Historia del Arte


Vanguardias artísticas


  • Introducción a la Historia del Arte del siglo XX. La noción de vanguardia. Evolución y características.

  • Las vanguardias es el fenómeno artístico característico del siglo XX. El término engloba fenómenos de la creación artística que van más allá de la plástica; es un término habitual en toda creación artística. Es una palabra que ya aparece en el siglo XII aunque ligada al lenguaje militar con un significado que aún hoy en día prevalece: parte de un ejército que va delante del resto. De este modo, el término militar se traspasó al terreno cultural manteniendo las ideas del significado original: grupo pequeño que va delante con una actitud combativa.

    La primera vez que la palabra aparece en el campo cultural es en un texto de los socialistas utópicos del primer tercio del siglo XIX, un texto en forma de diálogo político imaginario de tres personas en el cual se dice que “los artistas os serviremos de vanguardia”. Esta frase lleva, además, un sentido de cambio sociológico. De esta vinculación política y cultural nace otro aspecto característico como los manifiestos a partir del modelo del manifiesto comunista. A través de ellos, los artistas dieron a conocer sus ideas y propósitos además de tener un papel pedagógico. En el siglo XX el término pasó definitivamente al terreno de la crítica de arte y por extensión a la historia del arte.

    Así pues, las vanguardias artísticas se avanzan al resto de tendencias provocando reacciones contrarias y de incomprensión, pero que al cabo del tiempo son asumidas y aceptadas. Además se caracterizan por:

    • El aspecto combativo contra la tradición del pasado, el academicismo y sus modelos clásicos.

    • Se dan a conocer a través de publicaciones en forma de manifiestos que a veces no son de los propios artistas sino de críticos y literarios vinculados a ellos (Breton, Tzara, Pollinaire).

    • Proponen novedades e innovaciones.

    • En sus nuevas propuestas buscan modelos diferentes a las tradicionales como aquellas alejadas en el tiempo y el espacio (mundo oriental o culturas tribales africanas). La mirada a culturas arcaicas será típico.

    • Se experimenta con materiales y técnicas para huir de la tradición.

    • La vinculación con el mercantilismo o sistema de mercado.

    A lo largo del siglo XX las vanguardias aparecen como una serie continúa de ismos debido precisamente a la noción de progreso. A finales de los años 60, no obstante, se cuestionó esta idea de progreso y al mismo tiempo la noción de vanguardia.

  • El sistema mercantil. Marchantes, galerías, museos y grandes exposiciones.

    • Los gremios:

    Durante la Edad Media fue característico es sistema gremial. El artista era considerado u artesano y su aprendizaje se basaba en un taller del maestro en diferentes fases: en principio era un aprendiz en tareas básicas y subordinadas al maestro, posteriormente demostraba su capacidad con una “obra maestra” y tras el reconocimiento de esta obra por el maestro ascendía a maestro. Este fue el sistema propio de la Edad Medio, pero en el Renacimiento entra en decadencia. Pero a finales del XIX se vuelve a valorar el sistema artesanal de la Edad Media (la Bauhaus, en los años 20 se inspiró en el sistema gremial medieval).

    En el sistema gremial la relación entre el artista y el cliente fue directo. El cliente (la iglesia fundamentalmente) buscaba un maestro para que hiciera lo que él pretendía.

    • Las academias:

    Las primeras academias aparecieron en Italia y se consolidaron en Francia dentro de la monarquía absoluta. La vida del artista dentro de la estructura académica pasaba por el aprendizaje a través de los modelos del pasado clásico. Posteriormente, el artista, se daba a conocer para poder recibir encargos a través del Premio de Roma o participando en exposiciones colectivas. Para poder exponer habían de pasar por la aprobación de un jurado, con lo cual se perpetuaba una misma estética del gusto del jurado; aquellos que se apartan de los modelos establecidos son rechazados.

    A finales del XIX se rompe este esquema con el Salón des Refusés de 1863 y se cuestiona la autoridad de los académicos. A partir de entonces se consideró que las obras habían de ser juzgadas por el público. No obstante, el gran número de visitantes que acudían a estas exposiciones, acostumbrados a una determinada estética y delante de la incomprensión ridiculizaban las obras expuestas.

    • El marchante:

    A partir de los salones alternativos a la academia se gestó la estructura mercantil a través de la figura del marchante. Paul Durand Ruel está considerado como el primer marchante de la historia. Creó un tipo de organización basada en la iniciativa privada, una iniciativa provocada por la nueva burguesía industrial. Ruel creó una serie de innovaciones que aún hoy perduran: exposiciones en galerías, creación de revistas especializadas para valorar y promocionar artistas, contratos con los artistas (el marchante se compromete a comprar obras anticipadamente), organización de exposiciones en el extranjero, etc.

    Los primeros marchantes jugaron un papel fundamental en la historia del arte ya que apostaron por artistas innovadores. Ambroise Vollard, por ejemplo fue el gran promotor de Cezanne; o Daniel Henry Kahnweiler, de origen alemán, fue el de los cubistas.

    La figura del marchante es, pues, una pieza clave dentro del sistema mercantil. Dentro de este sistema, el aprendizaje es más libre y abierto.

    • Las galerías:

    La galería de arte es una institución privada que tiene la función de presentar y vender obras de arte. Se diferencia de otros instrumentos de difusión del sistema mercantil. A diferencia de los museos son privados y además vende, y a diferencia de los salones no son temporales; la galería de arte tienen una actividad continuada de exposición. Es frecuente encontrar las galerías concentradas en calles determinadas, y especializadas en una tendencia u orientación concreta.

    • El museo:

    Los museos de arte contemporáneo son una de las instituciones más importantes en la difusión del arte contemporáneo. Además, permite la conservación y consagración de un artista. Tiene como función el estudio y la conservación de sus colecciones. Inicialmente nacieron como colecciones privadas o reales, pero a partir de Revolución Francesa pasaron a ser un patrimonio para todos. El museo contemporáneo es un fenómeno que se desarrolla en los Estados Unidos, un país sin un patrimonio histórico tan importante como el Europeo. Los primeros museos americanos se basaron en piezas procedentes de Europa, pero con el tiempo el patrimonio histórico europeo se corta y se invierte en piezas de arte contemporáneo. Las ventajas fiscales para los coleccionistas americanos permitió la creación de numerosos museos contemporáneos. Uno de los más importantes es el MOMA de Nueva York. Creado en los años 30 con toda una serie de innovaciones, fue el museo de referencia para todos los europeos creados a continuación.

    En los museos contemporáneos hay una pujanza continuada a partir de la necesidad de crecimiento y experimentación, una característica que no tienen el resto de museos ya que tienen colecciones cerradas.

    • Las grandes exposiciones: salones, bienales y ferias.

    Otro de los instrumentos de difusión son los salones y las bienales.

    El término salón aparece a partir de su significado, espacio físico, sala grande. Los franceses percibieron la palabra como lugar de exposiciones, y además como la crítica de estas exposiciones. El término aparece vinculado al sistema académico. A partir del Salón des Refusés los artistas se organizaron entre ellos para hacer sus propias exposiciones colectivas.

    En 1884 nació el Salón de los Independientes, creado por un grupo de artistas que anualmente exhibían sus obras. Tradicionalmente se realizaba en primavera sin jurado ni premios. Este salón permitió dar a conocer al gran público las nuevas tendencias como el Puntillismo y a la vez surgieron nuevas corrientes como el cubismo. En 1903 se creó El Salón del Otoño. A través de estos dos salones se cubría la temporada artística. Estos salones, además de jugar un papel importante en la formación y eclosión de muchas tendencias, permitió el desarrollo de las primeras vanguardias a través de exposiciones paralelas de homenaje.

    La tradición de los salones alternativos colectivos perduró durante muchos años y llegó a diversos países europeos. En España, por ejemplo, Eugeni D'Ors creó el Salón de Otoño; en Cataluña, después de la Guerra Civil, se creó el Salón de Mayo (1955) y el Salón de Octubre (1948). En los años 70 también se creó el Salón de Otoño.

    Las bienales, como su nombre indica, se diferencian de los salones en que son grandes exposiciones colectivas realizadas cada dos años. La más famosa bienal y la más antigua es la Bienal de Venecia, creada en 1895 y aún en funcionamiento. Esta bienal tiene una estructura peculiar ya que no depende de un grupo de artistas, sino que está vinculada a una organización de carácter político y gubernamental. Es una bienal internacional en la cual los artistas participantes de los países representados están conducidos por sus respectivos gobiernos. La función de estas grandes exposiciones es la proyección internacional de los artistas y la consagración de muchas tendencias. De este modo, las bienales juegan un papel difusor de carácter individual y colectivo.

    A diferencia de los salones y de las bienales, las documentas se realizan cada cuatro años. Una de las más prestigiosas de carácter internacional es la Documenta de Kassel. Esta exposición está organizada por un comité de expertos e intelectuales reconocidos del mundo artístico.

    Del mismo modo que los salones se imitaron en toda Europa, lo mismo pasa con las bienales. Ejemplo de ello es la Bienal de Sao Paulo creada en 1951. Para no competir con Venecia se creó centrada en los países iberoamericanos y a diferencia de Venecia se celebraba en los años impares. En España se creó la Bienal Hispanoamericana de Arte para recoger las propuestas del área de habla hispana. A diferencia del resto se planteó una sede variable: la primera de 1951 se celebró en Madrid, la segunda en el 53 en la Habana, y la tercera y última del 55 en Barcelona. Esta bienal permitió a artistas jóvenes ver por primera vez las obras de los grandes artistas americanos.

    Todas estas exposiciones se vieron afectadas por las revueltas sociales del 68; estas exposiciones se denunciaron por sus intereses mercantiles. No obstante, debido a que generan intereses de orden económico y un boom turístico en época de exposición, han perdurado a las crisis. Pero las protestas fueron significativas ya que a partir de ellas se generó un nuevo tipo de manifestación amplia y colectiva como las ferias de arte.

    En las ferias se reconoció abiertamente aquello que se denunciaba: los intereses de galeristas y marchantes en la vida artística. Es un gran espacio ferial a modo de stands en los que predominan los intereses del mercado. Es frecuente y típico las actividades culturales paralelas. Una de las primeras ferias fue la de Basilea en el año 1969 y han proliferado por todo el mundo: Bolonia, Sttutgart, Duseldorff, Colonia, Roma, Viena, París, Washington.

    En España ha habido diferentes iniciativas como Artexpo de Barcelona en 1976, una feria que fracasó debido a la falta de público interesado en el arte contemporáneo. Un segundo intentó se realizó en Madrid en 1982 con Arco que gracias al soporte institucional ha permitido su continuidad y consolidación. En Bilbao también hubo una iniciativa en 1981 aunque debido a la preponderancia de Arco ha quedado ahogada. En Valencia con el Interarte de 1984 también fracasó por la falta de clientela y por su desvirtualización al incorporar aspectos vinculados al mundo del anticuario. No obstante, en 1992 se reemprendió gracias a la creación del Ivam que contribuyó a la educación y difusión del arte contemporáneo.

  • El postimpresionismo. Seurat, Cézanne.

  • El post impresionismo como movimiento no existió nunca. El término fue inventado por Roger Fry en 1910 aprovechando una exposición en Londres de pintores franceses denominada “De Manet al Post impresionismo”. Las obras de Cézanne, Van Gogh, Seurat, Gaugin o la de los simbolistas, todos ellos con características muy acusadas, responden a este término, pero la palabra no llega a definir un tipo de pintura unitaria. El término, pues, designa un espacio cronológico que va desde 1880 al 1906 (año de la muerte de Cézanne), y las diversas respuestas ante la superación de la realidad de la naturaleza y del impresionismo. A partir de entonces encontramos el origen de las nuevas propuestas plásticas.

    Georges Surat (1859-1891):

    El puntillismo fue la técnica que caracterizó la obra de Seurat. Al mismo tiempo, con esta técnica peculiar, provocó que tuviera muchos seguidores conocidos con el nombre de Neo impresionistas, Puntillistas o Cromoluminaristas, aunque ninguno de ellos estuvo a su altura. Además, el Puntillismo tuvo una repercusión amplia porque Paul Signac, uno de sus seguidores, publicó después de la muerte de Seurat un libro a modo de homenaje explicando la técnica puntillista que contribuyó a la presencia del puntillismo más allá de la muerte de Seurat: Georges Seurat y el Neo impresionismo.

    Seurat tuvo una formación convencional y académica. Uno de sus maestros fue discípulo de Ingres y adquirió algunos aspectos de la importancia de la línea que, a la vez, transmitió a Seurat. No obstante, Seurat siempre estuvo interesado en las lecturas relacionadas con el color y la luz, y sobretodo, por las leyes ópticas de la visión, los colores complementarios y por los contrastes simultáneos de la ley de Chevreul, que aplicó de un modo sistemático. Esta preocupación de Seurat dio lugar al puntillismo una técnica basada en la óptica de los colores consistente en la división de los tonos en pequeñas manchas de colores puros que al ser percibidas recomponen la unidad del tono sin la necesidad de las impurezas del empaste. De este modo, se planteó por vez primera la relación de arte y ciencia, una relación que tendrá manifestaciones a lo largo del siglo XX como el Op Art.

    Así, la influencia de Seurat fue extraordinaria aunque realizó pocas grandes obras. Fue simpatizante anarquista lo cual repercutió en su interés por el mundo del trabajador, especialmente en sus primeras obras, así como el aprecio hacia Manet.

    El método de trabajo de Seurat contrastaba con los impresionistas ya que era un método laborioso que consistía en hacer muchos bocetos parciales preparatorios (croquetons) en tablas del tamaño de su caja de pintura para tenerlos como referencia para cuando construyera sus grandes cuadros en el estudio, poniendo de manifiesto una elaboración lenta y meditada alejada de la espontaneidad del Impresionismo.

    Une baignade à Asnières: Es la primera de sus grandes obras más importantes, expuesta en el Primer Salón de los Independientes en 1884 tras rechazada por el salón oficial. La técnica es básicamente impresionista con algunas zonas tratadas posteriormente con la técnica del puntillismo. El tema es la representación de un momento de ocio de gente cotidiana a orillas del río Sena en verano. En el fondo de perfilan las fábricas del suburbio industrial haciendo referencia el mundo del trabajo. Es una composición con un juego de líneas muy cuidadas como la diagonal que separa el agua de la orilla y una horizontal de fondo.

    Un domingo de verano a la Grande Jatte (1884-86): Es la obra más famosa ya plenamente puntillista y de gran tamaño para la cual necesitó como preparación unos 30 croquetons. La pieza tiene ciertos aspectos comunes a la Asnières pero con la diferencia de que es más compleja, con más personajes aunque con un tratamiento que da simplicidad a la obra. La temática es de nuevo un momento de ocio a orillas del río, en la cual hay grupos de dos o tres personas distribuidos alternativamente a lo largo de varias diagonales de luces y sombras que se focalizan en el grupo central. También hay una diagonal entre el agua y la orilla, la horizontalidad del fondo y la repetición de formas y líneas. Seurat confirió a la obra la cualidad de intemporalidad al tema intemporalizado del impresionismo; la quietud y la inmovilidad provoca un efecto misterioso al ambiente.

    Las modelos (Les pouseuses, 1886-88): En esta obra se produce un cambio respecto a las obras anteriores ya que sitúa a los personajes en un interior para demostrar que sus teorías de luz y color son también aplicables en estos espacios y como una afirmación de los cambios que sufren cuando los objetos se trasladan al interior, ya que contra la pared de detrás de los tres modelos desnudos se puede ver una parte de la Grande Jatte. Temáticamente hace referencia al mundo del trabajo, en este caso de los artistas. No obstante, también puede ser una referencia a las Tres Gracias o una imagen secuenciada de una misma modelo.

    Seurat se interesó también por las propiedades simbólicas de la línea y sus potenciales expresivas. En esta obra hay un juego de verticales e inclinaciones para jugar con el simbolismo de la línea.

    A través de los trabajos preparatorios conservados se observa perfectamente la técnica con la pincelada de densidades variadas para conseguir los efectos de luz y color deseados.

    La parada del circo (1887-1888): Esta obra también es un nuevo reto ya que representa una iluminación nocturna aunque el ritmo repetitivo de figuras y detalles lo volvemos a encontrar aquí. Temáticamente continua siendo una diversión popular y en su construcción compositiva hay una cuadrícula con una serie de líneas rectas que le permiten jugar con las proporciones. El efecto nocturno le permite, además, trabajar con colores diferentes pero siempre tratados con la técnica puntillista.

    La Tour Eiffel: Es una obra que refleja una obra contemporánea de gran polémica como fue la torre Eiffel. Seurat, en cambio, hizo frente al sector conservador que no aceptaba el monumento y lo convierte en el tema de una obra, aunque sutilmente hace referencia al mundo industrial. La temática, no obstante, tuvo repercusiones en diversos artistas que asumieron artísticamente el monumento; además, la temática fue precursora de los futuristas.

    Le Chahut (1890): Temáticamente continua con las diversiones populares y haciendo referencia a la iluminación interior. Pero como nuevo reto explora las posibilidades de abordar el movimiento a través de unas líneas dinámicas y oblícuas que se repiten. Esta representación crea un efecto de secuencia, una secuencia que permite la utilización de formas geométricas. Es una obra que tuvo influencias tanto a los futuristas como a los cubistas por su interés geométrico y dinámico.

    El Circo (1890-91): Sigue la temática de las diversiones populares y continúa con los efectos dinámicos y de movimiento a través de curvas y oblícuas reforzadas con las líneas horizontales que forma el público. El látigo forma una línea dinámica que posteriormente sería la línea característica del Art Nouveau.

    Paul Cézanne (1839-1906)

    A Cézanne se la ha denominado el padre de la pintura moderna; su influencia a lo largo del siglo XX ha sido extraordinaria y echó los cimientos del nuevo arte abstracto.

    La biografía sin sucesos destacables, ayudan a comprender su pintura, que cierra la parábola del Impresionismo y forma la base de la que nacen las grandes corrientes del siglo XX. Nació en Aix-en-Provence, y fue allí donde maduró su obra. Gracias al patrimonio de su padre, Cezanne no tuvo nunca preocupaciones económicas y le permitió estar muchos años sin la necesidad de exponer, hasta el punto que en París pensaban que había muerto.

    En sus años escolares se hizo amigo de Zola, una amistad que rompería en 1889 cuando el escritor publica una novela donde describe un pintor fracasado el cual Cezanne se ve reflejado. No obstante, la amistad con Zola jugó un papel importante ya que como defensor del impresionismo, influyó a Cezanne en su paso al nuevo estilo.

    Aunque su familia siempre quiso que fuera abogado, Cezanne desde muy joven se interesó por la pintura y el dibujo, y en 1860 se instala en París, ciudad convertida en el centro artístico. En París fracasa en su intento de ingresar en la escuela de Bellas Artes, y asiste a una de las muchas academias de pintura en la cual conoce a Pissarro.

    Dedicó mucho tiempo a estudiar en el Louvre las obras de los grandes maestros haciendo copias de ellas; sus primeras obras estuvieran influidas por los maestros barrocos y románticos. En esta primera etapa “romántica” destacan las escenas oscuras y los claroscuros.

    Este período será superado gracias a Pissarro el cual le ayuda a descubrir el Impresionismo; Cezanne cambia la paleta y la temática con paisajes, naturalezas muertas, etc. Este cambio le permitió participar en la primera exposición de los impresionistas aunque, no obstante, siempre tuvo presente el ser aceptado en el Saló oficial que constantemente le rechazaba. Herido por las críticas negativas se retiró a Aix-en-Provence, donde se aisló, excepto algunas eventuales estancias en París, para trabajar incansablemente en aquello que sería una lucha constante para madurar su estilo. Su arte requería soledad y reflexión que sólo un pueblo pequeño podía permitir.

    El reconocimiento de Cézanne se hizo esperar hasta las exposiciones retrospectivas de 1895 y 1898 en la Galería Ambroise Vollard. A partir de aquí una serie de generaciones de artstas más jóvenes encontraron en su pintura aquellas novedades por las que se sentían interesados. Su valoración del color fue el punto de referencia para los fauvistas; en el Salón de Otoño de 1907, momento en que Picasso realiza Les Demoiselles d'Avignon, los cubistas reivindicaron los efectos estructurales de su obra, y posteriormente fue aclamado como uno de los pioneros del arte abstracto.

    La oscuridad de la biografía de Cézanne es, en parte, resultado de su carácter. Aislado en Provence nunca escribió sus teorías o ideas artísticas, pero gracias a las visitas que recibía de jóvenes artistas nos permite conocer algunas de ellas; Emile Bernard, por ejemplo, publicó los textos recogidos de sus conversaciones con Cézanne que afirmaba que “pintar es registrar sensaciones coloreadas” o que “el arte es una armonía paralela a la naturaleza; una frase que remarca el camino separado del arte y la naturaleza, la pintura como entidad autónoma, un aspecto que será la base del arte abstracto. Esto no significa que Cézanne no trabajara delante de la naturaleza, todo lo contrario, pero quería una síntesis entre lógica y emoción, y el equilibrio entre la forma, el espacio y la emoción.

    La datación de las obras de Cézanne es, a veces, confusa; era muy lento en su trabajo para construir su composición minuciosamente; además, pocas llevan firma, ni fecha y muchas estaban en su opinión inacabadas o eran fracasos.

    La casa del peñón en Auberg (1872-73): expuesta en la primera exposición de los impresionistas, es una muestra del paso de Cézanne del período romántico al paisaje luminoso. Así pues es una obra del Cézanne impresionista, pero un impresionista especial ya que frente a la luminosidad propia del Impresionismo hay unas formas contundentes y macizas. Además, a diferencia de los espacios abiertos del Impresionismo, éste es cerrado, un espacio que invita a entrar sino solamente a ser contemplado.

    Bodegón (1879-82): Con esta pieza comenzó a madurar su estilo personal. Una pieza con un tema que realizó constantemente; la naturaleza muerta, un tema secundario por la tradición académica pero que sería el central para los cubistas. A menudo, en sus naturalezas muertas las manzanas tendrán un lugar importante. Es un tema de una gran tradición relacionado con la brevedad de la vida o de materia comestible. Sin embargo, Cézanne trata el tema por su carácter pictórico. En esta obra ya aparece su trazo característico con pinceladas oblícuas y paralelas que crean pequeños planos de colores y y una estructura compacta y dinámica.

    Otro aspecto el cual los cubistas apreciaron fue la ruptura de la perspectiva tradicional renacentista; el frutero, siguiendo la perspectiva tradicional, debería de tener un óvalo más cerrado, en cambio, juega con dos puntos de vista diferenciados que le sirven para hacer más evidente la estructura volumétrica de los objetos.

    El golfo de Marsella visto desde l'Estaque (1812): Este paisaje lo repitió en diversas ocasiones y siempre construyendo el paisaje a través de la división de la tela en diversas franjas horizontales de la tierra , el mar, el de las montañas y del cielo. En el tema ya aparece la poca preocupación por los reflejos del mar apartándose del tópico impresionista. En cambio, se interesa por la geometría angulosa de las casas que tanto interés tuvo entre los cubistas. Respecto al espacio, se observa la reducción de la profundidad mediante la elevación del horizonte, pero es sugerida a través de un juego con la ambigüedad del color. En su técnica volvemos a ver los trazos oblicuos y paralelos.

    Autorretrato: De Cézanne se conserva una treintena de autorretratos, pero a diferencia de Van Gogh no los realizó ante la búsqueda subjetiva interior, sino porque no encontraba modelos con la paciencia suficiente para aguantar la lentitud de sus trabajos. Este autorretrato es muy significativo ya que hay un motivo geométrico, el rombo, que se repite por toda la superficie de una forma armónica. Además, en función de la pintura altera lo que sería el papel de la imitación alterándolo en función de la construcción del cuadro. Los tonos ocres propios de la piel del retrato los volvemos a encontrar en toda la superficie en busca de la armonía del color.

    La Montagne Sainte-Victoire: Esta montaña está muy asociada a Cézanne ya que realizó numerosas versiones del paisaje; un paisaje que le proporcionó una estabilidad compositiva gracias a su forma triangular. En esta obra de 1885-87, de una gran armonía con el color, coloca un árbol que con sus enormes ramas le proporciona un contraste con la inmovilidad de la montaña. En otra versión de la montaña ya de la etapa final de Cézanne, se observa una gran modernidad con una gran madurez y libertad, descomponiendo la obra en una serie continua de pinceladas anchas.

    Las bañistas (1898-1906): Entre muchos de los temas característicos de Cézanne encontramos las bañistas, un tema que arranca desde la primera época del artista. El conocimiento del desnudo por parte de Cézanne lo había adquirido del natural en clase y durante sus primeros años en París, pero en el ambiente puritano y provinciano de Aix no se atrevía a utilizar modelos. Es por ello que los desnudos de sus últimas obras tienen su origen en estudios previos.

    Dentro de la temática de las bañistas, la obra conservada en el Museo de Arte de Filadelfia , es la más importante. Por sus grandes dimensiones también es conocido como Las grandes bañistas. Las bañistas de Cézanne nos ofrecen un tema que no es nuevo en absoluto, la integración del desnudo en el paisaje tiene una larga tradición pero vinculado a la mitología. Es precisamente en la desvinculación de la mitología donde reside la novedad de Cézanne; Cézanne recupera el desnudo en el paisaje pero en función de la construcción de la pintura; es decir, el tema le sirve como investigación pictórica pero no lo utiliza como tema narrativo.

    Es una obra que tuvo una gran influencia en Picasso y Matisse. La composición es la tradicional clásica: un triángulo creado por el arco de los árboles y una distribución simétrica. Las exigencias de la composición predominan sobre la lógica anatómica de las figuras; así, vemos por ejemplo que los brazos se alargan en función de las líneas, o una figura sin cabeza. En el color volvemos a encontrar un Cézanne preocupado por la anatomía. En definitiva, la obra es una síntesis de sus investigaciones que tuvo una gran influencia posterior.

  • Van Gogh, Gaugin y T.Lautrec

  • Vincent Van Gogh (1853-1890):

    Van Gogh es un ejemplo del artista que se siente excluido de una sociedad que no utiliza su trabajo y hace de él un inadaptado.

    Aunque era de origen holandés, casi toda su producción la realizó en Francia y por lo tanto, forma parte de los pos-impresionistas franceses.

    Tuvo dos orientaciones profesionales diferentes que repercutieron en su trayectoria artística:

    En 1869 trabajó como comerciante de arte para las sucursales de unos marchantes, faceta en la cual fracasa y es despedido por incompetente. No obstante, le permitió un gran conocimiento artístico que posteriormente aprovechó.

    También fue misionero con los mineros belgas pero en 1880 se da cuenta que también es un fracaso. Es entonces cuando empieza a pintar sintiéndose interesado por los temas cercanos a desfavorecidos de la sociedad para incrementar su conciencia social. Inspirándose en Daumier y Millet describe con tonos oscuros la miseria y la desesperación de los campesinos.

    En esta época su aspiración fue ir a París, el centro artístico por excelencia; además allí residía su hermano Theo trabajando como galerista de arte. A su llegada a París en 1886 se encuentra con exposiciones importantes: la última de los Impresionistas, una exposición de Renoir y Manet en la galería George Petit, el Salón de los Independientes del 86 donde se presenta la Grande Jatte de Seurat, y además, la publicación del manifiesto puntillista y del simbolismo. Todo ello permitió a Van Gogh conocer a los Impresionistas, post-impresionistas y simbolistas abandonando la oscuridad y los temas sociales y aceptando una paleta brillante.

    Después de pasar un tiempo en París donde compra y colecciona estampas japonesas, decide ir a Arles en 1888, con la esperanza de encontrar un clima más benigno y una vida menos cara. Su sueño era crear con Gaugin una comunidad de artistas que él llamaba l'atelier du midi con la idea de renovar el mismísimo fundamento del arte al llevar hasta sus últimas consecuencias las premisas del Impresionismo. La llegada de Gouguin a Arles no condujoó más que a la catástrofe. La difícil convivencia entre ambos debido a sus fuertes temperamentos se hizo intolerable, y finalmente Van Gogh perdió todo autocontrol agrediéndose y mutilándose una oreja.

    En 1889 ingresa voluntariamente en el asilo de Saint Remy donde permanece un año para después instalarse en Auvers sus Oise para estar cerca del Doctor Gachet, excéntrico médico interesado en el arte y que ya había conocido a Cézanne y Pissarro. Poco después se suicidaría.

    En vida sólo vendió un cuadro; su obra se consagraría después de su muerte.

    Las más de 750 cartas a su hermano Theo, conforman la mejor biografía de Van Gogh. En sus comentarios sobre pintura demuestran ser de una persona plenamente consciente; su pintura no ha sido nunca, como se ha querido ver, la de un pintor en estado de locura, Van Gogh pintaba sólo cuando tenía la mente clara, aunque no obstante, su locura ha confundido inevitablemente la valoración de su obra.

    Van Gogh, en sus inicios como pintor tuvo una etapa oscura que fue sustituida a su llegada a París por un período impresionista con toques puntillistas. Esta etapa la maduró con un estilo muy personal que actuó como precursor de los post-impresionistas del siglo XX, sobretodo desde su carácter expresionista sea matérica, del gesto o del contenido objetivo. Los fauves pronto se interesaron por su tratamiento del color.

    Los comedores de patatas (1885): Es la primera gran obra de Van Gogh realizada durante su vida en Holanda. Pertenece a su etapa oscura influida por los estudios en los museos. El tema de la comida de los campesinos denota la influencia de Millet lejos de la luminosidad impresionista, y con los claroscuros muestra la deuda con Rembrandt.

    Interior de restaurante (1887): es una pintura puntillista influido por la Grand jatte y los artículos sobre la técnica. Van Gogh temporalmente practicó este estilo. De esta obra realizó dos versiones contrapuestas: una que retrataba la clase social acomodada, y otra con gente de tipo más popular.

    Autorretrato (1887): Van Gogh realizó numerosos autorretratos. En este, técnicamente aunque las pinceladas no son a base de puntos, denota la influencia del puntillismo con las trazadas lineales y la superposición de tonalidades. El ritmo y la pincelada ya son propias de Van Gogh con la creación de un juego de líneas y ritmos.

    El puente de Langlois (1888): Está realizado en Arles en 1888 y por lo tanto pertenece al período más personal y prolífico del pintor. En esta obra ya presenta un estilo personal en la temática, un puente elevadizo que evoca su país de origen. El tema, además, es típico de las estampas japonesas a las que él se siente tan próximo. De ellas recoge la manera de utilizar los colores claros y en la nitidez del dibujo. Además, el puente adquiere un aspecto simbólico que como elemento de enlace se interpreta como símbolo de amistad; un deseo que siempre había ansiado. Desde el punto de vista compositivo, refleja la influencia de las estampas japonesas con la concentración en un lateral de motivos y el otro vacío separados con las diagonales muy marcadas. El color es brillante y la pincelada gestual y densa.

    Café de noche (1888): Como tema es en principio de gusto impresionista, pero Van Gogh va más lejos al no retratar un ambiente lúdico como es costumbre enttre los impresionistas, sino que incorporando la proyección subjetiva retrata un lugar de soledad. Nos habla de las pasiones hum,anas a través del color; formalmente hay una exaltación cromática, una estilización del color que, además, no es descriptiva. La perspectiva parece acelerada, absorvente, una perspectiva que después recogerán los expresionistas. Se vuelve a notar las influencias de las estampas japonesas a través de las diagonales o las áreas planas.

    Los girasoles (1888): Fue otro de los temas que repitió constantemente, un tema de naturaleza muerta que expresa el estado atormentado del autor. Desde la óptica simbolista, el tema va asociado tanto por el color como por la forma, el sol y la vida. Técnicamente, Van Gogh tiene el reto de emplear colores difíciles como el amarillo.

    Los cipreses (1889): Esta obra la realiza después de su primera crisis grave; el momento arlesiano a finalizado y los cipreses sustituyen a los girasoles. El ciprés es un árbol asociado a la muerte pero que Van Gogh los utiliza por su arquitectura y su color.

    Campo de trigo con segador (1889): En esta obra nos vuelve a aportar su admiración por Millet. Desde la óptica simbolista es un tema asociado a la muerte: el segador corta el trigo lleno de vida; él mismo es consciente de esta simbología. Formalmente vuelve a estar presente el japonismo con las diagonales y la figura lateral. Del color del trigo recoge la pincelada flameante, típica del pintor.

    La noche estrellada (1889): Presenta un cielo agitado como su interior. Vuelve a mostrar la influencia de la estampa japonesa y una pincelada agitada y flameante. Es como una proyección de la angustia personal del artista; un tema nocturno característico posteriormente de los expresionistas.

    Ramas de almendro florecido (1890): Es una pieza luminosa que sorprende teniendo en cuenta su producción inmediatamente anterior. Van Gogh lo realizó para obsequiar a su hermano por su reciente paternidad.

    La iglesia de Auvers-sur-Oise: testimonio de su paso por la villa. Presenta una visión contrastada entre un primer término con luz solar y un cielo nocturno. La estabilidad del autor se proyecta mediante una composición donde domina el triángulo y la simetría. Colores arbitrarios y reminiscencias puntillistas.

    Paul Gaugin (1848-1903):

    Algo que caracteriza a Gaugin ha sido su espíritu viajero, un factor que posteriormente incidió en su pintura. Nació en París en 1848 y a los tres años ya realizó un viaje con su madre a Perú, donde permaneció hasta los siete. De vuelta a Francia, Gaugin se embarca en un barquero y posteriormente se enrola en la marina. En 1871 abandona la Marina y su tutor Arosa, gran admirador de la pintura moderna y la fotografía, lo introduce en una agencia bursátil. A partir de entonces su vida discurre entre el bienestar y los convencionalismos burgueses: tiene hijos, gana dinero y colecciona cuadros de pintores modernos, igual que su tutor, y ocupa su tiempo libre pintando de forma amateur.

    A principios de 1883 deja su trabajo estable y decide dedicarse a la pintura de manera profesional. En un primer momento pinta la pintura tradicional hasta que se introduce en el impresionismo. Después de pasar por una etapa más o menos impresionista en la que Pisarro y Degas son sus referencias inmediatas y sus maestros estilísticamente, desarrolló unas ideas básicas que determinarían su trayectoria posterior: huye de la sociedad corrompida hacia culturas más arcaicas donde no existe tal corrupción.

    Esta búsqueda de mundos primitivos le llevan a Bretaña en 1886, una región del norte pre-industrial con grandes paisajes verdes y húmedos. También le impresionaron las combinaciones de colores y los fuertes contornos de la estampa japonesa. En 1888 en Pont- Aven conoce a Emile Bernard con el cual desarrolla un estilo propio con el sintetismo y el cloisonnisme caracterizado por los colores planos y contornos fuertemente delimitados o líneas muy marcadas como los esmaltes o vidrieras; ahora con el sintetismo el cuadro es una síntesis de impresiones recordadas y por lo tanto se aleja de la concepción de la pintura como imitación de la naturaleza. El cloisonismo

    Gauguin realizaría una defensa del uso del color no imitativo que lo coloca al mismo nivel que Van Gogh, y en los antecedentes del fauvismo. Además, el papel de la imaginación en Gaugin provocaría que los simbolistas le valoraran como a un propio simbolista; se relacionó con Mallarmé, Redon.

    Desde sus inicios en el campo artístico se interesó no sólo por la pintura, sino también por las artes aplicadas, la cerámica, la escultura, la talla de madera, etc.

    En 1888 se reúne con Van Gogh en Arles. Durante tres meses crece la tensión entre ellos hasta llegar a la crisis de locura de Vincent y Gaugin regresa a París acogido por su amigo Schuffenecker. Sus diferentes fracasos en varias exposiciones le llevan a la determinación de abandonar Francia y trasladarse a los Trópicos. Entre 1891 y 1893 vive en Tahití ideando L'atelier des tropics. Su regreso a París no es un éxito; los colores estridentes de sus obras no tienen buena acogida y la exposición en la galería de Durand Ruel es un fracaso.

    De nuevo parte a Tahití en 1895 para no volver nunca más a Francia. Gaugin, en esta época, irritado por las mezquindades cotidianas de la vida colonial, se siente más exasperado hasta que muere en la profunda miseria en 1903.

    Les Alyscamps (1888): El nombre del título hace referencia a una necrópolis a las afueras de Arlés. Es interesante porque en el mismo lugar Van Gogh también realizó una obra. Es un paisaje con una composición sencilla y equilibrada con personajes de Arlés al fondo de un camino con sus vestidos tradicionales. Se observa el uso arbitrario y excitado del color. También encontramos el uso de las pinceladas oblicuas propias de Cézanne.

    Autorretrato: Es un retrato realizado sobre madera ya que originalmente era la puerta de un armario. Se autorretrata con una aureola tal y como si fuera un santo, acercándose, de esta manera al simbolismo. Además, aparecen elementos simbólicos propios de la tentación como la manzana y la serpiente. Es una obra muy cloisionista con líneas muy simples y áreas muy planas de color.

    La visión después del sermón (1888): Es una de sus primera piezas en la cual ya ha encontrado un estilo personal dentro del cloisioné y sintetismo. La obra como indica el título hace referencia a la religión profunda y primitiva de los bretones: un grupo de bretones caracterizados por las cofias salen de un sermón y tiene la visión de lo que acaban de oír (Jacob luchando con el ángel). Por la valoración imaginativa de la obra entra dentro de un campo cercano al simbolismo. Los personajes están separados por discrepancias de escala, de perspectiva y color. Un tronco de un árbol separa el cuadro en diagonal, en sus dos mitades física y psíquica. Se nota la influencia japonesa en las formas aplanadas con contornos oscuros, en las zonas de puro color, en la ausencia de sombras y en las figuras que luchan que, en realidad, están extraídas de un dibujo de Hokusai. A derecha e izquierda encontramos figuras cortadas por el marco, un aspecto procedente de la fotografía que ya encontramos en Degas.

    El color no es nada naturalista y usado arbitrariamente, sobre todo el rojo dominante del suelo que nos indica la tentativa de Gauguin por encontrar lo esencial.

    Estos serán los aspectos típicos de Gaugin y algunos de sus referentes más característicos.

    La belle Angele (1889): Es el retrato de una bretona sentada con su traje típico de fiesta. La obra no fue aceptada por la retratada y Degas lo compró dos años después. Pero el pintor no quería hacer una representación naturalista; buscaba ante todo la simplicidad esencial basándose en exigencias simbólicas y decorativas. El retrato de la joven se destaca o aparece separado por una línea circular encerrándolo en una circunferencia; un recurso propio de las estampas japonesas (rivalidad del cuadro en el cuadro), aunque también podría haber estado influido por las ilustraciones de las revistas de la época. La estampa japonesa también está presente en la inscripción del título. Hay un contraste entre los tonos cálidos y fríos y contrapone dos mundos primitivos: el representado por la bretona y el del ídolo bárbaro que aparece.

    Autorretrato del Cristo amarillo (1890): Es un autorretrato con una carga simbólica: el arte como una nueva religión. En la obra se presenta junto dos de sus obras, el Cristo amarillo y una tabaquera de cerámica reproducidos en el reflejo de un espejo. Al mismo tiempo hay una carga más espiritual y material, ya que el artista está entre el ideal y la materia. En su rostro encontramos las pinceladas propias de Cézanne.

    Dos mujeres de Tahití en la playa (1891): A partir de su viaje a Tahití, las nativas se convierten en las protagonistas de sus obras, aunque el colonialismo se ve reflejado en los vestidos de influencia occidental de las mujeres nativas. Ahora combina la contraposición entre aquel tratamiento cloisoinista con un uso más volumétrico y sombreado. En el fondo de la composición aparece el mar pero a base de manchas de color que anticipan a la abstracción.

    Ia Orana Maria (1891): Es una de las pinturas más ambiciosas de esta época tahitiana. Es extraordinaria en cuanto a brillantez cromática. Temáticamente es una curiosa mezcla entre el cristianismo y el primitivismo de los personajes nativos; es la Anunciación combinada con el mundo arcaico y primitivo de los indígenas. En primer término coloca una naturaleza muerta muy cromática. El uso arbitrario del color hace del suelo una combinación de tonalidades. Las figuras centrales podrían proceder de unos relieves de tierras lejanas que Gaugin conoce a través de la fotografía.

    El caballo blanco (1898): Gauguin pretende que su composición esté cargada de emoción, de ahí sus colores irreales: el rojo del caballo o el azul de los árboles. Compositivamente utiliza una línea sinuosa armónica, posteriormente muy utilizada en el Art Noveau.

    Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901):

    La aportación principal de Toulouse Lautrec al mundo del arte está fundamentalmente en el cartelismo; el efecto de impacto por dimensiones y color de sus carteles aún hoy son plenamente válidos. Su temática principal es la figura con mucha presencia de movimiento; las figuras las encontró en los ambientes proscritos de Montmatre, notorio nuevo centro de la vida nocturna parisina. Degas fue una de sus principales influencias, pero si las figuras de éste son generalmente bailarinas de ópera anónimas, Lautrec crea un mundo de caracteres familiares y atractivos, una especie de star system del mundo del espectáculo nocturno y popular parisino. Además, Degas trataba la figura en un punto quieto, mientras que Lautrec capta las bailarinas en pleno movimiento.

    Todas las figuras de Lautrec son retratos de las bailarinas y cantantes de los años 1890 como May Belfort, Jane Avril, La Goulou, Chocolat o Yvette Guilbert. Son retratos que se acercan a la caricatura, pero su identificación imaginativa con sus personajes permitió una visión sin sentimentalismos ni censura, incluso cuando retrata las prostitutas, una temática que incidió posteriormente en el expresionismo.

    Otra de sus influencias es la estampa japonesa de la que extrae la diagonal oblícua, la iluminación y la figura en movimiento.

    Sus materiales pictóricos favoritos, el óleo y el cartel, le permitían trabajar con una gran rapidez, con lo cual su pintura, cualquiera que fuera su tamaño, adquiría el carácter de improvisación.

    Con la introducción de la litografía en color de gran tamaño en 1880, las figuras tendían cada vez más a usurpar el sitio del texto impreso de los carteles de toda clase. La necesidad de que las letras pudieran leerse a distancia, favorecieron los diseños de colores atrevidos sobre planos sin relieve, definidos por acusados contornos lineales.

    Moulin Rouge, la Goule (1891): Es su primer cartel ya considerado como uno de los primeros carteles modernos. Las imágenes son simples igual que el texto. Compositivamente se observa la influencia clara de la estampa japonesa así como el uso de colores claros y el predominio de la línea.

    Moulin Rouge (1892): Al fondo del cuadro, de espaldas, se ve a la Goulu, la bailarina del Moulin Rouge tantas veces retratada por Toulouse Lautrec y todos los personajes representados pueden identificarse. Técnicamente ya aparecen las pinceladas rápidas y largas características del autor. La influencia japonesa, se observa sobretodo en la gran diagonal que forma la balaustrada y que corta el encuadre, en las líneas sinuosas y en los efectos dinámicos. También encontramos una figura cortada por el marco en el primer plano, un recurso compositivo derivado de la fotografía utilizado ya por Degas.

    Le divan japonaise: El títula hace referencia al nombre de un local en el cual actuaba un artista popular. En el planteamiento de este cartel en el que la figura protagonista queda recortada y toma el público el protagonismo lo realiza para dar importancia al local ya que es un público de calidad formado por personajes conocidos en la época. Técnicamente resaltan las líneas simples y las áreas planas de color.

    Salón de la rue des Moulins (1894): Otra de las temáticas significativas de Lautrec fue el mundo de la prostitución acercándose sin prejuicios ni conmiseración. El título de la obra alude al salón de un prostíbulo de lujo de París muy conocido en la época, y forma parte de una serie realizadas en una época que convivía con ellas presentándolas sin crítica ni voluntad moralista. Estilísticamente destaca la diagonales que forma la figura central y el contrapunto de las verticales con el fondo y las figuras. La pincelada es larga y expresiva con líneas simplificadas y áreas planas de color.

  • Simbolistas y Nabis

  • El simbolismo:

    El simbolismo se concreta en una tendencia paralela al post impresionismo. En 1885, el simbolismo había sido anunciado por la literatura, que se proclamaba como tal en el Manifiesto simbolista del poeta Jean Moréas. El término fue reivindicado posteriormente también a la nueva pintura, porque las intenciones de los poetas y pintores era semejante entonces, pero si como fue un movimiento literario, en pintura no se formó ningún grupo, sino que eran pintores individuales.

    El simbolismo enlaza el romanticismo con el surrealismo, y se manifiesta como oposición o superación al impresionismo defendiendo una aproximación más espiritual a la realidad. Argan afirma que el simbolismo enlaza con la concepción aristocrática del primer romanticismo, la poética de lo sublime, el deliberado arbitrio de Blake y Fussli y la transfiguración del paisaje de Turner; y se refina a través de la sensibilidad turbada, entre éxtasis y pesadilla, de la poesía de Bodelaire y la prosa poética de Poe.

    Moréas en su manifiesto cita a tres poetas como precursores del simbolismo: Bodelaire, Mallarmé y Verlaine. Bodelaire habla de las asociaciones con una proximidad muy subjetiva de la realidad. Mallarmé jugó un papel central dentro del simbolismo por sus reuniones tertulianas a las cuales asistían las mejores figuras del simbolismo y pintores relacionados con el movimiento como Van Gogh, Gauguin, Munch, Redon, etc. Mallarmé es, pues, una de las figuras centrales del simbolismo como aglutinador de autores, y propone la sugestión y no la imitación anticipándose a lo que después realizan los simbolistas.

    Los simbolistas, al afirmar la unidad y la eternidad del espíritu, niegan la idea de progreso; en su búsqueda interior se cierran en mundo onírico. Además, excluyen la radical transformación de los procedimientos del arte y rechazan la distinción entre las artes afirmando que la pintura debe ser poética y musical; la poesía y la música deben ser pictóricas.

    Otro texto fundamental para los simbolistas fue la novela de Huysmans A rebours publicada en 1884 y en la cual se pone en evidencia las ideas simbolistas; el protagonista es el perfecto prototipo del simbolista que quiere alejarse de la realidad y aislarse de la sociedad. Además, valoriza ciertos autores plásticos como Moreau, Redon o Puvis de Chavannes, los tres representantes simbolistas más importantes.

    Gustave Moreau (1826-1898):

    Su vida y su arte fueron una protesta contra las doctrinas del optimismo y del progreso. Fue un pintor que trabajó sobretodo a partis de fuentes literarias clásicas o bíblicas, rechazando de este modo la realidad impresionista. Sus obras a primera vista no están acuerdo con los valores de las vanguardias, sino uqe más bien hace una mirada al pasado. La recuperación de sus valores partió de los surrealistas, y de André Breton. También se recuperó en los años 60 con exposiciones suyas por toda Europa, en un época en la cual aparece el hippismo con ideas próximas a las de Moreau. El pintor fue muy influyente en Matisse, su alumno.

    Moreau obtuvo su mayao éxito en el Salón de 1876 con su Salomé, y con Hércules y la hidra de Lerna. Estilísticamente utilizó la luz dorada y el gusto por la materia pictórica.

    Orfeo es una obra extraida de una fuente clásica pero, no obstante, no hace una representación tal cual la referencia clásica, sino que lo varía. La aparición o Galatea son también importantes obras de Moreau.

    Pierre Puvis de Chavannes (1824-1898):

    Ha sido considerado como uno de los padres del simbolista. La mayor parte de su obra son grandes murales para edificios públicos. Estilísticamente, su obra ha sido definida como una piedra por las armonías suaves y su deseo de conservar el plano de la pared en sus murales (hechos al óleo y no al fresco) que le obligó a suprimir una ilusoria tercera dimensión. Su énfasis sobre lo plano le llevó a las más atrevidas distorsiones, tanto en perspectiva como en la figura. Fue un pintor criticado por la Academia pero ensalzado por pintores como Seurat y Gaoguin por su utilización de colores planos próximos al cloisionismo, y por la quietud, el silencio, la monumentalidad de sus obras. La esperanza (1882) es un ejemplo de ello, una obra en la que simboliza la paz y la esperanza con un tema de la guerra franco prusiana.

    El pobre pescador (1881) demuestra la influencia que tuvo Puvis en los jóvenes vanguardistas; Seurat, por ejemplo, realizó una copia de esta obra. Es un tema muy del gusto de los simbolistas, con un tratamiento plano y líneas muy simplificadas. El Picasso azul también estuvo muy influido por Puvis de Chavannes.

    El verano de 1853 es también una obra de gusto simbolista, de dimensiones notables sobre tela en una decoración mural. El tema tiene el aspecto de la arcadia clásica, del mundo alejado del presente, un mundo ideal donde habita el alma del artista. Estilísticamente, de nuevo, el tratamiento plano, las armonías suaves y líneas simplificadas.

    Odilon Redon (1840-1916):

    En la obra de Odilon Redon hay un nuevo método pictórico y nuevos símbolos basados en una búsqueda intencional de las ideas naciendo del subconsciente. En su vida hubo dos personajes que serían de enorme influencia: Armand Clavaud, un científico y conservador del Jardín Botánico que le introdujo en el estudio de la anatomía, la vida microscópica y la botánica. Esto agradó a Redon ya que siempre insistió en que sus más extrañas invenciones tenían su origen en el estudio directo de las criaturas vivas.

    Rudolph Bresdain también le fue influyente ya que incidió en Redon en el aprendizaje del gravado y en la temática un tanto escabrosa.

    Su obra se puede dividir en dos partes: una en blanco y negro y otra en color. La mayor parte de sus litografías fueron en blanco y negro. Para él, el negro era el príncipe de los colores, y desde la aparición de su estilo propio hacia 1870 hasta los primeros años de la década de 1880 trabajó casi exclusivamente en blanco y negro, e hizo varios centenares de dibujos al carbón. La araña sonriente, el sueño acaba con la muerte o El ojo como un globo extraño se dirige hacia el infinito son algunos ejemplos. Esta última es un precedente claro del surrealimo de una serie de litografías dedicadas a Poe; el tema del ojo permite una conexión fácil con los surrealistas, pero también es una actitud simbolista. Sus litografías son metáforas a las obras de escritores como Poe, Boudelaire, Flaubert y el autor del Apocalipsis.

    A partir de 1895 surgió el Redon del color en centenares de pinturas al óleo y pastel. Su obra se hizo más brillante y más alegre, y aparece el estudio de flores. Ofelia entre las flores, un tema extraido del Hamlet de Shakespeare, Cíclope, u Orfeo, tratada con su técnica favorita, el pastel, son ejemplos de ello. También realizó un biombo pintado con el carro de Apolo, un tema del triunfo del día sobre la noche, en el cual el color juega un papel muy destacado.

    Los nabis:

    Los nabis es un grupo que se pude enmarcar dentro del período post-impresionista y relacionados con el simbolismo. El origen de los nabis surge de un pequeño paisaje de Sérusier denominado Bois d'Amour realizado en 1888 en una tapa de una caja de puros en la cual se podía adivinar un paisaje sin forma, con un uso muy arbitrario del color y manchas planas cloisonistas. Este paisaje de Sérusier al que denominaron El talismán., realizado en Aux en Provence bajo la dirección de Gauguin fue anticipatorio.

    Sérusier, a su vuelta a su empleo de maestro en la academia Julian, enseñó la obra a un pequeño grupo de artistas que se llamaban a sí mismo nabis y quedaron entusiasmados. A partir de entonces, el propio Sérusier continuó pintando al estilo de Gauguin, y los jóvenes artistas como Maurice Denis, Vuillard, Bonnard y otros empezaron a reunirse regularmente para discutir de las nuevas ideas y de la nueva teoría del color.

    Sus reuniones, y su apelación de Nabis (profeta en hebreo) indican que sus obras, por un tiempo, tuvieron elementos en común como las influencias de las estampas japonesas, el interés por la mística religiosa, Cézanne, Puvis de Chavannes, Redon y en general, las afinidades con los simbolistas y la reacción contra el naturalismo e impresionismo. El grupo se dio a conocer a través de las diversas exposiciones que celebraran al año y por la Revue blanche, una revista ilustrada en la cual se publicaban sus obras y que sería la más característica del Modernismo francés (Bonnard realizó una serie de litografías para la revista en 1894).

    Pierre Bonnard (1867-1947):

    Bonnard dio a la pintura de tema doméstico un tamaño y una escala monumentales. Tanto en las obras de Bonnard comno en las de Vuillard es tan viva la sensación de estar presenciando una escena doméstica que han sido llamados intimistas. El protagonismo esencial de sus obras es el color, los tonos brillantes y la vibración.

    Los inicios de Bonnard están muy vinculados a la ilustración y al cartelismo. En 1894 realizó litografías en color para la revista La Revue Blanche destacando el tratamiento plano y el sintetismo en las figuras.

    Ejemplo de una obra típicamente nabis es Mujeres en el jardín (1891), dos plafones que probablemente formaban parte de un grupo de cuatro que formaban parte de un biombo y que hacen referencia a las cuatro estaciones. Tiene un formato muy alargado bajo las influencias del arte japonés, y un tratamiento plano con figuras estilizadas y motivos decorativos y vegetales de fondo.

    En los años 30 deja la etapa nabis, y aunque en estas fechas había el conflicto entre el surrealismo y la abstracción, Bonnard deja de banda tanto un movimiento como el otro. El color de Bonnard es protagonista absoluto, un color brillante y no descriptivo en temáticas de interior en las cuales su modelo siempre será su compañera. En obras como El almuerzo (1932), Interior blanco, o El Balcón juega en medio del color con líneas geométricas en toda la composición, una composición en la cual las ventanas será un elemento muy frecuente para simbolizar el cierre interior. El tema del desnudo en el baño también será repetido en diversas ocasiones por su aspecto cotidiano. Otro de las carecterísticas del autor es el punto de vista insólito en el modo de construir el espacio.

    Edouard Vuillard (1868-1940):

    Compartió con Bonnard una amistad y la vinculación en un primer momento con los nabis, y el éxito en un sector social determinado. Sin que tenga nada que ver el tamaño de sus telas, Vuillard fue sobre todo el pintor de la experiencia a pequeña escala, del rincón de un cuarto limitado por las paredes, de figuras leyendo bajo la lámpara o de los cotidianos lugares comunes convertidos en poesía gracias a las ambigüedades visuales.

    Su madre fue modista y por ello creció en una casa llena de telas estampadas. Este detalle le permitió sugerir las tres dimensiones cambiando los diseños de los tejidos y de los papeles pintados en la pared; jugó en buena parte de su producción con motivos textiles contrapuestos.

    Desarrolló también su propia técnica del distemple sobre lienzo o tabla, una técnica en la cual los pigmentos se mezclan con cola más que con óleo y produce un color mate y claro. El teatro también incidió en su obra, y colaboró en escenografías y programas teatrales. También se caracterizó por sus retratos (Retrato de Claude B.)

    En su autorretrato de 1890 se observa claramente la incidencia que tuvo Gauguin en su obra inicial nabis utilizando los colores brillantes y exaltados de forma arbitraria.

    Chicas paseando, es otra de las obras típica nabis con figuras estilizadas y colores planos.

    Una obra característica del Vuillard no vinculado al movimiento nabis es El probador, una escena de interior con un juego ambiguo del espacio creado a base de la yuxtaposición de motivos estampados.

  • Precursores de la arquitectura moderna y el diseño. El art Noveau y los diversos centros europeos.

  • Durante el siglo XIX la arquitectura se caracterizó por el historicismo en el cual los modelos históricos como el gótico o el románico se copiaron. No obstante, con la Revolución Industrial esta tradición dominante durante el siglo XIX empieza a quebrarse. Las nuevas necesidades que provocó la Revolución Industrial como el crecimiento de las ciudades debido a la población llegada de zonas rurales y por lo tanto la necesidad de realizar nuevas viviendas o una nueva estructura de mercado ya no ambulante sino estable, propició las tendencias modernistas. Además, aparecieron nuevos temas para la arquitectura como las estaciones de metro, unos temas que desencadenaron nuevas soluciones por la falta de modelos de la arquitectura historicista. También tuvieron un nuevo protagonismo los nuevos materiales como el hierro, el vidrio o el hormigón.

    Otro aspecto importante que genera este cambio es el sentimiento de nueva época. Los inicios de la arquitectura moderna entre la última mitad del XIX y principios del XX están muy vinculados a este sentimiento que afecta a todos los países industrializados. Esto provoca que hayan diversas denominaciones; Art Noveau, Jungendstil, Modern Style, Liberty, Stile Floreal, Sezession o Modernisme son los diferentes nombres que se le dieron en Europa, nombres que tiene en común el término moderno y la voluntad de nuevo estilo acorde a la nueva época.

    El término francés Art Noveau procede del nombre de una tienda de París que inicialmente vendía productos orientales, algo muy significativo por las influencias orientales del estilo modernista. Las revistas también jugaron un papel fundamental en la difusión del estilo. Así, en Alemania, el término Jungendstil parte de una revista denominada Jungen, juventud; en Inglaterra la revista fue The Studio, en Viena Vers Sacrum, y en Cataluña Juventud o Quatre Gats. En Austria el término Sezession parte del significado separar haciendo referencia a la separación respecto al academicismo. En Italia el término Style hace referencia a una tienda de productos ingleses, algo muy significativo por el peso que tuvo Inglaterra en el origen del estilo.

    De este modo, el Art Noveau se designa al movimiento que dominó el último tercio del siglo XIX, y que supuso una ruptura con el historicismo aunque se mantuvieron las resonancias de los estilos históricos. El Modernismo asolió su punto culminante en 1900 y a partis de esta fecha empezó su devaluación. Parte de la voluntad de romper con el pasado académico y la no referencia a modelos antiguos ya sea en la temática o en el estilo; el deseo de acortar las distancias existentes entre las artes mayores y las aplicadas, y la búsqueda de una funcionalidad decorativa. De este modo, fue un fenómeno esencialmente urbano que afectó a todas las vertientes artísticas vinculadas con la arquitectura en busca de una unidad estilística.

    Aunque en líneas generales predominó la temática naturalista, encontramos variantes según los países. Así, encontramos una línea en que el mundo oriental y el gusto por las formas sinuosas y curvilíneas son influencias características; pero también hay otra línea, especialmente en Glasgow y Viena, en la cual predominan las líneas rectilíneas.

    Inglaterra:

    El Modern style en Inglaterra se origina como consecuencia de la Revolución Industrial. La producción masiva provocada para satisfacer el crecimiento de la población industrial, provocó la mala calidad de la arquitectura. Ruskin, ante la pavorosa degradación de la ciudad, y para evitar las nefastas consecuencias del mundo industrial, reivindicó la calidad y el regreso a los orígenes de la producción artesana y medieval.

    William Morris (1834-1896) llevó a la práctica las ideas de Ruskin creando talleres en donde defiende la artesanía del artista; para Morris, el artista ha de ser artesano, y el artesano artista. De este modo, mediante la producción de objetos artísticamente valiosos, desprovistos de toda historicidad y del eclecticismo que habían corrompido el trabajo mecánico, niega el arte falso y el sistema de producción mecánica. Morris, además tenía ideas socialistas lo que provocó la idea del arte para todo el mundo. Ejemplo de ello es el diseño que realizó Morris de una cafetera, un objeto, en principio, al abasto de todos. Esta idea socialista fue un aspecto que la vanguardia rusa recuperó posteriormente. Su gran contradicción fue precisamente negar la producción industrial, ya que los objetos artesanos resultan en cualquier caso, caros, y por lo tanto acaban siendo para una minoría. Sus ideas influyeron en el diseño industrial y fueron importantes para la arquitectura.

    La silla Susex, es uno de los ejemplos de los inicios del diseño, una silla en el cual no hay referencias historicistas aunque tiene un referente claro al mundo rural para reivindicar la autenticidad de los materiales simples.

    La creación de los talleres de Morris generó diversos talleres más en Inglaterra, creándose la asociación Arte y Artesanía (1888), y gracias a las exposiciones, los talleres se extendieron por toda Europa.

    Dentro del Modern Style inglés hay que destacar también a Macmurdo que en 1893 diseñó la portada de un libro que se convertiría en una de las primeras manifestaciones del estilo; en este diseño ya aparecen características estilísticas propias como la curva sinuosa y asimétrica o la temática floral y animal.

    Voysei, en el campo arquitectónico, recogió modelos de la arquitectura rural rompiendo con el historicismo dominante en todo el siglo XIX.

    Bruselas:

    Bélgica en esta época también se encuentra en plena Revolución Industrial y con una intelectualidad notable. Su situación cercana a Inglaterra le permite recibir pronto las influencias de Morris; y a la vez, y debido a su cercanía con París, se convierte a finales de siglo en un centro artístico efervescente. Pronto se crearon revistas como Art Modern, y el diario Art Noveau; y desde el punto de vista pictórica, La libre esthetique y XX, fueron muy importantes para la difusión de las novedades artísticas de la época.

    Victor Horta (1861-1934) fue uno de los mayores representantes de la arquitectura modernista en Bruselas. Es autor de la Casa Tassel, un edificio no muy espectacular pero que presenta como novedades dos aspectos : la fachada sin imitación historicista, y la aparición de nuevas materiales visibles como la estructura de hierro o la presencia de la línea sinuosa de la fachada. En el interior también encontramos uno de los aspectos típicos del modernismo como la unidad de las artes en torno a la arquitectura con vidrieras, pavimento, muebles, etc. En La casa del Pueblo, edificio encargado por el partido socialista, Victor Horta, ya la resuelve del todo con el nuevo estilo con una línea curvada y una estructura de hierro y vidrio.

    Dentro de esta Bélgica modernista también destaca Henry van de Velde, arquitecto, pintor, cartelista y mobiliario. Divulgó por escrito las ideas de Morris, trabajó en Alemania y dirigió la Escuela de Artes y Oficios Weiner.

    Glasgow:

    En Glasgow se genera una manifestación modernista que presenta unas particularidades especiales sobretodo con Mackintosh, que junto a H. MacNair y las hermanas Margaret y Frances MacDonald forman la Escuela de Glasgow.

    Charles Rene Mackintosh (1868-1929) empezó a despuntar ya en la Escuela de Arte de Glasgow, una ciudad que vivió un desarrollo industrial similar al de Bélgica, Francia o Inglaterra. El origen de la escuela de Glasgow se encuentra precisamente en el nuevo edificio de la Escuela de Arte, un edificio proyectado por Mackintosh después de haber ganado el concurso de proyectos organizado por el director de la escuela. El nuevo edificio fue financiado por la rica burguesía y realizado con el fin de potenciar la institución. No obstante, por problemas financieros se construyó en dos etapas: del 1897 al 1899, y del 1907 al 1909. El director, que jugó un papel fundamental en el proyecto, pretendía dar una nueva imagen cultural de la ciudad. Además, quería que los locales del edificio fueran aprovechables por la noche con lo cual era necesario un nuevo planteamiento de la luz.

    En el nuevo edificio ya se advierten las características de la escuela de Glasgow. En este edificio, debido a la tradición que los castillos tienen en Escocia, hay una mezcla de los nuevos planteamientos modernistas con la utilización de la piedra que recuerda los castillos medievales. Además, tiene soluciones interesantes como los elementos de hierro con acabados florales y ornamentales. La influencia japonizante también la encontramos en una serie de escudos ornamentales. No obstante, la escuela de Glasgow se caracteriza por los motivos decorativos lineales y geométricos, y por la voluntad por las cuadrículas pequeñas formadas en las grandes ventanas a través de la madera blanca. Así, a diferencia del art noveau más típico, la escuela de Glasgow se puede considerar como una versión más rectilínea y angulosa, pero sin perder los elementos típicos del estilo como los motivos florales o animales, o la utilización de los nuevos materiales como el hierro o el vidrio.

    El edificio Hillhause también recuerda la tradición propia de los castillos, pero la decoración modernista provoca que el edificio no se confunda con una fortaleza medieval. Es un edificio donde también las ventanas están formadas por cuadrículas pequeñas. En el interior, en una de las salas de estar encontramos el arte total propio del modernismo donde la arquitecto es también el autor de la decoración y de las artes aplicadas de la sala. En esta sala hay, además, un recurso de decoración muy moderno al pintar la parte superior de la pared para dar una sensación de amplitud al espacio.

    Mackintosh también realizó encargos para la señora Granston, una señora que con su campaña anti alcoholismo creó una cadena de salones de te, una especie de clubs como alternativa a los pubs. Mackintosh realizó la decoración (muebles, lámparas, etc.). En una de las puertas se observa los aspectos típicos del art noveau pero desde la tendencia de la escuela de Glasgow indicativa por la geometrización, la cuadriculación o la madera lacada con tonalidades claras.

    Mackintosh incidió mucho en el resto de Europa gracias a revistas, publicaciones y exposiciones.

    Viena:

    Viena es uno de los núcleos más interesantes de esta época y del Art Noveau, un movimiento conocido aquí como el Estilo Sezession, un término utilizado ya en Alemania y que significa separación. Viena era la segunda ciudad más importante de Europa después de París; era la capital del gran imperio Austrohúngaro de los Salzsburgo de un amplísimo territorio que aglutinaba diversas nacionalidades. De este modo, Viena reunía a finales de siglo una brillante cultura con Mahler, Freud, o la Sezession pero que después de la I Guerra Mundial se convertiría en la pequeña Viena actual.

    El origen de la Sezession vienesa procede de 1897 cuando se crea la Unión de Artistas Figurativos de Austria para defender el arte auténtico frente al arte falso y la no distinción entre las artes mayores y menores. Este grupo de artistas difundió sus obras a través de su revista Ver Sacrum (primavera sagrada), y en poco tiempo, en 1899, tuvieron su edificio propio: el Palacio de la Sezession, de Josef Maria Olbrich. En este edificio, realizado gracias al apoyo oficial, fue el local de exposiciones no sólo del grupo, sino también de autores de referencia. Así, en 1900 se realizó una exposición de arte japonés y una muestra del arte de Glasgow; en 1903, de arte moderno francés con los impresionistas y Cézanne, Van Gogh, etc.; en 1904, de Munch.

    La Sezession se dividió finalmente en 1906 después de la salida de Klimt.

    Otto Wagner (1841-1918)

    Fue la figura inicial de la Sezession en el campo arquitectónico. Sus diseños iniciales se movieron dentro del Neoclasicismo, pero a partir de 1894, momento de su nombramiento como consejero superior para la construcción, adquiere las características propias de la Sezession. Como profesor de la Academia de Arte de Viena tuvo entre sus alumnos los arquitectos más notables de la Sezession como Olbrich. Desde sus primeras clases defendió la liberación de la arquitectura de la imitación de los estilos históricos, las innovaciones técnicas y la renovación. Su línea estilística se puede emparentar con la escuela de Glasgow.

    La Villa Wagner I (1888) forma parte del primer Wagner influido por las villas paladianas con una resonancia evidente de los estilos clásicos. No obstante. Ya apunta algunos aspectos de lo que posteriormente será la arquitectura sezessionista con el gusto por el hierro, la decoración de los capiteles dorados de la columnata, o el gusto por la materia suntuosa. Entre 1912-13, realizó la Villa Wagner II caracterizada por sus muros desnudos con ventanas sin molduras, pero con los motivos geométricos propios de la Sezession junto a resonancias clásicas.

    La Majolica House (1898-99) destaca ya por su simplicidad y por la desaparición de elementos neoclásicos aplicando los motivos florales típicos del Art Noveau y el hierro trabajado con mucha simplicidad.

    Wagner también realizó el diseño de las estaciones de Metro de Viena. En una de ellas presenta aspectos característicos del estilo: ornamentación floral (girasoles), gusto por los dorados, estructuras metálicas de hierro a la vista. No obstante, a diferencia del Metro de París, no siguió una línea estilística, sino que varió el estilo de las estaciones dependiendo del barrio donde estaban ubicadas. Así, en la estación del castillo vienés, recupera las resonancias historicistas para crear una armonía con el estilo del castillo.

    La Iglesia de San Leopoldo de Stainhoff, integrada en un sanatorio psiquiátrico, fue el proyecto más importante de Wagner. En esta obra la resonancia de las grandes cúpulas del Renacimiento es evidente, pero con una voluntad de arte total, la utilización de materiales suntuosos (dorados, mármol, etc.), y una audacia técnica en la gran cúpula con la utilización de nuevos materiales como el hierro y el hormigón.

    La Caja Postal de Viena se puede considerar uno de los edificios más importantes de la arquitectura moderna. Su exterior es de una geometría muy simple, y contiene elementos ornamentales a base de tubos de aluminio y piezas en forma de clavos plateados. En la parte superior se observa la resonancia de la tradición cultural clásica vienesa a través de unas esculturas. La cubierta interior es de vidrio con una estructura metálica visible. Además, mantiene elementos típicos de la Sezession como la cuadrícula y los detalles geométricos.

    Joseph Maria Olbrich (1867-1908):

    Fue el fundador de la Sezession vianesa y concretó lo que era el espíritu de la época: el arte total. Diseñó el nuevo edificio de la Sezession, el Palacio (1898-99), un edificio que en cuanto a volumen es simple; básicamente es un cubo coronado por una cúpula de bronce dorado con hojas de laurel decorativas como símbolo de la victoria. La escultura también está presente en los muros de este edificio en forma de relieves planos donde también se representa el laurel.

    En el edificio está presente las influencias de la escuela de Glasgow en cuanto a su tratamiento geométrico. El interior, pensado para hacer exposiciones, destaca por la racionalización en cuanto a su función en presentar obras. También es característico del edificio la integración del tema animal y vegetal como elementos decorativos.

    Olbrich también fue el autor del cartel informativo de la segunda exposición de la Sezession, un cartel caracterizado por su formato alargado de influencias japonesas. El motivo central del cartel es precisamente el edificio del grupo, y también recoge las hojas de laurel como elemento simbólico.

    Gracias a la iniciativa del príncipe de hacer una colonia de artistas en Darnstadt (actualmente zona alemana), Olbrich se dedicó a urbanizar el terreno y realizar una gran sala de exposiciones. En el proyecto inicial figuraban las viviendas de artistas aunque finalmente no se realizaron todas. El edificio se inauguró en 1901 con un cartel también realizado por Olbrich. En este cartel plasma el edificio construido por él mismo, y tienen protagonismo los motivos vegetales y el gusto por la geometría rectilínea.

    Al lado de la Sala de Exposiciones se realizó la Torre Nupcial con la utilización del ladrillo rojo y jugando con el blanco y los dorados. En el acabado de la torre se ha querido ver la forma de una mano. En una de las viviendas de los artistas volvemos a encontrar la simplicidad propia de la Sezession y el gusto por la geometría y los motivos vegetales.

    Joseph Hoffamann (1890-1956):

    Fue como Olbrich alumno de Warner e integrante de la Sezession desde los orígenes del movimiento. Una de sus aportaciones más notables es la creación de los talleres vieneses. En 1903 fue el arquitecto de estos talleres caracterizados por repetir el modelo de Morris con la preocupación por los objetos de interior sinónimos de calidad. En estos talleres se trabajó fundamentalmente con objetos de metal y muebles, diseños de interior, y artes aplicadas.

    Además de los talleres hizo una aportación arquitectónica que se inscribe dentro de los inicios de la arquitectura moderna: el sanatorio a las afueras de Viena. En este edificio juega con el concepto de obra total y unidad de las artes. La obsesión de Hoffmann por el cuadrado provocó que en la época se hablase del cuadrado Hoffmann, un cuadrado que lo encontramos en el pavimento, vidrieras, muebles, etc.

    También es importante el Palacio Stoclet en Bruselas, un palacio de una familia que encargó a Hoffmann el edificio en 1904. Los integrantes del taller realizaron la decoración interior y el mobiliario destacando el comedor con murales de mosaicos de Klint.

    Gustav Klimt (1963-1918):

    Fue el primer presidente de la Sezession de Viena y el más notable artista. Empezó en la formación de las artes decorativas y sus primeros trabajos los realizó en colaboración con su hermano. Con él y otros artistas pintó murales, generalmente dentro del estilo y temas tradicionales. Después de fundar la Sezession fue muy popular, no tan sólo por la admiración que causaron sus obras, sino también por sus continuos escándalos. Sus murales para la Universidad de Viena representando la Filosofía, la Medicina y la Jurisprudencia (1900-03) provocaron la mayor controversia sobre el arte moderno por el erotismo de las figuras.

    También escandalizó el cartel de la primera exposición de la Sezession. Klimt optó por un tema de resonancias clásicas, unas resonancias muy vinculadas a la tradición de Viena: Teseo y el minotauro. El tema como mitológico está cargado de simbolismo; la luz (Teseo) lucha contra las tinieblas (minotauro) con la presencia de Atenea, símbolo de la sabiduría divina. El cartel escandalizó por el desnudo de Teseo. En el cartel se observa claramente las influencias de la estampa japonesa.

    Como pintor tuvo como clientes los principales representantes de la burguesía vienesa, y realizó principalmente retratos, temática de gusto simbolista y paisajes.

    En sus retratos es característico los formatos cuadrados; también es característico la combinación naturalista y decorativa (Judit I, 1901)

    El friso sobre Beethoven fue realizado para la exposición de la Sezession de 1902. Este friso pertenece a una gran decoración en la gran sala de exposiciones del Palacio de la Sezession. El friso tiene como tema una obra de Beethoven en la cual hay una búsqueda de la felicidad del hombre y todas las dificultades que tiene para encontrarla. Plásticamente combina los motivos ornamentales y planos con unas figuras muy estilizadas.

    En obras como Las amigas (1904-07); Las tres edades de la mujer; Danae (1907-08) se observa las características de la obra de Klimt con temas del gusto simbolista o mitológico con la combinación naturalista, figuras estilizadas, fondos decorativos y dorados, e influencias de la estampa japonesa. El beso (1907-08) es una de las obras más conocidas de Klimt, y una de sus más ricas. Desde la óptica freudiana no faltan las interpretacionaes dadas en el fondo decorativo de la obra, haciendo alusiones al sexo masculino y femenino.

    Adolf Loos (1870-1933): Este arquitecto vienés entendía que la belleza se había de encontrar en la forma y no en el ornamento, y por ello, planteó una alternativa al decorativismo del Art Noveau. Loos dio mucha importancia al espacio interior, al confort y a las necesidades de las personas. Sus ideas anticiparon muchos de los preceptos racionalistas. Sus creaciones muchas veces fueron polémicas, ejemplo de ello fue el proyecto de un conocido café que por su simplicidad estructural y desnudez fue denominado Café nihilismus.

    Casa Michaelerplatz es una casa que fue encargada por un sastre. Su resolución estructural marca las funciones; en la parte baja con una diferenciación cromática y una columnata dórica se ubicó el taller. La parte superior contrasta por sus muros lisos y sin referencias historicistas. Debido a esta sobriedad se detuvieron las obras, y finalmente suavizó la desnudez con unas jardineras como elementos decorativos.

    Casa Stainer (1910) es una casa unifamiliar de gran modernidad. Sus paredes desnudas u blancas llaman la atención, aunque también destaca la total optimización del espacio interior. La cubierta curvada responde a una astucia en relación a las restricciones de las ordenanzas municipales, algo que repite en la Casa Horner.

    Casa Scheu se aprecia como la fachada determina el espacio interior. Las oberturas son de diferentes tamaños y se distinguen asimétricamente respondiendo a la articulación interior. Casa Rufer plantea un edificio con volúmenes simples y oberturas desiguales en función del espacio interior. Loos participó en un concurso en Estados Unidos para el edificio del Chicago Tribune con un rascacielos en forma de columna dórica de mármol negro. También, entre las actuaciones notables que realizó en la Viena de los 20 destaca las casa para obreros.

  • La escuela de Chicago y los rascacielos. Wright y su evolución.

  • La Escuela de Chicago se relaciona fundamentalmente con los rascacilelos americanos, unos edificios que tuvieron su origen en Estados Unidos. El desarrollo de estas construcciones vino determinado por una serie de cuestiones importantes: en 1871 un gran incendio devasta gran parte de la ciudad de Chicago construida de madera lo que propició el impulso de las estructuras metálicas en la construcción. También fue significativo la demanda de suelo edificable que repercutió en el crecimiento vertical de la ciudad. El hormigón, el invento del ascensor eléctrico o la aparición del teléfono fueron otras cuestiones importantes que permitieron el desarrollo de los rascacielos en las ciudades americanas.

    Louis Sullivan (1856-1924) fue uno de los arquitectos que definieron las características de este tipo de edificios. Según Sullivan el rascacielos había de ser como una columna; es decir, había de constar de tres partes principales: una zona inferior relacionada con el cercano tejido urbano; una gran zona principal; y finalmente el ático (base, fuste y capitel). Uno de sus alumnos fue Wright.

    Frank Lloyd Wright (1867-1959):

    En Wright existe la tendencia en poner el acento o bien como anticipador del racionalismo, o bien como el arquitecto seguidor de Arts & Crafts y las ideas de Morris en cuanto a la integración de todas las artes. De cualquier modo, Wright negó la relación entre el arte y la historia y afirma que la arquitectura es pura creación y que no deriva de la historia sino que, por el contrario, subvierte su orden (Argan).

    Wright fue también un gran admirador por la antigua arquitectura japonesa y por las estampas de las cuales realizó exposiciones. A través de las estampas afirmó que aprendió el proceso de eliminación de lo superficial. A Wright también le corresponde el término de arquitectura orgánica cuyo principio básico es que la construcción debe ser natural, como un organismo vivo. Así, Wright llega a equipara un edificio con un árbol ya que la arquitectura ha de armonizar con el entorno como lo hace la propia naturaleza.

    Se puede afirmar que la arquitectura de Wright abrió el ciclo histórico del arte americano, decidiendo su orientación, como la de Brunelleschi condicionó todo el arte del siglo XV (Argan).

    Casa Fricke (1901), denominada La casa de la pradera, aparece en su ordenación un elemento central, normalmente el salón, a partir del cual el arquitecto despliega los espacios; un recurso similar a las ramas de un árbol. La casa armoniza y se integra en el paisaje, y remarca la horizontalidad de la construcción. En la Casa Roie (1909) utiliza el mismo recurso respecto al despliegue de espacios a partir del núcleo central.

    Casa Wilhtsn (1902) es una construcción con unos tejados pronunciados que crean sombras. Además, destaca la utilización del vidrio emplomado, un recurso que se vincula con los planteamientos del Art Noveau.

    Casa Boynton (interior) es un ejemplo de como Wright integra el mobiliario, diseñado por él mismo, de la casa en aras del diseño unitario.

    Casa Kaufmann (1936-37) es conocida también como la Casa de la Cascada. Esta casa presenta una integración total en el paisaje tanto en el uso de los materiales como en las formas.

    Fábrica Johnson (años 40) Wright mantiene un juego un cromático y aparece la línea curva, una línea curva que tiene su culminación en el Museo Guggenheim de Nueva York.

  • París y los primeros movimientos de vanguardia. Fauvismo.

  • La mayor parte de movimientos de vanguardia se dieron durante la primera mitad del siglo XX en Paría. El primer movimiento vanguardista es el fauvismo originado en 1905 en el Salón de Otoño en el momento que coincidieron una serie de artistas que tenían en común en sus obras una serie de colores estridentes y brillantes. Cuando el crítico francés Louis Vauxcelles empleó la palabra fauve (fiera) para describir estos pintores, bautizó, sin saberlo, el primer movimiento moderno del siglo XX.

    Los principales fauves, Matisse, Derain y Vlaminck, no habían hecho sino llevar hasta sus últimas consecuencias los presupuestos de la teoría del simbolismo. De hecho, no nacieron como un grupo constituido como tal, sino que tienen un origen diverso que evolucionó en una misma línea en la cual confluye el color arbitrario de Van Gogh y Gauguin, la pincelada expresiva de Van Gogh, la asimilación del puntillismo, la utilización del color de la obra de Cézanne, las distorsiones del dibujo y la perspectiva en algunos casos, y el interés por el arte primitivo.

    De este modo, el estilo fauve se caracteriza por una síntesis de las características del post impresionismo. Esta síntesis se explica debido a una serie de exposiciones realizadas en París en los primeros años del siglo: en 1903 se expuso Gauguin; en 1905 Seurat; en 1904 Signac; en 1901 y 1905 Van Gogh; y Cézanne en 1904 y 1907. Todo esto explica la asimilación y síntesis que caracteriza el fauvismo, un movimiento que, sin embargo, tendría una vida corta, entre 1905 y 1907, momento en el cual son substituidos en la escena parisina por el cubismo.

    El fauvismo se caracteriza pues por la violencia cromática o el uso desinibido e intenso del color. También por la simplificación del dibujo y el rechazo de los efectos de la tradición ilusionista como la perspectiva que ahora se realiza a través del contraste del color. Técnicamente encontramos la técnica mixta como la más característica, y la temática es, sobretodo, paisajes y retratos.

    En el año 1905 también nace en Dresde el expresionsmo, un movimiento muy próximo al fauvismo respecto al uso del color. Las similitudes son tantas que muchos han hablado del expresionismo francés para referirse al fauvismo, o del fauvismo alemán para referirse al expresionismo. Pero entre los dos movimientos hay una diferencia fundamental; en el expresionismo alemán hau una angustia existencial que no existe en Francia donde se decantan por la línea lírica y formal. También coinciden en el interés por el arte primitivo, pero si en Francia es debido a sus formas, en Alemania por su carácter místico.

    Maurice Vlaminck (1876-1958) fue un artista casi enteramente autodidacta que entremezclaba la pintura con actividades de ciclista profesional y músico. Se puede considerar a Vlaminck como el más fauve de todos gracias a su personalidad hostil a toda medida y simpizatizante anarquista; profesaba el desprecio del saber adquirido, aborrecía las academias y se jactaba de no haber pisado nunca un museo. Esta actitud contrasta con la de su amigo Derain, hombre de amplia cultura y buena educación. En 1901 fueron juntos a la exposición de Van Gogh y fue allí donde conoció a Matisse y sintió por primera vez la brillantez del color moderno. Con un característico descaro declaró que quería más a Van Gogh que a su propio padre, y adoptó la paleta colorista y la pincelada del holandés. Además, dio mucha importancia a sus propios sentimientos y a expresarlos en su pintura de un modo sincero.

    En Retrato de Derain retrata a su amigo pero exaltando su propio personalidad a través de la exaltación del color. En picnic en el campo (1905) traduce la pincelada flameante de Van Gogh, y en obras como retrato de mujer o Pescadores en Anasterra combina la técnica mixta propia del fauvismo con el recurso puntillista, las pinceladas gestuales de Van Gogh o las manchas planas de Gauguin, todo ello con los colores arbitrarios y estridentes que caracterizan el fauvismo.

    Andre Derain (1880-1954) destacan las obras Retrato de Vlaminck, Retrato de Matisse o La danza, una pieza enigmática y extraña ya que no es ni paisaje ni retrato, sino un tema de una ambientación exótica de una danza; es una visión primitiva y a la vez romántica. Derain realizó también un grupo de pinturas que pueden considerarse como su mayor contribución al Fauvismo, son las vistas de Londres y del Támesis hechas entre 1905 y 1906, en emulación de las escenas londinenses de Monet aunque realizadas con una técnica completamente diferente

    Después de su etapa fauve, Derain realizó obras de un cubismo no muy radical, y después de la guerra fue uno de los protagonistas del retorno al orden.

  • Matisse (1869-1954)

  • Matisse ha sido considerado como el líder del grupo fauvista, y una de las más extraordinarias obras artísticas del siglo XX. Fue un pintor de una gran independencia y gran influyente en pintores posteriores.

    En sus estudios se encaminó hacia la carrera de derecho hasta que hacia 1890, debido a una convalescencia de una malaltía, empezó a dedicarse a la pintura. En 1891 se matriculó en la Academia Julian en París, y posteriormente recibió clases de Gustave Moreau, un pintor que aún siendo simbolista abogaba por la individualidad y la libertad creativa de sus alumnos. También estudió en la Ecole des Arts Décoratifs, y su evolución académica hubo el paso típico del interés por el arte de los museos al descubrimiento del Impresionismo. Es su evolución también fue decisivo el descubrimiento de la luz, el sol y el color que le proporcionó su estancia en Córcega a finales de siglo, así como la obra de Cézanne y los post impresionistas como Van Gogh, Gauguin o Seurat.

    La concepción de su pintura la expresó en Notas de un pintor publicadas en 1908. En sus características generales encontramos como tema central la figura; no sólo el retrato, sino la figura en general y sobretodo la femenina. También fue importante en la obra de Matisse el arabesco, un tema relacionado con Moreau por su aspecto decorativo. Otro elemento determinante para su arte fue Oriente y el Islam; el arte musulmán le proporcionó nuevos motivos ornamentales.

    La chica bretona (1896): es una de las primeras obras de Matisse en la cual se observa claramente su influencia inicial de Chardin. Además es un tema que realizó a lo largo de toda su obra: una naturaleza muerta con una figura femenina en un interior con una ventana. Un tema similar es La mesa del almuerzo (1897)en el cual una mujer prepara la mesa. La obra la realizó siguiendo los consejos de su maestro Moreau para poder presentarla al Salón Oficial. La obra, aunque está realizada en la línea de las influencias de los museos, tiene una perspectiva distorsionada razón por lo cual fue muy criticada en el Salón.

    Su estancia en Córcega en 1888 le proporcionó el interés por la luz propia del Impresionismo. Este interés lo reflejaría en obras como Naturaleza muerta a contraluz (1899), una obra que se le ha denominado proto fauve que incluso denota en su construcción las influencias de Cézanne.

    Poco antes de realizar las obras ya plenamente fauves, Matisse experimentó con la técnica puntillista como Mujer con paraguas (1905). En ese mismo año, en Colliure, realizó un retrato de Daurin que ya se inserta dentro de la línea fauvista que a pesar de la aparente radicalidad se aprecia orden y organización compositiva con un contraste entre tonalidades fías y calientes. También expuso en el Salón de Otoño con obras como la Ventana abierta (1905) un título que expresa claramente su predilección por la representación de ventanas en su obra y que le acompañó durante toda su vida. En esta obra aparece claramente la línea fauvista como síntesis de la plástica postimpresionista y el interés por la distorsión de la perspectiva, motivos que volvemos a encontrar en Interior-siesta (1905).

    De las pinturas expuestas en 1905 encontramos la Mujer del sombrero (Mme matisse), una obra que aunque la mujer está en una pose convencional y la composición es equilibrada demuestra una intensidad e inmediatez expresiva mediante el color. El gran sombrero representado guarda relación con la vida del pintor ya que su mujer trabajaba en un taller de sombreros.

    Retrato con línea verde (1905) es un tema de una gran sencillez, el rostro de una mujer (mme. Matisse) vista de frente y realizado a base de la combinación de tonos puros elegidos arbitrariamente según una coherencia en función de la armonía de la composición. La obra se llama así por la audaz línea verde que divide el rostro en dos dándole luminosidad y relieve por la combinación de los colores.

    El estudio para la alegría de vivir es un paisaje que actúa como un auténtico manifiesto del fauvismo en el cual hay un contraste y una combinación de colores. La obra definitiva de La alegría de vivir (1905-06) fue la obra culminante del fauvismo de Matisse y un manifiesto de la concepción pictórica del artista que tuvo una gran influencia posterior. Compositivamente recuerda Las Bañistas de Cézanne, además también aparecen las influencias de Manet, y del cloisionismo de Gauguin. La temática del desnudo en el paisaje es un tema de larga tradición al que Matisse ambienta en un lugar atemporal a modo de Arcadia clásica donde se disfruta plenamente de los placeres de la vida. En la obra abundan las líneas arabescas, curvas y contracurvas.

    En Armonía en Rojo (1908-09), una obra temáticamente similar a la Chica bretona, Matisse empieza a alejarse de la experiencia fauve. La obra, de grandes dimensiones, tiene un matiz más decorativo y plano que en obras anteriores. Además, se aprecia el claro interés por el arabesco y los tejidos estampados.

    En 1910 Matisse realizó para un coleccionista ruso de arte moderno La danza y La música destinados a decorar su suntuoso palacio, y expuestos en el Salón de Otoño del mismo año. La danza impacta por sus enormes dimensiones, por la sencillez de su estructura y, asimismo, por la simplificación de la figura y la elección de los colores. Son colores sin matices que crean siluetas recortadas, unidas en un movimiento circular o en arabesco continuo conforme a el equilibrio y el contraste de los colores. Es probable que la obra tenga influencias de la cerámica griega.

    Naturaleza muerta con peces rojos (1911) es una obra temáticamente muy matissiana. La pecera representada es el elemento central de la obra junto al desnudo de la mujer cuya posición recuerda a un desnudo escultórico del propio Matisse. La obra destaca por su simplificación formal y cromática.

    Las series de los grandes interiores iniciados en 1911 con motivos decorativos arabescos superpuestos a un fondo liso y monocromo, llega a la síntesis y perfección con La lección de piano (1916). Aquí, no obstante, aparece como diferencia que el espacio está organizado sobre la tonalidad básica gris, realzada por tres zonas de color geométricamente definidas. Esta geometrización hace referencia al fenómeno cubista del momento. El tema de esta obra lo repetiría en La lección de música (1917) pero en esta última obra se observa una línea más naturalista.

    La trayectoria de Matisse se puede definir como inversa a la mayoría de artista. La I guerra Mundial provocó dos reacciones opuestas en el campo artístico: por un lado el Dadaísmo que aboga contra las barbaridades de la guerra, y por otro un retorno al orden, al cual Matisse se acerca en período de su obra. Ejemplo de ello es Meditación después del baño realizada en su estancia en Niza. Temáticamente trata un tema típico pero con una línea más naturalista en la cual recupera el sombreado para la creación del volumen.

    En los años 20 aparece en la obra de Matisse un interés por las odaliscas del mundo islámico. Además, se observa el gusto por los tejidos y la ornamentación naturalista que refleja en obras como Odalisca o Figura decorativa sobre fondo ornamental (1925). Esta última marca un período de transición en su carrera; con la mujer sentada en la alfombra sobre un fondo de pared cubierta de motivos decorativos, crea un espacio ambiguo en el cual la figura parece estar sumergida en un espacio único formado por los elementos de la pared y el suelo. Además, combina la simplificación característica con un cierto naturalismo que apunta a un retorno hacia la simplificación.

    En los años 30 Matisse recibió el encargo del coleccionista americano Barnes de una decoración mural sobre el tema de la danza. El pintor viajó a Estados Unidos para conocer el espacio in situ y finalmente realizó la maqueta en París. El proyecto consistía en recortes de papel pintados y pegados que, con ellos, iniciaría una nueva línea de simplificación. Posteriormente, ya en los años 40, Matisse se interesó por los estampados balcánicos que le permitieron trabajar sobre esta cuestión decorativa con una simplificación de formas y colores; ejemplo de ello es la Blusa rumana.

    En los años 50, y debido a sus problemas para pintar, realizó recortes de papeles pintados al guasch para hacer figuras. Así, realizó una serie de obras de una extrema simplificación temáticamente característicos (El desnudo azul, 1952). Una de sus últimas obras es la Piscina, un proyecto decorativo para el comedor de su casa realizado a modo de friso decorativo en grandes plafones.

  • El cubismo. Etapas estilísticas e innovaciones técnicas. Picasso

  • 1907: Picasso: les demoiselles d´avignon (año de inicio del cubismo)

    Braque

    Apollinaire

    1908: Braque

    D. H. Kanhweiler

    1909: Cubismo analítico

    1911: Metzinger. Gleizes. Delaunay

    1912: aparece el collage

    Picasso y Braque fueron los artífices del movimiento cubista, y Apollinaire el crítico teórico de los postulados de los cubistas. El término cubista se debe a un comentario de Louis Vauxcelles referente a una exposición de Braque en la galería Kahnweiler cuyas obras las definió despectivamente que estaban reducidas à des cubes. Kahnweiler había ofrecido al pintor la posibilidad de exponer en su galería después del rechazo de su obra en el Salón de Otoño, después de que en 1908 Braque viajara para pintar a L'estaque, una población donde se encuentró con los paisajes cezacianos.

    En 1909 Picasso y Braque realizaron sus primeras muestras de cubismo analítico. Ya en 1911 se produjo la difusión del movimiento y el término cubista empiezó a ser conocido en París. En el Salón de los Independientes e incluso en el Salón de Otoño, se expusieron muchas obras de autores cubistas (Metzinger, Gleizes, Delaunay). Fue ese año el de la consolidación del término y del movimiento.

    En 1912 apareció la técnica del collage en pintura, (assemblage en escultura), una de las grandes innovaciones cubistas que tendría gran repercusión posteriormente. También el 1912 fue el año de la aparición de la primera publicación sobre el cubismo: Du Cubisme, de Metzinger y Gleizes. En 1913 apareció otra importante publicación cubista de Apollinaire. Hasta 1912 el cubismo fue un fenómeno exclusivamente parisino pero gracias a la publicación de los libros de Metzinger, Glazes y Apollinaire el movimiento tuvo una importante repercusión internacional. Cuando empezó la Primera Guerra Mundial los codescubridores del cubismo se separaron. Braque fue movilizado al frente separándose así los líderes del grupo.

    Dentro del cubismo hay que diferenciar dos líneas: el cubismo analítico hasta el 1912, un cubismo con vínculos claros con Cézanne; y posteriormente el cubismo sintético.

    Sin duda, el cubismo es una de las vanguardias más importantes y fundamentales del siglo XX. Su condición revolucionaria viene dada por la destrucción de la perspectica renacentista a favor de la simultaneidad de diferentes puntos de vista en una única imagen. Cézanne ya había incorporado, en cierta medida, la destrucción de la perspectiva renacentista influyendo notablemente a los primeros cubistas. La difusión de las ideas de Cézanne fue fundamental en la aparición del cubismo; después de su muerte en 1906, se publicaron muchas de sus ideas recojidas en cartas o revistas, y sus referencias a las figuras geométricas fueron básicas para los cubistas.

    Otro de los aspectos fundamentales para los cubistas fue la sustitución de las influencias de la estampa japonesa por la escultura tribal africana que ofrecía una representación poco naturalista y, a menudo, geométrica. También hubo referentes post impresionistas en la aparición del cubismo como Seurat y su énfasis de la realidad plana de la pintura realizada a través del puntillismo, o Gauguin y su valoración por el primitivismo más que por su color ya que en el cubismo el color pierde importancia en su primera fase más característica y es reducido a grises y ocres.

    Anque los primeros cubistas combinaron elementos abstractos con los figurativos, en general, el cubismo fue una de las vías principales hacia la abstracción. Algunas de las grandes figuras de la abstracción pasaron, de hecho, por una etapa cubista.

    Picasso: Nació en Málaga en 1881, pero su madurez artística empieza en Barcelona y posteriormente en París. Su padre era profesor de dibujo y trabajó en La Llotja como profesor lo que explica que Picasso comenzara sus estudios en Barcelona en torno a la academia. No obstante, Picasso pronto advierte que los tiempos van por otro lado apartados del academicismo. Es entonces cuando empieza a relacionarse con el núcleo del modernismo en torno a Els Quatre Gats, centro de la vanguardia política y artística, realizando algunas obras donde ya se observan las innovaciones parisinas.

    En 1900, Picasso viaja por primera vez a París donde empieza a asimilar las influencias de pintores como Toulouse Lautrec en cuanto a composición, pincelada rápida, tema, etc.

    Durante la segunda estancia en París realiza obras como Margotte o La espera, una obra que recuerda los fauvistas por sus colores brillantes, y por la síntesis que realiza Picasso de los diferentes estilos post impresionistas. Esta similitud ha propiciado que se denomine como una obra pre fauve ya que ni la idea ni el término fauve existían todavía.

    Madre e hijo marca la conocida época azul de Picasso. La muerte de su amigo Carles Casagemes por suicidio fue el desencadenante de la utilización de un recurso que arranca del simbolismo como la utilización del color para sugerir estados de ánimo. Estilísticamente encontramos la tonalidad monocrama en azul y la influencia de El Greco en cuanto a la estilización de los personajes que, a la vez, se nos presentan encogidas en sí mismas. Son obras en las que retrata personajes marginados y un estado de ánimo pesimista. Estas características se asimilan a las de Isidre Nonell al que Picasso conoció en Barcelona, y cuyo estudio en París compartió por algún tiempo.Georges Heard Hamilton afirma que los temas y el ambiente de la época azul de Picasso pueden interpretarse también en relación con la soledad y la pobreza de Picasso en París, agravadas por la insatisfacción intelectual engendrada por el ambiente cultural de la Barcelona de 1900.

    Obras como Melancolía o Miserables delante del mar son obras de esta etapa. Pero la obra culminante de la etapa azul es la vida (1903), una obra ambiciosa y de la mayor tamaño en la cual se sitúa dentro de los propósitos simbolistas. La obra hace pensar en las tres edades del hombre, una temática típicamente simbolista. Para la obra, Picasso, realizó una serie de esbozos y trabajos preparativos en los cuales el personaje joven al cual abraza la figura femenina era su autorretrato, pero finalmente representó la figura de su amigo Casagemas.

    En 1904 Picasso se trasladó definitivamente en París, en el barrio de Montmatre, donde se convierte en el centro de un grupo de amigos entre los que se encuentran toda una serie de pintores catalanes. Además, empieza su relación con Fernanda Olivier, su compañera durante un período de tiempo. Estos cambios en su vida se manifiestan en una paleta de colores más cálidos que caracterizan la época rosa. Ahora reemplaza el aislamiento melancólico de las figuras azules por la representación de temas relacionados con el circo. El actor se puede considerar una pieza de transición donde el azul, la estilización y la melancolía aún tienen presencia, aunque dominan los colores cálidos. Una de las piezas más importantes de la época rosa es la Familia de saltimbanquis (1905), una escena en la cual hay una serie de personajes del mundo del circo, donde el perfil del arlequín se identifica con Picasso

    En 1906 realiza el Retrato de Gertrude Stein, escritora norteamericana residente en París y coleccionista de pinturas, que se convirtió en una de las amistades íntimas de Picasso. La obra la realizó en dos etapas; primero en París, y posteriormente, después de visitar Góssol donde la escultura romana y prerromana ibérica le fascinan. De este modo, en el rostro del retrato marca un cierto arcaísmo o primitivismo que después encontramos en Les demoiselles d'Avignon, como los ojos asimétricos, nariz prominente, etc.

    En Dos mujeres desnudas (1906) también aparece este marcado arcaismo. Son obras en las que la anatomía tiene unas exajeraciones y un carácter volumétrico que recuerda la influencia de la escultura ibérica, una influencia que también denotan la austeridad de los colores terrosos dominantes.

    Les demoiselles d'Avignon (1906) fue un cuadro conocido por los amigos del artista y, después, oculto durante muchos años en una colección privada. Con esta obra Picasso, se alejaba de las etapas azul y rosa hacia una investigación revolucionaria de la forma y el espacio. Los estudios preparatorios presentan la idea original, en la cual dos personajes masculinos definían el tema: un prostíbulo con una idea moralizante, una idea moralizante que desaparece en la obra final con la supresión de las dos figuras masculinas que originariamente aparecían contemplando a las señoritas. Las figuras femeninas están representadas en planos angulosos, y tienen rostros inspirados directamente en la escultura ibérica y en las tallas africanas del Congo. Las figuras, los objetos y el espacio no est´na diferenciados a la manera tradicional, sino en el mismo plano, con el espacio fragmentado en planos recortados e iluminados irregularmente

    En 1909 Picasso pasa el verano en Horta d'Ebre donde realiza una serie de paisajes plenamente cubistas. Son paisajes de Horta de un cubismo analítico donde encontramos el geometrismo a base de cubos y la reducción cromática en la cual únicamente resaltan los ocres y los grises. Además, ya presenta diversos puntos de vista, donde la iluminación es arbitraria ya que al haber diferentes puntos de vista, también hay diferentes puntos de iluminación.

    Entre sus retratos enmarcados dentro del cubismo analítico, Picasso relizó el Retrato de Fernanda, una obra donde enconramos las mismas características de descomposición geométrica y que, al mismo tiempo, la trasladó en lo que sería la primera escultura cubista. Pero una de las obras más emblemáticas del cubismo analítico de Picasso es el Retrato de Vollard, en cuyas características aparece claramente todo lo que es típico del cubismo analítico: iluminación arbitraria, combinación de abstracción y figuración, la incorporación de naturaleza muerta, colores ocres, la descomposición de la imagen a través de líneas geométricas o la fragmentación del objeto. En esta obra, además, hay pinceladas cortas que dan una vibración a la superficie y un aspecto plano a la pintura, son pinceladas fruto de las influencias puntillistas.

    Las características del Retrato de Villard también las encontramos en obras como el Retrato de Kahnweiler, Majolie, El Acordeonista, etc., son obras donde ya asistimos a un cubismo que va hacia la abstracción, obras donde las figuras mencionados en los títulos son difíciles de encontrar. En algunas de estas obras incorpora letras para poner el acento sobre la característica plana de la obra.

    En 1912 Picasso creó el primer collage, Naturaleza muerta con una silla, una obra en la cual representa los objetos del entorno del artista como una copa, el diario Lejournal, una pipa, un limón, etc. todo fragmentado con la geometría y los colores típicos del cubismo. Además, hay un juego interesante entre la ilusión y la realidad plana de la pintura ya que incorpora un pedazo de hule pegado en la parte inferior de la tela para representar el asiento de paja de la silla. Así, la realidad conceptual cubista alcazó una nueva dimensión intelectual ahora que las formas pintadas eran más reales artísticamente que las imitadas. Esta obra tiene un formato ovalado, un formato no muy característico en la época que los cubistas recuperaron quizás como un medio para atacar la pintura imitativa y su ventana de la realidad; también es posible que este formato se deba a la estructuración de la tensión en la representación de las naturalezas muertas y evitar los ángulos muertos. Picasso enmarcó la obra con una gruesa cuerda como para reírse del marco tradicional.

    Este ejemplo continuó en obras como Frutero con frutas, violín y copas, una obra al carboncillo donde la técnica permite sugerir un objeto por la analogía de la forma y el material. Además, juega con la reproducción fotográfica para representar la fruta convirtiéndose en una obra que antecede el fotomontaje expresionista.

    El cubismo sintético siguió al cubismo analítico. Ahora los planos son más amplios y se recupera el color, aunque temáticamente prevalecen los temas típicos del cubismo como las naturalezas muertas y los instrumentos musicales. Ejemplo de esta etapa sintética es Violín del café (1913) o Mujer con camisa en un sillón (1913). En esta última obra tiene varios aspectos que la hacen atípica; es decir, además de ser típica del cubismo sintético, hay una diferenciación clara de lo que es figura y fondo, y recupera la pintura tradicional en la representación de la camisa.

    En el año 1914 aparecen cuestiones nuevas dentro del cubismo: el puntillismo decorativo que hace que algunos denominen un período cubista rococó; y la fragmentación casi exagerada de los diferentes objetos de la obra (Naturaleza muerta con frutas, copas y diario).

    También aparece como aspecto nuevo la introducción de arena en la pintura dando una textura rugosa a la superficie.

    Pero la obra culminate del período sintético es Los tres músicos (1921), una obra importante en cuanto a dimensiones, en la cual Picasso compone tres figuras ( 2 personajes de la comedia dell' arte y un monje)utilizando la técnica del cubismo sintético con una descomposición de formas simples, coloreadas, dispuestas las unas junto a las otras sobre el mismo plano y, a pesar de sus caracterizaciones, identificables: Max Jacob, el alter ego de Picasso como arlequín, y Apollinaire. Esta obra se ha interpretado como una evocación a la vida bohemia pasada de Picasso en un momento que su vida ha cambiado radicalmente instalándose en un esquema de vida burguesa y convencional.

    Simultaneamente a los Tres Músicos, Picasso realiza obras en las que se interesa por los modelos clásicos (Tres mujeres en una fuente, 1921); son obras en las que hay un retorno al orden, una etapa que había iniciado durante los años de la I Guerra Mundial y que desarrolló en la época de entreguerras sin olvidar la experiencia cubista.

    Aunque históricamente el movimiento cubista finaliza en 1920, en de la obra Picasso y dentro de su variabilidad, siempre aparecerán motivos cubistas. Ejemplo de ello es La danza de 1925, una obra cubista en apariencia ya que hay dos aspectos de fondo que la separan de cubismo típico como la voluntad de expresión del movimiento y la voluntad expresionista.

  • La pintura cubista. Otras manifestaciones.

  • Georges Braque (1882-1963): Braque procedía de una familia de pintores decorativos y en 1900 se trasladó a París interesado por la creación artística. Inició sus estudios en la escuela de Bellas Artes de París, y como era típico pasó por una etapa en la que hizo obras impresionistas que posteriormente él mismo se encargó de destruir. Hacia 1907 pintó al estilo de los fauves, pero después de la exposición de Cézanne en el Salón de Otoño de 1907 comenzó un estilo de geometrización, un estilo que después de conocer a Picasso el mismo año tuvo una evolución paralela a la de Picasso que condujeron al cubismo. No obstante, se diferencia de Picasso en que éste se encaminó hacia el cubismo a través primero de las influencias de la pintura ibérica y primitiva, y después de Cézanne; mientras que Braque es a la inversa, primero a través de las influencias de Cézanne y después de la escultura tribal.

    Así, Braque fue presentado a Picasso en 1907 por el marchante Kahnweiler y vio Les Demoiselles d'Avignon en el estudio de Picasso. Braque fue desagradablemente sorprendido por la crudeza formal de la obra de Picasso, pero, sin embargo, le impactó y realizó obras como El gran desnudo o mujer desnuda (1908) bajo las influencias de Picasso.

    En los paisajes que Braque pintó en 1908 en L'Estaque la simplificaciones geométricas de la arquitectura y de los árboles se basaban en el ejemplo de Cézanne, hasta que a partir de 1909 empezó el camino paralelo a Picasso con obras ya plenamente cubistas.

    Hasta ser movilizado Braque en 1914 con motivo de la I Guerra Mundial, él y Picasso, trabajaron en estrecha asociación. Así, en obras como Violín y Jarrón (1909)o Ceret, tejados (1911) se observan las características típicas del cubismo analítico y los recursos por anular la perspectiva geométrica. En Violín y Jarrón juega con la ambigüedad de la obra al introducir un clavo representado al trompe l'oeil que proyecta una sombra para, de este modo, cuestionar la realidad.

    El portugués (1911) sería una de sus obras más importante de este período, la primera en incorporar letras para intensificar el carácter plano de la pintura y, al mismo tiempo, anunciar el collage. Es una obra que representa una figura humana con un instrumento musical que recuerda la Majoli de Picasso evidenciando el camino paralelo de ambos artistas.

    La mesa del músico (1913) es una obra típica del cubismo sintñetico. Aunque la obra parece un collage, todo es pintura en un formato rectangular pero situando las figuras en una concentración de formato ovalado que posteriormente sará muy utilizado en muchas composiciones.

    Juan Gris (1887-1927):

    Juan Gris, nombre con el cual se conoce artísticamente a José Victoriano González, empezó su actividad artística como dibujante para revistas ilustradas de la época en un estilo Art Noveau. En 1906 se estableció en París donde se encuentra con el el fauvismo, que no le impactó excesivamente, pero sí las exposiciones de Cézanne. En el mismo año conoce a Picasso y a otros intelectuales asociados a los cubistas. A través de este contacto trabajó para revistas de París y Catalunya a través de las cuales se ganó por un tiempo la vida como ilustrador.

    En el momento que decide dedicarse exclusivamente a la pintura decide hacer una mirada a Cézanne, pero también a Picasso, conectando directamente con la pintura cubista. A partir de entonces su pintura está realizada casi por completo a la manera cubista, pero desde una línea muy personal aportando un carácter metódico y racional a su obra. Además, el color en Gris, a diferencia de Picasso y Braque, tiene un protagonismo importante.

    Una de sus primeras obras cubista es un retrato de Picasso de 1912, una especie de homenaje en la cual ya apunta hacia la línea sistemática y metódica propia de su estilo.

    Obras como Botella y cuchillo (1912), El Lavabo, El libro (1913), La botella de Banyuls (1914) o El tablero de ajedrez son representativas del estilo de Gris como la utilización del color o la regularidad a través de bandas verticales que construyen de manera regular la estructura de la pieza. Además, Gris incorporó el collage a través de papel impreso y de las etiquetas propias de los objetos representados.

    Fernand Léger (1881-1955):

    Léger empezó trabajando en un estudio de un arquitecto, pero después de decidir que quería dedicarse a la pintura, realizó sus primeras obras impresionistas para posteriormente descubrir a Cézanne y a relacionarse con los cubistas. En sus obras incorporó las formas curvilíneas y tubulares razón por la cual se le llamó durante algún tiempo tubista. En sus obras, además, gustaba incluir fragmentos mecánicos en sus representaciones con lo cual se interesó por el Futurismo por el interés de las ciudades industriales. También se interesó por la pintura mural, las vidrieras e incluso por el cine con el Ballet mécanique (1924). G. Heard Hamilton afirma que Léger está considerado, justamente, como uno de los tres cubistas principales junto a Braque y Picasso; y que aceptó el fraccionamiento del objeto pero no su fragmentación. Léger, como Delanuy, utilizó el cubismo como un paso hacia la abstracción

    Desnudos en el bosque (1909) es la primera obra importante de Léger, donde asistimos a la tendencia de la primera fase del cubismo analítico prescidiendo del color. También denota la presencia de líneas cilíndricas características de su obra y la sociación de la figura con elementos mecánicos. Esta sugerencia mecánica la volvemos a encontrar en obras como Los fumadores (1911) o Mujer en azul (1912) donde el tema se prácticamente ilegible por la descomposición típica del cubismo. Además recurre a la alternacia de planos amplios de colores con fragmentos más pequeños donde reencontramos las formas cilíndricas.

    Una de las primeras obras abstractas es Contraste de formas (1913) donde el propio título ya no da referencia alguna a ningún elemento figurativo. Es una obra significativa de las características típicas de Léger como los colores vivos o las formas cilíndricas.

    En sus obras más tardías fueron grandes pinturas de temas populares, a menudo proletarios como Los constructores (1950), una obra muy del gusto del Pop Art y, sobretodo, del equipo Crónica en españa.

    Robert Delaunay (1885-1945)

    A lo largo de gran parte de su carrera experimentó con las cualidades del color, un interés por el color que ya encontramos desde sus obras iniciales, de manera que para entender su evolución hay que tener en cuenta este interés por el color que tuvo un gran protagonismo en su obra.

    Sus primeras obras, tras el aprendizaje de rigor con los post impresionistas y los fauves, fueron una serie de interiores de la iglesia de Sant Severin (1909). En Sant Severin nº 1 distorsiona el espacio convirtiendo un interior de referencia destacada para los expresionistas alemanes.

    En 1910 hizo su particular aportación al cubismo con sus series de composiciones sobre la Torre Eiffel, en las que aparecen en combinación formas fragmentadas con colores brillantes. Esta serie tiene como tema el referente importante de Seurat debido a su interés por el color.

    Las propiedades del color y de los medios de presentarlas pueden seguirse en su serie de Ventanas (1910-13), una serie de unas 16 pinturas en las cuales ya despunta hacia la abstracción y tendrán como tema central la luz y el color.

    Formas circulares (1912-13) es también una serie donde las formas hacen referencia a la rueda de colores, y debido a sus efectos de movimiento recuerdan a las hélices de los aviones.

    El equipo de Cardiff (1912-13) es una obra de un tema moderno donde hace referencia al deporte y donde realiza una descomposición propia del cubismo. Es un cartel para una empresea constructora aérea con el perfil de la Torre Eiffel y una noria.

    Apollinaire fue el primero en describir las pinturas de Delaunay como órficas ya que veía analogías entre su obra abstracta y la música.

  • Escultura cubista.

  • Aunque aparentemente las características del cubismo parece que debían excluir la aplicación a la escultura por su propia condición tridimensional. La cierto es que los intentos de realización de esculturas cubistas son prácticamente contemporáneos de las primeras experiencias en pintura. Las primeras experiencias escultóricas se llevaron a cabo de un modo lúdico con construcciones de papel y cartón. Posteriormente, estas construcciones con la incorporación de materiales como la hojalata se realizaron los primeros assemblages, una técnica completamente nueva realizada a través del modelado o la talla y con materiales como la hojalata, la madera ensamblada, el textil, etc. Esta técnica posteriormente se desarrolló a lo largo del siglo de maneras diversas hasta llegar a las instalaciones (yuxtaposición de materiales en un espacio al que se puede entrar).

    Otra de las aportaciones de la escultura cubista fue la valoracón del espacio como material escultórico. El rechazo de las tres dimensiones como característica principal de la pintura, se transforma en escultura con la incorporación de espacios vacíos; es decir, la descomposición geométrica provoca aristas entrantes y salientes o un volumen en negativo con la voluntad de presentarlo desde el interior, esto es, un volumen interior, vacío. También como en pintura, la escultura cubista provocó el paso hacia la abstracción.

    Picasso dio el primer paso con su Cabeza de mujer (1909), una obra modelada en yeso y pasada a bronce cuya superficie está descompuesta en pequeños planos geométricos y, por tanto, rompe las líneas con un perfil donde se invierte el volumen.

    Una de las piezas emblemáticas del assemblage es La Guitarra (1912) en la cual Picasso utilizó materiales como la chapa metálica, el alambre, cordeles o madera sin tallar creando unos relieves que rompen con la tradición escultórica. Temáticamente también hay una ruptura tradicional ya que del cuerpo humano tradicional se pasa a elementos cotidianos propios de la pintura cubista como este instrumento musical.. Además, se incorpora el vacío a través de la inversión de los volúmenes. Estas características también las utilizaría en obras como mandolina y clarineta (1913), son obras planas a modo de relieve para ser colgadas y, por lo tanto, para ser vistas frontalmente.

    En Naturaleza muerta al refrigerio (1914), Picasso incorpora un material completamente nuevo en escultura, el textil, un material blando y flexible. En La copa de ajenjo (1914) agujereó la superficie para que el interior pudiera ser visto y tocado. En esta obra también encontramos el puntillismo decorativa de sus pictóricas de misnma época situando más bien la obra dentro de la estética pictórica que escultórica. Otra de las novedades es la incorporación de un objeto real abriendo las puertas a lo que posteriormentesería el Ready Made.

    Alexander Archipenko (1887-1964): George Heard afirma que al artista ucraniano Archipenko, que llegó a París en 1909, se le debe acreditar el primero, más agresivo y, más imaginativo atentado contra la tradición escultórica. Archipenko creó las esculto-pinturas ya que además de utilizar materiales diversos para sus assemblages, también incorporaba la pintura.

    Una de sus obras más conocidas es Mujer peinándose (1915), temática y técnicamente tradicional de un desnudo femenino, cuya novedad radica en la sustitución de la masa por el vacío; es decir, la inversión de los volúmenes por los vacíos, los cuales adquieren una forma y una estructura propias.

    Henri Laurens (1885-1954): También tiene una parte importante de su obra dedicada al assemblage con temas de naturaleza muerta como La Guitarra, una obra que a diferencia de la de Picasso del mismo título es exenta con una estructura que le permite estar derecha. Es una obra realizada con los materiales poco nobles propios del cubismo como la hajalata. En Mujer con abanico (1919) juega con un tema y una técnica tradicional con la geometrización y el vacío propio de la escultura cubista.

    Raymond Duchamp-Villon (1876-1918)

    Fue miembro de una familia de artistas, era hermano de Marcel Duchamp y Jacques Villon, y murió prematuramente víctima de la I Guerra Mundial. El gran caballo (1914) se puede considerar como una obra antológica del siglo XX. En esta obra creó una imagen en la que las energías vitales del animal se encarnan en elementos mecánicos y, por tanto, es un como un símbolo al caballo de vapor. Así, es una versión particular de una temática de larga tradición en la que combina los postulados cubistas y futuristas. De los primeros capta las estructuras de planos definidos, mientras que de los futuristas capta el dinamismo y un cierto gusto por el maquinismo.

    Jacques Lipchitz (1891-1973)

    Empezó realizando figuras a través de las características cubistas y con las posibilidades operativas del vacío ya muestra el camino hacia la abstracción escultórica.

  • Futurismo. Manifistos y serate.

  • 1909: París. F. T. Maniretti: El futurismo.

    1910: Manifiesto de la pintura futurista: Boccioni, Carrá, Russolo, Severini, Balla.

    Manifiesto técnico de la pintura futurista.

    1912: I Exposición de pintura futurista (París).

    Manifiesto de la escultura futurista. Boccioni.

    1914: Boccioni: pittura, scultura futuriste.

    Manifiesto de la arquitectura futurista: Sant'Elia

    El Futurismo, desarrollado a partir de 1909, se creó un poco a la inversa del resto de movimientos vanguardistas ya que fue Filippo Tomasso Marinetti (1876-1944) el tuvo la iniciativa de publicar en el diario Le Figaro (20/2/1909), el Manifiesto Futurista, en el que daba a conocer los objetivos del movimiento con un lenguaje retórico e incluso insultante y provocador, adelantándose a los acontecimientos pues, para llevarlos a la práctica necesitaba la colaboración que luego le prestarían los principales artistas futuristas como Carrá, Balla, Boccioni, Russolo o Severini. Estos artistas son los que redactaron sus propios manifiestos , Manifiesto de la pintura futurista (1910), Manifiesto técnico de la pintura futurista (1910) y Manifiesto de la arquitectura futurista (1914).

    El término futurista fue adoptado en contraposición al pasado y, por lo tanto, apostando por el futuro, un futura utopista conquistado a base de actividad y exaltando los símbolos de la modernidad, las locomotoras, los grandes barcos, los automóviles, etc. definiendo la belleza de la velocidad. Esta ruptura y rechazo de todos los valores tradicionales es para los futuristas una ideología amplia que abarca diversos aspectos sociales. En su ideología se defendía la guerra como única higiene del mundo, el militarismo y el patriotismo, con lo cual, después de la I Guerra Mundial, el movimiento fue identificado con el fascismo y desprestigiado hasta que en los años 60 se empezó a reconsiderar la aportación del movimiento a la historia del arte del siglo XX y a separar el movimiento originario de sus secuelas y de su relación con el fascismo.

    Además de los manifiestos, una vía de difusión importante fueron las serate, precedentes de los happenings y performances, en las cuales se presentaban en público los manifiestos con un carácter voluntariamente provocativo y reivindicativo.

    Las principales características del futurismo ya aparecen designadas en el primer manifiesto que, como manifiesto tiene las características básicas de los manifiestos de vanguardia. En este primer manifiesto, Marinetti, ya expresa su interés por la vida moderna, el movimiento, el mundo mecánico y el dinamismo. En pintura se combinan las aportaciones de las vanguardias precedentes, sobretodo del puntillismo heredado de Seurat y el cubismo. Boccioni sintetiza el estilo del movimiento en varios puntos: la solidificación del impresionismo pero a través de formas dinámicas; la expansión de los cuerpos en el espacio; la compenetración de planos; el dinamismo; y la preocupación por el tema. Asimismo los futuristas recurrieron a la técnica divisionista del color, al uso simbolista de las formas lineales y a la fragmentación y estructuración espacial del cubismo. Así, fue de gran importancia para los futuristas la temática denominada “líneas de fuerza” centrada en la sugerencia del dinamismo y del movimiento, así como la fusión del objeto en el espacio que lo rodea.

  • Pintura, escultura y arquitectura futurista.

  • Giacomo Balla (1871-1958): Parte de la pintura académica para derivar hacia el Impresionismo y el Neo impresionismo después de su esancia en París. En su regreso a Roma introdujo el puntillismo a los que serían posteriormente miembros futuristascomo Severini o Boccioni y en 1910 firma el primer manifiesto de la pintura futurista.

    Una de las primeras muestras de pintura futurista es su Luz de calle (1909), un tema innovador dentro de los propósitos futuristas en el cual representa una luz de calle inspirándose en la electrificación de la ciudad de Roma. Formalmente, está compuesto de pinceladas angulosas y yuxtaposición de colores cercanos al puntillismo para crear un efecto de irradiación.

    En Dinamismo de un perro con correa (1912) recoje uno de los puntos del manifiesto futurista en el que se postulaba que “todo se mueve, todo corre. Por la persistencia de la imagen en la retina las cosas en movimiento se multiplican, se deforman. Así, un caballo que corre no tiene cuatro patas: tiene veinte, y sus movimientos son triangulares”. A la vez toma como precedente la cronofotografía, uno de los pilares básicos de la pintura futurista. En Las manos del violinista (1912) también encontramos la repetición de secuencias que permite representar el movimiento y la sensación de velocidad.

    El futurismo también fue junto al simbolismo y el cubismo, otra vía hacia la abstracción como lo demuestra Plasticidad de luz + velocidad o Velocidad abstracta: el coche ha pasado, obras en las cuales Balla está próximo a la abstracción y se adelanta a movimientos posteriores como los ópticos.

    Carlo Carrá (1881-1966): Participó activamente en el movimiento con obras como Los funerales por el anarquista Galli (1911) en la que refleja toda la violencia y la tensión del enfrentamiento entre policías y manifestantes que tuvo lugar a raíz del funeral de Galli, muerto durante una huelga general de 1904. Por lo tanto, la obra recoge un tema típico del futurismo como el tumulto; predominan los colores anarquistas (rojos y negros), y a través de líneas oblícuas marca la secuencia de movimiento. Manifestaciones intervencionistas (1914) es una clara respuesta a la influencia del collage cubista con un punto de vista y una actitud diferente. En este collage, Carrá, a través de recortes de periódicos, transmite el dinamismo futurista y alude a la intervención Italiana en la I Guerra Mundial.

    Luigi Russolo (1885-1947): Además de destacar en pintura y en escultura, destacó en el campo de la música creando el Intonarumori (órganos de ruido) para producir combinaciones controladas de sonidos mecánicos. La Revuelta (1911) es una obra pictórica en la que Russolo incorporaba el principio futurista de las líneas de fuerza a través de una serie de líneas oblícuas que subrayan el movimiento.

    Gino Severini (1883-1966): Jugó un papel fundamental dentro del movimiento futurista con la incorporación del cubismo dentro de la pintura futurista. Severini, en 1906 se trasladó a París donde estudió la pintura puntillista y asistiendo a la manifestación cubista relacion´nadose con los principales artífices cubistas. Este puente entre el cubismo y el futurismo se manifiesta en obras como El Boulevard (1911), un tema de la vida de la ciudad, de la agitación de la gente traducido con una descomposición geométrica de carácter cubista pero con la incorporación de colores más brillantes.

    Severini trató reiteradamente el tema del baile. En Jerogrífico dinámico del baile del Tabarín (1912) trata el tema con las características propias del cubismo y se acerca al collage con la incorporación en el lienzo de lentejuelas cosidas que con sus reflejos crean efectos móviles y dinámicos. En Mar = bailarina, como el título indica, hace una analogía entre el movimiento del mar y la danza. Además, hay una suma del lenguaje cubista y puntillista, y a la vez se acerca a la abstracción. En Norte-Sur incorpora una temática nueva en el campo de la pintura ya que a través de un espacio confuso y con la descomposición geométrica, sugiere el metro.

    Umberto Boccioni (1882-1916): es, quizá, el mejor y más creativo representante del movimiento. De hecho es el pintor y escultor más destacado, además de ser un importante teórico futurista. Su desaparición durante la guerra se ha visto como un punto de ruptura entre un primer momento futurista y un segundo momento iniciado en 1916.

    Motín en la galería (1910) enlaza con la línea de enfrentamientos y la agitación de las multitudes en la ciudad. También enlaza con la iluminación eléctrica nocturna en una obra en que domina la técnica puntillista. La ciudad se levanta (1910) simboliza el desrrollo y el trabajo de la gran ciudad levantando sus andamios hasta el cielo. De este modo, glorifica el trabajo en la ciudad en una clara referencia al mundo de la construcción. En el centro de la composición representa un caballo alado, signo de potencia y de fuerza asociado a la mitología y a lavez al simbolismo.

    En Elasticidad o en el tríptico Los estados de ánimo, integrado por Las despedidas, Los que se van y Los que se quedan (1911) vuelve a relacionarse con el simbolismo. En el tríptico refleja el interés futurista por las concentraciones de masas, por los estados emocionales en tensión, por la gente en movimiento y por los medios de locomoción modernos, por el vértigo y la velocidad. Técnicamente incorpora el puntillismo, el cubismo e incluso el expresionismo.

    En escultura futurista, Boccioni, será el representante principal. En su escultura, así como en su manifiesto de la escultura futurista, defiende la abolición completa y absoluta de la línea finita y de la escultura cerrada. También defiende el uso de materiales tan diversos como el cristal, el cuero, el cartón, la tela y la luz eléctrica. Entre sus obras destaca especialmente Desarrollo de una botella en el espacio (1912) que temáticamente es una naturaleza muerta estática propia del cubismo pero que se desplega con una espiral dinámica. En Formas singulares de continuidad en el espacio (1913) consiguió un mayor dinamismo a través del movimiento continuo. Esta figura en movimiento, construida con líneas quebradas y curvas parece caminar y expresar el espacio que el cuerpo atraviesa.

    En arquitectura cubista fue Antonio Sant'Elia (1880-1916) el encargado de aplicar los postulados futuristas con sus dibujos y proyectos. Sant'Elia denuncia la inadecuación de las viejas ciudades y adelanta la nueva actividad arquitectónica, grandes edificios con anuncios luminosos en lo alto, ascensores exteriores, calles adistinto nivel, carreteras inmensas, que son hoy realidad.

  • Expresionismo. Precursores.

  • Van Gogh, Gauguin y Lautrec pueden considerarse como los principales precursores del espresionismo, pero también hay dos figuras esenciales que, alejadas del centro artístico de París pero que también se sitúan dentro del ámbito post impresionista, pueden considerarse como los precursores esenciales del expresionismo: James Ensor y Eduard Munch.

    James Ensor (1860-1949):

    Nació en Ostende, una ciudad costera belga popular por sus carnavales, y sus padres tenían una tienda de máscaras de carnaval. Estos detalles biográficos son muy significativos ya que hizo un gran uso de las máscaras de carnaval en sus obras, así como elementos fantásticos y grotescos. Empezó con una formación académica y tradicional que superó hacia el expresionismo gracias en parte a la situación cultural de la Bélgica del Art Noveau de finales de siglo. Ensor se unió, además, al grupo progresista Les XX.

    La entrada de Cristo en Bruselas (1888) es una de sus obras más conocidas, un relato imaginativo de las furiosass demostraciones que acogerían al Señor en el nuevo Domingo de Ramos. De este modo, la obra se sitúa en el área del simbolismo con una temática de origen religioso transportada irónicamente al presente. En primer término, donde los rostros individuales se distinguen mejor, se transforman en máscaras. En el centro se observa la figura de Cristo sobre el asno empequeñecido en medio de la muchedumbre enarbolando pancartas con slogans. Plásticamente, es una obra de colores muy brillantes.

    Eduard Munch (1863-1944):

    Está dentro del período pos impresionista y tuvo una incidencia importante en las primeras vanguardias, principalmente entre los expresionistas. Nació en Cristianía (actual Oslo) y como buena parte de los autores expresionistas tuvo una niñez traumática ya que su padre, médico de pobres, era de una religiosidad casi demente y su madre y su hermana murieron cuando él era joven. Estas circunstancias explican, en buena parte, la inquietud que acompañó en la evolución de Munch y que se plasma en su obra. Ciertos temas como los celos o la enfermedad aparecen en su obra una y otra vez, y pintó estados psicológicos extremos sin precedentes.

    Empezó pintando a través de un típico aprendizaje académico y de joven ingresó en la Bohemia de Cristiania, un grupo interesado por los problemas políticos, sociales y morales de la época de ideología anarquista. En 1885 realizó la primera visita a París donde recibió las influencias de los impresionistas, de Van Gogh y posiblemente de algún post impresionista más. Entre las obras de este período realizó un retrato a Mallarmé, figura central del simbolismo. En 1892 expuso su obra en Berlín a través de la Sezession berlinesa pero provocó tal conmoción que la exposición hubo de ser clausurada. Fue uno de los elementos que condujeron a la disolución de la Sezession berlinesa y a la creación de la Nueva Sezession berlinesa. Su estancia alemana permitió que su obra fuera muy conocida y divulgada sobretodo gracias a sus gravados. En 1908 sufrió lo que llamó “un colapso mental completo” consecuencia de su alcoholismo y tuvo que pasar por un período de desintoxicación. Tras su recuperación regresó a Noruega definitivamente.

    Su obra más relevante la realizó hasta principios de siglo ya que posteriormente se dedicó a versionar obras ya realizadas.

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    País: España

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