Historia


Trabajo de Historia Ruinas jesuíticas

Trabajo De Historia Ruinas jesuíticas

  • Introduccion

Las misiones jesuíticas guaraníes, también llamadas reducciones jesuitas guaraníes, fueron los pueblos misionales fundados por la Compañía de Jesúsentre los guaraníesy pueblos afines, que tenían como fin evangelizar a los nativos de la actual provincia argentina de Misiones, el norte de Corrientese importantes territorios actualmente en el Paraguayy sur del Brasil.

  • Ubicación

Las Ruinas jesuíticas de Jesús y Trinidad están ubicadas en el departamento de Itapúa, Paraguay, son reducciones que aún se conservan, de entre numerosos pueblos fundados por misionerosjesuitas en el marco de su tarea colonizadora en América del Sur en el siglo XVII.

Estas fundaciones religiosas, entre tantas otras, fueron creadas en el año 1609 y fueron desarrollándose durante más de 150 años.

Ambas reducciones fueron declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en el año 1993.

  • Historia

Alejo García fue el primer europeo en pasar por el Paraguay en 1524,Alejo García no fue el descubridor del Paraguay por que el paraguay ya estaba habitado y poblado por los guaranies. Su evolución en los planos político, económico y social atravesaba por un lento proceso marcado por conflictos bélicos entre españoles y nativos, quienes luchaban por conservar su espacio territorial.

Hasta el año 1590 los españoles habían fundado diez ciudades y cuarenta colonias en América del Sur. Los indígenas, sometidos por la fuerza de las armas y en muchos casos, voluntariamente, se constituyeron en servidores de los españoles a través del sistema de encomiendas.

Los reyes españoles trataron de mejorar la calidad de vida de los nativos, emitiendo decretos para su protección, pero tenían dificultad de ejercer un control sobre ellos. El sistema de encomiendas dio lugar a frecuentes levantamientos de la raza sometida.

No fue hasta que se fundaron las reducciones que surgió una época de mejoría de las condiciones de vida de los indígenas.

En 1586 llegaron los primeros jesuitas a Tucumán, y en 1587, a petición del Obispo de Asunción, fray Alonso Guerra, también al territorio paraguayo.

En este contexto, los jesuitas iniciaron las obras de evangelización y de construcción de los pueblos o reducciones en la actual zona de los departamentos de Misiones e Itapúa en Paraguay.

La primera actividad de los jesuitas al llegar a Paraguay fue la formación de pueblos autosuficientes dentro de áreas habitadas por indígenas y estructurar en forma escrita la lengua guaraní. No sólo se dedicaban a impartir enseñanza religiosa sino que fijaban las pautas de un orden político, cultural, educativo y social que tuvo gran influencia en el desarrollo posterior del Paraguay. Los indígenas, en su mayoría nómadas y acostumbrados a una vida sin estructuras, se encontraban nucleados en pequeñas comunidades en las selvas. En torno a la misión de los jesuitas eran conformados en grupos de dos o tres mil por cada pueblo.

Este grupo de misioneros fundó cerca de 30 misiones en territorios que hoy pertenecen al Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia. Muchas de estas misiones fueron reconstruidas y conservadas

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  • Cultura

Esta zona rica en vegetales y animales, de clima benigno, de aguas dulces y abundantes, estaba habitada por indios guaraníes, agrupados en diversas tribus de costumbres comunes.

Usaban barbote embutiéndose en el labio inferior cuñitas de madera o cristal de cuarzo, se cortaban una falange de los dedos por cada pariente muerto, enterraban a sus deudos con la cabeza sobresaliente del suelo y cubierta por un tazón de barro. En materia religiosa adoraban al sol y a la luna, a los que creían unidos en ‘vinculo nupcial.

Es probable que estas tribus que tenían costumbres y lenguaje semejante, eran restos de una raza guerrera, en disolución en la época de la conquista. De estas tribus las que habían emigrado al norte y mando contacto con la civilización incásica, sufrieron su influencia moderadora y adquirieron algunas de sus costumbres.

  • Organización Política:

La política guaraní obedecía a su propia lógica, la cual fomentaba la unificación de las tekuas o aldeas (de hasta 300.000 habitantes) en volátiles alianzas que perseguían como fin último no sólo el control de los recursos del ecosistema selva sino también la búsqueda de la Tierra Sin Mal. Tanto la figura de los karaí o profetas pan-guaraníes (no adscritos a una tekua en particular sino a la "nación" en general) como la búsqueda de la tierra sin mal, fueron dos rasgos de la cultura guaraní que los jesuitas supieron aprovechar. Ellos también eran como los karaí (con los que compitieron durante los primeros años) portadores de una nueva: el "Camino al Paraíso" era compatible con el Aguyé o camino de la perfección guaraní con destino a la Tierra Sin Mal. Y una forma de lograrlo era la unificación bajo la protección de las leyes de la corona de las que los jesuitas eran garantes. Los guaraníes también supieron aprovechar este hecho frente a la creciente expansión del frente colonial hispano-portugués.

De allí los líderes políticos de muchas tekuas aceptaran levantar símbolos de protección divina y jurídica (las iglesias) y aliarse en definitiva con lo que la Compañía de Jesús representaba. Otros líderes por el contrario se mantuvieron en guerra y continuaron el ciclo de enfrentamientos con sus propios connacionales; recordemos que para un guaraní comerse a otro de ellos era de motivo religioso y no lo hacían a menudo. Porque sólo los guaraníes son capaces de acumular energía para llegar a la Tierra sin mal.

El sistema político imperante mantenía a las reducciones estrictamente subordinadas al monarca español, quien ejercía su autoridad en América por medio de las Reales Audiencias de Lima y Buenos Aires. Por ello los jesuitas recurrían permanentemente al rey, solicitando autorizaciones o pedidos varios, favores y hasta privilegios. En algunos casos las solicitudes se dirigían a las Audiencias y a los Gobernadores.

Como gobierno local, en cada reducción funcionaba un Cabildo precedido por el corregidor, que era además la autoridad principal del pueblo, conocido entre los guaraníes como parokaitara, "el que dispone lo que se debe hacer". Era confirmada su elección por el gobernador y generalmente el elegido era uno de los caciques del pueblo y solía ser a perpetuidad.

Otras autoridades eran los alcaldes de primer voto y segundo voto (también llamados ivírayucu, "el primero entre los que llevan vara"). Ellos velaban por las buenas costumbres, castigaban a los holgazanes y vagabundos y vigilaban a los que no cumplían sus deberes. Esta autoridad se ejercía dentro del pueblo, junto con cuatro alcaldes de barrio, fuera de el había entre seis y ocho comisarios para los cuarteles. Una veedora vigilaba a las mujeres, cuatro celadores a los niños y cuatro inspectoras a las niñas.

Además del corregidor y los alcaldes, el Cabildo estaba integrado por un teniente de corregidor, un alguacil, cuatro regidores, un alguacil mayor, un alférez real, un escribano y un mayordomo, del cual dependían los contadores, los fiscales y los almaceneros. Los integrantes del Cabildo eran electos cada 1 de enero por los que dejaban el cargo en una asamblea general y puestos a consideración de los sacerdotes y luego a confirmación del gobernador.

Los regidores se encargaban de inspeccionar el aseo y la limpieza en los lugares públicos y privados, controlando también la concurrencia de los niños a la escuela y el catecismo.

El alguacil era quien se debía encargar de ejecutar las órdenes del Cabildo y de la justicia.

  • Organización Religiosa:

El régimen vigente era el de patronazgo real, ejercido por el gobernador en nombre del rey, el cual tenía facultades para conferir beneficios eclesiásticos y designar sacerdotes. El mecanismo utilizado para la designación establecía que el obispo debía presentar una terna de nombres entre los cuales el gobernador elegía.

Los curas tenían el gobierno de las reducciones, siendo verdaderos administradores de los bienes de los pobladores, con facultades de intervención directa no sólo en la actividad espiritual, sino también temporal, económica, cultural, social y militar.

En el orden estrictamente espiritual, los misioneros se preocuparon especialmente de la enseñanza del catecismo. Los jóvenes que habían superado la edad escolar y se encontraban trabajando en cualquier actividad, por las tardes, al escuchar el sonido de la campana, debían dirigirse a la iglesia. El acto religioso más importante era la misa, al que los fieles concurrían acompañados de toda la familia, particularmente los días preceptuados.

Las iglesias fueron el corazón de los pueblos. Eran construcciones imponentes frente a la plaza. Todas las calles del trazado urbano terminaban en ella.

La Provincia Jesuítica del Paraguay tenía un Padre Provincial residente en la ciudad de Córdoba, designado por el General de la Compañía de Jesús, con sede en Roma. Al general o prepósito de la orden, los sacerdotes jesuitas le debían total obediencia, después del papa. El provincial redactaba anualmente las "Cartas Anuas de la Provincia" que remitía a Roma con los principales sucesos ocurridos ese año. El Provincial tenía bajo su dependencia directa a los procuradores de Buenos Aires, Santa Fe y Asunción, además de un secretario y de los consultores. Cada grupo de misiones tenía un padre superior subordinado al provincial, las misiones del Paraná y del Uruguay tuvieron cada una un superior hasta principios del siglo XVIII (el superior del Guayrá desapareció al trasladarse su misión); desde entonces las treinta reducciones quedaron bajo un sólo superior residente en Nuestra Señora de la Candelaria, estableciéndose un padre Vice-Superior para las reducciones del Paraná y otro para las del Uruguay, que además regían su propia reducción, contando cada uno con un consultor ordinario y otro extraordinario además de un admonitor.

En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el Compañero) que estaba a cargo de las cosas temporales como el trabajo y la instrucción.

  • Organización Del Espacio:

En una reducción, los edificios principales, como la iglesia, el cementerio comunal y la escuela, que servía al mismo tiempo para albergar a los jesuitas, se encontraban en un lado de una gran plaza, rodeada de casas por los otros tres lados. Junto a la iglesia también había talleres. En el centro de la misma, una gran cruz y una estatua del santo patrón de la misión. Las calles y casas estaban ordenadas según precisas líneas geométricas, de acuerdo a las recomendaciones españolas relativas a la construcción de nuevos asentamientos. La posición central de su lugar de residencia permitía a los padres tener una vigilancia constante sobre la vida de la reducción. También disponían una casa comunal koty guasu para alojar a las viudas, huérfanos y mujeres solteras y tenían agua corriente y servicios sanitarios para todos.[cita requerida]

Hasta finales del siglo XVII, esta organización también permitió mantener las estructuras de parentesco de las tribus guaraníes, garantizando así la cohesión y la supervivencia de la comunidad, debido a que la disposición de las viviendas no inhibía los contactos entre los diferentes linajes y por tanto, la sostenibilidad de la familia extensiva, forma original de la sociedad guaraní. Posteriormente, los jesuitas trataron de imponer la familia restringida. En 1699, una disposición tomada por el Provincial (es decir, el superior jesuita de la "Provincia") prohibió los "actos inconvenientes que se producían en las viviendas por los indios por vivir en grupos familiares bajo el mismo techo". Cada familia debía vivir separada.

  • Organización Económica:

Por costumbres ancestrales los guaraníes cultivaban diversos vegetales como la batata y la mandioca, además de ser cazadores, pescadores. Sin embargo, los padres jesuitas implementaron un sistema económico agrícola que fue rápidamente asimilado por los aborígenes. Se logró que cada reducción formara una unidad económica independiente. Se funcionaba en base a una economía de trueque y como tenían multitud de posesiones comunales, se favorecía un intenso tráfico entre las reducciones promoviendo una integración económica, social y política con sede central en Candelaria.

El régimen de propiedad era mixto, aceptando la propiedad individual privada y la propiedad colectiva. La propiedad individual privada o avamba´e, permitía que cada jefe de familia dispusiera de una chacra con la extensión necesaria para sembrar en ella todo el cultivo indispensable para el sustento anual familiar. La propiedad colectiva o propiedad de dios (tupambaé, de tupa, "dios", y mbae, "dueño") se utilizaba para el cultivo de algodón, trigo y legumbres. Generalmente existían dos campos en los que se trabajaba comunitariamente.

Cada reducción se especializaba en unos oficios, trabajando el hierro y la plata, carpintería, chapado en oro, telas o instrumentos musicales. Desde allí se promoverían excelente escultura, pintura y música barrocas guaraníes.

  • Los Jesuitas

Se trata de una orden religiosa fundada en París, llamada en realidad Compañía de Jesús. El nombre de jesuitas fue utilizado al principio en Alemania, para luego generalizarse, a veces usado de modo despectivo.

  • Los Guaranies

Los guaraníesson un grupo de pueblos sudamericanos, cuyos habitantes viven en Paraguay, noreste Argentino(Entre Ríos, Corrientes, y Misionesy parte de las provincias de Chacoy Formosa), sur y suroeste de Brasil(RS, SC, Paranáy Mato Grosso del Sur),sureste de Bolivia; en cuanto al estado del Uruguayaunque su nombre es de origen guaraní en su actual territorio no vivieron guaraníes sino pámpidos como los charrúas, chanás, arachanes, tapés




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Enviado por:NOSOYREAL
Idioma: castellano
País: Argentina

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