Literatura


Zalacaín el aventurero; Pío Baroja


ZALACAÍN,

EL AVENTURERO

Zalacaín el Aventurero

I. La Infancia de Zalacaín

Cuenta como es el pueblo en el que vive Martín Zalacaín, Urbía, que según como lo describen parece muy bonito. También explica un poco las relaciones entre los Zalacaín y los Ohando, habla de su madre y de su hermana, de Tellagorri y de lo que solía hacer cada día Martín. Ya después de presentar todo, cuenta como se hace novio de Catalina, y como Carlos Ohando empieza a odiar a Martín. Un día conoció a Linda en un circo, la hija del feriante y a su vez, su madre cayó enferma. Pronto murió. Él y su hermana se quedaron con su tío-abuelo Tellagorri. La Ignacia empezó a trabajar en la posada de Arcale. Poco después Tallagorri murió, pero antes le dijo a Martín que no se metiera en la guerra que, trabajara de comerciante, que se casara con Catalina y si tuviera un hijo que lo llamara José Miguel. Martín mandó a su hermana como criada en casa de los Ohando gracias a Catalina. Más tarde la Ignacia se casó con Bautista Urbide, un amigo de Martín. Y por último, cuenta como Carlos intentó vengarse de Zalacaín disparándole cuando visitaba a Catalina.

II. Andanzas y correrías

Este segundo libro, habla de las guerras carlistas. Empieza contando como Zalacaín comienza a trabajar junto con un amigo suyo llamado Capistun el americano de comerciantes (siguiendo el consejo de Tellagorri), muchas veces les acompañaba también Bautista, su cuñado. Un día se encontraron Martín y Bautista con la partida del Cura, y estos les hicieron unirse a ella. Allí conocieron a Rosita y su madre y al extranjero, que iban de prisioneros. Pronto escaparon todos, pero Martín cayo herido, suerte que Rosita y su madre se encargaron de él una vez que todo paso. Ya lejos de donde se encontraban Rosita y su madre, a Martín le ofrecieron un trabajo que consistía en hacer un recorrido por entre las filas carlistas y conseguir que varios generales firmaran unas letras. Martín Zalacaín aunque vio que la cosa era difícil, como pagaban el veinte por ciento, acepto y una vez arreglados los papeles partió junto con Bautista que quiso acompañarle. Después de haber conseguido ya algunas letras se encontraron con el extranjero que les acompaño hasta Estella. Por la noche, en Estella, Martín llevo las letras al general en jefe del ejercito carlista y quedaron allí hasta obtener una respuesta. Zalacaín se entero de que en su misma posada estaba Carlos Ohando mal herido, que el Cacho también estaba cerca y que en un convento estaba Catalina encerrada. Al tercer día Martín consiguió hablar con ella, pero a la vuelta le metieron en la cárcel simplemente por silbar. Cuando consiguió escapar se vistió con un uniforme de general, cogió un coche y con una disculpa sacó a Catalina del monasterio acompañada de la superiora y del demandadero. Durante el camino fueron hechos prisioneros por los guiris. Al llegar a Logroño los soltaron al ser Martín reconocido por el capitán Briones. Martín quedo a cenar con Rosita y con su madre. Salió de la casa de los Briones tarde, y no encontró a Bautista y a Catalina. Mientras paseaba le llamaron para ver a una amiga de la infancia, era Linda. Se quedo con ella varios días hasta que decidió ir a buscar a su cuñado y a su novia. Al final encontró a su cuñado, que había ido a llevar las letras y los dos se dirigieron a La guardia creyendo que Catalina se encontraría allí. En su camino se cruzaron con el capitán Briones que les presentó algunos oficiales compañeros suyos. Borrachos dijeron que ellos solos pondrían un palo con un pañuelo blanco sobre La guardia, y así lo hicieron. Pero por más que preguntaron por las casas a Catalina no la encontraron.

III. Las últimas aventuras

Pocos días después le llego a Martín una carta de Ignacia diciendo que Catalina estaba en su casa en Zaro desde hacía algunos días. Después llegaron a Zaro Martín y Bautista. Los novios se reconciliaron y se casaron (tal y como le dijo su tío-abuelo), la fiesta fue en casa de Bautista. Al año de casados Catalina tuvo un hijo al que llamaron José Miguel, recordando Martín la recomendación de Tellagorri. Acababa la guerra, en el campo carlista comenzaba la Deshecha. Ya se podía andar por las carreteras sin peligro. Una mañana de invierno Martín decidió ir a Urbía. Cuando entró en Urbía, vio la casa de Catalina destrozada y encontró al extranjero en el caserío Zalacaín. Le contó que él era periodista y hablaron de que toda la gente que conocieron que tenía algo que ver con la guerra los habían fusilado. Después de esto, cuando Martín ya estaba en casa, fue visitado por el capitán Briones que le presentó a su general. Este le ofreció un trabajo que consistía en ir de guía de la columna que subiría al día siguiente a Peñaplata. Martín no tenía inconveniente. Catalina intento convencerle para que no fuera pero no pudo, a la mañana siguiente Martín se encontró con el capitán Briones en el sitio indicado. Todo el camino transcurrió tranquilo, se separaron por precaución. Martín y Briones se pararon al oír unas voces que cantaban, eran carlistas. Unos murieron, otros huyeron mientras disparaban. Pasado todo, iban un día Martín y Catalina a Saint-Jean y preguntaron por Carlos a varios carlistas y uno le dijo que había salido de Burguete, junto con el Cacho, porque estaba muy enfermo. Martín y Catalina cogieron el coche hasta en un barrio francés, allí en una posada estaba el extranjero. Por la noche llegaron a la misma posada Carlos y el Cacho. Martín y Carlos tuvieron una disputa porque Carlos había escupido a Catalina. Martín le exigía que le pidiera perdón a su hermana y cogiéndole por el cuello lo llevo hasta donde estaba ella, pero lo que nadie pudo evitar es que desde la otra esquina el Cacho cogiera su fusil y disparara a Martín Zalacaín. Martín murió y dejó a Catalina viuda. Un día, mucho años después vinieron a verle a la tumba tres viejecitas vestidas de luto. Una era Linda, que dejó una rosa negra sobre la lapida; la otra la señorita Briones, que dejó una rosa roja; y la otra Catalina, que puso una blanca. Las tres rosas duraron mucho tiempo lozanas sobre la tumba de Zalacaín.

ANÁLISIS DEL LIBRO

Tema del libro

El libro, trata de la vida de Martín Zalacaín. Empezando con su infancia, cuenta los líos en que Martín se metía. Sus relaciones con amigos y familiares están descritas durante toda la historia. Las aventuras vividas junto con su cuñado, Bautista, en las guerras carlistas. Narra su boda con Catalina y el nacimiento de su hijo. Terminando con su trágica muerte a manos del Cacho durante un enfrentamiento con Carlos Ohando hermano de Catalina y su eterno enemigo.

Descripción de personajes

Martín Zalacaín:

Zalacaín es externamente un hombretón, alto y fuerte. Abusaba un poco de su fuerza y de su valor pero nunca atacaba a los débiles. Es decidido, temerario y audaz, en resumen un verdadero aventurero.

ANÁLISIS DEL AUTOR

Biografía del autor

Pío Baroja, (1872-1956)

Fue un novelista español, considerado por la crítica el novelista español más importante del siglo XX.

Nació en San Sebastián (País Vasco) y estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió el mismo año La casa de Aizgorri. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también incluye El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas, y Zalacaín el aventurero (1909). Con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica, expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista, integrada además por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey (1906).

La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha por la vida, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros.

Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial cuando se centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway.

En resumen, escéptico, socarrón y huraño, Pío Baroja escribió miles de páginas aparentemente descuidadas, por las que transcurren personajes esbozados, ciudades deprimentes y el mar. Nadie mejor que él mismo para definirse: "Soy un fauno reumático que ha leído un poco a Kant". La ilustración es uno de los retratos que de él hizo el pintor español Joaquín Echeverría (el que se ve en la portada) y que se conserva Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (España).

Opinión personal

Personalmente me ha gustado esta novela más que “La casa de los espíritus”. Pero al leerlo, se me hizo muy pesada la parte en que habla de las guerras carlistas. Aun así me ha gustado la historia, y la forma en que el autor describe a los personajes y los hechos. Pero sigo diciendo que este tipo de lectura no me gusta.

6




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Enviado por:Raul Revuelta Torres
Idioma: castellano
País: España

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