Literatura


Generación del 27. Miguel Hernández


Aplicación del concepto de Generación.

Si algún grupo de autores merece el nombre de Generación, sin duda es éste. Pese a las precauciones que hay que tener, podemos considerarlos como grupo compacto, si bien con varie-dades muy notorias dentro de ellos (lo cual es lógico). El grupo lo forman Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda y Rafael Alberti. Estos ocho son los que se citan con mayor frecuencia, si bien ello deja fuera de lugar a muchos otros (Hinojosa, Garfias, Chabás...) que, por distintas razones, han quedado relegados a un segundo término.
Estrictamente estamos ante un grupo generacional.
-Todos nacen en un período menor a 15 años: desde 1891 (Salinas) a 1905 (Altolaguirre).
-Formación intelectual semejante: la mayoría son universitarios, algunos llegan a ser profesores (Salinas, Guillén, Alonso...). Casi todos pasaron por la Residencia de Estudiantes.
-No hubo caudillo (algunos hablan de Juan Ramón, pero no parece claro, pese a su gran influencia).
-No se alzan contra nada (son muy respetuosos con la tradición literaria española; de hecho, este dato impide que cuaje el nombre de "Generación vanguardista", ya que son tan vanguardistas como tradicionales (J.M.Rozas).

Dámaso Alonso destaca otros puntos de conexión: "coetaneidad, compañerismo, reacción similar ante excitantes externos". Es firme defensor de la existencia de la generación. En todo caso, sería partidario de reformar la idea de Petersen antes que renunciar al nombre de Generación del 27. En cuanto a las características de la generación, habla de dos fases:

+Hasta 1927: Triple influencia:
*del ultraísmo: ligar elementos distantes; ennoblecimiento del humor.
*del Cubismo: asimilan la técnica, el odio a la anécdota y a lo sentimental.
*de Paul Valéry: asepsia, deshumanización.
+A partir de 1927: "aumento de la temperatura humana", progresiva "humanización".

¿Por qué se le llamo generación del 27?


-El acontecimiento generacional que les une (aunque muchos ya estaban unidos) fue la celebración del tricentenario de la muerte de Góngora, con unos actos de reivindicación del poeta cordobés . Se oponen a los que no reconocían el talento de Góngora (actos contra la Academia). Celebran un homenaje en el ateneo sevillano, invitados por Ignacio Sánchez Mejías.

-En la celebración del tricentenario de la muerte de Góngora, en Granada, Lorca lee la conferencia La Imagen Poética de don Luis de Góngora.

-Leen Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Juan Chabás, José Bergamín, Rafael Alberti y Lorca.

Los componentes

La diversidad de la generación del 27 queda suficientemente probada porque en ella se incluyen autores como Pedro Salinas (1891-1951), traductor de Paul Valéry y Marcel Proust, autor de Presagios (1924), Fábula y signo (1931), La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1939), entre otras obras; Jorge Guillén (1893-1984) etc.

Dámaso Alonso




Nació el 22 de octubre de 1898 en Madrid. Obtuvo su licenciatura en Derecho y en Filosofía y Letras. Algún tiempo antes de que estallase la Guerra Civil española cursó estudios en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, además de participar en las actividades literarias e intelectuales de la Residencia de Estudiantes, lugar donde se encontró con Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí. Colaboraba en la Revista de Occidente y en la poética Los Cuatro Vientos. Para reivindicar la poesía de Góngora preparó todo un aparato teórico en su edición crítica de las Soledades (1927), cuya fecha de publicación da nombre a la generación de 27. Trabajó como catedrático de la Universidad de Valencia y algún tiempo después fue catedrático de Filología Románica en la Universidad de Madrid. Comenzó a ejercer como miebro de la Real Academia de la Lengua (RAE) en el año 1945, de la que fue director hasta su muerte, y en 1959 en la Academia de la Historia. Le fue otorgado el Premio Cervantes.
De su obra poética destacan: Poemas puros, poemillas de la ciudad (1921), Los hijos de la ira (1944), Hombre y Dios (1955) y Oscura noticia (1959). De su labor didáctica e investigadora: La poesía de san Juan de la Cruz (1942), Poesía española: Ensayo de métodos y límites estilísticos (1950), Estudios y ensayos gongorinos (1955). Fundó la colección Biblioteca Románica Hispánica y ha sido director de la Revista de Filología Española. Falleció el 25 de enero de 1990 en su ciudad natal.



La puerta, franca.

Vino queda y suave.
Ni materia ni espíritu. Traía
una ligera inclinación de nave
y una luz matinal de claro día.
No era de ritmo, no era de armonía
ni de color. El corazón la sabe,
pero decir cómo era no podría
porque no es forma, ni en la forma cabe.
Lengua, barro mortal, cincel inepto,
deja la flor intacta del concepto
en esta clara noche de mi boda,
y canta mansamente, humildemente,
la sensación, la sombra, el accidente,
mientras ella me llena el alma toda.





Federico García Lorca



Nació el 5 de junio de 1898 en FuenteVaqueros, Granada, en el seno de una familia acomodada. Hijo de Federico García Rodríguez, hombre sencillo, casado en segundas nupcias con doña Vicenta Lorca, una maestra discreta, amable, cariñosa y de dulce voz. Poco tiempo después, la familia se trasladó al pueblecito cercano, al llamado Asquerosa. Cursó estudios de bachillerato, Filosofía y Letras, Derecho y música en su ciudad natal y, entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid donde conoció al pintor Salvador Dalí, al cineasta Luis Buñuel y al poeta Rafael Alberti, entre otros. En 1929 viaja a la ciudad de Nueva York, experiencia que lo marcará profundamente. Cuando regresó a España escribió obras teatrales que le hicieron fama. Fue director del teatro universitario La Barraca, conferenciante, compositor de canciones y tuvo mucho éxito en Argentina y Uruguay, países a los que viajó en 1933-34. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil española, en Granada, donde el 19 de agosto de 1936, le fusilaron.
Sus primeros poemas aparecen en Libro de poemas, de 1921. En 1922 organizó con el compositor Manuel de Falla, el primer festival de cante jondo, y ese mismo año escribió precisamente el Poema del cante jondo, aunque no lo publicaría hasta 1931. El Primer romancero gitano, de 1928, es un ejemplo de poesía compuesta a partir de materiales populares. Poeta en Nueva York, lo escribió entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940, Tierra y Luna lo acabó en 1934, aunque se publicó póstumamente. Posteriormente aparece su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de 1935, elegía compuesta al morir del torero. Seis poemas galegos, aparece el mismo año. Su teatro es, junto al de Valle-Inclán, el más importante escrito en castellano durante el siglo XX. Entre sus farsas, escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia de don Cristóbal y Retablillo de don Cristóbal, piezas de guiñol, y sobre todo La zapatera prodigiosa, una obra de ambiente andaluz que enfrenta realidad e imaginación. También, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. De 1930 y 1931 son los dramas El público y Así que pasen cinco años, obras complejas con influencia del psicoanálisis.
Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, de 1934. En Doña Rosita la soltera, de 1935, aborda el problema de la solterona, que también aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936, y que la crítica suele considerar la obra fundamental de Lorca. Al comienzo de su carrera también había escrito dos dramas modernistas, El maleficio de la mariposa (1920) y Mariana Pineda (1927).


ROMANCERO GITANO (1924- 1927)

ROMANCE DE LA LUNA, LUNA

La luna vino a la fragua
Con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
-Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
habrían con tu corazón
collares y anillos blancos.
- Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
-Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
-Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
el jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, como canta en el árbol!
por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Gerardo Diego





Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander. Cursó estudios de piano. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y posteriormente en las de Salamanca y Madrid, donde se doctoró. En 1920 obtuvo la cátedra de Lengua y Literatura en el Instituto de Soria, y posteriormente da clases en un instituto y publica su primer libro de poemas, El romancero de la novia. Gana el Premio Nacional de Literatura en 1925 por su libro Versos humanos. La extensa obra poética de Gerardo Diego ha oscilado siempre entre los temas y expresiones de raíz vanguardista y las estructuras más clásicas de la poesía. Comienza a publicar las revistas Carmen y Lola, de carácter vanguardista, en 1927. En 1932 publica Poesía española contemporánea (1915-1932), y trabaja como crítico musical. En 1939 se traslada al instituto Beatriz Galindo de Madrid donde permanecerá hasta su jubilación en 1966. Miembro de la Real Academia Española en 1947. Vuelve a obtener el Premio Nacional de Literatura en 1956. En 1980 se le concede el Premio Cervantes. Falleció en Madrid en 1987.

Libros de poesía: El romancero de la novia (Madrid, 1920); Imagen (Madrid, 1922); Soria (Valladolid, 1923; edición aumentada, Santander, 1948); Manual de espumas (Madrid, 1924); Versos humanos (Madrid, 1925); Viacrucis (Santander, 1931, segunda edición aumentada, Madrid, 1956); Fábula de Equis y Zeda (Méjico, 1932); Poemas adrede (Madrid, 1932; primera edición completa, Madrid, 1956); Ángeles de Compostela (Madrid, 1940; edición aumentada, 1961); Alondra de verdad (Madrid, 1941); Primera antología de sus versos (Madrid, 1941); La sorpresa (Madrid, 1943); La luna en el desierto y otros poemas (Santander, 1948); Hasta siempre (Madrid, 1949), Limbo (Las Palmas de Gran Canaria, 1951); Biografía incompleta (Madrid, 1953); Variación (Madrid, 1954, y Santander, 1966); Amazona (Madrid, 1955); Paisaje con figuras (Palma de Mallorca, 1956); Égloga de Antonio Bienvenida (Santander, 1956); Amor solo (Madrid, 1958); Canciones a Violante (Madrid, 1959); Tántalo. Versiones poéticas (Madrid, 1960); Sonetos a Violante (Sevilla, 1961); La rama (Santander, 1961); Glosa a Villamediana (Madrid, 1961); Mi Santander, mi cuna, mi palabra (Santander, 1961); El jándalo (Madrid, 1961); Nocturnos de Chopin (Madrid, 1962); La suerte o la muerte (Madrid, 1963); «El Cordobés» dilucidado y Vuelta del peregrino (Madrid, 1966); Odas morales (Madrid, 1966); Veneración 2 (Santander, 1966); Preludio, aria y coda a Gabriel Fauré (Madrid, 1967); La fundación del querer (Madrid, 1970); Versos escogidos (Madrid, 1970, con prólogo del autor); Versos divinos (Madrid, 1971); Cementerio civil (barcelona, 1972), y Carmen jubilar (1973).


AMOR

Góngora 1927

Era el mes que aplicaba sus teorías
cada vez que un amor nacía en torno
cediendo dócil peso y calorías
cuando por caridad ya para adorno
en beneficio de esos amadores
que hurtan siempre relámpagos y flores

Ella llevaba por vestido combo
un proyecto de arcángel en relieve
Del hombro al pie su línea exacta un rombo
que a armonizar con el clavel se atreve
A su paso en dos lunas o en dos frutos
se abrían los espacios absolutos

Amor amor obesidad hermana
soplo de fuelle hasta abombar las horas
y encontrarse al salir una mañana
que Dios es Dios sin colaboradoras
y que es azul la mano del grumete
—amor amor amor— de seis a siete

Gerardo Diego, 1927

Miguel Hernández

Manifiesta en sus obras un hondo sentido de la tragedia y una sensibilidad muy propia del siglo XX, empleando para ello las formas líricas españolas tradicionales.

Nació en Orihuela (Alicante) donde comenzó a estudiar en el colegio de los jesuitas pero que tuvo que abandonar muy pronto para ponerse a trabajar repartiendo leche y cuidando ovejas, aunque ya se había convertido en un gran lector de la poesía clásica española (Góngora yGarcilaso, principalmente). Formó parte de la tertulia literaria, en Orihuela, de Efren Fenoll y Ramón Sijé, con el que establecería una gran amistad. En la década de 1930 se marchó a Madrid donde trabajó como colaborador de José María Cossio en Los toros y se relacionó con poetas como el chileno Pablo Neruda, y los españoles Rafael Alberti, Luis Cernuda y otros. Miembro del Partido Comunista Español, durante la República participó en las Misiones pedagógicas, creadas para llevar la cultura a las zonas más deprimidas de España. Tomó parte activa en la Guerra Civil Española y asistió al Congreso internacional de intelectuales antifascistas de 1937 en Valencia. Acabada la guerra intentó escapar pero fue detenido en la frontera portuguesa. Condenado a pena de muerte, se le conmutó por la de treinta años, pero no la cumplió porque la tuberculosis acabó con su vida en 1942 en el penal de Ocaña .

LOS SEIS MESES DE GUERRA CIVIL VISTOS POR UN MILICIANO

Medio año de lucha contra el fascismo nos ha dado una honda experiencia a los hombres de las trincheras. La sangre de millares de compañeros, la diaria muerte de los mejores hombres del 5 Regimiento. Regimiento de Madrid, de España entera, no ha recorrido en balde a nuestro lado, sobre nuestros pies, por los surcos barbechos. Esa sangre ha ido acumulando fortaleza y serenidad de veteranos de la guerra en nuestros puños y nuestros fusiles; odios implacables contra los verdugos de Italia y de Alemania y los generalazos españoles, pagados a ellos en nuestro sentimiento; austeridad, generosidad, alegría de vivir y morir por una causa noble en nuestro corazón.

Aquí estamos, cada día más hechos al plomo, a la metralla, a los accidentes buenos y malos de la guerra; cada día más curtidos en la pólvora, con más cicatrices en la carne y más hierro y firmeza en la decisión, en nuestra decisión de combatientes populares. Salimos al aire de la guerra en los últimos tiempos del mes de julio. Aquellos primeros días de lucha van adquiriendo en nosotros un sabor denso y sangriento cada vez mayor. Sonreímos al recuerdo de los sucesos primeros, de su pintoresquismo dramático... Estalló la sublevación, y el pueblo improvisó un ejército que se lanzó por (... falta una línea...) Sierra y a los demás frentes entre compañeros que, a falta de un arma más ofensiva, llevaban al hombro un trabuco tatarabuelo o un estoque carcomido de vejez. El entusiasmo sustituyó al arma en numerosos casos y los cuerpos caían bajo la astuta bala del legionario y el moro por puro entusiasmo. No se sabía qué cosa era la muerte, en realidad, y el enemigo hallaba abundante pasto para su ira en los cuerpos de los milicianos, ingenuos y generosos. Llegaba la aviación facciosa sobre nosotros y la contemplábamos sin resguardarnos de ella. Insultándola, escupiéndola, disparándola nuestros fusiles... Su munición dejaba nuestros campos llenos de muertos y heridos. La sangre vertida cotidianamente, inútilmente muchas veces, nos fue aleccionando, moldeando, endureciendo, en las tareas combativas. Las patrullas se fueron convirtiendo en compañías, las compañías en batallones.

Miguel Hernández

Jorge Guillén


Nació el 18 de enero de 1893 en Valladolid. Estudió Filosofía y Letras en Madrid, aunque se licenció en Granada en 1913. Fue lector de español en La Sorbona entre 1917 y 1923 y Catedrático de Lengua y Literatura Españolas en Oxford. Catedrático de Literatura en las universidades de Murcia y Sevilla. Durante la guerra civil estuvo preso, logrando salir de España en 1938 para establecerse en Estados Unidos, dio clases en diversas universidades estadounidenses y de latinoamérica. Regresó a España en 1975, instalándose en Málaga, donde falleció. Fue galardonado con el Premio Cervantes en el año 1976. En 1978, fue elegido académico de honor de la Real Academia Española.
Cántico, su libro de poemas editado en 1928, fue ampliado en los años 1936, 1945 y 1950. Es un himno, un cántico a la creación, al goce de existir. El segundo periodo en que suele dividirse su obra, viene constituido por Clamor, con sus tres volúmenes: Maremágnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963). En Homenaje (1967), el tercer periodo de su obra, realiza una síntesis de las dos tendencias previas, con una poesía pura. Aire nuestro (1968) recoge su poesía completa, a la que luego se añadirán Y otros poemas (1973) y Final (1982). Fue uno de los componentes más destacados de la generación del 27, también publicó obras críticas como Lenguaje y poesía (1962).


CIMA DE LA DELICIA

¡Cima de la delicia!
Todo en el aire es pájaro.
Se cierne lo inmediato
Resuelto en lejanía.

¡Hueste de esbeltas fuerzas!
¡Qué alacridad de mozo
En el espacio airoso,
Henchido de presencia!

El mundo tiene cándida
Profundidad de espejo.
Las más claras distancias
Sueñan lo verdadero.

¡Dulzura de los años
Irreparables! ¡Bodas
Tardías con la historia
Que desamé a diario!

Más, todavía más.
Hacia el sol, en volandas
La plenitud se escapa.
¡Ya sólo sé cantar!


Jorge Guillén






Luis Cernuda



Nació el 21 de septiembre de 1902 en Sevilla (España). Hijo de un militar, se educó en un ambiente de rígidos e intransigentes principios. Inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor. Ya en los años veinte se trasladó a la ciudad de Madrid, donde entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará Generación del 27. Su descontento con el mundo y su rebeldía se deben, en gran medida, a su condición de homosexual, a su conciencia de ser un marginado. Admite ser un "inadaptado". Recibio influencias de autores románticos: Keats, Hölderling, Bécquer... También de los clásicos, en especial de Garcilaso. Durante un año trabajó como lector de español en la Universidad de Toulouse. Cuando se proclamó la República se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Durante la Guerra Civil participó en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia, y en 1938 fue a dar unas conferencias a Inglaterra, de donde ya no regresó a España, iniciando un triste exilio. Pasó por Inglaterra, Escocia y, desde 1952, México. Su primera obra, Perfil del aire (1927), estaba en la línea de la poesía pura. De su estancia en Francia surgió Un río, un amor (1929), influido por el surrealismo. Donde habite el olvido (1934) es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Desde 1936 agrupa toda la poesía que va produciendo bajo el título La realidad y el deseo, al que va añadiendo poemas. En el exilio publicó Las nubes (1940), Con las horas contadas (1950-1956) y Desolación de la quimera (1962). También escribió interesantes ensayos literarios y colaboró en revistas y periódicos mexicanos como Excélsior o Novedades. Falleció el 5 de noviembre de 1963 en la ciudad de México.


LA SOMBRA:


Al despertar de un sueño, buscas
Tu juventud, como si fuera el cuerpo
Del camarada que durmiese
A tu lado y que al alba no encuentras.
Ausencia conocida, nueva siempre,
Con la cual no te hallas. Y aunque acaso
Hoy tú seas más de lo que era
El mozo ido, todavía

Sin voz le llamas, cuántas veces;
Olvidado que de su mocedad se alimentaba
Aquella pena aguda, la conciencia
De tu vivir de ayer. Ahora,

Ida también, es sólo
Un vago malestar, una inconsciencia
Acallando el pasado, dejando indiferente
Al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.



Luis cernuda

Pedro Salinas





Nació el 27 de noviembre de 1891 en Madrid. Doctorado en Filosofía y Letras. Fue lector de español en la Universidad de La Sorbona, París (1914-1917), catedrático de Literatura en la Universidad de Sevilla (1918-1926) y posteriormente en la de Murcia. Recorrió casi toda Europa y el norte de África y ejerció como lector en la Universidad inglesa de Cambridge (1922-23), siendo profesor de la Escuela Central de Idiomas, de Madrid, colaborador del Centro de Estudios Históricos y fundador y secretario de la Universidad Internacional de Santander (1933-1936). Cuando estalló la Guerra Civil española tuvo que exiliarse y trabajó como profesor en las universidades de Wellesley y Baltimore, Estados Unidos, y en la Universidad de Puerto Rico. Falleció en Boston (Estados Unidos), pero sus restos yacen en el cementerio de San Juan de Puerto Rico.
Publicó su primer libro de poemas, Presagios (1924), bajo una gran influencia del también poeta Juan Ramón Jiménez. Tras ésta, fueron llegando Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931) dentro de una línea de indagación interna. La voz a ti debida (1933), título tomado de un verso de Garcilaso de la Vega, es su obra capital. Razón de amor (1936) es un libro lleno de pasión e inquietud. La trilogía, que según especialistas le convierte en el mejor autor español de la llamada poesía pura, se cierra con Largo lamento (1939). Reunió toda su obra anterior en el volumen Poesía junta (1942), publica El contemplado (1946) y Todo más claro (y otros poemas) (1949). Confianza es un libro póstumo (1952) donde recupera el intimismo de su primera época. Fue autor también del libro de narraciones en prosa, Víspera del gozo (1926), la novela La bomba increíble (1950), y una docena de obras de teatro poco representadas, entre ellas La fuente del arcángel. Además escribió numerosos estudios sobre la literatura española, como Jorge Manrique o tradición y originalidad (1947) y La poesía de Rubén Darío (1948). Pedro Salinas creó algunos de los más bellos poemas de amor de la literatura en español del siglo XX, que se dirigían en secreto a una mujer, la profesora estadounidense Katherine Whitmore. Además, escribió a su amante muchas cartas que salieron a la luz en 2002 con el título de "Cartas a Katherine Whitmore. El epistolario secreto del gran poeta del amor", cincuenta años después de la muerte de Salinas y veinte de su amante.




LA VOZ A TI DEBIDA
Versos 792 a 830

Qué alegría, vivir
sintiéndose vivido.
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías,
azogues, almas cortas, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida —¡qué transporte ya!—, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.


Pedro Salinas.

Rafael Alberti



Nació el 16 de diciembre de 1902 en El Puerto de Santa María (Cádiz), quinto de los seis hijos que tuvo el matrimonio de Agustín y María, nieto de bodegueros proveedores de las cortes europeas. Desde su infancia mostró interés por las artes plásticas. Sus inicios fueron en el mundo de la pintura. En 1917 se trasladaba con su familia a Madrid. Se dedica a copiar pinturas en el Museo del Prado, vocación que prefirió al bachillerato, que jamás terminaría. A partir de ese momento, iría introduciéndose en la Residencia de Estudiantes, donde se relacionaría con los padres de la que se daría en llamar Generación del 27 (Dámaso Alonso, Lorca, Gerardo Diego y Aleixandre, entre otros), el ponderado movimiento intelectual que, según los estudiosos, había surgido con motivo del homenaje celebrado en Sevilla en 1927 a Luis de Góngora, en el centenario de su muerte, formado por un grupo extraordinario de autores que renovaría las letras e influiría de forma determinante en todas las artes. En el año 1924, recibió el Premio Nacional de Literatura, por el primer libro que publicó, Marinero en tierra. Obra donde universaliza el mar, que llega a convertirse en un mito. En 1926, se publica La amante, relato poético de un viaje, al año siguiente, un libro de poemas, El alba del albañil. En 1929, publicó Cal y canto, donde aparecen influencias de Luis de Góngora y el ultraísmo. También de ese mismo año es Sobre los ángeles, alegoría surrealista en la que los ángeles representan fuerzas dentro del mundo real. Se edita Sermones y moradas (1930) y Con los zapatos puestos tengo que morir, en el mismo año. Afiliado al Partido Comunista español, publicó, hasta 1937, un conjunto de libros que el autor denominó El poeta en la calle, aparecidos conjuntamente en 1938. De la misma época son sus obras de teatro, entre las que destaca Fermín Galán (1931). Más adelante escribió otras obras teatrales como El adefesio, de 1944, y, de 1956, Noche de guerra en el Museo del Prado. Junto a su compañera, la escritora María Teresa León, se exilia tras la derrota de la República en la Guerra Civil española. Residio en Argentina hasta el año 1962. Después en Roma, y no regresó a España hasta 1977, siendo elegido diputado por la provincia de Cádiz. Narra su vida durante los años de destierro en La arboleda perdida (1959 y 1987).
Entre la poesía no política destacan Entre el clavel y la espada, de 1941, y A la pintura, de 1948. En Retornos de lo vivo lejano, de 1952, y Baladas y canciones del Paraná, libro de poemas publicado el año siguiente, incluye canciones muy cercanas a las de Marinero en tierra. El primer libro que publicó a su regreso a Europa fue Roma, peligro de caminantes, de 1968. Entre la obra posterior a su regreso a España, destaca el libro de carácter erótico, Canciones para Altair, publicado en 1989. Ha recibido muchos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Lenin de la Paz, en 1966, y el Premio Cervantes, en 1983. En 1989, la Diputación de Cádiz creó en su ciudad natal la fundación que lleva su nombre, a la que se trasladó gran parte de su archivo y biblioteca personales. Contrajo matrimonio en segundas nupcias con María Asunción Mateo, quien le ha acompañado y representado durante los últimos años.
Falleció el 28 de octubre de 1999.



BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA
.
¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.
.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.
.
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.
.
Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.
.
Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.
.
Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
Nunca vi Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.


Rafael Alberti.

Vicente Aleixandre



Nació el 26 de abril de 1896 en Sevilla, aunque pasó su infancia en Málaga y con trece años se trasladó a Madrid. Hijo de un ingeniero de ferrocarriles. Cursó estudios de Derecho y Comercio. En 1917 conoce a Dámaso Alonso, quien, al prestarle una antología de Ruben Darío, le descubre su vocación poética. En 1920 aparece el primer poema de Aleixandre, "Noche" en la revista Grecia. Fue profesor de Derecho Mercantil de 1920 a 1922. En el año 1925, en la convalecencia de una tuberculosis renal, se inicia en la escritura de poesía. Su primer título fue Ámbito, publicado en 1928, le siguieron, Espadas como labios, de 1932, y Pasión de la tierra, de 1935, donde incorpora el surrealismo a la poesía castellana. En Sombra del paraíso, de 1944, aparecen los tonos elegíacos para cantar el mundo que había perdido por la Guerra Civil española. Mundo a solas, de 1950, y Nacimiento último, de 1953, exponen un universo dolorido. Publica Historia del corazón, en 1954. En 1962, aparece En un vasto dominio. Poemas de la consumación, de 1968, exalta la juventud. Dotado de un estilo descarnado, culmina en Diálogos del conocimiento, de 1974, y, póstumamente, En gran noche, de 1991, que incluye varios poemas inéditos. En 1934 fue Premio Nacional de Literatura y desde 1949 fue miembro de la Real Academia Española. En 1977 recibe el Premio Nobel de literatura. Falleció el 14 de diciembre de 1984.



Unidad en ella

Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.

Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.

Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.


Vicente Aleixandre.

Vehículos de contacto y cohesión del grupo hasta 1936

Revista litoral:

Desde su nacimiento en Málaga en 1926 de la mano de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, la revista estuvo atenta a las corrientes más innovadoras que iban sucediendose en una época de grandes convulsiones, tanto sociales y políticas como culturales. Con un grupo no muy extenso de colaboradores entre los que se encontraban prosistas, poetas, dibujantes y tipógrafos estos dos jóvenes malagueños con la incorporación de José María Hinojosa en su segunda etapa hicieron una revista de vanguardia en la que participaron los más valiosos creadores de la que iba a ser la nueva Cultura Española.

En sus páginas aparecieron los primeros poemas de Federico García Lorca, Rafael Alberti, Jorge Guillén, José Bergamín y en sus suplementos publicaron su primer libro Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados, etc.

Pintores de la categoría de Pablo Picasso, Juan Gris o Salvador Dali y músicos como Manuel de Falla dejaron su huella en ese LITORAL que nació en una imprenta que tenía forma de barco hace setenta años para evocar al mar.

Residencia de estudiantes:

La Residencia se proponía complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes. Características distintivas de la Residencia fueron propiciar un diálogo permanente entre ciencias y artes y actuar como centro de recepción de las vanguardias internacionales. Ello hizo de la Residencia un foco de difusión de la modernidad en España, y de entre los residentes surgieron muchas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX, como el poeta Federico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el científico Severo Ochoa. A ella acudían como visitantes asiduos o como residentes durante sus estancias en Madrid Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Blas Cabrera, Eugenio d'Ors o Rafael Alberti, entre muchos otros.

La Residencia fue además foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras, presentada directamente por sus protagonistas. Entre las personalidades que acudieron a sus salones figuran Albert Einstein, Paul Valéry, Marie Curie, Igor Stravinsky, John M. Keynes, Alexander Calder, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier, entre muchos otros. A menudo, estas personalidades fueron invitadas por dos asociaciones privadas que colaboraron activamente con la Residencia y unieron su labor a un amplio sector de la sociedad civil: la Sociedad de Cursos y Conferencias y el Comité Hispano-Inglés.

Después de 1936

Todos ellos sufrirían las tremendas heridas de la Guerra Civil. Federico García Lorca fue asesinado por los nacionalistas y su dramática muerte simbolizó la de toda una generación creadora. Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillen, Rosa Chacel y María Zambrano se vieron forzados al exilio. Su poesía, que había traído a la lírica española el ideal de perfección de la "poesía pura", se volvió más temporal, más reflexiva.

Después de la guerra civil cada escritor seguirá su propio camino de una forma más clara, la mayoría de los poetas tuvieron que salir de España por sus tendencias revolucionarias, sólo quedaron Dámaso Alonso y Aleixandre. Estos dos escritores evolucionaron hacia un humanismo lleno de angustia existencial (Dámaso Alonso) o un humanismo solidario de apoyo al ser humano, al hombre que sufre (Aleixandre).

Los poetas exiliados, por su parte, van a mostrar una visión dolida del mundo y una protesta y nostalgia por la patria perdida.

El premio nobel a Vicente Aleixandre:

Cuando en 1977 se le concede el Premio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre se rinde, de alguna manera, un homenaje a toda la Generación del 27; fue una forma de reconocer el valor artístico y humano de todo el grupo.

Cuando le dieron el premio digeron que se lo daban por:

“Por una poesía creativa que ilumina la condición del hombre en el cosmos y en la sociedad del presente, lo que al mismo tiempo representa la gran renovación de las tradiciones de la poesía española en el periodo comprendido entre las guerras”.

En su discurso, después de recoger el nobel , dijo que le habían dado el premio a el pero que sabía que lo otorgaban a toda una generación de escritores que,por una razon o por otra,no podían estar allí en aquel momento.

Generación del 27. Miguel Hernández

Vicente Aleixandre.

Análisis en profundidad de una obra : Platero y yo

La obra platero y yo fue escrita por Juan Ramon Jimenez de 1913 a 1915.

I

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra... Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tien' asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.

El libro tiene 138 capítulos, cada uno de un a dos páginas. Todos son historias únicas - no tienen ningúna conexión. Sí claro, los personajes son iguales - Platero y `yo'. Pero no es una historia que se divida en algunas partes. Aún, los textos tienen un cierto marco porque todo el libro describe un año. Empieza con la primavera y termina con el invierno.

Los personajes principales son Platero y `yo' . Hay muchos personas más, pero aparecen solo una o dos veces en el libro. No sería razonable mencionar todos. Pero los personajes principales siempre forman parte de las historias.

El `yo' es un hombre que cuenta todas las historias, el narrador. Dice que es vestido de luto, que tiene una barba nazarena y un breve sombrero negro. Nos cuenta que los chiquillos gitanos siempre gritan `El loco' cuando pasea con su burro Platero. Entonces, debe mirar un poco extraño.

Su compañero es el burro suyo. ¿Sabéis que es un platero? No es solo un nombre para un burro. Todo el mundo en Andalucía que tiene un poco campo tiene junto con caballos algunos burros. El burro se utiliza para otras cosas que un caballo, y no tiene que cuidarse mucho de él. Se utiliza el burro para transportar carga o también niños que están demasiado cansados. `Platero' es la expresión general por ciertos burros, los burros de plata.

Entre Platero y el narrador hay una gran amistad.

El narrador puede decir todo al Platero, le puede decir todos los sentimientos. Cuando está con Platero está solo porque no hay otro hombre allá. Aún puede hablar con alguién. Y esto es lo que le gusta más, pienso.

Moguer es el sitio de nuestras historias y también fue el pueblo natal del autor, de Juan Ramón Jiménez. El mundo campesino y provinciano, como es escrito en todo el libro, es muy típico para Moguer, también la gente que es un poco menuda, pedante. Jiménez habla de su pueblo sin dejar alguna cosa.




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Enviado por:Juan tunning
Idioma: castellano
País: España

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