Historia
Transición española
INTRODUCCIÓN:
En este trabajo sobre la transición, se pretende hacer un estudio de los cambios acontecidos en España entre la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975 hasta las elecciones del 82, con el triunfo absoluto del PSOE, punto de inicio de una nueva etapa histórica.
El fenómeno más importante de cuantos marcaron esta etapa, fue la implantación, consolidación y desarrollo de la democracia, proceso inevitablemente complejo.
El trabajo es pues, un intento de describir y analizar, la instauración de esta democracia en España, como respuesta a la crisis abierta por la desaparición del fundador de un régimen autoritario de larguísima duración, nacido a su vez de una cruenta Guerra Civil.
Si es cierto que la muerte de Franco, marcó el final del régimen, no es menos cierto que comprender los pasos a cometerse que se suceden durante la etapa denominada de la Transición, no puede aumentarse sin analizar préviamente el legado de aquel, por lo que dedicaré un primer capítulo a un breve resumen de los hechos acontecidos en la última etapa del Franquismo, que marcaron los acontecimientos posteriores.
EL FRANQUISMO
EL TARDOFRANQUISMO:
El desarrollo socioeconómico y la democratización no puede afirmarse que tengan una relación lineal, pero numerosos autores relacionan los cambios socioeconómicos de los últimos años del franquismo, con el desarrollo de las bases que permitirían desarrollar y sostener un sistema democrático surgido posteriormente.
La expansión de las comunicaciones, de la educación, de la sanidad reforzarán la capacidad colectiva de ejercer los derechos de ciudadanía y acabarían afectando a los valores del pueblo, estimularan la tolerancia, la confianza y los sentimientos de autoestima, bases culturales de la democracia.
CAMBIOS EN EL SISTEMA ECONÓMICO DE LA ESPAÑA FRANQUISTA:
A partir de 1951, los representantes de la familia católica (OPUS DEI) desplazan de la cúpula de poder a los falangistas.
En los años cincuenta, definidos como el "decenio bisagra" experimenta la economía española, un crecimiento nada desdeñable, en parte gracias a la incipiente industrialización y en parte a la firma de los Pactos de Madrid (1953), con Estados Unidos, que comportan una ayuda económica (aunque inferior a la de los países europeos beneficiados con el Plan Marshall). Estados Unidos, aún claramente hostil al régimen franquista, empieza a ver en España un hipotético aliado en la lucha contra el comunismo que en plena Guerra Fría Mundial, ha pasado a ser el enemigo numero uno.
En 1957, los ministros económicos llamados "tecnócratas" eran conscientes de la necesidad de abandonar las políticas económicas anteriores, España ingresa en el Fondo Monetario Internacional, que le ayudará a integrarse mejor en el sistema capitalista internacional.
En el despegue económico de los años 60, intervienen tres factores: la inversión extranjera, la demanda exterior de la mano de obra y sobre todo los ingresos del turismo.
Cientos de miles de trabajadores abandonan España, para encontrar trabajo en centroeuropea y este éxodo atenúa el problema del desempleo y aumenta el ingreso de divisas que envían los emigrantes.
A la vez, seis millones de turistas visitan España en 1960 y en 1973, ya se alcanza la cifra de 34 millones.
Con todo en 1973 la crisis internacional del petróleo dejó secuelas en la economía española, pero el inicio de aproximación del nivel de vida de la sociedad española al índice europeo aún con abismales distancias, ya se perfila imparable.
LOS CAMBIOS SOCIALES Y SUS CONSECUENCIAS:
Los cambios económicos antes citados, producen cambios radicales en la estructura de la sociedad española. Cambia con mayor rapidez entre 1957 y 1978 que en siglos anteriores (Raymond Carr). Estos cambios son: desruralización y urbanización del país, con grandes grupos migratorios internos que se concentran en las zonas costeras y Madrid y otros grandes municipios.
Así, los grandes terratenientes, uno de los soportes fundamentales de la dictadura de Franco, pierden peso económico e influencia política y dejan de ser el referente principal de la vida social.
Se genera una nueva clase obrera urbana, empleada en la industria y servicios. La introducción de la Ley de Convenios Colectivos en 1958, crea algún nuevo cauce- muy limitado, claro- para la negociación salarial, pero ayuda y alienta la participación de la clase obrera, ahora mucho más numerosa, en la creación de nuevas estructuras sindicales al margen de las oficiales.
A la vez, las clases medias experimentan un doble proceso de ampliación, diversificación y cambio.
Crecen la clases que no han sido el soporte del Golpe de Estado del 18 de Julio del 36.
El cambio de política económica también tiene un impacto decisivo en el ámbito de la educación.
Los "tecnócratas" despiertan la idea de que la industrialización es inviable sin una mano de obra más cualificada.
El 1970 la Ley General de Educación prolongó la escolarización obligatoria hasta los 14 años y en 1975 estaban escolarizados el 75% de los niños de esta edad. A pesar del esfuerzo, esta es solo una mejora comparativa con etapas anteriores del franquismo porque la España Franquista solo invertía en la educación el 20% del PIB, cifra muy inferior a las de Francia y Alemania y la tasa de analfabetismo se situaba entorno al 44% entre los mayores de 55 años.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES ANTIFRANQUISTAS:
A partir de los años 60 y especialmente en los 70, se desarrolla un complejo entramado social de asociaciones, organizaciones e instituciones de todo índole, muchas de las cuales escapan al control político del régimen y son aprovechadas e impulsadas por organizaciones políticas y sindicales de vieja y nueva creación, para desarrollar un entramado antifranquista, especialmente activo en los últimos años.
La universidad:
La población universitaria se multiplica por dos entre 1962 y 1968. Este crecimiento coincide con una creciente radicalización política entre los estudiantes futuro, en parte, de la influencia de los acontecimientos del Mayo Francés (68).
Ya en 1956, se producen los primeros enfrentamientos en la Universidad de Madrid, con la declaración del estado de Excepción y el cese del ministro aperturista de Educación, Joaquín Ruiz Jiménez.
En 1961 se forma el FLP ("Felipe", un grupo de izquierdas de origen católico) que protagoniza el enfrentamiento al SEU (Sindicato de Estudiantes "oficial").
Profesores de prestigio, como Enrique Tierno Galvan (luego el primer y carismático alcalde socialista de Madrid) y Jose Luís Aranguren (filósofo), son desposeidos de sus cátedras.
El sindicato Democrático de Estudiantes (SDE) clandestinos y de marcada influencia comunista, tiene ya una presencia en todos los distritos universitarios.
En 1966 "La Caputxinada", el encierro de estudiantes, profesores y destacados intelectuales antifranquistas en el convento de los caputxinos de Sarriá (Barcelona) se convierte en un referente de la lucha universitaria.
A partir de entonces la presencia policial en los campus universitarios será permanente él hasta fin del franquismo.
El 69, en la universidad Central de Barcelona defenestran un busto de Franco y ya son varios los casos de estudiantes muertos en cargas policiales.
El movimiento de "La nova cançó" con Raimon, Lluís Llach y Serrat, entre otros, refleja musicalmente estas inquietudes.
El movimiento obrero:
Entre 1965-1975 el reto más visible al Régimen es el protagonizado por el nuevo movimiento obrero.
Conflictos laborales en Asturias, País Vasco y Cataluña, el régimen franquista es incapaz de evitar ni canalizar.
De los movimientos espontáneos en asambleas y comisiones, surge el Sindicato Clandestino de Comisiones Obreras (CCOO), que en 1967 celebraran su primera asamblea nacional.
En 1972 fueron detenidos sus principales dirigentes, (entre ellos el después diputado comunista Marcelino Camacho) que serian condenados a elevadisimas penas en el famoso "juicio del 1001" (septiembre de 1973).
Paralelamente las centrales USO (católicos y socialistas independientes) y los históricos CNT y UGT, que se negaban a participar en las cauces institucionales, tenían muy menguada su influencia, excepto en enclaves tradicionalmente socialistas como País Vasco y Asturias. Solo a partir de 1971, se abre un proceso renovado en UGT, encabezado por Nicolás Redondo (la ejecutiva estaba en el extranjero, exiliado).
Las reivindicaciones de carácter laboral, se asocian a las de solidaridad y generan una creciente politización de los conflictos laborales.
Desde el movimiento obrero se apoyaban, convocatorias nacionales, "días de lucha", con carácter estrictamente político, como la de 1970 con motivo del juicio al proceso de Burgos (ETA).
Todas estas manifestaciones de desacuerdo al franquismo, son brutalmente reprimidas, con sanciones, despidos, detenciones y muertes en las cargas policiales.
Todo este movimiento contribuyó en los años 60 y 70 a deslegitimizar en el exterior al régimen franquista.
2.4. La oposición antifranquista:
Todos los factores anteriormente descritos, facilitan el desarrollo de una clara oposición franquista y a la vez estos partidos y organizaciones estimulan los movimientos antifranquistas.
En los años 60 y 70 la oposición antifranquista tiene una clara formación marxista. El partido mejor organizado es el PCE (Partido Comunista de España) dirigido desde 1960 por Santiago Carrillo. Tras abandonar la lucha armada en 1948, a partir del 56 la estrategia del PCE es la de "reconciliación nacional" y de "pacto por la libertad".
Se distancia a partir de 1968 de la Unión Soviética y se convierte al "eurocomunismo" en vísperas de la muerte de Franco.
En Julio del 74 se forma en instancias comunistas la Junta Democrática, que no consigue aglutinar todas las fuerzas antifranquistas.
La estrategia moderada del PCE genera, como consecuencia no deseada, el surgimiento de múltiples organizaciones de extrema izquierda, algunas de tendencias maoistas y otras tronquistas: MC, ORT, PTE, PCE (marxista leninista), FRAP y GRAPO (estos tres últimos con actuaciones violentas y atentados).
El PSOE, cuyo secretario general, Tomás Centeno, había muerto torturado en comisaria en 1953, desarrolla muy poca actividad hasta los años 60. A partir del congreso de Suresnes en 1974, que elige una nueva ejecutiva, encabezada por el abogado sevillano Felipe González, que empieza a asumir posturas mas pragmáticas y a tener una cierta presencia en los movimientos clandestinos, con un rápido crecimiento entre el 74 y el 77.
También existen grupos de ideología democrática cristiana, de socialismo moderado como el PSP de Trierno Galvan.
Estos últimos sectores aparecen en abundancia a medida que el declive física del dictador se acrecienta, pero son partidos, grupúsculos, sin base social como el PDP de I.Camuñas y los Partidos Democráticos Liberales de Garrigues Walguer.
También el clero más joven, que ya se había comprometido en luchas anteriores (encierros en iglesias, posturas nacionalistas) y la iglesia se va desmarcando del Franquismo en el llamado tardofranquismo, como las declaraciones de la Conferencia Episcopal, en el 71 bajo la dirección del cardenal Tarancon.
Otro fenómeno a considerar es que la idea centralista del Régimen Franquista, en su concepción de España como Unica, y centralista fomento el sentimiento nacionalista en defensa de la lengua propia y de la recuperación de su propia identidad cultural, especialmente en Cataluña y País Vasco, en este último, con la peculiaridad del surgimiento de ETA (1957), con objetivos independentistas y la decisión de embarcarse en una lucha por conseguirla con el uso de practicas terroristas.
LOS ORIGENES POLÍTICOS DE LA TRANSICIÓN:
Es también importante identificar aquellos aspectos de la propia estructura franquista que con sus propias contradicciones o por su misma evolución -gradual o a consecuencia de las diferentes presiones antes enumeradas- facilitaron la posterior transición a la democracia o que al menos no la obstaculizaron en exceso.
Según algunos autores, la de Franco, fue la dictadura de un militar, no una dictadura militar (Charles Powell).
Es cierto que hubo numerosos militares en cargos de ministerios o empresas dependientes del Estado, pero ella obedeció especialmente a garantizar la lealtad y adhesión de los altos mandos del Ejercito.
El régimen dedica cada vez menos recursos al Ejercito. El Ejercito se ve a partir del 68-69 cada vez más involucrado en la lucha contra el régimen por la actividad terrorista, que a partir del Consejo de Guerra de Burgos (1970) y el Consejo Sumarísimo contra Puig Antich en el 74, así como las posteriores 5 condenas a pena de muerte en el 75 cuando el declive físico del dictador ya era patente, hace que ETA castigue con sus actividades muy duramente a la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas.
Algunas fuerzas militares se organizan en la Unión Militar Democrática (UMD) (1974).
El régimen se alarma de la existencia de la organización especialmente tras los ejemplos próximos en Portugal y Grecia.
La sucesión:
Desde Junio de 1973, el almirante Carrero Blanco, es nombrado presidente del Gobierno.
El atentado de ETA, perpetrado en Madrid frustra la continuidad del dictador en la persona del declaradamente inmovilista Carrero Blanco.
Su sucesor Carlos Arias Navarro, nombrado en enero del 74, carecía por completo de proyecto político propio.
Pero la medida que más contribuye a definir el futuro régimen, sin Franco, es sin duda el nombramiento de Don Juan Carlos de Borbon y Borbon, como sucesor de Franco a titulo de rey en Julio de 1969.
La aprobación de la Ley Orgnica desde el 67 ya define los perfiles de la Monarquía que supuestamente entraría en vigor a la muerte de Franco.
Las presiones exteriores contra la dictadura.
El desarrollo del Regimen de Franco estuvo condicionado desde el primer dia por su aislamiento exterior.
La victoria por parte del Régimen Franquista de la Guerra Civil, se debía en buena parte a la ayuda recibida de Hitler y Musolini y ante la pasividad de las democracias europeas.
Acabada la segunda Guerra Mundial, el Regimen es sometido a un aislamiento internacional sin precedentes.
El Parlamento Europeo, se pronuncia claramente por la total exclusión de España, mientras esta goce de un sistema antidemocrático. No hay que olvidar que en los diversos países Europeos la presencia de exiliados políticos, es también un motivo de permanente vigilancia, para que estas presiones se cumplan.
Washington (EEUU), tiene una postura menos contundente pues, olvida muchos de estos principios ante intereses económicos, crisis del Sahara en 1975 o la negociación de permanencia de las bases militares en territorio español.
El ingreso de España en la CEE, en el tardofranquismo se ve impedida claramente por las graves condenas de muerte, que un dictador agonizante, se entesta en mantener.
LA TRANSICIÓN
LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA: INTRODUCCIÓN.
Delimitación temporal de lo que se entiende por "La Transición".
Hay diferentes posturas a la hora de delimitar la etapa de "Transición".
Hay autores que se refieren a lo de la "transición" refiriéndose al intervalo, desde la muerte del dictador (nov. 75) hasta la creación de la democracia (1978 aprobación de la Constitución) etapa en la que surgen las principales instituciones del nuevo sistema democrático, así como las principales reglas del juego político. Otros la sitúan hasta las primeras elecciones democráticas del 15 de Junio del 77(Jinz t Stepan).
Hay autores que retrasan el inicio de la transición, no ya a la muerte de Franco sino a hechos posteriores, julio del 76, con el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno.
Pero entonces resultaría incomprensible, los procesos que se generan a partir de noviembre del 75, claves para la construcción de un verdadero estado democrático (Powell).
Yo me decantaré por la postura que describe la etapa de transición a la democracia como la suma de hechos acontecidos entre el 20 de noviembre del 75 hasta el octubre del 82, triunfo del PSOE en las elecciones generales.
Rasgos caracteristicos de la transición Española.
También hay numerosa y contrastada literatura sobre los motores fundamentales de dicha transición y de los trazos que la caracterizan. Pero hay determinados aspectos que se aceptan de consenso general:
La transición española se produce escaroladamente. Durante la transición, se secuenciaron las consultas electorales:
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4 consultas generales de ámbito nacional: los referendos del 76 y del 78 y las elecciones generales de 1977 y 1979, antes de dar el paso a las primeras consultas de ámbito subestatal (las municipales y los referendos del 79 y las primeras elecciones autonómicas del 80).
Desde la estructura franquista:
Otro aspecto original del proceso de transición es que se desarrolló mediante la utilización de procedimientos e instituciones contempladas en la legalidad franquista a la que se pretendía substituir (Casanova).
Con la figura del rey de referente:
Respetándose la continuidad de la Jefatura del Estado, del sucesor nombrado por Franco a título de rey y por extensión de la institución monárquica.
El rey solo podía afianzarse si adquiría legitimidad democrática, pues al principio de la transición la única legitimidad con la que contaba era de origen franquista. Durante la transición el rey actuó de "bisagra " o "puente" entre el pasado autoritario y el futuro democrático, tarea que en el fondo conllevaba una cierta contradicción.
Durante los primeros meses de la transición el rey actúa de "motor del cambio".
Sin ruptura:
Así, este tipo de transición es incompatible con medidas de castigo dirigidas contra los servidores del régimen autoritario, pues determinados sectores, no hubieran aceptado iniciar la democratización sin garantías de inmunidad.
(Véase Fuerzas Armadas, Guardia Civil, ministros de Gobernación como Fraga...).
Las mismas Fuerzas Armadas que habían sido garantes del franquismo, tenían que convertirse en garantes de la propia transición, de la nueva Constitución y del Estado Democrático.
Paradójicamente, de las dictaduras mediterraneo-europeas que se producen en la Europa meridional, España -respecto a Portugal y Grecia- es la menos rupturista y sin embargo la que ha dado paso a un sistema democrático más avanzado socialmente, si se mide en términos de distribución de la riqueza o de desarrollo del estado del bienestar.
Consensuada:
Siguiendo con los rasgos de la transición española, otro aspecto a resaltar seria su carácter consensuado entre prácticamente la totalidad de sectores. El intento de golpe de estado de 1981 sirvió para alertar a la opinión publica de la fragilidad de la democracia, lo cual se tradujo en una mayor adhesión a esta.
Con supremacía civil y reorganización territorial:
La consolidación de esta democracia, estuvo íntimamente supeditada a dos fenómenos, en parte relacionadas:
La aceptación del principio de supremacía civil por parte de las Fuerzas Armadas y el desarrollo de una nueva organización territorial del Estado capaz de satisfacer las demandas nacionalistas periféricos.
Este segundo aspecto- aparentemente menos conflictivo que el primero- aun tiene muchos cabos por atar y una prueba es la grave problemática que aun existe, no solo en Euskadi, sino extendida a todo el territorio español, con respecto a ETA y su violencia.
LA PRIMERA ETAPA DE LA TRANSICIÓN:
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de la muerte de Franco a la Constitución (1975-1978)-
CARLOS Arias Navarro.
El 22 de noviembre de 1975 es la fecha del nombramiento del rey Don Juan Carlos ante las Cortes.
El primer gobierno de la monarquía, es el de Carlos Arias Navarro.
Entre el rey y Arias Navarro, se negocian, no siempre con facilidad, la composición final del gabinete.
El rey logra imponer como presidente de las Cortes y Consejo del Reino a su antiguo tutor y hombre de confianza Fernández Miranda. También consigue situar a hombres de talento reformista en el ejecutivo, como Areilza, Garrigues, Fraga, e incorporan a varios representantes de la llamada "generación del príncipe", entre ellos Adolfo Suarez, Rodolfo Martín Villa y Lepopoldo Calvo Sotelo.
Arias Navarro, nunca tuvo un proyecto político propio, ni supo imponer su autoridad a sus ministros.
Hombre escasamente carismático, anclado en el pasado, pero ambicioso de seguir protagonizando el futuro -la "esfinge sin secreto", como la describió Cabanillas- poco supuso para el avance de la democracia.
El inicio del desbloqueo exterior.
Las primeras medidas adoptadas por el rey y su gobierno fueron seguidas con enorme expectación desde el exterior.
Areilza, ministro de Asuntos Exteriores, concluyo, tras sus conversaciones con el embajador americano que los Estados Unidos "desean la democratización del sistema pero sin demasiado afán, exigencias ni prisas", se forma en 1976 un nuevo Tratado de Amistad y Cooperación, en presencia de Kissinguer.
En Europa, el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea había acordado que los cambios acontecidos a la muerte de Franco, justificaban la interrupción de las conversaciones interrumpidas con las ejecuciones del dictador del año anterior.
Desde las instituciones europeas se efectúa un seguimiento exhaustivo del proceso español, en estrecha colaboración con los principales partidos de la oposición democrática, que recibían un inestimable apoyo político.
Ningún dirigente europeo había asistido a los funerales de Franco y en cambio Giscard d'Estaing (Francia). Walter Sheel y el duque de Edimburgo asisten a la coronación del rey.
Continua la presión social.
En 1973, el impacto de la crisis del petróleo, había golpeado duramente la economía española. Las medidas posteriores adoptadas por el franquismo no ayudaron en gran medida a superar la crisis.
En los primeros tres meses del 76, debían renovarse unos 2000 convenios colectivos.
En una situación en que las demandas de naturaleza económica y laboral se politizaban de inmediato debido a la ausencia de cauces representativos y a la acción de los sindicatos emergentes, que pretendían ejercer una presión "desde abajo" para acabar definitivamente con los restos del Regimen anterior.
Así, en 1975, el año más conflictivo del franquismo se habían declarado 3156 huelgas, en solo los tres primeros meses del 1976, ya en la transición, se registraron 17731.
Los sindicatos, aun ilegales, convocaron una Huelga General en enero, el Ministro de relaciones sindicales, Rodolfo Martín Villa, combinó por una parte medidas autoritarias ante esta situación, para tranquilizar a los sectores más reacios al cambio, pero a la vez introdujo un cierto talento liberal, que mantuviera viva la esperanza de reforma.
Se militarizan los conflictos de los servicios públicos de Correos y RENFE, así como los de los bomberos y policías municipales del Ayuntamiento de Barcelona.
La muerte de un obrero en Elda y el desalojo de huelguistas reunidos en asamblea en una iglesia de la Victoria, que se saldó con la muerte de cinco obreros y numerosos heridos de bala, dejaba demostrado que aun seguían en vigor las técnicas policiales de antaño.
En posteriores manifestaciones de repulsa y solidaridad a los hechos de Victoria, encontraron la muerte otros dos obreros en Barauri y Tarragona y el 8 de marzo tuvo lugar la huelga más importante celebrada en el País Vasco desde los años treinta.
La única salida razonable a estos hechos era el reconocimiento del derecho de huelga y la legalización de los grandes sindicatos.
Más medidas hacia la democratización.
La lucha por la amnistía a los presos políticos.
Uno de los movimientos que movilizó a más amplios sectores durante la transición, fue la exigencia de una amplia amnistía. La Platajunta (órgano unitario de la oposición) exigía "la inmediata liberalización de los presos políticos y sindicales y el regreso de los exiliados".
Sin embargo, el 25 de noviembre, con motivo de la proclamación del monarca, se aprueba un modesto indulto.
La oposición impulsa una gran campaña proamnistia que culmina en la multitudinaria manifestación en Madrid el 20 de enero.
El gobierno, a resultas de la presión, deroga la Ley Antiterrorista del 1975 en el País Vasco y concede pasaportes a decenas de exiliados, que no tuviesen causas pendientes con la justicia (negociación entre Fraga y Juan María Bandrés).
Sin embargo, la actividad terrorista de ETA, se acrecienta.
Tanto en Cataluña como en el País Vasco, la petición de Amnistía se vincula estrictamente a la de autogobierno. La frase "Llibertat, Amnistía i Estatut d'Autonomia" es un clamor en la Cataluña de la transición. En su primera visita de los reyes a Cataluña, este utilizo en su discurso el Catalán. Se permitía registrar nombres vernáculos en el registro civil "en cualquier lengua de la nación".
Los pasos para la legalización de los partidos políticos en la oposición.
Arias Navarro se negó desde el principio a recibir a los representantes de las fuerzas de la oposición.
Sin embargo, consciente de que las prometidas elecciones no tendrían ningún sentido, sin la concurrencia legal de estos partidos, el rey recibió a varios dirigentes destacados, con el propósito de convencerles de la viabilidad de la reforma, auspiciada por la Corona.
Fraga, desarrolló una estrategia que consistía en distinguir entre partidos "ilegales" para la legalización y los "ilegales" no legalizables.
Con esto pretendió fortalecer al PSOE a expensas del PCE, de ahí la permisividad que se tiene con el líder del primero, Felipe González, que puede realizar varios mítines multitudinarios y viaja de un lado a otro de la geografía española.
El ministro también cultiva a los rivales socialistas, especialmente al PSP de Tierno Galvan.
La fusión de la Junta Democrática (dominada por el PCE) y la Plataforma de Convergencia Democrática (impulsada por el PSOE) en marzo de 1976, de la que surgió una nueva única coordinadora de los partidos y entidades de la oposición llamada popularmente Platajunta, da al traste con la política de Fraga.
Este no duda en encarcelar a los principales dirigentes miembros de organizaciones no "legalizables" de la Platajunta: Marcelino Camacho (CCOO), Nazario agudo (PTE), Javier Dorronsoro (MC), los comunistas Ramón Tamames y Bardem, detenidos en una manifestación proamnistia.
El rey y el presidente del Parlamento Europeo, manifiestan su descontento ante el autoritarismo y prepotencia del ministro.
La amplia unidad de la oposición unida en un mismo organismo, la Platajunta, favorece claramente a los posturas menos rupturistas, ya que los puntos comunes han de ser mínimos, genéricos y consensuales en un espectro político muy diverso: izquierda maoísta, comunistas, socialistas, sociodemocratas, democratizantes,... aunque en el fondo, la unidad conquistada por la oposición desde la Platajunta era más aparente que mal.
Por procedimientos de urgencia, llega a las Cortes un proyecto de Ley de Asociación, defendida brillantemente por Adolfo Suarez, que abría la puerta de la legalización a algunos partidos.
El 1 de julio de 1976, el monarca convoca al presidente Carlos Arias Navarro para pedirle su dimisión, acertada decisión para sacar uno de los escollos para el avance del proceso democrático, pues Arias Navarro era, como Juan Carlos mismo había informado a la opinión publica internacional en una entrevista en Newsweek, de que su presidente era "un desastre sin palitativos", a la que habría que añadir que era más franquista que demócrata.
Adolfo Suarez. El primer gobierno.
El rey y Fernández Miranda habían debatido los posibles sucesores de Arias Navarro, en la presidencia del gobierno, optando finalmente por Suarez.
En una lista de 7 candidatos, encabezado por Areilza, ocupaba el ultimo lugar, en las posibilidades.
Suarez era un político poco conocido fuera de los círculos oficiales de Madrid. Ocupó cargos de gobernador civil de Segovia (1968) y director general de RTVE (69-73), siendo además procurador familiar por Avila desde 1967. De orígenes sociales humildes, de mediocre trayectoria académica, Suarez era un político cuyo nombre apenas había sido tenido en cuenta y cuyo nombramiento sorprendió.
Suárez carecía de un grupo político propio.
Suarez se ve forzado a formar un gobierno con personas de su edad, de talento reformista, pero con quienes apenas había tenido trato. Destacaré a Martín Villa (Gobernación) Calvo Sotelo (Obras Publicas), Marcelino Orejas (Asuntos exteriores), Landelino Lavilla (Justicia), su intimo amigo Fernando Abril Martorell (Agricultura) entre otros.
Este gobierno, motejado como gobierno de "PNNs" por la prensa, actuó con una dedicación, unidad de criterios y lealtad a su presidente muy poco frecuente en la vida política española.
5.5.1. La Ley de Reforma
Fiel a esta filosofía democratizadora, el ejecutivo se presentó en julio ante la opinión pública, con un programa de actuación que partia de la premisa de que "la soberanía residía en el pueblo" y cuyo objetivo era "instaurar un sistema político democrático basado en la garantía de los derechos y liberatades cívicas, en la igualdad de oportunidades políticas para la pluralidad de grupos democráticos" y se comprometía a celebrar un referéndum y a convocar elecciones generales antes del 30 de junio de 1977.
La oposición recibió con moderada hostilidad estas primeras declaraciones, pero siguió ejerciendo su presión "desde abajo" especialmente con sus campañas "proamnistia".
El 30 de Julio, el gobierno decreto una primera amnistía que era en realidad un indulto ampliado.
Suarez establece contractos con los dirigentes de la oposición.
Los dirigentes catalanes tenían especial interés por celebrar sin cortapisas la "Diada de l'Onze de Setembre", a la que el gobierno accedió tras arduas negociaciones y unas 700.000 personas se concentran en Sant Boi de Llobregat, sin producirse incidente alguno.
El profesor Fernández Miranda, se encierra en agosto en su casa de Navacerrada y redacta el que tenia que ser el texto clave de la transición: El Proyecto de ley para la Reforma Política, tan sencillo como audaz, fue presentado a la opinión publica el 10 de Setiembre.
Esta ley ha sido caracterizada como una "ley-puente", una ley para la reforma, no de reforma. La ley tendría rango Fundamental.
Estableció la creación de unas Cortes bicamerales, formadas por un Congreso de los Diputados de 350 miembros, elegidos por Sufragio Universal y un senado, compuesto por 207 representantes de las "entidades territoriales" y 41 senadores designados por el rey. El texto disponía a la vez que tanto el Gobierno como el Congreso podrían iniciar reformas consitucionales ulteriores, bajo aprobación mediante referéndum.
El 18 de noviembre de 1976, se aprueba en las cortes la Ley para la Reforma, por 425 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones y 34 ausencias.
El 15 de diciembre, la Ley se somete a Referéndum con un resultado alterna... positivo La participación alcanzó un 77,4%, de los cuales 94,2% votaron a favor y tan solo un 2,6% en contra.
A Torcuato Fernández Miranda le gustasba decir que la reforma era como una obra de teatro en la que el empresario era el rey, el autor, el mismo y el actor principal Adolfo Suarez.
5.5.2. Hacia las primeras elecciones democráticas.
El 8 de febrero del 77 se aprueba un decreto de ley que modificaba las normas de registro contempladas en la Ley de Asociacion, de acuerdo con las exigencias de la oposición, dando pasos a una inscripción masiva de partidos. Antes se había abolido el Tribunal de Orden Publico.
Pero el punto de no retorno de la transición democrática la marcaba la legislación o no del PCE, hecho que, con algunas dificultades sucede el sábado 9 de abril del 77.
Paradójicamente, con la legalización del PCE, no fue el gobierno el que certificó el carácter democrático del PCE, sino a la inversa, este paso dio certificado de voluntad realmente democrático del gobierno.
Los partidos políticos, ya en sus contactos y negociaciones previas a su legalización, ya habían impuesto "siete condiciones" imprescindibles para participar en las primeras elecciones democráticas: legalización de todos los partidos y organizaciones democráticas, disolución del Movimiento, amplia amnistía, acceso equitativo a los medios de comunicación, negociación de las normas de elección, garantía de libertades y el tema de las nación aliada.
Con estas bases, se inicia la elaboración de unas normas electorales.
En síntesis estas eran:
Para el Congreso, un mínimo de 2 diputados por provincia, a los que se añadiría un diputado más por cada 144500 habitantes, realizando la distribución de escaños según la ley de Hont.
Se presentarían candidatos en las listas cerradas, y por el Senado, 4 senadores por provincia y los electores elegirían a tres candidatos.
Los altos cargos eran inelegibles, si no dimitían al menos 20 días antes de las elecciones y a los militares se les prohibía la actividad política y sindical.
En la practica esta ley favorecía a los partidos grandes en detrimento de los partidos menores de ámbito local.
El 15 de abril se anuncia la convocatoria de elecciones para el 15 de junio del 1977.
El interés del Gobierno de Suarez, era que nadie pudiera cuestionar su naturaleza plenamente democrática.
Esta credibilidad dependía en buena medida de que todos los partidos políticos pudieran contar con los medios económicos suficientes para participar en ellos. Desde el propio gobierno se insta a los bancos, para que se concedan créditos a los grandes partidos.
Las elecciones del 1977 pueden considerarse verdaderas "elecciones fundacionales", en la medida que contribuyeron definitivamente a deslegitimizar al Regimen anterior y a legitimizar a su sucesor. La elevada participación -un 79% de electores- y el numero de candidaturas presentadas 4537 para cubrir los 350 escaños del Congreso y 937 para los 207 del Senado, reflejaron tanto el entusiasmo que generaron como la credibilidad que se otorgaba al resultado.
Así lo corroboró también la disolución del Gobierno Español Republicano en el Exilio, que se mantenía en Méjico.
Los resultados electorales fueron, en resumen:
El partido gubernamental, creado antes de las elecciones por Adolfo Suarez, UCD, obtuvo el 34,6% de los votos y 165 escaños que representaban el 47% del total, quedando a 11 escaños de la mayoría absoluta. Por su parte el PSOE recibió el 29,4% de los votos y 118 escaños, es decir, el 34% de los mismos, convirtiéndose en el primer partido de la oposición. A mucha distribución de ambos el PCE-PSOE, obtuvo el 93% de los votos y 20 diputados (el 6%), mientras AP, el partido de Fraga, recibía el 8,8% de los sufragios y 16 escaños (el 5%). Por último la coalición PSP-Unidad Socialista de E. Tierno Galvaez capta el 4,5% de los votos y 6 escaños (el 2%).
Respecto los partidos de ámbito nacional, el Pacte Democràtic per Catalunya, liderado por Jordi Pujol, logró el 2,8% de los votos y 11 diputados (el 3%), así como el PNV, que obtuvo el 1,7% de votos y 8 escaños (el 2%).
La presencia, gracias a estos resultados, de once partidos y coaliciones en el Congreso, sugiere que el sistema electoral hizo posible una combinación de gubernabilidad y representatividad idónea para la etapa constituyente.
Según Sartori un sistema multipartidista de tendencia bipolar y según Martorell, en estos resultados existió un alto nivel de corelación entre el voto del Frente Popular y la suma de votos de socialistas y comunistas en el 1977, con novedades notables, como la desaparición del anarquismo en el espectro político.
Las elecciones contribuyen a clarificar el panorama político, con resultados inesperados, pues partidos como el PSOE que habían desempeñado un papel menor en la oposición al régimen franquista, hasta su relanzamiento en 1979, y que apenas contaba con 10000 militantes en 1976, obtienen un éxito notable y en cambio cabe hablar de un relativo fracaso del PCE, el partido clandestino más activo durante el franquismo.
También cabe destacar que, a pesar de los temores, las candidaturas declaradas implícita o explícitamente herederas del franquismo, prácticamente desaparecen del mapa electoral, a excepción de AP, con un éxito muy limitado, con todo y haber dispuesto de abundantes medios económicos.
Si analizamos los resultados desde el punto de vista de las diferentes autonomías, en Cataluña, la izquierda -PSC-PSOE, el PSUC y Esquerra- consiguen un amplio triunfo. El PSOE, dobla los resultados que su tocayo el PCE obtiene el resto del estado.
Y la candidatura unitaria al Senado "Entesa del Catala" formada por socialistas, comunistas y republicanos juntos lograba la mayoría en las cuatro circunscripciones.
La etapa constituyente:
Tan solo 20 meses después de su proclamación como rey ante las Cortes Franquistas, el 22 de Julio de 1977, don Juan Carlos acudía de nuevo al palacio de las Cortes para anunciar solemnemente ante un auditorio de composición muy distinta (los representantes de los partidos que habían obtenido escaños), que "la democracia ha comenzado".
Acto seguido, afirma que la Corona desea -interpretando las aspiraciones de las nuevas Cortes- una nueva Constitución.
Estas palabras marcaran no solo el inicio de la primera legislatura postfranquista, también de un proceso constituyente que finalizaría el 6 de diciembre de 1978, con la aprobación de una nueva constitución democrática mediante un referéndum.
Suarez, tras las elecciones ha de formar el segundo gobierno. Por un lado Suarez retuvo a numerosos ministros de su equipo anterior, entre ellos a Gutiérrez Mellado, que pasa a ser el único militar del gobierno, a Abril Martorell, Martín Villa, Oreja y Landelino Lavilla. Incorpora a este núcleo central a un prestigioso economista, el profesor Fuentes Quintana y a los jefes de filas de diferentes partidos presentes en la coalición de UCD, entre ellos al fundador del PP, Pío Cabanillas, el democraticristiano Iñigo Cavero, los liberales Joaquim Garrigues Walquer e Iñigo Cavero, el socialdemocrata Fernández Ordoñez (que había que mantenerse cono ministro en posteriores gobiernos del PSOE), entre los más destacables.
Los Pactos de la Moncloa:
El problema más accentuado del nuevo gobierno fue sin duda la crisis económica que desde 1974 padecía España.
La lucha contra la inflacción que el verano del 77 había alcanzado el 42%, la devaluación de la peseta en un 20%, mitigar el impacto social del paro, aumentar el subsidio de desempleo, el incremento del déficit público, son medidas y problemas económicos interrelacionados, a los que encontrar solución implica consenso entre las diferentes fuerzas sociales. Suarez inicia contactos entre sindicatos y patronal.
El 18 y el 21 de octubre se reúnen los partidos políticos en la Moncloa, para estudiar una serie de reformas. Son los llamados Pactos de la Moncloa, que representaron una contribución crucial al éxito del proceso de transición.
Evidencian un amplio consenso basado en torno a la economía social de mercado como futuro sistema socioeconómico. También demostraron que un gobierno democrático, tenia autoridad para exigir medidas de austeridad, inevitablemente impopulares. Este consenso se refleja en los resultados de las elecciones sindicales y por primera vez desde la Guerra Civil los sindicatos pudieron celebrar el Primero de Mayo en la legalidad (1978), convocando, solo en Madrid, a un millón de trabajadores.
El problema de las autonomias:
Los resultados electorales en Cataluña, dieron la mayoría a las fuerzas políticas que reclamaban autogobierno y el retorno del Estatuto del 32.
Ante esto, Suarez y el rey tímidamente establecen contactos con Josep Tarradelles, presidente de la Generalitat en el exilio,.
El acuerdo, recoge restablecer provisionalmente la Generalitat y el nombramiento de un "Consell" que Tarradelles presidiría, a cambio de aceptar "la irrenunciable unidad de España", y el derecho de autonomía, no solo para Catalunya sino también de otras regiones españolas.
El acuerdo se formaliza en Perpiñá y el 23 de octubre Tarradelles hizo su regreso triunfal a Barcelona poniendo fin a un exilio de treinta y ocho años y pronunciando su inolvidable e histórica frase de "ja soc aquí" en presencia de varios miles de catalanes entre ellos mi padre y mi madre, que participaron no solo en este momento histórico, sino en numerosos de los actos aquí reseñados como fundamentales para la consolidación de la democracia.
El restablecimiento de la Generalitat fusiona así, elementos rupturistas y reformistas.
En el País Vasco, no puede realizarse un proceso similas, los numerosos casos de delitos de sangre entre los presos políticos, no permite una amnistía como la que defendía el portavoz de la minoría vasca Xabier Arzalluz. Durante todo este tiempo, el activismo de ETA, fracciones poli-mili y ETA (militar), se mantienen en activo y los Aberri Eguna, se prohiben.
En Galicia florecen las manifestaciones culturales de identidad propia, aunque existe bastante debilidad organizativa nacionalista.
En Andalucía, donde el sentimiento regional nunca había tenido una traducción política consolidada, pasa a ser un asunto central, a partir del 4 de diciembre del 77, en que la jornada del Dia de Andalucía, congregó a un millón y medio de andaluces que se manifestaron a favor de su autonomía. Incluso Canarias, donde el nacionalismo había sido inexistente en épocas anteriores, el MPAIAC, de Antonia Cubillo adquirió un protagonismo sorprendente, aunque efímero.
Entre enero y octubre del 1978 el gobierno accedió a la creación por decreto-ley de entes preautonomicos en Navarra, Galicia, Asturias, Castilla y León, Aragón, Castilla la Mancha, País Valenciano, Extremadura, Andalucía, Murcia (sin Albacete), Baleares y Canarias.
Esta solución no satisfago a los nacionalistas catalanes y vascos, que vieron en estas preautonomias una burla a la especificidad histórica de sus naciones.
Pero esta habría de ser la futura organización territorial del Estado.
La constitución:
La izquierda y sobre todo el PSOE, reclama que fueran los parlamentarios recién elegidos los que protagonizaran el proceso de elaboración de la nueva Constitución, creándose a tal fin una ponencia en el seno de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Publicas del Congreso de los Diputados. La constituyeron 7 miembros: Gabriel Cisneros, Miquel Herrero de Miñon y José Pedro Pérez LLorca, por UCD; Gregorio Peces Barba del PSOE, Manuel Fraga de AP, Jordi Sole Turo del PSUC-PCE y Miguel Roca en representación de nacionalistas vascos y catalanes, aunque los primeros no tardaron en manifestarse excluidos de la misma.
Se inicia la primera redacción de un anteproyecto entre agosto y diciembre del 77.
El proceso no fue fácil, los debates fueron internos con deserciones temporales incluidas de algún sector, finalmente el texto fue enciado al pleno del Congreso y aprobado el 21 de julio del 78 por 258 votos a favor, dos en contra (uno de AP y uno de EE) y 14 abstenciones (68 diputados de PNV se ausentaron para no tener que votar). El senado la ratifico el 31 de octubre del 78.
El texto constitucional fue sometido el 6 de diciembre del 78 a referéndum, registrando un porcentaje de participación sensiblemente inferior al anterior referéndum. En muestras posteriores revelaron que el electorado del PSOE y de UCD, votó mayoritariamente a favor, mientras que el del PNV optaba por la abstención y por el voto negativo.
La aprobación de la Constitución del 78 puso fin a la existencia formal del régimen de Franco. Desde una prespectiva estrictamente jurídica, finalizaba el tránsito de un sistema de gobierno autoritario a una democracia.
La Constitución mereció el respaldo de las principales fuerzas políticas, aunque AP la aceptó con criticas renocas y el PNV, se abstuvo de votarla pero acordó aceptarla. El pueblo español también cabe decir que fue muy participativo, pues la Constitución se forjo como resultado de tres consultas populares: el referéndum del 76, las elecciones del 77 y el referéndum del 78. Ningún texto constitucional español anterior había gozado jamás de una legitimidad democrática comparable.
Las elecciones del 79.
Una vez aprobada la Constitución era necesario la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones en las primeras Cortes elegidas de acuerdo con la nueva Constitución, pero esto no se produce de forma automática.
La izquierda presiona para convocar de una vez por todas las primera elecciones municipales, pero Suarez temeroso de perderlas, opta finalmente por convocar
las generales para el 1 de marzo de 1979.
Superficialmente los resultados de las elecciones del 79 se asemejaron mucho a las del 77, salvo en lo que a participación se refiere, pues se abstuvo un 33% de la población censada, un 11% mas que en las primeras elecciones generales.
Esto se atribuye en parte al cansancio electoral provocado por cuatro convocatorias a las urnas en algo mas de dos años, a las que se sumaria una futura un mes después.
Sin embargo también es probable que el fenómeno "derencanto", también influyera.
UCD fue el partido más votado y mejoro sus resultados de otras elecciones. Paradójicamente Blas Piñar y su ultraderechista Unión Nacional, consiguen un escaño por Madrid, por primera y ultima vez.
Como novedades en los resultados electorales tras esta aparente continuidad, seria el incremento notable de los votos captados por partidos nacionalistas o de ámbito regional, que alcanzaron el 10% del total, frente al 5% de 1977.
Este aumento se consigue también gracias a la aparición de nuevos partidos, como el PSA (Partido Socialista Andaluz) y el Partido Aragonés Regionalista, La Unión del Pueblo Canarioy, en el País Vasco, Herri Batasuna, que aún siendo la segunda fuerza más votada con el 15% de votos que se tradujeron en tres actas de diputados y una del Senado, nunca llegaron a ser utilizadas.
Suarez es investido presidente, la primera investidura realizada de acuerdo con la constitución, aunque se niega a someter su programa de gobierno a debate en el Congreso.
La sorprendente e impopular de dicha medida, tomada poco antes de las municipales del 3 de abril del 79, junto con el pacto post-electoral del PSOE y PC y PSUC para conseguir ocupar las principales ciudades del país, hace que UCD vea muy paliados sus resultados electorales.
Madrid es gobernado por el socialista Tierno Galvan y Cordova por el comunista Julio Anguita, entre otras.
Los resultados de estas elecciones del 79 inciden especialmente en la dinámica interna de algunos partidos concurrentes. Para el PSOE marcaron un punto de no retorno. Este había multiplicado por 10 la militancia desde 1976. El PSOE empieza a dejar de lado la terminología de su época antifranquista , abandonando el "marxismo" y la idea de "hacer la revolución" en su decálogo ideológico.
Las elecciones autonómicas.
En el 80, se celebran las primeras elecciones autonómicas bascas, donde el gran perdedor fue UCD y el ganador indiscutible el PNV, con el 38% de los votos y 25 escaños, mientras que Herri Batasuna, ocupaba un significativo segundo lugar, con el 16,5% y 11 escaños y el PSOE un decepcionante tercer puesto con un 14% y 9 escaños. La negativa de los aberchales de HB a incorporarse al Parlamento vasco, otorgó la mayoría absoluta de hecho al PNV, formando un modelo monocolor presidido por Garaicotxea, el primero surgido de las mismas en la historia del País Vasco.
Aunque el Estatuto Vasco fue el primero en aprobarse, los parlamentarios catalanes, habían sido los más madrugadores a la hora de elaborar su proyecto, que se comenzó a estudiar en el parador de San, en Vic, en setiembre del 1978, aprobándose dos meses después.
El Estatuto obtuvo el apoyo de todas las fuerzas políticas Catalanas del espectro parlamentario, excepto AP y en el referéndum del 25 de octubre del 1979, mereció la aprobación del 88% de la población, si bien con una escasa participación, solo 59% de la población censada.
En marzo del 1980 se realizan las primeras elecciones catalanas, en las que de manera similar a las vascas, los partidos nacionalistas, mejoran sensiblemente sus resultados.
En Catalunya el ganador indiscutible fue Pujol de CIU con el 28% de los votos, mientras PSC-PSOE logra el 22%, el PSUC el 19% y ERC el 9%. La UCD queda relegada al cuarto lugar con un 11% de votos.
Progresivamente, aunque tras arduas negociaciones, el Estatuto Gallego se somete a referéndum, con una desconcertante abstención del 71%. Paralelamente Andalucía, de su apoyo al proyecto de Estatuto el 28 de febrero de 1980.
La politica exterior en la transición.
Uno de los puntos que generó profunda división entre las fuerzas políticas fue las relaciones con Estados Unidos y el posible ingreso en la OTAN.
En cambio fue prácticamente unánime la demanda de ingreso de España en la Comunidad Europea. De hecho el proceso constitucional fue paralelo al europeísta.
Respecto a la OTAN, PSOE y PCE eran contrarios al ingreso (77). En el programa electoral del 79, el PSOE pedía "la creación de una tercera fuerza real entre países que se encuentran en vías de construir un socialismodemocrático".
Posteriormente al fallido golpe de estado- se detallará en el punto 9- dimitido ya Suarez como presidente de Gobierno y su sucesor Calvo Sotelo - decide solicitar, en agosto del 81, formalmente a las Cortes el ingreso a la OTAN. El PSOE y otros partidos habían emprendido una campaña contra la entrada a la OTAN. Inevitablemente, aunque con matices en el documento de adhesión, España se convirtió el 30 de mayo del 1982 en el decimosexto de la OTAN.
Las relaciones con la Santa Sede, de manos de un creyente como Adolfo Suarez obtuvieron por parte de Pablo VI, apoyo al proceso democrático español. De hecho los acuerdos y las relaciones con la Santa Sede, giraban en torno al papel de la Iglesia en la sociedad española y su relación con el nuevo estado democrático. El derecho a los padres a decidir libremente la formación moral y religiosa de sus hijos, en un estado aconfesional como se declaraba en la Constitución, generó fricciones entre la Iglesia y el Estado.
El cambio de Pablo VI, por Juan Pablo II, favorece las presiones sobre el gobierno en este sentido y la Conferencia Episcopal adopta actitudes claramente desfavorables a la izquierda, que defienden la autonomía e independencia entre el Estado y la Iglesia Católica.
También son difíciles las relaciones con Francia, ya que el sur de Francia se había convertido en un santuario protector de ETA, cuyos dirigentes actuaran con absoluta impunidad postura que dificultó enormemente la lucha antiterrorista de los gobiernos centralistas españoles.
Mas conflictivo fue el proceso de descolonización del Norte de Africa, en el que se heredaron unas relaciones muy deterioradas como consecuencia de la retirada de España del Sahara y su entrega a Marruecos y Mauritania con el rechazo de Argelia y la oposición de izquierdas que apoyaron al Frente Polisario - Saharaui, problema aun por resolver.
LAS Fuerzas armadas, su evolución en la transición.
Uno de los fenómenos sorprendentes del proceso democratizador en España fue el hecho que no suscitara el rechazo activo y desde el principio de unas Fuerzas Armadas escasamente partidarias del cambio de Régimen.
Dos aspectos pueden haber influido en esta postura:
el proceso respetó en todo momento la legitimidad vigente por tanto no había excusa de que se estaba cambiando el régimen por la fuerza.
La legitimización retrospectiva de la democracia protagonizada por el rey, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, por tanto también militar, la máxima autoridad militar.
La no intervención de las FFAA, puede ser también atribuido a su propia ideosincracia: aunque el rechazo al cambio durante la transición, fuera muy amplio en ejercito, este nunca contó con un proyecto político postfranquista propio, ni con lideres capaces de articularlo.
Durante la transición las Fuerzas Armadas solo se manifestaron colectivamente en dos ocasiones:
La primera ante la legalización del PCE, decisión que fue condenada por el Consejo Supremo del Ejercito y por tanto no tuvo ningún efecto.
La segunda en 1977, cuando la amnistía permitió la reincorporación al Ejercito de los militares oficiales, expulsados por pertenecer a la UMD (Unión Militar Democrática) ante la que Gutiérrez Mellado, junto con varios generales advirtió que el hecho podría tener consecuencias imprevisibles.
Gutiérrez Mellado hizo de puente en todo momento , para transmitir al gobierno las inquietudes que el proceso constituyente iba generando en el ejercito y interceder por redactados más acordes con las posturas castrenses.
Esto consigue, trasladar el articulo de la Constitución referente a la misión de las Fuerzas Armadas, al titulo preliminar de la constitución y no al titulo cuarto como inicialmente se pretendió.
Se distingue también entre Fuerzas Armadas y Fuerzas de Orden Publico.
Determinados puntos de la Constitución, que generaron malestar, como el término "nacionalidades" o el referido a la abolición de la pena de muerte por delitos militares, salvo en caso de guerra, se mantienen igualmente en la Constitución.
En cambio, sí lograron evitar la abolición de los "tribunales de honor" así como diluir el reconocimiento de la objeción de consciencia, aunque actualmente ha conseguido, en la practica, su absoluta desaparición.
Gutiérrez Mellado actúa como "modernizador del ejercito" creando un nuevo "Ministerio de Defensa, se refundan los servicios de inteligencia y contrainteligencia (CESID), esta última se dedicará prioritariamente a la lucha contra el terrorismo.
Durante su mandato Gutiérrez Mellando impulsa la profesionalización del ejercito -proceso que también culmina en nuestros días con la abolición del servicio militar obligatorio y evitando el pluriempleo, equiparando sueldos de los militares con los funcionarios civiles.
Desaparece el desfile de "La Victoria" (era la victoria del 18 de julio. Alzamiento franquista) y se cambia por el dia de las Fuerzas Armadas, que se celebra el último domingo de mayo. Se reforma el Código de Justicia Militar.
Para poder llevar a la practica este programa, Gutiérrez Mellado, entendió necesario apoyarse en generales cuya lealtad a la Corona y al gobierno no estuviera en duda y descartando de puestos de relevancia a los claramente hostiles.
El rumor de golpe de estado entre 1978 y 1981, no se debió tanto a las reformas que prudentemente se había realizado en el ejercito, con el apoyo explícito de la Corona, sino al malestar por el impacto de la mayor ofensiva terrorista de ETA.
El 21 de julio del 78 el asesinato de un general y un teniente coronel, coincidiendo con la fecha de votación del proyecto de Constitución en el congreso de Diputados. Fue el primer asesinato a un oficial de alta graduación desde el asesinato del almirante Carrero Blanco en 1973. A este surgieron muchos. A lo largo del 79 fueron 12 los asesinados de alta graduación, 9 en 1980. Así ETA se cobró 68 víctimas mortales en 1978, 85 en 1979 y 100 en 1980, el año más sangriento.
La llamada "Operación Galaxia" tomo su nombre de la cafetería madrileña en que se reunieron los conspiradores y fue abortado en noviembre del 78, en vísperas de su puesta en marcha. Sus promotores pretendían asaltar la Moncloa durante la celebración del consejo de Ministros, aprovechando la ausencia del rey, de viaje a Méjico, para nombrar un gobierno de Salvación nacional, pretendía por un militar. Aunque algunos altos mandos dijeran que era una charla de café, la actuación posterior de los cabecillas demostraría que no fue así.
Se producen también, actuaciones puntuales de indisciplinas en algunos puntos, generalmente funerales por víctimas militares de ETA, donde se gritan consignas anticonstitucionales e incluso "Ejercito al poder!".
Es siempre la figura del rey quien desauntoriza continuadamente estos actos.
A finales del 79, se propagó el rumor de que el general Luis Torres Rojas, jefe superior de la División Acorazada Brunete, conspiraba un golpe militar que tenia como objetivo la toma del Palacio de la Moncloa, en colaboración con la Brigada Paracaidistas, así como la formación de un nuevo gobierno presidido por el general De Santiago. Pocos meses después Tejero e Ynestrillas recuperando su libertad después de haber sido condenados a solo siete meses de arresto por su participación en la Operación Galaxia, se incorporan rápidamente a la conspiración en marcha que no tardaría en desembocar en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
La crisis del Centralismo
Tras pilotar con éxito el proceso constituyente y ganar las segundas elecciones generales de 1979 en contra de todo pronóstico, UCD como partido y su fundador Suarez experimentan un rapidisimo deterioro político, que provocan la dimisión de Suarez de todos sus cargos en enero de 1981, dando lugar a la más grave crisis acaecida por el nuevo sistema democrático desde su inicio en 1977.
La heterogeneidad ideológica del partido, la identificación de Suarez como piloto del proceso constitucional democrático, sin un proyecto claro posterior, Suarez parece quedarse sin ideas de cómo seguir y el PSOE no duda en investigar una despiadada campaña descalificadora personal y política por conseguir el aniquilamiento de su adversario.
La moción de censura es rechazada, pero Suarez aparece poco brillante en el debate, con la que resulta una clara derrota moral.
Hasta ahora la clase empresarial había apoyado a la UCD por entender que era el único partido capaz de frenar a la izquierda, pero cada vez les gustaba menos lo que los gobiernos de Suarez hacían con su voto.
División interna en el partido por la Ley del Divorcio, por el reparto de poder entre las barones del partido, por parte de Suarez, pierde primero el poder en su propio partido.
En el discurso tradicional de Navidad, el rey, ante el panorama expuesto, insta a la oposición y al gobierno, así como a las principales instituciones del Estado a que pusieran "la defensa de la democracia o el bien de España por encima de limitados intereses personales, de grupo o de partido".
Durante estos meses también se produce un distanciamiento de Suarez y Juan Carlos.
El rey nombra a Armada segundo jefe de Estado Mayor, el 3 de febrero a pocos días de la dimisión de Suarez.
El 26 de enero Suarez anuncia su dimisión. UCD acuerda nombrar su sucesor el vicepresidente segundo de Asuntos Económicos Leopoldo Calvo Sotelo. El mensaje de despedida lo emite por televisión el 29 de enero.
El rey le encarga la formación de un nuevo Gobierno, el candidato busca el apoyo de la oposición sin resultado.
EL Golpe de Estado del 23-F.
Todas las televisiones pudieron retransmitir en directo y en diferido hasta la sociedad, las frases ya históricas del intento de golpe de estado: "al suelo todo el mundo!", "que se callen, coño!" cuando en el hemiciclo del Congreso, interrumpen un numero elevado de gente armada con uniforme de la Guardia Civil que se sitúa en lugares estratégicos y que tras un altercado con el teniente general Gutiérrez Mellada, comunica a todos a tirarse al suelo bajo ráfagas de metralleta el destacamiento a cargo del teniente coronel Tejero.
Los golpistas creían tener el apoyo de Juan Carlos, a través de Armada y de la División Acarazada Brunete, de Milans del Bosch que se manifiesta en Valencia.
Sin embargo la operación se tuerce de inmediato cuando Jose Juste llama a la Zarzuela a instancias de Milans para confirmar que es así. El jefe de la casa real (Fernández Campos) le informa que "ni está, ni se le espera". El mismo Fernández Campos, habla con Tejero para prohibirle que siga usando el nombre del rey en su intento golpista.
El rey reúne inmediatamente a la Junta de Jefes del Estado Mayor, en sesión permanente para que restablecieran las conexiones con todas sus unidades.
Todos los ministros del gobierno se encontraban retenidos en el Congreso, por la Guardia Civil.
Armada se persona en el Congreso para hablar con Tejero y negociar una salida a la crisis que ya se veía claramente derrotada y Tejero le permite acceder, cosa que no había permitido hacer a ningún otro oficial de alta graduación, lo que permitió confirmar que Armada era "el elefante blanco" de la operación.
A la 1,20 de la madrugada del dia 24, los españoles supieron del fracaso del golpe, al ver aparecer al rey por televisión, vestido con uniforme de capitán general del ejercito y escucharlo afirmar su adhesión al proceso constitucional democrático.
Paradójicamente, la intentona golpista contribuye involuntariamente a la consolidación del sistema democrático que había querido derribar.
La multitudinaria manifestación en apoyo de la democracia y de la Constitución celebrada en España el 27 de febrero, con la participación de varios miles de cientos de ciudadanos, marcaron el final del desencanto que parecía dominar la vida política española.
las elecciones: EL TRIUNFO DEL PSOE.
Con el eslogan "Por el cambio" y una oferta típicamente socialdemócrata, las elecciones generales de 1982, dan un triunfo absoluto al PSOE.
Con una altísima participación, un 79,8%, la más alta jamás registrada en unas elecciones democráticas españolas en el siglo XX. El PSOE obtuvo un respaldo del 48% de los votantes -algo más de 10 millones de ciudadanos- lo que se tradujo en 202 escaños en el Congreso de los Diputados, el 57% del total. El PSOE dobló el numero de votos recibidos en 1979, y duplicó su presencia parlamentaria. Fue pues una extraordinaria victoria, que da paso a una nueva etapa en la historia de España y al fin de la transición.
Bibliografía:
REVISTAS:
-
Magazine "La Vanguardia" (19 de Noviembre de 2000). Articulo: "25 Años de Libertad".
LIBROS:
-
"Historia 2" Ed. Mc Grawn Hill (Autores: Mª Teresa Fernández Madrid, Manuel Gómez Lorente, Lucila Martín Lozano, Jesús Sánchez Fernández y Asunción Torres López-Tercero).
-
"España en Democracia, 1975-2000" de Charles Powell. Ed. Plaza Janés.
ENCICLOPEDIAS:
-
Gran enciclopédia Catalana. Ed. Enciclopédia Catalana.
-
Encartra 98.
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Enviado por: | Joan Serra Devecchi |
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