Literatura
The black cat; John Milne
(Existe algún pequeño error, de modo que, compare los textos en las dos lenguas y disfrute de la lectura)
El Gato Negro
1. Salahadin esta preocupado.
Salahadin estaba sentado en su oficina con su chaqueta sacada. Era el mes de mayo en el Cairo y hacía mucho calor. Salahadin se levantó y se dirigió hacia el ventilador. Era un hombre joven, solamente tenía 28 años. No era muy alto y un poco delgado. Su pelo era negro y muy corto.
La oficina de Salahadin estaba el centro del Cairo. En un gran edificio detrás del Hotel Nilo. Era una oficina pequeña y el nombre de Salahadin no estaba puesto en la puerta. Poca gente sabia que él era un detective. Pero no era un detective como los demás. El inspector Salahadin protegía todas las antigüedades de Egipto.
Salahadin estaba esperando a un arqueólogo llamado Sr. Pearson. Pearson había estado en Egipto durante seis meses. Había estado trabajando en un valle en el sur de Egipto. Pearson había estado buscando antigüedades. Había regresado hacia unos días al Cairo e iba ha dejar pronto Egipto.
Pero el Sr. Pearson no había venido a la oficina de Salahadin. Todos los arqueólogos tenían que ir a ver a Salahadin antes de dejar Egipto. Salahadin estaba preocupado. Pearson aún no había venido.
Salahadin cogió el teléfono y llamó al hotel de Pearson.
"Hotel Nilo," dijo una voz. "¿Puedo ayudarle en algo"
"Puedo hablar con el director, por favor." dijo Salahadin
Salahadin esperó unos momentos. Entonces él oyó la voz del director.
"¿En que puedo ayudarle?" dijo el director.
"Sí," contestó Salahadin. "Mi nombre es Salahadin El Nur. Soy inspector de policía. Quiero hablar con el Sr. Pearson."
"¿Usted conoce al Sr. Pearson, el arqueólogo?" preguntó el director.
"Sí," contesto Salahadin.
"Lo siento. No puede hablar con el Sr. Pearson", dijo el director.
"Oh," dijo Salahadin con sorpresa. "¿Por que no?"
"El Sr. Pearson está muerto," respondió el director." Encontramos su cadáver esta mañana en su habitación. El Sr. Pearson fue asesinado."
2. La caja perdida.
Salahadin se puso su chaqueta y salió rápidamente de su oficina. Hacia mucho calor en la calle. Un viento caliente y polvoriento soplaba entre los altos edificios. Salahadin entró en un taxi. Las calles estaban llenas de coches y el taxi se movía lentamente. Tardó mucho tiempo en llegar al Hotel Nilo.
Un policía estaba en la puerta del hotel.
"Lo siento," dijo el policía. "Nadie puede entrar en el hotel."
Salahadin mostró al policía su tarjeta de identificación.
El policía condujo a Salahadin a su jefe. Afortunadamente, Salahadin conocía a esa persona. Era el inspector Ahmed, un amigo de la escuela de Salahadin.
Ahmed llevó a Salahadin a la habitación de Pearson. Pearson estaba en la cama. Había un cuchillo en su pecho. "¿Por que estas interesado en este hombre?" Ahmed preguntó a Salahadin. "¿Lo conoces?
"Su nombre es Pearson," respondió Salahadin. "Es arqueólogo. Estaba trabajando en el sur. Iba a marcharse pronto de Egipto y quería verlo."
"¿Por que lo han asesinado?" Ahmed preguntó a Salahadin.
"No lo sé", respondió Salahadin.
Había algunas cajas de pie contra la pared. Salahadin las señaló.
"Quizás haya algo de valor dentro de estas cajas," dijo Salahadin. "Debemos abrirlas."
Ahmed trajo a dos policías y empezaron a abrir las cajas.
Salahadin miró cuidadosamente alrededor de la habitación. Había algunos papeles encima de la mesa junto a la cama. Salahadin los recogió. Había un mapa debajo de los papeles. En el mapa estaban las palabras, "Valle de Zar".
Esto puede ser importante, pensó Salahadin. Los cogeré y los miraré después.
Salahadin dobló los papeles y el mapa y los puso cuidadosamente en su cartera.
Por este tiempo, los policías tenían abiertas las cajas. No había nada importante en ellas. Las cajas estaban llenas de palas y otras cosas pera excavar.
"No hay nada importante o valioso en estas cajas," dijo Salahadin. "Debemos hablar con todo el personal del hotel. Quizás uno de ellos notó alguna cosa inusual."
El director llevó al personal a Ahmed y a Salahadin. Ellos hicieron a cada persona muchas preguntas, pero nadie sabia nada importante.
Entonces Salahadin tuvo una idea.
"¿Quién llevó las cajas ha esta habitación?" preguntó al director.
El director llevó a dos porteros.
"¿Trajisteis estas cajas a la habitación?" Preguntó Salahadin a los porteros.
"Sí," respondieron.
"¿Cuantas cajas había?" pregunto Salahadin.
"Seis cajas," respondió el primer portero. "Yo lleve tres y mi amigo tres más."
Salahadin miró las cajas. Había seis. Nadie había cogido ninguna.
"Espera un momento," dijo el segundo portero. "Estas equivocado. Había siete cajas. Tu llevaste tres, yo cogí tres más."
"Pero esto hacen seis cajas, no siete," dijo Ahmed, con una sonrisa. "No sabes contar."
"Yo sé contar", respondió el portero. "Había siete cajas. El Sr. Pearson llevó una dentro de la habitación. Era un caja pesada, pero era más pequeña que las demás."
"Está es la caja que esta perdida," dijo Salahadin a Ahmed, "Hay alguna cosa valiosa en la séptima caja. Cuando encontremos la séptima caja, encontraremos al asesino."
3. El taxista.
Ahmed y Salahadin dejaron la habitación de Pearson y bajaron las escaleras. Se sentaron y el director les llevo algo de café.
"¿Cómo encontraremos la séptima caja?" preguntó Ahmed.
"Necesito tu ayuda," respondió Salahadin.
"¿Cómo puedo ayudarte?" preguntó Ahmed.
"El asesino cogió la caja," dijo Salahadin. "Es pesada y hoy es un día caluroso. El asesino no llevó la caja muy lejos. Quizás cogió un taxi."
"Quizás cogió su propio coche," dijo Ahmed.
"No lo sabemos," respondió Salahadin. "Pero, quizás cogió un taxi."
"Es posible," asintió Ahmed. "Y tú quieres encontrar ese taxi. Pero, ¿cómo puedo ayudarte?"
"Puedes mandar un mensaje policial en la Cairo Radio," respondió Salahadin.
"Es verdad," asintió Ahmed, "¿Qué debo decir en el mensaje?"
"¿Cuándo murió Pearson?" preguntó Salahadin.
"Sobre las diez y media de esta mañana," respondió Ahmed.
"Entonces aquí está el mensaje, "dijo Salahadin, "La policía quiere hablar con el taxista. Este taxista estaba cerca del Hotel Nilo alrededor de las once de esta mañana. Un hombre entró en su taxi. El hombre llevaba una pesada caja. La policía quiere hablar con el taxista tan pronto como sea posible."
"Bien," dijo Ahmed. "Publicaré este mensaje inmediatamente."
"Muchos taxis tienen radios," dijo Salahadin. "Quizás un taxista recuerde un hombre con una pesada caja.”
"Volveré a mi oficina, "siguió. "Cuando ocurra alguna cosa, házmelo saber."
"Te llamaré inmediatamente," respondió Ahmed.
Era tarde. Fuera en la calle todavía hacia mucha calor. Salahadin entró en un taxi. Afortunadamente había pocos coches y en las calles estaban casi vacías. Pronto llegó a su oficina.
Salahadin encendió la radio. Escuchó el mensaje. Se repetía después de quince minutos. Salahadin esperó. De repente el teléfono sonó. Era Ahmed.
"Estamos de suerte," dijo Ahmed. "Un taxista esta aquí en mi oficina. Un hombre con una pesada caja entro en su taxi cerca del Hotel Nilo."
"¿A qué hora?" preguntó Salahadin.
"A las once de esta mañana," respondió Ahmed. "¿Quieres hablar con él?"
"Por su puesto," respondió Salahadin. "Voy a tu oficina inmediatamente."
La oficina de Ahmed estaba bastante cerca. Salahadin anduvo hacia allí. El sol se estaba poniéndose y comenzaba ha refrescar.
El taxista estaba esperando en la oficina de Ahmed. Era gordo, un hombre feliz. También era inteligente. Salahadin cogió su libreta e hizo al taxista algunas preguntas.
"¿A que hora entro este hombre en su taxi?" pregunto Salahadin.
"Unos minutos antes de las once," respondió el taxista. "Estaba bastante cerca del Hotel Nilo."
¿Llevaba alguna cosa?" preguntó Salahadin.
"Sí," respondió el taxista, "una pesada caja."
"¿Me podría describir al hombre?" preguntó Salahadin.
"Era alto con unos anchos hombros," respondió el taxista. "Su pelo era rubio. Hablaba árabe, pero no era árabe. Quizás era sueco."
Salahadin pensó unos momentos. Entonces preguntó al taxista otra pregunta.
"¿Ese hombre hablaba Arabe, verdad?" preguntó Salahadin. "¿Qué tipo de árabe hablaba?"
"¿Que quiere decir?" pregunto el conductor.
"¿Hablaba árabe como un egipcio?" preguntó Salahadin.
"Oh, no," dijo el taxista. "Hablaba como un libanés."
"¿Dónde llevó a ese hombre?" dijo Salahadin, siguiendo con sus preguntas.
"Lo llevé en la estación de tren," respondió el conductor. "Él quería llegar allí antes de las doce."
"A las doce, al mediodía," dijo Salahadin calladamente. "¿Qué tren deja el Cairo a las doce?"
"El tren exprés hacia Alejandría," dijo el taxista inmediatamente. "Conozco todos los trenes. El tren exprés deja el Cairo a las doce y llega a Alejandría a las dos y media."
Salahadin estaba de suerte. Estaba averiguando hechos importantes. Miró sus notas en su libreta.
¿ El asesino de Pearson? X?
¿Cómo es?
Alto y ancho
Pelo rubio
¿Quizás X es sueco?
¿Dónde ha ido?
A la estación de tren del Cairo antes de las doce. Tren parte hacia Alejandría a las doce. Quizás X vaya a Alejandría.
Por que Alejandría?
Alejandría - Beirut??
Muchos barcos van de Alejandría a Beirut. Fácil transportar una pesada caja en un barco. No están fácil llevar una caja en un avión.
¡Recordar X habla árabe como un libanés!
¿Quizás X coja un barco para Beirut?
4. Barco hacia Beirut.
Eran las siete de la tarde. El tren hacia el Cairo había llegado Alejandría a las dos y media. Quizás el asesino de Pearson estaba ya en un barco hacia Beirut.
"Debemos llamar a Alejandría." dijo Salahadin a Ahmed.
Salahadin cogió el teléfono. Preguntó por la policía del puerto de Alejandría.
"Soy Salahadin El Nur. Soy inspector de policía y quiero hablar con vuestro jefe."
El jefe de la policía del puerto se puso al teléfono. Salahadin hizo algunas preguntas y escribió las respuestas en su libreta. Aquí están sus notas:
Un hombre alto con el pelo rubio llegó al puerto a las seis. El hombre llevaba una pesada caja. Tenia un pasaporte sueco. Todos los papeles se enviaron ya al Cairo. El hombre dijo que la caja estaba llena de libros. No abrieron la caja - la policía no abre cada caja.
Dos barcos partieron de Alejandría a las 4:30 p.m.
Un barco partió a las seis y media hacia Beirut. Su nombre es El Sudán.
Otro barco partió hacia Atenas a las siete. Su nombre es El Siria.
El hombre dijo que iba a Beirut. La policía no lo vio cogiendo el barco hacia Beirut.
Salahadin colgó el teléfono y miro sus notas una vez más. Entonces él habló con Ahmed.
"El asesino de Pearson ha ido a Beirut," dijo él. "Estoy seguro de esto."
"Entonces podemos enviar un mensaje al barco," dijo Ahmed.
"No haremos esto," dijo Salahadin. No estamos totalmente seguros. Muchos hombres tiene el pelo rubio y muchos hombre llevan pesadas cajas. Debo encontrarle. Debo hablar con él."
"Pero, ¿cómo puedes hacerlo?" pregunto Ahmed. "Ahora es demasiado tarde. El barco ya ha salido."
"Puedo llegar a Beirut antes que él," respondió Salahadin. "Hoy es lunes. El barco no estará en Beirut ante de mañana por la tarde. Puedo coger un avión."
"Y los aviones tardan solamente dos horas," dijo Ahmed.
"Es cierto," dijo Salahadin. "Cogeré un avión mañana por la mañana y estaré en Beirut antes del mediodía."
"Es una buena idea," dijo Ahmed. "Puedes encontrar a este hombre en el puerto de Beirut."
"Ahora debo marcharme. Tengo mucho que hacer," dijo Salahadin. "Debo reservar un asiento en el avión y conseguir un billete. Te veré más tarde. Gracias por tu ayuda. Adiós,"
5. El gato negro.
Salahadin llegó a casa muy tarde. Era cerca de medianoche y él estaba cansado. Pero su trabajo aún no había finalizado. Cogió algunos trozos de papel de su cartera. Eran los trozos de papel la habitación de Pearson. Salahadin se sentó y miró las notas de Pearson.
El Faraón Ankuten.
Este faraón no vivió mucho tiempo.
Murió cuando todavía era un niño.
¿Dónde estaba enterrado Ankuten?
Ankuten estaba en Sudan cuando murió. El Valle de Zar estaba al lado de la carretera de Sudan. ¿Estaba Ankuten enterrado en el Valle de Zar?
¿Qué se enterró con Ankuten en su tumba?
¿Había un gato enterrado con Ankuten?
Había muchas viejas historias sobre un gato negro. Ankuten amaba a los gatos negros. Cuando murió, un gato negro fue puesto en su tumba. Pero este gato era muy inusual. Estaba hecho de oro. Sus ojos eran diamantes. Había un collar de diamantes alrededor de su cuello.
¿Es verdadera esta historia o no?
¿Por que estaba el gato recubierto de una pintura negra?
Miedo a los ladrones. La pintura negra esconde el oro y los diamantes.
Un gato pintado con pintura negra espesa no parecía valioso.
Preguntas que deben contestarse:
¿Está Ankuten enterrado en el Valle de Zar?
¿Hay un gato negro en su tumba?
¿Está el gato hecho de oro?
¿O está hecho de madera?
¿Estas historias son verdaderas o falsas?
Salahadin leyó las notas otra vez. Se hizo algunas preguntas. ¿Encontró Pearson la tumba de Ankuten? se preguntó. ¿Encontró el gato negro? ¿Y esta el gato hecho de oro?
Había razones para la muerte de Pearson. ¿Era el gato negro la razón?
Hay demasiadas preguntas, pensó Salahadin. Debo encontrar las respuestas. Las respuestas están en la caja perdida y probablemente este dirección Beirut. Estaré allí mañana.
6. En Beirut.
A las diez y media de la mañana siguiente, Salahadin llegó al aeropuerto de Beirut. El aeropuerto está en el sur de la ciudad y el puerto en el norte. Una carretera del aeropuerto al puerto atravesaba el centro de la ciudad. Otra carretera iba por el lado del mar.
Salahadin entro en un taxi. Dijo al conductor que fuera por el lado del mar. El sol estaba brillando en la ciudad y había niebla detrás de las colinas. El aire era fresco. Salahadin se sentía muy feliz en Beirut. Hacia bueno, después del calor y el polvo del Cairo.
Cuando llegó al puerto, preguntó sobre el barco de Alejandría. El Sudán no llegaría a Beirut hasta las seis y media de la tarde. Salahadin tenia más de seis horas de espera. Decidió visitar a un amigo llamado Fuad.
Fuad había estudiado con Salahadin en la Universidad del Cairo. Ahora trabajaba en el Departamento libanés de Antigüedades en Beirut. Su oficina estaba en un gran museo en el nordeste de la ciudad. Salahadin cogió un taxi para el museo.
Fuad estaba sorprendido y contento de verle.
"Cenaremos juntos," dijo Fuad. "Llamaré a mi mujer inmediatamente."
Diez minutos después estaban en el coche de Fuad. Fuad vivía en un pequeño pueblo en las montañas encima de Beirut. La carretera era muy mala. Torció y se dirigió hacia la montaña.
"Esta carretera es peligrosa," dijo Salahadin.
"Es cierto," dijo Fuad. "Y es más peligrosa más arriba. Se matan a menudo personas allí."
Pero también era muy bonita. Era primavera y los arboles y las flores eras frescas y verdes. Algunas personas vendían ya fruta al lado de la carretera. Ellos tenían grandes cestas de fresas.
El coche pronto llegó a la casa de Fuad. La mujer de Fuad, Leila, estaba esperándoles.
"Hola, Salahadin," dijo Leila, "Encantada de volverlo a ver otra vez. Hablamos mucho de ti. Pero primero, tenemos que comer."
Después de comer se sentaron en la galería y tomaron café. Hablaron sobre el Cairo y sus amigos allí. Desde la galería, ellos miraban hacia abajo hacia los edificios altos de Beirut. Detrás de los edificios estaba el puerto y el mar.
"Ahora" dijo Fuad, "¿Por qué estás en Beirut?"
Salahadin habló con Fuad sobre la muerte de Pearson. Habló con él, también, sobre el hombre con el pelo rubio.
"Quiero estar en el puerto a las seis," dijo Salahadin. Voy a encontrar El Sudan. Llega a las seis y media."
Te puedo llevar allí en mi coche," dijo Fuad.
Se sentaron en la galería y hablaron juntos. El tiempo pasó rápidamente y pronto se marcharon hacia el puerto.
"Trae a Salahadin aquí, luego," dijo Leila a Fuad. "Nuestra casa es más confortable que un hotel. Él debe pasar la noche aquí."
Salahadin se lo agradeció a Leila y se levantó.
Comienza ha hacer frío," dijo él.
"Sí," respondió Fuad. "Tu llevas ropa de verano. Esto no es el Cairo. Hace frío aquí en las montañas. A veces, hace frío en verano. Te dejó un abrigo. Lo necesitaras más tarde."
Son las cinco, Salahadin y Fuad dejaron la casa. Se despidieron de Leila y condujeron hacia Beirut.
7. La carretera hacia Ba'albek.
A las seis, Salahadin y Faud llegaron al puerto de Beirut. Se sentaron en el coche y esperaron la llegada de El Sudán.
Había otros coches en el puerto.
"¿Ves allí ese coche negro?" preguntó Fuad.
"¿Aquel con dos hombres enfrente?"
"Sí," dijo Fuad, "y allí un hombre gordo sentado en el asiento de atrás. Lo conozco. Está interesado en antigüedades. Viene a menudo al museo."
El Sudán pronto apareció en la entrada del puerto. Alcanzó el muelle justo antes de las seis y media y los pasajeros bajaron por la escalerilla.
"Allí está," dijo Salahadin, "¡el hombre de la escalerilla! Es alto. Tiene el pelo rubio y anchos hombros. Ese es el hombre."
"Pero, lo conozco," dijo Fuad. "Es sueco y su nombre es Borkman. Esta interesado en antigüedades, también. A menudo lo veo en el museo."
"¿Dónde esta la caja?" preguntó Salahadin. "No lleva ninguna caja."
"Espera y mira," dijo Fuad. "Quizás se lo ha dado a un portador."
"Mira," dijo Salahadin. "El coche negro se está moviendo."
El coche negro se movió unos metros y paró detrás del cobertizo. Fuad y Salahadin se sentaron y esperaron. Borkman bajó del barco y entro en un taxi. Pero no llevaba la pesada caja. El taxi comenzó a moverse.
"Sigámoslo," dijo Fuad.
"Espera un momento," dijo Salahadin. "Mira el coche negro."
Salahadin estaba en lo cierto. El coche negro arrancó lentamente y siguió al taxi de Borkman.
"Ahora podemos ir," dijo Salahadin. Seguiremos al coche negro. Hay alguna cosa extraña en él."
Los tres coche condujeron fuera del puerto uno detrás del otro. El taxi iba rápido atravesando las calles de Beirut. Entonces empezó a subir la empinado carretera de las montañas. El coche negro siguió al taxi. Fuad siguió al coche negro.
¿No es esta la carretera que va a tu pueblo?" pregunto Salahadin.
"Sí" respondió Fuad. "Esta carretera va hacia las montañas. Va a un pequeño pueblo llamado Ba'albek."
"Me suena ese nombre," dijo Salahadin. Hay algunas ruinas famosas allí."
"Y hay una banda de contrabandistas, también," dijo Fuad. "Pasan contrabando de antigüedades fuera de Beirut."
Los tres coches conducían por la empinada carretera. Pasaron por el pueblo de Fuad. Fuad condujo en silencio. La carretera comenzaba ha estrecharse y ha empinarse y Fuad no condujo tan cerca del coche negro.
"La carretera es más peligrosa aquí," dijo Fuad. "Hubo un accidente hace unos semanas. Cuatro personas murieron."
Durante unos momentos nada ocurrió. Entonces el coche negro comenzó a ir rápido. Se movía por el medio de la carretera y estuvo intentando adelantar al taxi de Borkman. Los dos coches estaban ahora, cara a cara. Casi se estaban tocando.
Había una curva muy pronunciada enfrente de ellos.
Nunca darán la vuelta en esa curva," grito Fuad.
Pero era demasiado tarde. Hubo un fuerte y ruidoso choque. Fuad freno y condujo cuidadosamente por la curva. El coche negro y el taxi estaban desaparecidos. Enfrente de ellos, la carretera estaba vacía. Todo estaba en silencio.
8. La historia de Borkman.
Fuad y Salahadin salieron del coche y anduvieron hacia el anden de la carretera. Estaba oscuro y hacia frío. Los dos coches estaban debajo de ellos. El coche negro estaba a uno doscientos metros de la carretera. Se había producido un incendio. El taxi no había caído tan lejos. Había caído contra un árbol.
"Vamos," dijo Salahadin. "Bajemos rápidamente. Quizás Borkman todavía viva."
Fuad bajó el camino empinado y Salahadin le siguió. Encontraron el taxi. El conductor estaba fuera, pero estaba muerto. Una de las puertas estaba abierta y Borkman estaba caído encima de unos arbustos. No estaba muerto, pero estaba gravemente herido.
Fuad levantó al agonizante hombre. Lo puso en un pedazo llano de tierra. Después de unos momentos, Borkman abrió sus ojos y miró hacia arriba. Intentó hablar, pero no hablaba muy claramente.
"El hombre del coche negro..." dijo él. "¿Dónde está? ¿Qué les ha ocurrido"
"Están muertos," respondió Salahadin calladamente.
"¿Pero dónde están?" preguntó Borkman.
"Estaban circulando por la carretera," respondió Fuad. "Hemos visto el accidente."
Durante unos momentos se produjo un silencio. Borkman cerró sus ojos y se levantó. Entonces abrió lentamente sus ojos otra vez.
"¿Me ayudareis?" preguntó.
"Sí," respondió Fuad. "¿Qué quieres?"
"Id a Ba'albek," dijo Borkman. "Id a la cafetería de Jusef. Pregunta por Jusef. Hablar con Jusef..."
Borkman se volvió a callar.
"¿Qué le tengo que decir a Jusef?" preguntó Fuad.
"Dile que Pearson está muerto," dijo Borkman. Y el Gato Negro está a salvo."
"¿Dónde está el Gato Negro?" preguntó Salahadin.
"Dile a Jusef que el Gato Negro está a salvo." dijo Borkman otra vez.
"¿Pero dónde está?" volvió a preguntar Salahadin.
"Peterson tiene el Gato Negro," dijo Borkman después de unos momentos. "Se lo di en Alejandría. Lo llevó en un barco."
"¿Que barco?", pregunto Salahadin.
"El barco a Atenas," respondió Borkman. "Peterson llevó el Gato Negro en el barco a Atenas."
"¿Quién os seguía entonces?" preguntó Fuad.
"La Mafia de la Mano Roja," respondió Borkman. "Querían el Gato Negro. Pero el Gato Negro esta a salvo. Dile a Jusef... Dile a Jusef..."
Borkman cerró sus ojos durante un largo tiempo. Sangre esta corriendo por fuera de su boca y su cuerpo se agitó fuertemente durante un momento. Estaba muerto.
"Vayámonos rápidamente," dijo Salahadin. "No quiero esperar a la policía. Nos confundirán con los de Ba'albek. Debemos dejar Beirut inmediatamente. Vamos a Atenas. Puedes hablar con la policía sobre esto, por la mañana."
Fuad y Salahadin subieron hacia la carretera. Algunos coches estaban parados y la gente estaba mirando hacia el coche incendiado. Fuad y Salahadin condujeron rápidamente.
9. Beirut a Atenas.
Salahadin y Fuad volvieron a casa antes de las diez. Leila se alegró de volverles a ver. Ella empezó hacer un poco de comida, pero Salahadin tenia prisa.
"¿Puedes llamar al aeropuerto de Beirut?" le preguntó a Fuad. "Descubre la hora del primer vuelo hacia Atenas. Quiero estar tan pronto como sea posible."
Fuad llamó al aeropuerto. Leila trajo un poco de café y se sentaron. Salahadin hablo con ella sobre la muerte de Borkman. Habló sobre el Gato Negro.
"¿Pero qué es el Gato Negro?" preguntó Leila.
Salahadin le habló sobre el faraón Ankuten y sobre la tumba del Valle de Zar.
"Ahora sé que Pearson encontró la tumba," dijo Salahadin. "Él encontró el gato en la tumba y los llevó al Cairo. Pearson habló con Borkman sobre el gato. Pero Borkman era miembro de la Banda Ba'albek. Pearson no lo sabia. Borkman asesino a Pearson y cogió el gato."
"¿Y dónde esta el gato ahora?" preguntó Leila.
"Borkman tenia un plan," respondió Salahadin. "No llevó el gato a Beirut. Dio el gato a otro hombre en el puerto de Alejandría. Este otro hombre se llamaba Peterson. Peterson llevó el Gato Negro con él a Atenas."
Mientras Salahadin estaba hablando, estaba apuntando algunas notas en su libreta. Esto es lo que escribió:
Pearson:
encontró el Gato Negro
lo llevó al Cairo
habló con Borkman
Pearson fue asesinado por Borkman.
Borkman
llevó el Gato Negro a Alejandría
se lo dio a Peterson
fue a Beirut
murió en la carretera de Ba'albek
La Banda de la Mano Roja
oyó sobre el Gato Negro
intentó parar a Borkman
murió en la carretera de Ba'albek
Jusef
en el café de Ba'albek
? líder de la Banda de Ba'albek
Peterson
tiene el Gato Negro
esta en un barco hacia Atenas el barco se llama El Siria
Fuad volvió del teléfono.
"Hay un avión en cuatro horas" dijo él. "Sale de Beirut a la una de la mañana y llega a Atenas a las cinco."
"¿Cuánto tarda el barco en ir de Alejandría a Atenas?" pregunto Salahadin.
"Casi dos días," respondió Leila. "Una vez fui en barco a Atenas en vacaciones."
"El Siria dejó Alejandría el Lunes por la tarde," dijo Salahadin. "Hoy es martes. No llegará a Atenas hasta mañana. Yo estaré en Atenas antes que el barco."
"Debemos salir pronto," dijo Fuad. "Hay un largo camino hacia el aeropuerto."
Salahadin se despidió de Leila y partió con Fuad. Llegaron al aeropuerto justo antes de mediodía. Ya era miércoles. Pero Salahadin tenia solamente unas horas para llegar a Atenas por aire. Salahadin le agradeció todo a Fuad.
"Ten cuidado," dijo Fuad. "Seis personas han muerto por culpa de este Gato Negro. Envíanos un telegrama desde Atenas."
"Te enviaré un telegrama desde Atenas mañana," dijo Salahadin. Entonces él sonrío. "Quiero decir hoy. Ya es miércoles. Ves a la policía por la mañana. Háblales sobre el café de Jusef."
Salahadin se despidió de Fuad y se fue a coger el avión hacia Atenas.
10. Salahadin encuentra a Peterson.
El avión de Salahadin sobrevoló Atenas a primera hora de la mañana. Desde el avión vio las ruinas de la Acrópolis. Parecían maravillas con el sol de la mañana. Pero Salahadin no era un turista. Era detective y tenia que encontrar a Peterson.
Salahadin cogió un taxi hacia el aeropuerto de Piraneus, el puerto de mar de Atenas. Salió del taxi en Piraneus y fue a una oficina del muelle.
"¿A qué hora llega El Siria de Alejandría?" preguntó.
"Al mediodía", fue la contestación. "Y parte otra vez hacia Venecia a las cuatro."
Eran sólo las seis de la mañana. Salahadin tenia un largo tiempo de espera. Pero Piraneus estaba lleno de pequeñas cafeterías y restaurantes. Salahadin pasó el tiempo bebiendo café y durmiendo.
A las once Salahadin paseo por el muelle. Intentó caminar a través de las verja, pero un policía le dio el alto.
"No puedes cruzar la verja sin una entrada," dijo el policía.
Salahadin tenia una idea. El hombre de la oficina le dijo que El Siria iba a Venecia. Salahadin fue a la oficina y compró una entrada en primera clase hacia Venecia.
Cuando él entró en el muelle, El Siria aún no había llegado. Salahadin se sentó en un banco y esperó.
"Peterson no era un nombre egipcio," pensó Salahadin. "Era un nombre sueco, como Borkman. Quizás Peterson era sueco también. Buscaré un hombre con el pelo rubio. Llevará una caja."
El Siria se retrasó media hora. Llegó al puerto a las doce y media. Salahadin miró a la gente que bajaba del barco. Eran todos egipcios. Había algunos hombres con sus mujeres e hijos, y algunos estudiantes. No había ningún sueco.
En ese momento, alguien apareció en la cubierta de El Siria. Era un hombre alto con el pelo rubio.
Era Peterson, pensó Salahadin. De manera que, decidió permanecer en el barco. Quizás el iría a Venecia. Yo me subiré en el barco y me iré a Venecia, también.
Pero Salahadin era cauteloso. Quizás era un truco y Peterson bajaría del barco en el ultimo momento. Salahadin esperó, pero nadie más bajó. A las cinco, Salahadin entro en el barco. El pasillo se bajó, El Siria estaba listo para partir.
Salahadin fue a la oficina de entradas del barco y mostró su entrada al oficinista.
"Acabo de subir al barco," dijo Salahadin. "¿Puedo tener un camarote, por favor?"
"Usted viaja en primera clase, señor," dijo el oficinista. "Usted puede estar en el camarote 22. Esta justo debajo de la cubierta."
El oficinista se giró y cogió la llave del camarote 22.
"Espere un momento, señor," dijo el oficinista. "Lo siento. Ha habido un error. El camerino 22 no está vacío. El Sr. Peterson esta en el camerino 22. Él decidió ir a Venecia. Pero el camerino 23 esta vacío. Usted puede ir allí."
Salahadin cogió la llave que le dio el oficinista, cuando llego al camerino 23 se sentó. Había encontrado a Peterson.
11. Salahadin encuentra el Gato Negro.
Diez minutos más tarde, hubo una llamada en la puerta del camarote de Salahadin. Era el camarero.
"¿Quiere comer en el comedor o en su camarote, señor?" pregunto el camarero.
"¿Dónde suele comer la gente?" pregunto Salahadin.
"En el comedor," respondió el camarero. "Pero usted puede comer en su camarote, si usted quiere."
"Esta es una buena idea," dijo Salahadin. "Comeré aquí."
"Le traeré su comida a las ocho entonces," dijo el camarero y camino por el pasillo.
Salahadin miró al camarero cuidadosamente. El camarero caminó hacia una pequeña habitación debajo de las escaleras.
Salahadin cogió su libreta y dibujo un plano del pasillo de los camarotes.
Después de unos momentos, el camarero salió de su habitación y anduvo por el pasillo. Salahadin esperó cinco minutos. Todo estaba quieto en el pasillo. Salahadin dejó su camarote y caminó cuidadosamente hacia la habitación de los camareros, de debajo de las escaleras.
El camarero no cerró con llave la puerta. Salahadin abrió cuidadosamente y miró dentro. La habitación era pequeña, con cosas de limpieza dentro. Había unos libros en la pared. Una llave colgaba de cada gancho y había un número sobre cada uno.
Salahadin cogió la llave del camarote 22 y fue hacia la puerta. De repente oyó un ruido. Peterson regresó. Estaba enfrente de la puerta de su camarote. Salahadin esperó en la habitación de los camareros. Peterson entró en su camarote y cerró la puerta.
Salahadin cuidadosamente regresó a su camarote, se sentó y escuchó. Se oía música. Peterson había encendido la radio. Entonces hubo un ruido de agua corriendo. Peterson se estaba tomando una ducha.
Salahadin se duchó, también, se vistió y esperó. Unos minutos después alguien llamó a la puerta. El camarero trajo la comida de Salahadin. al mismo tiempo, Peterson salió de su camarote. Cerró la puerta y anduvo por el pasillo. Peterson iba al comedor.
El camarero se marcó y Salahadin se quedó solo. Miró fuera, en el pasillo. Todo estaba tranquilo. Salahadin salió de su camarote y cruzó el pasillo. Puso la llave en la puerta del camarote 22 y cuidadosamente abrió la puerta. Entonces entró en el camarote y cerró la puerta cuidadosamente detrás de él.
Salahadin miró alrededor del camarote. Había una caja encima del armario y algunas ropas en la cama. Pero no vio una caja. Miró dentro del baño. Estaba vacío.
El Gato Negro debía estar aquí, pensó Salahadin. ¿Dónde lo ha escondido?
Entonces tuvo una idea. El baño era muy alto. Salahadin miró arriba. Había una caja colocada encima de la ducha.
Salahadin levantó la caja y la dejó encima de la cama y empezó a abrirla. Pero alguna cosa había salido mal. Hubo un ruido y la puerta del camarote 22 de repente se abrió. Había un hombre en la entrada. La pistola estaba apuntando a Salahadin.
12. Muerte en El Siria.
"No te muevas," dijo Peterson.
Peterson entró en el camarote y cerró la puerta. Salahadin todavía estaba enfrente de la cama.
"¿Quién es usted?" preguntó Peterson. "¿Y que hace en mi camarote?"
Salahadin pensó rápidamente. Tenia que decir alguna cosa.
"Borkman me ha enviado," dijo él. "Tengo un mensaje para ti."
"Estas mintiendo," dijo Peterson. "Hay algo encima de la cama. Échate hacia atrás."
Salahadin se echó hacia taras y Peterson vio la caja abierta. De modo que, has encontrada el Gato Negro," dijo Peterson. "Tu eres un miembro de las Banda de la Mano Roja."
Peterson abrió la puerta y miró fuera en el pasillo. Estaba vacía.
"Pon tus manos en la espalda y sal fuera del camarote," dijo Peterson. "Entonces, caminando lentamente subió las escaleras hacia la cubierta."
Salahadin salió del camarote y Peterson lo siguió. Salahadin subió lentamente las escaleras.
Cuando llegaron a la cubierta, Peterson volvió a hablar.
"Camina hacia la barandilla."
Había una barandilla alrededor del barco. Debajo de la barandilla estaba el mar. El Siria pasaba ahora por el Canal de Corinto y el barco estaba tambaleándose de un lado hacia otro.
Salahadin anduvo lentamente hacia la barandilla.
"Alto," dijo Peterson. "Gírate."
Salahadin giró y miró a Peterson.
"Ahora, dime la verdad," dijo Peterson. "¿Quién eres?"
Salahadin decidió decir algo de verdad y algo de mentira.
"Borkman está muerto," dijo Salahadin. "Y Jusef está detenido. La Banda de Ba'albek esta acabada. La policía esta esperándote en Venecia."
"No te creo," dijo Peterson. "¿Cómo sabes esto? ¿Quién eres?"
"Soy un inspector de la policía de Egipto," respondió Salahadin. "Te estoy siguiendo desde Beirut. La policía italiana te está esperando en Venecia."
"Estas mintiendo otra vez," dijo Peterson. ¿Por que no trajo a la policía al barco en Atenas?"
Salahadin no respondió y Peterson empezó a reír.
"Tu no has hablado con nadie en Atenas," dijo él. "No hay nadie esperando a este barco en Venecia. Ahora voy a dispararte. Lanzaré tu cuerpo en el mar y nadie volverá a verte."
De repente Peterson alzó su pistola. En ese mismo momento, una gran ola chocó contra un lateral del barco. Peterson se cayó contra la barandilla y la pistola cayó a la cubierta. Por un segundo, los dos hombres miraron a la pistola. El viento soplaba contra ellos. Ninguno de ellos se movió.
Peterson fue el primero en moverse. Intentó coger la pistola y Salahadin corrió directo a él. Cogió a Peterson por el cuello y lo empujó por encima de la barandilla y desapareció debajo del furioso mar. Hubo un grito. Entonces hubo un silencio.
Salahadin anduvo lentamente lejos de la barandilla y se sentó en la cubierta. Nadie vino. Todos estaban ocupados cenando. Nadie escuchó el ruido.
13. No molesten.
El pasillo fuera del camarote 22 estaba todavía vacía. Todo estaba en silencio. Salahadin entro al camarote y cogió la caja cuidadosamente. Entonces la traslado a través del pasillo hacia su propio camarote.
Fue otra vez más por el pasillo. En cada camarote había un aviso con las palabras "No molesten" escrito con letras muy grandes. Salahadin cogió el aviso y lo colocó en la puerta del camarote 22.
El camarero mirará esto en la puerta, pensó Salahadin para si mismo. El pensará que Peterson esta enfermo. Nadie entrará en el camarote 22 antes de llegar a Venecia.
Cerró la puerta del camarote 22 y puso la llave en su gancho en el cuarto de los camareros. Entonces Salahadin volvió a su camarote. La comida estaba todavía en la mesa, pero no estaba hambriento. La arrojó por la ventana.
Salahadin miró a su reloj. Estaba sorprendido. Sólo eran las nueve menos cuarto. Habían pasado mucho cosas en muy poco tiempo.
Unos minutos después hubo un golpe en la puerta. Era el camarero.
"Espero que haya disfrutado de su cena, señor." él dijo a Salahadin.
"Gracias," respondió Salahadin. "Lo he disfrutado mucho."
"El Sr. Peterson ha puesto el aviso de "No molesten" en su puerta," dijo el camarero. "Quizás esté enfermo. No le molestaré hasta llegar a Venecia."
"Sí," dijo Salahadin. "Lo encontré hace media hora. Me dijo que se sentía enfermo. No querrá nada hasta mañana."
"¿Cuándo quiere desayunar, señor? preguntó el camarero.
"Me siento cansado," respondió Salahadin. "No me despierte por la mañana. Cuando quiera desayunar, ya le llamaré."
"Buenas noches, entonces," dijo el camarero.
Salahadin dijo buenas noches y cerró su puerta. No había dormido en una cama desde hacia muchas horas y estaba muy cansado. Se desnudo y se acostó en la cama. Primero, el movimiento del barco lo mantuvo despierto. Pero pronto se durmió profundamente, durmió toda la noche.
Cuando Salahadin se despertó a la mañana siguiente, la luz del sol estaba brillando dentro de su camarote. Miró su reloj. Eran cerca de las once. Hizo sonar la campana del camarero.
"¿Cuándo llegaremos a Venecia? preguntó Salahadin.
"Aún es pronto," respondió el camarero. "Estaremos allí en dos horas. Pero usted no necesita salir del barco inmediatamente. Usted puede comer primero."
"No, gracias," dijo Salahadin. "Quiero salir del barco tan pronto como sea posible. ¿Qué sabe acerca de Sr. Peterson? ¿Está bien?"
"Todavía tiene el aviso en su puerta," respondió el camarero. No le molestaré hasta después de comer."
"Es una buena idea," dijo Salahadin. "Ahora, puede traerme algo de café, por favor."
Salahadin se bebió el café lentamente y se vistió. Él oyó mucho ruido. El barco estaba llegando a Venecia.
Salahadin miró fuera en el pasillo. Estaba vacío. El camarero había ido al comedor. Salahadin cogió la pesada caja y dejó el camarote.
Desde el lado del barco, Salahadin vio los altos edificios de Venecia. Pasaron enfrente de la Catedral de San Marcos. Ahora estaban cerca del puerto.
Después de media hora, el barco estaba al lado del puerto. Salahadin dejo El Siria mientras los otros pasajeros estaban tomando la comida.
¿Qué hay en esa caja?" preguntó un policía.
"Algunos libros," respondió Salahadin. Él no quería tener ningún problema.
El policía no preguntó a Salahadin si podía abrir la caja. En unos minutos, Salahadin estaba en una góndola con dirección a la estación de ferrocarril.
A salvo por fin, pensó Salahadin. Cuando ellos abran el camarote 22, lo encontraran vació. Estarán muy sorprendidos.
14. Regreso al Cairo.
Salahadin cogió el primer tren de Venecia a Roma. La mañana siguiente estaba en un avió hacia el Cairo. El avión se retrasó y no llegó hasta después de las diez de la mañana.
El sol estaba en lo alto del cielo y cada vez hacia más calor. Salahadin se sentía bien. Él prefirió el calor del Cairo al frío de El Siria.
Cogió un taxi para ir a su edificio. Había una sorpresa esperándole. Leila y Fuad estaban allí. Fuad se lo explicó.
"Llegamos estaba mañana de Beirut," dijo él. Estabamos preocupados por ti. No nos enviasteis un telegrama. Pensamos que algo había sucedido."
"¡Por supuesto, el telegrama!, dijo Salahadin. "Olvide enviaros el telegrama. Lo siento mucho."
"Llamamos a la policía del Cairo," dijo Fuad. "Nadie sabia nada sobre ti. Estabamos muy preocupados."
"Es mi culpa," dijo Salahadin.
Les dijo lo que había ocurrido. Estaban muy contentos de que él estuviera a salvo en el Cairo.
"Y esta es la caja," dijo Leila. "El Gato Negro esta en esta caja. Abrámosla."
Salahadin abrió la caja y sacó el Gato Negro.
"No parece muy valioso," dijo Salahadin. "Lo llevaremos al Museo del Cairo mañana."
"Entonces tú podrás tener unas vacaciones," dijo Leila. "Necesitas un descanso. Quizás, nos enseñarás la ciudad del Cairo.
"Esto no será un descanso," respondió Salahadin. "Pero es una buena idea."
"Voy ha hacer un café," dijo Leila. "Queréis un poco?"
"Sí, por favor," respondió Salahadin. "Quiero un poco de café y quiero tu historia, Fuad. ¿Qué ocurrió en Ba'albek?" Y Fuad contó su historia.
Fui a la policía de Beirut," comenzó Fuad, "y les hablé sobre la muerte de Borkman. Me hicieron muchas preguntas."
"La policía siempre hace muchas preguntas," dijo Salahadin.
"Les hable sobre Peterson," continuo Fuad. "Y dije que habías ido a Atenas."
"¿Te creyeron?"
"No, al principio," respondió Fuad. "Entonces les hable sobre el Gato Negro. Y les di el mensaje de Borkman. Les hable sobre el café de Ba'albek y sobre Jusef. Entonces ellos me creyeron."
"¿Y qué sucedió después?" pregunto Salahadin.
"La policía me preguntó si les podía ayudar," respondió Fuad. "Era imposible para un policía entrar en el café de Jusef. La gente de allí, conoce a todos los policías. Jusef era un hombre inteligente. La policía tenía que engañarlo y me pidieron que fuera a Ba'albek. Ellos me querían para ir al café y darle a Jusef el mensaje de Borkman.
"Fui a Ba'albek por la tarde," continuó Fuad. "Encontré el café de Jusef. Estaba cerca de las ruinas de la vieja ciudad. Me senté y pedí un café. Entonces pregunté por Jusef. Le hablé a Jusef sobre la muerte de Borkman.
"La policía estaba esperando fuera," Fuad continuó. "Estaban escondidos en un coche. Le hable a Jusef sobre el Gato Negro y él me lo agradeció. Entonces salió fuera del café."
"¿Y la policía lo vio?" preguntó Salahadin.
"Sí," dijo Fuad. "Ellos lo vigilaron cuidadosamente."
"¿Dónde fue Jusef?"
"Entró en un coche," respondió Fuad, "y condujo hacia un granja en la montañas. La policía le siguió. Entonces ellos se encondieron en las colinas alrededor de la granja y esperaron."
"¿Cuántos hombres había en la granja?" preguntó Salahadin.
"La policía no lo sabia," respondió Fuad. "Esperaron a más policías. Entonces gritaron a los hombres de la granja que saliera fuera."
"¿No dispararon los hombres de la granja a la policía?"
"No," respondió Fuad. "Había sólo tres de ellos en la granja. Borkman estaba muerto y Peterson estaba en El Siria. Los tres hombres salieron sin disparan. La policía se los llevó. Ahora están en presión."
"¿Cogieron al líder de la banda?" preguntó Salahadin.
"Jusef era el líder," respondió Fuad. "Él está ahora en la prisión con los otros."
"Jusef en prisión," dijo Salahadin. "Borkman esta muerto y también lo está Peterson. Esto es el fin de la Banda de Ba'albek."
"Y tres de la Banda de la Mano Roja murieron en el coche negro," dijo Leila.
"Es verdad," dijo Salahadin. "Nosotros no tendremos ningún problema más durante algún tiempo."
15. Fin.
La mañana siguiente Salahadin fue con Leila y Fuad al Museo del Cairo. Cogieron el Gato Negro con ellos. Encontraron a un amigo llamado Faisal que trabajaba en el museo.
Salahadin le dio el Gato Negro a Faisal y le contó la historia.
"Parece viejo," dijo Faisal, "y quizás sea valioso. Pero no sé mucho sobre el oro y los diamantes. Tendré que mirarlo cuidadosamente."
Salahadin, Leila y Fuad se fueron y tomaron un café. Volvieron al museo dos horas después.
"Bueno, ¿cuál es la respuesta?" preguntó Fuad.
"Es muy viejo," respondió Faisal. "Pero no está hecho de oro y tampoco tiene diamantes. Sus ojos y el collar están hechos de piedra. El gato esta hecho de una pesado tipo de madera."
"De modo que, no es valioso," dijo Leila. "Siete hombres han muerto por un trozo de madera."
"No, usted está equivocada," dijo Faisal, "Es muy, muy valioso. Tiene más de doscientos años. El oro y los diamantes no son importantes."
"Quizás haya realmente un gato de oro," dijo Salahadin. "Quizás los ladrones de tumbas robaron el gato real hace miles de años. Entonces pusieron este gato de madera en la tumba."
"No lo sabremos nunca," dijo Fuad. "Pero nosotros tenemos suerte de tener éste."
"Sí, estamos de suerte," dijo Faisal. "¿Podemos llevarlo a nuestro museo?"
"Por supuesto, tu puedes," respondió Salahadin. "Éste es un buen sitio para el gato."
Regrese en noviembre," dijo Faisal. "Entonces podrás ver el Gato Negro en un buen sitio."
"Y nosotros también regresaremos," dijo Leila. "Fuad a trabajado muy duro, también. Necesita unas vacaciones de verdad. Nosotros vendremos al Cairo dos semanas en noviembre."
"Es una buena idea," dijo Faisal. "Ya os veré entonces a todos."
Seis meses más tarde, Salahadin estaba sentado en su oficina. El verano había terminado y el tiempo estaba empezando a refrescar. El teléfono sonó.
"¿Recuerdas tu promesa? dijo Faisal.
"¿My promesa?"
"Venir al museo," continuo Faisal. "La nueva sala se abrirá maña a las diez."
"Oh - por supuesto," dijo Salahadin. "Estaré allí."
La mañana siguiente, había mucha gente en el museo. Faisal encontró a Salahadin y lo llevó a la nueva sala. Había un gran cartel fuera, en la puerta.
"LOS TESOROS DE ANKUTEN"
Los arqueólogos han encontrado la tumba de Ankuten. El mapa de Pearson les ha ayudado. Han cogido muchas cosas de la tumba del Cairo. Están todas en esta sala.
Ahmed estaba en el medio de la sala. Estaba hablando con Fuad y Leila. El taxista que cogió a Borkman en la estación del Cairo, estaba allí también. Salahadin fue a saludarle.
"¿Veis lo que está detrás de mí?" preguntó Ahmed.
Allí, en el centro de la sala, había una gran caja de cristal. El Gato Negro estaba dentro. Debajo había un cartel:
El Gato Negro de Ankuten donado por Salahadin El Nur.
Points for Understanding
1.What was Salahadin's job?
Detective. Salahadin protected all the antiquities of Egypt.
What had Mr Pearson been doing in Egypt?
Pearson had been looking for antiquities.
Why was Salahadin worried?
Because Mr Pearson had not came to Salahadin's office.
Why was Salahadin not able to speak to Mr Pearson?
Because, Mr Pearson was dead.
1.What did Salahadin find on the table beside the bed?
Some papers.
How many boxes were in the room?
Six boxes.
Which box was missing?
The seventh box.
3. 1. Did the man in the taxi speak Arabic like an Egyptian?
No, he didn't.
Where did the man want to go?
He wanted to go to Cairo Railway Station.
What train left Cairo at twelve o'clock, midday?
The express train for Alexandria.
1.Who had arrived at Alexandria docks at six o'clock?
A tall man with fair hair.
Why did the police no open the box?
Because the police do not open every box.
What boats left Alexandria between 4.30 p.m. and 8.00 p.m.?
The Sudan and The Syria.
How was Salahadin going to travel to Beirut?
By plane.
1.Which pieces of paper did Salahadin take out of his wallet?
The pieces of paper from Pearson's room.
What tomb was Pearson looking for?
The tomb of the Pharaoh Ankuten.
What was possibly buried in this tomb?
The Black Cat.
Was it valuable?
Yes, it was.
1.What was the name of the boat, which arrived at Beirut at half past six?
The Sudan.
Where was Fuad's village?
In the mountains above Beirut.
Was it an easy road from Beirut to Fuad's village?
No, it wasn't.
1.What was the name of the man who got off the boat?
Borkman.
Was the man carrying the box?
No, he wasn't.
What happened when the taxi left the docks?
The black car followed the taxi.
Which road did the cars take?
The road towards the mountains.
What happened to the black car and the taxi?
It had an accident.
1.Where did Borkman ask Fuad and Salahadin to go?
Jusef's café in Ba'albek.
2. Who was following Borkman and why?
The Red Hand Gang, because they wanted the Black Cat.
3. Where was the Black Cat?
On the boat to Athens.
Why did Salahadin not want to wait for the police?
Because they will take them with the Red Hang Gang.
1.Who murdered Pearson?
Borkman.
How was Salahadin going to travel to Athens?
By plane.
Why was Salahadin going to Athens?
Because he wanted met Peterson.
What did Fuad ask Salahadin to do in Athens?
That he sent them a telegram.
1.Why did Salahadin get on to The Syria?
Because Peterson didn't get off The Syria.
2. Who was in cabin 22?
Mr Peterson.
What was the number of Salahadin's cabin?
Cabin 22.
1.Why did Salahadin go into the steward's room?
Because he wanted caught the key of the cabin 22.
Where did Salahadin find the missing box?
In the Peterson's cabin.
What went wrong?
Peterson entered in your cabin.
1.Did Salahadin tell Peterson the truth?
No, he didn't.
What happened to Peterson?
Peterson died.
Where was the Black Cat now?
In the Salahadin's cabin, in a box.
1.Why did Salahadin put the “Do not Disturb” notice on the door of cabin 22?
So the steward will see this on the door and he thinks that Peterson is sick
Why did Salahadin tell the policeman that he had some books in the box?
Because he did not want any trouble.
1.Where was Salahadin going to take the Black Cat?
To Cairo.
Who was the leader of the Ba'albek Gang?
Jusef.
What had happened to the two gangs?
They were dissolved.
1.Was the Black Cat valuable?
Yes, it was.
What was inside the new room in the museum?
The Black Cat.
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Enviado por: | Monuxo |
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