Historia


Antiguo Régimen


  • Introducción

  • Se puede definir Antiguo Régimen como el conjunto de estructuras demográficas, económi­cas, políticas, sociales y mentales propias de la Europa prerrevolucionaria. Este término se acuña en la Revolución Francesa y se utilizó para designar lo de “antes de”, conscientes de la nueva época que comenzaba. La Historiografía Europea el S.XIX lo utilizaba para designar el periodo entre Edad Media y Contemporánea. Fue Alexis Tocqueville, en 1856, el primero en utilizarlo como hoy en día.

    Se caracteri­zaba por:

    • Alta mortalidad y natalidad (1ª fase).

    • Crisis de subsistencia y epidemias mortíferas.

    • Economía de subsistencia.

    • Predominio de actividades agrícolas de poco rendimiento.

    • Nuevos productos (patata, maíz, café…)

    • El Gobierno regulaba todo (economía, relaciones sociales, etc.)

    • Lentitud de transportes y aislamiento de la vida local.

    • Diversidad jurídica y existencia de estamentos privilegiados.

    • La Tierra era prestigio social, solía estar en manos de nobleza y clero.

    • Religiosidad y superstición.

    • Pretensiones absolutistas de los monarcas pero una falta de medios reales para modi­ficar las instituciones y costumbres tradicionales.

    • Orígenes remotos, seculares y milenarios.

    El cambio más profundo experimentado se dio con la doble revolución, industrial inglesa y li­beral de Estados Unidos y Francia, la Europa anterior a este cambio es la del Antiguo Ré­gimen.

  • Características del Antiguo Régimen

  • Demografía

  • S. XVIII

    1975

    Hombres

    Mujeres

    Hombres

    Mujeres

    Media de vida

    25

    26

    69

    77

    Media de matrimonio

    27

    25

    25

    23

    Porcentaje que llega a dicha edad

    42

    44

    96

    97

    Hijos si la esposa llega a 45 sin enviudar.

    6,5

    1,8

    Había una alta natalidad y moralidad. La muerte era un fenómeno natural a cualquier edad. Factores que explicaban esta elevada mortandad:

    • Alimentación escasa y poco variada.

    • Falta de higiene que propiciaba enfermedades gastrointestinales y facilitaba el conta­gio epidémico.

    • Carencia de viviendas y ropa adecuada para protegerse del frío y humedad.

    • Conocimientos médicos insuficientes.

    Cada X años se producían mortandades extraordinarias (crisis demográficas) debidas a malas cosechas (que provocaban hambres), contagio epidémico o guerra. Estos factores junto con la propia muerte se simbolizaban como los “Cuatro jinetes del Apocalipsis” y so­lían estar interrelacionados.

    La elevada mortandad se compensaba con la elevada natalidad, dado el desconocimiento de métodos anticonceptivos. El único freno era el porcentaje de solteros y la edad tardía de matrimonio. Este factor diferencia las sociedades occidentales de las orientales, donde esta edad es mucho más temprana.

  • Economía

  • Agricultura Las economías anteriores al S.XIX eran fundamentalmente agrarias. La incidencia del sector agrícola en el conjunto de aquellas economías y sociedades resultaba decisiva en la configuración de éstas. El sector agrario ocupaba en torno a un 80% de la población activa europea, con oscilaciones desde un 60% en Inglaterra a un 90 ó 95% en Europa Oriental. La adquisición de alimentos obligaba a la mayoría de los europeos a des­tinar a este gasto el mayor porcentaje de las rentas disponibles, a menudo casi su totali­dad, y esto limitaba las posibilidades de aumentar la demanda de otros productos y así de fomentar otros sectores de la economía.

    Los productos agrícolas y ganaderos destinados al consumo y a la industria constituían el principal volumen de intercambios comerciales y permitían mantener otras actividades eco­nómicas tales como el transporte o el crédito. La agricultura era además la principal fuente de recursos financieros, tanto para las finanzas privadas, ya que solía ser el compo­nente esencial de los capitales familiares, como para las finanzas públicas, que extraían la parte más elevada de sus ingresos de los impuestos sobre las tierras, sus propietarios, usuarios y compra-venta de frutos agrícolas. El campo no sólo era el origen más impor­tante de las rentas, también era el principal receptor de los beneficios obtenidos en otras áreas económicas que se invertían en la tierra en busca de prestigio social o seguridad del patrimonio.

    El predominio agrario no implicó un desarrollo eficaz de la agricultura, que no había alcan­zado, pese a todo, cotas destacadas de productividad o especialización. Aunque a la altura de mediados del S.XVIII las variaciones regionales eran muy acusadas, en términos genera­les la actividad agrícola europea se continuaba realizando como a finales de la Edad Media. La dependencia climática seguía constituyendo el principal obstáculo y la tecnología agrí­cola, utillajes y fertilizantes apenas había registrado innovaciones significativas.

    En estas condiciones el resultado era una producción que se centraba en asegurar el auto­consumo, con destacada presencia del monocultivo cerealista, que obtenía cantidades muy fluctuantes, debido sobre todo a la dependencia climática.

    Las posibilidades de aumentar la producción eran muy limitadas. El principal recurso era aumentar las tierras de cultivo. Ante el auge de la demanda de alimentos en Europa, la respuesta más común fue poner en cultivo tierras marginales, baldíos o pastos. El pro­blema de esta solución era que reducía aún más los rendimientos al tratarse de tierras menos fértiles. Cuando se trataba de tierras dedicadas a pastos, provocaba conflictos con la ganadería y una disminución de los ganados que terminó afectando el nivel de consumo del carne ya que aumentaron sus precios.

    Existía la posibilidad de incrementar la producción sin ampliar la superficie cultivada me­diante el sistema de rotación de cultivos y pastos, con el que se eliminaba el barbecho, se aumentaba la productividad y hasta se podía criar un ganado estabulado. Aunque este sistema ya se practicaba en algunas regiones durante la Edad Media, su difusión hasta fi­nales del S.XVIII chocó con estructuras de propiedad complejas y usos comunales y con la exigencia de unos mercados desarrollados que compensaran el trabajo intensivo y capital adicional necesarios.

    La carencia de excedente agrario ralentizó el desarrollo del resto de la economía, sobretodo el comercio.

    La mayor parte de las tierras estaban en manos de nobleza y clero, cuya propiedad era pri­vilegiada, ya que no pagaban impuestos pero sí que podían cobrarlos. Sus tierras eran en gran medida producto de Mayorazgo, manos muertas y bienes vinculados, que viene del de­recho romano fidei comiso y consiste en que el patrimonio no puede fraccionarse ni ven­derse. Esto causó que la tierra quedase fuera del mercado y la poca que quedara aumen­tara de precio. Tampoco permitió una correcta explotación del terreno, pues el noble no in­vertía, sólo quería sacar dinero. En Gran Bretaña poseían tierra, sin ser nobles, los Gentry y Freeholders.

    Industria Muy por debajo de la agricultura en cuanto a hombres que empleaba, riqueza generada y prestigio social. Dependía de la agricultura. Era una industria artesanal, poco evolucionada. La mano de obra no era sustituible por la escasa tecnología, esto limi­taba la producción.

    Existían el Gremio o corporación de oficio, una asociación de artesanos de un oficio en una ciudad que controlaba precios, salarios, productos, organización del trabajo, calidad… esto eliminaba competitividad, iniciativas y avances. El Gremio no garantizaba mejoras en ningún sentido.

    Aprendiz < Oficial < Maestro

    Se escapa al Gremio fuera de la ciudad, donde no tiene jurisdicción. Ahí se desarrollarán nuevas ramas, como la textil y la impresión con el Putting out System.

    Lo propio del noble era que su riqueza procediese de la tierra. La Fisiocracia sostuvo en el S.XVIII que sólo la tierra creaba riqueza, limitándose la industria y comercio a transfor­marla.

    ¿Por qué se considera como dinamizador al Putting out System en economía?

    El desarrollo de los mercados en la economía europea preindustrial exigió aumentos en la producción, a los que sólo parcialmente daba respuesta la producción gremial y el desarro­llo técnico. Consecuentemente se fueron imponiendo sistemas laborales más dinámicos que, por la vía de la extensión de la mano de obra, pudieran aprovechas las oportunidades que ofrecía la demanda. La forma e organización desarrollada fue el Putting out System.

    Este sistema de producción se practicaba desde finales de la Edad Media, pero es durante los siglos siguientes con el aumento de la demanda de productos industriales cuando cobra auge. Las restricciones impuestas por las organizaciones gremiales obligó al traslado hacia el campo de estas actividades. Allí encontraron un gran potencial laboral en la población agrícola. El elevado número de agricultores disponibles en toda Europa, la sencillez de las tareas a realizar, con técnicas rudimentarias y ampliamente conocidas y la disponibilidad de tiempo para realizarlas, debido al descanso estacional, estimulaba su empleo.

    La industria a domicilio o dispersa podría considerarse una forma capitalista, ya que se dan los principios de libertad de empresa y de trabajo. El empresario, generalmente un co­merciante, reinvierte los beneficios de la actividad comercial en la industrial, y el capital empleado aparece separado del trabajo. Este empresario actúa organizando y dando uni­dad a todo el proceso de producción, aportando el capital necesario, distribuyendo el tra­bajo entre los operarios, encargándose del reparto o fases del trabajo y encargándose de su comercialización. El éxito de algunos de estos empresarios les llevó a su especialización.

    Las ventajas de este sistema fueron notables. Permitió un aumento de la capacidad pro­ductiva y mediante la oferta abrir nuevos mercados en Europa y países coloniales. A los agricultores - operarios les permitía un incremento de la renta familiar, sobretodo porque podían colaborar todos los miembros de la familia. Para el futuro, posibilitó la aparición de grupos empresariales especializados, con el consiguiente potencial de capital y experiencia, mejoró las redes comerciales internacionales y contribuyó a desarrollar una mano de obra asalariada y condicionada por una dinámica laboral.

    Las desventajas fueron que el recurso de un trabajo a domicilio no podía ser indefinida­mente extendido en una región porque pronto surgirían problemas para el control de los productores y entrega de materia prima. Los costes de distribución se disparaban. El ritmo de producción tampoco era regular porque dependía del ciclo laboral agrícola, ni tenía flexi­bilidad para responder a los incrementos de la demanda, eran frecuentes los desfases en­tre aumentos de demanda y posibilidades de producción. La presión sobre la mano de obra produjo, además, su revalorización y el aumento salarial, lo que encareció la producción.

    Se hizo necesario aumentar la productividad y reducir los costes, lo cual se consiguió con una progresiva mecanización de la producción, concentración de la mano de obra y fases del proceso de producción.

    En resumidas cuentas, se podría considerar dinamizador a éste sistema porque logra un aumento de la capacidad productiva. Esta capacidad se logra a costa de una peor calidad, pero el coste del producto será menor, lo cual abrirá puertas a un mercado de menor nivel adquisitivo, el cual será más amplio que aquel que pudieran tener los gremios. Así pues, se produce más, más variado, aunque de peor calidad, al alcance de más gente.

    Transportes y actividades mercantiles La carestía de transportes, sobre todo te­rrestres, explicaba el aislamiento de las comunidades rurales. Vehículos lentos, caros e in­seguros. Falta de caminos, por lo que se utilizaba la mula. Esto hacía necesaria una eco­nomía cerrada y de autoabastecimiento, dado el poco contacto e intercambios entre loca­lidades. Importar grano de lugares con mejor cosecha era imposible dado al coste prohibi­tivo que hubiera implicado.

    El transporte fluvial era más sencillo por el bajo coste de transporte acuático y el fácil transporte por este medio. Permitía una mejor comunicación. El problema de este trans­porte es la capacidad de los barcos en grandes distancias. Ayudaron a solventar el pro­blema las colonias de ultramar.

    La carestía de transportes condicionaba el comercio, actividad secundaria de las clases altas. Lo que no producía la propia familia lo conseguía mediante trueque, intercambio de servicios o el reconocimiento de la deuda en papel firmado. El pago de impuestos al rey era de lo poco que requería moneda y era nece­sario vender productos para obtenerla. Al señor y a la iglesia se le pagaban en especie. Las clases altas consumían mucho de importación. Otro impedimento eran las aduanas interiores. Había zonas en el S.XVIII sonde no había mo­neda.

    El comercio de artículos de lujo era uno de los negocios más lucrativos, junto con activida­des financieras tales como préstamos, arriendo de cobro de impuestos o suministro de ejércitos.

    El Comercio interior se basaba en el de cereales (necesario para abastecer las ciudades), que guardaban en almacenes o pósitos. En Francia y España se tomaron medidas para obtener más dinamismo introduciendo libertad en su comercio (producción, precio, etc.) para así incentivarlo. Salió mal, provocando encarecimiento y motines. No se conseguía evi­tar el hambre en las ciudades. La mayor parte del comercio interior se dio a través de mer­cados locales de periodicidad semanal.

    La Feria fue un mercado especial, anual o semestral, donde acudían profesionales a ofrecer sus productos y cerrar operaciones de cuantía.

    El Comercio Internacional era el más lucrativo. Lo realizaban compañías (todos los socios se dedicaban al negocio) que obtenían monopolio por parte del Rey con un país y un pro­ducto. Su funcionamiento es rígido, pues no tienen competencia.

    Las Sociedades mercantiles reunían dinero mediante aportaciones: se necesitaba capital para gastos de barcos, transporte, etc. Se iniciaron en Holanda con la “Compañía Holan­desa de las Indias Orientales”, de capital público. Luego se dieron en Inglaterra, Francia y España. No obtuvieron monopolios, tuvieron que competir. :P

    A partir de las Sociedades mercantiles se desarrolló en Gran Bretaña la S.A. la primera la “Compañía Inglesa de las Indias Orientales”. Fue una iniciativa privada, la primera en emitir títulos de acciones para sus inversores. No todos los socios tenían por qué dedicarse al comercio. Esto derivó en la Bolsa.

  • Sociedad

  • Era una sociedad estamental.

    Estamento: Grupo social y legal diferenciado por una misma función. El Estatuto jurídico especial o privilegio afectaba al 1er y 2º estamento sólo, estos aseguraban un respaldo eco­nómico seguro. Los privilegios eran hereditarios, aunque el rey podía ennoblecer a una per­sona.

    Los privilegios serían:

    • Oficio en política, alta oficina del ejército y magistraturas de la iglesia.

    • Exención fiscal. No pagaban pero sí cobraban.

    • Exención de oficios penosos. Que no trabajaban.

    El clero era el 2% de la población. Se dedicaba a la enseñanza, a cobrar diezmos y criar se­ñoríos. El alto clero era de origen noble y el bajo del 3er estado.

    La nobleza era entre un 2 y un 6% de la población europea, de diferente posición y rango. Mantenían señoríos feudales y jurisdiccionales. Variaban según fueran nobleza cortesana o provincial.

    A mediados del S.XVIII, el 90% de los españoles eran del 3er estado, llamado estado llano o estado general. Era muy heterogéneo.

    La Burguesía tenía tendencia a ennoblecerse invirtiendo en tierras y mediante unioes ma­trimoniales. Tenían el poder económico (no desechan el comercio ni nada que traiga pelas a costa de trabajar) pero no poder político. Fueron la clase ilustrada, la que fomentó la Re­volución Ideológica, influyeron en el campesinado para acabar con el Antiguo Régimen. A ellos se unieron disidentes de la nobleza. Reclamaron libertad y protagonismo político.

    Los campesinos, en el Este aún vivían como siervos. En el Oeste había tanto un régimen se­ñorial como campesinos libres. Son la masa sobre la que se mantiene el sistema. Reivindica­rán su derecho a vivir.

    Sociedad estable y tradicionalista. Los cambios eran lentos y minoritarios. Posición y ocu­pación hereditaria.

    Integración del individuo en marcos colectivos. La vida moral, laboral, afectiva y lúdica es­taba encauzada por iglesia, gremio, aldea y familia. La Familia era una célula sólida basada en la sumisión de los hijos al padre y de la esposa al marido. Los lazos familiares más am­plios constituían una protección básica. La fortuna era menos individual que familiar y era frecuente para mantener el poder en la familia se sacrificara a los demás hijos por el pri­mogénito, al que pasaba el grueso de la herencia Mayorazgo.

    Destaca la religiosidad. El cristianismo impregnaba todo y era de todos. La iglesia era base en la educación, patrocinio de arte, asistencia social y en muchos pueblos el cura era el único contacto con el exterior o el único no analfabeto. El Norte era protestante, el Sur católico y el Este ortodoxo.

    En el pueblo la fe se compatibilizaba con una serie de supersticiones que el clero intentó combatir con más o menos éxito. La frontera entre religión y superstición no era clara, al igual que la de ciencia y magia.

  • Política

  • Repúblicas, escasas y pequeñas. República de Venecia, centro económico y cultural de la Edad Media y Renacimiento. En ella se daba una aristocracia (oligarquía) en el que el Gran consejo era presidido por el Dux. Las Provincias Unidad de Países Bajos, el estado más avanzado en muchos aspectos, foco intelectual, económico y artístico, pero que decayó en el S.XVIII, era una República Federativa. Cada provincia mantenía autonomía política. El po­der estaba en los Estados Generales y recaía en el Statuther como presidente. Hubieron tendencia monárquicas.

    Monarquías. La que ostentaba el título de mayor rango era el Sacro Imperio Romano-Ger­mánico, heredero del imperio de Carlo Magno. Los diferentes príncipes y ciudades libres lo­graron autonomía frente al emperador, cuyo poder efectivo quedó anulado. La dinastía de Habsburgo logró un enorme patrimonio territorial en el valle del Danubio, zona de los Balca­nes, mediante la incorporación de las coronas de Bohemia y Hungría. La otra monarquía germana fue la de Prusia, también más allá de los límites del Imperio.

    Al Norte, Dinamarca y Suecia. El Este el Reino de Polonia (monarquía electiva) decayó en su poderío hasta que a finales del Antiguo Régimen se lo repartieron entre Prusia, Austria y Rusia. Esta última empezó a contar como gran potencia europea. Los griegos y búlgaros estaban sometidos el Imperio Otomano.

    En el Atlántico existían 4 monarquías de poder desigual. Francia era el más rico y poblado y jugó un papel central en la historia, tanto política como culturalmente. La monarquía espa­ñola por sus posesiones en Italia, Países Bajos y en América pesó más de lo que el territo­rio peninsular hubiera permitido. Portugal se centró en la expansión ultramarina. Inglaterra, Reino Unido de Gran Bretaña al incorporarse Escocia, puede considerarse cuna del mundo moderno.

    La tendencia de las monarquías del Antiguo Régimen fue la de concentrar la autoridad polí­tica en el monarca y reforzar el poder del estado y de las instrituciones, para lo que se re­cortaron los poderes de Iglesia y nobleza, parlamentos de provincia y ciudades. Así pues, el monarca se repartía él solito los tres poderes. Esta tendencia se apoyaba en el absolu­tismo.

    Se dijo con respecto al absolutismo:

    Bodin Lo justifica basándose en el principio de soberanía. El rey está por encima de la ley, pero obligado a hacer justicia y respetar los pactos con su pueblo.

    Boussuet

    Hobbes

    Esbozaron los fundamentos. Teoría del derecho divino de los reyes, conectada con la tendencia centralista política nacional bajo la figura real. El Estado debe englobar todos los intereses particulares.

    El Rey requería estar asistido en su ejercicio del poder por:

    • Colaboradores pensadores, nombrados por él, en forma de Secretarios y Ministros es­pecializados en distintas tareas, cuyo poder es relativo ya que dependen del real.

    • Consejos, con poder consultivo.

    • Instituciones que representaran a la población del reino: Estados Generales, Cortes, Dietas. Asambleas en general. Su papel es mínimo, se limitaban a pedir al rey. Se reu­nían por estamentos, cada uno un voto. También discutían las peticiones de ayuda he­chas por el monarca.

    La excepción al absolutismo fue Inglaterra, Monarquía Parlamentaria, donde a mediados del S.XVIII el Parlamento venció en una guerra civil a Carlos I, ejecutado. Años después se res­tauró la monarquía, pero la revolución de 1688, que derribó al último Estuardo, supuso la victoria del Parlamento. La Ley de Derechos de 1689 convierte el país en una monarquía parlamentaria, aunque hasta el S.XIX la mayor parte de la población queda excluida del su­fragio.

    Aquí los súbditos participan en el Estado a través del Parlamento (poder legislativo y fis­calizador de la política de las acciones de los ministros), que controlará la gestión de mi­nistros, que le tienen que rendir cuentas. El Parlamento se divide en la Cámara de los Co­munes (no nobles) y la Cámara de los Lores (nobles).

    ¿Por qué se estableció el Despotismo ilustrado? ¿Era la solución al problema del Antiguo Régimen?

    En el marco del Absolutismo Real y el predominio nobiliario, los estados plantearon como objetivo llevar adelante una serie de reformas propuestas por los ilustrados que invo­caban el interés general para sobreponerse a los intereses particulares. Para poder realizar tal objetivo, en una sociedad plagada de los privilegios estamentales y de los de las villas y ciudades, el absolutismo debería poner en juego todo su poder. Hubo numerosos ejemplos de monarcas con los cuales pudo llevarse a la práctica la política del despotismo ilustrado.

    Los ilustrados fueron partidarios de reformas, no sólo económicas, sino de tipo jurídico que fueran necesarias para el desarrollo de las anteriores. Para ello veían como único asidero el poder absoluto del monarca. El despotismo ilustrado planteó varias líneas de reforma:

    • Centralización del poder administrativo del Estado

    • Tendencia a suprimir las jurisdicciones y autonomías de la nobleza e Iglesia

    • Mejora de la instrucción pública

    • Desarrollo dirigista de la economía

    Las razones de las reformas partían de la propia necesidad de aumentar los recursos de unas monarquías que cada vez asumían mayores competencias sin la contrapartida de mayores recursos, y también, por qué no, de la creencia de que en la mejora del nivel de la educación estaba la base del desarrollo y del progreso. Esta preocupación por dirigir la educación o ilustración del pueblo, su sistema de realizarlo desde el poder y los medios uti­lizados dieron lugar a lo que conocemos por Despotismo ilustrado.

    Una parte de la Ilustración creyó que esta monarquía podía ser el tipo de Estado adecuado para introducir cambios en la estructura social, económica y cultural. Se trataba de apo­yarse en el rey absoluto para aplicar un programa político ilustrado. Así pues, el despo­tismo ilustrado se da cuando la monarquía se olía con la Ilustración para promover refor­mas socio-económicas, como hicieron Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia, José II de Austria y Carlos III. Fue una alianza del rey con la burguesía contra la nobleza.

    Esta política no pudo darse porque chocaba con intereses y derechos estamentales y lo­cales consagrados por la tradición, ante los que el monarca no podía hacer nada.

  • Crisis del Antiguo Régimen, 2ª m.S.XVIII

  • Una de las razones principales de la crisis del A.R., más que las revoluciones, fue la lenta evolu­ción de la fuerzas productivas, que provocó una crisis estructural que fue la que pro­yectó a la burguesía hacia la acción revolucionaria, cuyo triunfo le dio en efecto el poder. Tampoco una única revolución podía hacerlo desaparecer. La independencia americana + la Revolución Francesa + Revolución de 1820 + Revolución de 1830 + Revolución de 1848 = fi­niquito del Antiguo Régimen, pero antes no.

  • Factores sociales

    • La burguesía quiere poder político y reconocimiento social

    • Aumento demográfico mientras que la economía no crece y no hay aliento suficiente.

    • Hambrunas agravadas por malas cosechas consecutivas. Descontento.

    • En Francia, grave presión económica (ni comida ni trabajo).

    • Sociedad desfasada e injusta, la burguesía no tiene poder y la aristocracia no tiene razón de ser. No se quieren los privilegios pero tampoco se tiene donde reclamar.

  • Factores económicos (Francia)

  • En el S.SVIII la economía era de subsistencia, pero prosperaba lo suficiente, más o menos. Se quiebra esa prosperidad, lo cual produce dificultades económicas:

    • Inflación de un 60-70%, pero el salario sigue igual.

    • Malas cosechas en 1770, 1774, 1783, 1784, 1788 y 1789.

    • En industria, la artesanía tiene menos mercado.

    • Se comerciará menos.

    • Crisis económica general.

    - productos + caros a + personas y - $ = Hambre Cabreo general Motines + Contenido ideológico = Revolución.

  • Factores políticos

  • La monarquía absolutista era anacrónica para las nuevas circunstancias. Las Guerras del S.XVIII provocaron males económicos que los reyes quisieron plantear con:

    • Nuevos impuestos

    • Pago de impuestos por la aristocracia

    Se encontraron con la oposición de la aristocracia, porque perderían su privilegio. Así el Rey se enfrentó con la aristocracia buscando la alianza con el pueblo, pero los nobles también buscaron la alianza del pueblo contra el Rey. Las instituciones del Antiguo Régimen eran incapaces de adaptarse a la sociedad y eco­nomía del S.XVIII con una burguesía predominante.

  • Factores ideológicos

    • Ilustración: La Burguesía fomentó un arma teórica contra el Antiguo Régimen. Nace por el fomento burgués que necesitaba de un argumento que criticase y diese una alterna­tiva al Antiguo Régimen en la que ellos tuviesen un papel predominante. Se hizo un aná­lisis crítico del Régimen y se propusieron reformas que les favorecieron. Contribuyó a socavar el Antiguo Régimen aportando argumentos concretos para destituirlo por un sistema basado en el liberalismo democrático.

    • John Locke sentó las bases del liberalismo político. Afirmaba que el gobierno debía ba­sarse en un contrato Rey - súbdito. Se debía proteger la vida, libertad y propiedad hu­mana per se. El buen gobierno debía separar los poderes. Contraponía el Estado de Na­turaleza y el civil. De ahí surge en el S.XVIII Montesquieu.

    • Montesquieu habló de la separación de poderes para evitar tiranías, pero el gobierno debían ejercerlo los mejor preparados: los aristócratas. Liberalismo político aristocrá­tico. Iba en contra del rey.

    • Voltaire. Noble. Investigó el sistema socio - político inglés y quedó admirado. La burguesía como clase útil debía protagonizar en el ámbito político. Los nobles son unos chupópteros.

    • J.J.Rousseau fue el más influyente. El poder más importante era el legislativo, por encima del ejecutivo. Democracia directa, en que todos ejercían su acción política a través del poder legislativo (Parlamento). No es factible. Sólo en grandes estados aceptaba la representación. Fue el más demócrata. El pueblo eran todos.

  • Papel de la Burguesía en el Antiguo Régimen. ¿Tenía motivos para cambiar? ¿Y el campesi­nado?

  • Desde la Edad Media surgieron por toda Europa grupos de comerciantes, mercaderes, in­dustriales y banqueros que exhibían en sus ocupaciones económicas y en sus comporta­mientos sociales y culturales unas características que se pueden situar dentro del “espí­ritu del capitalismo”. Todos presentan un interés por acumular capitales y enriquecerse, como vía de afirmación social. Para ello recurren a una organización cada vez más eficaz de la producción, de las técnicas bancarias y financieras, de su trabajo personal, de la produc­tividad de los capitales reunidos y el afán de lucro y de poder ser convierten en elementos clave en su concepción de vida, por encima de moral y religión.

    Estas actitudes, lógicamente, no eran patrimonio exclusivo de la burguesía ni en ella se da­ban con la misma intensidad, debido sobretodo a las desigualdades socioeconómicas desa­rrolladas.

    La expansión económica que se dio desde finales de la Edad Media permitió que la burgue­sía se aprovechase del comercio internacional y de las finanzas privadas y públicas. El auge de las ciudades favoreció la diversidad económica y fueron un marco perfecto para que ejercitaran su afán de poder y exteriorizaran su condición, no ganada por servicios al rey, sino por dinero. Por otra parte, la acción del Estado y los servicios al gobierno, como los préstamos, monopolios, compañías comerciales, ejército o burocracia, creaban más vías para el ascenso y promoción social. Todos estos factores fueron los que favorecieron la aparición de una burguesía.

    Durante el Antiguo Régimen, todos aquellos que sacaran provecho del Rey estarían conten­tos, ya que éste les favorecería por el interés que sacaba con ello, el Estado siempre es­taba falta de dinero y los intereses daba buenos beneficios. La alta burguesía que se enri­queciera así, no tendría problema alguno con el Régimen, el problema tal vez podría darse en aquellos que más que prestamistas fueran empresarios, ya que los gremios limitaban en gran medida el desarrollo técnico industrial, y su fuente de ingresos, ya que no podían co­merciar en ciudades a no ser que fuera de contrabando y so pena de multas.

    A escala social no estarían muy de acuerdo en que un noble, por el hecho de serlo, mereciera trato de favor, que estos creyeran que el trabajo era una deshonra y que el trato de favor recibido no se basase en méritos personales, sino en la herencia y que estuvieran exentos de leyes que debieran ser iguales para todos. Los nobles también estaban exentos del pago de impuestos, hecho que haría gran gozo a los burgueses. Sería frustrante tener todo el poder económico, pero quedar exento del político por tu estamento social.

    Con respecto a los campesinos y su situación.

  • ¿Por qué se estableció el Despotismo ilustrado? ¿Era la solución al problema del Antiguo Régimen?

  • Dentro del marco del Absolutismo Real y el predominio nobiliario, los estados plantearon como objetivo llevar adelante una serie de reformas propuestas por los ilustrados que invo­caban el interés general para sobreponerse a los intereses particulares. Para poder realizar tal objetivo, en una sociedad plagada de los privilegios estamentales y de los de las villas y ciudades, el absolutismo debería poner en juego todo su poder. Hubo numerosos ejemplos de monarcas con los cuales pudo llevarse a la práctica la política del despotismo ilustrado.

    Los ilustrados fueron partidarios de reformas, no sólo económicas, sino de tipo jurídico que fueran necesarias para el desarrollo de las anteriores. Para ello veían como único asidero el poder absoluto del monarca. El despotismo ilustrado planteó varias líneas de reforma:

    • Centralización del poder administrativo del Estado

    • Tendencia a suprimir las jurisdicciones y autonomías de la nobleza e Iglesia

    • Mejora de la instrucción pública

    • Desarrollo dirigista de la economía

    Las razones de las reformas partían de la propia necesidad de aumentar los recursos de unas monarquías que cada vez asumían mayores competencias sin la contrapartida de mayores recursos, y también, por qué no, de la creencia de que en la mejora del nivel de la educación estaba la base del desarrollo y del progreso. Esta preocupación por dirigir la educación o ilustración del pueblo, su sistema de realizarlo desde el poder y los medios uti­lizados dieron lugar a lo que conocemos por Despotismo ilustrado.

    Una parte de la Ilustración creyó que esta monarquía podía ser el tipo de Estado adecuado para introducir cambios en la estructura social, económica y cultural. Se trataba de apo­yarse en el rey absoluto para aplicar un programa político ilustrado.

    Esta política no pudo darse totalmente porque chocaba con muchos intereses y derechos estamentales y locales consagrados por la tradición, frente a los cuales el monarca poco podía hacer.

  • Explica las causas de la crisis del Antiguo Régimen

  • El Antiguo Régimen había sido una forma de sociedad que arrancaba de la Edad Media. El inmovilismo político, económico y social, la falta de comunicaciones, el estancamiento de­mográfico, la economía de subsistencia, las mentalidades, etc. habían posibilitado el man­tenimiento de unas determinadas normas y formas sociales, jurídicas y morales que iban a desvalorizarle gradualmente al desaparecer los factores que las hacían posibles.

    La caída del A.R. se produce al mismo ritmo cronológico con que acontecen en cualquier país del mundo una serie de hechos:

    • Aceleración de transportes

    • Industrialización

    • Establecimiento de redes bancarias

    • Unificación lingüística

    • Instauración y aceptación del servicio militar

    • Unificaciones jurídicas

    • Unificaciones administrativas

    • Revolución demográfica

    Los cambios materiales fueron conllevando un cambio de mentalidad.

    Las características del A.R. eran la monarquía absoluta, la sociedad estamental y un pre­dominio de la actividad agraria y artesana frente a la de producción industrial.

    Una de las razones principales de la crisis del A.R., más que la revolución, fue la lenta evolu­ción de la fuerzas productivas, que provocó una crisis estructural que fue la que proyectó a la burguesía hacia la acción revolucionaria, cuyo triunfo le dio en efecto el poder.

    Campesinos o gente de ciudad que trabajan en sus casas realizando una parte del proceso industrial para después entregar su producción a un comerciante que es dueño de la materia prima y es quien les paga su trabajo, coordina las distintas etapas de la producción y, como dueño del producto, se encarga de comercializarlo.

    Instituto de carácter municipal y de muy antiguo origen, destinado a mantener acopio de granos, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de menos abundancia.

    Política de algunas monarquías absolutas del siglo XVIII, inspirada en las ideas de la Ilustración y el deseo de fomentar la cultura y prosperidad de los súbditos (DRAEL).

    Política de algunas monarquías absolutas del siglo XVIII, inspirada en las ideas de la Ilustración y el deseo de fomentar la cultura y prosperidad de los súbditos (DRAEL).

    FUNDAMENTOS DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO

    - El Antiguo Régimen -

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