Sociología


Teorías sociológicas


TEMA 1: EJEMPLOS DE TEORÍAS SOCIOLÓGICAS

1. LA TEORÍA DEL SUICIDIO. [Durkheim, Emile (1897)]

Durkheim es considerado el padre de la Sociología francesa, así como pionero de la Sociología como Ciencia, pese al precedente de Comte, pues en éste la nueva disciplina permaneció siempre muy subordinada a la Filosofía.

La preocupación básica de Durkheim radica en la influencia de las grandes estructuras de la sociedad y de la sociedad misma sobre el pensamiento y las acciones de los individuos. El concepto central de su Sociología es el hecho social. Afirmaba que, a diferencia de la Filosofía, la Sociología tenía que demostrar los hechos sociales; es decir, debe basarse en demostraciones empíricas, más allá de la mera elaboración teórica.

Además, decía, que los hechos sociales hay que considerarlos como “cosas”. De ahí que su teoría sea también denominada “objetivista”.

Los hechos sociales, además, son para Durkheim “externos” y “coercitivos”, que se imponen al individuo desde fuera. De ahí que prime en su teoría la colectividad sobre el individuo (algunos le llaman, por eso, “colectivista”).

De su obra hay que distinguir cuatro fundamentales:

-La división del trabajo social, en donde expone la importancia de la división del trabajo en el desarrollo social.

-Las reglas del método sociológico, donde expone los principios metodológicos para la investigación sociológica.

-El suicidio, que trata de poner de manifiesto las reglas del método sociológico aplicadas al estudio de este tema concreto.

-Las formas elementales de la vida religiosa, que trata de explicar el hecho religioso, por qué surge, qué significan las religiones, partiendo del primitivo fenómeno del “totemismo”.

Nos centraremos en la obra El Suicidio como ejemplo de estudio en Sociología.

Con ella, Durkheim trató de demostrar que los hechos sociales y, en particular, las tendencias o corrientes sociales, se imponen al individuo coercitivamente.

Elige este tema siguiendo el procedimiento de “estudiar el caso más desfavorable”, como hará Michels con los partidos políticos. Es decir, cree que si, partiendo de un fenómeno en apariencia de exclusiva índole particular o psicológica, se podía demostrar que también estaba sujeto a factores o tendencias sociales, más aún se demostraría la utilidad de la Sociología y su método para comprender fenómenos de una índole sociológica más visible, y de paso afianzar la consideración de la Sociología como una ciencia.

No le interesa, pues, el suicidio desde el punto de vista psicológico, sino como fenómeno social no individual. Es decir, trata de descubrir la influencia que tiene el entorno social sobre las acciones individuales y grupales (como crisis económicas, congregaciones religiosas, unidades familiares, etc.).

Durkheim basó su estudio en las estadísticas, concretamente en las tasas de suicidio que se conocían a fines del siglo XIX en Francia y algún que otro país europeo.

Trató de demostrar que las explicaciones que se basan sólo en factores psicológicos, como la locura, no son suficientes. Para ello, observó cómo en los hospitales psiquiátricos existía una mayoría clara de mujeres, y sin embargo, la tasa de suicidios entre la población masculina general era visiblemente mayor. De paso, rechaza también otros factores, como la raza, el clima, etc., para llegar a demostrar la influencia del medio social sobre ese fenómeno.

Dentro del factor social, subrayó la influencia primordial de la cohesión social (qué mantiene unidos a los individuos en sociedad), de manera que un exceso, o un defecto en dicha cohesión puede desembocar de manera indistinta en el suicidio.

Durkheim distingue cuatro tipos de suicidios:

  • Suicidio egoísta.

  • Suicidio altruista.

  • Suicidio anómico.

  • Suicidio fatalista.

  • Establece a su vez dos dimensiones: el grado de integración social (que se relaciona con el continuo egoísmo-altruismo) y el de regulación normativa (que se relaciona con el continuo anomia-fatalismo) de la sociedad sobre los individuos (leyes, costumbres, valores, tradiciones, normas en general, que rigen en una sociedad o grupo).

    Respecto al suicidio egoísta, éste se asocia a un bajo grado de integración social, mientras que el suicidio altruista lo hace con un alto grado de integración.

    Así, p. e., el protestantismo permite el libre examen de los textos sagrados, que el individuo se “relacione” directamente con Dios. El catolicismo, en cambio, mantiene un mayor sentido de comunidad, un criterio más dogmático y autoritario. El judaísmo, finalmente, con su reglamentación de casi todos los momentos de la vida, es el que menos libertad individual propicia y, consecuentemente, un mayor grado de integración social.

    De ahí que se den mayores tasas de suicidios egoístas entre los protestantes, medias entre los católicos y las más bajas entre los judíos.

    Con relación al suicidio altruista, éste se da cuando la integración social es demasiado fuerte. Es el característico de las sociedades primitivas, en las que las costumbres y tradiciones tienen un gran peso. Y también es el propio de los que se producen en el ámbito de las sectas religiosas, y en cierta medida explica el “heroísmo” suicida de muchos soldados en las guerras.

    Respecto al suicidio anómico se produce cuando existe en el individuo una desorientación en cuanto a saber qué es lo apropiado y qué no lo es. En suma, cuando la regulación normativa es muy baja. P. e., en un momento de gran desarrollo económico, que propicia grandes expectativas de progreso y bienestar (sin tener realmente claro hasta dónde se puede llegar), se puede desembocar en el fracaso y la frustración cuando no se alcanzan tales expectativas, y de ahí llevar al suicidio.

    En cuanto al suicidio fatalista, se produce cuando la regulación normativa es excesiva. Es decir, la persona llega al suicidio al percibir que su futuro se halla demasiado coaccionado por una disciplina opresiva. Un ejemplo extremo sería la situación del esclavo.

    El suicidio anómico se produce pues cuando existe una baja regulación normativa, mientras que el suicidio fatalista se produce cuando ese grado de regulación es excesivamente elevado.

    De ahí se deduce que una sociedad en la que impera la individualidad y la libertad como valores supremos, provoca un grado de desprotección en el individuo tal que puede inducirle al suicidio.

    En cierto modo, el individuo carece del escudo que la sociedad podría prestar a sus crisis personales.

    Por el contrario, en una sociedad que potencia una alta integración social, hasta alcanzar niveles coercitivos, la personalidad del individuo queda ahogada, e igualmente pude llevarle al suicidio.

    La CONCLUSIÓN de Durkheim tras su estudio no desprecia los factores psicológicos a la hora de explicar el suicidio, u otros fenómenos; simplemente, trata de descubrir que las causas sociales tienen un gran peso e influencia sobre los actos individuales.

    2. LA “LEY DE HIERRO” DE LA OLIGARQUÍA.

    [MICHELS, Robert (1911).]

    Robert Michels publicó en 1.911 Los Partidos Políticos, una obra en la que estudia la estructura organizativa de las organizaciones grandes. Michels compartía algunas ideas de Marx, con él pensaba que eran necesarios los partidos revolucionarios y democráticos, incluso creía en la revolución. Pero tras su estudio de las oligarquías cayó en el pesimismo respecto a la posibilidad de la dicha revolución.

    Michels, como Durkheim, y al contrario que Marx, no trató de desarrollar una gran teoría, una teoría explicativa global, sino estudiar las tendencias sociales; la “urdimbre” y la trama de la vida social. Como Durkheim, quiere descubrir esas tendencias sociales pero basándose en el empirismo, es decir, en la observación y comprobación de hechos objetivos.

    Su propósito principal es estudiar el funcionamiento de las organizaciones de tendencia obrera, partidos políticos y sindicatos, en Alemania, y también en otras partes de Europa.

    Se pregunta Michels por qué las organizaciones obreras habían ido perdiendo eficacia en su funcionamiento, en su capacidad de lucha, y también por qué se habían hecho menos democráticas. La hipótesis que plantea es que esto se ha debido a que las oligarquías que se constituyen en el seno de cada una de esas organizaciones van frenando su desarrollo democrático. Trata de dar validez universal, en definitiva, al principio de que todas las organizaciones grandes se acaban rigiendo por una oligarquía.

    Y si elige para su estudio las organizaciones obreras de vocación democrática, que en principio deben prevenir más que otras la tentación oligárquica, es para demostrar que, si en éstas se produce, con más seguridad se habrá de cumplir su hipótesis en organizaciones que carecen de vocación democrática.

    Así pues, los conceptos centrales sobre los que se basa son los de democracia y oligarquía, a modo de un continuo que actúa como variable dependiente de tres factores que actúan como variables independientes: tamaño de la organización, complejidad y coordinación de sus actividades.

    Las conclusiones principales a las que llega en su análisis se resumen del modo siguiente:

    -Las organizaciones grandes impiden la participación democrática. Existe una imposibilidad “mecánica” y técnica para el ejercicio del poder directo por parte de las masas.

    -Como fruto de esta dificultad, y de la complejidad de funcionamiento de las organizaciones, surge la necesidad del liderazgo de los expertos, y en este punto se origina la raíz de las oligarquías.

    -Hablando de las cualidades psicológicas de las masas y los líderes, afirma que las masas necesitan de los líderes, quieren tener un líder al que poder admirar e, incluso, adorar. Además, observa que la edad de los líderes oscilaba entre los 25 y los 39 años, y que más allá de los 40 ya han acumulado demasiadas experiencias negativas, favoreciendo el que jóvenes con empuje se instalen en el poder.

    Entre las cualidades que debe poseer un líder, enumera:

    • Capacidad de oratoria.

    • Fuerza de voluntad.

    • Conocimiento amplio de la realidad y del ámbito en que se mueve.

    • Fuerza de convicción.

    • La autosuficiencia.

    • En algunos casos, el espíritu de sacrificio y entrega.

    -La suma de los factores mencionados más arriba (tamaño, complejidad, necesidad de liderazgo y cualidades de los líderes) desemboca en la oligarquía. “Quien dice organización, dice oligarquía”, sentencia Michels, afirmando, de paso, la universalidad de fenómeno. Y en ella se resume la llamada “ley de hierro”: aquellos que se instalan en el poder, tienden a mantenerse en el mismo indefinidamente.

    Esquemáticamente, el flujo quedaría así:

    ASPECTOS TÉCNICOS Y

    ADMINISTRATIVOS DE LAS OLIGARQUÍAS

    DEPENDENCIA PSICOLÓGICA DE LAS

    MASAS

    CUALIDADES SUPERIORES DE LOS LÍDERES

    Las ventajas que van acumulando los líderes desde su posición preponderante contribuye a la perpetuación de la estructura oligárquica. Y una de esas ventajas que atesora el liderazgo consiste en la que proporciona la lealtad de sus afiliados o la ausencia de fisuras que debe presentar la organización de cara al exterior, lo que asegura una mayor conformidad interna con la situación existente.

    Otra ventaja radica en que los líderes, que ya ocupan el poder, suelen levantar barreras frente a sus oponentes (no suelen aceptar las críticas de buen grado).

    Se rodean, además, de sus fieles, e incluso cuando ven la necesidad de abandonar el poder, apoyan o empujan a esos incondicionales para que le sustituyan. Así, aún abandonando el poder, se sigue ejerciendo una influencia poderosa sobre la organización.

    La CONCLUSIÓN, pues, de Michels, es pesimista: aunque los socialistas ocupen el poder, el Socialismo nunca llegará a realizarse, porque siempre triunfará en su seno una oligarquía. Sin embargo, expresa su esperanza por medio de una fábula, a fin de justificar ante los partidos políticos obreros la necesidad de la democracia (fábula del hombre que deja en herencia su tierra a sus tres hijos y les dice que busquen un tesoro, tesoro que no encuentran, pero cuya tierra florece debido al levantamiento y movimiento de la misma por parte de los hijos buscando el tesoro inexistente). Postula, en definitiva, la búsqueda de la democracia como la mejor manera de combatir la tendencia oligárquica, por más que esta se acabe manifestando.

    Críticas a Michels:

    -Se le acusa de pensar en una democracia pura, directa, en definitiva, difícilmente realizable. Siempre habrá mayor posibilidad de controlar, se argumenta, a un líder en una organización democrática que en una conservadora de tendencia oligárquica.

    -Existen unos mecanismos para vigilar a las oligarquías: elecciones, elecciones primarias, el voto secreto, la renovación obligatoria de los mandatos, etc. (p.e., los verdes alemanes renuevan sus puestos dirigentes y de representación cada dos años a fin de frenar la tendencia oligárquica).

    3.- TEORÍA DE LA DESVIACIÓN SOCIAL.[MERTON, Robert K.]

    MERTON, Robert K. (1957) Teoría y estructuras sociales. México. FCE

    Esta teoría de Merton se inscribe en su concepción funcionalista de la ciencia sociológica.

    El funcionalismo «regresó» a la sociología a través de los escritos de Talcott Parsons (1952, 1966) y Robert K. Merton, para quienes el análisis funcionalista proporcionaba las claves del desarrollo de la teoría y la investigación sociológicas. El funcionalismo de Merton ha sido particularmente influyente, pues ha servido para centrar la obra de toda una generación de sociólogos estadounidenses, aunque también haya sido utilizada en otras partes. Merton hizo una interpretación más elaborada del análisis funcionalista que la de Radcliffe-Brown o Malinowski. Al mismo tiempo, la adaptó al estudio de las sociedades industrializadas, las cuales difieren en cierto aspectos básicos de las culturas simples estudiadas por los antropólogos.

    Merton distingue entre funciones manifiestas y latentes:

    • Funciones manifiestas:

    Son las que los participantes en un tipo específico de actividad social conocen y tienen intención de realizar.

    • Funciones latentes:

    Son la consecuencia de acciones de las que los participantes no son conscientes.

    Para ilustrar esta distinción, Merton utiliza el ejemplo de una de la lluvia realizada por los indios hopi de Nuevo México, que creen que este ceremonial traerá la lluvia que necesitan para sus cosechas (función manifiesta). Ésta es la razón por la que organizan la ceremonia y participan en ella.

    Sin embargo, esta danza de la lluvia, sostiene Merton, siguiendo la teoría de la religión de Durkheim, tiene también el efecto de promover la cohesión de la sociedad (función latente). Según Merton, gran parte de las explicaciones sociológicas consiste en sacar a la luz las funciones latentes de las actividades e instituciones sociales.

    Merton distingue, además, entre funciones y disfunciones. Las pequeñas culturas que estudian los antropólogos, señala, suelen estar más integradas y ser más solidarias que las extensas sociedades industrializadas de las que se ocupa primordialmente la sociología. Radcliffe-Brown y Malinowski podían concentrarse única y exclusivamente en identificar las funciones, pues las culturas que analizaban eran estables y estaban integradas. Sin embargo, al estudiar el mundo actual tenemos que ser conscientes de las tendencias desintegradoras. El término disfunción se refiere a ciertos aspectos de la actividad en sociedad que tienden a producir cambios porque suponen amenaza para la cohesión social.

    Buscar los aspectos disfuncionales del comportamiento en sociedad significa centrarse en aquellos rasgos de la vida social que suponen un desafío para el orden existente. Por ejemplo, es erróneo suponer que la religión es siempre funcional, que únicamente contribuye a la cohesión social. Cuando dos grupos tienen diferentes religiones, o incluso versiones distintas de la misma religión, es posible que se produzcan conflictos sociales que pueden dar lugar a un aumento del desorden social. Así, se han declarado muchas guerras entre comunidades religiosas, como ha sido el caso de las luchas entre protestantes y católicos en la historia europea.

    LA TENSIÓN ESTRUCTURAL: LA ANOMIA COMO CAUSA DE LA DESVIACIÓN SOCIAL.

    En la esfera individual, en cambio, en lugar de hablar de disfunciones debemos hacerlo de tensiones.

    Merton partió del concepto de anomia para desarrollar una teoría de la desviación que ha sido muy influyente. El primero que utilizó este concepto fue Durkheim, uno de los fundadores de la sociología, quien indicó que, en las sociedades modernas, las normas y los valores tradicionales se ven socavados sin ser reemplazados por otros. Existe anomia cuando no hay unas normas claras que guíen el comportamiento en una determinada área de la vida social. Durkheim creía que en esas circunstancias la gente se encuentra desorientada y padece ansiedad, de modo que la anomia es uno de los factores sociales que influyen en la disposición al suicidio.

    Merton modificó el concepto de anomia para dar cabida a la tensión a la que se ven expuestos los individuos cuando las normas aceptadas entran en conflicto con la realidad social. Es decir, existe una tensión entre las aspiraciones de los individuos y los logros alcanzados. Esta tensión es generadora de frustraciones.

    En la sociedad estadounidense -y hasta cierto punto en otras sociedades industrializadas- los valores generalmente aceptados hacen hincapié en el éxito material, que se supone que se consigue mediante la autodisciplina y el trabajo duro. En consecuencia, los que realmente se esfuerzan pueden triunfar, independientemente de cuál haya sido su punto de partida.

    De hecho, esto no es cierto, pues la mayor parte de los desfavorecidos disfrutan de pocas, o de ninguna, de las habituales oportunidades para progresar. Sin embargo, los que no «triunfan» se ven condenados por su aparente falta de capacidad para hacer progresos materiales. En esa situación existe una enorme presión para salir adelante por los medios que sea, legítimos o ilegítimos. Por consiguiente, según Merton, la desviación es una consecuencia de las desigualdades económicas.

    Merton identifica cinco posibles reacciones a la tensión existente entre los valores socialmente aceptados y los pocos medios que hay para conseguirlos:

    • Adaptación:

    Es la reacción propia de aquellos individuos que aceptan tanto los valores aceptados como los medios convencionales para lograrlos, independientemente de que triunfen o no. La mayor parte de la población pertenece a esta categoría. La misma sociedad ofrece mecanismos sociales adaptadores.

    • Innovación:

    La reacción de aquéllos que, aceptando los valores socialmente compartidos, utilizan medios ilegítimos o ilegales para ajustarse a ellos. Los delincuentes que se hacen ricos con actividades ilegales ejemplifican este tipo de respuesta.

    • Ritualismo:

    Respetan las normas aceptadas socialmente aunque han perdido de vista los valores que las sustentan. Las reglas se siguen porque sí, sin un fin concreto en mente, de un modo compulsivo. Un ritualista sería el que realiza un trabajo aburrido, aunque carezca de perspectivas profesionales y le reporte pocas compensaciones.

    • Retraimiento:

    Los retirados han abandonado el enfoque competitivo por completo, rechazando con ello tanto los valores dominantes como las formas de mantenerlos que se consideran legítimas. Ejemplos los tenemos en el caso de los miembros de una comuna autosuficiente, un vagabundo, etc.

    • Rebelión:

    Los rebeldes rechazan por igual los valores existentes y los medios, y hacen lo posible para sustituirlos por otros nuevos y reconstruir el sistema social. Los miembros de grupos políticos radicales pertenecen a esta categoría.

    Reacción

    Metas

    Medios

    Adaptación

    +

    +

    Innovación

    +

    -

    Ritualismo

    -

    +

    Retraimiento

    -

    -

    Rebelión

    -

    -

    Investigadores posteriores han vinculado la idea de Sutherland sobre la asociación diferencial (que propugna que el grupo de personas con el que individuo le influyen a favor o en contra del delito) con la tipología de Merton. En su estudio de las bandas juveniles, Richard A. Cloward y Lloyd E. Ohlin (1960), señalaron que éstas surgen en comunidades en las que las oportunidades de triunfar de un modo legítimo son escasas, como las de las minorías étnicas pobres. Esta obra acertaba al subrayar las conexiones entre conformidad y desviación. La falta de oportunidades para triunfar con los medios que concibe la sociedad dominante es el factor diferenciador entre los que desarrollan un comportamiento criminal y los que no lo hacen.

    Hay que manejar con precaución la idea de que aquéllos que pertenecen a comunidades más pobres aspiran al mismo grado de éxito que las clases más acomodadas, ya que la mayoría tiende a ajustar sus aspiraciones a lo la realidad de su situación. Sin embargo, también es un erróneo presuponer que el desfase entre las aspiraciones y las oportunidades sólo se producen entre los más desfavorecidos. Existen presiones hacia la conducta delictiva también en otros grupos, como ponen de manifiesto, por ejemplo, los llamados delitos de cuello blanco, como la malversación de fondos, el fraude o la evasión de impuestos.

    4.- DEFINICIÓN DE SOCIOLOGÍA: LA INTERACTIVIDAD SOCIAL.

    4. 1. Sociabilidad y Sociología

    La Sociología tiene por objeto el estudio de la interacción social, que se produce entre personas, entre grupos, entre instituciones y entre sociedades. De aquí que quepa distinguirse entre microsociología y macrosociología.

    La microsociología estudia el comportamiento humano en los contextos de interacción cara a cara, directa (Ej. : dentro de la familia), entre dos personas, pequeños grupos, colectividades reducidas, etc.

    La macrosociología estudia las organizaciones y sistemas sociales a gran escala (Ej.: la Iglesia, el ejército, el mundo del trabajo, una comunidad autónoma, etc.)

    Hay que considerar que en la base de toda interacción social se halla la sociabilidad humana. Por eso, también se puede definir la Sociología como el estudio de los fundamentos de la naturaleza y las consecuencias de la sociabilidad humana. De hecho, la sociedad es un producto de la sociabilidad.

    Se discute si la sociabilidad humana existe por naturaleza o por necesidad. Ningún animal precisa tanto cuidado desde su nacimiento hasta que es mínimamente autónomo, circunstancia esta, la de depender de los demás durante mucho tiempo, que lleva a considerarla por parte de algunos como raíz de la sociabilidad.

    A partir de la sociabilidad podemos suponer también que se ha favorecido el desarrollo de la comunicación, del lenguaje, que unido a la inteligencia ha contribuido a la transmisión y la acumulación de conocimientos.

    4.2.- La interactividad general

    La Sociabilidad se desarrolla en la interactividad, y esta interactividad contiene cuatro elementos básicos: individuo, actividad, consecuencias y mundo. Es este un planteamiento muy influido por la Fenomenología de Husserl.

    1) El individuo: es el punto de partida y llegada de la Sociología. Pero el individuo que interesa a esta disciplina es el que se relaciona con los demás, el que vive en sociedad.

    El individuo aislado es una abstracción; es decir, no existe prácticamente, siempre, incluso estando solo, está en relación con la sociedad (Ej. de Robinson Crusoe -lee, habla solo, usa herramientas, no rompe nunca el vínculo con la sociedad-). Y si existe aislado (Ej., del niño salvaje -Víctor de l'Aveyron-, que estuvo a cargo del doctor Itard) no se desarrolla como hombre.

    2) La actividad: el individuo se manifiesta por medio de la actividad. El conocimiento sociológico depende en gran parte de una adecuada teoría de la acción social. Es decir, la actividad subyace a toda relación social, sea de amistad, de odio, de poder, de trabajo, etc.

    3) Las consecuencias: de toda actividad humana. Toda actividad conduce a unos resultados, pero, como afirmaba Durkheim: “los resultados se alejan del sujeto agente, cobrando plena autonomía, se objetiviza y se realiza en las consecuencias que provoca, convirtiéndose en un hecho social externo al individuo que lo produce”. De ahí que Durkheim considerase a los hechos sociales como “cosas” independientes del sujeto que las produce.

    4) El mundo: es el medio o el entorno en el que se desenvuelve el individuo. La personalidad del individuo se construye en íntima relación dialéctica con el entorno que le rodea; es decir, se influyen mutuamente.

    En dicho entorno o medio se pueden distinguir tres “mundos”: el personal, el natural y el social:

  • El personal: se deriva de la reflexividad del individuo y puede concebirse en parte como exterioridad sobre la que también el yo actúa. Dentro de este se pueden distinguir dos aspectos: cuerpo (materia) y conciencia. El primero es la parte que nos une más directamente a la naturaleza, y la segunda es producto de la reflexividad, y es la que caracteriza sobre todo al ser humano. Xavier Zubiri decía que el hombre era un ser sintiente que sabía que sentía.

  • El Natural: es el medio ecológico y material que nos rodea. No sólo transformamos el mundo natural, generalmente por medio del trabajo, sino que también somos productos del mundo, en tanto que estamos sometidos a sus leyes, a las leyes de la naturaleza. Dentro de este elemento se pueden distinguir también dos aspectos: naturaleza (entendida como naturaleza virgen, no modificada por la mano del hombre) y la civilización (entendida como todos aquellos elementos creados por el hombre, y que han modificado de alguna manera el mundo natural).

  • El Social: es la realidad que conforma la vida del hombre en cuanto está conviviendo con otros. También aquí distinguiremos dos aspectos: la estructura social, con su organización y sus normas coactivas (leyes, usos, costumbres, etc.) y los símbolos, que son aquellos elementos que dan sentido a nuestras palabras y acciones. La interacción social se realiza a través de símbolos, vivimos en un mundo simbólico (desde la lengua hasta las normas de circulación).

  • Esquemáticamente, la interactividad general quedaría así:

    Es decir, el hombre genera una actividad que producirá unas consecuencias; las cuales influirán en el entorno, en el mundo, que reacciona ante esto, produciéndose de nuevo consecuencias que alcanzarán al hombre, en un círculo interminable.

    4.3.- La interactividad especial o interacción social

    La interactividad especial o interacción social no es la que se establece entre el individuo y el mundo, sino la establecida entre dos individuos al menos.

    Esquemáticamente, quedaría así:

    Es decir, el hombre individuo genera una actividad, que acarreará unos resultados que a su vez pueden modificar la actitud de otro individuo, y éste modificará la de otro (o la del mismo) y así sucesivamente.

    De la Interactividad especial o interacción social tenemos que decir que tiene un componente psicológico y otro sociológico. En el fondo de toda acción social está el individuo. Distinguir entre ambos componentes es difícil. Así, sociólogos como Max WEBER, que dice que en Sociología hay que prestar atención al aspecto psicológico, y otros, como Durkheim, dicen que sólo merecen atención las acciones objetivadas. Lo que sí es cierto es que la actividad individual compete al psicólogo, pero al sociólogo le interesan las relaciones entre individuos.

    Algo que debe quedar claro llegado este punto: la sociedad, en gran parte, es el resultado de la multiplicidad de interacciones de los individuos humanos, que componen la trama de la vida social. Es decir, no es una suma de individuos, sino de las interrelaciones entre los individuos.

    SOCIOLOGÍA

    Tema 1: Ejemplos de teorías sociológicas

    20

    VENTAJAS ACUMULATIVAS PARA LOS LÍDERES (experiencia, conocimientos, etc.)

    ESTRUCTURA OLIGÁRQUICA

    CONSECUENCIAS

    ACTIVIDAD

    MUNDO

    HOMBRE

    ACTIVIDAD

    CONSECUENCIAS

    INDIVIDUO

    CONSECUENCIAS

    ACTIVIDAD

    INDIVIDUO

    ACTIVIDAD

    CONSECUENCIAS




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    Enviado por:Babel
    Idioma: castellano
    País: España

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