Salud


Trastornos alimenticios


TRASTORNOS

ALIMENTICIOS

ÍNDICE

Portada…………..………..……………………………………………I

Índice…………………………………………………………………..II

Introducción…………………………………………………………..III

Anorexia………………………………………………………………IV

Bulimia………………………………………………………………...VI

Obesidad.......................................................................VII

Raquitismo……………………………………………………………IX

INTRODUCCIÓN

Debemos tener un especial cuidado con nuestra alimentación para alcanzar un nivel aceptable de salud.

Mientras que en los países menos desarrollados las principales causas de muerte están relacionadas con el consumo de dietas de bajo valor calórico y generalmente monótonas, la mortalidad en los países industriales se debe principalmente a las llamadas enfermedades degenerativas.

La obesidad, la diabetes y la arteriosclerosis figuran entre las principales enfermedades que ocurren con más frecuencia y gravedad según se aumenta la edad.

En las sociedades cazadoras-recolectoras, la solución era fácil, se comía lo que se encontraba; pero hoy en día basta con darse una vuelta por el supermercado para observar la gran cantidad de alimentos a nuestra disposición. Ese es un gran problema ya que la habilidad para construir una dieta equilibrada ha de aprenderse y hay pocas personas capaces de hacer buen uso de ese potencial alimenticio que se nos ofrece.

'Trastornos alimenticios'

ANOREXIA

La anorexia nerviosa es una enfermedad típica en las personas que están obsesionadas por adelgazar, se debe a causas mucho más complejas que el simple deseo de perder peso. Es además mucho más compulsiva en sus efectos que el modo normal de adelgazar o de someterse a un régimen.

Este grave trastorno suele afectar a personas jóvenes entre los 11 y 30 años de edad y más a las chicas que a los chicos. Los psiquiatras creen que la razón puede estar en el temor a afrontar las responsabilidades de los alumnos y en un miedo a la sexualidad. Cuando el cuerpo comienza a mostrar señales de ir alcanzando la madurez sexual, en su subconsciente desean escapar del mundo de los adultos y adoptan una posición natural conservando un tipo asexual infantil.

Otras chicas siguen un régimen para aumentar su autoconfianza. Estas chicas se aferran con obstinación a la idea distorsionada de que una extrema delgadez es bella, haciendo ningún caso a cualquier otra consideración evidente.

La imagen popular de la delgadez y de la belleza superficial que proporcionan las películas, anuncios de televisión puede ofrecer a la muchacha la justificación que está buscando para rechazar la comida. De hecho puede embarcarse en un drástico régimen adelgazante aunque su peso no sea excesivo.

Cuando una persona normal comienza un régimen drástico no puede dejarlo cuando quiera. La mayoría encuentra tan desagradable pasar hambre o privarse de sus platos favoritos, que el único problema es seguir el régimen. El enfermo de anorexia, una vez que ha decidido pasar hambre, no da marcha atrás.

Es vital saber conocer la enfermedad y comenzar un tratamiento lo antes posible. Pero esto no resulta fácil durante las etapas iniciales, hasta que la pérdida de peso tan evidente que está claro que algo va mal y es necesario la visita al médico. Además de la evidente pérdida de peso la persona anoréxica muestra otros signos que la delatan.

Pude dejar de tener el periodo, padecer alternativamente diarrea y de estreñimiento, tener mala circulación sanguínea y hacerse más susceptible a las infecciones. El comportamiento del enfermo de anorexia también puede verse afectado: se vuelve muy reservado y antisocial, empieza a descuidar sus estudios y se vuelve hipersensible en lo referente a su aspecto; puede incluso llegar a esconder la comida y hacer creer que está comiendo con normalidad.

BULIMIA

Es un trastorno alimenticio que consiste en ingerir gran cantidad de comida en un corto periodo de tiempo. Este modo de comer va normalmente seguido de temporadas de estricta dieta. Las personas que padecen bulimia pueden también entregarse de lleno a un ejercicio arduo además de inducir el vómito o ingerir grandes cantidades de laxantes o diuréticos para contrarrestar sus comidas excesivas y controlar el peso.

La bulimia que significa un apetito insaciable, tiene mucho en común con la anorexia. Ambas están relacionadas con la obsesión por la comida y el peso. Pero aunque muchas personas que padecen anorexia comen por capricho de vez en cuando, la mayoría de las que padecen bulimia no padecen de anorexia. En realidad su peso es normal e incluso un poco excesivo. Esto significa que si guardan en secreto su forma de comer, se tarda mucho tiempo en descubrir el problema.

La bulimia afecta principalmente a las mujeres y generalmente comienza entre los 15 y 24 años de edad, con frecuencia siguiendo a un periodo de régimen estricto. No se conoce exactamente las causas. No parece estar relacionado con ningún tipo de personalidad en particular, pero puede verse propiciada por algún acontecimiento que causa tensión, como un fallecimiento o una relación rota.

La mayoría de las mujeres han estado tensas antes de empezar a comer caprichosamente y el aburrimiento o la soledad les ha ayudado a sucumbir. La comida que se ingiere en casos de bulimia varía de tres a treinta veces la cantidad normal. Parece que la ansiedad tiende a desaparecer mientras se está engullendo pero normalmente se manifiesta de nuevo una vez que se ha dejado de comer.

OBESIDAD

Siempre ha sido difícil hallar una definición que explique exhaustivamente y de modo sencillo el concepto médico-clínico de obesidad. Además se discute y hace coincidir los términos de obesidad y de “adiposidad”, al estar constituida esta última por el tejido adiposo (grasa) que se acumula en determinadas zonas especificas del cuerpo humano. Alguien ha propuesto, en el pasado, formulillas matemáticas para establecer quien es el obeso y quien no lo es, el francés Broca sugiere calcular la estatura de una persona en centímetros sustrayendo un índice “100” para el hombre y de “104” para la mujer. Así que una persona que mide 178 cms, puede llegar a un peso de 78 kg si es hombre y de 74 si es mujer. Otra fórmula matemáticas más aceptable es la propuesta por Quetelet-Bouchard: si divide el peso por la estatura indicada en centímetros. Entonces, cocientes que superan el 0,35 para la mujer, y el 0,40 para el hombre, indican que la aguja de la balanza se está desplazando peligrosamente hacia la obesidad.

Con todo sigue siendo difícil establecer con criterio clínico el límite difuminado entre corpulencia y obesidad. Y cuando ésta se ha establecido oficialmente, cuándo es simple o sustancial; es decir, patológica. En suma, sigue siendo difícil hacer una distinción de cuando y en el momento exacto una persona deja de ser lozana, o bien definitivamente obesa. La obesidad suele ser sinónimo de decadencia física.

¿Por qué se engorda? Esa es una buena pregunta; la máquina humana es un motor que para su locomoción debe servirse de levas (huesos largos), unidas entre si por juntas (articulaciones), accionadas por numerosos resortes (músculos) que condicionan la potencia del movimiento, el motor. La coordinación del movimiento es obra del sistema nervioso.

La mecánica de la máquina-hombre es asombrosa y permite prestaciones sorprendentes. Pero sucede a veces que esta máquina se ve obstaculizada por exceso de lubricación. Es éste el aspecto que llega claramente a los ojos del obeso: anillos de grasa en zonas muy concretas.

La mayor parte de los estudiosos del fenómeno de la obesidad entendida como enfermedad social en una opinión: se trata de un asunto de “entrada” y “salida”, de entrada con la dieta de alimentos y salida con el gasto de los alimentos con la actividad física.

Según un estudioso Inglés, John Judkin, el enemigo número uno de todas las poblaciones del mundo civilizado occidental es el azúcar, se entiende, todo lo que es normalmente dulce. Según Judkin el obeso posee un pensamiento de tener que estar el estomago siempre lleno. Los animales de laboratorio alimentados con mucha azúcar se vuelven obesos y pasan de la obesidad a la enfermedad.

RAQUITÍSMO

Es una enfermedad infantil, caracterizada por deformaciones esqueléticas y desórdenes de nutrición. Señalada primeramente en Inglaterra desde el siglo XVII, se denominó por ello mal ingles.

Trosseum no diferenciaba el raquitismo de la osteomalacia y fueron necesarios los inmortales estudios de Parrot para situar el raquitismo en su verdadero lugar nosológico.

La enfermedad es crónica y de marcha lenta, señalándose con debilidad, palidez, sudores hasta que se declara francamente. Hay casos, sin embargo, en que todo parece reducirse a una dispepsia (eructos, vómitos, diarrea, vientre abultado), y otros en que la afección se inicia bruscamente a modo de las agudas. No es raro que se reconozca durante la convalecencia de infecciones graves (escarlatina, bronconeumonía). Sea como quiera, se traduce por una serie de deformaciones esqueléticas. La cabeza aumenta de volumen con prominencia frontal, adoptando un tipo cuadrado. La fontanela anterior permanece abierta, a veces abombada y con latidos, pudiendo incluso percibir un soplo sistólicos. Es notable el reblandecimiento de los huesos craneales. En la cara se observa una anomalía del maxilar inferior. En el tronco las deformaciones son de dos clases, constantes afectan a las costillas e inconstante afectan al raquis y a la pelvis.

En los miembros es donde aparecen las deformaciones más típicas, como las nudosidades é inflexiones. Se hallan las primeras en la muñeca y en el pie, siendo indoloras y sin reacción inflamatoria alguna. Se curvan las piernas, suelen permanecer enanos y deformes, cuando andan lo hacen a modo de los patos. Afecta a diversos aparatos y sistemas del cuerpo.

11/08/200511/08/2005

11/08/2005




Descargar
Enviado por:Pili
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar