Educación y Pedagogía


Tutorías académicas


La importancia de la tutoría en el aprovechamiento del alumno

Introducción

La tutoría académica es el proceso de acompañamiento en la formación de los estudiantes, mediante la atención personalizada a un alumno o a un grupo de alumnos por tutores formados para esta función, que impulsen el cambio del paradigma de la enseñanza al paradigma del aprendizaje. La importancia es visualizada en el nuevo siglo, en una sociedad cuya dinámica se sustenta esencialmente en el conocimiento, la educación media superior requiere transformarse teniendo como eje una nueva visión y el nuevo paradigma para la formación de los estudiantes, entre cuyos elementos están el aprendizaje a lo largo de la vida, la orientación prioritaria hacía el aprendizaje autodirigido (aprender a aprender). Aprender a emprender y aprender a ser y la formación integral con una visión humanista y responsable ante las necesidades y oportunidades del desarrollo del país. En este escenario, la tutoría juega un papel importantísimo en la formación de individuos con valores éticos, cívicos y de hábitos y técnicas de estudio.

Desarrollo:

En el ámbito educativo es prácticamente inevitable asociar la actividad docente con actividades propias de asesoría con el alumno que se trata en el quehacer diario en las aulas, ya sea en la relación que se establece con el profesor tanto en la hora de dar la clase grupal, como en las relaciones que se dan de manera individual y particular, los alumnos depositan en el profesor la responsabilidad de asesorarles tanto en aspectos personales como académicos, convirtiéndose para ellos en un punto de apoyo par su formación personal.

Los alumnos identifican en el profesor una figura alternativa para la solución de sus problemas, observan en él una persona investida de autoridad y sabiduría, además de una posible neutralidad, ya que no es una figura parental, ni tampoco un amigo en el franco sentido del término.

El profesor representa para el alumno, en muchos casos una oportunidad de ser escuchado sin ser juzgado, una posibilidad que no puede encontrar en sus amigos de una manera fácil, ni en sus padres ya que representan figuras cuestionadotas o bien son foco de crítica correctora. El profesor es buscado por los alumnos para obtener un consejo, para pedirle sugerencias o para que les ayuden a formar planes de acción bastante específicos, desde su comportamiento en la familia hasta la decisión vocacional.

El profesor debe tener la posibilidad de establecer un juicio y determinar cómo es que debe asesorar al alumno en el caso de que realmente tenga algo que asesorar al respecto. El profesor debe ser capaz de advertir si el alumno realmente precisa de una asesoría o si esta excusa le ha servido para acercarse a esa figura alternativa que le puede brindar seguridad, escucha neutral, comprensión, claridad o simplemente decepcionar las dificultades afectivas, cognoscitivas o morales por las que pasa.

Resulta evidente que un profesor además de ser un experto en su área y poseer habilidades didácticas para motivar a sus alumnos al aprendizaje, debe estar sensibilizado y con una actitud dispuesta a las relaciones interpersonales que se entablan en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, donde ser asesor, tutor o consejero se vuelven actividades propias del perfil del profesor.

El profesor que este convencido de que un alumno aumentará y enriquecerá su desarrollo personal si se le da la oportunidad de establecer una relación cuya principal característica es la aceptación y no la evaluación y en la que encontrará la posibilidad de comprenderse mejor a sí mismo y a su medio. Este profesor visualiza al alumno como un ser único e individual que tiene derecho y que puede ser responsable de tomar decisiones y asumir sus consecuencias en la medida en que su desarrollo maduracional se lo permita.

El propósito de la asesoría en el ámbito educativo se centra en propiciar en la relación maestro-alumno las condiciones para un cambio positivo y por propia voluntad en el alumno, esta condiciones se asocian con reconocer en el alumno, su derecho a realizar elecciones, a ser independiente con responsabilidad y autónomo con las condiciones de asumir todas las implicaciones que esto tiene.

Conclusiones

Entre la gran diversidad de actividades laborales de los seres humanos, la docencia resulta particularmente distinta. En esta actividad está implicito, para el profesor, asumir funciones donde las relaciones interpersonales dejan marca profundas en la forma de ser de quienes participan en el proceso educativo.

Es por eso que los seres humanos invertimos una gran cantidad de tiempo en el proceso de aprender en las instituciones educativas, en esos lapsos el docente es el protagonista principal.

Esto último justifica la necesidad del profesor de hacer algunas distinciones en cuanto el origen de las funciones que se le asignan, en lo personal la asearía resulta muy revelante y compleja y lo pude observar en mis horas de apoyo estuve atendiendo alumnos de mayor retrazo académico y que me proporciono un resultado favorable porque se pudo aumentar el promedio grupal y personal de los alumnos, si es una tarea bastante pesada pero el alumno me motivo a reflexionar el origen de mi práctica educativa, lo que me llevo a sacar conclusiones que existen alumnos que requieren mayor apoyo que otros y que para cumplir la función de tutoría teniendo claro una gran nivel de contenido afectivo, ya que el principal instrumento es mi persona.

Bibliografía

ANUIES “Programa Institucional de Tutorías serie de investigaciones ANUIES 2002

Ayala Aguirre Francisco.-La función del profesor como asesor, Trillas, México

Ayala, F., Manual del taller: Métodos de asesoría para alumnos, Centro para la Excelencia Académica, ITESM Campus Monterrey, 1992

Garza Rosa María y Leventhal Susana.- “Aprender cómo aprender” Ed. Trillas 1998




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Enviado por:Mela Ham
Idioma: castellano
País: México

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