Historia
Incas
INTRODUCCIÓN
En este trabajo de historia hablaré sobre los aspectos más relevantes del Imperio Inca el cual tuvo una gran influencia en nuestra cultura, a continuación daré una pequeña introducción a lo que es este gran Imperio.
En el siglo XII, una tribu de indios de América del Sur que vivía en las montañas del Perú se instaló en el fértil valle del Cuzco. A fines del siglo XV ya había conquistado un vasto territorio de más de un millón de kilómetros cuadrados y con una población que superaba los 15 millones de habitantes. Los incas dominaron este territorio gracias a su poderosos ejército y a la fabulosa redes de carreteras con que lo cuadricularon. Los emisarios se turnaban (no tenían caballos ni vehículos) y recorrían hasta 240 km diarios para recoger y entregar mensajes que llegaban y salían de Cuzco, la capital. A la cabeza del Imperio estaba el jefe inca, adorado como un dios y con poder absoluto sobre todos sus súbditos. Pero cuando en 1525 murió el jefe Huayna Capac, los dos rivales que se disputaban el trono provocaron una guerra civil. En 1532 llegó un destacamento militar español y encontró un país sumido en el desorden. Derrotó con facilidad al ejercito inca, y el Imperio quedó en manos de los españoles. El último emperador de los incas fue Tupac Amaru, que murió decapitado en Cuzco (Perú) en 1572
INCAS
ORIGEN LEGENDARIO: El dios sol (INTI) envió a sus dos hijos MANCO CAPAC y MAMA COLLO para que civilizaran, los colocó cerca del Lago Titicaca para que fundaran la ciudad sagrada (CUSCO).
ORIGENES: Eran los incas una tribu indígena de raza aymará, probablemente venida de las orillas del Lago Titicaca (Bolivia), y que en fecha desconocida emigró a la sierra sur del Perú, donde fundaría su capital Cuzco (ombligo del mundo, en la lengua quechua de los incas).
El imperio inca, se extendía por una gran parte de América del Sur en el siglo XV y primer cuarto del XVI. El imperio abarcaba unos 4.000 km por la costa occidental de América del Sur y comprendía desiertos costeros, elevadas montañas y zonas de jungla baja. Cubría la mayor parte del Perú moderno, parte del Ecuador y Bolivia, el noreste de Argentina y la mayor parte de Chile.
LA HISTORIA: Los incas fueron un pequeño grupo militarista, que conquistó a otros pueblos, integró sus culturas y estableció uno de los imperios por antonomasia. Su originalidad no está en el aporte cultural, sino que en su organización administrativa y política, tema que trataremos en profundidad más adelante, interpretada de muy diversas manera por los cronistas de la colonización y por historiadores actuales. En los míticos orígenes de los incas puede adivinarse la migración de un reducido grupo homogéneo desde la cuenca del Titicaca (como mencione anteriormente) al valle del Cuzco, ocupado por una población autóctona que dominaron.
Bajo el mando de los ocho primeros soberanos, el dominio inca sólo se extendía por los alrededores de Cuzco. Con Pachacuti ( o Pachacutec), sucesor de Viracocha, quedaron atrás los tiempos míticos, penetrando los incas en el sendero de la historia hacia 1438. Éste fue el gran político, organizador y conquistador. A él se atribuye la reconstrucción de Cuzco, el cultivo en terrazas y el establecimiento de almacenes para guardar el grano necesario para la subsistencia de los trabajadores de la ciudad. En el sistema conquistador, consolidó el dominio en las zonas cercanas al Cuzco, incorporó la región Cajamarca, los reinos de Cuismancu y Chuquimancu en la costa, y la región del lago Titicaca. Le sucedió al parecer en 1471 Túpac Yupanqui, que llevó los límites del imperio a las máximas cotas; la selva le impidió el avance hacia el este, y el Pacífico puso barreras naturales hacia el oeste (aun cuando existe una tradición de un viaje transoceánico, en dirección a la Polinesia).
En 1493, y tras la tradicional lucha sucesoria, se proclamó inca Huayna Cápac, cuya labor consistió en consolidar la estructura imperial. Aunque su época no fue conquistadora, cabe señalar la incorporación de las provincias de Chachapoyas y Moyopampa, y el territorio norteño del Ecuador, Huayna Cápac murió en 1525, coronándose su hijo mayor Huáscar en el Cuzco, mientras el hermanastro, Atahualpa, hacia lo propio en Quito. Así se inició la guerra civil, que terminó con la victoria de éste, y la muerte de Huáscar, coincidiendo con el desembarco de Pizarro en Túmbes, en 1532.
El Imperio Incaico, también llamado Tahuantinsuyo o Tawantinsuyu (cuatro suyos, o puntos cardinales, con el centro en Cuzco), estaba poblado por unos doce millones de habitantes, con cierta complejidad étnica ( collas o aymarás, quechuas, yungas, atacameños). Para conseguir la homogeneización cultural, trasladaron parte de la población de una zona recién conquistada a otra región ya ocupada de antiguo, y llevaron de ésta a aquélla, gente incaizada, para que actuara como elemento de transculturación. La religión y el idioma también constituyeron factores unificadores. Apenas conquistada una región, implantaban en ella el culto al sol y la lengua quechua. Solían, además, llevarse a Cuzco a los hijos de los señores y nobles del pueblo vencido, para educarlos, junto a la juventud nobiliaria inca. Otro elemento de incaización fueron los caminos, que configuraron una red de más de 40.000 kilómetros.
ADMINISTRACIÓN INCA: Todos los miembros del Imperio debían prestar el servicio militar, todas las armas eran hechas por el estado (hondas,, lanzas, flecha).
Al conquistar el territorio , la tercera parte iba a la comunidad, la otra parte para el Estado Inca y la otra parte para el dios Inti (emperador). Las tierras de la comunidad eran repartidas por el jefe o curaca (funcionario menor), le entregaba a cada familia un tupu (pedazo de tierra). Las tareas agrícolas se efectuaban en forma comunitaria, luego los mismos trabajaban las tierras del estado y las tierras del dios Inti.
ESTRUCTURA SOCIAL Y POLÍTICA: Los incas dieron vida a uno de los primeros totalitarismos de la historia. No eran socialistas, ya que había entre ellos una marcada diferenciación de clases. En cambio, no puede negarse que fueron totalitarios, pues su estado, el Imperio, regulaba por completo la vida humana aún en sus aspectos más íntimos y personales
La célula inicial y fundamental de la sociedad inca era el ayllu, un clan compuesto por varias familias amplias -relacionadas consanguíneamente- y dueño colectivo de cierta cantidad de tierra agrícola, en la cual habitaba. El parecido con el calpulli azteca es notorio.
Como el calpulli, también, el ayllu asignaba temporalmente, “prestaba”, lotes de tierra a sus miembros, para que los cultivasen. El tamaño del lote dependía de las necesidades personales y familiares del respectivo beneficiario, y bastaba para satisfacerlas, pero sólo en lo indispensable… la subsistencia mínima.
Esto dejaba, en cada ayllu, tierras sobrantes, cuyo destino explicaremos pronto.
Componían el ayllu los puric, vale decir, todos los varones cuya edad y salud fuesen compatibles con el trabajo agrícola.
Estos puric y sus familias ( en conjunto, los hantunruna) fueron la clase popular.
Sobre ella, con el crecimiento del Imperio, se fue constituyendo una pirámide… una vasta red de funcionarios organizados en forma jerárquica. El último en importancia - o sea, el más cercano a la base, al pueblo- tenía a su cargo diez puric. De aquí podemos deducir el impresionante volumen de la burocracia incaica. Se ha calculado que por cada 10.000 habitantes del Imperio, existían 1.331 funcionarios.
La capa superior de la pirámide eran los nobles, los orejones, llamados así por los pesados aros metálicos que usaban, y que los deformaban las orejas. De allí salían los altos funcionarios administrativos, militares y religiosos, que gobernaban el imperio
Nos falta la cúspide de esta pirámide social: el emperador, el Sapa-Inca, dios e hijo y descendiente de dioses, todopoderoso, vitalicio, pero cuyo cargo no era estrictamente hereditario: a su muerte, su sucesor sería quien él hubiese elegido al efecto, generalmente entre los hijos de la Coya o esposa principal (pues como sus nobles, el monarca practicaba la poligamia), quien solía ser, además, su propia hermana o una parienta próxima. El Sapa-Inca vivía aislado de la plebe, y aun de la nobleza, en medio de un lujo desbordante y de la aterrorizada veneración de sus súbditos.
Existían, además grupos sociales difíciles de jerarquizar, gente extraída de su ayllu y no protegida, en consecuencia, por las tradiciones de éste. Eran:
- Los yanaconas, sirviente hereditarios, casi esclavos, del sapa-Inca y de la nobleza.
- Las mujeres escogidas -por su hermosura- las acllacuna que eran destinadas al servicio religioso ( las célebres “vírgenes del sol”), a esposas de nobles, o a concubinas del Sapa-Inca.
- Los súbditos comunes del imperio, los hanturuna, agricultores, guerreros del montón y pequeños burócratas, gozaron de una muy reducida, así nula libertad personal.
El puric no podía cambiar de habitación ni de trabajo. Debía casarse a los veinte años. De lo contrario, el estado le seleccionaba mujer y lo forzaba al matrimonio; no había en el Imperio solteros por voluntad propia. La poligamia estaba prohibida al plebeyo. Incluso se le vedaba cerrar la puerta de casa, a fin de que los burócratas imperiales tuviesen la posibilidad de entrar a aquélla y revisarla, en cualquier momento.
Un funcionario del Imperio distribuía las tierras del ayllu. El exceso, a menudo considerables, se repartía en dos grandes lotes, uno para el Sapa-Inca y el otro para el sol ( o sea, se le destinaba a financiar el gasto del culto religioso). Estos lotes eran laborados y cosechados por los puric del ayllu correspondiente.
Los puric enseguida, debían cumplir con la mita… turno anual de trabajo, por lo común utilizando obras públicas. La leyenda indígena narraba que un emperador incaico, no teniendo ninguna función útil para la mita de una año. Le asignó la tarea de cambiar un cerro de lugar, desde el suyo original a otro distinto.
La raíz de la reglamentación tan minuciosa y asfixiante ( de la cual hemos dado apenas algunos ejemplos) ha debido ser la dificultad de distribuir y de emplear óptimamente dos recursos vitales para una nación de agricultores, y escasísimos en la sierra: el terreno cultivable y el agua de riego. Interesa anotar que la producción de la “tierra del Sapa-Inca”, en los ayllus, se guardaba en almacenes imperiales, y servía para evitar hambrunas durante la época de escasez; se repartía, entonces, gratuitamente.
GUERRA E IMPERIO: Los incas eran experimentados y valientes guerreros, gracias a o cual se formó el gigantesco imperio antes señalado. Abarcaba 500 tribus indígenas diversas. Excepto algunas de las selvas y nuestros araucanos, ellas no pudieron resistir el avance incaico.
El Imperio Inca fue muy distinto al azteca. Al revés de éste, los incas incorporaban el territorio de los vencidos al dominio y soberanía imperial, como una provincia más, y le imponían no sólo tributos -pagaderos, si era posible, en sustancias preciosas -, sino, además, sus propios gobernantes y leyes, y hasta su propia religión, todo sin miramiento alguno.
Si un pueblo en derrota no se sometía a esto de buen grado, los incas simplemente lo deportaban en masa, a vivir entre otras naciones del Imperio, más dóciles a su yugo. Y lo sustituían, en su antiguo hábitat, por colonias de aquellas naciones dóciles. Estas colonias pacíficas y pacificadoras fueron llamadas mitimanes.
La dirección del imperio, férreamente centralizada en el Sapa-Inca, tenía como sede el Cuzco. Mas para fines administrativos, se encontraba dividida en cuatro regiones o suyos, cada una a cargo de una especie de virrey muy poderosos…, pero que se humillaba hasta la nada frente a su emperador. Por eso el Imperio Incaico era el Tahuantisuyo, “las cuatro regiones del mundo”, cuyas líneas divisorias se intersectaban en la capital, “ombligo de la tierra”.
El gobierno de tan vasto Imperio fue facilitado por el perfeccionadísimo sistema de comunicaciones de los incas, que se basaba en:
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La red de caminos. Surcaba ella el imperio en todas direcciones. Los caminos con orientación norte-sur fueron dobles: uno corría por la costa y otro por la montaña. En el desierto, eran sólo huellas, marcadas con estacas; en la sierra, eran escalas talladas en la roca viva; en las zonas pantanosas, iban sobre terraplenes. Ríos y quebradas se atravesaban por puentes colgantes. A trechos tenían posadas públicas con provisiones, llamadas tambos.
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Los chasquis, correos, que se relevaban como una posta, y que llevaban noticias, quipus mensajes, y aún cargas livianas, con increíble velocidad se sostiene que el Sapa-Inca comía en el Cuzco, diariamente, pescado fresco traído de la costa por los chasquis
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- Los visitadores, altos y secretos funcionarios, dependientes del emperador en persona y que recorrían el Imperio constantemente, de incógnito, para inspeccionar e informar sobre todo cuanto pudiese interesar al soberano.
CIENCIA: Alcanzó escaso desarrollo. No conocieron los incas la escritura. Su astronomía fue imperfecta, pero les permitió elaborar un calendario de doce meses lunares, más los días complementarios. Su invento de mayor ingenio sería el quipu. Lo constituía un cordón central, del cual salían numerosos cordones laterales. En estos había una serie de nudos. Era un instrumento para memorizar cifras importantes. Los diversos trenzados y colores de los cordones indicaban distintos tipos de objetos (por ejemplo, clases de armas en un arsenal) y los nudos señalaban las cantidades de cada clase. Tenía, además. Otras aplicaciones, muy complejas.
AGRICULTURA: La agricultura una parte fundamental para los incas. Los agricultores utilizaban métodos muy adelantados de cultivo y, en la época de la conquista española los antiguos americanos eran los mejores cultivadores de plantas del mundo. Las patatas de los Andes forman parte de la contribución a la dieta de los europeos. La mano de obra humana era el elemento vital, ya que sólo disponían de la llama, que podían acarrear cargas muy pequeñas. Los métodos de labranza dependían del clima y de la geografía de la zona.
Para conseguir mayor rendimiento de sus cosechas, los incas empleaban ingeniosos métodos de allanar el terreno formando terraplenes y de riego en las laderas de los terrenos montañosos. Construir terrazas significaba que podían utilizar más tierra para cultivar y también ayudaba a resistir la erosión del viento y la lluvia. Estas terrazas están en Machu Picchu.
Empleaban distintos tipos de abono como pescado podrido, excremento humano y animal, guano de covaderas etc…
En la zona andina, el cultivo del suelo era la base de la vida. Los agricultores cultivaban sus cosechas valiéndose de herramientas sencillas como útiles para excavar, para deshacer terrones de tierras y azadas.
CAZA Y PESCA: La caza y la pesca constituían actividades importantes en la región andina. La carne y el pescado formaban parte de la dieta alimenticia, dependiendo de lo que hubiera disponible en la zona. La vida animal en los Andes era más abundante en las altas montañas del Norte, donde existían grandes mamíferos, como las vicuñas, parientes salvajes de las llamas, y los venados. Estos animales se cazaban con arcos y flechas. Pescaban toda clase de animales, desde mariscos a grandes peces y mamíferos marinos, con redes arpones o cañas. Los anzuelos los preparaban con púas resistentes de cactus, con conchas con huesos y anzuelos de cobre.
Muchos oficios, como la pesca, se transmitían de padres a hijos. A los niños se les enseñaba a pescar desde muy temprana edad y a los 14 años salían a pescar solos.
Los cazadores y los soldados incas empleaban hondas como armas de largo alcance. Las fabricaban de lana de llama trenzada. La piedra se coloca en la parte central. Sujetando ambos extremos, se hacía girar la honda por encima de la cabeza. Al soltar uno de los extremos la piedra salía disparada hacia su objetivo con gran precisión. La herida infligida por la piedra podía ser mortal.
HABITANTES DE LOS ANDES: Los habitantes de la zona andina habitaban en zonas altas o en zonas costeras. Construían sus ciudades de forma que se adaptaran a su localización, con materiales que se encontraban en la región. La construcción típica de las zonas altas tenía un tejido inclinado de paja y paredes de mampostería. En la costa, los edificios solían tener paredes de ladrillos de barro (adobe) recubiertos de barro pintado y techos planos. Las ciudades elevadas como Machu Picchu, no podían adaptarse a una disposición regular, al contrario que las ciudades de las zonas costeras llanas como Chan Chan. Los primeros edificios utilizados como hogares se remontan al siglo VI a. De c. Las construcciones públicas, tales como edificios del gobierno, almacenes, puentes y canales, las edificaban los contribuyentes, como una especie de impuesto, proporcionando el estado los materiales.
Los incas son famosos por sus excelentes construcciones en piedra. Los canteros cortaban enormes bloques de piedra y arena húmeda para pulirlos. Los bloques encajaban tan bien unos con otros, que no se necesitaba argamasa.
La ciudad inca de Ollantaytambo contiene algunos de los restos arquitectónicos más impresionantes de Perú. Cada bloque fue cortado con toda precisión y colocado en una posición específica.
La capital religiosa y política de los incas, Cuzco, está situada en el corazón de los Andes, rodeada de montañas. La ciudad estaba dividida en secciones por calles estrechamente pavimentadas, diseñadas para representar las cuatro partes del imperio azteca. Tenía plazas para ceremonias, palacios y templos. En el centro de la ciudad sólo vivían los gobernantes y la nobleza.
Cuzco estaba protegida del enemigo por la fortaleza de Sacsahuamán, construida en una empinada colina que domina la ciudad por el norte. Se ha calculado que su ejecución duró 70 años y que en ella trabajaron 30.000 hombres. La fortaleza era de piedra extraída allí, dándosele forma individual a cada gigantesco bloque. Tres impresionantes muros de piedra, de 16m de altura, protegían la fortaleza.
Los palacios incas disponían a veces de baños de piedra, hundidos en el terreno, para que los reyes descansaran y se bañaran. El agua discurría hasta el baño por unos canales de piedra. Los baños Tambo Machoy, situados cerca de Cuzco, fueron construidos en el lugar de un manantial sagrado.
Situada estratégicamente en el borde del imperio inca, la apartada ciudad de Machu Picchu fue construida, probablemente, a finales del siglo XV. Un fue descubierta por los conquistadores españoles y su existencia no se conoció hasta 1911. El lugar es un asombroso ejemplo de arquitectura inca: una fortaleza natural protegida por empinadas pendientes, rodeada de elevados picos montañosos y a la que sólo se podía acceder por un punto. De sus 143 edificios de granito, unos 80 eran viviendas y el resto edificios de ceremonias, tales como templos. En Machu Picchu se encontraron muchas momias, la mayoría de ellas mujeres.
VIDA FAMILIAR: El padre trabajaba para sustentar a su familia y pagaba impuestos; la madre trabajaba en el hogar, ayudaba a su marido en el trabajo y se ocupaba de los hijos. Los incas plebeyos tenían que educar a sus hijos
Los incas consideraban importante que una pareja casada tuviera hijos, las mujeres incas al dar a luz recibían ayuda, cuando daban a luz, de mujeres que habían tenido gemelos y de sus vecinas. Tras el parto, la madre y el recién nacido se bañaban en el río. El cordón umbilical no se tiraba, sino que se guardaba en la casa.
Las obligaciones de las mujeres variaban según el rango.
EN CASA: Vivían en casas sencillas, muchas de ellas de una sola habitación principal y muy poco mobiliario. Las casa incas eran de piedra o de adobe.
El tipo más corriente de casa inca, tanto si era de adobe como de piedra, era rectangular, con techo de paja y normalmente de una sola habitación. En las casas incas no había mobiliario. Los bloques de piedras empleados en la construcción de las casas estaban tallados de forma que encajaban perfectamente unos con otros y no era necesario emplear cemento.
En la región andina podía reconocerse la posición de una persona por el tipo de vasija que utilizaba para beber. Los campesinos bebían en vasijas de cerámica. Algunas personas acaudaladas bebían en vasijas de oro o plata.
COMIDA Y BEBIDA: Comían de forma muy sencilla. El maíz era el alimento principal de su dieta alimenticia, junto con vegetales tales como frijoles y calabazas. Las patatas y la quinua, una especie de grano. Con el maíz se preparaba una especie de gachas, que recibía el nombre de capia, también habitualmente se comían tortas de maíz. Uno de los platos favoritos de los incas eran los tamales, una especie de envoltura de maíz cocido al vapor y relleno de vegetales o carne, lo habitual era comer dos veces al día
Los incas y sus antecesores comían la tierra carne de la llama. Sin embargo, lo hacían con moderación, ya que la llama les era útil para otros mucho menesteres.
Las patatas eran plantas nativas de la región andina y constituían una parte importante de su dieta alimenticia. Los andinos cultivaban cientos de diferentes variedades de patatas.
COMERCIO Y TRIBUTOS: Los plebeyos eran los que sostenían el estado con el pago de sus impuestos. Las personas de alto rango no pagaban impuestos, como tampoco los pagaban los enfermos e incapacitados. En el territorio inca, cada provincia tenía que pagar al gobierno cantidades específicas en concepto de tributo.
Los incas guardaban toda clase de provisiones en almacenes utilizados por los funcionarios del gobierno y por los necesitados a causa de una enfermedad o después de una crisis o en caso de sitio. Los mantenían repletos de artículos tales como armas, tejidos, patatas y maíz.
EL GUERRERO: La guerra forma parte normal de la vida, las ciudades estados frecuentemente luchaban entre sí. En el pueblo inca se educaban en el arte de la guerra y se fomentaba la combatividad.
Los incas añadían territorios recién conquistados a sus imperios, a medida que aumentaban su poderío y riqueza, sentían sed de nuevas conquistas que enriquecieran el estado y aumentaran la gloria del emperador.
VIDA RELIGIOSA: La religión influía en casi todos los aspectos de la vida de los incas. Uno de los muchos focales de sus ritos religiosos eran las edificaciones sagradas, o templos, dedicados a sus dioses. En la región andina todo el mundo adoraba a una diversidad de santuarios y objetos y a las fuerzas naturales asociadas a ellos, conocidas como huacas. En la religión oficial del estado inca, el dios más importante era el sol. Era una fuerza dominante y un símbolo de prestigio y poder. Los incas adoraban al sol fundamentalmente para que les proporcionara abundantes cosechas.
Los principales templos incas dedicados al culto del sol fueron construidos por el gobierno durante el imperio inca. En Machu Picchu, hay una piedra que servía de reloj de sol y permitía a la gente calcular el solsticio de verano (21 de junio) para celebrar el importante festival del dios sol.
La divinidad fundamental era Huiracocha (Pachacamacen la costa), dios creador, eterno, omnipotente y un tanto alejado: su intervención en los asuntos humanos se producía sólo excepcionalmente. Esta intervención fue dejada, más bien, a las deidades menores, representativas de las fuerzas de la naturaleza: las principales, el Sol (Inti) con especial dedicación a la agricultura, que se representaba como un disco áureo con rayos, la Luna (Quilla), ligada a la cuenta del tiempo y al calendario, primera deidad femenina. De este matrimonio descendían los incas. El Dios del Trueno (Illapa), dueño del agua para los cultivos, la Tierra (Pachamama) y el Mar (Mamacocha).
Pero adicionalmente, había una religión animista. Es decir, se suponía que en una multiplicidad de objetos y lugares- las huascas- alentaban espíritus y fuerzas sobrenaturales, capaces de beneficiar o dañar. Por tanto, debía temérseles y honrárseles. Eran manifestaciones de Huiracocha. Una huaca característica fue la apacheta, pequeño montón de piedras a la vera del camino, en un lugar difícil. El indio que pasaba añadía una piedra más, o una ofrenda distinta, al montón.
Existía un sumo pontífice Uillac Umu, de él dependían los sacerdotes.
Fue común la creencia en la vida futura, después de la muerte física. Eran enterrados con toda clase de objetos que pudieran serle útiles. Mediante el estudio de los objetos encontrados en las tumbas, los códices prehispánicos y los primitivos manuscritos coloniales, los arqueólogos pueden deducir algunas de sus creencias sobre la muerte y la otra vida.
En la sociedad andina se cuidaban las momias como si estuviesen vivas. Los vivos consultaban a menudo a sus difuntos sobre temas importantes. Con ocasión de festivales especiales, las momias de los emperadores eran paseadas por las calles.
Mientras más objetos colocaban en una tumba, más rico era el individuo. En muchas tumbas andinas han encontrado figurillas de madera, que representan al hombre. Pero tumbas repletas de objetos de oro y en las que el cuerpo del difunto había sido preparado con más esmero, indican que no todos eran iguales.
En cuanto al culto -complejo y de creciente boato y misterio, llegó a centrarse en Inti, el Sol, y a ponerse al servicio de la expansión del Imperio, y de la grandeza y divinización del Sapa-Inca: el sacerdote supremo era hermano de aquél. Existieron sacrificios humanos, pero únicamente en circunstancias excepcionales, era corriente estrangular ritualmente mujeres,, o también la víctima era despellejada viva
También celebraban festividades religiosas todos los meses del año. Estas son las celebraciones de Septiembre dedicadas a diversas diosas. Esta festividad se celebra bajo el patrocinio de los dioses del sol y de la luna.
MEDICINA: Los tratamientos de las enfermedades eran una mezcla de magia y un cierto conocimiento del cuerpo. Además las comadronas, los curanderos y los médicos eran frecuentemente mujeres bien versadas en el empleo de las hierbas. Los incas creían que la enfermedad obedecía a una causa sobrenatural. Los incas utilizaban orina para bajar la fiebre y a menudo se sangraban, los cirujanos incas practicaban orificios en el cráneo y amputaban miembros si era necesario, utilizaban cuchillos de obsidiana y lancetas para practicar la cirugía.
Diversas plantas y hierbas se utilizaban con fines medicinales. El guaco se tomaba para tratar el reumatismo y para tratar picaduras de animales venenosos. Algunas raíces se empleaban especialmente, para tratar enfermedades del riñón y las judías redondas se tomaban para los problemas de la circulación. La quinina procedente de la corteza de una árbol peruano, se tomaba, a pesar de su sabor amargo, para prevenir y tratar la malaria
ESCRITURA Y CUENTAS: Cuidaban de dejar constancia de sus hechos. Los incas consignaban información sobre tributos y géneros almacenados en el quipú, una combinación de cuerdas con nudos. Muchas imágenes, o glifos, eran pictogramas, en los que un objeto se representaba por un dibujo
HILADO Y TEJIDO: Ningún otro pueblo de las Américas ha dejado tal tesoro de maravillosas telas tejidas como los antiguos peruanos. Sus tejidos, exquisitamente trabajados, han sobrevivido en tumbas de las zonas de Perú de clima desértico. La tradición de hilar y tejer la practicaban todas las mujeres. Hilaban y tejían para satisfacer las necesidades de sus familias y también contribuían con artículos tejidos al pago de tributos e impuestos de sus gobernantes. Los textiles se tejían principalmente de lana de alpaca y de lana de llama.
La mayoría de los tejidos peruanos antiguos aparecían decorados con motivos que variaban desde formas geométricas abstractas, cuadrados rectángulos y gracas, hasta imágenes estilizadas de aves, peces, animales y seres humanos, los incas también eran expertos bordadores. Creaban imágenes fantásticas sólo con unas pocas puntadas.
Las agujas eran herramientas útiles para tejer y se guardaban en alfileteros. Las agujas se utilizaban para coser y para tejer. Eran de espinas de cactus o cobre.
A los hombres y mujeres se les exigía tejer, hilar, fabricar cuerdas y telas para el imperio como forma de impuesto. Las mujeres tejían mientras que los hombres hacían bordajes y ropas.
VESTIDO Y ACCESORIOS: La forma de vestir reflejaba la clase social de una persona. La gente de buena posición llevaba ropas de buen material, con adornos primorosos de colores vivos. Los incas fabricaban sus telas a partir de la lana, aunque en la costa se prefería el algodón. La gente común llevaba telas de lana de alpaca, mientras que los nobles las llevaban de lana sedosa de vicuña.
Los hombres peruanos llevaban una pequeña bolsa bajo el manto, colgada del hombro. En ella llevaban hojas de coca para masticar y amuletos
En la región andina la gente llevaba gorros de punta, de lana o algodón.
Los incas hacían sandalias con cuero del cuello de la llama. En potras regiones, las sandalias eran de lana o, de fibra de áloe.
En algunas tumbas peruanas antiguas se han descubierto ponchos finamente tejidos envolviendo momias.
MAESTROS ALFAREROS: La cerámica decorada es uno de sus logros más impresionantes. Los ceramistas no utilizaban el torno alfarero, fabricaban una gran variedad de tipos, que pintaban, esculpían o tallaban con fines decorativos. Las mejores piezas de cerámica eran para los ricos o para uso rituales. La cerámica de uso diario era más sencilla. Puesto que no disponían de sistema escrito, la cerámica es una fuente valiosa de información de las sociedades que la fabricaron sus ideas religiosas y sus influencias culturales.
TRABAJOS CON PLUMAS: Los colores vivos y el brillo natural de las plumas de las aves tropicales las convertían en un objeto valioso para el comercio y el pago de tributos. Las aves tropicales se cazaban y se criaban en cautividad por sus plumas, con las que se conseguían los más asombrosos dibujos y modelos. Los incas utilizaban las plumas como parte de su indumentaria y elaboraban con ellas tejidos para ocasiones especiales. También las utilizaban para decorar tocados y túnicas y preparar mosaicos, plumas pegadas a un soporte, con los que adornaban objetos duros como escudos.
Los antiguos peruanos fabricaban abanicos de colores vivos con plumas de aves tropicales. Estos abanicos se utilizaban para refrescarse en climas cálidos. Los peruanos fabricaban muchos objetos prácticos con plumas, especialmente de loros y cotorras, que eran sus aves preferidas.
METALES PRECIOSOS: La tradición peruana de elaborar objetos magníficos a partir de metales preciosos comenzó hace 3.500 años, antigüedad de las piezas de metalistería más remotas encontradas en los Andes. Poco a poco se fueron desarrollando métodos para trabajar los metales y estos se usaron ampliamente en América del Sur antes de la Era Cristiana. Algunos de los metales preciosos más corrientes de las Américas eran el oro, la plata y el platino. Principalmente se empleaban combinaciones de oro y plata y de cobre y oro, llamadas tumbaga. Dado el valor del oro, llevar joyas de este metal era signo de riqueza y poder de una persona. Cuando moría una persona rica, su tumba se llenaba de objetos de oro y plata, incrustados de piedras preciosas.
La mayoría del oro utilizado por los indios peruanos se obtenía en placeres fluviales en los que el oro se encuentra cerca de la superficie. Empleaban varillas endurecidas al fuego para remover la tierra y bandejas de poco fondo para transportarla y lavarla.
Los incas elaboraban vasijas y estatuas utilizando el método de vaciado, vertiendo metal fundido en un molde.
PIEDRAS PRECIOSAS: A los incas les gustaban toda clase de piedras y sus expertos artesanos hacían objetos exquisitos a partir de ellas. Los incas preferían la turquesa, que incrustaban en objetos de oro y plata.
MÁSCARAS: Durante cientos de años se han llevado máscaras fabricadas con materiales tales como el oro, la obsidiana, algunas de ellas con incrustaciones de turquesas y coral. Las máscaras se colocaban habitualmente sobre las momias enfardadas para proteger al difunto de los peligros de la otra vida. También se llevaba en festivales. Para los incas la música y la danza eran una forma de expresión religiosa, las máscaras y los vestidos tenían un significado simbólico.
En enterramientos peruanos se han encontrados máscaras de todas las formas, colores y tamaños. Las tumbas chancay del sur del Perú contenían figuras sentadas, ataviadas con telas extraordinarias y máscaras de madera. Muchos de estos objetos se enterraban con los difuntos como ofrendas a los dioses.
MÚSICA Y DANZA: La música las canciones y la danza eran parte importante de la vida de los incas. Escenas de gente ejecutando música y bailando decoran muchos vasos de cerámica. Los instrumentos más corrientes eran las sonajeras, los pitos, las trompetas, las flautas, las campanillas de cobre y las caracolas marinas. Los instrumentos de cuerda eran prácticamente desconocidos para los incas, la música no era muy variada y, a menudo, los instrumentos musicales sólo tocaban un tono. Para esta civilización, la música y la danza estaban íntimamente ligadas a la religión. Todo el mundo desde los gobernantes hasta los campesinos tomaban parte en danzas ejecutadas especialmente para sus dioses.
La mayoría de los instrumentos incas eran de viento y de percusión, el instrumento andino más corriente tocado era la siringa o zampoña. Normalmente eran de caña o cerámica. Sus delicados sonidos se originan al soplar por un extremo de los tubos de la zampoña.
CONCLUSIÓN
Al terminar este trabajo de historia pude llegar a la conclusión de que el arte de los incas fue más útil que creativo ya que su arte no era tanto para apreciar, sino más para solucionar.
Lo más impresionante es la arquitectura, no por la estética sino que por su solidez. También otra cosa que me llamó la atención fue el ingenio de los incas en cuanto a sus cultivos, pues se las ingeniaron para poder cultivar donde se pensaba era imposible.
Pero realmente a la conclusión que pude llegar es que al Imperio Inca ejerció cierta influencia en la cultura chilena, debido a la cercanía del Imperio con nuestros territorios
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1996 España
Gran Enciclopedia Visual
“La Tercera” (Icarito) nº 21-24 pág: 1-57
1994 Santiago-Chile
Atlas Marín de geografía e Historia
Editorial Marín
1973 Barcelona-España
25-
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Enviado por: | Clementina Barsander |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |