Sociología y Trabajo Social


Tres Cantos


CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN

La creación de Tres Cantos consta de 3 etapas:

1. La primera viene dada por la idea de crear una nueva ciudad similar a las nuevas ciudades europeas, principalmente inglesas y francesas, como un proceso de mas de 14 años, de 1971 a 1984, momento aquel del 84, en que no se encontraba salida a una ciudad iniciada sin ningún sentido lógico en el campo, carente de infraestructuras originarias, de industrias, de ayuntamiento, sin arraigo alguno, sin el contenido propio de un pueblo ya existente o de una periferia industrial.

En el año 1984 había 4.500 viviendas y menos del 25% estaban ocupadas, siendo una ciudad dormitorio y, como muchos la denominaba, “una ciudad fantasma”; lo mismo puede decirse del terreno industrial, con sólo 17 terrenos vendidos e industrias, muchas de las cuales no habían iniciado su construcción.

Una prueba del desconcierto se aprecia en el hecho de que desde la construcción de la S.A. Tres Cantos, pasan por ella, hasta el 1984, siete presidente de la sociedad, con una duración media de un año de mandato.

2. La segunda etapa se inicia precisamente en 1984; ya un año antes se había proyectado reducir la prevista ciudad para 150.000 habitantes, por una más pequeña para unos 34.000, mediante la modificación de su planteamiento, construyendo viviendas unifamiliares de baja altura y prescindiendo del denominado tercer canto, de una 600 hectáreas. No llegó a aprobarse hasta 1986.

Con el equipo existente en la S.A., se procedió a la reorganización de la empresa, se tomaron decisiones de responsabilidad, que fueron ayudadas por la oferta a la empresa ATT y el posterior compromiso para su instalación en el tercer canto.

Las empresas industriales empezaron a considerar el lugar como una buena ubicación para sus empresas; la venta de parcelas industriales, la realización de equipamientos (edificios escolares, guarderías o escuelas infantiles, zonas deportivas, proyectos de estación de ferrocarril, etc.) y la realización de infraestructuras, movilizaron la venta de terrenos para edificar.

Con el saneamiento de las cooperativas inoperantes, con solares paralizados, que fueron recomprados y puestos a la venta; con la posterior promoción de parcelas unifamiliares, a partir de 1987, la implantación del Parque Tecnológico Madrileño y la primera zona de oficina, cuya venta se inició y consumó, y la realización progresiva de los equipamientos previstos, la asunción de los compromisos propios del municipio, como conservación de redes, tratamiento y conservación de las zonas verdes, creación del parque central, dio lugar a que la ciudad comenzara a tener una vida más pujante, ya dentro del año 1989.

3. La tercera etapa se pone en marcha con la segregación de terrenos del municipio de Colmenar Viejo, la creación del primer ayuntamiento. Tres Cantos ya es una ciudad en 1991.

Una idea básica es la de que Tres Cantos fue creada por una decisión política. Este es el elemento diferenciador básico respecto de otros núcleos urbanos de nuestra geografía. No es una ciudad tradicional, puesto que, la causa originaria de su nacimiento, no obedece a ningún condicionamiento geográfico, histórico o cualquier evento de los que han propiciado la formación de la generalidad de las ciudades. Su creación se debe a una decisión político-administrativa y su enclave se explica por la proximidad a Madrid.

No es una ciudad dormitorio ni probablemente nunca será una ciudad integral, si es cierto que representa peculiaridades muy definidas derivadas de su concepción política: planificación urbana, gestión de la ciudad por una empresa pública, organización social un tato peculiar régimen cooperativo de construcción de viviendas, zona industrial moderna, tejido social en formación, reivindicación de autonomía local, etc.

CAPÍTULO 2:

LAS NUEVAS CIUDADES: LA PLANIFICACIÓN INTEGRAL

2.1. El urbanismo utópico de Howard.

Se le atribuye con bastante generalidad al inglés Ebenezer Howard la idea de haber sido el pionero en la planificación de las Nuevas Ciudades. No obstante, antes que él, el español Arturo Soria y Mata, ya había enunciado en 1982 los principios urbanísticos de la denominada Ciudad Lineal que son, en algunos aspectos, bastantes coincidentes y precursores de la teoría que más tarde defendería Howard.

En 1902 Howard publicó un libro con el título “Garden Cities of Tomorrow”. A Howard cabe incluirlo entre los utópicos del urbanismo, aunque su propia utopía comenzará a realizarla él mismo, ya que participó en la creación de las dos primeras ciudades que se construyeron en el Reino Unido.

Estaba muy preocupado por la constante emigración del campo a la ciudad. Si quería ponerse remedio a este mal, en su opinión no existía más alternativas que atacar las causas, entre ellas las penosas condiciones humanas que ofrecía el campo. La ciudad, ofrece mayores oportunidades de empleo, salarios mas elevados, es centro de cultura y diversión; pero, en contrapartida, tiene costes más elevados: hacinamiento humano, largos tiempos de viaje del hogar al trabajo, etc. El medio rural, ofrece la belleza del paisaje, del aire limpio, etc.; pero las rentas que en él se perciben son bajas, porque las tierras tienen escaso valor y el riesgo al que están expuestas las cosechas, es muy elevado.

En opinión de Howard, debe crearse un tercer conjunto, que en realidad es un nuevo estilo de vida que aproveche las ventajas de los anteriores, es decir, que compagine el dinamismo de la vida urbana con la belleza del medio rural. A este tercer conjunto lo llama “ciudad-campo”, ya que aúna lo positivo de los anteriores y desecha lo negativo.

La medida que propone para evitar la especulación y las ganancias fáciles que se dan con la calificación de terreno rústico en urbano, consiste en que las nuevas ciudades ofrezcan la posibilidad de una colectivización del espacio rural que las bordea, aunque, como paso intermedio, admite la propiedad privada.

La concepción urbanística de Howard reside en la planificación de la ciudad, una planificación global donde los espacios residenciales, de comercio y de ocio, convivan en armonía con las áreas industriales y agrarias; y todo ello conciliado con la conservación del medio ambiente, el interés público y la libertad privada.

La idea de Howard sobre cómo deben ser estas nuevas ciudades es la siguiente: deben contar con un cinturón de campo abierto, para uso agrario como parte integrante de la ciudad y que marca el límite físico de la misma; propiedad y control del espacio urbano por el poder municipal y su disposición para el uso privado; limitación de la población al número de habitantes previamente planeado; reinversión de los beneficios públicos obtenidos como consecuencia de la venta de suelo, y una zona industrial capaz de dar empleo a la mayor parte de la población. No se trata sólo del planeamiento físico, sino de la integración de lo urbano con lo rural, de la introducción de pautas de vida urbana sin perder la esencia de lo rural.

Así pues, las nuevas ciudades, siguiendo la idea de Howard, son desarrollos previamente planificados, en los que se ha previsto el diseño del espacio físico (dotaciones de infraestructura), la actividad económica (parque industrial, centros comerciales, etc.) y los servicios sociales (educativos, sanitarios, recreativos y actividades civiles y religiosas. Los ciudadanos tienen la oportunidad de participar en el gobierno e influir en las decisiones políticas durante el desarrollo del proceso.

Esa versión ideal descrita por Howard fue objeto de críticas por otros autores, como por ejemplo Cambell y Arturo Soria. Cambell, por ejemplo dice que, las “New Towns” son partes integrantes de áreas metropolitanas de las que son partes dependientes y pone en duda la capacidad de autosuficiencia de las mismas. Cambell constata con gran acierto una realidad: que las nuevas ciudades que se han construido en el mundo, se sitúan, en su práctica totalidad, en las proximidades de una grande a la que suele servir como área de descongestión.

Pero tal vez las críticas más severas que se hayan hecho a la teoría urbanística de Howard, provengan de Arturo Soria: “La Ciudad Jardín tienen de bueno el título, que es bonito, sugestivo, simpático; pero nada más. (...)”

Soria pasa revista a las deficiencias que, en su opinión, tiene la Ciudad Jardín entre las que cita: su forma geométrica (plaza central y calles circulares y radiales), la concepción de ciudad punto, la construcción de viviendas, etc. Y pone énfasis en la cuestión de las comunicaciones, aspecto esencial en la concepción de A. Soria.

Frente a la Ciudad Jardín, Soria opone la Ciudad Lineal que él había concebido y contribuido a hacer en parte realidad en Madrid, siguiendo unos procedimientos de captación de recursos privados similares a los seguidos por Howard. La idea de Ciudad Lineal la expuso Arturo Soria por primera vez en un artículo publicado en el diario El Progreso en su edición de 6 de marzo de 1882 con el título “Madrid remendado y Madrid nuevo”. En dicho artículo decía que habría que optar de forma resuelta entre remendar el defectuoso plano de Madrid de hoy o hacer uno nuevo y que lo último era más fácil y económico de lo que a primera vista parece.

2.2. Las nuevas ciudades en el Reino Unido.

Las “new towns” en el Reino Unido, a pesar de constituir la primera experiencia, surgen tras la Segunda Guerra Mundial, y están estrechamente relacionadas con la reconstrucción e imbricadas en un concepto de política regional.

Las primeras “new towns” comenzaron en el Reino Unido y esta experiencia se extendió al resto del mundo. En 1889, Howard, junto con Osborn, formaron en el Reino Unido la “Garden City Association”. En 1902, un grupo de hombres de negocios registró la primera empresa, “Garden City Pioneer Company”, la cual adquirió al norte de Londres una extensión de 1.546 Has., y comenzó a construir en 1903 la primera ciudad siguiendo el modelo de Howard: Letchworth. El ejemplo de Letchworth se extendió por todo el mundo y esta ciudad se convirtió en la Meca de la nueva arquitectura para los planificadores urbanos.

La segunda de las experiencias, Welwyn Garden City, también al norte de Londres, fue otra de las iniciativas de Howard. Estos dos primeros ejemplos se proyectaron y financiaron por la iniciativa privada: se construyeron casas baratas gracias a las subvenciones obtenidas de empresas e inversores privados.

A partir de la crisis económica de 1929, comenzó a percibirse la necesidad de realizar una política regional más coherente, que distribuyese de forma más racional la industrial y descongestión de Londres. Se crearon ciudades satélites, pero no auténticas “new towns” y que fueron duramente criticadas por los seguidores de Howard, en particular por Orborn. Estas promociones fueron realizadas por las autoridades locales y las empresas privadas. Sin embargo, ya comenzó a tomar cuerpo la idea de que debería

establecerse una política estatal que no sólo se limitase a la vivienda sino una auténtica planificación urbana en la que también encontrase acomodo la industria.

En 1940 el famoso informe: “Report of the Royal Commision on the Distribution on the Industrial Population”, que trataba de indagar sobre las causas que habían conducido a la distribución geográfica de la industria y de sus tendencias futuras. Atribuía dichas causas al cambio tecnológico: la industria ya no se asienta en las zonas productoras de materias primas, sino en las proximidades de los grandes mercados como Londres o Birmingham. Y se observa que tales concentraciones estaban originando importantes problemas económicos y sociales. El informe no recomendaba específicamente la construcción de nuevas ciudades, sí se pronunciaba por la conveniencia de establecer una nueva ordenación del territorio en la que encontrase acomodo la industria y el desarrollo integral de las ciudades.

A partir de la II Guerra Mundial renace en el Reino Unido el concepto de “ciudad nueva”, según el esquema howardiano. De esta forma, las nuevas ciudades pasan a formar parte de la estrategia planificadora del Reino Unido: se discute su organización, gestión y administración. Aunque no existe un modelo único, muchos de estos núcleos se conciben como descongestionadores de las grandes urbes, en especial de Londres, pero a veces también como una cabecera cuya finalidad es la de ordenar un espacio territorial más amplio, revitalizar una región deprimida.

El Comité de Nuevas Ciudades estima que su tamaño ideal debería situarse entre los 30.000 y 50.000 habitantes, aunque en algunos casos se llegaba a los 250.000; que contasen con una sólida y variada actividad industrial y comercial, con el objetivo de atraer a ellas a personas de todas las clases sociales, dando un trato preferencial, en la adjudicación de viviendas en alquiler, a los más necesitados; que en la medida de lo posible, los nuevos residentes pudiesen trabajar en la propia ciudad para evitar traslados masivos desde el lugar de residencia a los centros industriales; y aún, admitiendo que tales objetivos no pudieran conseguirse de forma plena, siempre es preferible una ciudad semi-dormitorio, que con el trabajo va combinando mejor el binomio vivienda-trabajo, que barrios dormitorios condenados eternamente a esa situación.

En el contexto social, también se buscaba otro objetivo: el conseguir grupos sociales relacionados, incluso a nivel familiar, que únicamente son posibles en comunidades pequeñas en las que el individuo tome parte activa en las diversas manifestaciones de la vida local. En las grandes ciudades, el sentido de participación

ciudadana es muy débil y ello es causa de muchos problemas sociales, incluso puede calificarse como la moderna enfermedad urbana.

Legalmente, la creación de una nueva ciudad en el Reino Unido se considera una cuestión de interés nacional. Su localización la decide el Secretario de Estado, previa consulta con la autoridad local correspondiente. Se crea una Comisión de Desarrollo para cada uno de los proyectos y ciando éstos han sido ejecutados, dicha comisión desaparece y transfiere su patrimonio a la Comisión sobre Nuevas Ciudades.

En 1946, a la luz de la nueva legislación, surge la primera “new town” que oficialmente se promueve: Stevenage, en el área de Londres. Entre 1946 y 1950 se promocionaron trece nuevas ciudades, a las que siguieron otras catorce entre 1961 y 1973. Desde 1946 hasta la fecha, se han creado en el Reino Unido un total de 28 nuevas ciudades de las cuales 21 lo han sido en Inglaterra, 5 en Escocia y 2 en Gales. Cuatro de ellas superan los 100.000 habitantes, otras doce se sitúan entre los 50.000 y los 100.000 y el resto no rebasan los 50.000. Aproximadamente la mitad de tales ciudades se encuentran en las cercanías de Londres y el resto se localizan en los entornos de Manchester, Birmingham, Liverpool y Glasgow.

En cada caso se crea una Corporación Pública cuyo objetivo es el desarrollo de las nuevas ciudades. Una vez designada el área, dicha corporación comienza a actuar y lo hace revestida de un considerable poder: es la que compra el suelo, la que diseña el plan director sobre la distribución del área residencial, comercial e industrial; la que construye la infraestructura básica -agua, luz, teléfono, carreteras, etc.-. La financiación de dicha Corporación es pública y sus fondos, sujetos a la aprobación del Parlamento, proceden del “National Loans Fund” que a su vez se nutre del presupuesto.

En 1981, las nuevas ciudades británicas totalizaban una población de más de dos millones de habitantes y se había creado alrededor de un millón de puestos de trabajo permanentes. Las viviendas de las primeras ciudades se construyeron con el objetivo de alquilarlas a unos precios que la Corporación de Desarrollo estimaba en función de los gastos necesarios para conservación de la vivienda, costes financieros, etc., de forma que, normalmente, han resultado más elevados que los que se pagan en el centro de las ciudades antiguas, lo cual ha sido un desincentivo para atraer residentes a las nuevas ciudades: Esta política de alquiler se ha ido variando en los sucesivos proyectos dando más importancia a la vivienda en propiedad.

Tampoco se ha conseguido en ninguna de las “new towns” británicas la idea de ciudad integral. En todos los casos, más de la mitad de la población continúa trabajando fuera de la ciudad de referencia, si bien la tasa de población que vive y trabaja en las “new towns”, es bastante superior a la del resto de las ciudades de dimensiones similares.

2.3. La planificación de nuevas ciudades en Francia.

El interés oficial por las nuevas ciudades en Francia arranca del Plan de ordenación de París de 1965, denominado “Schéma Directeur d´Amenegement et d´U rbanisme de la Región de Paris”, el cual preveía la creación de ocho nuevas ciudades en dos ejes paralelos al sudeste y nordeste de la periferia de París. Dos de los proyectos de construcción de estas ciudades fueron abandonados por la fuerte oposición de las autoridades locales y otro refundió en una sola ciudad a dos de las originalmente previstas. En síntesis, el plan se materializó en la construcción de cinco ciudades nuevas.

El problema de nuevas ciudades en Francia debe inscribirse en el contexto de la planificación indicativa iniciada y dirigida por Jean Monnet en 1946. Tras 24 años de experiencia planificadora y con una buena respuesta tanto de la inversión pública como privada, en el marco del Sexto Plan de Desarrollo (1970-75), se introdujo un programa de planificación urbana de nuevas ciudades, con el objeto de descongestionar las grandes urbes, reestructurar los suburbios, reducir los costes de desplazamientos entre la vivienda y el trabajo, y como laboratorio experimental de planificación urbana.

Al inicio de la década de los años ochenta, contaban con una población de unos 800.000 habitantes y se habían creado más de 200.000 puestos de trabajo. Cuando estén enteramente en funcionamiento se estima que acogerán a una población próxima a los tres millones de personas, pues en el caso francés, a diferencia del británico, estas ciudades se han planificado con un centro muy amplio y con un gran volumen de edificación de altura; de ahí que la población prevista sea muy numerosa en todos los casos: 140.000 habitantes en Vaundreuil, 500.000 en Evry y Berre y entre 250.000 y 300.000 en las restantes.

La decisión de crear una nueva ciudad, así como la elección de su localización y los recursos financieros, dependen del gobierno central. En el plano administrativo, a diferencia también del Reino Unido, existe una considerable maraña de autoridades que tienen competencias sobre estas ciudades. Por ello, los conflictos entre la administración central y local son frecuentes, puesto que en el caso concreto de estas trece ciudades, ocupan terrenos correspondientes a 114 ayuntamientos.

La gestión y la financiación también difieren de las del Reino Unido. Mientras que en este último país son casi enteramente públicas, en Francia, en consonancia con al esencia de la planificación indicativa, son compartidas. La responsabilidad del diseño, su puesta en funcionamiento, la asunción de riesgos, etc., son públicas y se realizan a través de una agencia denominada “Etablissement Public d´Amenegement (EPA). La EPA compra el terreno, realiza los estudios correspondientes al plan general de la ciudad y construye la infraestructura técnica. Obtiene sus recursos de préstamos y ayudas de la administración central y de la venta de suelo en el mercado.

El papel del sector privado es esencial en la construcción de las nuevas ciudades francesas, si bien sus actuaciones están tuteladas por la Administración. La construcción de la infraestructura la realiza la EPA y ésta vende a la iniciativa privada los terrenos para que proceda a la construcción de viviendas, industrias y zonas comerciales. Las empresas privadas pueden acceder a financiación pública y privada. Una vez adquiridos los terrenos y planificada la ciudad, ésta se divide en sectores, tanto residenciales como industriales, que son vendidos a la iniciativa privada. Uno de los aciertos de las nuevas ciudades francesas ha sido el especial esfuerzo que se ha hecho en convertirlas en lugares generadores de muchos puestos de trabajo. Se ha intentado crear un abanico muy amplio de empleos, aunque el predominio corresponde al sector de los servicios, en particular al comercio y oficinas. Sin embargo, ni puede decirse que se hayan logrado ciudades autosuficientes, aunque aproximadamente la mitad de la población ocupada reside en la misma ciudad.

Estas ciudades han sido dotadas de una cantidad y calidad de servicios elevada, lo cual ha contribuido a que sean bastante atractivas para sus residentes. Se ha intentado que exista un gran equilibrio entre la zona residencial, industrial y comercial, así como unos buenos servicios que hagan atractivo vivir en ellas.

2.4. El proceso de urbanización español. Los intentos de creación de nuevas ciudades.

La realidad urbana actual se caracteriza por la rápida concentración de la población y de la actividad industrial y de servicios que tienen lugar a partir del inicio de la década de los sesenta. En menos de 30 años, la mayoría de las ciudades españolas han duplicado su extensión física con polígonos y barrios periféricos. Este rápido crecimiento ha producido graves problemas de congestión interior, de insuficiencia de servicios y de infraestructuras, de desorganización periférica, de deterioro ambiental y de segregación social.

Agobiados por esa necesidad inmediata de atender los movimientos migratorios, desde los años cincuenta hasta mediados de los setenta, las ciudades españolas han ido extendiéndose en barrios periféricos o bien han aumentado la población de los núcleos próximos que han pasado ha desempeñar la función de ciudades dormitorios. Contamos con suficientes ejemplos en Madrid tales como Alcorcón, Getafe, Móstoles, etc.

En España no se ha iniciado hasta 1970 ninguna experiencia piloto para crear una nueva ciudad debido a que se carecía de los recursos financieros suficientes y tampoco se contaba con la normativa adecuada a tal fin. El Plan General de Madrid de 1923, preveía la creación de ciudades satélites en torno a Madrid, en un radio de 8 Km. Una década más tarde, en 1932, se propugna para Madrid y Barcelona la creación de dos nuevas ciudades: la “Ciudad Verde del Jarama” (Madrid) y la “Ciutat de Repós i Vacances” (Barcelona), concebidas ambas como lugares de reposo y de salu pública. En el caso de Madrid, el entonces Ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto, decidió llevar a cabo el proyecto de la Ciudad del Jarama aprovechando unos terrenos propiedad del Patrimonio Nacional, que al final fracasó a consecuencia de la Guerra Civil.

Por su parte, el Plan Regional de Madrid de 1939, proponía mejorar las condiciones de habitabilidad de pueblos próximos a la capital y crear otros cuatro nuevos núcleos que serían localizados en las cuatro direcciones de los puntos cardinales.

Sin embargo, por una serie de razones, en particular por carencia de recursos suficientes, todos estos proyectos se fueron posponiendo hasta finales de los años sesenta.

CAPÍTULO 3:

LOCALIZACIÓN, PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN DE LA ACTUR.

EL PAPEL DEL SECTOR PÚBLICO

3.1. Las actuaciones urbanísticas urgentes (ACTUR)

En las décadas de los cincuenta y sesenta en Madrid se había visto desbordada en su crecimiento demográfico por el intenso proceso migratorio que tuvo lugar. Su crecimiento urbano era desordenado y la vivienda se había convertido en un bien escaso y muy caro. En estas condiciones, Vicente Mortes Alfonso que había sido nombrado ministro de la Vivienda en 1969, pretende atajar de alguna forma la escasez de suelo urbano y la creciente especulación a que se ve sometido el mismo, mediante el incremento de su oferta a la que no había hecho frente la Ley del Suelo de 1956.

Uno de los problemas que se encuentra el nuevo equipo es con la dificultad legal de crear suelo urbano con rapidez y en grandes cantidades. A tal fin, se promulga el Decreto-Ley 7/1970 de 27 de junio sobre Actuaciones Urbanísticas Urgentes (ACTUR) por el que se pretende hacer frente a tres objetivos:

a) Hacer frente a la demanda de viviendas en las grandes concentraciones urbanas..."y de manera especial en Madrid y Barcelona".

b) Introducir ciertas modificaciones en la Ley del Suelo para que se agilicen las expropiaciones de terreno.

c) Crear reserva de suelo para equipamientos colectivos y actividades colectivas.

Con este Decreto-Ley se abre la puerta a la creación de nuevas ciudades en España, siguiendo las ideas de Arturo Soria y de Bidagor e inspirándose en la experiencia británica.

La aprobación y delimitación de una ACTUR llevará aparejado la declaración de utilidad pública e interés social de la actuación y la necesidad de ocupación, a efectos de expropiación forzosa, de los bienes incluidos en el área delimitada. El proyecto de las Actures era tan ambicioso y tan desconectado de la realidad española, que la Administración no pudo hacer frente al cúmulo de problemas que se fueron planteado en relación con el planeamiento, la complejidad de las expropiaciones, su coste, etc. Vicente Mortes ni tuvo más remedio que dar un frenazo al tema de las ACTUR, para volver de nuevo a la política urbanística ortodoxa.

En virtud de la nueva legislación sobre Actuaciones Urgentes, fueron previstas ocho. De todas ellas, la única que se ha desarrollado de acuerdo con el concepto de "ciudad integral", ha sido Tres Cantos. Las restantes, o bien no se han desarrollados como ha ocurrido en el área de Barcelona donde la política de las ACTUR encontró un rechazo total ya que chocaba frontalmente con el Plan del Área Metropolitana que era continuador del Plan Director de 1968; bien han derivado en simples barrios, como ha ocurrido con Puente de Santiago, en Zaragoza; o bien, se ha alterado la idea original del proyecto, caso de la Cartuja de Sevilla que se ha reconvertido en un área para albergar la Exposición Universal de 1992.

Nombre

Provincia

Superficie (Has.)

Población

Tres Cantos

Madrid

1.690

144.000

Riera de Caldas

Barcelona

1.472

132.000

Sabadell - Terrasa

Barcelona

1.675

148.000

Martorell

Barcelona

1.861

165.000

Vilanova

Valencia

1.330

-

La Cartuja

Sevilla

887

78.000

Puente de Santiago

Zaragoza

665

94.500

Río de San Pedro

Cádiz

1.593

141.300

3.2. La ACTUR de Tres Cantos

3.2.1. Localización y delimitación de la ACTUR.

El artífice de la creación de Tres Cantos fue Antonio Linares Sánchez, quien en la idea de descongestionar Madrid, cuyo déficit en viviendas era muy elevado en el inicio de los años setenta, propuso la creación de nuevas ciudades que habrían de localizarse en lugares que reuniesen estas características: orografía suave y suelo consistente, para tratar de que la infraestructura no fuese muy cara; que estuviesen perfectamente comunicadas con Madrid -en particular por ferrocarril-; alejadas de pasillos aéreos pero relativamente próximas al aeropuerto de Barajas, etc. Para tratar de encontrar el área mas adecuada, el Ministerio de la Vivienda nombró una Comisión que señaló hasta 23 posibles localizaciones distintas que al final, valorando las diferentes opciones tomando como base variables tales como situación, superficie disponible, calidad de los terrenos, topografía, etc. redujeron a tres: Alcorcón, Torrejón de Ardoz y Colmenar. Finalmente quedaron descartadas Alcorcón, por la escasez de agua, dificultad para obtener suelo urbanizable y polución, y Torrejón por ser un área congestionada y por su proximidad a la base militar americana.

La elección definitiva recayó, por consiguiente, en Tres Cantos, que desde un principio había sido la ubicación defendida por Linares Sánchez. En realidad, en dicha elección, de la que se ha dicho que fue personalista y sin mucho fundamento, jugó un papel de primera magnitud el ser una zona no congestionada, de topografía adecuada, no contaminada, suelo rústico abundante y de escasas interferencias con otros núcleos de población tales como Madrid, Colmenar y Alcobendas-San Sebastián. Otros aspectos que también se valoraron fueron la existencia de cierta infraestructura básica como contar con una carretera comarcal (C-607 Madrid-Colmenar), que desde 1975 se convertiría en autovía, sin gran intensidad de tráfico a diferencia de las grandes nacionales radiales que parten de Madrid; el ferrocarril Madrid-Burgos; dos grandes líneas eléctricas de transporte de energía; cuatro brazos del Canal de Isabel II -el Atazar, Santillana, y canales Alto y Bajo del Lozoya- etc.

Por Decreto 1.321/71 del Ministerio de la Vivienda, 3 de junio, se aprueba la delimitación del Área de Actuación Urbanística Tres Cantos que abarcaba una superficie de 1.691 Has en los términos municipales de Colmenar Viejo (1.381 Has.) y de Madrid (310 Has). Está situada a ambos márgenes de la carretera comarcal C-607 Madrid-Colmenar y de la línea férrea Madrid-Burgos, al sur del municipio de Colmenar Viejo y a una distancia de 17 Kms. de Madrid (Plaza de Castilla). La situación geográfica puede calificarse de privilegiada, tanto por su proximidad a la ciudad de Madrid como por su entorno natural: los montes de El Pardo y de Viñuelas, y la Cuenca del Manzanares, áreas naturales protegidas, que la bordean por el sur y el Oeste y que actúan como cinturones protectores

No se entiende bien la razón por la cual la ACTUR de Tres Cantos incluyó una parte del Monte de Viñuelas que pertenecía al municipio de Madrid cuando, en realidad, nunca se pensó en urbanizarla; este proceder únicamente encuentra su justificación en el celo de la Administración Central de no dejar las competencias en manos de un solo municipio -en este caso el de Colmenar-, por lo que, al incluir también una parte del de Madrid, dichas competencias podía asumirlas directamente el INV.

3.2.2. La expropiación del suelo.

El proyecto de expropiación de suelo de la ACTUR de Tres Cantos fue aprobado por una Orden del Ministerio de la Vivienda el 29 de Noviembre de 1971 y se le encarga tal cometido a la Gerencia de Urbanismo. La expropiación de las tierras de la ACTUR, es uno de los aspectos más desconocidos de los relacionados con Tres Cantos; duraron varios años ya que hubo un período de información pública y se produjeron reclamaciones que dieron lugar a litigios judiciales.

Cuando se declara la expropiación forzosa de la ACTUR, en Colmenar se produce una cierta alarma social puesto que se iban a ver afectadas las mejores tierras agrícolas del municipio y donde algunos propietarios tenían buena parte de su patrimonio. Teniendo en cuenta el precio medio y que la expropiación afectó en

números redondos a unas 1.300 Has de tierras privadas, el valor total del suelo expropiado ascendió, en términos aproximados, a unos 300 millones de pesetas.

Sin embargo, el Ministerio de la Vivienda tiene consignado un coste total de expropiación de la ACTUR por valor de 1.000 millones de ptas, lo que arroja una diferencia a todas luces excesiva.

La razón que puede explicar dicha diferencia radica, probablemente, en la especulación que se desencadenó como consecuencia de la reconversión de suelo rústico en urbano -justamente lo que pretendía evitar el decreto de la creación de las ACTUR-. Algunos inversores, que por lo visto habían contado con información privilegiada, se adelantaron a la Administración y compraron tierras a los agricultores.

Simultáneamente con el proceso de expropiación -que debido a los recursos habidos duró hasta aproximadamente 1984-, se comenzó a diseñar la Actuación. Linares Sánchez realizó una serie de reuniones con equipos multidisciplinarios con vistas a poner en marcha el proyecto de la primera nueva ciudad de España: Tres Cantos. En tales reuniones se estudiaron los ejemplos comparados, sobre todo el británico, para tener claros que aspectos básicos deberían tenerse en cuenta para diseñar la nueva Ciudad.  

3.3. TRES S.A. (TCSA). Su función en la dirección y gestión de la ACTUR.

3.3.1. Creación y evolución de TCSA.

El proyecto de Tres Cantos como planeamiento urbano, se inspira en la experiencia inglesa de las "new towns" y también, aunque en menor medida, en la francesa de las "nouvelles villes", de la que procede propiamente el concepto de ACTUR como producto de la planificación indicativa que España copia casi textualmente de Francia. Algo similar sucede con la gestión: por una parte, se tiene en cuenta la simplificación administrativa de las "Publics Corporations" británicas y, por

otro, se toma el ejemplo francés de la "Etablissement Public d'Amenegement" (EPA), que permite el juego de la iniciativa pública y privada en el desarrollo del proyecto.

De todas formas, la administración española sí parece que trató de evitar de la experiencia francesa la excesiva burocracia que se había generado y, sobre todo, el conflicto de competencias que frecuentemente se daba entre el poder central y el local.

De esta forma se gesta la creación de una empresa pública (Tres Cantos S.A. -TCSA-), a la que se le iba a encargar la dirección y gestión de la ACTUR. Vista desde la perspectiva actual, la creación de TCSA, fue un gran acierto, ya que se intentó dar un tratamiento empresarial a una promoción pública.

En base a estos antecedentes, se crea la empresa Tres Cantos S.A. (TCSA), entidad que, si bien se dota de estatuto de empresa pública, se pretende que sea gestionada siguiendo los criterios de eficiencia empresarial. Formalmente, TCSA se constituye el 21 de mayo de 1976 con un capital social de 500 millones de pesetas, dividido en acciones de 10.000 pesetas y en el que participan inicialmente los siguientes organismos: Instituto Nacional de Urbanización (INUR), con el 57,6%; Diputación Provincial de Madrid, 22,4% y Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, con el 20%. Dicho capital y su distribución por accionistas, permanecería inalterable hasta 1978. En 1979 y 1980 se producen las principales ampliaciones de capital que ha conocido la empresa: pasa de los 500 millones iniciales a 1.600 en 1979 y a 2.250 en 1980. A partir de 1987, el capital social de TCSA ya es totalmente público y se reparte así: Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA), el 84,4% y la Comunidad Autónoma de Madrid el 15,6% restante.

Por su parte, los Estatutos de TCSA establecen que esta empresa tendrá como objetivos la adquisición y enajenación de terrenos, las actuaciones relacionadas con la infraestructura, la urbanización de la ACTUR, realización de estudios y proyectos etc. En el contexto de ese marco y para cada ejercicio económico, la empresa fija los objetivos específicos que desea alcanzar, como por ejemplo realizar tales o cuales obras de infraestructura; vender tantos metros cuadrados de terreno; urbanizar una zona determinada, etc.

Desde el punto de vista económico, TCSA no persigue propiamente el beneficio, aunque sí aspira, como es lógico, a la autofinanciación. Los recursos que obtiene TCSA y que son los que permiten financiar las actividades que desarrolla, proceden, básicamente, de la venta de terrenos para la construcción de viviendas y de industrias. Esta es la fuente principal y la que genera la casi totalidad del sus ingresos; las restantes actividades que le proporcionan algunos recursos, como por ejemplo la producción propia, prestación de servicios diversos, los ingresos financieros etc., tienen escasa importancia.

En general, puede decirse que TCSA ha tenido una actividad ascendente desde 1985 hasta 1990 y decreciente desde entonces, lo que obedece tanto al comportamiento del ciclo económico como al progresivo agotamiento de los objetivos para los que fue creada. Los recursos que obtiene TCSA por la venta de suelo los aplica, en su mayoría, a tres tipos de actividades: inversiones en infraestructura, inversiones en equipamientos sociales y gastos en conservación y mantenimiento de la ACTUR. TCSA ha construido y puesto al servicio de la Tres Cantos la infraestructura primaria de la ACTUR, los servicios y los equipamientos colectivos -sanitario, escolar, deportivo y asistencial- y además se ha hecho cargo del mantenimiento y conservación de la Ciudad . La titularidad de los equipamientos se distribuye entre la Comunidad de Madrid (Parque de Bomberos, escuelas infantiles, Estación de Ferrocarril, etc) y el Ayuntamiento (instalaciones deportivas, centros de EGB y de BUB etc.)

3.3.2. Las otras actividades de TCSA.

Paralelamente a su actividad de gestión de la ACTUR, desde el seno de TCSA se impulsó otro proyecto empresarial. Se trata de la empresa "Areas de Promoción Empresarial con Gestión Industrial Organizativa S.A. (ARPEGIO S.A.).

ARPEGIO es una empresa hija de TCSA y promocionada directamente por Ramón Romo de la que fue presidente simultáneamente que de TCSA (entre 1984 y 1989). Inicialmente ARPEGIO se constituyó con participaciones a partes iguales entre TCSA, Cámara de Comercio e Industria de Madrid y el Instituto de la Pequeña y

Mediana Empresa (IMPI). Esta empresa tiene por objeto la promoción industrial y el arrendamiento de instalaciones a las empresas que deseen desarrollar un proyecto industrial, además pone a su servicio la infraestructura de servicios necesaria para ello.

En las promociones desarrolladas, por lo menos al inicio, ARPEGIO fue comprando terrenos y pagándolos con acciones de la propia empresa. Las ventas posteriores de dichos terrenos ya urbanizados, han generado considerables beneficios: con las ventas de la primera fase de las Rozas, Polígono de las Monjas y Torres de Alameda, se generaron unos beneficios de unos 4.500 millones de pesetas que permitieron adquirir el Arroyo el Culebro. Pero a partir de la salida de Romo de la presidencia de ARPEGIO, dicha empresa ha ido incrementado mucho su plantilla y sus costes, lo cual ha desembocado en una etapa económica difícil que requiere los apoyos financieros de TCSA.

Es evidente que, desde 1990, la política seguida por la Comunidad de Madrid ha consistido en desviar recursos de TCSA hacia ARPEGIO. La razón que parece explicar estas transferencias de recursos, radica en que la Comunidad de Madrid entiende que Tres Cantos debe ser solidario con el resto de la Comunidad y deben desviarse fondos de TCSA a otras zonas, en contrapartida a determinadas inversiones efectuadas en la ACTUR cuyos recursos no se han generado en ella. De esta forma, la Comunidad de Madrid, ha podido recuperar la casi totalidad del capital social aportado a TCSA. TCSA ha tenido capacidad financiera suficiente para generar los recursos necesarios para atender las inversiones y gastos de mantenimiento de la Ciudad e incluso también para transferir una parte a ARPEGIO.

Naturalmente TCSA se ha aprovechado de haber adquirido un terreno rústico relativamente barato que, tras efectuar importantes obras de infraestructura, se ha podido vender como suelo urbano a buen precio y reinvertir los excedentes en la ACTUR. Es decir, el desarrollo normal de la actividad de TCSA ha permitido ir generando el suficiente volumen de recursos para hacer frente a los gastos corrientes y de inversión requeridos por la Ciudad.

3.3.3. Conclusión sobre TCSA.

Dirigir y gestionar una ACTUR y consiguientemente una ciudad, como lo ha venido haciendo TCSA, constituye una experiencia insólita en España. En concordancia con su objeto social, TCSA ha ejercido, simultáneamente, funciones propias de un Ayuntamiento y de una empresa privada: ha comercializado terrenos, ha realizado obras de infraestructura, ha construido el equipamiento social -educativo, sanitario, deportivo, etc- y en general, también ha atendido la conservación y mantenimiento de los servicios de la Ciudad. La propia TCSA reconoce la existencia de un vacío institucional en la creación de Tres Cantos que es el que realmente impedía su funcionamiento como ciudad. Esta deficiencia trató de subsanarse cargando la responsabilidad sobre el Ayuntamiento de Colmenar, cuando desde el principio se le había excluído de cualquier toma de decisiones sobre el proyecto de Tres Cantos.

Ramón Romo se hizo cargo de la presidencia de TCSA en julio de 1984. Una de sus primeras tareas fue la de encargar un trabajo técnico para enterarse de la situación económica real en la que se encontraba la empresa. Los resultados del estudio no podían ser más desalentadores. En 1984, TCSA estaba quebrada y la ciudad llevaba dos años semi-paralizada: se habían construido unas 4.000 viviendas que estaban ocupadas en un 50%, se había vendido en torno a un tercio del suelo industrial del Polígono y sólo se habían instalado en él 17 empresas industriales. Cuatro años después, el número de viviendas finalizadas superaba las 5.000 con un grado de ocupación del 80%, se había vendido todo el suelo del Polígono Industrial y ya contaba con 56 empresas; la ATT se estaba construyendo en la zona Oeste de la autovía Madrid Colmenar y el Parque Tecnológico también entraba en funcionamiento. La situación económica de TCSA era muy boyante: a finales de 1989, las previsiones de superávit, una vez finalizada la ciudad, se estimaban en unos 7.000 millones de pesetas, y gozaba de una situación financiera que nunca había tenido ni volverá a conocer.

El tandem Mangada-Romo funcionó perfectamente: el primero, desde su puesto de Consejero, planificando el urbanismo; el segundo, desde TCSA, gestionando la ACTUR. Durante este período TCSA se convirtió no sólo en la mejor y en la más

dinámica de todas las empresas públicas de la Comunidad de Madrid, sino que era la única empresa pública que realmente funcionaba bien.

La gestión de TCSA también ha tenido un lado oscuro. Los dirigentes de TCSA, incluído el propio Romo, han cometido grandes errores en algunas de las inversiones realizadas por la empresa. Se ha gastado a placer y sin muchos miramientos: algunas vías públicas se han hecho y deshecho varias veces por razones poco comprensibles; se ha desforestado, sin contemplación, el Parque Central cuyo coste de conservación era muy bajo para realizar en su lugar un proyecto faraónico en inversiones y caro de mantener.

3.3.4. El futuro de TCSA: La empresa mixta Comunidad - Ayuntamiento.

Desde la constitución de Tres Cantos como municipio independiente, el PP local ha venido denunciando, con insistencia, la falta de autonomía municipal que, en opinión de este partido político, seguía desempeñando, parcialmente, TCSA. Desde mediados de 1992, han existido contactos entre el gobierno municipal y TCSA -a través de la Comunidad de Madrid- con la finalidad de negociar la finalización de los equipamientos previstos en el convenio de 1989 así como el futuro de la propia empresa; los resultados de dichas negociaciones, a pesar de haberse mantenido en secreto, no han dado resultados positivos. El gobierno municipal negoció y firmó un nuevo convenio entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid que ha sido duramente criticado por la oposición.

3.4. El planteamiento urbano

3.4.1. El primer proyecto planeamiento de la ACTUR.

Tres Cantos es un proyecto gestado en los años del desarrollismo, cuando se presumía que el crecimiento de la población de Madrid continuaría con el ritmo ascendente de las dos últimas décadas. Fue planificada para hacer de ella una ciudad autosuficiente y equilibrada en la que se pudiese vivir, trabajar, y disfrutar de una calidad de vida superior a la que normalmente ofrece una ciudad de esas dimensiones o la que tienen del área metropolitana de Madrid.

Los planes parciales se dividieron, en sectores cuya capacidad en viviendas, en el caso de los residenciales, oscilaba entre 600 a 800 cada uno. Los sectores se concibieron como una especie de núcleos separados por vías de comunicación de desigual intensidad dependiendo de su localización. En el interior de los sectores residenciales, el acceso de los vehículos está bastante restringido y normalmente substituido por zonas peatonales. A su vez cada sector, llevaba anejo una serie de equipamientos sociales -dotaciones escolares, deportivas, recreativas, comerciales, etc- que también varía de unos a otros.

La zona residencial fue prevista para construir 36.454 viviendas, capaces de albergar una población de unos 150.000 habitantes; en la industrial y terciaria, se previó un potencial de empleo estimado en 40.000 puestos de trabajo. El equipamiento proyectado era muy completo y de muy alta calidad; entre las dotaciones, destacaban a título de ejemplo: 7 centros de BUP, 29 de EGB, 66 guarderías infantiles, 3 hospitales, 3 estafetas de correos, 6 polideportivos, 14 iglesias, etc. Y para que no faltase nada, también se previó una innovación absolutamente revolucionaria: la recogida y reciclado de basuras automatizada que irían directamente desde el domicilio a un depósito común y que sería realizada por la empresa hispano-sueca "CENTRALSUG S.A.".

3.4.2. La remodelación Urbanística: El Plan de 1986.

La crisis económica que se había desencadenado a mediados de los años setenta y que cada vez se hacía más dura, lleva a la paralización de Madrid como polo de atracción de población. A la altura de 1982, Tres Cantos era un proyecto prácticamente muerto en el que ya se había producido un fracaso estrepitoso en las cooperativas de viviendas y la demanda de terreno industrial era prácticamente inexistente.

En las directrices para la revisión del Plan de Madrid de 1983, también se insiste en que la dimensión prevista para Tres Cantos debe reducirse -sobre todo en su zona Oeste- por su incidencia negativa en el Monte del Pardo. Se decide apostar por el futuro habida cuenta de la inversión realizada, pero reconduciendo la situación. Para

entonces, el Ayuntamiento de Colmenar había iniciado el estudio de remodelación de su Plan General en el que se contemplaba la ACTUR de Tres Cantos en el denominado "Planeamiento de Reforma Interior de Tres Cantos" (PERI). Paralelamente, en julio de 1983, TCSA convocó un concurso público con el objeto de revisar el planeamiento de la ACTUR y modificar los criterios de su futuro desarrollo que daría lugar al Plan Parcial aprobado el 30 de enero de 1986.

Entre la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y TCSA, se produjeron negociaciones, para acomodar la situación a las exigencias de Tres Cantos.

En síntesis, el nuevo Plan constituye un rediseño de todo el planeamiento anterior situando la zona residencial en su totalidad, en los antiguos planes parciales situados al Este de la autovía. Como en el plan anterior, la ciudad, se continua cerrando por el Este por el anillo que forma la zona industrial. En frase del que durante muchos años fuera arquitecto de TCSA y artífice del diseño y seguimiento de la mayor parte de su infraestructura, Luis Mosquera, Tres Cantos es una "ciudad lineal circular".

A pesar de las reducciones en dotaciones de infraestructura, Tres Cantos puede parangonarse no ya sólo con cualquier ciudad española sino con cualquiera de las europeas.

CAPÍTULO 4:

EL PAPEL DE LA ECONOMÍA MIXTA: VIVIENDA E INDUSTRIA

En la edificación de viviendas en Tres Cantos se distinguen dos periodos: el primero abarca desde 1979 a 1985 y se realiza a través de cooperativas; el segundo, transcurre desde 1986 en adelante y se caracteriza por ser un modelo mixto; inmobiliarias y cooperativas.

4.1. La construcción de la zona residencial

4.1.1. ¿Inmobiliarias o cooperativas?

Una vez aprobada la ACTUR, el tiempo transcurrió sin que arrancase definitivamente el proyecto. Era evidente que se pensaba contar con la iniciativa privada, ya que en España estaba en plena esfervescencia el modelo francés de planificación indicativa cuya esencia era combinar las inversiones públicas con las privadas, confiando a estas últimas la mayor parte de las mismas. Ello no excluía el concurso de las cooperativas, máxime, en este caso, en el que la idea de crear la ACTUR había partido en la Unión Territorial de Cooperativas de Madrid (UTECO-Madrid).

No era este el parecer del Ministro de Vivienda, Francisco Lozano, que tenía escasa confianza en la capacidad de UTECO para sacar adelante el proyecto. Por ello, el INUR convocó un concurso-subasta pata la adjudicación de terrenos por parte de TCSA en el sector 1A, cuyas condiciones hacían imposible la concurrencia al mismo tiempo de las cooperativas.

La Unión Nacional de Cooperativas elevó sus quejas al Presidente del Gobierno e inició un recurso administrativo contra la convocatoria por considerarlo altamente discriminatorio para sus intereses. Argumentaba a su favor el que desde largo tiempo atrás venía concurriendo a todas las promociones públicas de viviendas. La situación cambió mas por efecto de la crisis económica que por sus quejas.

Dada la falta de interés de las empresas inmobiliarias, la Administración optó porque la edificación de viviendas fuese realizada a través de cooperativas. A este cambio de posturas contribuyó el que en el nuevo gobierno formado por el Presidente Suárez fuese nombrado Ministro de Obras Públicas y Urbanismo Joaquín Garrigues Walker, que encargó al Subsecretario Eduardo Merigó que se iniciasen contactos con UTECO a través de TCSA. Como resultado se creó una comisión mixta (TCSA y UTECO) para estudiar la posibilidad de adjudicar directamente terrenos a la citada Unión.

El 19 de enero de 1978 se firmó el primer Convenio-Marco entre el INUR, TCSA y UTECO-Madrid, que es el que sienta las bases para comenzar la adjudicación de terrenos a las cooperativas. El 19 de julio de 1978 se firmó un Segundo Convenio, referido a cinco de los seis sectores (1,2,3,4 y 6) del Plan Parcial 2D (Segunda Fase de Tres Cantos), con igual título y contenido que el anterior. Dado que no existe ninguna diferencia entre ambos Convenios nos referiremos simplemente al Convenio-Marco.

El Ayuntamiento de Colmenar aprobó las primeras licencias de construcción de viviendas en abril de 1980. Entre 1980 y 1983 se habían construido o estaban en proceso de construcción unas 4.000 viviendas.

4.1.2. El Convenio-Marco tripartito. Las cooperativas de la primera generación (1979-85).

La base primera del mismo señala a la Unión Territorial de Cooperativas de Madrid como parte interesada a la que se le concede el monopolio de adjudicación de terrenos en nombre de las cooperativas. En realidad, la UTECO, como cooperativa de cooperativas de viviendas, era el único ente cooperativo que contaba con fuerza suficiente para ser considerado como interlocutor válido ante otro cualquier organismo.

Tras la firma del Convenio, se le ofrecía a la Unión Provincial de Cooperativas de Madrid la oportunidad de participar. La UTECO , aparte de movilizar a sus propias cooperativas, hizo una campaña para que se formaran otras nuevas y con todas ellas constituyó, dentro de la Unión Provincial de Madrid, y bajo su control, una sección especial que funcionaba de forma legalmente autónoma y que se conoce como Núcleo Integrado Cooperativo de Tres Cantos (NIC. Tres Cantos).

El referido Convenio otorgaba a la UTECO la función de intermediación entre CTCSA y las cooperativas de base para la adjudicación de terrenos de la ACTUR, lo cual le permitía un control prácticamente total sobre las mismas, por lo menos en sus inicios.

La adjudicación de terrenos por parte de TCSA a las cooperativas se hacía por sectores enteros de los mencionados planes parciales que se habían concedido a UTECO con el fin de garantizar la construcción de 600 a 800 viviendas en cada uno de ellos. Como normalmente muy pocas cooperativas contaban con capacidad suficiente para hacerse cargo de un sector entero, ello obligaba a asignar un sector a más de una cooperativa. Pero para esto previamente tenían que ponerse de acuerdo las cooperativas de un sector para dividir éste en parcelas procediendo a formalizar entre ellas una especie de contrato que tomaba el nombre de Concierto Intercooperativo. No se limitaba al reparto de las parcelas para la construcción, sino que, además. Fijaba las reglas de funcionamiento que afectaban a los aspectos comunes, entre los cuales estaba la urbanización del sector. Cada uno de los sectores venía obligado a nombrar un presidente que era el que se relacionaba con UTECO, con TCSA y con los demás presidentes de sector. Varios de ellos fueron muy fieles a la UTECO y algunos llegaron a desempeñar cargos relevantes en la misma y a participar activamente en sus programas.

La base Séptima del Convenio fijaba el valor total de enajenación por parte de TCSA, de cada uno de los sectores y las condiciones de pago. Era las siguiente: 10% del precio total antes de la firma de la adjudicación definitiva; el 20% en el actor de la firma de la adjudicación definitiva y el 70% restante, en un plazo máximo de ocho semestres contados desde la firma de dicha adjudicación definitiva. Se pretendía, además de asegurar la realización del proyecto, evitar que se desencadenara un proceso de especulación del suelo ya que se establecían plazos precisos para la edificación y se prohibía la venta del terreno. De todas formas, por lo menos a corto plazo, el temor a la especulación estaba descartado puesto que el elevado coste del terreno nadie estaba dispuesto a pagarlo en el mercado.

4.1.3. El fracaso de la experiencia cooperativa en la etapa UTECO.

El cooperativismo es un tipo de asociación voluntaria que nace como respuesta al sistema capitalista que surge de la Revolución Industrial. En sus inicios, puede afirmarse que la empresa capitalista es a la burguesía, como el cooperativismo es al proletariado.

Los trabajadores comprendieron que, para cambiar el orden social, era necesaria su organización en asociaciones, entre las cuales estaban las cooperativas. Las primeras experiencias que tuvieron éxito se dieron en Francia y el Reino Unido. La primera cooperativa se formó en París en 1834 y estuvo formada por cuatro obreros que se unieron para producir bisutería. Así, pues, las primeras asociaciones cooperativas se dieron en el trabajo asociado y en el consumo. De estas actividades se extendieron a muchas otras y por todos los rincones del mundo.

Las cooperativas son asociaciones sociales que conjugan la libre asociación de personas y la organización y gestionan empresas. No son asociaciones empresariales de tipo capitalista cuyo objeto sea la persecución de lucro, pero tampoco son instituciones benéficas o altruista.

En España las únicas cooperativas de viviendas que han adquirido cierto relieve son las de construcción. Su finalidad es la de posibilitar el acceso a la propiedad de la vivienda a personas que, en principio, cuentan con recursos limitados para adquirirlas en el mercado libre.

En Tres Cantos con muy pocas las cooperativas de la primera generación que no tuvieron problemas importantes. Las restantes, en unos casos, desaparecieron antes de poder empezar a construir; en otros, dejaron una parte de las viviendas sin edificar, redujeron alturas, bajaron calidades. Los casos más lamentables fueron las que comenzaron a edificar y después quebraron. Las cooperativas de primera generación se vieron sometidas a múltiples problemas derivados de la crisis económica, del funcionamiento de sus propias gestoras y juntas rectoras; de las relaciones con las empresas constructoras, con los organismos públicos, etc. La idea de UTECO de convertir Tres Cantos en la mayor experiencia cooperativa de España, se convirtió en un importante fracaso.

La situación se iba deteriorando a medida que el tiempo transcurría, lo cual explica el considerable descalabro cooperativo. Tampoco tuvo mayor fortuna la promoción pública que intentó llevarse a cabo en el sector Escultores en el que es

patente el fracaso generalizado del Ministerio de Cultura y el retraso en el inicio de las obras del Instituto de Promoción Pública de la Vivienda (IPPV).

En 1985 el número de propietarios cooperativistas era menor en una cuarta parte al de viviendas construías. Las viviendas sobrantes se comenzaron vendiendo a precios más baratos que los que les había resultado a los cooperativistas. Como la mayoría de las cooperativas no podían pagar las deudas contraídas con las entidades financieras y con las constructoras, se vieron obligadas a dejar parcelas son construir, reducir calidades ya ceder a los acreedores viviendas y locales sobrantes.

Entre 1984 y 1986, Tres Cantos se convirtió en una Ciudad de saldo. Afortunadamente a partir de 1986, la situación económica fue mejorando y se pudo comenzar a vender, incluso a buen precio. Había llegado el momento de los intermediarios, quienes en poco tiempo y con poco riesgo, amasaron cuantiosas fortunas.

4.1.4. Crisis y conflicto en las cooperativas de la primera generación.

A las cooperativas les salieron demasiados intermediarios, comenzando con la propia UTECO, cuya función ha sido descalificada por la mayoría de las mismas. Trató de vender una ciudad ideal sin percatarse de sus problemas. Sirviéndose del monopolio que le otorgaba en Convenio con TCSA, pretendió cobrar unos servicios que, por su nivel de prestación, se consideraba a todos luces injustificados. La presentación de Tres Cantos que hacía la UTECO-Madrid esa absolutamente triunfalista y muy alejada de la realidad. La relación entre las cooperativas y el NIC-Tres Cantos comenzó a deteriorarse ya prácticamente desde los inicios. La única cooperativa que no firmó ningún contrato con UTECO ni pagó cuota alguna a la misma, fue Prococantos. La deuda que UTECO reclamaba a la citada cooperativa ascendía a algo más de 5 millones de pesetas.

En 1981, eran tres las cooperativas que habían dejado de pagar sus cuotas a UTECO. La situación de impagos y de crítica ante la gestión de la UTECO se fue degradando hasta tal extremo que la propia Unión se vio obligada a aclarar su relación con las cooperativas y la representatividad de los diversos órganos construidos en el seno de aquella. En 1983, el balance económico del NIC arrojaba un déficit de casi 29 millones de pesetas y superaba los 32 un año después. La situación económica se va

haciendo tan difícil que la UTECO recurre a pedir préstamos a algunas cooperativas y a tratar por todos los medios de cobrar a las morosas, cosa que al parecer no consigue.

Las promotoras, con independencia de la cara legal que presentaran, eran, en muchos casos, empresas inmobiliarias que se servían de la fórmula cooperativa para captar socios y recursos para construir viviendas a cambio de lo cual cobraban por sus servicios una cantidad bastante considerable. En el caso de Tres Cantos, a pesar de que UTECO teóricamente prestaba tales servicios, casi todas las cooperativas tuvieron promotoras que cobraban entre el 4 y 10% de la inversión total. Habitualmente se producía un “entendimiento” entre la promotora-gestora y la empresa constructora para captar las comisiones correspondientes.

Las cooperativas adolecían de una gestión eficaz que se debía a la falta de experiencia de sus juntas rectoras. Lo cierto era que los planes financieros, por lo común, infravaloraban el coste real de la vivienda, las más de las veces, como una estrategia para atraer socios y también como consecuencia de una fuerte crisis económica y elevada inflación. El resultado fue que los socios tenían que soportar incrementos de cuotas cada vez mayores o bien abandonar las cooperativas arriesgándose a perder una parte o la totalidad de las aportaciones realizadas.

Varias cooperativas fracasaron antes de iniciar la construcción. Esto permitió a sus socios recuperar parte de sus aportaciones gracias a la reversión de los terrenos a TCSA; y, sobre todo, no continuar haciendo aportaciones irrecuperables. La mayoría de las cooperativas obtuvieron sus préstamos hipotecarios a través de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Dicha caja, que también era socio capitalista de TCSA, se convirtió en la verdadera propietaria de las viviendas de la Ciudad y , sobre todo, de los ahorros de los cooperativistas.

Existió una falta de entendimiento entre la UTECO y TCSA, y entre ambas y el Ayuntamiento de Colmenar. Unos de los presidentes de TCSA llegó a calificar entre sus colaboradores, al Convenio-Marco firmado con UTECO como el “abrazo de la muerte”. UTECO, por boca de Vázquez Fraile, tampoco se ahorraban calificativos respecto a TECSA: “Debido a una serie de causas muy diversas, en Tres Cantos se ha incurrido en varios tipos de errores: de planteamiento, estructurales, financieros, políticos... que revelan una incompetencia manifiesta, inmadurez profesional, infantilismo político sectarismo...”

El Ayuntamiento de Colmenar se vio totalmente desbordado por la ACTUR de Tres Cantos que se le había impuesto sin su consentimiento. Quiso tomar todo tipo de precauciones para que no repercutiesen sobre el presupuesto municipal las carencias que pudieran derivarse de las previsiones no cumplidas o de las obras mal hechas.

4.1.5 Ensayo de un modelo mixto: Iniciativa privada y pública. Las cooperativas de segunda generación (1986 en adelante).

En el segundo periodo ya no se vuelve a hablar de UTECO en la ciudad. El objetivo de TCSA entre 1985 y 1987 se centró en la zona industrial y en el saneamiento de las cooperativas, tratando de que vendiesen las viviendas sobrantes. Durante esos tres años se vendió porco terreno para viviendas, salvo el de aquellas parcelas de los sectores asignados a UTECO, que estaban aún sin construir.

A finales de 1986 se percibe una cierta recuperación económica y en 1988 se produce un nuevo “boom” inmobiliario. Las viviendas construidas y pendientes de venta fueron absorbidas sin dificultad por el mercado, a un precio que duplicó o triplicó el que existía unos pocos años antes. TCSA comenzó a vender suelo de forma importante y lo hacía a quien se lo comprase, comenzando por las inmobiliarias, que ya sí se interesaban en la Ciudad, puesto que se iba consolidando la zona industrial y el futuro se auguraba prometedor.

Las cooperativas aparecen de nuevo en 1989. Son las de la segunda generación, su relación con TCSA es ya directa, sin ningún intermediario. Se caracteriza por una actuación mucho más profesionalizada y bastante similar a las inmobiliarias: hacen el proyecto, buscan a los cooperativistas y entregan la viviendas “llave en mano”. La brecha la abre la cooperativa ligada al sindicalismo UGT: Promoción Social de Viviendas Sociedad Cooperativa (PSV), que comenzó su experiencia en Tres Cantos y ha estado en el candelero por varios motivos: haber obtenido terrenos prácticamente regalados por TCSA, estar localizado en una de las mejores zonas de Tres Cantos -en el Parque Central-, no haber sido muy ortodoxa en el orden de asignación de las viviendas, no haber terminado las obras de urbanización, la mala calidad de la construcción, etc.

En compensación a los beneficios obtenido por la PSV, la cooperativa VITRA, ligada al sindicato Comisiones Obreras, también obtuvo, en similares condiciones, terrenos para edificar 542 viviendas unifamiliares adosadas cuya calidad de construcción es bastante superior a las de la PSV. En 1991, TCSA, siendo gerente de la

misma Francisco Esquivias, sacó a concurso varias parcelas para construir 336 viviendas, cutos terrenos fueron asignados a: PSV, Rosa Luxemburgo, Rio Lago, Soc.Cooperativa-42, Vista Nevada y VITRA. Este concurso fue objeto de duras críticas por el resto de las cooperativas que se presentaron y no resultaron beneficiadas. Acusaron a TCSA de arbitrariedad en las condiciones establecidas en el citado concurso, de forma que, se dijo, únicamente podrían cumplir los requisitos quienes conocieran de antemano el proyecto, por lo que se sopesó la posibilidad de denunciar dichas irregularidades ante la Liga Pro-Derechos Humanos.

Entre las cooperativas que resultaron adjudicatarias, estaban algunas conocidas (PSV, VITRA, Roza Luxemburgo), dos que se crearon en los entornos del Ayuntamiento (Cooperativa-42 y Vista Nevada) y una que, hasta esos momentos, no había tenido presencia en Tres Cantos -Rio Lago- y que ha resultado también conflictiva. Lo mismo que en periodo anterior, la presencia de la iniciativa privada ha sido mínima.

4.2. La zona industrial: un espacio de lujo

4.2.1. Delimitación y características: una ZUR no contaminada.

Tres Cantos es el símbolo de la nueva industria. Frente a las grandes concentraciones tradicionales, en Tres Cantos opera plenamente el nuevo concepto de industria, caracterizado por plantas de pequeña dimensión física, muy intensivas en capital, alta tecnología y elevada cualificación de la mano de obra.

En el proyecto original de Tres Cantos, la zona industrial era única y quedaba al Este de la Ciudad, cerrando los dos brazos de la primitiva “Y”. Esta área de sobrevivido a las modificaciones que ha experimentado el planteamiento urbano de Tres Cantos. Tiene una extensión de una 140 Has y se le va a denominar Polígono Industrial.

En las posteriores remodelaciones del proyecto de Tres Cantos, han surgido otras dos nuevas áreas industriales: la que ocupa la ATT con una superficie de 131 Has; y la asignada al parque Tecnológico de Madrid que tiene una extensión de 28 Has. En su conjunto, la zona industrial de Tres Cantos, es la más importante y moderna de las que existen en la Comunidad de Madrid. La zona industrial tuvo serias dificultades de despegue hasta que la ATT anunció su llegada. El suelo industrial se vendía de forma

muy lenta al precio de 3.600 pesetas metro cuadrado y con muchas facilidades de pago. Cuando, a partir de 1985, se inició la recuperación económica, la demanda de suelo se incrementó de forma considerable, de forma que, prácticamente, todo él se vendió en tres años.

Uno de los incentivos que se le concedió a la ACTUR fue la de incluirla como Zona de Urgente reindustrialización (ZUR), en virtud del Decreto 190/85, de 16 de enero. Las ZUR fueron previstas para áreas previamente industrializadas que se encontrasen en una situación difícil, derivada de la crisis económica y de la reconversión. Si ya era cuestionable incluir algún área de Madrid en los beneficios ZUR, evidentemente lo era mucho más en el caso de Tres Cantos, que nunca había sido una zona industrial y que, en esos momentos, apenas contaba con unas cuantas empresas de no excesiva importancia. La razón., en este caso, era otro: servir de revulsivo para atraer empresas y, sobre todo, para justificar legalmente los cuantiosos apoyos financieros que se le iban a conceder a la ATT.

La mayoría de los especialistas en Economía Industrial, admiten que los beneficios que se otorgaron a las ZUR eran muy limitados para incentivar un desarrollo industrial; no obstante, advierten, tales beneficios sí pueden contribuir a incrementar algo las inversiones y, sobre todo, a acelerar los proyectos ya previstos. En el caso de Tres Cantos, bastantes de las empresas que se han instalado no se han acogido a dichos beneficios, lo cual no ha sido óbice para que haya sido la zona que más éxito haya tenido en términos de peticiones de solicitudes de proyectos y de volumen de inversiones ya realizados.

Proyectos acogidos a la ZUR en Tres Cantos a 14 de febrero de 1987.

Empresa

Inversión

Empleo

ATT-España

34.000

639

Lob. Serono

730

24

Transpesal

131

50

CBF. S.A.

229

41

Frial S.A.

68

27

Láser Quanta

185

31

Clip S.A.

485

40

Tel. y Control

497

68

Vamein España

105

15

Nivea BDF S.A.

3.314

22

Nuzzi

94

15

Page Ibérica

1.328

54

Afer S.A.

272

30

Insitel S.A.

516

67

Allegarn S.A.

829

29

Fharmar S.A.

1.014

38

Maptel S.A.

935

74

Banco Datos 2001

264

49

Aries Complex

517

71

TOTAL

45.513

1.384

Las empresas que están funcionando se caracterizan por una considerable variedad de actividades. Prácticamente todos los sectores industriales tienen una importante presencia en Tres Cantos, diversidad que sin duda debe contribuir a su estabilidad a pesar de que varias de ellas ya hayan cerrado como consecuencia de la crisis desencadenada en 1992. Pero Tres Cantos no el sólo el símbolo de la nueva industria de alta tecnología. Además, por imperativo legal, debe ser una industria limpia. La normativa al respecto de la preservación del medio ambiente, es bastante estricta; en la práctica, no existe apenas ninguna garantía de su cumplimiento. Muchas de las actividades que desarrollan las empresas son absolutamente desconocidas por su nivel de sofisticación. El Ayuntamiento carece de los medios técnicos para su control y seguimiento adecuado; los problemas se intentas solucionar cuando y plantean y, naturalmente, se suele llegar tarde.

4.2.2. El Parque Tecnológico

Un parque tecnológico es un espacio delimitado, más bien reducido, en el que se produce una elevada concentración de capital y de inteligencia. Ha de estar revestido de un entorno ambiental adecuado, que haga posible la concentración de empresas y centros de investigación. El Parque Tecnológico de Madrid, en Tres Cantos, reúne como características más sobresalientes un entorno ambiental adecuado, proximidad de varias universidades y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La idea de crear un Parque Tecnológico en Madrid (PMT) surgió en 1982, con la entrada del PSOE en el gobierno de la nación. Esta idea fue posteriormente retomada por la Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Ordenación del Territorio, que por entonces regentaba Eduardo Mangada. Nuevamente es la ATT el elemento desencadenante: su instalación requería la dotación de una excelente red de telefonía, lo cual fue motivo para que Tres Cantos fuese el lugar idóneo para el enclave del Parque.

El PMT fue creado por sendos convenios firmados en 1985 y 1986, entre el Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE) y TCSA. En 1987 se constituyó la sociedad gestora Parque Tecnológico de Madrid S.A. El PMT cuenta con dos centros públicos singulares: en Centro de Empresas y el Centro de Encuentros. El primero es una incubadora de empresas y su finalidad es poner a disposición de las empresas que no dispongan de infraestructura y deseen desarrollar un proyecto innovador, un espacio en régimen de alquiler; cuenta con una serie de servicios: acceso a redes de datos, servicio de secretaría y otras dependencias. Por su parte, el Centro de Encuentros es un edificio de servicios comunes para el conjunto de las empresas del Parque y está dotado de salas de reuniones y de exposiciones, restaurante-cafetería, banco, agencia de viajes, etc.

El IMADE realiza la selección de las empresas que deseen instalarse. Tales empresas deben cumplir una serie de requisitos, entre otros, que realicen investigación, que posean una tecnología avanzada y que tengan una relativa solidez económica.

4.2.3. El Polígono Industrial.

El área denominada como Polígono es en la que se ubican la mayor parte de las empresas. Es la primera que comenzó a funcionar y la más extensa de las tres. En sus inicios, dada la situación de crisis económica, TCSA no fue muy selectiva en las empresas que decidían instalarse y algunas de las que lo lograron, tal vez no lo hubieran

conseguido en otras circunstancias. Con el paso del tiempo, las cosas fueron cambiando, pero el terreno ya estaba prácticamente vendido.

El tejido industrial del Polígono es muy variado, tanto en dimensión de las empresas como en las actividades que desarrollan. Por lo que respecta al tamaño, si bien la mayoría de las empresas pueden clasificarse como pequeñas y medianas, existen unas cuantas cuya dimensión es apreciable. Respecto a las actividades que desarrollan, la variedad es considerable, pudiendo decirse que existe una presencia de la mayoría de las ramas industriales y de servicios.

Si bien la diversidad de las empresas instaladas en el Polígono es amplia, varias de ellas, por su actividad investigadora e innovadora, les harían acreedoras para su ubicación en el Parque Tecnológico. De ahí que una parte del Polígono Industrial pueda considerarse como una extensión del propio Parque.

CAPÍTULO 5:

LA POBLACIÓN Y SU PROBLEMÁTICA SOCIAL

5.1. Los primeros asentamientos en Tres Cantos

5.1.1. La población absoluta y su evolución.

Hasta la creación de la ACTUR, habitaban en lo que después sería el ámbito de ésta, unos 60 habitantes en viviendas más o menos diseminadas y en una pequeña urbanización de casa unifamiliares, conocida como Valcastellanos. Al crearse la ACTUR, dichas viviendas fueron expropiadas y algunas de ellas fueron abandonadas por sus antiguos propietarios; otras, en cambio, no lo fueron y, al negarse a recibir la correspondiente indemnización y no ser desahuciados, con el tiempo, han conseguido recuperar de nuevo la propiedad.

Los primeros habitantes que se asientan en Tres Cantos, datan de 1982 y lo fueron en las cooperativas de El Madroño y de Fuenteovejuna. De los primeros 50 habitantes que tenía Tres Cantos a finales de 1982 se pasa a los 22.000 en 1992. Nadie sabe con certeza a cuánto asciende en cada momento, ya que una buena proporción de la población no se empadrona en el nuevo Ayuntamiento.

Evolución demográfica

'Tres Cantos'

La cadencia en las llegadas de nuevos residentes está íntimamente conectada con la finalización de las viviendas y su entrega a los propietarios. Los mayores incrementos de la población se dan en los meses de verano.

Debe tomarse en consideración la importante colonia de extranjeros que vive en la ciudad. Los latinoamericanos ocupan el primer lugar entre los residentes tricantinos procedentes del extranjero; el segundo grupo, corresponde a los europeos comunitarios.

En los comienzos de Tres Cantos, en crecimiento de la población se explica mayormente por la tasa de inmigración; esto es, el crecimiento vegetativo, que es la variable básica de la evolución de la población de cualquier núcleo, en Tres Cantos aún no era muy significativo y cualquier hipótesis de crecimiento ha de basarse, forzosamente, en la tasa migratoria.

5.1.2. Estructura demográfica.

La estructura demográfica de la población de Tres Cantos, clasificada por edad y sexo es la que aparece a continuación.

Pirámide de población (1996)

'Tres Cantos'

5.2. Características socio-económicas de la población

Tres Cantos es probablemente el único municipio de España en el que, oficialmente, no consta en el Ayuntamiento que haya agricultores en su término municipal. Si bien es uno de los escasos municipios españoles sin agricultores, la participación de la población en la actividad productiva, es bastante elevada. La inmensa mayoría de la población es ocupada y el paro, por fortuna, ha sido muy poco relevante.

Actividad de la población (1996)

'Tres Cantos'

Varios aspectos son destacables en la situación que presenta Tres Cantos: en primer lugar, se da una alta tasa de actividad de su población; en segundo lugar, y de forma correlativa. Es muy baja la proporción de mujeres que declaraban dedicarse a sus labores; en tercer lugar, existía una elevada población estudiantil; y, finalmente, había muy pocos jubilados y pensionistas.

5.3. La organización social. El papel de la asociación de vecinos.

5.3.1. La carencia de referentes.

En un escrito de mediados de los años ochenta, T. Isidro y A. Mingo exponían dos interesantes reflexiones. La primera que, en esos momentos, Tres Cantos carecía de “facto” de representación política local; y, la segunda, que dicha carencia, en buena medida, la rellenaba la Asociación de Vecinos de Tres Cantos. Además, en dicho trabajo de Tres Cantos, se aventuraba que dada la situación política. Podría surgir una candidatura electoral en Tres Cantos en las próximas elecciones municipales.

Esa falta de representación política en el Ayuntamiento y el desconocimiento de la realidad de los problemas de Tres Cantos por parte del gobierno local, regentado por el PSOE, es lo que motivó que surgiese, coincidiendo con la llegada de los primeros vecinos y de manera casi espontánea, un amplio movimiento vecinal, representativo de los intereses de la ciudad, que fue capaz de canalizar las demandas sociales.

Tres Cantos comienza su andadura en los últimos coletazos del movimiento ciudadano que tanta fuerza tuvo en España en los años setenta. Manuel Castells señala que este movimiento ciudadano es urbano y que se inicia en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En nuestro país irrumpió con gran fuerza en la década de los setenta, haciendo del barrio su base organizativa y de las Asociaciones de Vecinos, la institución más adecuada.

Estos movimientos ciudadanos mantuvieron siempre una estrecha vinculación con los objetivos políticos de la democracia y estuvieron ligados a partidos de izquierda que comprendieron que las asociaciones de vecinos podían llegar más fácilmente al pueblo y estaban menos expuestos a la represión policial. La A.VV., fue muy activa hasta 1987, entrando en una fase de estancamiento a partir de dicha fecha, sin que, desde entonces, haya mostrado signos de repercusiones significativos.

5.3.2. La creación de la Asociación de Vecinos y los conflictos con UTECO.

La Asociación de Vecinos de Tres Cantos comenzó a gestarse a finales de 1982, coincidiendo con la llegada de los nuevos pobladores. La Asociación quedó formalmente constituida el día 4 de marzo de 1983, fecha en que se inscribió en el Registro Provincial de Asociaciones del Gobierno Civil de Madrid.

El nacimiento de desarrollo de la A.VV. no fue fácil. A su creación se opuso, de forma rotunda, la Unión Territorial de Cooperativas de Madrid (UTECO-Madrid), que contaba con poderosos intereses en Tres Cantos. Se oponía a que se crease una institución que ella no controlase y mucho menos que intentase aglutinar a los vecinos en torno a una amplia problemática que le afectaba y que podía cuestionar aún mas el papel de UTECO. Por ello, la Unión de Cooperativas hizo todo lo posible para que la idea no prosperase poniendo todo tipo de trabas y utilizando los canales más insospechados.

UTECO-Madrid había concebido su propio esquema de cómo quería que se organizasen socialmente los tricantinos. El modelo no era otro que el mismo que venían aplicando para el de viviendas y, de esta forma, seguir justificando su presencia en la Ciudad. Así pues, en la concepción de UTECO, debería crearse todo tipo de cooperativas, que organizasen desde la enseñanza hasta el deporte, siempre que estuviesen controladas por ella, para, de esta forma, continuar recursos financieros de los afiliados a las mismas.

La creación de una Asociación de Vecinos, organismo plural, difícil de controlar por la UTECO y mucho más en esos momentos de gran esfervescencia política en la recién estrenada democracia, y de gran auge de los movimientos vecinales, constituía un peligro evidente para sus intereses en Tres Cantos. La A.VV. se oponía a las pretensiones de UTECO de crear una cooperativa de enseñanza, por estimar que si era una instalación pública, debería ser transferida a un organismo público, como por ejemplo el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid.

Las cosas avanzaron tanto, que UTECO-Madrid llegó constituir legalmente ante Notario ambas cooperativas, a inscribirlas en el Registro de Cooperativas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y a poner anuncios en la revista “Tres Cantos” del NIC. Esta hábil operación de intentar privatizar las guarderías, en beneficio de unos pocos, bajo el manto pseudo-cooperativo, fue finalmente abortada por la A.VV.

A pesar de las profundas divergencias entre los objetivos de la UTECO y de la A.VV., Jose Maria Palomeque que todavía haría algunos intentos para aproximar posturas, aunque sin ningún éxito. En concreto proponía crear un Ente Jurídico Unificado en el estuviesen representadas las dos organizaciones anteriores así como cualquier otra con intereses en la Ciudad con el fin de presentar un frente común ante el Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y TCSA, etc. que permitiesen solucionar los

problemas de la ACTUR y de forma inmediata debatiese y presentara alegaciones y sugerencias al Plan general de Urbanismo y al PERI. Se da por concluía la lucha primero y el posterior intento de reconciliación de la UTECO con la A.VV. A partir de entonces, UTECO desaparece de Tres Cantos y nadie más vuelve a hablar de ella, salvo para recordar el pasado.

CAPÍTULO 6:

LA ACTITUD DE LA SOCIEDAD ANTE LA SEGREGACIÓN

6.1. La situación de los servicios públicos

El nivel de prestación de los servicios públicos era muy deficiente en los inicios de Tres Cantos. El transporte colectivo con Madrid constituyó, por bastante tiempo, la primera de las preocupaciones de los residentes de Tres Cantos. El horario inadecuado y su escasa frecuencia lo inhabilitaba para muchos de los trabajadores que tenían que desplazarse a Madrid. La solución definitiva al transporte colectivo vino con la inauguración del tren de cercanías.

Por lo que respecta a la sanidad pública comenzó a resolverse relativamente pronto. Los servicios público de sanidad han cumplido con celeridad sus compromisos a medida que han ido surgiendo las necesidades. En cambio, la instalación de la primera farmacia se hizo esperar debido a los numerosos recursos por parte de los farmacéuticos ante su correspondiente Colegio profesional para hacerse con el negocio.

El único servicio en el que Tres Cantos se adelantó al resto de los municipios de la Comunidad y a la propia capital, fue en el suministro de gas natural. Con todo, los principales conflictos que tuvo al A.VV. se plantearon con el Ayuntamiento de Colmenar. Tales conflictos eran prácticamente permanentes y se daban en todos los frentes. Una de las primeras decisiones que tomó el Ayuntamiento de Colmenar respecto de los nuevos vecinos que estaban llegando a Tres Cantos, fue las de exigirles el pago de 2.000 pesetas en concepto de “primera ocupación de vivienda” para poder empadronarse. La A.VV. de Tres Cantos recomendó no pagar dicha tasa y paralelamente se dirigió al Ayuntamiento y al Gobernador Civil de Madrid para que se revocase el acuerdo y que el Ayuntamiento asumiese las competencias que señala la Ley de Régimen Local. Otra situación similar se presentó con respecto al cobro de una tasa de basuras que se consideraba abusiva en relación al servicio prestado.

6.2. Algunas causas explicativas que han impulsado la segregación

Colmenar Viejo, el segundo de los municipios de la Comunidad de Madrid por su extensión después del de Madrid, ha pagado históricamente un fuerte tributo por su situación geográfica colindante con la capital de España. Analizar las causas profundas que han conducido a la segregación de Tres Cantos, es una cuestión compleja porque han sido varias y todas ellas han contribuido a una toma de conciencia colectiva por parte de los residentes de Tres Cantos, de la necesidad de conseguir una plena autonomía política y administrativa.

6.2.1. Conflicto de competencias administrativas.

La ACTUR de Tres Cantos le fue impuesta a Colmenar Viejo en los últimos años del franquismo, aun cuando el proyecto se realizase, en su casi totalidad, en la democracia. De forma que, cuando realmente Tres cantos comenzó a cuestionarse desde el poder local, fue a partir de las primeras elecciones municipales democráticas de 1979.

El 13 de enero de 1980, la A.VV. de Colmenar convocó un acto público para que el gobierno municipal informase con detalle del proyecto de la ACTUR de Tres Cantos frente al que se mostraba muy crítica. Las autoridades locales no acudieron al mismo y respondieron convocando otro para una semana después en el que los directivos de Tres Cantos S.A. se extendieron en explicar con todo detalle el modelo de la ciudad que se iba a construir y los muchos beneficios que supondría para Colmenar. A partir de entonces, Tres Cantos aparece como una realidad inevitable para Colmenar aunque, iba a solucionar los graves problemas de empleo en esos años de fuerte crisis económica.

Desde sus inicios, las relaciones entre el Ayuntamiento y TCSA fueron tensas. En este conflicto de competencia sobre quién tenía que prestar y pagar los servicios públicos, el recelo se incrementó: el Ayuntamiento se negaba a prestarlos, pero tampoco facilitaba que lo hiciese TCSA. La mayor parte de los servicios que recibían los vecinos los prestaba y financiaba Tres Cantos S.A. motivo por el cual existía una cierta simpatía hacia la citada empresa.

Así pues, desde la perspectiva de los servicios públicos, la segregación era aconsejable por simples razones de garantía en la prestación de los mismos con un

mínimo de eficacia, algo que no estaba seguro que pudiera conseguir el Ayuntamiento de Colmenar una vez que Tres Cantos S.A. dejase de atenderlos.

6.2.2 Diferencias socio-económicas entre ambos núcleos.

Entre los núcleos de Colmenar Viejo y Tres Cantos existen profundas diferencias de tipo histórico, económico y social. El primero es un pueblo de amplia raigambre histórica que a lo largo del tiempo ha ido creando sus propias formas de convivencia. En cambio, Tres Cantos, por su propia concentración urbanística, industrial y de servicios, tiene una mentalidad urbana.

Por otra parte, apenas han existido relaciones entre los residentes de ambos núcleos, salvo las imprescindibles de tipo burocrático. Tampoco han existido ni existen lazos de otro tipo, que puedan calificarse de importantes: las actividades comerciales, de ocio y de otros servicios, las desarrollan los tricantinos básicamente en Madrid. Existen otras muchas diferencias entre ambos núcleos: Tres Cantos sigue un modelo planificado hasta en sus más mínimos detalles en tanto que Colmenar ha ido expandiéndose a partir de su centro histórico.

Las diferencias sociales que al principio existían entre Colmenar y Tres Cantos se han ido limando de forma importante. Colmenar Viejo, gracias a la proximidad de Madrid y a Tres Cantos, ha experimentado un crecimiento urbano impresionante a partir de mediados de los ochenta, igualmente lo ha hecho su zona industrial en buena medida por la congestión a la que se ha llegado en la de Tres Cantos. Pero Tres Cantos carece de las tradicionales familias que tanta importancia han tenido y aún tienen en la vida política, económica y social de Colmenar.

6.2.3. Distribución no equitativa de los recursos municipales.

Los presupuestos del Ayuntamiento de Colmenar se han caracterizado por ser muy expansivos entre 1983-1991, con crecimientos interanuales que han oscilado entre el 25-40%. Este crecimiento tan espectacular sería inexplicable sin la presencia de Tres Cantos. Sin Tres Cantos, Colmenar tendría una situación presupuestaria que se situaría, en términos per cápita, en torno a la media nacional. El reparto del presupuesto del Ayuntamiento de Colmenar Viejo desde que comenzó a tener una presencia activa el núcleo de Tres Cantos, ha sido causa de fricción entre ambos núcleos de población y una de las razones de fondo sobre la que se ha justificado la segregación.

Al no prestar apenas servicios el Ayuntamiento de Colmenar en Tres Cantos, es obvio que los recursos aportados por éste al presupuesto municipal han sido siempre muy superiores a los gastos recibidos del mismo.

6.3. Sobre el futuro institucional

Hasta 1987 no estaba claro el futuro institucional de Tres Cantos, pero la opción independentista no era ni la única ni la principal de las alternativas contempladas. Para Colmenar, la ACTUR de Tres Cantos significó desde sus inicios un problema que le fue impuesto por la Administración Central. La Comunidad de Madrid no sabía muy bien qué salida darle a la nueva Ciudad pero, la solución “a priori” no pasaba por constituir un municipio independiente. Las dos principales opciones con las que trabaja pasaban bien porque siguiese formando parte de Colmenar o bien por agregarlo al municipio de Madrid.

Los nuevos residentes de Tres Cantos desde muy pronto comenzaron a cuestionarse la dependencia de Colmenar. La opción de agregarse a Madrid tampoco se contemplaba con entusiasmo. Comenzó a crearse un estado de opinión favorable a la constitución de un municipio independiente. En todas estas tomas de postura va a tomar un papel clave el tratamiento recibido por parte del Ayuntamiento en las dotaciones de servicios. El sentir que se iba imponiendo y generalizando entre los vecinos, era el de que las autoridades locales no entendían la problemática de la nueva ciudad dando lugar a continuos enfrentamientos entre el Ayuntamiento y la Asociación de Vecinos de Tres Cantos, que es el órgano que de manera informal los representa.

En esos años el verdadero poder local residía de hecho en la empresa Tres Cantos S.A. que era la que se ocupaba de atender y financiar los servicios públicos y de solucionar los problemas más inmediatos. El Ayuntamiento de Colmenar se limitaba casi exclusivamente a ser un ente recaudador de tributos y al que había que acudir para solucionar cuestiones burocráticas que nada aportaban a los vecinos. La A.VV. de Tres Cantos, era el único órgano de representación que tenían los vecinos y actuaba de vehículo de canalización y reivindicación para solucionar los múltiples conflictos que surgían en una ciudad que comenzaba a funcionar.

La primera oportunidad que los habitantes de Tres Cantos tuvieron de ir poniendo las cosas en su sitio y darle salida a su situación, fueron las elecciones municipales de Junio de 1987. Dichas elecciones significaron el punto de inflexión en la historia y en el futuro político-administrativo de Tres Cantos. Si bien hasta dichas elecciones existía bastante confusión sobre el futuro jurídico de Tres Cantos, a partir de ellas, es ya evidente que Tres Cantos pasaría a constituirse en municipio independiente en un futuro más o menos próximo.

CAPÍTULO 7:

HACIA LA CONSTITUCIÓN DE TRES CANTOS COMO MUNICIPIO INDEPENDIENTE. PLANTEAMIENTO POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA SEGREGACIÓN.

7.1. Las actitudes y los programas de los partidos políticos ante la segregación

Hasta la irrupción de la candidatura Tres Cantos Unido (TCU) en las elecciones municipales de junio de 1987, las discusiones sobre la segregación se producían en la calle y en ambientes más o menos académicos. De no haberse presentado TCU a dichas elecciones, la palabra “segregación”, casi, con absoluta certeza, no hubiese figurado en ninguno de los programas electorales. De todas formas, las dos únicas fuerzas políticas que explícitamente lo consideraban en sus programas y lo contemplaban como una posibilidad que podía producirse a corto plazo, fueron PSOE y TCU. El programa del AP ni tan siquiera mencionaba la palabra segregación. Los programas del CDS y la CIGT, sí le dedicaron apartados específicos a Tres Cantos. El programa de la CIGT proponía la creación de una Tenencia de Alcaldía para Tres Cantos, con funciones y competencias específicas y dotada de presupuesto y funcionarios propios.

En resumen, las únicas fuerzas políticas que incluyeron en sus respectivos programas la segregación de Tres Cantos, de forma explícita, fueron: PSOE, que se pronunciaba a favor de la misma, y TCU que la contemplaba como expectante. Por lo que respecta al resto de las formaciones políticas, que obtuvieron representación local, el CDS, aunque no la propugnaba, tampoco la descartaba; la CIGT, se oponía; y AP, que simplemente la ignoraba.

7.2. La política de pactos en el gobierno municipal del periodo segregacionista

7.2.1. Sobre la formación, protagonismo y ubicuidad de Tres Cantos Unido (TCU).

TCU jugó un papel político de absoluto protagonismo en el periodo de “segregación” (1987-1991). Fue la única fuerza política que participó en los dos pactos de gobierno municipal que se sucedieron: primero con AP-CIGT y después con el PSOE. La candidatura de TCU se constituyó como respuesta a los múltiples problemas que tenía la ciudad y la carencia de soluciones que ofrecía el Ayuntamiento y después con el PSOE. TCU era una candidatura gestada y salida de la A.VV. y apoyada por ella aún cuando no se hiciese de forma expresa, pues la A.VV. era el vivero de políticos locales y varios de sus miembros y directivos pasaron a distintas formaciones políticas.

TCU, como es habitual en las agrupaciones electorales de este tipo, no era una candidatura homogénea ideológicamente. Todos ellos fueron convocados y seleccionados por el que sería su cabecera de lista, Antonio Osuna Márquez, que escogió a sus amigos. Esto sería determinante en la formación, dentro de la Candidatura, de un grupo homogéneo y mayoritario, que, de modo alguno, cuestionaría los planteamientos de Osuna. La segregación de Tres Cantos fue el tema estrella del programa de TCU. Con AP, dificultaron la segregación y con el PSOE, aparentemente, la impulsaron. El denominador común en ambos casos fue la crispación permanente de la vida política local.

7.2.2. El primer pacto de gobierno: AP-TCU-CIGT (1987-88).

Una vez celebradas las elecciones que dieron en Tres Cantos un rotundo triunfo a la candidatura TCU hubo de recurrirse a coaliciones, en las cuales TCU, con sus tres concejales y el pacto previo con CIGT, era bisagra. La idea con la que se había estado trabajando en el transcurso de la campaña electoral, consistía en que TCU no entrase a formar parte de ningún equipo de gobierno, pero que, en caso de tener que hacerlo, se elegirían los grupos mas progresistas, y siempre teniendo en cuenta el cumplimiento preciso del programa.

Las promesas de campaña y los acuerdos interno de TCU, comenzaron a no cumplirse desde la misma noche en que se conocieron los resultados electorales,

momento en el que se iniciaron los contactos informales con AP. Una vez formalizado el pacto TCU-CIGT, al que se llegó sin ningún problema, los líderes de ambas formaciones políticas pactaron, casi en secreto, con AP , lo cual fue motivo de fuertes tensiones entre los miembros de la candidatura de TCU, que habían sido marginados de la negociación y no estaban de acuerdo con el pacto. Ello originó que dos de ellos la abandonaran y pasaran a convertirse en sus más duros críticos.

El pacto AP-CIGT-TCU, por deseo expreso de Osuna, se firmó ante notario, como suprema garantía de su cumplimiento ante el electorado. Este pacto se justificó por parte de TCU y la CIGT como un desafío al PSOE. A pesar de las manifestaciones públicas de Osuna, de que el pacto incluía la segregación, esta cuestión no se había contemplado de manera específica en las negociaciones. En cualquier caso, para ninguna de las fuerzas políticas que formaban el gobierno municipal, la segregación era una de los problemas prioritarios a resolver. AP estaba convencida de que la conciencia segregacionista en Tres Cantos había surgido artificialmente y obedecía al estado de abandono en que la había mantenido el anterior gobierno local. TCU, durante el tiempo en que gobernó con AP-CIGT, adoptó posturas claramente contrarias a la segregación.

El pacto AP-CIGT-TCU duró solo un año y su ruptura supuso un auténtico desgarro para algunos miembros de TCU, que se resistieron de forma seria a consumar lo que, por AP, fue calificado de traición. El pacto lo rompió TCU no tanto porque el presupuesto municipal atendiese más o menos unos determinados servicios en Tres Cantos, o no estuviese desglosado, sino por la presión crítica que existía y porque ya estaba negociado un nuevo pacto con el PSOE.

7.2.3. El segundo pacto: PSOE-TCU (1988-91).

El 20 de junio de 1988, el PSOE y TCU presentaron una moción de censura contra el gobierno municipal del que formaba parte el propio TCU, en la que se reconocía explícitamente la consistencia de las críticas que se habían hecho. La moción de censura se debatió en el pleno municipal del día 15 del siguiente mes de julio y en el que resultó nuevamente elegido como alcalde, tras un año en la oposición, Armando Jusdado, que fue quien impulsó en silencio pero sin pausa, la segregación.

Aunque desde algún tiempo atrás ya se venía preparando este pacto entre PSOE y TCU, constituyó una sorpresa para casi todo el mundo, incluidos los propios socios de gobierno, por el sigilo con el que se habían conducido las negociaciones.

Este segundo pacto se hizo sin demasiada convicción, con mucho miedo y tomando todo tipo de precauciones por parte de TCU. En esencia, el pacto se reducía a tres puntos:

  • Reconvertir la figura jurídica de Tenencia de Alcaldía de Tren Cantos en Junta de Distrito, lo que permitía dotarle de mayores funciones y autonomía presupuestaria.

  • Concretar la segregación de Tres Cantos a fecha fija (1991)

  • Revertir hacia Colmenar todas las inversiones públicas que se contemplasen en los sucesivos presupuestos municipales hasta la fecha de segregación. Las inversiones públicas que se hiciesen en Tres Cantos, seguirían dependiendo de Tres Cantos S.A., para cuya garantía en su continuidad y de cumplimiento, se suscribía, como complemento del pacto, un Convenio entre el Ayuntamiento y Tres Cantos S.A.

El 15 de febrero de 1989 fue suscrito entre el Ayuntamiento y Tres Cantos S.A., el referido convenio “Relativo a regularización de servicios y proceso de equipamiento del núcleo de Tres Cantos”. Su contenido no añadía prácticamente nada nuevo a los planes de inversiones que ya tenía previstos Tres Cantos S.A. La única novedad que introducía era la de señalar el año 1991 como fecha limite para la recepción de la ciudad dejando Tres Cantos S.A. de pagar, a partir de esa fecha, los gastos de conservación y de mantenimiento que hasta entonces había asumido.

A pesar de que el pacto PSOE-TCU se le aseguraba un futuro poco prometedor, la verdad es que funcionó sin aparentes fricciones durante el resto de la legislatura. Del mismo modo que antes había ocurrido con AP, el grupo de TCU, se adaptó a las nuevas circunstancias; y, con la misma facilidad con que durante el primer pacto marginó la segregación y los problemas de Tres Cantos, a partir del segundo, volvió de nuevo a abrazar la bandera segregacionista impulsada por el PSOE. Con este pacto se consumó de hecho la segregación, aun cuando, a todos los efectos, continuaba existiendo un único municipio. Se produjo una división del trabajo a la hora de gobernar: el PSOE, lo hacía en Colmenar, y TCU, en Tres Cantos.

7.3. Planteamiento jurídico-administrativo de la segregación

El art. 140 de la Constitución española garantiza la autonomía municipal y les reconoce a dichos entes, personalidad jurídica plena. Por su parte, la Ley 7/1985, Reguladora de las Bases de Régimen Local, define al municipio como la entidad local básica de la organización territorial del Estado y establece como elementos esenciales del mismo: el territorio, la población y la Organización. Según establece el art. 13.2 de la Ley de bases de Régimen Local, la creación de nuevos municipios sólo podrá realizarse cuando se trate de núcleos de población territorialmente diferenciados y siempre que los municipios resultantes cuenten con recursos económicos suficientes para el cumplimiento de sus competencias y sin que ello suponga merma de calidad en los servicios que venían prestando.

El Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales disponen que en los supuestos de segregación parcial la división territorial y el reparto del patrimonio municipal se hará en función del número de habitantes u de la riqueza disponible del núcleo que se trate de segregar. Los artículos 9, 10 y 11 del referido Reglamento de Población y Demarcación Territorial, establecen quién tiene competencia para iniciar el expediente de segregación. Existen tres procedimientos:

  • La vía autonómica

  • La vía municipal

  • La iniciativa popular

  • Todos los expedientes de segregación, cualquiera sea la instancia que haya tomado la iniciativa, habrán de incorporar según dispone el art. 14 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial, los siguientes requisitos:

    1. Documentos:

  • Plano del término o términos objeto de alteración, con señalamiento en su caso, de los nuevos límites o línea divisoria de los municipios.

  • Informe justificativo de que concurren las motivaciones necesarias para la alteración que se propone.

  • Memoria justificativa de que las alteraciones propuestas no merman la solvencia económica de los Ayuntamiento afectados, o en su caso, acta notarial en la que la mayoría de los vecinos de las porciones a segregar acrediten que se

  • comprometen ante el nuevo municipio a responder, en su día, subsidiariamente, de la parte correspondiente de los créditos que existan.

    2. Las estipulaciones jurídicas y económicas que se proponen, entre las que habrán de figurar, cuando procedan:

  • La forma de liquidar las deudas y créditos contraídos por cada municipio.

  • Las fórmulas de administración de bienes.

  • Cualesquiera otras que convengan a los municipios respecto a obligaciones, derechos e intereses de cada uno de ellos.

  • 3. Además, en los casos de segregación parcial, se incorporarán al expediente los siguientes documentos:

  • Informe demostrativo de que ninguno de los municipios carecerán de medios para el cumplimiento de sus fines.

  • Proyecto de división de bienes, aprovechamientos, usos públicos, créditos y cualesquiera otros derechos y obligaciones entre el Ayuntamiento originario y el nuevo y bases que establezcan para resolver cualesquier cuestión que no se hubiese podido solucionar.

  • Certificación del Secretario sobre el número de electores, habitantes y vecinos de los términos municipales y de la porción a segregar.

  • 4. En el caso de que la iniciativa del expediente corresponda a los vecinos, certificación del Secretario del Ayuntamiento respectivo, de que los firmantes de la solicitud son residentes vecinos en el Padrón Municipal.

    Una vez cumplimentados todos los trámites exigidos por la ley, la resolución definitiva, la hará el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma concernida, mediante Decreto (art. 13.1 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial). En dicha resolución, según dispone el art. 15 del referido Reglamento, se hará constar, en su caso:

  • Nombre del nuevo Municipio

  • Núcleo urbano en que haya de fijarse la capitalidad

  • Nuevos límites de los términos municipales afectados

  • Aprobación de las estipulaciones jurídicas y económicas acordadas.

  • Las resoluciones definitivas se publicarán en el BOE y en los Boletines Oficiales de la Comunidad y de la provincia respectiva. Y una vez ejecutada la resolución, deberá darse traslado a la Administración del Estado a los efectos del Registro Estatal de Entidades Locales. La Dirección General de Administración Local, dará conocimiento al Registro Central de Cartografía de la nueva situación.

    7.4. Planteamiento político de la segregación

    En el caso de Tres Cantos, se daban los supuestos previstos por la ley, para su segregación de Colmenar. Efectivamente, se cumplían los tres requisitos básicos: núcleos territorialmente diferenciados; ambas contaban con recursos suficientes para atender sus respectivas competencias; y razones de interés público para aconsejar segregar. La cuestión se reducía a pura voluntad de cómo y cuándo hacerlo.

    Aparentemente, el primer pacto de gobierno se había hecho entre fuerzas supuestamente contrapuestas a la segregación aunque, en realidad, estaban de acuerdo en posponerla sine die. La oposición tomó la delantera promoviendo el procedimiento de la “vía voluntaria” por parte del Ayuntamiento de Colmenar.

    7.4.1. El Consejo Sectorial sobre la segregación.

    El Consejo Sectorial sobre la Viabilidad de la Segregación de Tres Cantos celebró un total de cinco sesiones, tres durante el gobierno del primer pacto, y dos en el segundo. En la primera de las sesiones se debatió la metodología a seguir por el Consejo en sus deliberaciones y acuerdos. El Consejo debatió y llegó al acuerdo de solicitar la realización de estudios de tipo jurídico, económico y sociológico, necesarios para el mejor conocimiento de la situación de los dos núcleos a segregar. El estudio jurídico fue encargado a la Comunidad de Madrid; en el caso económico a la empresa GAPSA; y el sociológico se encargó a la empresa OIKON.

    7.4.2. El expediente de Segregación.

    Con esta precipitada decisión del equipo de gobierno, se le hurtó al Consejo toda posibilidad de debatir la distribución del término municipal, del patrimonio y del

    personal del Ayuntamiento que en propiedad le correspondía y que al estar todos los partidos con representación local implicados, probablemente hubiese propiciado una ulterior votación del pleno de la Corporación por unanimidad. Las cuentas las hicieron el PSOE, TCU y la empresa de consultoría GAPSA. La citada empresa hizo, aparentemente, un trabajo técnico pero, en el fondo, únicamente trataba de justificar una decisión política previamente pactada.

    El trabajo de GAPSA ha sido criticado por tres razones: en primer lugar, porque pretendía hacer una proyección de población de 26 renglones, incluyendo en ese espacio una fórmula matemática, sus notas aclaratoria y un cuadro estadístico. En segundo lugar, porque se adoptaba, como criterio básico, para el reparto del territorio una denominada “hipótesis histórica”, en virtud de la cual trataba de justificarse que el término municipal objeto de reparto, era sólo lo que se calificaba de Área de Influencia Conjunta entre ambos núcleos. En tercer lugar, porque en el reparto de las obligaciones financieras GAPSA, siguiendo un criterio exclusivamente político, cargaba a cada uno de los núcleos las dudas derivadas de sus respectivas inversiones.

    Finalizado el periodo de información pública, se convocó, para el día 1 de marzo de 1991, el pleno del Ayuntamiento en el que se iba a decidir la segregación. Sometido el expediente a votación, éste obtuvo catorce votos favorables (PSOE, TCU, CDS y CIGT) y siete abstenciones (PP). Para su finalización, el expediente necesitaba de dos trámites más: el dictamen favorable del Consejo de Estado y su aprobación por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. Ambos trámites se hicieron a marchas forzadas.

    7.4.3. Una valoración final.

    Habida cuenta de que la aprobación del expediente de segregación requería de la mayoría de dos tercios de los votos de la Corporación, dicha mayoría no se hubiese conseguido en la legislatura municipal que se inició en 1991. la fuerza ganadora en dichas elecciones en los dos núcleos, fue el PP. Tampoco se hubiese contado con el apoyo de IU que también se oponía a la segregación y que consiguió, a diferencia de las anteriores elecciones, representación en ambos municipios. En cambio, han desaparecido partidos proclives a la segregación, como del CDS; otro, caso del PSOE y de TCU, han disminuido muy significativamente su representación.

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    • Página web del Ayuntamiento de Tres Cantos




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    Enviado por:Noemí
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    País: España

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