Historia
Dictadura de Salazar en Portugal
DICTADURA DE SALAZAR EN PORTUGAL. REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES.
En mayo de 1926, el general Antonio de Fragoso Carmona fue elegido por los dirigentes militares para encabezar el nuevo gobierno de Portugal despues del golpe de estado que derribo la primera república. Este país estaba sumido en el caos económico, y se necesitaban nuevos políticos para enfrentarse y solucionar los problemas.
En el mismo año, Carmona ofreció a Antonio de Oliveira Salazar, un profesor de economía de la universidad de Coimbra, ser ministro de Finanzas, pero ante sus demandas de poderes extraordinarios se le retiro el ofrecimiento.Pero en 1928 Carmona fue nombrtado presidente (en unas elecciones en lñas que el era el único candidato) , y tras prometérsele amplías competencias, Salazar acepto el nombramiento.
En menos de un año había liquidado port completo la deuda externa que sumaba 128 millones de dólares en sólo 4 años y equilibrado el presupuesto nacional, por lo que tubo éxito y se convirtió en la figura política del país.En 1930 fundó “Unión nacional”, unha organización política basada en principios autoritarios, e en 1932 Carmona lo nombró presidente del Consejo de Ministros. Salazar paso a ser primer ministro y dictador. Promulgo una nueva constitución en 1933, por la que se creo “Estado Novo”, que establecía en Portugal un rtégimen corporativo y de partido único, con una economía planificada y donde no había ninguna posibilidad de llevar a cabo gestos o actos de oposición poolítica.En 1940, Salazar firmo un Concordato con el Vaticano por el que devolvía las propiedades confiscadas a la Iglesia por el anterior gobierno portugués.
El modelo político y organizativo del Estado Novo se inspiraba en fórmulas de gobierno existentes en la Europa de la década de 1920, sobre todo en el fascismo italiano de Benito Mussolini, sosteniéndose en el partido único, la Unión Nacional, en el corporativismo, definido en la Constitución de 1933, y en cierto culto del jefe (el propio Salazar) .El nuevo régimen alcanzó la fase de mayor radicalización en los años de la Guerra Civil española (1936-1939), con la constitución de organizaciones paramilitares: la Legión y la Juventud portuguesa.
El país se estabilizó aunque de manera superficial, a pesar de que la gente se sentía orgullosa de su Estado. En los años 30 se agudizaron los problemas económicos a causa de la falta de industrias y servicios. El país estaba centralizado alrededor de Lisboa, Oporto y Braga. El resto era totalmente rural y pobre.
Las Relaciones internacionales
Portugal tenía muy buenas relaciones con Gran Bretaña, las cuales se remontaban a la alianza Anglo-Portuguesa del siglo 14. En 1938 el comercio con Inglaterra le reportaban 629 millones de escudos (más de 25 millones de dólares.) La relación con Alemania se inicia cuando surge la Guerra Civil en España y el primer Ministro Antonio Oliveira Salazar se pone del lado de Hitler y Franco. Portugal sirvió de puente para pasar armas alemanas a las fuerzas franquistas en España y también envió voluntarios que lucharon a su lado. En esos años Alemania le compraba 22 millones de dólares anuales en productos a Portugal.
Política internacional de pre-guerra
en 1938, Lisboa reconoce la junta de Burgos, que se constituyó en un gobierno de tendencia franquista. Ese año, Salazar declara que en caso de guerra en Europa, Portugal será neutral. En 1939, se firma un pacto de amistad y no-agresión con España y el 14 de Abril, el gobierno rechaza firmar el pacto Anti-Kominterrm entre Alemania, Italia y España. El 17 de Agosto se firma un pacto de cooperación militar con Gran Bretaña y el 2 de setiembre al estallar la guerra, Portugal manifiesta su intención de ser neutral en el conflicto, criticando la Blitzkrieg contra los católicos polacos.
Neutralidad en peligro
La situación portuguesa no era buena del todo. Su posición geográfica y los territorios coloniales ponían en peligro su neutralidad. Sin embargo Salazar ofreció continuar el comercio con los beligerantes. Cuando Alemania invade Francia, las tropas alemanas se hayan muy cerca de Portugal y la situación se torna preocupante para Salazar ante la posibilidad de que España entrara en la guerra. En las colonias de Asia hubo problemas, pues los japoneses invadieron Timor en 1942.
Los beneficios de la guerra
Económicamente, la guerra y la posición de neutralidad benefició enormemente a Portugal porque gracias a ello, logro equilibrar la balanza comercial y luego que alcanzara el superávit. Como exportador de materias primas, fue proveedor de tungsteno, cromo, zinc, manganeso y mica, tanto para Inglaterra como para Alemania. Portugal e Inglaterra tenían un acuerdo comercial mediante el cual ambos países aceptaban crédito del otro con su propia moneda, de manera que en pleno conflicto cuando Gran Bretaña estaba escasa de oro y monedas fuertes, le pagaba a Portugal con libras esterlinas y Portugal a su vez le compraba productos pagándolos con escudos. Hay que anotar que Portugal dependía de productos claves, procedentes de Estados Unidos, y su alianza comercial con Inglaterra le garantizaba que no se cortara ese flujo. Por parte del comercio con Alemania, aunque no existía un acuerdo comercial similar al que tenía con Inglaterra, había un acuerdo interbancario entre el banco de Portugal y el Deutsche Verrechnungskasse, mediante el cual los valores de exportación de uno de los países eran balanceados con las importaciones del otro. Por otro lado, Portugal le daba adelantos de 20 a 30% en escudos a Alemania por el valor de sus contratos de importación. Similarmente, con Italia, Portugal mantenía una interesante cartera comercial. Para 1943, Italia tenía una deuda de 3.38 Millones de dólares con Portugal.
Doble juego comercial
Por otro lado, Portugal realizaba un buen volumen de contrabando, tanto con los Aliados como con el Eje. Con los Aliados hizo acuerdos para obtener ciertos productos vitales para su economía, con la condición de no vender a Alemania e Italia algunas materias primas vitales para el esfuerzo de guerra. Tanto Portugal como España eran proveedores de importantes materias primas sudamericanas, las que Alemania no podía transportar directamente, debido al bloqueo.
Proveedor vital para el Eje
Portugal era el principal proveedor de Alemania de importantes minerales como el volframio o tungsteno, que era utilizado en la fabricación de herramientas cortantes y perforantes y para la elaboración de balas, granadas de artillería y blindajes. Para el mismo efecto, Estados Unidos utilizaba el molibdeno. Por esa situación, los aliados presionaron a Portugal para que no vendiera ese producto a Alemania. Incluso llegaron a comprar cantidades mayores a las requeridas, como medio para elevar el precio y disminuir la entrega de esos metales a Alemania. Portugal, a su vez, aprovechó la coyuntura, para que fueran reducidos los precios de los productos que ellos importaban de Estados Unidos e Inglaterra.
Doble juego político
Secretamente, sin embargo, habían hecho un acuerdo en 1942, con Alemania para el suministro de Volframio. Mediante el acuerdo, Alemania le suministraba acero, hierro, armamento y vagones de tren a Portugal con precios preferenciales y entregas a tiempo. Esto no era difícil para los alemanes, considerando que podían transportar sus productos a través de Francia ocupada y España sin problema alguno o por medio de barcos portugueses desde la costa atlántica francesa, a los puertos portugueses y viceversa.
Presión británica
Toda esta situación de presión, sumado al rumbo que llevaba la guerra en 1943, llevó a Portugal a acordar la autorización para que Inglaterra instalara una base naval en las islas Azores, como parte de los acuerdos comerciales y de cooperación existentes desde antes de la guerra. Como Salazar temía una represalia de Alemania y también de España que podía entrar en la guerra en cualquier momento, obtuvo en cambio, de los aliados, artillería antiaérea y aviones de combate y acordaron que si España atacaba a Portugal, inmediatamente los aliados declararían la guerra a España. Portugal por su parte aceptaba el aterrizaje de aviones estadounidenses en la Azores, pero les negaba el derecho a mantener bases militares, en honor a la neutralidad portuguesa en el conflicto.
Se avisoran cambios
A fines de 1943 y a comienzos de 1944, las compras de volframio comenzaron a disminuir, puesto que los aliados tenían suficientes reservas. Los Aliados presionaron para que cesaran las ventas a Alemania, advirtiéndole a Portugal que las rutas de suministro con Alemania podían ser cortadas en corto tiempo y que al cortar el suministro de los minerales a Alemania daría como consecuencia la más pronta terminación de la guerra. A finales de 1944, Churchill presionó a Salazar con un embargo de las ventas de los minerales, cosa que Salazar consideró un acto hostil, rechazando que se arrastrara a Portugal a entrar en la guerra sólo por el caso del Volframio. Al recibir la mediación del Embajador de Brasil, Salazar le manifestó que era injusto forzar a Portugal a atenerse a un embargo total de volframio a los beligerantes y que como neutral no podía terminar el suministro a Alemania. Sin embargo accedió a eliminar el contrabando, el cual para fines de año se redujo sustancialmente.
Llegan las sanciones económicas
A mediados de 1944 Estados Unidos decidió aplicar sanciones económicas a Portugal para detener las exportaciones portuguesas a Alemania, pero Gran Bretaña prefirió actuar con cautela, ante su socio comercial de varios siglos. Estados Unidos siguió presionado a Portugal bajo amenazas del corte de suministros vitales como el petróleo, haciendo hincapié en que la amenaza militar alemana contra Portugal había disminuido, dada la situación militar en aquellos momentos. Esta vez, Gran Bretaña accedió a unirse a la coacción e hicieron lo mismo con España, a quien obligaron a cesar sus exportaciones de minerales a Alemania. Portugal cedió también a efectuar el embargo a Alemania y a los Aliados.
Se deteriora la situación interna
La reducción de la exportaciones y el creciente sentimiento anti-nazi en Portugal llevó a Portugal a un deterioro en la situación interna. Posteriormente, en Mayo de 1944, hubo un incidente entre un submarino alemán y un mercante portugués del cual fueron retenidos, por varias horas, varios pasajeros en botes salvavidas. Al ser reembarcados tres pasajeros murieron. Este episodio aumentó el sentimiento anti-alemán en los portugueses. Sin embargo, durante el año 1944, a pesar del embargo Alemania importó de Portugal 900 toneladas de volframio.
Doblegándose ante los vencedores
Se dice que en el último año de la guerra, Alemania se vio obligada a reemplazar el volframio por aleaciones de acero y carbón lo que desmejoró la calidad de la maquinaria bélica. Poco después, Salazar accedió a autorizar a Estados Unidos para que instalara su base aérea en las Azores. Sin embargo el proyecto se retrasó debido a demandas portuguesas en relación con el comercio y por trabas en la autorización para que los aliados pudieran liberar la colonia portuguesa de Timor, que se encontraba en manos de los japoneses. Después de largas conversaciones, Salazar aceptó la construcción de la base en las Azores y le dio a Estados Unidos autorización para permanecer hasta 9 meses en Timor, después de la liberación. Estados Unidos sugirió la participación portuguesa en la campaña de Timor.
Las represalias
A mediados de 1945, cuando la suerte de Alemania estaba echada, la presión contra Portugal continuó, pues se inició una investigación sobre posibles depósitos de dinero y participaciones financieras alemanas en el país, con el propósito de revivir, luego de la guerra, al Nacionalsocialismo. Toda esa situación se enredó con muchos elementos especulativos, que luego se demostró que fueron falsos y continuó después de la guerra, incluso hasta mediados de los años 50, con la participación de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania Occidental. . Sufrió un ataque de apoplejía en 1968 y fue sustituido en su cargo de presidente del Consejo de Ministros por Marcelo Caetano, hecho que se le ocultó durante los dos años restantes de vida. Salazar murió el 27 de julio de 1970 en Lisboa.
El 29 de septiembre de 1968, Marcelo Caetano, un profesor de derecho y hombre de negocios y durante mucho tiempo asociado a Salazar, se convirtió en primer ministro sucediendo a Salazar. Aunque Caetano era partidario de reformas, cuando entró en posesión de su cargo continuó la política represiva de Salazar, especialmente en África.
Una serie de éxitos militares y políticos realizados por los movimientos de liberación africanos amenazaron la estabilidad económica (ya muy débil por los elevados gastos militares para mantener las guerras coloniales) de Portugal y permitieron que un grupo de oficiales portugueses derrocaran el gobierno de Caetano el 25 de abril de 1974 de forma incruenta, en la denominada `revolución de los claveles', que fue un movimiento revolucionario portugués que, en 1974, puso término a cincuenta años de régimen conservador, antidemocrático y represivo. Su objetivo fue constituir un gobierno con exigencias de desarrollo industrial y modernización económica, de mayor apertura hacia las instituciones comunitarias europeas, que aportara también una solución para el callejón sin salida de la guerra colonial; todo ello mediante un movimiento amplio de carácter progresista, que contaba con los medios proporcionados por la influencia comunista, antifascista y democrática.La canción “Grândola vial morena” y el clavel, ofrecido efusivamente por la población a los soldados, y colocado por éstos en el cañón de las ametralladoras, se convirtieron en el símbolo de esta acción notable, apoyada por la inmensa mayoría de los portugueses.
Una junta de siete miembros, dirigida por el general António de Spínola, se hizo con el poder y prometió establecer un sistema democrático en Portugal y la independencia de los territorios africanos(se denominó movimiento de los capitanes). Durante 1974 y 1975, Guinea-Bissau, Mozambique, las islas de Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y Angola se independizaron, y en 1975-1976 el Ejército indonesio ocupó Timor. El regreso de las tropas y de los colonos a Portugal desde las nuevas naciones independientes agravó los problemas de desempleo y de inquietud política en la metrópoli.
El 30 de septiembre de 1974 Spínola dimitió ante el crecimiento de la influencia comunista. Le sustituyó el general Francisco da Costa Gomes. Vasco Gonçalves, que se había convertido en primer ministro en julio, permaneció en su cargoEn marzo de 1975se sofocó un intento de golpe de Estado por parte de la derecha, dirigida por Spínola. En abril los socialistas triunfaron en las elecciones para formar una asamblea constituyente.
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Enviado por: | Marina |
Idioma: | castellano |
País: | España |