Antropología
Venezuela: Zonas indígenas de Paraguana
ZONAS INDÍGENAS
DE PARAGUANÁ
DEDICATORIA:
Hoy somos dignos paraguaneros, hijos de este conuco rodeado de agua, Paraguaná; no nos queda mayor inspiración que hacer luz la vida de nuestros grandes caquetíos, orígenes de aquellos pueblos que adornan las horizontales tierras definidas por el cerro de Santa Ana.
Antepasados, aquí está nuestro mayor regalo.
AGRADECIMIENTO
En este largo caminar siempre hemos estado inspirados por la sabiduría de personas que con su experiencia siempre nos ayudan. Familiares que aún habitan nuestros pueblos: Pedro Aulacio, Domingo García, Alejandro Calatayud, hacen justicia transmitiendo la verdad a nuestra vida.
Personajes que luchan por la cultura de un estado olvidado dentro de un país agobiante, es sacrificarse sin pedir nada a cambio; el poeta Guillermo de León Calles nos ha orientado y asesorado en la realización de esta obra.
Nada sería igual sin profesores capaces de amar lo que hacen, de luchar por el verdadero sentido de la vida, y de todo corazón luchar por la juventud que se pierde en esta sociedad corrompida; nuestro profesor Luis Cordero se ha encargado de revisar nuestros borradores y corregir lo necesario.
No existe el espacio suficiente para enumerar el sentimiento de agradecimiento que sentimos hacia nuestros padres, quienes aguardan en silencio para guiarnos y ayudarnos con un sí condicional; siempre están a la espera de algo, lo que sea, ellos sólo quieren que seamos felices y que cada día esté marcado por ser siempre más y mejor.
DIOS, por permitirnos vivir todo lo anterior, mil gracias.
ÍNDICE
Página
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO I.
COMUNIDAD CAQUETÍA
SITUACIÓN GEOGRÁFICA 3
ASPECTOS HUMANOS 4
1.2.1 División del Trabajo 6
1.2.2 Modos de Producción 7
1.2.3 Formas de Propiedad. 10
NIVEL SOCIO - POLÍTICO 10
Organización Territorial 10
Mecanismos de Defensa 11
Vías de Comunicación 12
1.4 VIDA DE MANAURE 12
1.5 NIVEL SOCIO - CULTURAL 14
1.5.1 Organización Social 14
1.5.2 Lenguaje y Comunicación 15
1.5.3 Alfarería 17
1.5.4 Alimentación 17
1.5.5 Cerámica 19
1.5.6 Adornos y Tejidos 19
1.5.7 Viviendas 20
1.5.8 Bailes y Música 21
1.5.9 Juegos 21
1.5.10 Curanderos 22
1.5.11 Mitos 23
1.5.12 Ritos del Tabaco 24
1.6 CAMBIOS EN EL MODO DE VIDA 24
CAPÍTULO II.
PARAGUANÁ EN LENGUA CAQUETÍA
MUNICIPIO FALCÓN 26
2.1.1 Adícora 26
Baraived 27
Charaima 27
Supí 27
Sabarigua 28
Buchuaco 28
Miraca 28
Maquigua 28
Camunare 29
Buenavista 29
Adaure 29
Maicara 30
Matividire 30
Pitajaya 30
Guacurebo 30
Jadacaquiva 31
La Macoya 31
Jacuque 32
Moruy 32
Yauquiba 33
Guacuira 34
Asaro 34
Cayeruba 34
Cocodite 35
Buenevara 35
Cumaraguas 35
municipio carirubana 38
Carirubana 38
Tiguadare 38
Caujarito 39
Santa Ana 39
Tacuato 39
Machuruca 40
Caseto 40
Cayude 40
Dabadubare 40
Maitiruma 41
2.3 MUNICIPIO LOS TAQUES 41
2.3.1 Los Taques 41
Judibana 42
Amuay 42
Guanadito 42
CONCLUSIONES 44
BIBLIOGRAFÍA 45
ANEXOS 46
introducción
Paraguaná cuenta con aproximadamente una superficie de 3.405 Km2. Era en épocas pasadas una isla, de ahí su primer nombre de isla de Coquivacoa, en ella predomina la llanura, la extensión de sus sabanas, y sin embargo, nada le define mejor ni la revela tan plena como el Cerro de Santa Ana. Ha sido el cerro, referencia inmejorable para los navegantes de todas las épocas.
Debe ser vista como una isla que se unió posteriormente con el continente por un istmo básicamente rocoso al que la aportación de las arenas marinas convirtió en un estrecho corredor de relación, siendo la región de tierra firme más avanzada en el Mar Caribe que tiene Venezuela. Aquí llegan los primeros navegantes que miran asombrados las nuevas tierras.
Los primeros conquistadores entran por estas tierras extrañando la facilidad de los nativos para aprender el castellano y para conseguir alimentos con qué festejarlos; aquí se establecen los primeros colonos enamorados de la benignidad del clima y de la horizontalidad de las tierras. La comunicación con Aruba, Curazao y Bonaire se hace tan habitual, que cuando hay dificultades en tierra firme, en esas islas se busca refugio.
Al llegar los españoles, la Península estaba ocupada por el pueblo caquetío perteneciente a la gran familia Anawak. Se trataba de comunidades adiestradas en la disciplina del trabajo, con amor por la agricultura y aspiraciones de tranquilidad y bienestar.
Huerto en el mar, conuco cercado por olas, ya para los caquetíos que lo nombraron y poseyeron, dejando este don innumerable entre las aguas, era territorio de germinaciones, firme y en movimiento, conocido y abierto para el hombre por lo que es fundamental especificar los antecedentes de la tierra donde se habita, conocer qué sucedió en los suelos paraguaneros en tiempos remotos, quiénes son y de dónde provienen los habitantes actuales, porque la historia de la región debe ser tomada como objetiva y dinámica, documento e interpretación.
CAPÍTULO I
COMUNIDAD CAQUETÍA
1.1 SITUACIÓN GEOGRÁFICA.
Por el Norte frente a nuestro actual Mar Caribe, se extendían las comunidades caquetías, habitando las islas de Aruba, Curazao y Bonaire, las cuales fueron llamadas, durante el descubrimiento, Islas de los Gigantes. La superficie que ellos ocupaban era una extensión de aproximadamente unos 13.000 Km2, incluidas las Islas de los Gigantes.
También estaba habitada por Caquetíos, la región actual del Estado Lara pero no hay relatos que los puedan vincular políticamente a los del Dios Manaure de Coro.
En Paraguaná no existe ninguna corriente de agua continua, de ahí que los aborígenes subsistieran por ojos de agua que existieron o existen: Guacuira, Guaimuyo, Miraca, etc., y solían construir jagüeyes para almacenar el agua que baja del Cerro de Santa Ana por la condensación de las nubes que cubren siempre la punta del Cerro.
Las costas paraguaneras son poco profundas, muy arenosas y con abundante fauna y flora marina, de ahí que los aborígenes ubicaran sus palafitos cerca del mar o a orillas de éste.
1.2 ASPECTOS HUMANOS.
Procedían de un tronco anawaco que proviene quizás de las altiplanicias “andinas”.
Se considera a la familia como la unidad económica de este pueblo. Se adapta la producción a las necesidades del clan, con el padre como autoridad; el grupo familiar era mucho más grande que el actual en nuestra sociedad, ya que incluye a todas las personas con un antepasado común. El padre de familia es el centro de todo quehacer humano, rige la división del trabajo y lo distribuye a toda la familia, asignando tareas de acuerdo al sexo, la edad, la fuerza, aptitud, etc.
La propiedad de la tierra es comunitaria a la familia. La escasez de alimentos rara vez se daría ya que tenían una economía de superabundancia.
A los Caquetíos les agradaba usar muchos zarcillos, en sus orejas, boca, y tabique nasal, los lucían combinándolos con collares de conchas marinas muy finas y hasta de oro, lo que despertaba los sentimientos ambiciosos de los conquistadores.
El Cacique utilizaba llamativos plumajes en su cabello. Los Caquetíos vivían en chozas pequeñas, con una sola entrada, dentro tenían hamacas que fabricaban perfectamente; algunas de estas comunidades alcanzaban la denominación de ciudad o villa, las cuales han desaparecido, pero muchas reaparecieron con el mismo nombre y en el mismo lugar.
La población Caquetía tenía rasgos característicos que gracias a los historiadores, hoy en día los conocemos; los hombres eran de cuerpo robusto, bien desarrollados, fuertes, de mediana estatura, aunque se podían encontrar de tallas muy grandes. los conquistadores se toparon con algunos de ellos en Curazao, es por ello que la denominaron la Isla de los Gigantes. Las mujeres eran muy hermosas, con largos cabellos y uñas fuertes, eran ágiles y resistentes a las jornadas diarias, con colores de piel bronceada y cara sin vello.
Los Caquetíos andaban regularmente desnudos pero se cubrían sus órganos genitales utilizando guayucos u otras envolturas, se hacían señales en la piel con pinturas para distinguirse de una clase a otra. Colocaban trozos de cuero de tigre en su cabeza como simbolizando su jerarquía.
Les gustaba usa collares de hueso muerto como especie de posición militar importante, además se cubrían de varias pinturas, de manos a cabeza de acuerdo a las hazañas vividas y combates.
Los Caquetíos guardaban, para la época de lluvia, trajes y trueques, pescado salado y carne ahumada, entre otras; luego eran repartidas de acuerdo a las necesidades del grupo. Canjeaban maíz y oro por sal y tabaco.
En las excavaciones realizadas, se encontraron figuras talladas y collares de conchas y cuarcitas, lo que muestra que sus objetos personales eran enterrados junto al cadáver.
Entre las cualidades morales de los Caquetíos, se destacan: amistad, generosidad y hospitalidad, respeto, obediencia pacífica, despreciaban el engaño y la traición, ya que eran muy leales en todo. Siendo estos defectos castigados con azotes y hasta la muerte, durante las cacerías no era permitido disparar o atacar a un animal dormido pues era considerado como traición.
Los Caquetíos no tuvieron códigos formales, pero sí se regían por ciertas normas que conducían su vida y se resumen en: “no matar a otro de la misma casta, no negar los bienes que se le pidan, no tomar las cosas ajenas, no desear las mujeres de los demás, tener paz y amistad con los otros, dar de comer a los visitantes”.
Como en toda tribu no faltaban los vicios, la embriaguez con zumos de bebidas fermentadas que producían el maíz y otros. El inicio de la sodomía era castigado severamente, haciendo que los hombres se vistieran de mujeres y obligándolos a prestar servicios domésticos, como barrer, cocinar, lavar y de esta manera ridiculizándolos en público.
Los Caquetíos creyeron en los “CAPU”, quienes eran seres sobrenaturales, además rendían culto al alma de sus difuntos. Algunos cuentan que creían en un Dios llamado Zuhe o Zenu, que eran supersticiosos y que les gustaba la magia. Hacían sacrificios individuales y colectivos como el ayuno en grupos, exceptuando los niños de corta edad.
Realizaban ceremonias donde dejaban secar los muertos a la intemperie o los colocaban a fuego lento hasta moler sus huesos y bebérselos en chichas conjuntamente con orgías, en las cuales se contaban las acciones del difunto.
La cultura de los Caquetíos se considera superior a la de las otras tribus, ya que utilizaban el lenguaje de los petroglifos de diferentes maneras, para expresar sus inquietudes, contaban con los dedos de las manso y de los pies, medían el tiempo con los plenilunios para los meses, la carrera del sol indicaba las horas y la proyección de la sombra de su cuerpo, determinaba la hora.
Se organizaron como nación caquetía, donde la autoridad suprema la ejerció el Cacique Manaure y en él se concentraba el poder militar, político, administrativo, religioso y médico.
1.2.1 División del Trabajo.
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El hombre: Era el eje del grupo y practicaba la pesca, caza y fabricaba artefactos para estas faenas; hechas de piedra, cuchillos, raspadores, lanza, arco, flechas, etc. También era guerrero, pero no se ha encontrado ninguna referencia con respecto a la guerra en el periodo de contacto con el europeo, dado que habían alcanzado una cultura que los hacía domésticos.
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La mujer: Se encargaba de las faenas del bohío, elaboración de alimentos, siembra de conucos y productos como: ajos, auyama, maíz, patata, yuca, tabaco, piña, etc. Cubría la parte de cestería y tejía hamacas de algodón y guayucos. Era una experta en la cerámica.
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El niño: Ayudaban a sus madres en la recolección terrestre y marina de frutos y moluscos, había una relación estrecha entre madres y ancianos con respecto a los niños; aprendían sobre diferentes materias gracias a los ancianos que contaban con su gran experiencia. Los varones eran diestros en el uso del arco, flecha y lanza.
1.2.2 Modos de Producción.
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La pesca: Faena exclusiva del hombre. Por habitar en Paraguaná, la pesca constituyó el principal recurso de alimentación. Cuando la pesca era abundante, consumían numerosas especies marinas: carite, tortugas, raya, róbalo, bagre, crustáceos y moluscos. Esto se confirma al encontrar restos de almejas, caracoles de manglar, chipichipe y ostras, collares de conchas marinas y las puntas de las flechas y lanzas eran confeccionadas con huesos, dientes de pescados y uñas de raya. Por las costas de Paraguaná y hacia la Punta de Macolla donde está el faro, se han visto multitud de fogones y hogueras que hacían los Caquetíos para asar moluscos y pescar de noche cegando al pescado. Por encima de los dorados medanales, hay gran número de conchas que en el pasado fueron consumidas por los indígenas. En Bajarigua, Hurihurebo, Hurraquí y Jadacaquiva se encontraron restos marinos, comprobando el asiento caquetío en aldeas retiradas del mar. Han debido pescar con redes de algodón que confeccionaban las mujeres; también contaban con canoas.
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La caza: Totalmente reservada a los hombres. Para la época se habla de la existencia de armadillos, conejos, dantas, gatos, monos, osos hormigueros, perezas, pericos, puercos de monte, tigres, venados. Dentro de las aves se relaciona la acumulación económica de palomas, que eran guardadas para temporadas de escasez; además de las codornices y perdices. Es importante la abeja tronconera que pone la miel en el suelo, y consumirla beneficia a la fertilidad de la mujer. Empleaban el arco, la flecha y la lanza, estos eran alternados con hachas líticas y cuchillos. La caza era realizada en grupo y de una manera muy hábil, sobre todo con los grandes animales; aplicaban el método del acoso y el fuego. El Caquetío al alejarse de su poblado llevaba enrollado alrededor de su cuerpo el común chinchorro tejido en algodón y una mochila con polvo blanco obtenido de la quema de conchas marinas y una planta específica, que no la encontraban en cualquier sitio, esto les permitía soportar el viaje sin ingerir alimentos ni bebida por durante 8 días.
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Recolección de frutos: Era trabajo exclusivo de las mujeres y los niños. Es abundante la multitud de frutos silvestres que se daban: aguacates, ciruela, guanábanas, guayabas, mamón, nísperos, semerucos, urupagua y urupagüita. Dentro de los frutos de las plantas xerófitas es el cardón, el cual da cuatro frutos distintos a saber: el dato, la breva, el guanajó y la pitajaya. Construían fogones para asar cocuiza, cuya macollas horneadas servían también de sustento, de esta especie se saca la bebida llamada cocuy.
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Agricultura: Los cultivos fueron simples y pequeños del tipo conuco por carecer de animales para laborar las tierras y luego el problema del agua. Las siembras se tenían que hacer en base a los ciclos de lluvia y sequía, ya que en Paraguaná no existe ningún río. Los hombres de la tribu se encargaron de la limpieza del terreno, utilizando la tala y la quema, en la cual la ceniza era el abono. Las mujeres se encargaban de sembrar los productos: auyamas, maíz, melón, mango, granada, frijoles, patata, piña, tabaco, yuca, entre otros; además siembras de algodón, las cuales se tuvieron que intensificar ante la necesidad de hacer más hamacas y guayucos por el aumento de la población. Utilizaban las raíces como fuentes medicinales, eran preparadas en ensaladas, lo cual era muy nutritivo.
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Domesticación de animales: Esta actividad era pobre por no contar con caballos , burro y el mulo, llamados de tracción de sangre. Los báquiros pequeños solían formar parte del grupo familiar al lado de loros, pájaros y monos. Acostumbraban a criar abejas en grandes calabazas y los perros eran banquetes de comida, estos eran mudos no ladraban.
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Comercio y Trueque: No conocían la moneda como uso, entre ellos abundaba el intercambio de unos productos por otros, siendo esta la base incipiente de su comercio. Par los cambios eran muy interesantes: el pescado salado, la carne ahumada o tasajo, las hamacas, el tabaco y la sal, etc., recibían en cambio maíz, oro y adornos. Se practicaban dos clases de mercados; el simple trueque de un artículo por otro, de persona a persona y los llamados mercados mudos: se dejaban los productos en un sitio determinado y luego venía la otra persona y daba algo por ellos. hacían exposiciones del productos a negociar, aceptando como pago collares muy finos.
1.2.3 Formas de Propiedad.
No existió dentro de los Caquetíos el término de propiedad privada. Lo único considerado como tal eran sus artículos de caza y pesca, y los adornos de oro, de 10 kilates; águilas (placas de murciélago), caracuríes (narigueras) cesnies (ídolos), orejeras (pendientes), ranitas (figuras zoomorfas), fueron robadas despiadadamente a nuestros aborígenes por los europeos.
1.3 NIVEL SOCIO - POLÍTICO.
El Dos Manaure poseía un grado de poder dentro de una teocnácia, es decir, el peso del Ser Supremo, creador del mundo y todos los fenómenos; el día, la noche, el sol, la lluvia, etc., era ejercido por Manaure, al contar con sus beneficios y favores. Manaure controlaba todos los caciques o jefes dentro de los distritos claves.
La organización política era independiente; tenían grandes extensiones de tierra para cazar y hacer los conucos, un litoral enorme con abundantes recursos y los habitantes eran pocos en las aldeas pero en gran cantidad en los pueblos.
Se valoraba a los Caquetíos por medio de la caza de leones o tigres y la pesca de tiburones; podrían llevar adornos especiales que los distinguía de rango por sus habilidades.
Organización Territorial.
El Dios Manaure dominaba sobre la Coriana Caquetía, por el norte tenía la isla de Coquivacoa, hay Península de Paraguaná; y de este a oeste desde Xaraguas o Xaraxaraguas (Boca de Yaracuy) hasta casi los Puertos de Altagracia de Maracaibo; por el sur limitaba con la Sierra de los Jirajamas.
Su capital fue Todariquiva, era el nombre histórico de la comunidad del territorio y estaba situada al noreste del recién fundado Coro.
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Aldeas: De Todariquiva hacia el norte, isla de Coquivacoa, existían: Chamuriana (Santa Ana), Miraca, Cayerúa, Humaque y Hurihurebo. Hacia el este Cumarebo, Carora, Sauca, Paraguachoa, Río Tocuyo, Martiníco y Xaraguas o Xaraxaraguas. Hacia el oeste Cacicure, Mitare, Caracho, Zazárida y Capatárida. hacia el sur Sierra de los Jirajaras (Sierra de San Luis), en el pie de monte existía: Guaybacoa, Tomodare y Caujarao. Actualmente en su mayoría están abandonados. La capital era la más grande, seguida de los inmensos pueblos de Miraca en la Península de Parguaná y caicure en la vía hacia Maracaibo, el resto son aldeas pequeñas en población.
1.3.2 Mecanismos de Defensa.
Los más importantes eran el arco y la flecha, seguidos del hacha trapezoidal lítica, lanza y macana. El arco y la flecha existían de diferentes longitudes, según la utilidad destinada; caza de grandes animales y pequeños. El arco por lo general tenía 1.5 metros de largo; se fabricaba de madera rojiza y mu dura llamada palo de arco; el mecate era de algodón teñido de rojo de unos cinco centímetros. Las flechas de un metro aproximadamente se hacían de caña brava y en la punta se colocaba un hueso de pescado, una cuña de raya, dependía del animal a cazar; las flechas mayores eran llamadas zaetas y la pequeña era la arpón, ésta tenía dos partes: el dardo y la duana, ésta al dar en el blanco se salía del dardo y como estaban unidas por un fino mecate, se enredaban las dos partes en los árboles para que la presa no pudiera huir.
La lanza parecida al arpón , era de madera durísima, se empleaba mucho para pescar desde una uriara. La macana era un arma de guerreros distinguidos, fabricada de madera muy dura, plana por ambos lados y con un grosor de dos pulgadas, la adornaban curiosamente.
1.3.3 Vías de Comunicación.
Estudios han demostrado que fueron construidas calzadas precolombinas y post - colombinas, en los médanos. En su mayoría se encuentran tapadas por los médanos, pero han sido observadas cuatro: tres grandes y una pequeña, ésta viene desde Todariquina y las otras se dirigen hacia los puertos. Se hicieron también trochas, rellenando el terreno con piedras.
Se observó que utilizaban los muros de las calzadas añadiendo otros para almacenar agua; se han encontrado vasijas rotas como señal del tráfico humano para satisfacer la sed, aunque los Caquetíos contaban de un contro de agua por la represa construida en dirección sur de Todariquira. A mitad del cerro El Saladillo donde habitaban los indígenas Caquetíos de Caujarao hay indicios de represa para aguantar el agua y no tener que bajar completamente a buscarla.
1.4 VIDA DE MANAURE.
El primer Cacique Caquetío del siglo XVI se llamaba Don Sancho de Uriacoa hasta Domingo Martínez Manure, que ejerció hasta 1742. Entre otros Caciques figuran Caujarao, Bacoa y Hurijurebo, padre, tío y yerno de Manaure, quien es el Cacique estelar de los caquetíos, símbolo de grandeza y de calidad humana, gran Dios, sumo sacerdote.
Según etrólogos como walter Dupony y Gilberto Antolinez, sostienen que el nombre de Manaure no es propio, sólo representa jerarquía social, ejecutiva y política dentro de la tribu, pero Don Martín Manaure lo hizo propio y así quedó grabado en la historia.
Los padres de Manaure, fueron el Dios Caujarao y Benkela. Contrajo matrimonio en Todariquiva en una linda ceremonia con Yamara Sara de los Cristianos, ellos tuvieron tres hijos varones llamados: Baracaicoa, Guanipa y Guarecuco y cuatro Guarichas: Judibana, Yramayi, Cuabana y Yamira. Judibana se casó con el Cacique de Paraguaná Hurehurebo, quienes habitaron el fundo de hurehurebo, se dedicaron al cultivo de la tierra, tomando el nombre de Fernando de García y Juana Manaure de García, al ser bautizados. Algunos cuentan que Juana Manure de García fue una mujer valiente, que luchó con coraje al lado de su esposo por sus libertad, le destrozaron una pierna y estando a punto de partir hacia Santo Domingo, permanecía aún con gestos altivos y en protesta, convirtiéndose así en la primera heroína de Venezuela.
Cuabana, la otra hija de Manaure, bautizada con el nombre de Inés, se casó con el joven Juan Antonio Martínez de Ampíes, jefe de una expedición española, toca tierra coriana en 1527, vino a dar comienzo a la organización de los pueblos y a colaborar con la destrucción de la conquista y de la colonización.
El enlace entre Cuabana y el joven Juan fue considerado el primer cruce oficial entre indios y blancos en Venezuela.
El Cacique Manaure fue administrador del sentido de su tribu, con sentido estadista, respnsable de su gobierno. Era considerado sabio, por ser acertado en sus ideas y decisiones para el bien de su tribu, prudente, justo, observador y práctico, de voluntad firme, con una moral muy en alto, tanto en su vida privada como en la pública.
Por su amor a la tribu, su gran capacidad de razonamiento, decidió liberar a la tribu de abusos, atropellos, robos, y por ello es que se une con Ampíes para conformar una asociación que permite el mejoramiento de l situación, pero fue inútil, y decidieron antes de rendirse, ser obligados y sacrificados por los alemanes. Luego decide perderse en el infinito camino del misterio con los suyos y las riquezas.
1.5 NIVEL SOCIO - CULTURAL.
1.5.1 Organización Social.
Estaban organizados bajo el sistema matrilineal, es decir, el centro del parentesco estaba representado por la madre; había relaciones de parentesco muy específicas; la madre natural y todas las hermanas de ella, eran a su vez madres de los hijos de todas, los hermanos de la madre biológica eran prácticamente los padres; los hijos de todas las hermanas maternas eran los hermanos; las distintas generaciones hacían de primos y sobrinos.
Se practicaba la poligamia, el hombre podía tener varias mujeres sin importar que todas fueran hermanas, pero no se permitía el adulterio. Existía la matrilocalidad, las mujeres no se iban a casa de su marido, sino al contrario, éste se llevaba su chinchorro, arcos y flechas al bohío de la mujer.
La participación en la producción y consumo dentro de la sociedad caquetía era por igual; se daba un poder central que fungía de ordenados político e intermediario, entre la comunidad y la naturaleza, este poder lo ejercía el Dios Manure; el resto que eran jefes militares tenían como misión defender el grupo. La sociedad caquetía no se dividía en clases, aunque un grado superior era traer un pedazo de piel de tigre alrededor de la frente, y mayor a éste es traer un collar de huesos de hombres muertos, estando en la cumbre militar.
1.5.2 Lenguaje y Comunicación.
El lenguaje se basa primero en gestos y luego en palabras; este idioma caquetío se ha perdido, sólo quedan toponímios y algunas palabras; no existen frases enteras para poder analizar su sintaxis. Según el caquetío tenía afinidad con los dialectos de las Antillas Mayores quizá con el Guajiro.
Palabras Caquetías | Traducción |
Adabacoa | Arboleda |
Baperon | Calabaza con cal |
Báquiro | Cochino de monte |
Barbasco | Hierba de borrachera |
Barici | Agua turbia |
Barique | lmagre |
Bisure | Lagartija |
Boratio | Sacerdote, médico |
Buco | Represa |
Budare | Pieza redonda de barro |
Buxena | Pintura corporal |
Cabana | Sabana |
Caduchi | Higo, breva |
Cama | Danta |
Capu | Demonio |
Capubana | Duende del cerro |
Casquito | Agrio, fermentado |
Caza | Puche de maíz |
Cegue | Lechuza |
Cemirucos | Semerucos |
Cocuy | Penca |
Comocho | Higo |
Coques | Hormiga roja |
Corie | Armadillo |
Cumaragua | Viruela |
Chaure | Búho |
Chirgua | Vasija para agua |
Chirigua | Tinaja pequeña |
Chiriguare | Gavilán |
Chuchube | Paraulata |
Dabuda | Barro de loza |
Dabudare | Raíz de barro |
Dara | Alcarabán |
Dare | Diente |
Datihao | Señor |
Dato | Fruto del cardón |
Diao | Señor principal |
Guacaubana | Río escondido |
Guacoa | Paloma |
Guacurebo | Quebrada que crece |
Guadabacoa | Arboleda |
Guairan | Hoguera |
Guairanaro | Pez lisa |
Harifuche | Maíz tostado y miel |
Icoroata | Canasta |
Koro | Cotorra |
Macato | Bebida |
Machire | Loza con grumos |
Macoya | Cuerda |
Maure | Tejido de algodón |
Mazato | Mazamorra |
Mene | Viruela |
Paugis | Paují |
Quicuidi | Serranía |
Raporon | Calabaza con cal |
Taboro | Serranía |
Tara | Langosta |
1.5.3 Alfarería.
Era un oficio propio de la mujer, confeccionaban siguiendo el método del enrollado; existen vasijas con bases anulares caladas abiertas y cerradas; vasijas esfingies, ollas con cuellos acintados, apéndices geométricos y zoomórficos; y otras con elementos incisos, punteados, semirelieve; las pintas son de negro y rojo sobre blanco. Hay uso de línea recta paralela, rectangular y triangular, y figuras curvilíneas.
1.5.4 Alimentación.
Los indígenas, como sabemos, cultivaron el maíz, lo preparaban en variedad de platos. La mazamorra, plato típico de Paraguaná, se prepara moliendo y desconchando el maíz crudo, luego se coloca a hervir, agregando un toque de sal, al finalizar la cocción se le añade leche. La arepa pelada, para prepararse se coloca a hervir el maíz con agua y sal hasta que se ablande, a continuación se lava para eliminar la cal y la concha, luego se muele y se amasa, se moldea la arepa y se pasa por el budare y por último se cocina en el fogón.
Anteriormente cuando escaseaba el café, se tostaba y se molía el maíz, luego se preparaba una infusión que con buen apetito y un poquito de imaginación sabía como el café.
Los granos como la tapirama, frijoles y la quihuaga, son platos que están muy presentes aún en nuestra mesa.
La carne de chivo es un plato típico de Paraguaná, se prepara en distintas formas: asado, guisado o en hervido, para conservar esta carne algunas veces se le añade sal y luego se le agrega a los granos para hacer mucho más rico su sabor.
La cabra era la vaca del pobre, y con su leche alimentaban al niño paraguanero, de ésta se obtiene queso al cuajar, también el dulce de leche de cabra que es un rico postre, se endulza con panela o azúcar, luego se seca a fuego lento, revolviendo continuamente, luego se saca del envase, se amasa y se le dan distintas formas.
El cochino era vendido condimentado con sal y cebolla, en empaques hechos de hojas de mazorca de maíz por kilogramo.
Los productos marinos eran parte importante de la alimentación del paraguanero, pero fresco para quienes viven cerca de la costa y salado para los demás.
Se consumían muchas de las frutas silvestres tradicionales como el dato, semeruco y el mamón, los dos primeros se cultivaban en las partes más secas y el último donde haya un poco más de humedad.
1.5.5 Cerámica.
la herencia que nos dejaron los indígenas se basó en el barro de loza que era utilizado para moldear tejas, ladrillos, tinajas, budares, jarros, olletas, platos, pocillos, adornos, como casitas, muñecas, figuras de pesebre.
Los centros donde se producía era en Miraca y Pizarral, el primero fue una de las primeras aldeas caquetías. En Miraca existieron importantes fábricas de ladrillos y tejas, hasta principios de este siglo, la cual cerró al morir Don Eusebio Coello, su último dueño. El Pizarral, también ha sido un importante centro de producción de cerámica en Paraguaná. Los loceros tienen un alto estilo inconfundible, en lo que se demuestra la destreza del indio caquetío.
Al igual que en Miraca, el barro es pisado y puesto en remojo de un día a otro, para así ser coloreado y proceder a moldearlo. Luego se procede al Curabeo que consiste en pulir la pieza con el curabo antes de llevarlo al horno.
En el Pizarral la pieza es poco decorada, pero en Miraca se utiliza tierra color amarillento para darle un lindo contraste al acabado.
1.5.6 Adornos y Tejidos.
Tenemos collares hechos de piedras rojas y blancas, utilizando materiales como cuarcita, jade, cristal de roca; existían collarines elaborados de cuentas marinas redondeadas y pequeñas como la capeza de un alfiler, estos adornos servían en los trueques y la medida era el palmo, algunas de estas gargantillas de esferitas traían hasta 30 y 40 vueltas; también se las colocaban en las pantorrillas, las indias caquetías.
Apreciaban más el oro que llevaban colgando de las orejas como pendientes. El oro también era usado por los hombres en águilas (pectorales); caracuries (nariqueras) y brazaletes (pulseras de oro), ect.
El tejido fabricado era el maure, hecho de fibra de algodón y teñido de vistosos colores como el rojo mientras que el resto del cuerpo iba desnudo. Las mujeres colocaban la cuerda de algodón alrededor del vientre, por debajo del ombligo y sujeta un trapito de algodón por debajo de la cuerda, este algodón va entre las piernas hacia adelante y hacia atrás. El hombre tapaba su miembro viril introduciéndolo dentro de una calabaza y sujeto a la cintura por un mecate de algodón. Tanto la mujer como el hombre, se pintaban con lija de yagua, lo cual llamaban buxena, desde la cabeza a los pies.
Viviendas.
Eran por lo general de forma cónica y muy espaciosas. También existieron los palafitos, aquellos que fueron vistos por Alonso de Ojeda en 1499 cerca de la Punta de Macolla en Paraguaná. Los palafitos eran hechos con un armazón de madera y con palma sus costados y techo; el caquetío al abandonar su asentamiento destruían sus viviendas o bohíos prendiendo fuego. Las viviendas comunales tenían paredes rodeadas de horconcetes de nueve o diez pies sobre la tierra y luego eran cercadas de cañas atacadas con un bejuco, con gran cantidad de paja larga se cubre.
1.5.8 Bailes y Música.
Por sus actividades de caza y pesca, sentían gusto por alguna danza típica. Al morir un indio principal, sus amigos toman el cuerpo y lo queman hasta que se convierte en polvo y lo meten en su bebida y la toman. Se emborrachan y cuando vuelven en sí, bailan con una gran fiesta.
En la música se encuentran instrumentos aerófonos como la calabaza, la flauta de uno o vario canales, los huesos hechos de cachos de venado, la guaruma, etc. También están los idiófonos que son fabricados con materiales sonoros, entre los mismos están los ostiones grandes y las sonajas de conchas. Utilizaron la guarura, era hecha de la concha de la tucagua, un caracol gigante de mar.
1.5.9 Juegos.
Se hallaron discos pequeños redondeados hechos de barro de loza de 1,5 a 2 centímetros de diámetro, usados en “el juego del perro”: son tres o cuatro jugadores, que toman los discos mayores llamados perros, toma el primero, coge los cuatro perros en la palma de la mano y los lanza hacia arriba y le deben caer en la parte superior de la mano, si se le cae alguno, pierde, luego va el segundo, tercero y cuarto y al que menos perros se le caigan en esta operación es el que gana el juego y toma el disco pequeño o perro chico; gana al final el que más fichas tiene de perros chicos; en caso de empate se vuelve a jugar entre estos jugadores.
Juego de la piedra: Se toman dos o tres piedras que estén planchadas, se van a la playa, cada jugador toma una piedra y la lanza bien alto y lo más lejos posible y al caer produce un sonido; el que haga más ruido gana.
1.5.10 Curanderos.
Al curandero le designaban el nombre de boratío el cual estaba encargado de sacarles del cuerpo el mal que los aquejaba. Cuando un Caquetío estaba enfermo se llamaba al boratío; éste se iba hacia la hamaca donde estaba el enfermo y le preguntaba qué le dolía; le recomendaba que tuviera confianza en que él lo iba a sanar.
La primera medicina iba referida a toda la familia del bohío, era el ayuno colectivo; que comieran sólo caza, es decir, mazamorra de maíz una vez al día; al enfermo le hacía pases mágicos encima del punto que le dolía, este tratamiento duraba más de dos horas cada día, es decir, el doliente que estaba mejor, el boratío mete una espina o piedra en la boca, absorbe en la zona dolorida y dice que eso era la causa; y le pagan., se cura el enfermo por sugestión de fe en el boratio.
Los Caquetíos sufrieron enfermedades propias del continente americano como, tuberculosis, bocio y otras que trajeron los conquistadores, como la viruela, la lepra, el sarampión, la tosferina, es por ello que alejaban a los enfermos, además que no permitían el matrimonio entre una india y un blanco para evitar contaguios.
La terapéutica de los caquetíos, era usada para alejarles los malos espíritus del cuerpo, para ello utilizaban ceremonias y así alejar el origen de la enfermedad.
Utilizaban piedras calientes, vegetales y minerales para provocar sudoraciones. Los Caquetíos creían que la causa de la enfermedad era por contagio u otras creencias primitivas, por ello utilizaban la magia, excepto en heridas visibles.
1.5.11 Mitos.
Basan sus creencias en el espíritu bueno y el malo. Existen lugares curiosos que se han llenado de leyendas y tradiciones. los caquetíes sentían pavor por el Capu que era un demonio, y para librarse de él grababan su imagen o símbolo en sus joyas y en madera; a través de los célebres petroglifos, así se consideraban protegidos contra castigos y enfermedades.
En Yabuquiva, existe un sitio llamado El Encanto, allí hay árboles como cujíes, guayacanes, parece un bosque encantado, se concentra en este sitio casi todo el agua de la región por lo que existe frescura: aquí hay innumerables leyendas, que hacían rituales en las orillas de las lagunas que jamás se secan y donde el agua era reverenciada y se invocaba al espíritu bueno de la madre tierra.
Otra leyenda respecto al Cerro de Santa Ana: hay un duende denominado Capó, quien junto con una serpiente emplumada que tiene una estrella en la cabeza impide que sean cortados los árboles de la localidad. Cuando alguien corta un árbol le aparece Capó para aterrar al culpable.
Importante es también, El Salvaje en la quebrada de La Macama, vía hacia el Cabo de San Román, que en la citada quebrada vivía un salvaje o indio enormemente alto, el cual se robó una aborigen de Jadacaquiva y vivía con ella en una cueva, un día el salvaje tenía hambre y no había nada que comer, con la india había tenido un hijo, y ante esta situación la madre andaba en el monte, se comió al niño, al volver ésta y darse cuenta del horrible acto, se fue a buscar a su gente y vinieron de todos los lugares de Paraguaná para matar al salvaje, éste los vió llegar y salió corriendo hacia el mar, y se adentró en él y desapareció.
1.5.12 Ritos del Tabaco.
Cuando un Caquetío fumaba un tabaco se convertía en boratío y se preguntaba si la caza y la pesca iban a ser buenas, y si su mujer lo quería. Se le atribuían grandiosas cualidades de adivinanza por lo que era muy importante en los trueques.
El boratío se encerraba hasta por 4 días en un bohío fumando tabaco, al salir contaba que el diablo le había dado respuestas a las preguntas encomendadas, y por esto recibía una joya de oro. Las semillas de la planta de tabaco eran celosamente guardadas para ser sembradas en la época oportuna.
1.6 CAMBIOS EN EL MODO DE VIDA.
Manaure solicitó ayuda a Juan de Ampíes, quien desempeñaba la gobernación de las islas “Gigantes”. Juan de Ampíes gozaba de inmejorable reputación entre los indios. Pronto desembarcaba en las costas y fue alojado en Todariquiva; hicieron pactos de paz pero Juan de Ampíes ya sabía del contrato con los alemanes Welsares por el cual se les concedía a estos comerciantes la conquista y explotación de las riquezas de tierra firme desde el Cabo de la Vela en la Guajira hasta Maracapana en Cumaná.
A los tres mese de haber llegado Ampíes, llega Alfínger a Coro el 24 de Febrero de 1529. En cierta ocasión Alfínger detiene a Ampíes por tener desconfianza en él con sus relaciones con los Caquetíos; Ampíes para lograr la libertad de ve obligado a abandonar las costas para siempre. Manaure ante este hecho siente que no habría paz con el gobernador Alfínger y así ocurrió. Alfínger al salir de Coro para hacer su entrada en la laguna de Maracaibo, el primer pueblo que consigue es Cacicure y allí empieza su despiadada caza de hombres, y así va por toda la costa robando y matando; sufrieron sus ímpetus las aldeas de Mitare, camacho, Zazárida y capatárida, ya que los Caquetíos no pueden luchar contra las armas del invasor europeo.
Fue un durísimo golpe para el pacífico Caquetío, no comprendía la sed de oro y sangre del conquistador. Las aldeas Caqeutías se fueron refugiando en Todariquiva; la capital caquetía aumentó enormemente, fue asaltada y Manure con gran pena levantó el resto de la población y se fueron rumbo a Capatárida.
Al estar todos reunidos en Toariquiva se alimentaron de especies marinas de los manglares del Golfete de Coro, estos fueron totalmente acabados y exterminados todas las especies. Este desequilibrio en la zona de Coro originó años más tarde que la arena se apoderase de esta región.
Se dice que debajo de los médanos hay un cementerio, donde murieron miles de aborígenes de inanición que no se atrevían ante el peligro de ser prisioneros; al pasar el tiempo la arena vacilante en esta zona la fue cubriendo toda y así lo conservó todo como un recuerdo para el mundo de uno de los primeros ecocidios.
En el camino a Capatárida se les unieron varios hobres que apenas lograron sobrevivir, al poco tiempo de llegar a su destino Manaure murió. Capatárida no es lugar seguro por lo que los Caquetíos comenzaron a emigrar hacia el sur, primero Lara, luego Trujillo, Mérida, Táchira, Barinas y Apure.
CAPÍTULO II
PARAGUANÁ EN LENGUA CAQUETÍA
2.1 MUNICIPIO FALCÓN.
Adícora.
Situada en la costa oriental de la Península. Adícora quiere decir jajatal, hierva halófila de terrenos salobres. Esta voz indígena primitivamente era “jadícuar”, ha venido pasando por “jatícora”, por “jadícora”, por “aríkula”, hasta llegar hoy a “Adícora”. Se puede decir que el nombre Adícora quedará fijado al adquirir nombre como puerto de exportación hacia los años 1780
cuando la compañía mercantil Guipuzcoana levantó edificios en Adícora. Por este puerto se recuerda la entrada de varias enfermedades que causaron muertes; pero es digno recordar que por Adícora entraron arquitectos y albañiles desde Aruba y Curazao, dejando sus huellas en el porte de la casa paraguanera. Arquitectos navales construyeron veloces y esbeltas goletas y balandras. por allí, también hicieron su entrada variedades de guisos, panes y confites, como un legado de las Antillas Holandesas. Llegó también la semilla de ajonjolí, que transformó la situación precaria del agricultor paraguanero por su dócil descosecho y buen precio.
Baraived.
La versión más difundida y simplista sobre su nombre es: “Una vez unos marinos, que habían perdido el rumbo, recalaron a la costa contigua a este lugar y al varar su pequeña embarcación, desembarcaron para practicar un reconocimiento al desconocido pasaje y se dice que uno de los desorientados marineros dijo: “Vara y ved”, y de tal expresión vino el nombre.
Estudios afirman que Baraived forma parte de la toponimia paraguanera; Bara en caquetío era voz general para toda clase de árbol, y Baraivere que es la forma primitiva, usaría “bere” como adjetivo o sustantivo, bere es igual que amargo.
Todavía en 1590, Baraived no tenía nombre como poblado. Es a partir de 1769, en la Data de Propios de Coro, cuando aparece Baraived como población. Hasta 1802 estuvo adscrita a Santa Ana, a partir de este año depende de Pueblo Nuevo.
Charaima.
El nombre primitivo era Charaide. Así que la voz sufrió modificaciones por razones de eufonía. Se sospecha la relación entre el Cacique Charaima de la Isla de Margarita, el abuelo de Guayquerí Francisco Fajardo, primer fundador de Caracas.
Supí.
Supí es un árbol cactáceo que exuda una goma medicinal, es el guamacho periskia de los botánicos.
Sabarigua.
Aldea al norte de la población de Santa Cruz, de Pueblo Nuevo. Puede ser una alternación de Sibidigua, arbusto euforbiáceo.
Buchuaco.
Ensenada pesquera a 7 Km al norte de Adícora. Muy visitada por turistas por el atractivo de su playa limpia y espaciosa. Buchu - haco con “h” intercalada para deshacer el diptongo, quiere decir: los dos buches. Buche: cardón, Aco: para, pareja.
Miraca.
Tiene nombre desde que Nicolás Federman desembarcó en Chaure y su viaje se detuvo a tomar agua en una fuente cercana a un poblado indígena numeroso en los primeros años de la conquista. Es considerada en 1540 como “pueblo de grandísimo momento”. Se ha averiguado que Miraca es atarraya.
Maquigua.
Aldea muy populosa en 1881. Actualmente ha cuadruplicado el número de habitantes. En las antiguas escrituras se lee: Moriquigua. Mora, es un árbol caparidáceo de la flora de Paraguaná. Quigua: concha de almeja y otros moluscos.
Camunare.
Aldea al norte de Baraived. Camunare es una forma epentética de “camunare”, un árbol de madera blanda cuyo tallo, grueso siempre, se usaba para fabricar bateas.
Buenavista.
Se desconoce la fecha exacta de su fundación, pero por el título de la iglesia, se considera que la formación del “Valle de San Juan Bautista de Buena Vista” comenzó de 1710 a 1720. Durante un censo en 1787 se señala que es el único pueblo paraguanero donde no existen esclavos ni indios libres. Es seguramente, el primer pueblo no - indígena o de “españoles” construído en la Península.
Adaure.
Aldea extensa y muy poblada situada al oeste de Buenavista. Según la tradición oral Adaure, igual que Adaro, viene de Dara. Sin embargo, investigaciones afirman que Adaure es un apellido indígena; sin descartar que provenga de Dara, quizás en forma de patrimonio porque quizás la Dara sería el ave istémica de la tribu. A los indios adaures de les considera como una tribu belicosa, y se han encontrado escritos reveladores, que dan muestra de las continuas peleas de esto indios contra los españoles que intentaban usurparles sus tierras.
Maicara.
Aldea cercana a Buenavista. En un documento antiguo se ha leído: Maicuare, quizás este es su nombre primitivo.
Matividire.
Carcano a Buenavista, un cerro y una aldea tienen este nombre. El cerro con menos de 250 metros por estar cerca de la costa, sirve de orientación a los pescadores de pargo en el mar de Adícora a 15 millas de la orilla.
Pitajaya.
Nombre indígena del susucure, cardo seudo - parásito que da una fruta de piel y pulpa roja.
Guacurebo.
Aldea muy extensa cuyo nombre se origina de “Guacoa”,uy explicativo por el sufijo “ebo”, es decir, que expresa: el paso de la guacoa.
Jadacaquiva.
Se poseen dos versiones sobre el origen de su nombre. La primera: “Los nativos demostraron mucho miedo ante los caballos que trajeron los conquistadores y este temor los impulsaba a armarse de piedras para defenderse de algún supuesto ataque de las bestias. Y como “Quiba” en caquetío es pedruzco; ello expresándose en una mezcolanza de Caquetío y Andaluz, decían a presencia de los caballos: ¡Jaca...quiba!, ¡jaca...quiba!; lo que traducido sería: ¡piedra contra esas jacas!.
La otra versión: “En un tiempo de prolongada sequía, los nativos para mitigar la sed machacaban hierbas contra piedras y lugo chupaban los manojos o macoyas. En este caso, cada vez que veían una macoya de jajato, gritaban con alegría ¡jajato...quiba!, como diciendo: ¡machaquemos con piedras ese jajato!. El jajato es una hierba suculenta y por lo tanto al chuparla calma la sed”.
Jadacaquiva se formó en tierra comprada por D. Alonso Arias a fines del siglo XVI. La iglesia fue construida obedeciendo a una manda testamental de D. Diego Laguna, ejecutada por sus herederos.
La Macoya.
Constituye con Punta Espada en la Goajira, la entrada al Golfo de Venezuela. En 1678, el pirata francés Grammont desembarcó en la Macoya haciendo 130 prisioneros, en su mayor parte indios, y se apoderó de suficientes alimentos para continuar con su devastadora campaña en el Lago de Maracaibo.
El Sargento Mayor D. Juan de la Colina poseyó un establecimiento pecuario favorecido por la existencia de un jaguey o manantial de agua dulce. El faro, hoy abandonado fue construido en el gobierno gomecista, el 15 de Mayo de 1926.
Jacuque.
Sabanas y conjunto de hatos pecuarios muy cercanos a Jadacaquiva. La versión más conocida sobre su nombre es que viene de Jaca, caballo de poca alzada en la jerga andaluza, porque se conjetura con los caballos que desembarcaron con Nicolás Federman desde Santo Domingo en 1530. Se dice que los nativos, sorprendidos al ver los caballos o jacas, exclamaron asustados” ¡Jaca...huy...!.
Moruy.
Sus tierras fueron adquiridas a la corona por D. Alonso Arias en 1594. Sus herederos las trocaron por las de cayerúa con los indios caquetíos, quienes se instalaron en el lugar antes de 1621. Moruy, fue erigida definitivamente en Parroquia en 1746. Su iglesia, que ya existía desde el siglo anterior, fue reconstruida bajo el patrocinio del Sargento Mayor D. Juan de la Colina hacia 1760. Las milicias de este pueblo junto con las de Santa Ana, constituyeron la única protección efectiva que tuvo Paraguaná durante la época colonial.
Moruy, es una de las comunidades de Paraguaná con más apego a las costumbres de sus antepasados. El mestizaje ha sido lento en lo biológico y en lo cultural. La gente ha conservado su artesanía autóctona: la cerámica, la fabricación de “silletas”, la elaboración del excelente “jabón de la tierra”.
En lo biológico, se puede apreciar en las facciones de los oriundos, la oblicuidad de los ojos, el cabello lacio, la longevidad, el lampiñismo y otros distintivos característicos de genuino tipo caquetío. Y algo curiosos es que los apellidos no han sufrido las deformaciones acomodaticias; como ejemplos: Caguao, Cuaro, Mabo, Guarecuco, Capacho, Gotopo, etc.
Con relación al origen de su nombre, se rechaza la versión según la cual los naturales temían al moro, los piratas, y cuando veían barcos en la costa decían, asustados: ¡Moro...uy!. Esta versión se cuestiona como infantil, recordando que los indios de Moruy eran los más belicosos de Paraguaná. Es más aceptable considerar la voz como una alteración de “merejuy”, levadura o preparación agria que usaban para acelerar la fermentación del maíz cocido con que elaboraban la chicha embriagadora, que consumían en ceremonias religiosas.
Yauquiba.
Se encontraba entre tierras adquiridas por el maestre de campo D. Pedro de la Colina en 1716, quien las transfirió a su cuñado D. Mateo de Manzanal. Después de 1767 se incrementó el número de aderechados constituyéndose la base de la actual comunidad.
Como en caquetío la palabra quiba es piedra, el nombre antiguo del lugar parece significar yabal pedregoso, debido a la abundancia de este árbol, el yabo o palo verde.
Guacuira.
El “potrero” o hato de Guacuira se menciona por vez primera en 1594, años más tarde pertenecía al Capitán Bartolomé López de Belmonte. Durante el siglo XVIII se multiplicaron sus aderechados, destacando entre ellos el Capitán D, Antonio Fermín de Lugo.
Este valle al este de pueblo Nuevo posee dos versiones sobre el origen de su nombre. La primera: que proviene de “guacoa”, ave de cacería, en su forma diminutiva. La segunda: que viene de “guaco”, nombre de una hierba.
Asaro.
Se asemeja mucho a sarosaro, un topónimo de la Guajira. Debido a la vecindad de Paraguaná y la Guajira, significa mucho la coincidencia.
Sarosaro guajiro, que es plural por duplicación se ha averiguado que es un árbol cuya madera blanda la utilizaban los guajiros para obtener el fuego por frotación.
Cayeruba.
En tiempos precolombinos fue asiento de un gran vecindario indígena, lo demuestra, además de la abundancia de restos de cerámica aborigen que se encuentra en el lugar, el hallazgo reciente de un cementerio. En un mapa reciente está escrito Cayerúa, lo que se considera como afectada de sonobismo. Es posible que el origen de su voz sea simaruba porque hay abundancia de este árbol en los contornos de esta aldea.
Cocodite.
Colinas al oeste de Pueblo Nuevo. La población de San José lleva añadido Cocodite para diferenciarlo de San José de Acaboa. Del topónimo sabemos que el sufijo “dito” es distintivo de los sustantivos colectivos en lengua indígena. Según personas confiables este pueblo desapareció con la hambruna de 1912. En Cocodite existió una encomienda de indios durante el siglo XVII.
Buenevara.
La tradición oral asegura que el nombre se originó porque en el lugar residía un cacique de muy correcto proceder, a quien los nativos distinguían con el epíteto de “el Cacique de la buena vara”; la alusión “buena vara” expresaba medida correcta, porque este cacique era el escogido por los comarcanos para la medición de terrenos de labranza. En realidad, el nombre primitivo era Guanibara, compuesto con la significación de “árbol de la colmena”, Guari: abeja; bara: árbol.
Cumaraguas.
Extensas salinas al Este de El Vínculo. Se ha formado un poblado alrededor del complejo salínico.
Cumaragua es el nombre que da a un pequeño cangrejo de caparazón rosado. Se dice que es voz indígena con significación se espuma rosada.
Actualmente los habitantes de Adícora, El Supí, Buchuaco, viven del turismo. El movimiento portuario ha desaparecido totalmente, por consecuencia de los salarios agradables de la actividad petrolera, aquellos que trabajaban antes en labores agrícolas, en la pesca, han abandonado esas ocupaciones y los pocos que no se han ido, prefieren trabajar en la construcción.
La agricultura y la pesca, dejaron de ser los sostenes económicos; sin embargo, algunos pescadores suelen moverse en sus embarcaciones y traen insignificantes cantidades de pescado para el consumo local. Entre los cultivos hay que nombrar la patilla y los melones. Los cultivos tradicionales como el ajonjolí y el maní, han desaparecido, porque así regresen las lluvias, recolectar su cosecha es antieconómica.
La ganadería es otra actividad empobrecida, el ganado vacuno apenas existe; al igual que los caprinos ya que las sabanas de pastoreo son invadidas por los temporadistas.
Las poblaciones de Baraived, Miraca, Maquigua, Charaima y Camunare se benefician en parte de la actividad turística existente en Adícora. En Miraca aquellas familias de ascendentes indígenas trabajan el barro, siendo muy famosa y pintoresca, su cerámica es muy solicitada por los visitantes.
En Maquigua se daba el maíz, muchos frijoles, ajonjolí, millo y se criaban muchas vacas para vender la leche, queso y hasta la carne; lo mismo sucedía con el ganado caprino. Actualmente, por la escasez de agua y el mal tiempo, la agricultura se reduce a melones y patilla porque necesitan poco de la lluvia; la ganadería casi no existe y la pesca se conserva: jurel, lisa, pámpano, palometas, bocachica y algo de chipichipe. Antes se acostumbraba la caza de conejos, pero ya no los hay en el campo.
En Miraca, se ubica la llamada “cequía”, ojo de agua que se descubrió gracias a una marrana que solía excavar en el sitio y obtenía agua; los habitantes lo excavaron y hoy es el Parque de Miraca; allí está la piedra que emana agua dulce.
Por la zona de Buenavista, Adaure, Maicara, Matividiro, Pitajaya y Guacurebo, hay bastante vegetación para el pastoreo y sitios donde el subsuelo está constituido por capas impermeables que retienen el agua pluvial y de allí extraen con molinos de viento el agua para el riego de pequeñas granjas con árboles frutales y hortalizas; su producción se vende en el Municipio Carirubana.
Estas comunidades son potencialmente agrícolas, sus suelos son valiosos para cultiva el maíz y la tapirama.
En Matividire funciona un invernadero. En Pitajaya emplean el método de gota, colocando en los cultivos de melón, patilla y pimentón, mangueras que continuamente gotean sobre cada planta; en Miraca se siembra usando el método de riego.
Los suelos de Jadacaquiva, La Macoya y Jacuque, son altamente mineralizados. En los alrededores de Yauquiba cultivan melones y patillas con escaso rendimiento, debido al deterioro de los suelos por el alto grado de sal que reciben en los riegos con agua salobre.
La artesanía de Moruy consiste en la fabricación de silletas, muebles muy solicitados por su calidad. Cercana a Guacuira, Las Cumaraguas y Cocodite se encuentra el Vínculo, lugar con larga tradición artesanal y que dispone de la madera de cardón como materia prima. En Pueblo Nuevo, hay talleres de madera que también trabajan la madera de cardón; existen otras que trabajan el mimbre y el bambú, utilizando materia prima foránea. En San José de Cocodite hay una cerámica primitiva muy nombrada y solicitada por los turistas.
La empresa ENSAL, administra las salinas de las Cumaraguas, proporciona empleo fijo a más de 50 trabajadores y en cada explotación realizada de dos o tres veces al año intervienen más de mil salineros.
2.2 MUNICIPIO CARIRUBANA.
Carirubana.
Su nombre significa orilla del peñón, orilla del cerro. Cari: orilla. Bana: sitio alto.
Al comenzar la actividad petrolera, los margariteños recién llegados a este puerto, lo llamaban: Chiguana, tal vez por el pueblo oriental del país.
Recibe los mismos servicios de Punto Fijo y posee una larga tradición pesquera, la cual se incrementó por la cercanía del mercado de Punto Fijo y posee una larga tradición pesquera, la cual se incrementó por la cercanía del mercado de Punto Fijo. Cuenta con la instalación de la Empresa AVENCASA, procesadora de camarones y otros mariscos.
Tiguadare.
Lugar costeño en la ribera norteña del Golfete de Coro, al este de Punta Cardón, Tigua es un árbol rutáceo.
Caujarito.
Aldea cercana a Punta Cardón. Caujarito es el diminutivo de caujaro, árbol de madera liviana.
Las anteriores zonas pobladas poseen polos de desarrollo económico como la Refinería de Cardón y la Zona Franca Industrial.
Santa Ana.
Su fundación data de 1538 y fue iniciada por los franciscanos junto a la aldea indígena de chamuriana, donde había agua abundante que bajaba del cerro. Se han encontrado restos de cerámica hispana junto a los de cerámica caquetía.
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Tacuato.
Su nombre tratan de cambiarlo por Villa del Mar, el cual era inapropiado por encontrarse la población muy distante del mar, Algunos informantes, aseguran que Tacuato se originó como voz de la respuesta que recibían quienes preguntaban por el precio de la sal: ¿A cómo está la sal?, Ta a cuatro, respondían. Se expresaba que el precio de la sal era cuatro reales. Esta versión adquiere una gran probabilidad porque aquí funcionó un resguardo se salinas para vigilar el comercio practicado en la localidad, desde los tiempos de la colonia.
Machuruca
Su nombre viene de caruca, paja áspera con la que se le da consistencia al barro batido para la torta que se aplica a paredes y techos.
Caseto.
Es una planta herbácea de las malvas espigadas. Hay la versión, un poco fantasiosa por lo que tiene chauvinismo, según la cual el nombre al principio era Gaseto, alteración de gaseta, porque en el lugar residía una persona que redactaba una obra periódica, una gaceta, como se decía antes.
Cayude.
Fundo pecuario al oeste de Tacuato. cayude: árbol frutal, guanábano silvestre.
Dabadubare.
Dabuda: barro de loza. Abudure es una voz compuesta de dabuda y are, que expresa barro y raíz; significa: sitio de donde se extrae barro de loza.
Por estas zonas hay salinas, plantaciones de zábila y además estos sitios son pecuarios y sus recursos son aprovechados por la vía Coro - Punto Fijo.
Maitiruma
En el caribe insular, mái significa manantial, ojo de agua; irima: azul celeste; es decir, que Maitiruma expresa manantial azul.
En el aspecto socio - económico se señala que los terrenos de Santa Ana no son buenos para sembrar y en Maitiruma se halló agua dulce abundante de 60 a 80 metros de profundidad; es necesario destacar que antes un jagüey era realizado a pulso con barro y hoy se realiza con máquinas como el barreno.
Por el Cerrito, Rodeo y Tanquesito existe abundante agua dulce y específicamente e el Tanquesito se cosechan cebollas y melones grandes, estas tierras son nuevas y hay muchos conucos.
2.3 MUNICIPIO LOS TAQUES.
Los Taques.
Población capital del Municipio del mismo nombre; su nombre proviene de Taque: árbol que produce una nuez comestible.
Los Taques es el lugar de más significación histórica como puerto después del Cabo de San Román. Su nombre figura desde el descubrimiento. Los Taques, fue un lugar de preferencia para concentración y adiestramiento de fuerzas navales realistas y patriotas por su estratégica posición y costas accesibles, aguas profundas y quietas.
Hasta hace poco constituyó una plaza de gran actividad comercial de donde salían cargamentos de dividive, queso, ganado, pescado y llegaban los veleros cargados con las mercancías de consumo local.
Judibana.
Era un fundo pecuario de la aldea de Guanadito, hoy es una moderna ciudad del Municipio Los Taques. Cuenta una bella leyenda que Judibana era una hermosa mujer, esposa del gran Cacique de Jurijurebo. Es pura leyenda, no hay constancia documental. Jurijurebo: el paso de los vientos. Judi, juri: viento. Bana: sitio alto.
Amuay.
Bahía perteneciente a los Taques. Su voz da la idea de cantidad subterránea, cueva grande. En las cercanías de Amuay hay cuevas naturales que debieron ser habituales residencias de aborígenes. Por la fonética, Amuay pertenece al caribe insular, como mamey, caney, carey, etc.
Existió en 1924, un muelle cuando el puerto fue asiento de aduana marítima, por lo que también atribuyen el origen del nombre a “muelle”. En papeles coloniales se menciona a los indios amuayes.
Guanadito.
La voz viene de “guanajo”, “guanají”, variedad de cardón que se diferencia de la lejaria por su aspecto lamoso. Dito es característica desinencial de nombres colectivos en caquetío.
La situación económica de Judibana, Guanadito y sus alrededores es un poco holgada en comparación con poblados paraguaneros del Municipio Falcón. Esta zona es asiento de la Refinería de Amuay y cuenta con diversas instituciones industriales. Funcionan diversos talleres, empresas constructoras y de mantenimiento; la actividad pesquera se ha incrementado grandemente y se realiza con equipos de calidad.
Funcionó ASTINAVE (Astilleros Navales Venezolanos) fue creada en 1977 para la construcción del astillero de Los Taques. En la primera fase construyó y reparó buques generando más de 1200 empleos. Recientemente el astillero fue cerrado por una precaria situación económica.
CONCLUSIONES
Los Caquetíos de Paraguaná formaban una unidad étnica con los del resto del litoral falconiano y los da las actuales Antillas Neerlandesas. Los Caquetíos, además de practicar la pesca y la caza, en Paraguaná obvian estanques para recoger el agua pluvial, y se encontraban asentados en poblaciones de las cuales, algunas han conservado el nombre, como Miraca, Cayerúa y Jurijurebo.
Los Caquetíos, por ser poseedores de una riqueza, por sacarle mayor provecho a la tierra, despertaron codicia en las aguerridas tribus de otras “familias”, como en los aventureros blancos venidos de Europa. Les llegaron muchas invasiones en la pugna entre tribu y blancos por lo cual el Diao Manaure resolvió buscar ayuda y protección en otros hombres.
Manaure fue un Cacique inteligente. Era sagaz y prudente; ponderado y servicial; justiciero y acucioso; ecuánime y sobrio. Su voluntad puesta a prueba no desmayaba nunca. Poseía un arraigado y fecundo concepto administrativo. En sus manos las riendas del gobierno tenían una dirección firme y consciente.
Los indígenas, adoctrinados en los principios de la religión católica, jugaron un importante papel en la consolidación de Coro en época colonial. Fueron dispersados, exterminados en gran medida, durante la contienda emancipadora, quedando desolados casi por completo sus antiguos pueblos, sin contar con las penas que padecieron por la sed de oro del blanco que vió al indígena como objeto de explotación.
Se han encontrado restos de cerámica, alfarería, conchas marinas que señalan la cultura, política y economía de los Caquetíos; estos fragmentos se hallaron en donde existieron asientos indígenas. Actualmente la mayoría de los pueblos conservan topónimos indígenas como nombres y los habitantes en parte sus tradiciones.
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ANEXOS
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Enviado por: | Mariú |
Idioma: | castellano |
País: | Venezuela |