Sociología y Trabajo Social
Sociología: La explotación agraria familiar en españa
TRABAJO INVISIBLE Y RELACIONES DE GENERO EN LA EXPLOTACIÓN AGRARIA FAMILIAR EN ESPAÑA
INTRODUCCION
Partiendo de una definición amplia de trabajo como “toda actividad que tenga como objetivo la producción de bienes y servicios realizados en la esfera pública y en la privada, al margen de cual sea su destino”¹, Mª Dolors García Ramón nos ofrece una radiografía del papel de la mujer en las explotaciones agrarias familiares españolas.
Se basa para ello en los datos obtenidos de un estudio comparativo realizado sobre explotaciones familiares agrarias con características diferentes y muy acusadas de tres CC.AA. y en el que las técnicas de investigación social utilizadas han descansado primordialmente sobre el cuestionario y la entrevista en profundidad.
Las conclusiones que arroja el análisis de los datos recopilados quedan agrupadas en cinco grandes bloques dedicados a:
· Metodología,
· Lugar de trabajo; dividido en tres apartados (doméstico, en la explotación y fuera
de la misma),
· División sexual del trabajo, tanto en la esfera doméstica como en la explotación,
· Percepciones subjetivas y
· Algunas conclusiones y tendencias de futuros.
Pasemos a destacar lo más importante de este estudio siguiendo básicamente el esquema establecido en el texto.
METODOLOGÍA
Dos son los aspectos más destacables del estudio en lo que se refiere a la metodología empleada.
En primer lugar han sido seleccionadas tres CC.AA. Con sistemas agrarios muy contrastados: Andalucía (Huelva), Cataluña y Galicia. Dentro de estas dos últimas, y debido a las peculiaridades que las caracterizan, se han seleccionado a su vez dos ámbitos territoriales incluidos en cada una de ellas; la Cataluña costera (Maresme) y la del interior (Priorat) de un lado y la Galicia costera (rías bajas)y la del interior (varios municipios del interior de la provincia de La Coruña) del otro.
En segundo lugar, el trabajo de campo se ha basado en dos técnicas simultáneas; la encuesta (N=250 explotaciones), consistente en un cuestionario de preguntas cerradas, y la entrevista en profundidad (50 entrevistas) que complementa al anterior a la hora de validar ciertos datos (como los referentes a la economía sumergida, p.ej.) que se mencionan con una precisión muy deficiente en los cuestionarios.
El objetivo del estudio aconsejó que el peso de las técnicas utilizadas recayese en la parte cualitativa del método utilizado; segmento que, por otra parte, contiene unas valoraciones subjetivas de los entrevistados que aportan una información muy interesante que sirve para rectificar ciertos sesgos producidos al abordar asuntos delicados así como para conocer diferentes visiones del tema desde puntos de vista más personales.
¹ Mª Dolors García Ramón et al. “AGRIC Y SOC EN LA ESPAÑA CONTEMP” Cap. 20. CIS 1997
LUGAR DE TRABAJO
Al tratarse de un estudio que pretende resaltar la importancia del trabajo efectuado por la mujer en el ámbito rural, se han destacado dos hechos que, por su relevancia, habían de ser incluidos tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Hablamos de aquellas labores de “infraestructura” o trabajo doméstico y del trabajo de la mujer fuera de la explotación.
La forma de abordar este tema ha consistido básicamente en efectuar, de una parte, una cuantificación de las horas de trabajo realizadas en los ámbitos laborales de la explotación y doméstico (realizando asimismo una comparación con los realizados por los jefes de explotaciones) y, de otra, una segunda cuantificación del trabajo de la mujer fuera de la explotación añadiendo al final algunas valoraciones subjetivas de las agricultoras.
Los datos arrojados quedan reflejados en el cuadro 1-->[Author:V.I].
HORAS DEL JEFE DE EXPLOTACIÓN | HORAS TOTALES DE LAS MUJERES (DOMESTICO + EXPLOTACIÓN) |
Promedio total: 8,1 | Promedio total: 12,7 |
Máximo, Cataluña costa: 10,1 | Máximo, Galicia interior: 17,9 |
Mínimo, Galicia costa: 7,1 | Mínimo, Cataluña costa: 10,0 |
Fuente: Es una síntesis de los datos de las tablas 1 y 2 elaboradas a partir del trabajo de campo y que figuran en el capítulo 20 del texto que nos ocupa.
De las 12,7 horas diarias de promedio de trabajo de la mujer, 4,5 corresponden a trabajo en la explotación y 8,2 a trabajo doméstico. Además, excepto en la costa onubense, el trabajo en la explotación es prioritario en todas las zonas. No importa demasiado si la casa está o no bien arreglada.
No es necesario destacar la importancia que tiene esta parte del trabajo femenino en las explotaciones agrarias familiares a la hora de valorar el impacto en la reproducción del modelo pero: ¿realmente importa tanto hoy ese calco del modelo? Huelva, es la que más destaca como motor de esa reproducción debido a la existencia de una asociación directa y positiva entre aquella y el nº medio de hijos por mujer; uno de los más elevados de España.
Respecto al trabajo de la mujer fuera de las explotaciones, un 52,2% del total (mayoritariamente onubenses) declararon haber tenido un trabajo remunerado antes de llegar a la explotación o casarse y un 14 % (mayoritariamente de Cataluña interior) declararon tener en la actualidad algún tipo de trabajo remunerado.
Como ya se ha indicado, es digno de mención el sesgo que se produce al ocultar la ocupación en trabajos considerados de “economía sumergida” en las respuestas al cuestionario. Esta distorsión queda corregida en gran medida debido a las respuestas recogidas sobre este espinoso asunto durante las entrevistas en profundidad.
3. DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO
En líneas generales podemos hablar de dos ámbitos donde se realizan las actividades: la explotación, donde suelen compartirse en mayor o menor grado las tareas, y el doméstico, donde se comparten las labores de mantenimiento pero no las tareas domésticas. De una manera descriptiva, los rasgos más sobresalientes que el estudio ofrece sobre la frontera permanentemente cambiante de la división de ocupaciones por sexo son:
EN LA EXPLOTACION:
· En la costa gallega y debido al hecho de que gran parte de los varones trabajan en oficios relacionados con la mar, es la mujer quien actúa de jefe de explotación. Explotación pequeña, eso sí, y cuya producción está dedicada prácticamente en su totalidad al autoconsumo.
· En el interior gallego, la maquinaria pesada la maneja sobre todo el hombre, mientras que el ordeño y manejo de ganado lo realiza la mujer. En este ámbito, el dominio de la esfera pública pertenece al varón incluso en las explotaciones más modernas.
· En el interior de Cataluña, el grueso del trabajo corresponde al varón. Se incluye el manejo de maquinaria. El trabajo de huerto queda fundamentalmente en manos femeninas.
· En el Maresme, las tareas pesadas y fatigosas pero que no exigen fuerza física, tales como la recogida de cosecha y el envasado de productos, las realiza fundamentalmente la mujer. Es el hombre quien trata directamente con la tierra; maquinaria, riego, abono y en general, todas aquellas tareas que tienen que ver con el cultivo directo. En esta zona la frontera de la división sexual del trabajo es más nítida que en las otras cuatro de la muestra.
· En la zona onubense las féminas sólo acuden a las labores del campo de manera puntual (recogida de la fresa).
EN LA CASA:
· Sin hacer distinción por zonas, el primer dato que llama la atención es que un 85% de los maridos no ayudan NUNCA a la mujer en las tareas domésticas en la casa. Sin embargo, un 63% de esos mismos maridos sí ayudan REGULARMENTE a la mujer en los trabajos de mantenimiento de la casa.
· En Huelva y el Priorat, la mujer soporta la práctica totalidad del trabajo doméstico aparte del que realizan en la explotación.
· En ambas zonas de Galicia, la mujer se encuentra en idéntica situación a la que acabamos de mencionar con la circunstancia agravante de que han de sobrellevar promedios de horas diarias de trabajo en las explotaciones muy superiores en algunos casos a los de las otras zonas.
· Cabría hablar de excepción en la región del Maresme, única zona estudiada en la que la ayuda del marido en las tareas de la casa se deja sentir algo más.
4. PERCEPCIONES SUBJETIVAS DE LAS PROTAGONISTAS
Ya sabemos la importancia que tiene para la investigación científica en general el hecho de complementar lo cualitativo y lo cuantitativo en el transcurso del trabajo empírico. Los rasgos más sobresalientes arriba mencionados son un resumen de los datos que ha arrojado la síntesis de las dos técnicas empleadas. No obstante, no podemos dejar de destacar algunas percepciones que de sí mismas tienen de su trabajo las mujeres protagonistas de este estudio.
· Salvando diferencias ineludibles, de las respuestas de las entrevistadas se puede deducir que, en líneas generales, la mujer es muy consciente de la importancia de las tareas que realiza, hasta el punto de que un 83% de las mismas opina que su familia sí reconoce su trabajo y un 61,4% de las entrevistadas están convencidas de que la explotación sencillamente no funcionaría sin ellas. *
· En lo referente al área de lo pecuniario, está generalmente extendida (o asumida con resignación) la idea de que el salario no “casa” con la tierra. Reconocen que es difícil valorar un trabajo que corresponde a dos esferas y la prueba la tenemos en las respuestas que ofrecen a la pregunta de “¿cuánto salario creen que deberían recibir por su trabajo?”. Las contestaciones se distribuyen a partes iguales ( " ! para cada uno de los tres intervalos aunque con grandes diferencias regionales), entre quienes opinan que deberían recibir >10.000 y "50.000 Ptas., las que creen que deberían percibir >50.000 y "70.000 Ptas. y las que consideran que lo justo sería recibir >70.000 Ptas. Hay que significar que, al parecer, se trata de contestaciones a una pregunta cerrada, por lo que, de ser así, calificar estos datos de opinión subjetiva podría ser discutible.
· De lo que no cabe ninguna duda es de que gran parte de las propias mujeres de la muestra no consideran el trabajo que realizan en la esfera doméstica como tal trabajo. Por tal motivo es calificado en el texto de trabajo invisible. Este no es reconocido ni siquiera por ellas mismas a pesar de ser básico, cuando no imprescindible, para la continuidad de la explotación agraria familiar española.
5. CONCLUSIONES Y TENDENCIAS DE FUTURO
Aportación del trabajo femenino muy significativa a la explotación cuando tenemos en cuenta todo el quehacer real junto a la doble responsabilidad que ello conlleva, infravaloración por parte de ellas mismas de su propia aportación a la explotación respecto a la parte del trabajo que realizan en casa, predominio de la división tradicional del trabajo por sexos (hombres ligados a la esfera pública y mujeres a la doméstica con la excepción de la Galicia costera), poca o ninguna ayuda de los varones (maridos) en las tareas domésticas no relacionadas con el mantenimiento de la casa... son algunos de los rasgos que el estudio revela. Cabría añadir el perfil que presentan las áreas investigadas respecto al trabajo femenino fuera de la explotación:
· En Cataluña, el Maresme se caracteriza por un trabajo externo débil en términos relativos y una implicación fuerte de la mujer en la explotación mientras que en el Priorat se produce justamente la situación opuesta.
*NOTA DEL ALUMNO. Curiosamente no existe asociación estadística relevante con el promedio anual de horas de trabajo dedicado a la explotación ni con el dedicado a las tareas domésticas. Las gallegas de la costa son las que opinan en mayor proporción que la explotación no funcionaría sin ellas y sin embargo sólo ocupan un lugar intermedio respecto al “ranking” de horas trabajadas tanto en el ámbito de la explotación como en el doméstico. Lo mismo ocurre con las que opinan en menor proporción que su labor es indispensable para la supervivencia de la explotación agraria familiar ¡no son precisamente las que menos horas dedican al trabajo real!
· En los dos ámbitos de Galicia, la debilidad del trabajo externo lleva aparejada una muy fuerte implicación de las damas en la explotación familiar.
· En la costa onubense es donde se produce una menor tasa de trabajo externo y, cuando se da, se trata por lo general de trabajo agrícola por cuenta ajena.
Así, el futuro de una explotación agraria familiar muy intensiva en trabajo y muy sensible a un contexto dominado por nuevas pautas sociales originadas por cambios producidos en ámbitos económicos y políticos, es contemplado con incertidumbre por las agricultoras del Priorat y de Galicia ante la compleja problemática que la actividad agrícola encierra en estas áreas.
Una actitud más optimista presentan las mujeres del Maresme y de la costa de Huelva. Actitud sin duda motivada en gran medida por la orientación productiva de las explotaciones de estas zonas. Las de la costa catalana no ocultan su satisfacción al manifestar abiertamente que prevén buenas perspectivas de futuro para la horticultura intensiva y que ello conllevará una mejor valoración en el ámbito de lo social del oficio de agricultor. Por el contrario, las onubenses, pese a reconocer las buenas perspectivas de futuro de las explotaciones allí ubicadas, no se mostraron demasiado ilusionadas ante la posibilidad de que sus hijos se dedicasen a este oficio.
A modo de epílogo, sobre lo que sí parece existir consenso es sobre el hecho de que “la participación de las mujeres será decisiva para la supervivencia de la explotación familiar y/o de la unidad de producción familiar en España. Sus opiniones son determinantes en la formación de actitudes del colectivo acerca de la continuidad de unas actividades cuyo futuro, con todo, dependerá finalmente de la reestructuración de la economía a que conducirán las políticas agrarias de la Unión Europea
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