Educación y Pedagogía


Solidaridad


Trabajo práctico de Educación Cívica:

SOLIDARIDAD

¿De qué hablamos cuando hablamos de solidaridad?

Existe apenas una letra de diferencia entre estas dos palabras: solitario solidario. Quizás esta pequeña conexión, no sea tan casual. Tengo la sensación de que la soledad es la contracara de la solidaridad. Es paradójico, pero se ve claro en las ciudades: junto con una gran concentración de gente, se va moviendo una enorme soledad: solitarios viajando en trenes que van repletos, solitarios estudiando en las aulas del colegio o la facultad; solitarios bailando el sábado a la noche, chocándose en el amontonamiento de un boliche; solitarios caminando, sin saberlo, entre muchas otros.

Entonces, podríamos imaginar la solidaridad como un puente que nos lleva a los demás, y nos permite unirnos a las otras personas dándonos la posibilidad de cooperar y ayudarnos.

Creo que actualmente, para muchas personas, la solidaridad ha quedado reducida a un momento de bondad en un día excepcional, una donación de colchones, pañales o frazadas, o una suma de dinero. Todos esos podrán ser gestos solidarios, pero ser solidario es algo más, creo que es, como dice Fito Paez: "una manera de andar".

Hoy parece que bastara una obra de caridad para recibirse de Persona Solidaria, título que se puede enmarcar, colgar y lucir de por vida. Algunos, hasta se jactan de su “Mención Honoraria en Solidaridad” mientras se dicen (¿o nos decimos?) con alivio: "Ya cumplí".

Se festeja como un gran mérito el realizar alguna acción solidaria, y yo me pregunto ¿no es un deber no estar indiferentes si alguien se está muriendo al lado mío? ¿ Más que un mérito, no es una obligación estar dispuestos a brindarnos frente a las necesidades del otro?

  • Artículo periodístico elegido:

Lunes 24 de noviembre de 1997

GENTE SOLIDARIA: ORGANIZACIÓN AMIGUITOS DE FRONTERA

Desde hace más de un año, los Rizzo reúnen materiales destinados a zonas carenciadas. Ya recorrieron 54 escuelas y 20 comedores. Y siguen trabajando.

La historia de esta familia, que creó una organización para colaborar con zonas carenciadas, empezó en 1999 cuando se fueron de vacaciones a las cartaratas de Iguazú, Misiones.

En el camino se les rompió el auto y tuvieron que parar en un pueblito de Corrientes que tiene un solo taller mecánico. En ese lugasr vieron salir de una escuelita a chicos con guardapolvo, pero sin zapatos, y eso los impactó.

Durante todo el verano, María Del Carmen y Carlos Rizzo, con sus hijos Patricia (26) y Christian (23), pensaron cómo ayudarlos. Y al volver a su casa, pusieron manos a la obra.

María Del Carmen había sido secretaria ejecutiva, pero desde hacía un tiempo, junto a sus hijos ayudaban en el minimercado familiar que tienen en el barrio. La primera tarea que hicieron fue juntas libros, y el viaje inaugural para llevar personalmente lo recuadado hasta Entre Ríos y Corrientes.

Después ampliaron las expectativas: “Al contactarnos con las escuelas, nos contaron todas las otras necesidades”, recuerda María Del Carmen. Y así nació la Organización Amiguitos de la Frontera.

A partir de entonces, reúnen ropa, calzado, remedios, vajilla, útiles, juguetes, y ahora necesitan sobre todo pañales. “Lo único que no aceptamos es dinero”, dice esta mujer, que luce una remera blanca con el logo de Amiguitos, mientras su marido muestra las decenas de cajas que tienen apiladas en un depósito prestado, cada una con una etiqueta que las identifica.

Amiguitos hizo más de 20 viajes, sobre todo al litoral, y Patricia Rizzo (que tiene un hijo de dos años) cuenta que “Volvés con las pilas cargadas. Para la gente, es oro lo que llevamos”.

Carlos no tiene mucho tiempo libre por el trabajo en el minimercado, pero cuando puede, ayuda a retirar mercadería y a embalar. “Es importante porque te sentís bien. Hay gente que te dice que estás loco, porque ponés plata y no ganás, pero me hace bien” explica el padre de os Rizzo.

Para decidir a qué pueblo destinan lo recaudado, durante cada viaje se dedican a preguntar a los lugareños cuáles son las zonas más carenciadas. Después mandan una carta a esos sitios y esperan la respuesta. Sólo viajan cuando el intendente o gobernador les confirma esa necesidad, y en genera, son estos funcionarios quienes les facilitan los medios de transporte.

Amiguitos de Frontera no es una asociación ni una fundación. Ellos prefieren ser simplemente una Organización No Gubernamental, vinculada con la Red Solidaria. Y ahora están tramitando su inscripción en la secretaría de desarrollo social de la Nación. “No pertenecemos a grupos políticos, y a los funcionarios los comprometemos a no hacer campaña con lo que llevamos”, aclara María Del Carmen.

Entre los próximos proyectos figuran hacer una huerta para los aborígenes de Misiones, y a fin de mes van a viajar al litoral para ayudar a los inundados. “Sabemos que hay cosas que no podemos solucionar, pero uno hace lo que puede”, concluyen los Rizzo antes de seguir armando cajas.

Amiguitos ya recorrió 54 escuelas, 60 bibliotecas, 20 comedores, 3 hospitales, 11 dispensarios y ayudó a unos 3.500 inundados.

Los personajes de esta historia, Carlos, María Del Carmen, Christian y Patricia son verdaderos voluntarios y personas solidarias. Esto es evidente porque son concientes de las desigualdades que existen en nuestro mundo (y en este caso, sobre todo a nivel país, asumiendo la comunidad territorial como base de la acción voluntaria), y se rebelan ante la injusticia. Tal como ellos dijeron (“Sabemos que hay cosas que no podemos solucionar, pero uno hace lo que puede”) se comprometen en acciones que por sí solas no cambiarán el mundo, pero quizás, sumados al resto de compromisos concretos de otros, hagan que el mundo sea un poco más solidario. Además, son generosos en el tiempo, en la medida que ceden tiempo al otro de manera gratuita; son generosos en el gesto, cuando se acercan alas personas necesitadas para ayudarlas; y son generosos en las palabras, porque no ahorran palabras de consuelo ni de afecto.

Al ser personas solidarias, asumen y practican la ciudadanía como estilos de vida que lleva al desarrollo de:

  • Actitud de participación en los asuntos públicos: se encargan de cosas que nos conciernen a todos, sobre todo a los argentinos, ya que gente de nuestro propio país se muere de hambre.

  • Actitud de tolerancia que implique la aceptación del pluralismo: lejos de caer en el egocentrismo y el egoísmo, se dedicaron a ayudar desde el momento en que tomaron conciencia de la situación.

  • Actitud de convivencia basada en el diálogo y la colaboración: justamente, se dedican a colaborar con aquellos que los necesitan.

  • Actitud de búsqueda de la justicia y el bien común frente al bien particular: aprovechando las distancias, ellos podrían seguir ajenos a la situación de otras personas que viven en provincias más lejanas, y ahorrarían esfuerzo, tiempo y dinero. Sin embargo, ellos mismos se involucraron en esta realidad, y decidieron brindar a los demás todo el apoyo que les fuera posible, ya que quieren ser partícipes de un cambio hacia la calidad de vida de aquellas personas.

Otras organizaciones solidarias:

Investigando sobre el tema, descubrí que, afortunadamente, hay muchas más organizaciones solidarias de lo que yo creía. Además del caso anteriormente mencionado, cabe destacar también a las siguientes organizaciones:

  • GUARDERÍA LA ESPERANZA: actualmente, cuenta con tres centros, entre ellos, el Centro de atención a la infancia y la familia, donde atienden a más de 90 niños, entre 9meses y 4años de edad, de lunes a viernes, de 8 a 16:30. Comenzaron esta actividad en 1979, con un grupo de 15 niños, que fueron aumentando progresivamente. En 1991, pasaron a integrar la red CAIF. Esta atención se realiza a basse de un convenio con el Iname, Inda e Intendencia Municipal de Canelones. Cuenta con una maestra especializada en preescolares, asistencia social, psicólogos y un grupo de auxiliares educadores que han sido especializados en su tarea en los cursos y talleres que imparte el Caif. Todas las semanas, los niños reciben asistencia y control médico pediátrico. Tipo de institución ONG, asociación civil sin fines de lucro.

  • Katy España es una mujer que trabaja para los enfermos de cáncer, consigue los medicamentos y los distribuye gratuitamente. En su pequeña oficina de la Asociación Nuestra Señora de Luján, hay cientos de miles de pesos en medicamentos oncológicos disponibles para los pacientes que no puedan adquirirlos. El efectivo que pasa por sus manos no es mucho, las cuotas societarias son de 10 pesos y pocos aportes extra superan los 100 pesos. Gran parte de ese dinero sirve para apoyar el traslado de los pacientes que vienen de las diferentes provincias, y se alojan en la casa de otros enfermos. Con el resto, esta asociación paga el alquiler y él teléfono, aunque desafortunadamente, la asociación está en riesgo por una deuda aproximada de 2.200 pesos a la Telefónica, debido a que tienen una línea de asistencia a los necesitados. Sus gestiones ante Telefónica sólo sirvieron para que ambos teléfonos puedan recibir llamadas, pero no hacerlas, y la compañía de teléfonos no está dispuesta a hacerle descuentos a nadie, ni si quiera, a una organización civil sin fines de lucro como esta.

  • Unas 80 mujeres de Lomas de Zamora cuidan, alimentan , educan y hasta llevan al pediatra a unos 1.200 chicos, sin cobrar un solo peso, colaborando para la Fundación de Organización para la Comunidad. El trabajo de estas mujeres se localiza a través de ocho jardines maternales, y el proyecto cuenta con la colaboración de becas del Consejo Provincial de la Familia y subsidios de embajadas como la de Canadá y Holanda, y de la fundación de Antorchas. Los niños tienen entre 45 días y 12 años, y están allí porque sus madres necesitan salir a trabajar y no pueden pagar una guardería. Organizan las salas, se ocupan de los niños y supervisan las tareas que hacen según su edad.

Estas organizaciones basan sus actividades en la solidaridad, una realidad firme, sólida, potente, valiosa, lograda mediante el ensamblaje de seres diversos; y este ensamblaje constituye una “estructura”, fuente de solidez, dinamismo y levedad.

Ese tipo de estructura sólida, dinámica y leve se consigue en la vida social mediante la vinculación solidaria de cada persona con los demás y con el conjunto.

En estas organizaciones, son varias las personas con facilidad de dar y darse (generosas) que se unen a unos mismos valores, y muestran generosidad, desprendimiento (ya que se desprenden de lo que es suyo con afán de cooperar y participar en la configuración de vínculos de convivencia), espíritu de cooperación y participación. Participar y cooperar, tiene un carácter creativo, comprometen más a la persona que el mero ayudar.

Pienso que el concepto de solidaridad de estas personas consiste en una actitud social, dirigida a potenciar a los más débiles, si queremos realmente que todos puedan ejercer su libertad.

Todas estas personas realizan esas actividades solidarias porque han tomado conciencia de la situación de marginación y pobreza de individuos y pueblos, cada uno mediante su propia experiencia (por ejemplo, en le caso de Katy España, ella decidió distribuir medicamentos contra el cáncer luego de que su esposo murió de esta enfermedad, por no poder acceder a los mismos, lo que la concientizó acerca de lo difícil que era adquirir esos medicamentos para las personas de pocos recursos).

Cualquier cualidad es aprovechable, cualquier saber se puede compartir, cualquier actividad es útil. Esto, lo demuestran por ejemplo, las mujeres de Lomas de Zamora que cuidan niños.

Puede que no tengan estudios universitarios o grandes diplomas, pero aportan sus conocimientos y su buena voluntad para ayudar a los demás.

Finalmente




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Enviado por:Cordobesa!
Idioma: castellano
País: Argentina

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