Literatura


El Capitán Alatriste; Arturo Pérez-Reverte


RESUMEN

En el Madrid del siglo XVII, vive como espadachín a sueldo el capitán Alatriste, en compañía del joven Íñigo Balboa, su fiel criado y paje. Íñigo era hijo de Lope Balboa, que había sido muy buen amigo del capitán Alatriste, es más, casi como hermanos. Cuando mataron a Lope Balboa de un tiro de arcabuz en un baluarte de Jülich, el capitán Alatriste le juró ocuparse de su hijo cuando éste fuera mozo.

Diego Alatriste y Tenorio, apodado como el capitán Alatriste, e Íñigo Balboa vivían encima de la taberna del Turco, de la cual era dueña Caridad la Lebrijana. A la taberna solían ir personajes como don Francisco de Quevedo, Juan Vicuña, el Licenciado Calzas, el Dómine Pérez, el Tuerto Fadrique y algunos amigos más del capitán.

Un día el teniente de alguaciles Martín Saldaña fue a la taberna del turco como mensajero a encargarle al capitán Alatriste un trabajo, que éste aceptó. El capitán fue a un edificio abandonado al que tenía que acudir para que le dieran las instrucciones del trabajo. Allí había un hombre enmascarado y otro que iba a hacer el trabajo con él, era Gualterio Malatesta, el peligroso asesino italiano. El hombre enmascarado les dio órdenes de quitar unos documentos y darles un susto a dos viajeros ingleses que viajaban de incógnito y que se hacían llamar Thomas y John Smith, cerca de la casa de las siete Chimeneas que era la residencia del conde de Bristol, embajador de Inglaterra. Cuando el enmascarado se fue, salieron de una puerta secreta un hombre enmascarado de cabeza redonda y fray Emilio Bocanegra. Ellos también les encargaron que mataran a los herejes ingleses.

El italiano y Alatriste hicieron la emboscada, pero el capitán Alatriste cuando iba a matar a uno se arrepintió y lo dejó vivir. El capitán le dijo al italiano que no matara al otro, pero el italiano seguía y cuando iba a matar al inglés de una estocada, Alatriste se la paró con su espada. El italiano se fue y le dijo que se las pagaría.

Alatriste llevó a los dos ingleses al palacio de Álvaro de la Marca, el conde de Guadalmedina. Allí el conde que sabía hablar la lengua de los herejes, le dijo al capitán que los tales Thomas Smith y John Smith eran Jorge Villiers, más conocido como marqués de Buckingham, y Carlos Estuardo, príncipe de Gales y futuro rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, que venía a España para negociar el matrimonio con la infanta doña María, hermana del rey don Felipe Cuarto, aunque el rey y el conde de Olivares, quien guía al rey en todo, no estaban enterados de esta visita.

Días más tarde Martín Saldaña fue a buscar al capitán y se lo llevó, ya que una gente quería hablar con él. Se lo llevaron a una casa cerca del Portillo de las Ánimas, pero Íñigo los había seguido. Allí estaban el hombre enmascarado de cabeza redonda y fray Emilio Bocanegra. Ellos estuvieron hablando con el capitán y lo dejaron ir, pero justo al salir le atacaron unos hombres. Íñigo hirió con unos pistoletazos a unos, y el que quedaba era Gualterio Malatesta que se escapó.

Unos días más tardes en las gradas de San Felipe, Íñigo conoció en persona a Lope de Vega y estuvo hablando con Angélica de Alquézar, de la cual Íñigo estaba enamorado, y le contó que iba a asistir, con el capitán, a la representación de la comedia El Arenal de Sevilla, que tendría lugar en el corral del Príncipe al día siguiente. Ya allí, cuando estaban viendo el teatro al capitán Alatriste le atacaron cinco hombres. Don Francisco de Quevedo le ayudó y los dos ingleses también, ya que le debían la vida. Cuando Felipe Cuarto los vio, ordenó que cesara aquella disputa.

Más tarde Alatriste se encontraba preso en palacio. Estuvo hablando con un hombre que era el conde de Olivares que mandó a Luis de Alquézar a que fuera a hablar con él y el conde de Olivares le hizó un interrogatorio a éste, que era el secretario del rey, y dejó libre a Alatriste por deseo de Carlos, no sin haberle dicho que tuviera cuidado con Luis de Alquézar. Fuera lo estaban esperando Íñigo y Gualterio Malatesta, que se fue diciéndole a Íñigo que alguna vez mataría a Alatriste.

FIN

DECADENCIA ECONÓMICA

El reinado de Felipe IV vivió una de las coyunturas bélicas más intensas de la historia de la Monarquía Hispánica, que acabó por arruinar la economía y la hacienda de Castilla, y que pesó también gravemente sobre otros territorios, en particular el reino de Nápoles. Las repercusiones económicas y sociales de tal esfuerzo, junto a otros factores, como el descontento y las tensiones constitucionales provocadas por los intentos del conde-duque de Olivares de repartir las cargas de la política imperial de la monarquía, para aliviar el peso que soportaba la Corona de Castilla, provocaron una grave crisis interna, cuyas manifestaciones más importantes fueron las revueltas de Cataluña y Portugal, iniciadas ambas en 1640. Tales acontecimientos fueron la antesala de la derrota de la monarquía frente a los holandeses, sancionada por la Paz de Westfalia (1648) y frente a Francia por la Paz de los Pirineos (1659). Unos años después, en 1668, Portugal vio reconocida su independencia.

Inquisición española

Tribunal eclesiástico creado en el siglo XII para combatir y castigar la herejía, la brujería o cualquier otra manifestación, pública o privada, contraria a la fe católica. Los Reyes Católicos consiguieron la facultad de nombrar los inquisidores (1478) de manos del papa Sixto IV. Desde sus comienzos funcionó de una manera bastante independiente, por lo que en realidad se convirtió en una jurisdicción del estado en materia religiosa, ejercida mediante el nombramiento y la retribución de los inquisidores. En 1483 se creó el Consejo de la suprema y general Inquisición, integrado entre los consejos del reino, y fue nombrado inquisidor general el dominico fray Tomás de Torquemada, que ha quedado como símbolo del fanatismo y la crueldad; se calcula que unas dos mil personas murieron en la hoguera mientras ostentaba el cargo. La Inquisición también llegó a las colonias americanas de España, y ya en 1519 Carlos I nombró los primeros inquisidores apostólicos, entre ellos fray Pedro de Córdoba. Las acusaciones versaban fundamentalmente sobre herejías doctrinales, pero también sobre prácticas de brujería u otras supersticiones, así como sobre la homosexualidad y la bigamia o el concubinato de los clérigos. Se prohibió la entrada de los escritos luteranos y se estableció un Índice de libros prohibidos. Durante el siglo XVII, el rigor inquisitorial disminuyó en gran medida, y se centró sobre todo en los delitos de opinión y de costumbres. Las nuevas corrientes ideológicas de la centuria siguiente minaron el prestigio y el poder de la Inquisición en España y en sus dominios. Suprimida en el año 1808 por José Bonaparte, fue disuelta por las Cortes de Cádiz en 1813, y aunque hubo una breve restauración (1814), seguida de una nueva suspensión y de otra reimplantación, acabó siendo abolida definitivamente en 1834.

VALORES DEL CAPITÁN ALATRISTE

El capitán Alatriste era un hombre muy valiente y un gran espadachín. Además él nunca mataba por la espalda, y no mataba por gusto, sino por necesidad. También fue un gran soldado. Tenía un peculiar sentido del humor áspero, inmutable y desesperado. Tenía muchos amigos, algunos bastante importantes. Era un hombre sincero, ya que siempre decía la verdad.

OPINIÓN PERSONAL

Este libro me pareció bastante interesante, ya que cuenta con unas aventuras y unos personajes muy divertidos e interesantes. En él hay mucha historia de nuestro país, ya que hay personajes como Lope de Vega, Velázquez, Quevedo, Góngora, Felipe IV, conde-duque de Olivares, etc.; que están en la historia de nuestro país. Está desarrollado en el siglo de oro, aunque como se ve de oro no tiene mucho, excepcionando a gente como Lope, Velázquez, Quevedo, etc. También nos cuenta como vivía la gente y los lugares públicos a los que asistía la gente.




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Enviado por:Alberto Novoa
Idioma: castellano
País: España

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