Literatura


Tres sombreros de copa; Miguel Mihura


TRES SOMBREROS DE COPA:

Fue escrita en 1932 pero no se publico hasta 1952, por lo que habrá que examinar estos dos momentos tan distintos es cuanto al contexto histórico y social español.

La creación de la obra.

Coincide con un periodo importante para el teatro español, con líneas de renovación, representadas sobre todo por Valle-Inclán y García Lorca. En la década de los 20 culmina Valle su ciclo de esperpentos con Martes de carnaval e inicia Lorca con Bodas de Sangre su inacabada trilogía dramática de la tierra española. Entre estos dos extremos, el humor negro de Valle y lo trágico de Lorca, se sitúa Mihura con su humor blanco, aportando con Tres sombreros de copa el otro ángulo con el que se completará el trío más innovador del teatro español de aquellos años.

Se proyectan experiencias personales como el viaje que hizo con una compañía cómica, durante el que se enamoro de una bailarina; y el forzado rompimiento amoroso con una novia suya. El protagonista de la obra Dionisio, se halla ante la misma situación, aunque el desenlace en los dos casos fuera distinto. Fue escrita con gran dosis de amor y melancolía, además de una libertad de inspiración y espontaneidad inigualables. Pero no fue comprendida en su tiempo y Mihura se vio rechazado como autor de vanguardia con la consiguiente decepción.

El estreno:

En el momento del estreno se entronca con otros impulsos renovadores. Buero Vallejo rompe con la atonia y el continuismo de nuestro teatro con Historia de una escalera y Alfonso Sastre inaugura el teatro crítico social con Escuadra hacia la muerte. Vuelve Mihura a encontrarse en un momento de renovación y cambio. En los años transcurridos desde su creación, la obra enlaza el mejor teatro de Arniches con el teatro de lo inverosímil de Jardiel Poncela de Eloisa esta debajo de un almendro o Los ladrones somos gente honrada aportando un escalón decisivo en la renovación del teatro español de posguerra.

A pesar de haber sido publicada en 1947, la obra no fue llevada al escenario hasta que un grupo de teatro universitario de Madrid la estrena en una sesión. Al año siguiente, se estrena en un teatro comercial y constituye un gran éxito, además de recibir el Premio Nacional de Teatro de aquella temporada. La crítica se vuelca en elogios y lo más importante es que había desperado el interés y el entusiasmo de un público joven, que la sigue viendo durante temporadas posteriores como una bandera de juventud e inconformismo. Se aparta a Tres sombreros de copa del teatro cómico que accedía a los escenarios, ya que su humor triste junto con el tratamiento formal típico del vanguardismo de la preguerra, con la mezcla de lo inverosímil, lo desorbitado, lo incongruente y el inconformismo.

El tema y su enfoque:

La trama nos lleva a un tema principal, La frustración absurda. Dionisio ha vivido inmerso en un mundo convencional, en el que va a instalarse definitivamente tras su boda. En una noche aparece Paula, que le muestra el mundo de la libertad. Se enfrentan así dos concepciones del mundo y de la vida: una vida prosaica y ridícula frente a una vida poética y hermosa. La vida burguesa, con sus “virtuosas señoritas”, las normas de Don Sacramento y la vulgaridad del Odioso señor. Un mundo bien reglamentado, serio, cursi, puritano e hipócrita. Y el mundo de Paula la libertad, la alegría, la imaginación, lo inesperado. Un mundo en el que conviven los juegos de la infancia y un amor apasionado al margen de las convenciones.

El protagonista verá la posibilidad de cambiar vida y romper con lo que se le tiene destinado. Pero no llegará a hacerlo ante la aplastante presencia del sistema encarnado por Don Sacramento y la colaboración lúcida y amarga de Paula. La felicidad ha sido un sueño, un paréntesis imposible. Y ahí queda la frustración. Según dijo el propio Mihura “es la comedia en que mas tontamente se malogra, para toda la vida, una estupenda felicidad”.

Esta temática podría haber servido de base para un drama o una tragedia, pero Mihura toma otro camino. No ponen en tela de juicio las estructuras sociales, aunque haya un rechazo absoluto de cuantas convenciones o hipocresías hacen de un hombre una victima del medio en que se desenvuelve. Hay incluso una patente repulsa de los papeles que la sociedad asigna a cada cual: Dionisio “tiene que hacer feliz a una virtuosa señorita”, las chicas como Paula “no deben enamorarse de aquellos hombres que no regalan joyas”. Mihura escoge el arma del ridículo, ese es el enfoque que da a la comedia: quedan ridiculizados los representantes de la mentalidad burguesa, como Dionisio. Así ni drama ni tragedia: todo queda en una inmensa farsa.

Estructura externa:

La obra tiene un esquema compositivo tradicional, con los patrones clásicos de tres actos, con el primero y el segundo más extensos que el tercero y donde la acción queda distribuida en planteamiento, nudo y desenlace, también desacuerdo con la comedia tradicional. Se presentan las tres unidades clásicas de una sola acción, un mismo escenario, una noche. La separación entre los actos primero y segundo se marca con un tiempo de dos horas, mientras que solo transcurre un minuto entre los dos últimos actos, lo que supone un cambio de acto mas bien efectista.

Las escenas de cada acto no vienen marcadas por el autor en ningún caso y los personajes salen o entran de acuerdo con las acotaciones, que son muy abundantes. Esta estructura es la que Mihura va a respetar en todas sus obras y la que le va a dar excelentes resultados, ya que domina el teatro en sus aspectos más técnicos y su originalidad no va a venir por el camino de la innovación en este sentido.

Estructura interna:

Está dividido en tres actos:

  • Planteamiento: entra la primera relación entre los personajes provincianos y los componentes del ballet y acaba con la petición de Paula a Dionisio para que participe en la fiesta. Comenzamos a entender las diferencias entre ellos y carácter del protagonista con sus circunstancias de boda inmediata.

  • El nudo: transcurren dos horas después, lo que da lugar a una intensificación de la relación entre los personajes. Mientras que Paula y Dionisio establecen el punto de culminación de su idilio, con los impulsos de ruptura y libertad, descubrimos otros personajes y el derrumbamiento de valores establecidos. El acto acaba con la llegada del padre de la novia de Dionisio gritando desde dentro.

  • El desenlace: transcurre en el tercer acto, con la entrada del padre de la novia solo un minuto después. Se dan tras movimientos duales. Diálogos de Dionisio con Don Sacramento, con Paula y con Don Rosario que es el ultimo en intervenir. La presencia de Don Sacramento va debilitando la voluntad de libertad de Dionisio. Su conversación con Paula hace que admita su situación real, pero todavía le queda un mínimo de rebeldía que queda anulada en la misma conversación. Don Rosario acentúa la vuelta a la normalidad y desaparece. En escena queda Paula con su sonrisa final y juego de sombreros que supone el engañoso mundo del espectáculo, la mediocridad de ese mundo y la cara autenticas del fracaso, con el grito ¡Hoop! De la alegría fingida de la pista.

Los personajes:

Se pueden agrupar los personajes de la obra teniendo en cuenta su pertenencia a dos mundos distintos:

Tenemos a Dionisio y todos los personajes integrados en el sistema social establecido: Don Rosario, Don Sacramento, el Odioso Señor, el Anciano Militar, el Cazador Astuto, El Romántico Enamorado, El Guapo Muchacho y El Alegre Explorador. Sus nombres pueden ser propios o expresión caracterizadora de arquetipos. Los nombres propios son simbólicos como en el caso de Dionisio asociado a la divinidad griega de Dionisos. Don Rosario, un hombre que explica siempre como una letanía a todos lo mismo siempre. Don Sacramento, que alude al vínculo matrimonial que hará de Dionisio un hombre adaptado a la sociedad, aunque infeliz. Los demás personajes de este grupo son arquetipos a los que el autor convierte en fantoches.

Por otro lado están Paula y los componentes del grupo, representantes del mundo del espectáculo: Fanny, Madame Olga, Sagra, Trudy y Carmela. Algunos de sus nombres quieren parecer extranjeros, exoticos, respondiendo a lo llamativo de este mundillo. Paula es una muchacha que se nos presenta como inocente, vital, sin prejuicios, necesitada de amor y con una conmovedora ternura. Su aparición en la habitación de Dionisio provoca el conflicto de la obra y en los diálogos entre ellos se ahondará mas la diferencia de los mundos que ellos representan. Los demás nos muestran la alegría y la despreocupación propia de las compañías itinerantes, aunque el autor nos recuerda que son más fingidas que verdaderas.

Como personajes bisagra entre los dos mundos, actúa Buby. Quien se encarga de presentarnos la cruda realidad del mundo del espectáculo, en e que todo es apariencia, pues las chicas huyen del hambre y la miseria de sus casa, y se meten en estos grupos de Music Hall. Tienen que obedecer a este siniestro personaje que, mientras las protege, las obliga al engaño y al chantaje con los señores de provincias. Se ha criticado mucho a Mihura por haber decido que sea un negro quien encarne este papel. Quienes le defienden, aluden a la caricaturización que de el hace Mihura, presentándolo como exitoso o la intención del autor de ridiculizar los comentarios racistas dentro de la obra. Es un personaje doblemente marginal: un despreciable explotador de chicas y un despreciable explotador de las chicas y un esclavo para los satisfechos burgueses.

El lenguaje teatral. Recursos escénicos.

Mihura explota tres tipos de comicidad: la de situaciones, la de caracteres y la del lenguaje.

  • En cuanto a la comicidad de las situaciones: nos la vamos a encontrar en toda la obra. Dionisio con los sombreros y en pijama, después en la cama con el sombrero puesto. Don Rosario toca el cornetín para que Dionisio duerma. Algunas escenas nos recuerdan a cómicos del cine como Charlot o los Hermanos Marx en escenas como la de Dionisio al teléfono rascándose la pierna y pasándole el teléfono a Don Rosario para que siga la conversación. El movimiento escénico aquí es importante porque las entradas y salidas se producen en momentos impensados. Paula frena el patetismo de la situación vistiendo para la boda a Dionisio mientras él ve lo ridículo de su boda.

  • La caracterización de los personajes: es insólita y grotesca en muchos casos, bien por la indumentaria o por los objetos que portan. La indumentaria es simbólica como ocurre con los sombreros de Dionisio, que están a mitad de camino entre la etiqueta y la convención y la magia del mundo del espectáculo. Con la misma función cumplen el uniforme con medallas de El Anciano Militar, simbólico del valor y convertido en caricatura en la obra. Los conejos que lleva colgados El Cazador Astuto, dan pie al ridículo.

  • En cuento a la comicidad verbal: podemos decir que se basa en la trasgresión de lo establecido por la lógica o por la experiencia. El lenguaje nos conduce a lo absurdo, a lo ilógico, a lo imposible que provocan las risas del espectador. Los ejemplos inundan la obra: Dionisio habla de las mejoras que se van introduciendo en el hotel, Contra la lógica esta la frase de Dionisio cuando habla de que su padre era “militar, pero poco”. Todo esto desemboca en la incongruencia que, para algunos estudiosos de la obra, pone a los personajes en el contraste entre su edad y su expresión infantil, pre-lógica.

En algunas escenas el autor utiliza un lenguaje en el que equilibra de forma calculada lo poético y lo tierno con lo cómico como vemos en la conversación lírica de Paula y la presencia de Dionisio haciendo sonar la carraca.

Las acotaciones y el espacio escénico:

Es importante señalar por ultimo que las acotaciones del autor tanto de escenario como para los personajes van a ser el origen de muchas situaciones cómicas, como también la falta de acotaciones para la división de los actos en escenas, que darán en ocasiones a la comedia un ritmo vivo. Constituye un gran acierto la elección de un espacio único de la habitación de un hotel para la representación por doble motivo. En un hotel es fácil el encuentro de personajes variados, que nos recuerda los encuentros en ventas y mesones en el Quijote y El Lazarillo. Pero además, con su estudiado diseño de puertas, armario y biombo, explicado con gran detallismo por Mihura en las acotaciones, va a dar lugar a sorpresas, enredos, ocultamientos, etc.

El espacio tiene un valor simbólico, para Dionisio como lugar de descanso, un ámbito cerrado y protector. Este se romperá por dos fuerzas, la del foro por donde entran Don Rosario y Don Sacramento, representantes del mundo de lo convencional, la rutina, y la puerta de la izquierda, por donde entran Paula y todo el mundo desconocido, nuevo y mágico desde la óptica de Dionisio.

Significación de la obra:

La crítica es unánime al considerar que Tres sombreros de copa es un hito en el teatro español contemporáneo. Algunos han llegado a decir que la obra es precursora del teatro del absurdo, aunque no todos los están de acuerdo con ello porque este absurdo no se fundamenta en una ideología existencial como las de Ionesco y Beckett. No obstante, hay en Mihura una concepción de la vida pesimista, desencantada, llevada a la escena con un humor vanguardista, lo que le convierte en un innovador. En los 40 y los 50 resultaba extraño su humor, pero hoy ya podemos gozar de él plenamente porque nos es ya familiar gracias a la influencia que ejerció en autores posteriores.




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Enviado por:Akasha
Idioma: castellano
País: España

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