Literatura
Zalacaín el aventurero; Pío Baroja
Palabras no entendidas
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Las palabras que no he entendido del libro primero (La infancia de Zalacaín) han sido:
Calafatear: cerrar las junturas de las maderas de las naves.
Lechetrezna: planta de la familia de euforbiáceas.
Beleño: planta de la familia de las solanáceas.
Yezgo: planta herbácea de la familia de las caprifoliáceas.
Edema: Hinchazón de una parte del cuerpo.
Esparaván: gavilán, ave de rapiña.
Troquel: Instrumento con bordes cortantes para recortar cartones, planchas.
Percal: tela de algodón blanca más o menos fina, y de escaso precio.
Postillones: mozos que iban a caballo para guiar a los caminantes.
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Libro segundo (Andanzas y correrías):
Boyerizos: que guarda bueyes o los conduce.
Regato: arroyuelo.
Facción: parcialidad de gente amotinada o rebelada.
Heredad: porción de terreno cultivado perteneciente a un mismo dueño.
Vericueto: lugar o sitio áspero, alto y quebrado.
Hipóstasis: supuesto o persona.
Algazara: ruido de muchas voces juntas.
Jamelgos: caballo flaco y desgarbado, por hambriento.
Fuelle: en los carruajes, cubierta de piel para resguardo del sol.
Matalón: caballería flaca.
Jaco: caballo pequeño y ruin.
Charanga: música militar.
Jergón: colchón de paja.
Zaquizamí: desván, sobrado o último cuarto de la casa.
Posma: pesadez, flema, cachaza.
Famélico: delgaducho
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Libro tercero (Las últimas aventuras):
Parapeto: terraplén corto.
Fonda: hondo.
Resumen del Libro
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Libro Primero (La infancia de Zalacaín) “Introducción”
Martín Zalacaín, es un joven chaval vasco que vive en Urbía, un pequeño pueblo del Norte de España. Es el típico pueblecito del norte, con sus casitas de planta baja y de piedra maciza.
Él vivía con su madre y su hermana Ignacia, ya que su padre había fallecido a razón de la Viruela. El chaval no iba a la escuela, por temor a las burlas, y se pasaba el día vagabundeando por la villa (no había un rincón de esta que Martín no conociese).
Un día, el jovenzuelo, conoce a su Tío Abuelo Miguel de Telagorri, un hombre con fama de rudo, ladrón y brusco, que se ganaba la vida vendiendo tabaco. Pero en verdad buena persona. Zalacaín aprende muchísimas cosas su “tío” esenciales para su vida.
Un día Martín conoce a Catalina Ohando, hija de los dueños de su casa (unos señores de mucho dinero) de la que se enamora ciegamente, pero el odio hacia su hermano Carlos, se interpondrá muchas veces entre ellos.
Un día llegó un circo a Urbía al que acudieron todos los vecinos, en uno de los espectáculos, un león se enfureció, y daño de gravedad al domador, la gente asustada salió rápidamente de la lona, y hubo gente que por tal desesperación salió dañada entre ellos, la madre de Zalacaín, que a los pocos días falleció, haciéndose cargo de los niños (Martín e Ignacia) su Tío Abuelo Miguel de Telagorri. Ignacia acabó trabajando en casa de los Ohando, y Martín se puso a trabajar. Al poco tiempo también falleció Tellagorri, al no hacer caso al médico, pero le indicó unas pautas a Zalacaín antes de morir. Carlos Ohando se enamoró de la hermana de Zalacaín, pero este al enterarse, hizo lo posible por evitar una boda, y consiguió que un amigo suyo se casase con Ignacia, aumentando al máximo el odio de Carlos hacia él.
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Libro segundo (Andanzas y correrías) “Desarrollo”
Martín es un hombre afortunado, y todo le va bien. Era comerciante de caballos, mulas, armas y materias necesarias para hacer pólvora, cartuchos y proyectiles, cómo le dijo Tellagorri, que le comentó que no fuese a la guerra, si no que fuese comerciante.
Sus socios y amigos eran Capistún el americano, y Bautista (su cuñado). Se fueron a Vera a que Martín hablase con Catalina, y en la plaza del pueblo empezó la guerra. Capistún molestaba, así que Martín y Bautista le dijeron que se marchara, que allí no hacía falta.
Un día se encontraron los muchachos con la partida del Cura, y estos les hicieron unirse a ella. Conociendo a Rosita, a su madre y al extranjero, que iban prisioneros. Al poco tiempo escaparon todos, porque Martín le comentó al extranjero que les iban a atacar los carlistas y que quería escaparse, y que si este le ofrecía su ayuda, al poco tiempo atacaron, y consiguieron escapar los ocupantes de la partida, pero Martín cayó herido de bala, y Rosita y su madre se hicieron cargo de él una vez lejos de la batalla. Rosa y Zalacaín se hicieron amigos, por el buen trato que recibía el joven Vasco.
En Francia, Capistún, Bautista, Martín y Ospitalech, un hombre viejo, hablaron en una taberna cuando éste, les propone una nueva aventura: conseguir que varios generales carlistas y don Carlos firmen unas letras. Martín acepta, puesto que es mucho dinero el que puede ganar y Bautista se ofrece a acompañarle.
Después de haber conseguido ya algunas letras se encontraron con el extranjero que les acompaño hasta Estella. Por la noche, en Estella, Martín llevo las letras al general en jefe del ejército carlista y quedaron allí hasta obtener una respuesta. Un hombre herido en la alcoba de al lado le despierta, y cuando va a ver qué pasa, se da cuenta de que es Carlos Ohando y sale huyendo. Al día siguiente, le entregan a Martín las letras firmadas por don Carlos, y Bautista le cuenta que Catalina está en Estella, en un convento, entonces Martín va a hablar con ella y le dice que se vaya con ellos, y ella acepta.
Volvía Martín de hablar con Catalina por la noche, cuando unos serenos le detuvieron por silbar, y lo metieron en la cárcel. Pero Martín resolvió este problema saliendo por la ventana, se vistió con un uniforme de general, cogió un coche y con una disculpa sacó a Catalina del monasterio acompañada de la superiora y del demandadero.
Salieron del pueblo Bautista, Martín, Catalina y la monja superiora, que no dejaba estar sola a Catalina. Llegaron a Logroño, donde el señor Briones (el marido de la señora que iba en la diligencia que pararon los carlistas) reconoce a Martín, y lo lleva a ver a Rosa para poderse contar sus vidas y sus aventuras.
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Libro tercero (Las últimas aventuras) “Desenlace”
La guerra termina, y Catalina y Martín se casan en Zaro, teniendo lugar después una fiesta en casa de Bautista. Tuvieron un hijo al que llamaron José Miguel, nombre que había dicho Tellagorri a Martín que pusiese a su hijo.
Un día, Martín decide ir a Urbía, a ver lo que queda de ella después de la guerra, y cuando entra en su casa en ruinas, se encuentra con el extranjero. Después de esto, cuando Martín ya estaba en casa, fue visitado por el capitán Briones que le presentó a su general. Este le ofreció un trabajo que consistía en ir de guía de la columna que subiría al día siguiente a Peñaplata. Martín no
tenía inconveniente. Catalina intento convencerle para que no fuera pero no pudo, a la mañana siguiente Martín se encontró con el capitán Briones en el sitio indicado.
Zalacaín y Catalina fueron en coche a Saint-Jean Pied de Port donde oyeron sobre Carlos Ohando, tras llegar a una posada de un pueblecito se encontraron con el extranjero, por la noche llego Carlos junto con el Cacho, quien escupió a catalina, Zalacaín ataco a Carlos para que le dijera perdón a su hermana, Carlos pidió ayuda a el Cacho quien le disparo, como ultimo esfuerzo Martín beso a los labios a su mujer y se despidió muriendo.
AQUÍ YACE
MARTÍN ZALACAÍN.
MUERTO A LOS 24 AÑOS
†
EL 29 DE FEBRERO DE 1876
* * *
“Una tarde de verano, muchos, muchos años después de la guerra, se vio entrar en el mismo día en el cementerio de Zaro a tres viejecitas, vestidas de luto.
Una de ellas era Linda; se acercó al sepulcro de Zalacaín y dejó sobre él una rosa negra; la otra era la señorita de Briones, y puso una rosa roja. Catalina, que iba todos los días al cementerio, vio las dos rosas en la lápida de su marido y las respetó, y depositó junto a ellas una rosa blanca.
Y las tres rosas duraron mucho tiempo lozanas sobre la tumba de Zalacaín.”
Personajes del Libro
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Protagonista:
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Martín Zalacaín. Es el protagonista de esta historia y pasa por muchas aventuras. Es muy aventurero, y siente que siempre tiene que estar haciendo algo, alguna aventura, no soporta tener que quedarse más de un mes en un mismo pueblo, y le gusta el campo. Su máximo rival es Carlos Ohando, el hermano de su mujer.
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Ayudante:
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Bautista Urbide. Bautista es un hombre vascofrancés y uno de los mejores amigos de Martín, al que acompaña y ayuda en todas sus aventuras. Es delgado pero fuerte, sereno y muy dueño de sí mismo. Es el marido de la hermana de Martín, Ignacia.
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Antagonista:
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Carlos Ohando. Es el rival del Martín y hace lo posible por hacerle la vida imposible. Era un chico de pasiones violentas, tímido, y el odio y la envidia se convertían en él verdaderas enfermedades.
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Otros personajes / Orden de Aparición:
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Ignacia Zalacaín. Hermana de Martín y mujer de Bautista. Trabajó hasta los catorce años en una taberna de Urbía. Cuando murió Tellagorri, se fue a vivir a la casa de los Ohando.
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Miguel de Tellagorri. Tío abuelo de Martín. Tenía mala fama en el pueblo, pero en el fondo era un buen hombre, jovial y alegre. Educó a Martín.
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Catalina Ohando. Esposa de Martín y hermana de Carlos. Quiere mucho a Martín y no soporta separarse de él.
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El Cacho. Amigo de Carlos y rival también de Martín. Era un hombre con mucha furia y nerviosidad.
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Capistún, el americano. Hombre inteligentísimo, ya mayor y amigo de Martín.
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El Cura. Hombre regordete de baja estatura, con una mirada amenazadora. Era el jefe de la partida de Santa Cruz.
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El extranjero. Amigo que Martín se encuentra varias veces a lo largo de la historia. Ayuda en muchas ocasiones a Martín en sus aventuras.
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Rosa Briones. Mujer morena que se hace amiga de Martín al acogerle en su casa después de recibir Martín un disparo.
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Ospitalech. Este hombre ofrece el trabajo de recaudar firmas de generales carlistas a Martín y a Bautista.
Opinión Personal
Pío Baroja consigue que el lector se meta de lleno desde el primer capítulo en la vida y en el ambiente de Zalacaín. Una vez que uno empieza a leer el libro es difícil que consiga dejarlo una tarde. El ritmo que presenta es tremendo, al protagonista no dejan de pasarle cosas. Sólo se le encuentra un grado de dificultad, que son las palabras en Eusquera que usa el autor, también son muchos los personajes que aparecen en esta obra, y a veces se hace un poco lío. En general es muy entretenido, ya que es una novela picaresca, que es un tipo de relato que generalmente gusta mucho.
Puede que el libro quiera hacernos dar cuenta de que hasta la persona más insignificante y humilde, que tenga todo en su contra, puede conseguir algo grandioso, un sueño o algo que haya querido tener siempre y todo gracias a la fuerza de voluntad, y a las ganas de triunfar, como lo hizo Martín.
En este libro yo he observado una curiosidad, que puede ser que el personaje Miguel de Telagorri, tenga un carácter parecido al de Pío Baroja, es decir que lo crease basándose en su personalidad, ya que a mi me ha hecho creer que Telagorri se le parece tanto física, como anímicamente.
El novelista vasco Pío Baroja y Nessi nació en la calle de Oquendo, de San Sebastián, el 28 de diciembre de 1872 y falleció en Madrid el 30 de octubre de 1956. Desde siempre, y muy particularmente desde 1912, fecha en la que adquirió la casa familiar de "Itzea", en la comarca Navarra del Bidasoa, Don Pío estuvo estrechamente unido a su País Vasco, y su actitud, mirada sobre el mundo y su particular sentido de la historia, están íntimamente ligados al paisaje, memoria y mentalidad de este País. En ese recorrido vital, la vida intelectual y humana de Baroja compone un referente de un tiempo en el que destaca su actitud independiente, su pesimismo y escepticismo ante los cambios sociales que conoció, y una obra narrativa singular, que representa, en su conjunto, una de las miradas más genuinas y sobrecogedoras de la literatura de nuestro siglo.
En 1879, la familia Baroja se traslada a Madrid, y en 1881 a Pamplona, ciudad en la que residirán durante cinco años, y que marca un periodo importante en la formación del escritor adolescente. En Pamplona nació Carmen Baroja, madre de Julio y Pío Caro Baroja. en 1886, nuevamente en Madrid, el autor de Las inquietudes de Shanti Andía termina el bachillerato y, al año siguiente, comienza los estudios de Medicina en la Universidad Central. Al trasladarse su familia a Valencia finaliza la carrera en su Universidad en 1891, aunque se doctora en Madrid en 1894, con una tesis acerca del dolor: El dolor: Estudio Psicofísico. En ese mismo año obtiene la plaza de médico de Cestona, localidad en la que apenas residió un año, pero este hecho será determinante en su vida de escritor. De estas vivencias nacería su primer libro, Vidas sombrías.
El quiere dedicarse enteramente a la literatura y comienza a colaborar en distintos periódicos y revistas de Madrid, viajando a París en 1899, donde tratará a los hermanos Machado, conocerá a Oscar Wilde y a Reclus. en 1900, a raíz de la publicación de Vidas sombrías, conoce a Azorín, a quien le unirá una amistad de por vida. Viaja por distintas ciudades y pueblos españoles, junto con Darío de Regoyos, Ramiro de Maetzu, Ciro Bayo Segurola, Paul Schmitz o su hermano Ricardo, vivencias que irá incorporando a sus narraciones. en 1902 se le ofrece un homenaje en Madrid, al que acuden Galdós, Maeztu, Valle-Inclán, Azorín y Mariano de Cavia, muestra del reconocimiento de los escritores de su tiempo y del creciente valor de sus obras en la vida cultural. en 1903 viajó a Tánger como corresponsal de guerra del periódico "El Globo". En 1906 viajó a Londres y París, de nuevo, y al año siguiente visitó Suiza e Italia. A Italia, de donde procedía la familia de su madre, volverá un año después. Pío Baroja, que tuvo siempre especial preocupación por los factores étnicos, daba mucha importancia a los antecedentes biológicos familiares en la conformación del carácter.
En 1935, año en que fallece su madre, ingresa en la Real Academia de la Lengua con el discurso "La formación psicológica de un escritor", que fue contestado por el Dr. Gregorio Marañón.
1943 fallece su cuñado Caro Raggio. A este dolor se sumaría el de la muerte de su hermana Carmen en 1949 y la de su hermano Ricardo, en 1953. La vida de Pío Baroja en este periodo queda reflejada en el mismo título del libro de su sobrino Pío Caro Baroja: La soledad de Pío Baroja, editado en México. Julio Caro Baroja ha hecho distintos retratos de su tío a su vez, fundamentalmente en su libro Los Baroja.
Cuando el 30 de octubre de 1956 fallece en Madrid, en cuyo cementerio civil está enterrado, Julio Caro Baroja envió a su hermano Pío, en México, el siguiente telegrama: "Gaur il da". "¿Por qué le anuncié aquella muerte en vasco y no en castellano? Me pareció más íntimo, más recatado, menos oficial", nos dice Caro Baroja. Un grupo de amigos e incondicionales -entre los que estaban los Premios Nóbel Hemingway y Camilo José Cela-, y un puñado de su tierra vasca, que certificaba el afecto de su País del Bidasoa, daban sepultura a uno de los escritores más profundos y de más ingenio de este siglo.
"Sinceridad, lealtad consigo mismo, asco hacia la ficción y el artificio, son eje motor de su alma, de su arte y su vida"
JOSÉ ORTEGA Y GASSET
(Ideas sobre Pío Baroja)
"Si en este momento entrase aquí un hombre con la misión de entregar un mensaje a quien tuviera el rostro más humano de todos los circunstantes, sin ninguna vacilación se lo daría a Baroja"
ANTONIO MACHADO (París, 1899)
"Siento, creo que espontáneamente, una fuerte aspiración ética"
PÍO BAROJA
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Enviado por: | Miguel Vargas |
Idioma: | castellano |
País: | España |