ocho años debían crear medios para subsistir. Entre las opciones que tuvieron estaba el crear pequeños negocios en donde venderían lo que mejor sabían hacer: Cómida, con lo cual podrían mantener a su familia.

A estos primeros negocios se les llamaron Fondas. Manuel de Atanasio Fuentes menciona que por esta razón los chinos eran fondistas o fonderos. En realidad las fondas eran la continuación de aquellas actividades que los chinos desempeñaban en las haciendas, ya que por ejemplo, los chinos cocinaban día y noche cosa que hacían en las fondas.

Las fondas, en estos días abundaban y se encontraban por todas partes, es así que Ernest Middendorf menciona que estos establecimientos eran la salvación de cualquier viajero.

Por motivos de aceptación los chinos tuvieron que vender comida al estilo del Perú dada la necesidad de elaborar platos que sean aceptados por los comensales y por los fonderos. Así es que la comida china comienza a sufrir variaciones como es el caso del Lomo con todo o Lomo Revuelto que hoy en día lo conocemos por el nombre de Lomo Saltado, pero que en esas épocas tenían en lugar de papa a las verduras (Alberto Cordero y Rosario Olivas). Igualmente ocurrió con la coliflor Saltada a la que no puede faltarle el Sillao, pero que es un plato creado en el Perú por los Chinos.

Las fondas no eran muy grandes, aunque Juan de Arona menciona que en Trujillo había una tan grande en la que comía todo Trujillo, y que incluso atendían a domicilio.

Los chinos eran los más interesados en el negocio de la fonda, El público de este negocio eran las clases populares debido a que los precios eran muy baratos y que incluso lograron desplazar a los que ofrecían los cocineros peruanos, pero en realidad hay poca información sobre el tipo de comidas que se vencían en estos establecimientos.

Ernest Middendorf, afirma que algunos de los platos que se vendían en estos negocios eran de orígen chino-cantonesa como es el caso del tallarín saltado y de los frejolitos chinos.

En 1869 habían 51 negocios chinos, de los cuales 19 eran fondas. Para 1872, tres años después, habían 299 fondas y 146 pertenecían a chinos.

En el año de 1924 se produce una variación dado a que algunas fondas pasaron a ser restaurantes diferenciándose de las fondas que ofrecían comida criolla y en que su público era proveniente de las clases populares. Es probable que la fonda pase a llamarse restaurante cuando comienza a especializarse en comida china y que luego toma el nombre de Chifa, que es una deformación de la palabra china Chifan que significa comer arroz. En estos chifas se acostumbraba a jugar la Suerte China (Los chinos tienen una gran debilidad por los juegos). Este juego era una especie de lotearía cuyos boletos llevaban nombres y figuras de animales y que en cierto momento del día el propietario tiraba de una pita que estaba conectada a una caja desde donde caía una figura que era la ganadora y que hacía ganador a todo aquel que tuviera el boleto con la figura similar a la ganadora.

El chifa más antiguo de Lima fue el Kuong Tong de Juan Iglesias; adinerado peruano, descendiente de chino culí. También aparecieron paralelamente a este, diferentes chifas.

En 1920 todavía no se empleaba la palabra chifa en los carteles de los restaurantes, aunque su uso ya era aceptado.

La Revista Oriental indica la existencia por primera vez de un chifa en Trujillo en 1936 y lo hace al dar noticia de su inauguración.

Antes, El chifa era un lugar para la diversión musical, además de seer un lugar para celebraciones.

Allí, donde hay un chifa es porque hubo colonia china.

Hoy en día, no hay mercado donde no encontremos un puesto que venda artículos comestibles de la culinaria china, como por ejemplo: Tallarines chinos, Ajonjolí, Wantán, verdura picada, etc.

Casi todos los sectores sociales de Lima consumen productos chinos como por ejemplo el Sillao, que tiene gran aceptación en los hogares peruanos desde 1931 cuando se produce.

La fábrica Mey Mey, elabora salsas como el men si, joy sing, tec yau y sillao especial.

Las verduras chinas no eran importadas, pues estas llegaban de las chacras de Huachipa, Chancay, Chillón, Cañete, Pucará y en Huacho la mejor cebolla china.

Lo primordial de la aceptación de la culinaria china en los peruanos, se debe a la silenciosa enseñanza de los chinos, es por ello que por ejemplo sea común saber la receta del arroz chaufa.

El consumo del Té, al igual que el consumo de verduras y arroz en lños peruanos se debe a la presencia de los chinos en el Perú. También era común en aquellas épocas ver por las calles de Lima al chinito Chicharronero quien calentaba su aceite y vendía el chicharrón, un producto de origen desconocido. También era común ver al chinito manicero que gritaba “ maní totau” y que enseñó a los peruanos a cocinar el maní con arena para que no se queme, igualmente era común ver al chinito melcochero que vendía el min pau como bocadito.

VIDA SOCIAL: SUS CEREMONIAS, SUS REUNIONES, SUS PRACTICAS

Desde la época colonial, la presencia del chino habría hecho impacto suficiente como para que su idioma influyera a través de palabras y modismos en las lenguas coloniales. Incluso expresiones folklóricas como la china poblana debieron tener su origen remoto en Manila, para luego desarrollar los distintos significados que se le atribuyen en otros países como México y Cuba.

Sin suscribirnos necesariamente a esta hipótesis, conviene acotar que en el Perú, se han encontrado que decires populares como “hacer el chino” o “viaje a la China” (por engañar o hacer un trabajo inútil) tienen su equivalente en Chui chai jac, frase también popular en dialecto cantonés. Estas significaciones se derivan puesto que los chinos eran considerados, en la época de la Colonia, como personas de mal vivir, que tenían la costumbre de robar y de estafar.

A nivel local la colonia china procura mantener el interés en la tradición de sus mayores. Lo hace gracias a una serie de acciones que no parecen tener relación entre sí pero que en conjunto constituyen parte importante en el quehacer chino en Perú. El motivo más general está dado por la conmemoración del 10 de Octubre: la caída de la dinastía Ching y la formación de la República (1917). Ese día se enarbola la bandera de China Nacionalista en todas las calles comerciales. La bandera sólo se vuelve a lucir el 28 de Julio, junto con la peruana celebrando el aniversario nacional.

La festividad de Año Nuevo es otra fecha que se celebra con creciente entusiasmo. En ese día cohetes y bombardas saludan el paso del Dragón que desfila por las calles del Barrio Chino.

Es necesario precisar que las fechas de sus festividades varían según el calendario chino, pues ellos se rigen por el año lunar, por ejemplo: las Fiestas Patrias Chinas este año fueron celebradas el 28 de setiembre, el Año Nuevo fue el 4 de febrero, etc. La fiesta tiene un sentido muy especial para los chinos, es sinónimo de felicidad, de mejores augurios, de gran fortuna; ello va entrelazado con la figura del Dragón, el cual también encierra las mismas connotaciones de fortaleza y alegría, es por ello que se tiene la costumbre de celebrar en algún chifa la apertura de un nuevo negocio o de cualquier establecimiento comercial, es una tradición oriental muy arraigada. Todos los mitos, todas las tradiciones orientales nacen en la China por ser la cultura más antigua que hay.

La Navidad también es celebrada por estar aquí en el Perú, se prepara una cena, pero no es tan importante como cuando celebran las Fiestas Patrias Chinas en donde se dan toda una semana de actividades, exposición de fotos, bailes del Grupo del Dragón, etc., posteriormente se cierran las celebraciones con una cena en algún chifa. La fiesta de la Luna es también celebrada con mucho fervor por parte de la comunidad china, para esa fecha se suelen preparar los pasteles de la luna.

China es el país misterioso por excelencia, el país casi podríamos decir opuesto al mundo occidental, con sus ritos y sus creencias milenarias, su pasmosa calma y pasividad ante los sucesos de la existencia cotidiana... Y, naturalmente, con un Calendario completamente diferente del que rige en Occidente y unos signos zodiacales distintos de los de nuestro zodíaco.

En efecto, los chinos se rigen por un calendario lunar, que según la tradición se remonta al año 2637 a.C., cuando el emperador Huang-ti ofreció el primer ciclo de este zodíaco, cuando llevaba sesenta y un años en el trono. En este Calendario, cada ciclo completo abarca 60 años, y se compone de 5 ciclos sencillos, de doce años cada uno.

El Dragón, uno de los signos de este zodíaco, presenta una simbología muy particular, desborda vitalidad, actividad y salud. El Dragón simboliza la vida y el crecimiento. Consigue, asimismo, las cuatro bendiciones chinas: riqueza, armonía, virtud y longevidad.

El santuario del Barrio Chino es también un lugar de tertulia que recibe frecuentes visitas de los miembros de la colonia. Se encuentra ubicado en la calle Huanta; en 1960 estaba atendido por un guardián que practicaba los ritos de la adivinación. El guardián tras las inclinaciones tradicionales, movía un recipiente que contenía varillas de bambú marcadas con símbolos cuya interpretación se encontraba en un libro ad-hoc. La varilla que caía al suelo durante la ceremonia correspondería a la suerte de la persona que consultaba.

El menaje del santuario era más bien pobre y bastante usado, sobre la izquierda de la única habitación destinada al culto se distinguía el retrato de Sun Yat Tsé, figura frecuente en la mayoría de locales públicos de la colonia china. El guardián era un hombre que apenas sí podía expresarse en un castellano lleno de interjecciones gruesas. Su desaliño encajaba perfectamente con el santuario.

Como se puede suponer, ninguno de los motivos observados parece ser común a los chinos adinerados. Se tuvo la oportunidad de visitar un hogar acomodado en repetidas oportunidades. La familia conocía la vida cotidiana de la colonia, aunque sus amistades y relaciones sociales las hacían más bien entre los estratos altos de la sociedad peruana.

Las celebraciones no se hacen botando la casa por la ventana, sino celebran las fechas especiales con comidas en las que no acostumbra bailar, los invitados comen y se van. Los que acostumbran bailar son los de aquí, más no los chinos, actualmente se acostumbra bailar por ejemplo en los banquetes de bodas, pero inicialmente no eran reuniones bailables, sólo era una comida especial con platos especiales y sin ningún tipo de danza.

Los novios eran dos perfectos extraños, no se conocían hasta el matrimonio y se acostumbrada usar casamenteras que arreglaban los matrimonios, los esposos se conocían recién después de casados, en la noche de bodas.

Las familias más tradicionales se oponían a que sus hijos se casaran con peruanos pues eran considerados de otra raza, diferentes y con costumbres diferentes a las suyas, no deseaban que las razas se mezclaran y mucho menos no deseaban que se dé una fusión de culturas mediante el matrimonio, querían de alguna manera, mantener su pureza de sangre limpia y sin cruces raciales.

RELIGION

Los abuelos han creído en Buda, pero en el Perú han aprendido a convivir con la religión Católica, tal es así que Buda ha sido incorporado a sus creencias como un santo más y muchas veces la figurilla del Buda es colocada junto a las de los demás santos o patronos de la casa. O por otro lado los templos católicos a los que asisten chinos, tienen detalles y características de arquitectura o escritura china.

A la hora de ubicar una vivienda o un negocio, los chinos se fijaban mucho en que tenga una buena orientación para que los elementos del viento (Fun) y los del agua (cen) les sean favorables tal es así que “si el negocio va mal, es por que está mal ubicado, no posee un “fonsen” bueno.

Cada 15 de Agosto se celebra el año lunar, con este motivo se prepara un pastel chino que es llamado el pastel de la luna, ellos al igual que en nuestra cultura celebran durante el año fiestas de acuerdo a las estaciones, celebran la llegada de la primavera o del verano con fiestas y ritos, como aquí se celebra el Intirraymi o el santiago.

MUSICA

Para la música occidental, basada en los logaritmos que Neper implantó en la notación musical, asignándole a cada nota un valor logarítmico y midiendo la distancia entre nota y nota mediante ecuaciones matemáticas, incluyendo los semitonos y bemoles; acogida por Bach que es considerado por ello el padre de la música; la música china como la música originaria del Perú, resulta siendo pentafónica.

Pero realmente no es que sea menos rica en sonidos y que estos se limiten a cinco sonidos básicos, lo que pasa es que la notación logarítmica no puede registrar los sonidos que producen los diversos instrumentos chinos, como por ejemplo el que se produce con una especie de violín de una sola cuerda, que para nuestros desacostumbrados oidos podría sonar como el maullido de un gato.

Existían y de hecho existen modos de registrar este tipo de música, pero son recursos nemotécnicos, con cuadrados y puntos en su interior que señalaban la intencidad del sonido, algo así como los cuadernos de cantos de los Monjes Gregorianos que tenían tres líneas y en ellas se señalaba el tono del coro, que luego servirían de base para el estudio de Neper.

Sólo llegado siglo XX, en el que gracias a los sintetizadores y a las computadoras músicos orientales como Tomita o Kitaro han sido capaces de escribir este tipo de sonidos en pentagramas, enriqueciendo su música con elementos y sonidos orientales (japoneses y chinos).

EN CUANTO A DISCRIMINACION

Al hablar con Victoria León de Li, sobre si en algún momento había sentido discriminación, nos contestó: “En la época en que vivían mis padres; aproximadamente, en los años 30, más o menos por 1 920, hasta los años 60 pude sentir como eran tratados despectivamente; los llamaban chinos macacos o chinos monos”.

Inicialmente se veía a los chinos como gente inculta, esclavos culíes.., pero en la actualidad, los hijos de esos esclavos ya son profesionales y van destacando en el mundo laboral. En esta conversación pudimos interpretar como Victoria se refería a sus padres, narrando en tercera persona, sin inmiscuirse, ella según lo que nos contó, no fue presa de discriminación, prefiere hablar de la discriminación como un hecho aislado a su persona.

Una de las razones que nos dieron para explicar la discriminación sufrida por los chinos fue “de repente los discriminaban porque no hablaban bien el castellano, algunas personas se burlan, en esa época siempre fastidiaban”, tanto por el idioma, por las costumbres o hasta por el color de la piel, los chinos y sus descendientes fueron presa de burlas por parte de los pobladores de Lima, actualmente no se dan tan abiertamente las frases discriminatorias, pero esto no indica que el racismo haya sido erradicado totalmente de nuestro medio, es sólo que actualmente los chinos ya no ocupan el lugar del esclavo pobre, ahora son comerciantes y en muchos de los casos son profesionales.

Pocas veces han viajado a China y estos viajes dependen mayormente del lugar donde reside la familia, por lo que nos pueden referir, los climas en China son mucho más acentuados, las estaciones más marcadas y se puede ver mucha vegetación en las montañas, pero por lo general el clima no resulta ser muy agradable para los que van a conocer la tierra de sus padres o para aquellos que retornan después de muchos años, el clima de Lima resulta siendo mucho más templado y favorable para sus nuevas costumbres.

VALORES MORALES

El ancestral pensamiento chino sigue intacto a pesar del tiempo, es de mucha importancia el honrar al padre y a la madre, se tiene muy arraigado el sentimiento de obediencia y el respeto a los mayores. Se tiene mucha consideración por los ancianos ya que su vejez es símbolo de sabiduría y por lo tanto sus concejos no son desatendidos.

PRACTICAS

La Acupuntura.- Se utilizan agujas, que se colocan en puntos específicos del cuerpo de acuerdo a los males que tenga la persona.

En Lima se puede apreciar que se siguen dando estas prácticas curativas ancestrales, no sólo mediante la aplicación de la acupuntura, sino también por el tratamiento mediante ejercicios de meditación y relajación y por el uso de diversas hierbas naturales y ungüentos que los mismos médicos chinos preparan o mandan traer desde la propia China.

El Tai Chi Chuan

Tai = Grande Chi = Polaridad Chuan = Puño

Significa puño de gran polaridad

Es una rama del Kung Fu y en la actualidad forma parte de la medicina tradicional china. Se considera como una forma de meditación y movimiento. Cada movimiento representa un movimiento de algún animal , como por ejemplo de aves volando, la caminata del gato.

Los movimientos son suaves, flexibles, llenos de elasticidad y control del cuerpo la fuerza se da en los tendones de los dedos.

Hay una fusión en el uso de la fuerza mental y la fuerza espiritual, requiere de mucha concentración y este trabajo se puede dar en forma individual o grupal.

Los niños pueden iniciarse en estás prácticas a partir de los ocho años y no hay una edad límite para su práctica.

“El Tai Chi Chuan es uno de los legados más preciosos de la cultura china a la humanidad” comenta el profesor Joseph Cruz, él no es descendiente de chinos, pero practica este arte hace muchos años y siente un gran respeto hacia la cultura china.

LAS ARTES MARCIALES CHINAS

Las Artes Marciales se inician en la India, China, Japón y otros países del Asia. Después de la segunda guerra mundial, ingresa a Occidente el Arte Marcial del TAI - CHI que se constituye como folklore de cualquier país.

Después de la abolición de la esclavitud, en la segunda mitad del siglo pasado, llegaron los primeros inmigrantes chinos al Perú. Más tarde llegó otro contingente de chinos que venían huyendo de la Revolución de Mao, siendo la mayoría provenientes de la región de Cantón, quienes se ubicaron en el Barrio Chino, en la Calle Capón, en los Barrios Altos. Es así como llegan las Artes Marciales al Perú.

En algunos lugares ocultos del Jirón Paruro existen viejos templos construidos hace más de ochenta años, imitando a los templos Shao- Lin del Oriente. Los viejos maestros chinos practicaban las Artes Marciales en estos templos, en donde los peruanos no tenían acceso.

Es en la década del sesenta, cuando la afición por las Artes Marciales crece y el hermetismo oriental se rompe.

Los jóvenes peruanos actualmente pueden ingresar a estas escuelas en donde pueden aprender y difundir las técnicas orientales. Ahora hay nuevos templos que si bien no guardan mucha relación con aquellos que vemos en las películas, están consagrados a la formación espiritual y física de quienes aman las Artes Marciales Chinas.

Para los maestros que difunden este arte oriental, la expresión corporal tiene gran significado. Para ellos, la expresión corporal es todo lo que hace el chino con amor, con arte y con mucho respeto, ya sea cualquiera la profesión que desempeña, el Arte Marcial es una concentración espiritual y mental, y no tiene su origen en cuanto puede destruir, sino en cuanto puede hacer feliz a un hombre.

El KUN-FU es el arte mayor de las artes marciales y está compuesta por dos corrientes:

- La corriente del norte de China.

- La corriente del sur de China.

Las Artes Marciales tienen en su esencia, estilos que representan formas animales, así por ejemplo hay el estilo de la grulla, la mantis, el tigre, etc.

Dentro de los maestros, están aquellos que practican los estilos de la corriente del sur de China y quienes practican los de la corriente norte de China.

En el Perú, las Artes Marciales han tenido y tienen gran acogida. Desde la presencia de películas sobre Artes Marciales en la televisión nacional como (canal 2, canal 4 y canal 7), hasta pasar por gimnasios que tienen horarios destinados a la enseñanza de estas artes, más que todo por una necesidad de las personas por querer saber como defenderse en caso de cualquier ataque y también por buscar una forma de relajamiento y obtener un balance espiritual y mental.

VISION DE LOS NUEVOS MESTIZOS: LA ASOCIACION TUSAN

¿QUÉ BUSCAN?: Escuchar y ser escuchados, soñar, arriesgar, fracasar y triunfar, tener derecho de pensar y actuar. Pregunta y respuestas que sintetizan el sentir y expresar de una importante generación de descendiente chinos nacidos en el Perú, como resolución afirmativa a sus impostergables necesidades de labrarse un porvenir en el suelo que acogió a sus padres y abuelos.

Desde su nacimiento, la Asociación Tusan marcó un hito y un derrotero, forjando conciencias y fundamentándose en una concepción universal: Hermandad, respeto, justicia de valores y progreso. Este movimiento se gestó con el concurso de jóvenes que frisaban entre la adolescencia y los casi treinta años de edad. Eran años en verdad azarosos. No sólo en el ambiente político peruano, sino también en la tierra ancestral.

En la intimidad individual y la paz hogareña, los ciudadanos chinos añoraban retornar al terruño nativo. Y eso influía en sus hijos. En el seno familiar se mantenían costumbres ancestrales -idioma, alimentación, respeto-, empero al traspasar el umbral había otra realidad, diferente en su totalidad. Esa mixtura conmocionaba al tusan. Biológicamente era chino, documentariamente peruano. La raza colisionaba con el ordenamiento legal.

El 6 de agosto de 1961 la Asociación Tusan obtiene personería jurídica, y así figura en el Registro Mercantil de Lima, Asiento I del tomo Sexto de Asociaciones.

A pedido expreso del Monseñor Horacio Ferruccio Ceol, quien había ocupado un Obispado en China, la flamante Asociación Tusan contribuye a la formación del colegio católico “Juan XXIII”, alquilando un local y sufragando los gastos correspondientes; a la vez, matriculan a sus hijos en el plantel que poco a poco va creciendo hasta alcanzar un lugar de vanguardia en la enseñanza.

En sus principios estatuarios, la Asociación enuncia: “Es una institución de finalidad social, cultural, deportiva, altruista y de ayuda mutua”. Y eso empieza a cumplirlo y ejecutarlo. Trabajando en conjunto unas veces, otras en forma autónoma, empieza a vincularse con la Sociedad Central de Beneficencia China y otras sociedades, como: Chung Shan, Pun Yui,Tau Mun, Ko Kon Chau y extendiendo esa participación a otras entidades de provincias.

Manteniendo su vinculación con el pueblo chino, deciden impartir clases de idioma chino (dialecto cantonés, en especial), luego lo expanden a la enseñanza del castellano (como forma de integrar a quienes no tienen dominio de esta lengua) y del inglés. Se abren cursos teatrales y charlas culturales. Organizan permanentes competencias deportivas. Ejecutan campañas a favor de los ancianos de pocos recursos económicos o abandonados, con la participación de la Asociación Médica Tusan; visitan asilos llevando vestido, alimento y medicinas, a la par de hacer donaciones económicas mensuales a estos hospicios. Y así van marchando hacia el futuro.

La Asociación Tusan cumple un papel descollante en la integración chino-peruana. Había una gran diferencia entre los padres de origen chino y sus hijos nacidos en el Perú (igual debe haber ocurrido en otras latitudes). Sin perder sus raíces, los tusan se adecuaron a la psicología, costumbres y cultura peruana, enfrentando la vida desde otra perspectiva.

CONCLUSIONES

EL CHINO EN LA SOCIEDAD PERUANA

Aunque ya estamos lejos de la guerra con Chile y la sociedad peruana no hace evidentes sus actitudes discriminatorias, es posible observar que la población china y sus descendientes son mirados con considerable aprehensión.

A su vez los hua ch'iao tachan a los peruanos de ociosos y dilapidadores. Los matrimonios mixtos son siempre recibidos con malos augurios en razón de la supuesta poca industria de los nativos.

Dentro de la comunidad china, el hua ch'iao (chino de ultramar) ha sido categorizado en función de su cercanía a la tradición oriental. Se pueden observar tres sectores en la comunidad china. El más deseable es el que está formado por nacidos en China, que hablan chino. Este grupo hace un considerable esfuerzo por mantenerse a sí mismo y conservarse chino. Para ellos no vale la pena asimilarse. El matrimonio con peruanos es mirado como de mal gusto. Un segundo grupo está formado por aquellos que son parte chino, hablan chino y están asociados con el primer grupo. El tercer grupo incluye a quienes son también parte chino pero no hablan chino ni frecuentan gente de los grupos anteriores. Este grupo se asocia casi exclusivamente con peruanos y puede ser clasificado como peruano antes que chino. Se trata de un sector completamente asimilado que a los ojos de los chinos está considerado como de más baja categoría social.

Se diría más bien que la búsqueda de autenticidad china es un ideal teórico que los mismos hua ch'iao saben irreal. De hecho se procura integrar a los hijos al modo de ser peruano, de tal forma que se eviten muchos de los problemas observados por la generación migrante. Esto no evita las fricciones generacionales.

Una mirada superficial al panorama político nacional nos podría hacer pensar que existen tendencias de cambio en la posición social del chino-peruano. Las poblaciones inmigrantes, dentro del contexto nacional, antes que constituir unidades económicas, políticas, raciales y culturales diferenciadas (grupos étnicos), se han asimilado más bien a la estructura de grupos, fracciones y clases, impregnando en ellos sus propios valores, cultura y acentuando aun más la complejidad de la relación clase-raza en esta sociedad.

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Obtenido de la Revista Dominical.




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Enviado por:Almatayoshi
Idioma: castellano
País: Perú

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