Literatura
Sonata de otoño; Ramón María del Valle Inclán
SONATA DE OTOÑO.
Autor.
Título de la obra.
Editorial. Fecha y lugar de impresión.
Tema básico.
Breve resumen siguiendo la estructura de la obra.
Personajes que intervienen, nombres, características y relación entre ellos.
Opinión personal sobre la obra.
a) Autor.
El autor de esta obra es don Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Este escritor español fue un personaje de una personalidad tan extravagante y atractiva que se hace punto de referencia obligado cuando se quiere hablar de vanguardias. Se inició en el modernismo pero lo fue abandonando y tocando su obra de los ambientes mágicos propios de su Galicia natal.
A partir de 1920 empieza a publicar obras teatrales que él llamaría "esperpentos" cuya técnica y estética consiste, en palabras de Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia, "en observar a los héroes clásicos reflejados en espejos cóncavos, ya que el sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada".
b) Título de la obra.
El título es: “Sonata de Otoño”.
c) Editorial. Fecha y lugar de impresión.
La editorial de esta obra es Espasa Calpe. Pertenece a la Colección Austral; y es la edición de Leda Shiavo.
La primera edición de esta obra se hizo en 1944, la vigésimo quinta en 2000.
Ha sido impresa en Madrid.
d) Tema básico.
El tema básico de esta obra se sitúa en un punto que está en un cierto equilibrio entre la terrible agonía ante una muerte anunciada y el fuego que desatan las pasiones del amor.
Ramón María del Valle-Inclán nos hace volar desde un desenfreno lujurioso delicadamente insinuado, a las más escabrosas ensoñaciones, o, simplemente, hacia niveles místicos en los que la realidad y los símbolos se entremezclan de forma inexorable.
e) Breve resumen siguiendo la estructura de la obra.
La obra se desarrolla en un palacio dieciochesco donde agoniza una mujer, Concha. Desde el primer párrafo, conocemos el final, clara indicación que no es al desenlace a lo que debemos prestar atención.
La sonata de Otoño no se divide en actos ni en capítulos; en realidad no cuenta con un hilo de la trama bien definido. Son tan sólo cuadros entre los que muchas veces es difícil relacionar los hechos.
Estos cuadros, que son veintisiete, son fogonazos que se clavan en la mente; especie de fotografías que el autor se encarga de describir con el atrevimiento de añadir sonidos, incluso aromas. Todo esto hace dudar entre si lo recordado se ha observado desde un segundo plano o verdaderamente tan solo se ha leído.
A continuación se presenta una breve sinopsis de los diferentes cuadros:
El marqués de Bradomín recibe la carta de la moribunda Concha y se pone en camino hacia el palacio de Brandeso.
El marqués y el mayordomo paran en un molino de Gundar; allí son atendidos por una aldeana y su anciano padre. La mujer le da un manojo de hierbas para curar a la señora en señal de agradecimiento por la comida obtenida del marqués.
Llegan al palacio de Brandeso. Allí Bradomín se reencuentra con Concha después de dos años y comprende al verla que se muere.
Él la ayuda a vestirse y deciden comer en el velador de la alcoba de Concha.
Hablan un poco del pasado durante la cena; Concha sufre un pequeño desmayo y el marqués se asusta bastante.
Hablan durante largo rato en el sofá de la habitación, finalmente Concha le guía hacia su dormitorio y él, cogiéndola amorosamente, la “obliga” a quedarse allí a dormir.
Bradomín describe el cuerpo sudoroso y tembloroso por la fiebre de Concha.
Aquí se nos hace el retrato de la figura de Florisel; el paje de alma sabia y de tan solo doce años.
Concha recoge fragantes rosas del jardín para el marqués; hablan sobre Florisel.
Breve pero intensa descripción del palacio de Brandeso.
Bradomín descubre los celos tontos inspirados por Florisel, ella los envidiosos de un pasado mejor. Hablan de quemar las cartas de amor, pero no lo hacen.
En este cuadro aparece la figura magnífica y tan opuesta a Bradomín de don Juan Manuel.
Ambos están a oscuras, escuchando el suave murmullo de la fuente; la criada Candelaria les habla de brujas, ellos hablan de linajes y escudos. Concha le anuncia la llegada de sus hijas y de Isabel.
Breve nota de un instante en el lecho, pese a su enfermedad Concha aún tiene fuerzas para el amor.
El marqués está leyendo en la biblioteca y es interrumpido por don Juan Manuel; al instante entra Concha y hablan sobre historias de antepasados y de linajes.
Concha le narra el sueño que ha tenido, segura de que le profetiza la muerte, sin embargo el marqués se burla de los sueños premonitorios. Parte con don Juan Manuel hacia la fiesta del Pazo.
Don Juan Manuel sufre un accidente con su corcel y vuelven apresuradamente al palacio.
En el palacio Bradomín se reencuentra con las hijas de Concha y con su prima Isabel.
Junto al fuego de la chimenea Concha e Isabel conversan, las niñas se han dormido y Bradomín participa a trozos de la conversación.
Concha va a la alcoba del marqués y le enseña la carta de su madre (la de Bradomín); él la quema sin leerla, la abraza y la lleva hacia su alcoba.
El marqués escucha mientras se despierta la despedida del Abad de Brandeso. Más tarde las niñas le informan de que don Juan Manuel ya partió y de que su madre opina que está loco.
Bradomín junto a las hijas de Concha y con Isabel planea ir a Lantañón andando. Concha se pone celosa y él promete no ir. Al final comienza un aguacero y nadie va.
Aquí el marqués describe la húmeda, tenebrosa y resonante capilla del palacio y a Concha y sus hijas rezando.
A media noche Concha va a la habitación del marqués, él está escribiendo una carta. Se abrazan y besan y ella siente que muere; Bradomín asiste a la rapidísima extinción de Concha impotente y sin dar crédito a sus ojos; quien hace segundos le besaba ahora está muerta.
Bradomín sale asustado de la habitación y se dirige a pedir ayuda a Isabel, pero una vez en la habitación y ante el equívoco de ella, lo que hace es sucumbir a la tentación.
Vuelve el marqués a su habitación, donde está el cadáver de Concha. La traslada a su alcoba dando una vuelta inmensa para no pasar delante del Nazareno y la deposita en su lecho.
María Isabel y María Fernanda acuden a la alcoba del marqués para preguntarle de parte de Isabel cómo ha pasado la noche y le piden que mate a un milano de alas negras; él así lo hace y las niñas acuden entusiasmadas a dar un “susto de muerte” a su madre. Cuando llegan a la alcoba los sollozos y gemidos sustituyen a las risas.
Bradomín llora ante la realidad de la pérdida de Concha.
f) Personajes que intervienen, nombres, características y relación entre ellos.
Los dos personajes principales son sin duda alguna Xavier, el marqués de Bradomín y Concha. La relación existente entre ellos es pasional, fueron amantes y, ahora que se muere, Concha le reclama a su lado.
Concha es una mujer atormentada por un lado por sus pasiones y, por otro, por su profunda religiosidad. Ama a Bradomín y es cuando le siente a su lado que le aparece el miedo a morir por su enfermedad.
Bradomín es un galán convencido de ello, pero un galán sentimental capaz de reír o llorar según lo que acontezca a su corazón. También descubrimos cierta parte macabra en su personalidad; esto queda perfectamente impreso al final de la sonata.
Otra importante figura es la de don Juan Manuel, arquetipo del señor feudal, un hombre de acción pariente del marqués y de Concha que disfruta hablando de los orígenes nobles.
Las dos hijas de Concha son personajes secundarios sin demasiada importancia, no así Isabel que es importante para demostrarnos la debilidad humana.
Candelaria y Florisel son personajes encargados de presentarnos la sabiduría que guarda siempre el pueblo y que nos enseñan por medio de dichos, refranes, frases hechas, etc.
Por último, una figura importante aunque apenas aparece es la de la madre del marqués de Bradomín, doña Soledad; figura terrible que inspira miedo a Concha y cierta pena escéptica a Bradomín. Su madre es una mujer que debería ser considerada santa pero que no merece demasiada atención según demuestra arrojando la carta al fuego.
Opinión personal sobre la obra.
La Sonata de Otoño constituye uno de los mejores ejemplos de la prosa modernista castellana. Los símbolos están muy trabajados, por ejemplo el del laberinto. El amor de Bradomín por Concha es un laberinto, como el laberinto del jardín que lo asusta y lo atrae al mismo tiempo. También hay que destacar que todos los sustantivos llevan un adjetivo; de esta manera el autor crea fuerza y ambiente. El principal ingrediente es la exaltación esteticista de un mundo decadente, ambientes melancólicos y exóticos, elegantes, refinados y amorales... Todo se mezcla haciendo pensar al lector sobre las pasiones y los temores espirituales.
Por otra parte, me ha llamado la atención el erotismo que encierra la obra, ya que Concha, una señora mayor muy tradicional y espiritual, en realidad se deshace de amor por el marqués. También me llamó la atención el lenguaje tan barroco, rebuscado, y lleno de los tópicos del romanticismo. Solamente la primera frase del libro ya cautivó mi atención para el resto del libro.
Relación del narrador con lo narrado.
Presencia de los personajes.
Localización de la narración.
Ritmo narrativo.
Secuencia narrativa.
Relación del narrador con lo narrado.
Se observa claramente en esta obra que el narrador y el personaje son la
misma persona. Este único narrador nos relata toda la historia con un alto grado de subjetividad.
Presencia de los personajes.
La mayor parte de la sonata se desarrolla en estilo directo, por no decir
toda ella. Los personajes, pese a que el diálogo no es muy abundante ya que predomina la descripción, siempre utilizan este estilo.
Localización de la narración.
Temporalmente la narración se sitúa en el siglo XlX, espacialmente en los
húmedos y melancólicos paisajes de Galicia.
Ritmo narrativo.
El ritmo narrativo es claramente expandido. El autor se recrea en la
descripción de numerosos detalles incluyendo olores, sonidos, sentimientos, salas, vestimentas, pasiones... Todo. En su ritmo lento influye el hecho de que ya conocemos el desenlace, por lo que hay que recrearse en la trama. No se busca ninguna meta.
Secuencia narrativa.
La secuencia narrativa tiene un desarrollo lineal, normalmente en progresión
y raras veces en digresión.
También encontramos algún raro caso de engarce, como es la breve descripción de doña Soledad que hace Bradomín cuando Concha le lleva la carta.
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Enviado por: | Maria |
Idioma: | castellano |
País: | España |