Literatura
El lugar de un hombre; Ramón J Sender
COSTUMBRES:
Antes de comenzar a elaborar este comentario, debemos tener en cuenta que la época en que transcurre la historia de este libro es de hace casi un siglo y que obviamente la gente al igual que su forma de pensar han cambiado con respecto a nuestros tiempos, el siglo XXI.
Más que un aspecto a criticar sería todo lo contrario un elogio personal, ya que es bastante admirable qué los niños aprendan a jugar con algo que no necesariamente debe ser comprado, por ejemplo: los niños del pueblo se divertían haciendo guerras con fruta que caía del árbol, por estar demasiado madura, o bien cuando se divertían colgando cencerros en los cuellos de los buitres. Hoy en día son pocos los niños qué saben divertirse con cosas elaboradas manualmente, ya que sólo quieren videojuegos, ordenadores, televisión,... que nadie niega que a veces tengan fines educativos, pero los más pequeños sólo las usan para convertirse en grandes héroes virtuales.
Otro aspecto a destacar sería el gran respeto que tenía la gente joven hacia sus progenitores y sus abuelos, qué además iba creciendo con el paso del tiempo. Al igual que en el punto anterior esta buena costumbre se ha ido perdiendo con los años. Creo que no se debería haber perdido porque al fin y al cabo los más mayores son quienes nos cuidaban, quienes nos querían y quienes nos ayudaban cuando más lo necesitábamos. Quizá no todos, hoy en día, seamos así, pero si hacemos una visión general de la juventud del nuevo siglo, llegaremos a la conclusión de que más vale que hagamos algo, o pronto no veremos amenazados por los mocosos de nuestros hijos o nietos.
Una de las costumbres que se ha ido pasando, desafortunadamente, generación tras generación es la de cotillear del prójimo. Creo que es una falta de respeto hacia los demás el estar husmeando continuamente en sus asuntos personales, cuando realmente creo que cada uno tiene más que suficiente con sus propios problemas. Los trapos sucios se lavan en casa, porque a lo único que nos lleva “reírnos” del prójimo es ha difamar al afectado y a crear malos entendidos que luego sólo traen problemas. ¿Verdad que a nadie le gusta que se metan en sus asuntos?, pues creo que cuando ustedes se estén metiendo en los de los demás, deberían pensar en si es ético o no lo que están haciendo.
Más que una costumbre, sería una creencia. Anteriormente, la gente era muy creyente e iba mucho más a misa de los que se va hoy en día. Es por ello que la gente del pueblo tuviese como costumbre religiosa rezar una (o varias en función de la gravedad del asunto) oración cuando sucedía una calamidad o algo no deseado. También estaba relacionado con la creencia en la iglesia el tener una imagen, figura o Santo en el que apoyarse cuando se avenían malas cosechas, para evitar las plagas, heladas, sequías,... como era el caso de este pequeño pueblo que poseía una cruz en los alto de una colina con la que supuestamente evitaban que los rayos les estropeasen las cosechas. Personalmente no comparto esta opinión porque creo que los fenómenos meteorológicos son muy impredecibles y poco se puede hacer para evitarlos, como desgraciadamente estamos viendo que sucede al otro lados del océano.
Como la mayoría de la gente era religiosa, es obvio que tuviesen mucho respeto a todo lo relacionado con el tema de la brujería y de los fantasmas, es por eso que Ana L. no estuviese bien vista en el pueblo (era bruja) o que D. Sabino fuese finalmente aceptado como un ser de carne y hueso y no como un resucitado de entre los muertos.
En aquella época, la gente no tenía ninguna otra fuente de vida que les diese un sustento para vivir como era el campo. Entonces, no es de extrañar que fuesen a cualquier hora al campo sólo porque era esa la hora en que se daba paso al agua, para regar. Hoy en día los métodos de regadío son mucho más avanzados que los de principio de siglo, así que rara vez se ve a los agricultores a altas horas de la madrugada, como el protagonista, yendo a la era para dar paso al agua de la acequia. Es algo similar a los trabajadores a turnos de hoy en día, que trabajan en las grandes multinacionales qué necesitan una producción sin cese. Creo que tiene mucho mérito eso de ir al campo a media noche, como nuestro protagonista, y sin apenas quejarse, porque las ganas de trabajar que había entonces, se han ido perdiendo proporcionalmente a los años que han ido transcurriendo, y es una verdadera lástima porque con la alta tecnología que hay hoy en día, sería una bomba de progreso.
La caza es hoy en día un deporte, pero anteriormente a parte de ser un deporte era una costumbre que tenía la alta sociedad, con el que demostraba su poder económico (vestían de 21 botones, llevaban perros de buena raza,...). No creo que la caza deba ser considerada como un deporte porque a parte de que matas a animales por placer, estás destruyendo un ecosistema que a la larga nos pasará cuentas, y si no, piensen en lo que está pasando con la capa de ozono.
¿Y qué decir de la política? Es uno de los aspectos que más a cambiado desde principios de siglo hasta nuestros días, quizá para bien, quizá para mal, pero como se suele decir, en asuntos de política no me voy a meter. Ahora bien una cosa es juzgar correctamente y la otra saltarse “la ley” como hacían. No veo nada justo que a los dos acusados de asesinato se les condene sin pruebas alguna, y sólo porque un señorito de la alta sociedad quiera dar la satisfacción al pueblo, porque anteriormente disfrutaban viendo como los culpables eran condenados con la misma moneda (la horca, la hoguera, la prisión,...).
PERSONAJES:
PRINCIPALES:
El protagonista a pesar de parecer un niño muy ingenuo qué no se entera de nada y que hace todo lo que le dicen, es un chico muy inteligente que saber escuchar a los demás y hablar o actuar sólo cuando es preciso. Esa madurez tan poco habitual en los adolescentes puede ser originada por su estancia durante un año en dos ciudades muy importantes como eran Madrid y Barcelona, quizá allí aprendió cosas que en su pueblo jamás hubiese podido aprender. A pesar de no llevarse muy bien con su padre, creo que ambos se respetan, confían el uno en el otro y como es obvio, se quieren como padre e hijo que son.
El padre creo que es un hombre muy humilde que no se deja influenciar por la clase social a la que pertenece un individuo con unos determinados pensamientos sociales y políticos como es el Sr. Ricardo. Ayuda en todo momento al “nuevo” vecino del pueblo sin pedir nada a cambio. Esta actitud que muestra con respecto al tema de Sabino la encuentro fabulosa porque no todo la gente del pueblo a sabido actuar como el, sin crecerse, sin inmutarse a pesar de las mentiras del ricachón.
El abuelo es un hombre muy sensato y realista, aunque un poco miedoso o respetuoso con el tema de la brujería, del destino y todo eso, aunque quizá la por la edad se lo pueda permitir ya que quizá halla visto cosas que lo hallan escarmentado, ¿quién sabe?, como es tan reservado. Pero también es muy cariñoso con su nieto y lo entiende perfectamente a pesar de la diferencia de edad entre ambos. Es un ejemplo de abuelo.
Don Ricardo es un avaricioso egocéntrico, que deja de lado a sus amigos cuando más lo necesitan. Además es un hipócrita porque sólo besa al cura cuando tiene gente delante que le está mirando, o cuando se hace con todos los méritos del hallazgo. Para acabar de elogiar su envidiable personalidad bastará con decir que utiliza su poder económico para sucumbir a los deseos del pueblo y ganar su confianza para que cuando de ordenes políticas nadie se atreva a llevarle la contraria. Espero, aunque sea mucho pedir, que la gente como él acabe por darse cuenta de lo indeseables que son.
El mayordomo no tiene personalidad, se deja llevar por todo lo que le dice su amo, en parte tiene sentido porque es su jefe y para que quiere líos y quebraderos de cabeza con quien le da el pan; aunque a veces no le vendría mal un poco de autoestima y saber decirle cuatro cosas bien dichas a su amo para que no le tratase como a un ...
SECUNDARIOS:
La señorita Ana Launer era bruja, era una mujer fría y temida por lo hombres, quizá por su profesión iniciada ya desde muy joven. También era algo celosa con los otras mujeres porque ella no tenía a su lado ningún hombre. Pero lo que no entiendo es ¿porqué se en aquella época estaba tan mal visto eso de ser bruja?, ¿porqué esta señora iba vagando tan a menudo por el pueblo y por el campo? Es un poco contradictorio que no quiera ser rechazada por los aldeanos y que vaya al pueblo para que se lo confirmen, ¿no?
Sabino es un hombre muy tímido, aunque es comprensible porque si ha pasado los últimos quince años viviendo a la intemperie, en el saso, sin civilización; pero a la vez es también un poco raro, porque que hombre en su sano juicio se va como se fue él, sólo por la presión social que tenía en el pueblo; se podría haber ido a vivir a otro pueblo o, si económicamente no se lo podía permitir, haber sido un poco más orgulloso y haberse labrado una dignidad. Lo que no tolero es su postura machista que adopta cuando se entera de que su mujer se ha casado con otro, está bien que el oficio de su mujer no sea muy digno, pero eso no es excusa para tratar a una mujer como a un objeto. Las mujeres no se poseen, se aman, así que no se puede atentar contra su voluntad obligándolas a hacer algo que no desean.
Adela es una mujer que con el tiempo se ha vuelto muy avariciosa, se pensaba que siendo infiel a su marido se convertiría en una cenicienta, con lo poco que abundan esas situaciones, ingenua. Además creo que nunca quiso a su marido por amor, sino sólo porque la había sacado de la miseria, y aún así, no supo agradecérselo.
Los pobres condenados, Vicente y Juan, son dos humildes campesinos que son acusados y condenados erróneamente por asesinato. Creo que tal y como estaba el sistema político y judicial de esa época hubiese sido mucho mejor por su parte declararse culpables mucho antes porque así se hubiese ahorrado todo el sufrimiento de las declaraciones. Afortunadamente, aunque un poco tarde, son liberados y se reconoce su inocencia.
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Enviado por: | José Díaz |
Idioma: | castellano |
País: | España |