Biología, Botánica, Genética y Zoología


Animales en peligro de extinción


Especies en Extinción y las especies en peligro


    En el mundo se pierde cientos de miles de especies, muchas de ellas aún antes de ser descubiertas por la ciencia. De ese modo, no sólo se pierde  la variabilidad biológica, sino además la diversidad genética, fuentes de sustentos para las generaciones futuras. Una especie en peligro de extinción es una especie que puede extinguirse en un futuro próximo. A través de la historia de la evolución, millones de especies han desaparecido debido a procesos naturales. En los últimos 300 años, sin embargo, los humanos han multiplicado la tasa de extinción por mil.
    Para todas las especies naturales, vegetales y animales, vivir constituye un peligro cotidiano, deben cuidarse de sus congéneres, especialmente del más poderoso predador que existe sobre la Tierra: el hombre. Los desastres ecológicos, la deforestación y otras consecuencias de la acción humana provocan daños en la cadena trófica. En el mundo actual la extinción de especies animales no está tan directamente relacionada con la escazes de alimentos o la contaminación, como con acciones  violentas directas (la caza no reglamentada y el comercio ilegal de especies salvajes) o indirectas (la introducción de especies exóticas, en determinados ambientes, que compiten por uno o más recursos con individuos nativos o ya adaptados al lugar).
Según los conservacionistas, la depredación de la fauna a crecido vertiginosamente y se estima actualmente que una especie desaparece cada 15 minutos.  Para la naturaleza, lo peor que le puede suceder, es la extinción de las especies, ya que con eso se pone en peligro el equilibrio necesario en todo ecosistema. En esta cadena natural, cada especie necesita de la otra para sobrevivir.  La acelerada destrucción del hábitat es pretexto de un desarrollo sin parámetros de sustentabilidad, condena a la extinción a una biodiversidad en cuyas potencialidades se basa la vida del futuro. Y aunque esta actitud represente  a simple vista una postura antropocéntrica, el hombre en su afán de búsqueda de nuevas alternativas, no puede apartarse de esa visión, pues de lo contrario la misma existencia no tendría razón de ser.  Introduciendo estos conceptos a la filosofía de la comunicación, consideramos de vital importancia contribuir a la protección de los recursos naturales, difundiendo las potencialidades de la riqueza faunistica.


¿Cuáles son las principales causa de este peligro?
1. La persecución y matanza por el valor de sus pieles.
2. La caza intensiva y la pesca intensiva para comercializar sus carnes.
3. La contaminación de las especies extrañas a su hábitat, o sea "especies invasoras".
4. Los grandes emprendimientos como represas, hidrovías, etc., que el hombre construye.
5. Pérdida de petróleo, que contaminan los mares.
6. Accidentes naturales como la "muerte gris", erupción de los volcanes que lanza a la atmósfera nubes de cenizas y gases con alto contenido de azufre.
7. La acción de otros contaminantes (yacimientos de uranio, polonio, radio y de otros elementos radioactivos)
8. Accidentes varios, intencionales o no, como los incendios de bosques, choque de barcos, etc.


Tráfico de especies
 El tráfico de la flora y la fauna se ha convertido en uno de los emprendimientos económicos más redituables y figura en el mundo en  tercer lugar luego del de armas y de las drogas.
 El de la fauna mueve alrededor de 10.000 millones de dólares anuales y la flora, está superando los 7.000 millones. A estas cifras habría que sumarle el tráfico clandestino...
 Cada año se consumen  en el mundo entre 600 y 900 toneladas de marfil, que se obtienen de unos 150.000 colmillos de elefantes adultos. En 1990, el comercio de marfil se prohibió internacionalmente.
  Según el CITES, el tratado  mundial que regula el comercio de especies protege a las que están en peligro de extinción, la población de elefantes africanos  se redujo de 1,3 millones de ejemplares a poco más de 600.000, durante la década del ochenta. Otra década similar bastaría para provocar la extinción de la especie. Pero no es este el único caso. Según los datos de las organizaciones TRAFFIC  y  WWF, cada año se comercia ilegalmente con primates, ave, pieles de reptil y de mamíferos, orquídeas, cactus y peces exóticos. Su destino son EEUU, Europa, Japón y parte del sudeste asiático. Y los usos que se les dan son tan variados como la peletería de lujo (una piel de pantera siberiana alcanza los 100.000 dólares  en el mercado negro), ornamentos, productos pretendidamente afrodisíacos y, en algunos casos, animales de compañia o plantas para jardines. A causa de este comercio ilegal, unas 700 especies se encuentran al borde de la extinción. Pero, además, otras 2.300 especies animales y 24.000  vegetales están amenazadas.


El Gran Mercado Negro de Especies
Actualmente, el tráfico ilegal de especies supera los 4.000 millones de dólares al año, y sólo el contrabando de armas y el narcotráfico generan cantidades superiores. Según datos  de TRAFFIC y WWF, a consecuencia directa del comercio ilegal, unas 700 especies  se encuentran en peligro inmediato de extinción.
Primates: Más de cincuenta millones de primates son capturados  anualmente y utilizados en laboratorios de investigación (los menos) o como animales de compañía.
Elefantes: Unos 150.000 colmillos de elefantes (entre 600 y 900 toneladas de marfil) son esquilmados para fabricar productos artesanales o decorativos.
Reptiles: Diez millones de pieles de reptil se destinan a la confección de bolsos, zapatos u otros productos de lujo. Parte de los reptiles van a parar a terrarios como exóticos animales de compañía.
Aves: Cinco millones de aves son capturadas con destino a los salones de casas de países desarrollados, restaurantes de lujo y coleccionistas privados.
Felinos: Unos quince de millones de pieles de mamíferos(nutrías, felinos, etc.) engrosan cada año lujosas peleterías en EEUU, Europa y Japón.
Ranas: Cerca de 250 millones de ranas (sobre todo, ranas toro) son capturadas en sus hábitat naturales con destinos a restaurantes.
Peces: Entre 350 y 600 millones de peces ornamentados son capturados  para abastecer acuarios y peceras en todo el mundo.
Cactus: Ocho millones de cactus son recogidos clandestinamente. Su destino son  las casas de los países occidentales.
Orquídeas: Casi nueve millones de orquídeas y flores de los bosques tropicales son recolectadas con destino a países occidentales.
Coral: Más de dos toneladas de coral se convierten anualmente en ornamentos  y objetos decorativos.

Las diez especies más amenazadas
Algunas de las especies podrían desaparecer en las primeras décadas del siglo XXI. Su uso comercial está totalmente prohibido.

Tigre de Siberia:  casado por su piel. Quedan unos 200 ejemplares.
Nutria Gigante: capturado por su piel. Ha desaparecido en Uruguay y quedan pocos centenares en Argentina.
Cocodrilo del Nilo: perseguido por su piel.
Águila Imperial Ibérica: quedan unas 150 parejas en libertad.
Tortuga Marina: perseguida por coleccionistas y  ofrecida como curiosidad en restaurantes de lujos.
Gorila de Montaña: destinado a zoológicos, coleccionistas e institutos de  antropología. Quedan unos 600 ejemplares en las montañas húmedas del continente africano.
Guacamayo Escarlata: importados por grandes cantidades por los EEUU.
Rinoceronte Negro Africano: quedan unos 2.000 ejemplares. En los años setenta, su población alcanzaba los 65.000.
Panda Gigante: utilizados en zoológicos y apetecidos por su piel.  Quedan unos mil ejemplares en todo el mundo.
Lobo Marsupial: podría haber desaparecido ya. El último ejemplar fue  avistado en la década de los ochenta.

Especies Invasoras
Es un tipo de contaminación  o depredación que excede el ámbito de las ciudades. Es lo que los ecólogos denomina "contaminación por especies" y que consiste en la introducción por parte del hombre de plantas y animales extraños y que ejercen efectos negativos sobre la flora y la fauna autóctonas.
 Un animal o una planta introducidos en hábitat que no le es una de  y propio  compiten con ventajas con las especies autóctonas por algún recurso esencial,  se hibridan con otras especies o bien se convierten en agentes transmisores de enfermedad. De esta forma alteran las reglas de juego de un Ecosistema y pueden llegar a provocar cambios sustanciales en su equilibrio. Las causas que conducen a la introducción de especies foráneas pueden ser accidentales, como el caso de los animales y algas que viajan  en el agua de lastre o en las bodegas de los barcos, o de los individuos que se detienen en puntos imprevistos durante sus migraciones. No obstante, la mayor parte de las introducciones son, por lo general, forzadas. Se trata de animales de compañía, especies introducidas para la caza y la pesca o para su consumo agrícola y ganaderos, además de aquellas especies de las que, como los visones, se pretende un gran aprovechamiento industrial.

Algunos casos de Bioinvasiones
Organismos:  Ratas negra y parda.
Origen: Este y sudeste de Asia
Zonas afectadas: Tierras emergidas, salvo desiertos, zonas polares y algunas zonas polares.
Efectos importantes:  En el siglo XVI, el  30 %  de la población de Europa occidental murió a causa de la peste transmitida por las ratas; como predadores, las ratas han ocasionado la extinción de especies insulares de aves; asimismo, constituyen plagas agrícolas y son portadoras de graves enfermedades infecciosas.

Organismo: Viruela:
Origen: Cuenca del mediterráneo
Zonas afectadas: Casi todas las zonas habitadas
Efectos importantes: Dos tercios de la población indígena de América del sur sucumbieron víctimas de la viruela en el siglo XVI. En Europa, a mediados de este siglo, la viruela ocasionó la muerte de dos millones de personas. Actualmente está erradicada.

Organismo: Peste vacuna
Origen: India
Zonas afectadas: África
Efectos importantes: Hacia el año 1900, una epidemia causa estragos entre el ganado vacuno de África oriental y en la vida silvestre de la región.

Organismo: Gorrión común
Origen: Europa, Asia central y meridional, zonas de Africa septentrional.
Zonas afectadas: América, casi todas las islas, Africa meridional, Australia, Nueva Zelanda.
Efectos importantes: Es una plaga para un numeroso grupo de cultivos; compite con otras aves autóctonas, a las que consigue desplazar.

Organismo: Mosquito tigre
Origen: Sudeste asiático
Zonas afectadas: Asia oriental, isla del Pacífico e Índico, Australia, Nueva Zelanda, Europa, Africa meridional, EEUU y Brasil.
Efectos importantes: Contribuye a la propagación  de la fiebre amarilla, la fiebre de dengue y la encefalitis.

Organismo: Caulerpa toxifolia
Origen: Caribe y zonas pantropicales
Zonas afectadas: Cuenca mediterránea:
Efectos importantes: Compite en los fondos marinos con las praderas faneróganas, a las que se desplaza, provocando falta de alimento y cobijo  a los peces mediterráneos.

LAS BALLENAS

Extinción

El mayor depredador de las ballenas es, sin duda, el hombre. Como con otras tantas especies, no hemos sabido parar a tiempo y hemos llegado a extinguirlas casi por completo, provocando de esta manera otra masacre de la que no podemos sentirnos orgullosos precisamente.

Esto no quiere decir que no podamos hacer uso de este recurso biológico, pero solo si lo cuidamos al mismo tiempo, pues como los otros recursos naturales, también se agota y después vienen las lamentaciones.

Gracias a muchos científicos y a otras asociaciones desinteresadas, las medidas de protección adoptadas por la Comisión Ballenera Internacional (de la que forman parte más de 50 países balleneros) permiten el mantenimiento e incluso el desarrollo de ciertas poblaciones de rorcuales

Su propósito no es tanto el proteger a las ballenas, sino asegurarse el futuro negocio a largo plazo, pero este es un primer paso en la conservación de este animal.

A partir de un acuerdo hecho hace ya años, las capturas fueron disminuyendo, más que por las leyes, por la desaparición de estos animales. Solo en 1960 se mataron más de 60.000 ejemplares.

Quizás la suerte de las ballenas esté en la industria química, que va sintetizando los productos que, hasta ahora, se elaboraban a partir de las ballenas.

Otro de los factores que colaboraron a esta conservación fue que en 1975, la propia C.B.I., presionada por las cada vez más numerosas asociaciones mundiales de carácter ecológico, dejó de ser un club de balleneros para pasar a ser una genuina asociación ecologista.

No fue hasta 1986 en que la propia C.B.I. aprobó la prohibición internacional de comercializar los productos derivados de estos animales. Por desgracia, no todos los países aceptaron esta decisión, Noruega, Islandia, Corea y Japón han ido poniendo excusas con el fin de seguir matando ballenas. Noruega y Japón matan de 600 a 650 ballenas cada año "con fines científicos".

Muerte en los litorales marinos.

Nadie sabe el número de ballenas que han muerto en las playas a lo largo de la Historia. Sin embargo, sí se está comprobando que este trágico fenómeno se está acelerando a un ritmo preocupante. Si los grupos de mamíferos marinos que antes «encallaban» eran de 30 miembros, 40 a lo sumo, ahora pueden llegar a ser de 300. Y lo mismo ocurre con el lugar. De registrarse los varamientos exclusivamente en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, en la actualidad, se producen en cualquier rincón de la costa. El misterio está abierto.

Hace un par de décadas se comenzaron a registrar varamientos masivos de cetáceos en los litorales marinos. El término «registrar» está bien elegido. Y es que tampoco se conoce a ciencia cierta el número de mamíferos marinos que han muerto en las playas a lo largo de la Historia. Eso sí, todos los expertos coinciden en que la progresión se acelera. Cada vez encallan más ballenas, cada vez ocurre más frecuentemente, y cada vez pasa en sitios más raros.

Tradicionalmente, se han registrado varamientos de ballenas en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Desde hace unos años, cualquier playa es buena para morir. Y antes morían 30 o 40 al mismo tiempo. Hace unas semanas, al sur de Australia, murieron más de 300 cetáceos.

¿Por qué pasa esto? Hay casos naturales, como el varamiento de 300 delfines hace unos años en el litoral gallego cuando huían del ataque de unas orcas. La contaminación por algas tóxicas también hace que estos animales busquen aguas menos profundas. Apenas tienen fuerzas para salir a respirar, se acercan al litoral y, a veces, se ven atrapados y sin posibilidad de dar marcha atrás.

Los científicos y expertos no se ponen de acuerdo en el resto de los casos. Todos coinciden en que, generalmente, la desorientación es la causa directa. Los cetáceos son, en su mayoría, gregarios y viajan por los océanos siguiendo el camino marcado por el cabecilla del grupo. Si éste se pierde, todos están perdidos.

Y, ¿qué falla para que un animal con una capacidad cerebral no tan lejana a la del hombre no encuentre el camino? Las ballenas utilizan un sistema de orientación por ultrasonidos en cierto modo semejante al de los murciélagos. Emiten un grito y éste rebota contra los obstáculos. Una cavidad grasa, llamada melón, les sirve para interpretar los ultrasonidos y vibraciones de vuelta. El melón está situado en la cabeza y su fluido graso es extremadamente sensible a cualquier vibración, por pequeña que ésta sea. Una mala nutrición o una infección pueden afectar a las reservas de grasas del animal. Así, cuando la debilidad es extrema, la orientación no está asegurada.

La contaminación del mar también influye. Los desperdicios vertidos a éste hacen que las especies marinas se confundan o se encuentren dentro de su dieta cualquier tipo de basuras. Hace un año, en noviembre del 97, una ballena quedó varada en las playas de Santander. La necropsia descubrió una bola de 50 kilos de plástico que había obstruido su estómago, la había debilitado y la había hecho acercarse demasiado a la costa. Ella vino sola. Por suerte no comandaba ningún grupo.

Radares y tormentas

Pero existen otras razones, casi siempre de origen humano. Alteraciones directas en el sistema de navegación: los radares y sonares militares perturban el ecosistema marino, emitiendo lo que para las ballenas y su brújula de grasa son falsas señales. Las tormentas también alteran los campos magnéticos, como lo hacen asimismo las fuertes descargas eléctricas de las explotaciones petrolíferas marinas. Las sustancias químicas vertidas al mar afectan asimismo al oído interno y a la percepción de los ultrasonidos, además de provocar taras de tipo genético. Incluso algunos cetáceos han cambiado sus rutas de migración por culpa de la sobreexplotación y del incremento del tráfico marítimo.

Para los expertos de Adena WWF se están alcanzando cotas históricas en el número y periodicidad de los varamientos. Miguel Angel Valladares, portavoz de esta asociación ecologista, apunta que aún se conoce poco del comportamiento propio de los mamíferos marinos, aunque culpa al hombre de que el número de ejemplares sea cada vez menor. Y pone un ejemplo: «Hemos tardado más de 40 años en conocer datos tan simples como el periodo de gestación del Rorcual Azul, pero lo que sí está claro es que la mano del ser humano se encuentra detrás de la mayoría de los casos de encallamiento de ballenas. Antes, simplemente las cazábamos. Ahora, la amenaza es más sutil. Atacamos su medio con nuestro progreso».

Cementerios

Por otra parte, cuando el hombre no sabe cómo explicar el comportamiento de un animal busca dentro de su propio repertorio de conductas y humaniza eso que no comprende. Así, habla desde hace años de los cementerios de elefantes.

Cuando comenzó a ser conocido el fenómeno de los varamientos masivos de ballenas, los seres humanos decidieron preguntarse qué razón habría para que estos mamíferos se suicidaran en masa y de una manera que les producía tanto sufrimiento físico.

No hay tal. Aunque se sepa poco de los animales marinos, la hipótesis del suicidio es algo descartado por todos los científicos. Si muchas ballenas acaban muriendo juntas en una playa es por su comportamiento gregario y por su obediencia a un macho dominante. Si se descarta cualquier causa humana, siempre puede existir la natural, y viceversa.

Varios expertos apuntan que el desconocimiento radica en las pocas autopsias que se les hace a los ejemplares que mueren en las playas. Es muy caro y no siempre rentable. Pero aseguran que si se investigaran las causas, siempre aparecería una contaminación o una desorientación. Al menos, esto es lo que asegura Ricardo Aguilar, de Greenpeace. «La del suicidio es la hipótesis romántica», sigue, «pero lo cierto es que siempre hay otras causas».

Para Miguel Angel Valladares, de Adena WWF, en cada leyenda hay algo de verdad, pero éste no es el caso. «Si una ballena se acerca a la costa más de la cuenta es porque está débil y no puede viajar por aguas más densas y profundas o porque se ha perdido. No por una decisión propia de perder su vida delante de los ojos del hombre».

Aqui tenemos  dos noticias publicadas en el Pais de Ballenas varadas :

La ballena varada no resistió
EL PAÍS, 16.11.97

(...) Durante siete horas, cuarenta personas intentaron mantener húmeda a un rorcual varado en la mañana de ayer en la playa de Oriñón, cerca de Castro Urdiales (Cantabria, España).

Baldearon agua incansables sobre las mantas con que habían cubierto al voluminoso cetáceo, de 19,5 metros de longitud y 70 toneladas de peso.

Dos barcos estaban ya dispuestos para devolverla al agua cuando llegara la pleamar, a las 16.50. Una excavadora había abierto un canal para facilitar el rescate. Pero la ballena murió dos horas antes.

El director de Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander, donde hoy le harán la autopsia, cree que el animal estaba enfermo. Las ballenas poseen un esternón minúsculo en relación a su gran tamaño, por lo que, cuando varan, su propio peso les impide respirar y se asfixian (...)

Los plásticos mataron a la ballena de Santander
EL PAÍS, 25.11.97

La ballena varada en la playa de Oriñón (Cantabria) el pasado día 8 y luego muerta pese a los auxilios que le fueron administrados falleció debido a una obturación del píloro (la abertura por donde pasan los alimentos al intestino) por objeto extraño, según las conclusiones a que llegaron ayer los biólogos del Museo Marítimo del Cantábrico que dirigieron la semana pasada los trabajos de su despiece anatómico.

El animal tenía en su estómago una gran bola de plásticos de 50 kilos de peso. La muerte le sobrevino finalmente por asfixia.

La obstrucción pilórica produjo al rorcual una inanición (debilidad producida principalmente por falta de alimentos) que ocasionó su enflaquecimiento y asimismo una notable reducción de la capa de grasa. El animal cuando fue hallado habría perdido no menos de cuatro toneladas por su debilitamiento general.(...)

 

Noticias como éstas se producen varias veces al año, no sólo en nuestro país, sino en todas las costas del mundo. A veces, los animales aparecen muertos en la arena de una playa, a la que llegaron arrastrados por las corrientes marinas y la marea.

 En otros casos, como el que reflejan las noticias que acabamos de leer, los animales aparecen vivos, lo que nos hace preguntarnos por qué un animal, que aparentemente está perfectamente adaptado al medio marino, y que además, es inteligente, es capaz de dejarse atrapar por la marea en una tranquila playa. Tal vez estos animales están enfermos y débiles, como la infortunada ballena que apareció en Cantabria, pero se sabe de muchos otros casos en que no es así.

Parece ser que los varamientos siempre han existido, y probablemente seguirán existiendo, pero las causas son muchas veces uno de tantos misterios, aún no desvelados, del mundo natural.

Algunas teorías apuntan hacia la alteración del sentido de la orientación de los cetáceos, provocados tal vez por los cambios en los campos magnéticos del planeta, a los que se sabe son sensibles las ballenas. De todas formas debemos pensar que las ballenas son seres inteligentes que no viajan guiados únicamente por su instinto, por lo cual son capaces de reaccionar ante la visión de un fondo demasiado cercano para sus voluminosos cuerpos.

Otra posibilidad es que el varamiento se produzca debido a una situación de pánico. Todos sabemos que, en estos casos, no todos los humanos son capaces de reaccionar de una manera coordinada e inteligente, por lo que no es extraño que una ballena acosada, por el hombre o por alguno de los escasos enemigos naturales que tiene, caiga presa del pánico y huya en cualquier dirección, sin tener en cuenta si su destino representará su salvación o no. Se especula sobre si una tormenta espectacular o un terremoto son capaces de producir estas situaciones de pánico en las ballenas.

n otros casos se indica que la causa sea una enfermedad. Una infección, especialmente en el oído o en el cerebro, puede dar lugar a desorientación, o puede afectar a su delicado sistema de ecolocalización, inhabilitándolos para alimentarse u orientarse. En estos casos, la propia debilidad puede hacer que la ballena se acerque a la costa para descansar...

En algunos casos, el varamiento se produce con todo un grupo de ballenas. Es improbable que todos ellos se sientan débiles o enfermos a la vez, con lo que estos casos están revestidos de un aura de misterio, aunque son bastante comunes.

Se sabe que el comportamiento gregario es muy común en las ballenas. Éste conocimiento se empleaba en la época en que se cazaban ballenas indiscriminadamente, pues se optaba por arponear a un ballenato para mantener cerca a sus padres y arponearlos a su vez mientras intentaban socorrer a su cría. Debido a este comportamiento, es posible que todo un grupo embarranque involuntariamente por mantenerse cerca de un compañero herido o enfermo.  

Algunos cetáceos son más susceptibles de varamiento que otros. Los calderones parecen varar con más frecuencia que otras especies: los vínculos sociales entre ellos son tan fuertes que se niegan a abandonarse mútuamente y, como resaltado, grandes números de ellos pueden varar juntos.

Estos vínculos sociales quedan muy claros para todos aquellos que hemos tenido la oportunidad de ver el dramático vídeo "Réquiem por un bebé ballena", donde una ballena calderón mantiene a flote, durante tres largos días, a su pequeño bebé, muerto desde hace varios días, con la vana esperanza de que comenzase a moverse de nuevo.

En la mayor parte de los casos, los cetáceos varados no son capaces de regresar al mar. Si halláis uno, comprobad si está vivo: escuchad su respiración (en algunas especies pueden pasar entre 10-15 minutos entre dos respiraciones) y observad si los ojos se mueven. En cualquier caso debe avisarse a la policía, que a su vez se pondrá en contacto con las entidades correspondientes. Si la ballena está muerta, no deberemos tocar el cadáver. Si, en cambio, está vivo, no deberemos moverlo. Debemos pensar que un animal tan grande, asustado, puede convertirse en peligroso si mueve la cola y hay gente cerca, por ejemplo, aunque el animal en sí no pretenda hacer daño a nadie.

Un animal varado puede sufrir quemaduras solares e hipertermia incluso en épocas frías. Debe taparse con toallas mojadas y agua. Es vital conseguir la rápida ayuda de un experto. En algunos países es ilegal socorrer a un cetáceo sin autorización.

Hasta ahora, la información sobre cetáceos procedía de animales sacrificados y de los varamientos. Ahora, a pesar del mayor número de investigaciones con ejemplares vivos en el mar, algunas especies no han sido vistas con vida y muchas otras no se identifican en el mar. Para la identificación puede ser necesario un reconocimiento del ejemplar muerto; incluso los animales en avanzado estado de descomposición pueden identificarse.

Los varamientos permiten el examen de los dientes que en casi todas las especies están ocultos. El número, forma, tamaño y posición de los dientes de un cetáceo pueden ser cruciales para la identificación.

Muchos cetáceos cambian de color después de morir y por ello dan una impresión falsa de su color verdadero. Por lo general el cambio implica un oscurecimiento sustancial.

¿Que harias tu si te encontrases un animal varado ? Aqui tienes algunos consejos : 

Qué hacer con un animal varado

  • Buscar la ayuda de un experto lo mas rápidamente posible (a través de la policía).

  • Mantener húmeda la piel del animal.

  • Protegerlo del sol.

  • Mantener frescas la cola y aletas pectorales.

  • Hacer el menor ruido posible.

  • Mantenerlo con el lomo hacia arriba.

Qué NO hacer con un animal varado

  • No permanecer muy cerca de la cola o cabeza.

  • No presionar o tirar de las aletas, cola o cabeza.

  • No cubrir el aventador ni dejar que le entre agua o arena.

  • No aplicar protección solar sobre la piel del animal.

  • No tocar al animal más de lo necesario.

Desde principios de siglo, todas las poblaciones de las grandes ballenas han sido severamente reducidas hasta casi su extinción por el comercio ballenero, al ser un recurso abundante, económico y fácil de obtener. A pesar de los esfuerzos realizados por la Comisión Internacional Ballenera (IWC, por sus siglas en inglés) en la protección de estas especies, la velocidad y extensión con que se recuperan es muy lenta y se ve vulnerada por numerosos factores relacionados directamente con la intervención del ser humano, como contaminación del ambiente marino, derrames de petróleo, impacto con botes, perturbaciones por ruido, actividades militares, explotación del fondo marino, presencia de redes, etc. Numerosos delfines asociados con escuelas de atunes son capturados en las redes junto con estos peces. Los delfines incapaces de comprender su peligro fallan en saltar la red y frecuentemente quedan enganchados en los hilos de la malla y son ahogados, o matados sobre el bote con el atún. Otros son cazados comercialmente, para uso artesanal o utilizados como carnadas por los pescadores. Algunos delfines son capturados vivos para ser exhibidos en diferentes oceanarios.

Hasta hace algunas décadas, estos cetáceos fueron fuertemente perseguidos y explotados económicamente, en Chile hubo no solo una, sino varias industrias balleneras, destacándose Iquique, Talcahuano y Punta Arenas. Sin embargo, por los bajos niveles de consumo interno, nuestro país no influyó en la fuerte declinación de las poblaciones de grandes cetáceos tanto de dientes (Odontocetos) como el cachalote ( Phyceter macrocephalus), como de barbas o ballenas (Mistacocetos) como las ballenas: franca jorobada (Megaptera novaeangliae) y de aleta azul ( Balaenoptera musculus).

Se dice que los cetáceos son los mamíferos mejores adaptados para la vida acuática que se conocen, más aún son los únicos mamíferos esencial y exclusivamente acuáticos, hasta tal extremo, que no salen a tierra jamás, como no sea accidentalmente y contra su voluntad y entonces, si no pueden volver enseguida al agua, no tardan en morir, porque su peso les oprime el tórax impidiéndoles respirar.

   Por eso decir que,nadie puede predecir a donde nos llevará nuestra compasión por las ballenas, ni lo que podremos descubrir del cerebro de los cachalotes, o sobre los cánticos de la ballena jorobada. El ingenio humano, en su más alta expresión, no ha conseguido crear nada tan maravillosos y complejo como las ballenas. Por contra, tenemos en nuestras manos el poder de hacer que sigan existiendo. La decisión que tomemos puede marcarnos más a nosotros que a las propias BALLENAS...
 La caza de ballenas empezó hace unos 8.000 años, de forma rudimentaria, con la ballena negra, llamada franca porque flotaba al morir, facilitando así la tarea de los cazadores. Anteriormente, se cazaba con arpones lanzados de pequeñas chalupas.

¿ Qué se hace con las Ballenas?
    Por la carne de la ballena  se pagan precios altísimos, sobre todo en Japón, donde es un plato de lujo: el kilo llaga a valer 450 dólares. En una expedición, un solo barco puede obtener unos beneficios brutos entre 15 y 20 millones de dólares. El fuerte interés comercial por la caza de las ballenas alienta las posturas negativas de países como Japón y Noruega. Ambos países cuentan con importantes flotas balleneras.
Producto Ballenero Producto Comercial Sustitutos
Carne (1ª categoría) Consumo humano.Alimento para animales domésticos. Carne de otros animales.
Carne (2ª categoría) Alimento para animales domésticos. Restos de matadero, algas, etc.
Aceite de cachalote o de ballena. Aceites para industria de precisión, velas, linóleum, tinta para imprenta. Antiguamente para consumo humano. Cera de abeja, parafina, aceite de lino y otros.
Ámbar gris Frijoles de perfumería. Fijadores sintéticos.
Barbas Cepillos, brochas, etc.Antiguamente, varillas para  paraguas y corsés. Productos sintéticos(plásticos y metales)
Glándulas Hormonas, pomadas. Farmacología sintética
Espermaceti (grasas yaceites extraídos del cerebro) Cosméticos y productos de farmacia Farmacología sintética
Piel Cueros Piel de otros animales.
  

Las ballenas amenazadas de extinción, se recuperan lentamente gracias a la Protección Internacional.
Todos los años, cerca del verano, la Comisión Ballenera Internacional(CBI) se reúne para revisar el estado de las poblaciones de cetáceos repartidas por el planeta. La CBI fue fundada por los países con intereses balleneros. Inicialmente, en sus reuniones se establecían cupos de captura  y la protección  temporal de alguna especie. En 1986, la CBI formuló la primera moratoria para la caza de ballenas, limitándola a fines científicos y de subsistencia. La moratoria se renovó en 1994. Entonces se aprobó el refugio de las ballenas en los mares  australes - por debajo del paralelo 40 - y se prohibió indefinidamente su caza comercial. Los acuerdos fueron ratificados por la CBI en 1996. Noruega y Japón se negaron a aceptarlos y decidieron acogerse a la caza para fines científicos, a un ritmo de 800 ejemplares anuales, en su mayor parte rorcuales. En los últimos diez años, la población de ballenas ha experimentado una ligera mejoría. Se calcula que actualmente queda un millón de ejemplares, 750.000 de los cuales se reparten entre las reservas de la Antártida y del Océano Indico y en las costas californianas. El incremento oscila entre el 2,3 % de las ballenas polares, que habitan en el Ártico, y el 13 %  correspondiente a la ballena franca, que abunda al oeste de Australia. Incluso se recupera la ballena azul, el animal más grande del planeta. En la década de los 60 se llegaron a contabilizar sólo 400 ejemplares de esta especie; ahora su número se acerca al millar. En los primeros 50 años del siglo XX, la caza puso al borde de la extinción a treinta poblaciones de ballenas del planeta. La protección internacional garantiza, por el momento su recuperación.


PARQUES Y RESERVAS  NACIONALES 

Son llamados así, notables por su bellezas naturales y por sus riquezas y que el Estado declaró  Reserva Nacional para convertirlas en sagrario de la flora y la fauna.
En nuestro país tiene a su cargo este tema, la Dirección de Parques Nacionales y Vida Silvestre, dependiente de la Subsecretaría de Estado de Recursos Naturales y Medio Ambiente, dentro del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Mediante un trabajo especial, llamado Plan Maestro, realizado en 1993 por el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Paraguay (SINASIP), se han dividido las llamadas reservas en distintas categorías.

 1- Parques nacionales.
 2- Monumentos nacionales.
 3- Reservas ecológicas.
 4- Reservas científicas.
 5- Refugios biológicos.
Asimismo, sus formas administrativas difieren pues hay áreas que dependen de:
 a) Dirección de Parques Nacionales.
 b) Administración  Privada.
 c) Régimen mixto especial.
Dentro de los primeros, incluimos los que son "presupuestos" y que solo depende su dependencia de la capacidad del Estado para ir absorviéndolos.


 




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Enviado por:Juan Camacho
Idioma: castellano
País: España

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