Literatura


Surrealismo


Surrealismo:

Liberación y

Crítica a través

de los Sueños

Antes de comenzar a explicar al surrealismo como forma de libertad y crítica frente a los cánones establecidos; es necesario aclarar que este movimiento es parte de otro más grande y generalizador: el vanguardismo, éste es un “conjunto de las escuelas o tendencias artísticas, nacidas en el siglo XX, tales como el cubismo, el ultraísmo, etc., con intención renovadora, de avance y exploración.” Debe su nombre al término francés avant-guard utilizado para denominar al grupo de soldados que avanzaba al frente, siendo éstos los que encaraban primero al enemigo, esto se relacionó con la gran creatividad de sus exponentes, los cuales estaban avanzados a su época, creando así una brecha para que otros pudieran seguir con sus tendencias.

Las diferentes escuelas vanguardistas surgieron principalmente como crítica a la sociedad y sus instituciones, especialmente al racionalismo imperante desde finales del siglo XX, el cual, por un lado inhibía la libertad creadora y por otro, era considerado como responsable de las guerras mundiales. Se buscaban nuevas fuentes de inspiración observando el pasado de las personas (la niñez), los sueños, los sentimientos, entre otros.

La expresión del yo interior, que buscaba revelarse frente al utilitarismo y a la demarcación de cánones aplicables a la vida cotidiana, tratando de unificar una colectividad mediante ideologías determinadas, como si cada persona fuese igual a la otra, avasallando de este modo las libertades individuales, no en el sentido de esclavitud sino en el de polarización de los pensamientos hacia uno considerado como sentido común que debía ser aceptado por todos sin cuestionamientos, fue el leitmotiv de la época de inicios del siglo XX. Pero sin duda se puede afirmar que el vanguardismo no sólo abarcó el plano literario (narrativa, poesía y teatro) sino que también influenció en la música, la pintura, la escultura, el cine, la fotografía, moda, arquitectura, y variados otros aspectos del quehacer humano.

Exponentes tales como Picasso, Huidobro, Tzara, Matta, Mahler, Apolliner y muchos otros encontraron en la vanguardia una forma de expresar el pensamiento y plasmarlo de la manera más natural y espontánea posible ideando maneras para que las demás personas pudieran apreciarlo.

Ahora, después de que se ha realizado un breve y muy general repaso a lo que se refiere el término vanguardia podemos comenzar a detallar el surrealismo, tema central de este ensayo.

El movimiento surrealista presenta diversas características entre las cuales están presentes: la utilización de los sueños como fuente de inspiración, la presencia de planos superpuestos (collage) y los relatos sin sentido aparente, producto del libre pensamiento.

En cuanto a los sueños se puede decir que éstos son la más clara expresión del subconsciente humano, aquí afloran los deseos ocultos, fracasos, éxitos y recuerdos los cuales se van asociando de diferente forma.

Los planos superpuestos son una característica que busca representar que en el mundo real muchas acciones ocurren al mismo tiempo. Las limitaciones de la mente humana hacen imposible que estos sucesos puedan ser relatados de forma simultanea sin caer en el problema de que siempre que algo se menciona primero es asimilado como que ocurrió antes y lo otro va después. “Ocho y medio” rompe con él esquema normal de las tramas que comúnmente deberían ser de principio a fin siguiendo la realidad, es una colección de pequeños episodios cuya única conexión consiste en que le ocurren a un mismo personaje Guido Anselmi.

Según ciertas fuentes “Ocho y medio” consiste en una pequeña autobiografía de su director, Federico Fellini, pero lo que sí queda claro es que trata sobre los pesares que debe pasar un artista para poder plasmar su obra, en el camino le van surgiendo numerosos impedimentos, el dinero, la forma de expresión, el acercamiento que debe poseer la obra con la realidad.

En la película se observa cómo Guido es castigado por los curas de su colegio, mostrando así un aspecto de crítica frente al tipo de educación imperante. Una educación en la que se burlan de los que cometen errores, obligando de esta forma a que no se vuelvan a repetir. Pero mermando la autoestima del muchacho y algunas veces dejando al educando sin ganas de contestar lo que se pregunta por miedo al error y la burla. Sólo después de que se inicia el proceso educativo a los niños se les instruye en los modelos que la sociedad ha implantado coartando la libertad del infante. Un sistema educativo en el que se circunscribe la creatividad a parámetros que son adoptados como reales, el más claro ejemplo de esto son los dibujos infantiles que, a medida que el niño es instruido por algún maestro, dejan de tener caracteres irreales y se busca un acercamiento a la realidad por medio de perspectivas, luz y sombra, etc.

Se muestra a una Iglesia de mentalidad absolutamente cerrada, expresada en la frase del cardenal que aparece diciendo “No hay salvación fuera de la Iglesia”. Esto significa que la Iglesia católica monopoliza el derecho al paraíso y que ningún agnóstico o practicante de otras religiones pueda alcanzarlo si no es por medio de ellos aunque sus obras sean ejemplo de virtud. Fellini se atreve a encarar al organismo más poderoso de su país y el que posee más influencia en el mundo entero. Demostrando así su adherencia total a la vanguardia, el deseo de criticar todos los puntos posibles, sin dejar títere con cabeza.

La libido del personaje principal es también otro factor digno de análisis, Guido vive con serios problemas de comunicación con su esposa, posee amantes y en sus sueños recuerda a todas las mujeres que fue conociendo durante su vida. Se puede observar el machismo al observar que se tiene a la mujer como un objeto y cuya finalidad es complacer al hombre. Al no poder en la realidad cumplir sus anhelos de tener varias mujeres y que nadie se lo reproche sólo puede soñar y mediante éste estado de subconciencia alcanzar propósitos que no son posibles en la realidad.

La evasión por medio de los recuerdos a la niñez es otro elemento que los vanguardistas utilizan, ya que sienten que siendo niños su imaginación no tiene límites, pueden concebir lo que sea, el mundo es algo maravilloso, oculto y que todavía no le coloca trabas a su forma de pensar ni de sentir. Un niño no tiene preocupaciones, no trabaja, sólo juega y lo pasa bien ya que sus padres son los encargados de proporcionarle los cuidados y bienes correspondientes, pero llega el momento de transición en el que el joven se da cuenta de que la realidad es color hormiga y debe esforzarse si desea mantenerse vigente. En “Ocho y medio” se muestra cuando Guido es bañado y atendido por las diversas mujeres como reviviendo los cuidados que su madre le entregaba.

La sociedad se muestra como un ente negativo, inhibe las libertades, no escucha los problemas de las minorías y no permite que las personas puedan sobresalir ni ser libres. En “Ocho y medio” las personas observan indiferentes como el protagonista se ahoga en la escena inicial dando a conocer de que cada uno vive en su propio mundo, con deberes asignados y por lo tanto no le queda tiempo ni deseos de ayudar a los demás o al menos tratar de entender sus problemas. Tantas son las presiones que piensa en el suicidio como forma de escapar, tienes deseos de romperlo todo, abandonar el proyecto lo cual finalmente ocurre. Liberándose de la culpa de crear una película de mala calidad.

Otra metáfora visual referente a este tema es cuando el protagonista es amarrado y arrastrado de vuelta a la tierra, impidiendo su libre vuelo. Se percibe que se reprime al que quiere alcanzar altas metas, se reprime al que piensa distinto y se reprime simplemente porque se quieren establecer parámetros equitativos en los que las normas son lo más importante y por lo tanto ningún ser humano debería salirse de los márgenes. Ya que siempre se termina causando una polémica que es mejor evitar, según los pensamientos conservadores, para un vanguardista el sólo hecho de que existan reglas ya le da un motivo para desobedecerlas, es un rupturista, un libre pensador que no va en contra del resto de manera literalmente agresiva, sino que arremete contra un fragmento de la realidad actual con el simple fin de criticar un hecho que según su opinión es reprochable y necesita ser arreglado con prontitud. Guido Anselmi imagina a su libretista muerto, ya que él siempre le repite lo que está bien o lo que está mal, él no desea que nadie le diga lo que tiene que hacer, su principal “oponente” vendría siendo su productor ya que siempre le hace recuerdo de que tiene que tomar decisiones pronto, que la película se debe terminar, que seleccione rápido a los actores y actrices.

En conclusión los sueños permiten a las personas enajenarse del mundo real, es como una pequeña pausa antes de volver al agobiante y estresante ambiente en el cual se vive. Gracias a los sueños se puede mezclar realidad con fantasía y lograr así una libertad creadora. La crítica aparece por el sólo hecho de querer que lo soñado pueda hacerse realidad, tratar de cambiar aspectos del mundo para que la persona no se sienta tan estrangulada




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Enviado por:Medjay
Idioma: castellano
País: Chile

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