Literatura


Vida de este chico; Tobias Wolff


Tobby y su madre realizaban un viaje en coche desde Florida a Utah, viajaban intentado escapar de Roy, el novio de su madre y buscando una nueva vida, iban a buscar Uranio. Estuvieron todo el día de camino y llegaron a Utah al siguiente día, pero allí todo había cambiado, la ciudad era un desastre, por lo visto ya no quedaba nada de Uranio en la zona y ellos no tenían dinero ni siquiera para poder dormir en algún sitio. Decidieron continuar camino hacia Salk Lake City, donde su madre esperaba encontrar un empleo.

Tobby soñaba con ser un chico distinto al que había sido hasta ahora, lo primero que quería era cambiar de nombre quería llamarse Jack. En su antiguo colegio había una chica que se llamaba Toby, ninguna chica podría llamarse Jack. Su madre y su padre estaban separados, a su padre no le hizo ninguna gracia que quisiera cambiarse el nombre, en ese momento a mi madre empezó a parecerle una buena idea que me cambiara el nombre, mi padre nadaba en dinero gracias a que se había casado con una mujer rica y a nosotros no nos pasaba ni siquiera la manutención que el juez había fijado, por eso le gustó la idea de mi cambio de nombre.

Roy nos siguió la pista hasta Salk Lake City y se instaló muy cerca de nosotros, pasaba casi el día entero en nuestro apartamento, él no trabajaba, siempre estaba cazando o pescando, cobraba una pequeña pensión y decía que si trabajaba se la quitarían. Mi madre no me contaba que él la maltrataba, siempre procuraba que yo fuera feliz y mantenerme al margen, yo creía que Roy era como tenía que ser un hombre y fingía que me agradaba.

Mi madre encontró trabajo como secretaria, y Roy la vigilaba a la salida del trabajo todos los días.

Roy me regaló un rifle que a mi me gustaba mucho pero mamá dijo que no podía quedármelo, después entre Roy y yo la convencimos pero a ella seguía sin gustarle mucho la idea. Una tarde que estaba solo en el apartamento cogí el rifle y no sé como al final disparé por la ventana y maté una ardilla, yo era un amante de los animales, después me arrepentí mucho y recé, y decidí no volver más al apartamento cuando no hubiera nadie, mejor me quedaría por las calles vagabundeando para no volver a coger el rifle.

Una mañana Roy me preguntó si me gustaría tener un hermanito, a mi la idea no me hizo ninguna gracia aunque le dije que sí, luego Roy se marchó a pescar y mamá aprovechando que él no estaba hizo de nuevo las maletas y escapamos.

Cogimos el autobús a Seattle. Allí nos instalamos en una pensión barata, también vivían allí dos mujeres más Kahty y Marian, a mi no me gusta Marian y a ella no le gustaba yo, no se fiaba de mi, sabía que andaba con malas compañías y que engañaba a mamá.

En cuanto llegaba a la calle me peinaba de otra manera y desordenaba mi ropa para parecer distinto. Todos mis amigos por una u otra razón sólo vivían con sus madres. Vivíamos como pillos, mascábamos tabaco y perseguíamos a las chicas, robábamos todo lo que podíamos en las tiendas y nuestro lugar preferido era el escaparate de las armerías. Nos subíamos los cuellos de las camisas, queríamos tener un aspecto superior pero en verdad sólo éramos inferiores.

Un día mamá me llevó a la playa, allí conocimos a un hombre que parecía muy amable, habló con nosotros y nos invitó a comer a su casa, esa noche mamá salió sola con él, cuando regresó lloraba desconsoladamente como si se estuviera ahogando, nunca volvimos a hablar de ese día.

Alquilamos una casa con las chicas de la pensión, era la peor casa de la calle pero mamá se empeñó en que con unos pequeños arreglillos se quedaría estupenda, Kathy tuvo un bebé y mientras mamá y ella se marchaban a trabajar, Marian cuidaba de nosotros, especialmente del bebé porque conmigo no podía y además sabía que no podría convencer a mi madre para que fuera más autoritaria conmigo. El padre de mamá había sido muy autoritario, cuando era un bebé y estaba en la cuna la pegaba si se chupaba el dedo, incluso todos los días antes de irse a dormir la volvía a pegar aún sin haber hecho nada diciendo que algo malo habría hecho durante todo el día aunque él no se hubiera enterado, luego cuando ya era más mayor apenas la permitía comer ni salir con chicos, la hacía vestir de una manera ridícula, su madre no estaba de acuerdo pero era una mujer enferma que no tenía fuerzas para enfrentarse a él. Cuando mi abuela murió mi madre se marchó de casa para no quedarse sola con su padre, pero su padre había dejado una profunda huella en ella, la docilidad, la incapacidad para enfrentarse con todos los hombres tiranos que conocería en su vida. Por eso mamá nunca había creído que yo necesitara unos azotes ni que me hicieran ningún bien. Marian no pensaba lo mismo y a veces por la noche las escuchaba hablar sobre ello.

Mientras, yo continuaba con mis amigos Taylor y Silver haciendo todo tipo de fechorías, rompíamos los cristales de la escuela, abríamos los coches que estaban aparcados para quitarles el freno que mano y que se estrellaran, y el que la policía se preocupara de estas cosas nos daba aún más ganas de hacerlas. Pero lo que más hacíamos era robar, yo creía que era un ladrón profesional, robaba todo lo que podía incluso cosas que no me interesaban, por el simple placer de robar

Nuestras compañeras de piso, Marian Y Kathy se prometieron y decidieron que ya era hora también de que mamá se casara, entre las dos se pusieron a buscarla novio, entre los pretendientes estaba Dwaight, era demasiado bajito para el gusto de mamá, trabajaba como mecánico y vivía en un pueblo llamada Chinook a tres horas de Seattle, estaba separado y tenía tres hijos, todos adolescentes.

Dwaight nos invitó a pasar con él y sus hijos el día de acción de gracias, e hizo todo lo posible porque nos sintiéramos bien, nos enseñó el pueblo, y nos llevó a un concurso de tiro al pavo que ganó mi madre.

De regreso a Seattle yo volví a mi vida normal, a fumar cigarrillos con mis amigos en el cuarto de baño durante las clases y a inventar historias como que le había volado la cabeza a un pavo el día de acción de gracias con mi rifle, cuando los chicos se rieron incrédulos, saqué mi peine del bolsillo y con el rabo de éste pinté en la pared, que te jodan, el subdiector lo descubrió y me saco de la oreja de clase, llamó a mi madre que no quiso creerle hasta que mis propios amigos me delataron, aún así mi madre no cedió diciendo que los demás mentían y quiso ver al director, le contó que el subdirector me había maltratado, al final lo dejaron pasar por esta vez.

Al llegar a casa mamá le contó a Marian lo que había pasado en la escuela, Marian habló a solas con ella y esta vez le contó todo lo que sabía de la vida que yo llevaba, también le dijo que yo necesitaba un padre, mamá no me dijo nada.

El fin de semana siguiente Dwaight vino a Seattle pasó mucho tiempo con mamá y cuando se marchó mamá y le propuso matrimonio cuando se marcho, mamá habló conmigo y me hizo una propuesta, primero yo me marcharía a vivir con él y sus hijos a su casa, también estudiaría en Chinook y si todo salía bien y yo me llevaba bien con él y con sus hijos, mamá dejaría su trabajo y se casaría con Dwaight. Yo le di mi aprobación, pensé que no tenía otra elección pero además me gustaba la idea de tener una familia. Me gustaba la idea de cambiar de vida, de dejar de ser un gamberro e incluso me gustaba la idea de estudiar, puede ser que allí lo consiguiera lejos de mis amigos y de la gente que me conocía, allí podría empezar de nuevo.

Dwaight vino a buscarme y durante el viaje a Chinook su comportamiento fue muy diferente de lo que yo conocía, me acusó de mentiroso y me dijo que Marian se lo había contado todo sobre mi, conducía como un loco y me dijo que delante de él yo ya no podría ser un chulo como lo era hasta ahora. Yo asentí.

Cuando llegamos a su casa Dwaight comenzó a ponerme tareas, pensaba que yo era así por falta de disciplina y por tener demasiado tiempo libre y que el terminaría con el problema, me hizo repartir periódicos al salir de la escuela y pelar kilos y kilos de castañas, pertenecer al grupo de exploradores. Pasaba las noches pelando castañas hasta que Dwaight pensaba que ya estaba bien, no me dejaba usar guantes y las manos me apestaban, incluso Norma y Skipper, dos de los hijos de Dwaight le dijeron que se estaba excediendo, yo no decía nada, sólo hacía lo que él me mandaba. Pearl, la otra hija, no decía nada, sólo me miraba pelar castañas cada noche, todos llegaron a aceptar aquello como algo normal, como si mi vida fuera esa, pelar castañas.

Mi madre se retrasaba en darle una respuesta a Dwaight y yo cada vez la echaba más de menos, sólo podía verla cuando Dwaight iba a visitarla y quería llevarme que era casi nunca, siempre encontraba una razón para que me quedara en casa, trabajo, mal comportamiento etc. Cuando me llevaba con él nunca me dejaba a solas con mi madre y me trataba de una manera cordial diciendo que nuestra vida juntos era perfecta, yo nunca le llevé la contraria sólo asentía y sonreía a lo que él decía, mi madre me preguntaba y yo le decía que todo iba bien, cuando volvíamos Dwaiht se paraba dos horas para beber en una taberna a mitad del camino, yo le esperaba en el coche y luego conducía demasiado deprisa diciéndome todo lo malo que yo era, aunque no todo era cierto, yo lo aguantaba como algo que hay que aguantar, pero ya no me hería, había perdido esa capacidad.

Salía a repartir mis periódicos, los leía enteros y soñaba que era un militar, incluso podía ver la cara de mis compañeros, luego Dwaight mandaba a Pearl a decirme que me diera prisa y volviera a casa. Controlaba todo lo que yo hacía, todas mis horas, incluso cuando me hacía limpiar sus zapatos mientra él reía con sus hijos.

Por fin mamá llamó por teléfono, quiso hablar conmigo me dijo que había decidido casarse, siempre y cuando yo estuviera bien, pero que la última decisión era mía, Dwaight estaba a mi lado, le dije a mamá que todo estaba bien, creo que hubiera hecho lo mismo si él no hubiera estado cerca, pensaba que todo había ido ya demasiado lejos y que no había vuelta atrás.

Dwaight y mamá regresaron de viaje de novios, mamá no era feliz, él dormía muchas veces en el sofá, yo lo veía porque era el primero que me levantaba para ir a repartir los periódicos, ella no quería darse por vencida, intentó que pudiéramos ser una familia, busco trabajo de camarera y llenó la casa de plantas. Dwaight pensaba que todo era culpa mía, tenía parte de razón, yo me metía en líos muy a menudo.

Me había pegado con un chico del pueblo Arthur Gayle, todos los chicos de la escuela le llamaban marica, pero ninguno se había atrevido a decírselo, yo lo hice, la pelea fue tremenda, al final él gano y me hizo retirar lo que le había dicho. En aquel momento no podía ni soñar que Arthur sería uno de mis mejores amigos.

Volví a casa hecho un desastre. Pearl esperó en la puerta a su padre para contárselo, Dwaight subió directamente a mi habitación para que le contara la historia, al contrario de enfadarse me hizo repetirla con toda serie de detalles, estaba encantado con la historia de cómo yo le había llamado mariquita, decía que a ese tipo de gente hay que hacerla daño, incluso cuando confesé que había sido yo quien había iniciado la pelea, él estaba contento, después Dwaight me enseñó técnicas de pelea para que fuera yo quien ganara la próxima vez. Luego volvimos a la cocina se tomó una copa y me dio consejos sobre cómo tenía que tratar a Arthur, o mejor dicho maltratar. Llamaron algunas personas porque yo no había salido a repartir los periódicos y Dwaight les contó orgulloso que los periódicos se habían estropeado en una pelea en la que su chico Jack le había puesto un ojo morado al chico de los Gayle. Pasó mucho tiempo hasta que volví a ver a Arthur, pero en esa ocasión, todo se arregló, hablamos y reímos como si nada hubiera pasado.

Skipper terminó de arreglar el coche que su padre le había comprado hacía ya mucho tiempo, a mi me parecía mentira que todo ese amasijo de chatarra ahora fuera un precioso coche rojo, me dijo que se iría a México para que le pusieran allí la tapicería, le pregunté si podría ir con él me dijo que lo pensaría, yo me quedé convencido de que me llevaría y comencé a soñar en nuestras aventuras, al final no me llevó, se llevó a un amigo. Me quedé totalmente decepcionado, yo era su hermano, al menos así lo sentía yo.

Dwaight me hablaba de mi padre con desprecio, le llamaba el Sr. Engreído porque era rico y nunca se ocupaba de mi. Yo, le disculpaba, pensaba que tendría excelentes razones para no poder ocuparse de mi, y como mi padre no estaba cerca yo nunca veía sus cosas malas, todo esto hacía fascinante a mi padre a mis ojos.

Pasaron mucho años hasta que vi de nuevo a mi padre, fue cuando me fui a Vietnam, nos hicimos buenos amigos, pensé que no era ningún monstruo, sino que había tenido problemas y no había podido ocuparse más de mi, pensé esto hasta que nació mi primer hijo. Nació antes de lo previsto y yo estaba de viaje le primera vez que le vi estaba aún en el hospital, una enfermera le pinchaba para obtener una muestra de sangre, yo sentía en mi carne cada pinchazo, cuando por fin pude cogerle sentí que le había rescatado de una manada de lobos y entonces algo se rompió en mi, recordé a mi padre, muerto ya hacía diez años, y sentí dolor y rabia durante días, mi padre nunca había sentido como suyo mi dolor. Yo temblaba de emoción viendo a mi hijo.

Skipper volvió de México, después de ponerle la tapicería al coche se había levantado una tormenta de arena y el coche estaba entero abollado, también se habían estropeado las ruedas y el motor, Skipper trato de gastar bromas pero estaba derrumbado.

Al poco tiempo Skipper se marchó de casa y se casó

Mis pies crecían continuamente y las zapatillas se me quedaban pequeñas, Dwaight decidió que ya no me compraría más zapatillas hasta que el pie terminara de crecer, ni siquiera dejó que las comprara con el dinero que yo tenía de repartir periódicos, me compró unos zapatos duros y marrones con los que yo no podía hacer deporte, el deporte era de las pocas cosas que me gustaba hacer.

Yo seguía siendo un ladrón y un mentiroso, cuando repartía los periódicos robaba todo lo que podía, Dwaight me llamaba ladrón, aunque el no sabía lo que yo hacía, sólo me lo llamaba porque una vez cogí un cuchillo de caza sin su permiso. Mis robos eran reales, al principio robaba caramelos cuando dejaba los periódicos en las casas, luego comencé a robar algunas monedas para chucherías, después robaba todo el dinero que podía y lo ahorraba pensando en tener el suficiente dinero para poder huir de allí, para escapar de Dwaight, incluso pensé en matarle cuando se metía con mi madre. No me molestaba que Dwaight me llamara mentiroso o ladrón lo que de verdad me molestaba era que gritara y menospreciara a mi madre, y que a mí me llamara mariquita, con el tiempo yo me había hecho muy amigo de Arthur y me molestaba pensar que por ser su amigo los demás pensaran que yo era mariquita.

Cuando no había nadie, yo revolvía las cosas de todos, un día encontré una carta de mi tío Stephen para mi madre, vivía en París y le contaba lo bonito que era todo y lo bien que se vivía allí, no lo dudé, copié la dirección y le escribí una carta contándole como eran nuestras vidas, creo que exageré bastante, y pidiéndole que nos rescatara de Dwaight y que nos llevara a París a mi madre y a mi. A los pocos días al volver a casa mamá me esperaba para hablar a solas. Me preguntó qué cosas le había contado a mi tío, le contesté que no lo recordaba bien, había recibido una carta de mi tío con un cheque y con un plan para que yo me fuera a vivir con ellos a Paris mientras mamá tendría tiempo de dejar la casa y encontraba un trabajo.

Mamá me preguntó si quería ir a París a vivir con mis tíos, yo comencé a soñar con esa idea, a Dwaight estuvo totalmente de acuerdo con el idea, era feliz sólo de pensar que yo me iría tan lejos. Lo poco que yo sabía de París es lo que había visto en las películas, quedamos en que me marcharía al final del curso. Mis tíos, enviaron otra carta, una carta con condiciones, yo debería quedarme con ellos cinco años hasta terminar mis estudios y además así podría tener una familia y empezar de nuevo, pero para todo eso ponían una condición, adoptarme, mi madre podría visitarme siempre que quisiera, esa era su condición.

Esto lo cambiaba todo, mi madre dijo que tendría que ser yo quien tomara la decisión, le pregunté qué es lo que quería ella, pero me volvió a contestar que era mi decisión, que aceptaría lo que yo decidiera. Lo pensé y me di cuenta que nunca podría llamar mamá a otra mujer, que no quería separarme de ella, que ella era lo único que había tenido siempre y que sin ella no sería feliz. Una noche durante la cena anuncié mi decesión, no iría a París, Dwaight trató de convencerme por las buenas y por las malas, no podía soportar la idea de que me quedara, pero mamá le dijo que esa decisión era solo mía, después me dijo a solas que se alegraba de mi decisión que ella no quería separarse se mi. Ella aún tenía esperanzas de poder ser una familia todos juntos.

Norma terminó sus estudios y se marchó a trabajar a Seatlle, allí conoció de Kenneth, nos lo presento en navidad, a nadie le gustó, yo creo que ni siquiera el gustaba a ella, pero se casó con él y tuvieron un niño, nunca fue feliz, aunque siempre trató de disimularlo

En el primer año que comencé el instituto decidí que ya era hora de fugarme, tenía ahorrado el dinero que había ganado repartiendo periódicos y el que les había robado a mis clientes, luego cuando tuviera un sitio apropiado me llevaría a mi madre, aprovecharía para huir el día de la reunión de exploradores, Arthur vendría conmigo, en el fondo creo que porque yo tenía miedo de ir solo. Arthur era mi mejor amigo, los dos inventábamos historias, ambos teníamos una imaginación desmesurada, un día me besó o le besé no sé bien cómo ocurrió, desde ese día siempre que nos sentíamos muy juntos nos poníamos agresivos. Todo estaba preparado para fugarnos, pero decidimos ir primero a la feria, allí encontramos unos hombres que me animaron a jugar y perdí todo el dinero que tenía, Arthur no pudo hacer nada.

Un día cuando regresé a casa Dwaight había cambiado mi rifle por un perro, su escusa fue que yo quería un perro y que por eso lo había hecho, pero no era esa la cuestión, era él quien quería un perro de caza, Campeón que así se llamaba resultó ser el peor de los perro de caza, un día le pegué, lo hice porque me asustó, le pegué demasiado y luego me arrepentí, no podía soportar la violencia contra los animales, desde ese día Campeón pensó que éramos amigos, un día se mató al gatito de una niña delante de este, ese día los vecinos le dijeron a Dwight que debería deshacerse de Campeón para siempre, Dwight salió en coche con él y también con un rifle, al poco rato volvió, Campeón ya no estaba con él, por lo poco que tardó sé que no le enterró. Luego, cuando yo hacía algo malo, mamá me decía ¿Por qué no vas a dar un paseíto en coche con Dwight?

Ciudadanía en el instituto.

Yo iba al instituto de Concrete, allí iban chicos de todo el valle, hijos de camioneros, camareras, granjeros, obreros de la construcción, casi todos ellos ya trabajaban y se gastaban el dinero en coches y novias, muchos sin terminar el instituto lo dejaban para trabajar a jornada completa, otros se alistaban en el ejército o se casaban y otro cuantos se convertían en delincuentes, desde luego no se veían como universitarios, había algunos profesores buenos, la mayoría mayores, el Sr. Mitchell se encargaba de darnos las clases de educación cívica, había estado en el segunda guerra mundial y cuando no queríamos dar clase, sólo teníamos que preguntarle algo sobre esto, en su clase veíamos las misma películas muchas veces, la mayoría cuentos inventado por el FBI sobre chicos que eran engañados para afiliarse a las células comunistas. En el examen final el Sr. Mitchell no preguntó ¿cuál es nuestra enmienda preferida? Todos sabíamos lo que quería que contestáramos: “el derecho a llevar armas”, todos menos una chica que contestó “la libertad de expresión”, el Sr. Mitchell la suspendió el examen completo y la echó de clase ella se quejó al director pero no consiguió nada, la mayoría de los chicos pensaron que se estaba haciendo la marisabidilla, incluido yo.

Yo, al principio traía buenas notas, copiaba todo lo que podía y leía las lecciones antes de entrar a los exámenes, pero luego también dejé de hace eso, las notas las ponían a lápiz y no también tenía unos cuantos, nadie se enteró en casa. Me había hecho amigo de unos cuantos chicos mayores, de mala fama, que me acogieron como algo curioso porque yo era virgen, nunca me había emborrachado, yo quería destacar en algo y si no podía hacerlo como buen ciudadano lo haría como forajido, alguno de estos chicos incluso había pasado una temporada en la cárcel por robar, y por secuestrar un gato y pedir rescate por él. En total éramos cinco, pasábamos el día fumando y dando vueltas en el coche de Chuck, a veces, a la hora de comer, íbamos a casa de la hermana de Arch, Verónica, estaba casada y tenía dos niñas, había sido guapa cuando estudiaba en el instituto, pero ahora su cara estaba fea y gorda a causa de la bebida, tenía dos hijas pequeñas y gordas a las que no hacía ni caso y que siempre estaban por delante de ese desastre de casa en bragas, comiendo bolsas de patatas fritas más grandes que ellas y gimoteando y sucias. Verónica a pesar de estar casada siempre intentaba provocar a Chuck. Luego volvía a casa.

Chuck y los demás conocían a muchas chicas como Verónica, entre ellos las compartían, muchas veces también quisieron compartirlas conmigo pero yo no quería que fuera así, yo quería tener una chica, pero una chica a la que amara, no ese tipo de chicas. Yo estaba enamorado de una chica, pero ella nunca lo supo se llamaba Rhea, una vez bailé con ella, luego se marchó con lo chicos más mayores y nunca me volvió a mirar, yo la escribía largas cartas que nunca le rompía, luego cuando alguna chica se interesaba por mi, yo la trataba mal. Siempre quise lo que no podía tener.

En emborracharme tuvieron más éxito, tanto me emborraché que me tiré desde un terraplén y pasé la noche tirado en el suelo.

Un día recibí una carta de mi hermano, hacía seis años que no le veía, me mandó una sudadera con el anagrama de Princeton, yo le contaba a todo el mundo que no me conocía que era allí donde yo estudiaba, decidí ir a visitar a mi padre y a mi hermano y para conseguir dinero robé un cheque en un banco, luego quise cambiarlo en una tienda pero me descubrieron, pude huir corriendo por las calles.

Seguí escribiéndome con mi hermano Geoffrey, él me mandaba cuentos que escribía y yo le mandaba los míos, en el fondo yo sabía que los suyos eran mejor, pero él no dejaba de animarme a que le mandara más, él acababa ese año la universidad y luego se iría de viaje a Europa, también me recomendaba que estudiara y que si podía ser lo hiciera en Princenton. Geoffrey quería verme antes de marcharse y yo estaba deseando verle a él, aunque éramos casi dos desconocidos.

Dwight, seguía maltratándome por cualquier cosa, incluso pegándome un día sin ningún motivo me dio una de sus bofetadas, entonces decidí llamar a mi hermano, no tenía dinero pero lo hice a cobro revertido, le conté como Dwaight me pegaba continuamente y él ideó un plan para poder marcharme de casa, yo le había mentido diciéndole que mis calificaciones eran muy buenas y él ideó pedir una beca en varios colegios, basada en esas calificaciones.

Dwight también maltrataba a mamá, se enteró que ella estaba planeando dejarle y la llevó al bosque y la puso un cuchillo en la garganta, la obligó a prometer que nunca le dejaría y aún así la advirtió que si lo hacía la buscaría y la mataría.

Le conté a mamá los planes que Geoffrey tenía para mí, ella lloró de alegría, ella temía haberse equivocado cuando se separó de papá y Geoffrey se quedó a vivir con él.

Mi hermano me mandó la lista de los colegios a los que deberían solicitar la beca, todos eran muy exclusivos, pensados para gente rica y en los que era casi imposible poder entrar, pero yo no quería quedarme sin esta oportunidad ahora que pensaba que la tenía cerca. Escribí a los colegios, Geoffrey me había creído pero los colegios no, me pedían cartas de recomendación, cartas de mis profesores, de ex alumnos e incluso de consejero, logros deportivos, viajes al extranjero, idiomas y además querían que el instituto de Concrete les mandara mis calificaciones oficialmente , además de todo esto tendría que superar un examen, imposible, me deshice de ellos, nunca lo conseguiría, esto me hizo sentir una tremenda amargura, era un sentimiento nuevo que no me agradaba, pero no veía otra salida.

Mi padre telefoneó, Geoffrey le había contado todo y lo le dije que sí, que ya había mandado todos los expedientes a los colegios, me propuso pasar el verano con él, se había separado de su mujer y con mi hermano, luego más tarde también podría ir mi madre y volver a ser una familia. Me preguntó si era verdad que mi padrastro me había pegado, le contesté que sí, me dijo que le mataría si volvía a hacerlo.

Volví con el tema de los expedientes y le pedí ayuda a Arthur, él me trajo un montón de papeles con membretes oficiales, ahora podría falsificar todo, notas, recomendaciones, cartas de profesores, no estaba dispuesto a perder la oportunidad, hice la solicitud en todas las escuelas que mi hermano me había recomendado.

Arthur y yo nos conocíamos perfectamente bien, yo sabía que él no era todo lo honorable que parecía ser y él sabía que yo no era el tipo duro que parecía, sabía que el futuro no me traía sin cuidado y que me preocupaba, a mi no me gustaba que él me conociera tan bien. Algún día ambos nos perdonaríamos el ser como éramos. El Sr. Mitchell nos encontró un día peleando, y enseguida aprovechó para zanjar las peleas como a él le gustaban, un combate de boxeo en el gimnasio del colegio, cuando llegó el día Arthur y yo estábamos verdaderamente enfadados, cuando dijeron mi nombre salí dispuesto a matarle, pero por supuesto perdí la pelea, él era mucho más fuerte que yo.

Empezaron a llegar las cartas de los diferentes colegios, con muy buenas palabras en todas me rechazaban, comprendí que mis ilusiones habían terminado. Una semana después cuando ya todo parecía perdido recibí una llamada era un antiguo alumno del colegió Hill, el Sr. Howard, me dijo que el colegio estaba interesado en mi solicitud y que quería conocerme, quedé con él al día siguiente en Concrete. Me preguntó sobre mi vida y sobre mis estudios, yo intentaba contestar con pocas palabras, luego me habló del colegio Hill, de cómo cuando él había llegado allí se había sentido desplazado fuera de lugar, y como poco a poco se adaptó y llegó a quererlo, me habló de lo que le costó hacer amistades y de cómo luego aquellos amigos fueron más que hermanos para él. Le contesté sinceramente, yo estaba dispuesto a aguantar lo que fuera a cambio de tener una buena educación. De repente apareció Huff, uno de mis amigos, yo tenía que evitar que me viera, el Sr. Howard podía escuchar toda su conversación sobre comerle el coño a una chica y sus múltiples peleas , temía que todo se esfumara. Yo fruncí el ceño como si la conversación que escuchábamos me desagradara, aunque era de las que yo solía tener, el Sr. Howard me propuso marcharnos. Tuve suerte al salir que Huff no me vio y no me pudo decir nuestro saludo habitual “Hola mamón”.

Fuimos a dar una vuelta, el Sr. Howard me dijo que haría un buen informe sobre mi, se marcho en su coche y me dio su tarjeta, ahora tendría que esperar.

En el taller del instituto me corté un dedo con una sierra, fue un corte profundo y tuvieron que operarme de urgencias, las enfermeras me daban morfina, toda la morfina que yo pedía, para que no montara escándalos, cuando salí del hospital era un adicto, si hubiera vivido en algún sitio donde pudiera comprarla lo hubiera hecho, era lo único que me calmaba y me hacía dormir y tener felices sueños, pero en Concrete no existían las drogas hasta allí no llegaban. Le robé la botella de whisky a Dwight, no me gustó y rellené con agua, Dwight me preguntó si había sido yo, le contesté que no era yo quien bebía en esa casa, me empujó con los dedos en el pecho, no con demasiada fuerza, pero lo suficiente para que me cayera y me tropezara y me diera un buen golpe, mi madre le dijo que ahora si que se había acabado que nos marcharíamos.

Yo me fui el primero, me fui a vivir a casa de unos amigos de mamá, el Sr. Chuck, padre de mi amigo Chuck, mientras ella buscaría un trabajo, el Sr. Chuck puso algunas condiciones, tendría que ayudarle en la tienda y además no podría fumar ni beber ni decir tacos. Dwight intentó hacer las paces antes de que me marchara, pero él me odiaba a mi tanto como yo a él, sólo nos dijimos buena suerte, pasados los años siempre que pensaba en Chinook lo primero que recordaba era su cara, su odio, ni siquiera ahora puedo enfadarme con mis hijos, cuando lo hago y grito siempre me viene él a la memoria,

El rincón del Amén.

Chuck se emborrachaba casi todas las noches, el y yo vivíamos en un cobertizo, mientras que sus padres vivían en la casa con sus dos hermanas pequeñas. Los Bolger, es así como se llamaban los padres de Chuck se acostaban temprano, nosotros le robábamos el coche para irnos de fiesta. Los Bolger eran muy religiosos, aunque nunca me obligaron a nada, yo por afecto y además porque allí había música y se cantaba sentía ganas de ir al rincón del Amén, mamá nunca había sido religiosa. Chuck no era peligroso, en sus borracheras él era el único que podía salir herido, de hecho se portó muy bien conmigo, incluso me hizo varios regalos. Cuando estaba sobrio todo el mundo lo quería, charlaba con su padre, ayudaba en la tienda, e incluso le fregaba los platos a su madre.

Una noche llegaron más amigos y como no teníamos gasolina suficiente para ir a la ciudad decidimos robarla en la granja de un vecino que vivía cerca, sacamos la gasolina y nos la llevamos en latas pero llegamos tan cansados que ni siquiera pudimos salir, al día siguiente nos despertó el padre de Chuck, su cara hacía presagiar que lo sabía todo, nos llevó a la cocina, el vecino había ido a verle y se lo había contado, le dijimos la verdad. El Sr. Chuck nos dijo que deberíamos devolverla y pedir disculpas, lo hicimos, fuimos a la granja con las tres latas de gasolina que habíamos robado, al ver aquello de día, la pobreza, la necesidad que había en esa granja y las lágrimas del Sr. Welch, su propietario, no pude sentir más vergüenza de lo que habíamos hecho. Chuck se disculpó, yo quería hacerlo pero ni siquiera podía abrir la boca, me sentí despreciable. El Sr. Chuck me preguntó si me había disculpado, le dije que no, que no pude, el había intentado que yo fuera feliz en la casa pero como no había podido ser así, sería mejor que llamara a mi madre para que me llevara con ella, supe que no podía hacer nada. yo también había tomado una decisión, me alistaría en el ejército.

Mamá llegó al día siguiente, convenció a los Bolger para que me dejaran quedarme hasta que terminara el instituto, Dwight no me dejaría volver a casa, la condición sería que tendría que trabajar en la granja de la familia a la que había robado, además de pedir disculpas, también tendría que hablar con el padre Karl, pensé que iba a darme el mismo sermón que daban todos lo curas pero no fue así, era hijo de judíos, a sus padres los habían matado en un campo de concentración nazi y él se había salvado de milagro.

Me preguntó que quién pensaba que era, que si sabía lo que estaba haciendo con mi vida y que qué era lo que quería en la vida, yo, lo único que quería era tener dinero, cosas y la estimación de la gente, pero no le dije todo esto, pensé que no lo entendería, sólo me limité a encoger los hombros. Sólo me pidió una cosa que parara que parara de una vez. De acuerdo, contesté.

El Sr. Bolger me dijo que había hablado con los Welch y que éstos habían rechazado mi ayuda

Una noche vino el Sheriff a casa Chuck y otros amigos estaban acusados de una violación, era una chica de mi clase de esas que iban por ahí vestidas con ropas super ajustadas, fumando sin parar y se cubrían la cara con una capa de maquillaje. Alguien se la había tirado y se había quedado embarazada lo tuvo en secreto hasta que estuvo tan gorda que ya no pudo engañar a nadie, tenía quince años, se llamaba Tina. Ella decía que no quería acusar a nadie que sólo quería que Chuck se casara con ella, su padre en cambio quería que fueran todos a la cárcel, pero también sabía que casarse con el hijo de los Bolger sería un golpe de suerte, mucho mejor de lo que nadie de la familia hubiera esperado para ella. Chuck no tenía la menor intención de casarse con Tina y así de lo dijo al cheriff y a los demás, prefería pasarse la vida en la cárcel. El Sr. Bolger quería que se casara con Tina y se metía constantemente con Chuck, pero este decía que además de acostarse con él lo hacía hecho con cien más y que no estaba dispuesto a cargar con ella. Huff y Psyco también querían que se casara con ella para evitar la cárcel. Además de todo esto Chuck no quería casarse con ella porque no la quería, porque quería esperar a encontrar a la mujer de su vida, y esa mujer no se parecía en nada a Tina.

En mitad de todo esto recibí una llamada del Sr. Howard, me habían concedido la beca en el colegio Hill, me lo contaba muy alegre, incluso me dijo que necesitaría ropa, y que él se haría cargo de todo si mi madre me lo permitía. Yo no lo podía creer, por fin lo iba a conseguir, saldría de ese mundo. Luego recibí unos catálogos de la escuela, los chicos que venían en las fotografías del catálogo eran muy diferentes a los que yo estaba acostumbrado a tratar y es cierto que también su forma de vestir y su estilo era muy diferente. Hablé con mi madre, también ella tenía noticias que darme, unas buenas y otras malas, había encontrado trabajo y podría dejar a Dwight, se trasladaría en breve, esa era la buena, la mala era que Dwight se había gastado todo mi dinero, el dinero que yo había ido ahorrando durante todos mis años de repartir periódicos y también se había gastado el de mi madre, no había nada en la cuenta, la beca no cubría el curso entero y yo había pensado en destinar ese dinero a terminar de cubrirla, mi madre me prometió que ella conseguiría el dinero que faltaba, no era el dinero lo peor, eran todos los años que Dwight me había maltratado, incluso contaba los caramelos que había en casa para saber cuántos me había comida, ponía números en las bolsas de la aspiradora para saber cuántas habíamos gastado, corría cuando entraba a tocar la televisión para ver si estaba caliente porque la habíamos estado viendo.

Chuck seguía resistiéndose a la boda con Tina, pasaban los días y se acababa el tiempo que el sheriff le había dado para tomar una decisión, pero una inesperada noticia cambió todo, Huff accedió a casarse con Tina, Chuck recibió la noticia con mucha alegría, ahora ya no irían a la cárcel, por otra parte también yo me alegré, no me gustaba Huff, no era una buena persona y tampoco me gustaba Tina, me alegré por Chuck.

Conseguí entrar en la escuela preparatoria, pero mis notas no pudieron justificar la beca y terminé expulsado. Me alisté en el ejército. Había perdido.

***

Vida de este chico es un libro autobiográfico de Tobias Wolff publicado en 1989. describe la adolescencia del autor y su vagar por diferentes Estados de los Estados unidos con su madre. Toby cambia su nombre por el de Jack, porque le gusta a él mismo y también para molestar a su padre que ahora vive en Connecticut con su hermano mayor Geoffrey, y con una millonaria con la que se ha casado. El primer viaje lo realizan desde Florida a Utah , donde la Mamá, escapa de un compañero que la maltrataba, espera enriquecerse encontrando, pero cuando llegan allí ya no quedaba nada de uranio.

La madre de Jack sufrió una niñez abusiva con un padre violento y debido a eso ella se implica con hombres violentos. Primero Roy, el segundo marido de Rosemary, que les sigue a Florida cuando ella decide dejarle. Después volviendo a escapar de Roy que les encuentra se trasladan a su propia niñez abusiva, habitualmente se implica con hombres violentos y volátiles. Primero, hay Roy, el segundo marido de Rosemary, que sigue a Rosemary y Jack de Florida a Utah. Cuando Roy los abandona(deja), Rosemary se mueve con Jack a Seattle, donde ella encuentra a Dwight, que parece inofensivo hasta movimientos de Jack al chinook para vivir con él, donde Dwight se revela para ser cruel, egocéntrico y pequeño.

Dwight critica y repriende a Jack para defectos verdaderos e imaginados, y sus discursos enfáticos son constantemente en la vanguardia de la mente de Jack. Dwight asigna tareas de Jack para ninguna razón otra que exponer su poder y control de la casa. Dwight también fuerza a Jack a entregar periódicos y toma el dinero Jack gana para él. El único tiempo Dwight expresa un interés genuino a Jack es cuando él enseña a Jack como luchar. Dwight está excitado por la demostración de Jack de agresión, sobre todo porque será dirigido contra Arthur Gayle, "sissy" notorio que tiene una amistad efímera con Jack

Jack recoge el refugio su imaginación excepcionalmente viva. El abuso de Dwight y la propia tristeza general de Jack en el chinook sólo abastecen de combustible las fantasías de Jack. Jack longs para escaparse del chinook de modo que él pueda recrearse, pero él sólo puede vivir la vida que él quiere para él en su propia mente. Jack esencialmente crea su propia realidad, tal cual evidenciada cuando él forja(falsifica) las cartas extáticas de alabanza para su uso a internados privados. En la escuela, Jack tiende a correr con una muchedumbre peligrosa, a menudo entrando en el problema con las autoridades, pero en sus usos a escuelas privadas, Jack escribe que él es un A-estudiante, el atleta de estrella, y el ciudadano bueno. Jack está obsesionado con la idea de él como un joven virtuoso y dotado, y no tiene ningún problema que cree que su mentira es la verdad.

Jack tiene muchos sueños de fuga, pero él nunca tiene éxito en la actualización de ellos. La primera verdadera tentativa de Jack en la fuga implica un plan de escapar a Alaska con Arthur Gayle. Jack planifica hacer su huida después de un Boy scout que se encuentra en otra ciudad, pero él termina por trabar amistad con un grupo de muchachos de otra tropa, distanciándose de Arthur, y siendo estafado de todo su dinero en un juego de suerte. Más tarde, Jack trata de tomar el refugio con su más viejo hermano, Geoffrey, en Princeton, pero este plan es rechazado como su hermano es un mayor que termina la carrera y el padre biológico de Jack es inadmisible.

Jack también escribe a su tío en París que detalla la vida áspera que él aguanta con su padrastro que pide ser tomado en. Cuando la publicación(cuestión) tarde o temprano se reduce a Jack que necesidad ser adoptado, así perdiendo el nombre de su madre, él se rechaza y se queda en Washington con su madre.

Jack finalmente consigue la oportunidad de dejar el chinook y el principio de nuevo cuando él es aceptado a la élite Hill la Escuela. Sr. Howard, un ex-alumno de Colina, entrevista a Jack y sirve como el mentor de Jack. Más tarde, cuando Sr. Howard y su esposa tienen Jack empotrado para una nueva guardarropa, Jack es calentado por su atención y afecto, del cual él ha experimentado muy poco en casa.

Antes de que Jack marche a casa para la Colina, él y Rosemary abandonan a Dwight después de que Dwight empuja a Jack delante de ella. Rosemary pide que Jack viva temporalmente con su amigo Chuck Bolger. Aunque Jack prometa a su madre que él estará sobre su comportamiento mejor mientras en Bolgers, él rompe su promesa y es cogido robando la gasolina de la granja de Welch cercana. Jack se siente terrible sobre el robo del Welches, pero no puede traerse para pedir perdón, que enfurece a Sr. Bolger. Sr. Bolger, pide que Jack trabaje en la granja de Welch, pero el Welches rechaza la ayuda de Jack.

Mientras tanto, Chuck Bolger está a punto de ser detenido para la violación estatutaria de una muchacha Tina Flood llamada, que está embarazada, posiblemente por él. El sheriff ofrece perdonar el Portabrocas si él a se casa con Tina, pero el Portabrocas se rechaza debido a su sueño del matrimonio "ideal" y la vida. El portabrocas está al borde de ser enviado a la cárcel cuando él es rescatado por otro de los demandados, el Enfado, que está de acuerdo con casarse con Tina en su lugar.

El verano antes de Jack es debido a comienzan en la Colina, él va a quedarse con su padre en California para gastar(pasar) algún tiempo con su padre y su hermano. Inmediatamente después de que Jack llega, sin embargo, sus hojas de padre para Las Vegas con su novia. Cuando el padre de Jack vuelve, él es detenido y más tarde cometido a un sanatorio, donde él permanece para el resto del verano. No sorprendentemente, Jack no puede hacer los grados que la Colina exige, y es expulsada a medio camino durante su año mayor. Después de que él es expulsado de la escuela, Jack se alista en el ejército y sirve con la Guerra de Vietnam




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Enviado por:Anuski
Idioma: castellano
País: España

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