Historia
Sociedad venezolana
LA ESTRUCTURA SOCIAL VENEZOLANA EN LAS ULTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XX
.'. ."En promedio, en 1873,1881 y 1891, menos de 1% de la población útil y de trabajo concentraba en sus manos la riqueza territorial agraria. La tendencia que se imponía era que, mientras aumentaba relativamente la población, descendía cualitativamente el número de propietarios con fuerza económica, y la población que podría considerarse como económicamente activa se distribuía fundamentalmente en sectores de la producción agropecuaria, en profesiones y oficios conectados dependientes de estas labores. Los asalariados y peones que alquilaban su fuerza-trabajo en los talleres manufactureros, en los centros mineros y en la construcción de vías férreas, no integraban todavía una clase social diferenciada, estructuralmente configurada pero puede considerárseles como un antecedente histórico de la formación del proletariado venezolano. Las relaciones de producción expresadas en el salario coexistían —en un mismo centro de actividades laborales— con modalidades de trabajo precapitalista: a) Instrumentos de trabajo propiedad de los asalariados; b) Subsistencia de categorías entre los trabajadores, condicionadas por el escaso desarrollo tecnológico: maestros, oficiales, aprendices, y c) Combinación del salario en metálico con el sistema de salario en especie y en ficha.
La categoría social más importante en las ciudades continuó siendo, como en el período anterior, la burguesía comercial usuaria ligada al monopolio comercial y al intercambio en dinero y en valores. Era una clase social rapaz y agiotista, incluyendo sectores de las clases dominantes. Su poder económico era tan importante que, a fines del siglo pasado, la Administración Pública dependía de los préstamos que suministraba la burguesía comercial. La condición de los indígenas, como grupo socialmente explotado y culturalmente discriminado, no sufrió alteración significativa, con excepción de la desaparición de las comunidades más cercanas a los centros poblados por racionales. La eliminación de la esclavitud debido a las condiciones en que ocurrió y como consecuencia de un lento proceso de desintegración en el cuadro de una estructura económico social latifundista, no favoreció la integración de grupos proletariados, sino de categorías sometidas a condiciones de servidumbre.
CLASES SOCIALES VENEZOLANAS (1830-1935)
I. TERRATENIENTES (CIVILES Y MILITARES
Clase social dominante del siglo XIX.
Monopolizadora de los medios de producción: tierra, mano de obra, esclava y campesinado enfeudado.
Eran generalmente jefes políticos y militares tanto locales como nacionales.
Eran los caudillos que contaban con la fuerza humana del peonaje para levantar ejércitos y desarrollar la guerra y también para incrementar sus posesiones territoriales (latifundios).
II. BURGUESÍA COMERCIAL Y USURARIA:
Es la clase que monopoliza el comercio 'de importación y exportación.
Estaba relacionada y controlada por las Casas Comerciales extranjeras.
Actuaba como grupo de presión a través del control financiero (créditos, préstamos a interés), que les permitía el control económico de los productos y de la producción.
Esta clase compartía el poder político, económico y social con los terratenientes.
De este grupo salía la mayoría de los ministros y funcionarios civiles y militares.
III. CLASES DOMINADAS QUE HABITABAN EN LA CIUDAD:
1. Artesanos: Trabajadores de los centros urbanos, pequeños productores, por lo general dueños de su propio trabajo (talleres), en el cual no hay gran inversión de capital. Ejemplo: zapateros, talabarteros, albañiles, etc.
2. Pequeños Comerciantes: Clase social reducida que tiene en sus manos el pequeño comercio y sufre las presiones de la Burguesía Comercial. Ejem. los pulperos.
3. Empleados públicos: Clase minoritaria, con cierta preparación, que ocupa cargos públicos y junto con los pocos profesionales formarán la clase media
4. Desempleados, mendigos: Grupos sociales que debido a la poca preparación y a la escasez de ofertas de trabajo, no están ocupadas.
5. Esclavos: Grupo social heredado de la colonia a los cuales se les seguirá considerando como una cosa, de la cual se podrá disponer libremente. Se ocupaban de los quehaceres domésticos y de las faenas agrícolas, actividades en las que el único incentivo era el mal trato y los castigos. Permanencen como esclavos hasta el año de 1854 cuando se lleva a cabo la abolición de la esclavitud.
IV. CLASES DOMINADAS QUE HABITABAN EN EL CAMPO
1. Campesinado Enfeudado: Clase social que va apareciendo durante la guerra de independencia al darle libertad a los esclavos y también con las diferentes leyes de manumisión, pero se hace verdaderamente fuerte a raíz de la abolición de la esclavitud.
2. Medianero: Es el campesino que hace un contrato con el propietario de la tierra, mediante el cual éste entrega al campesino un lote de ella, con la condición de que al llegar al estado de producción, se dividan la cosecha en partes Iguales. Por lo general el campesino siempre vendía al terrateniente la mitad que le correspondía.
3. Aparcero: Es el campesino que recibe tierras con la condición que al producirse la cosecha, entregan al terrateniente la 1/2, l/3, o 1/4 de ésta. Por lo general el aparcero cultiva legumbres, hortalizas y tubérculos para el mercado interno.
4. Pisatario: Es el campesino que tiene que pagar al terrateniente un derecho de piso o de tierra, por la parcela que-le ha dado para que trabaje.
5. Arrendatario: Es el campesino que trabaja una tierra que no es de su propiedad, es del terrateniente, y por lo cual tiene que pagar una renta, que puede ser en dinero o especies.
6. Peón Agrícola: Es el campesino que vende su fuerza de trabajo por un salario.
PENETRACIÓN DEL CAPITAL EXTRANJERO
"Venezuela políticamente independiente heredaba el orden de relaciones de la estructura económica y social de la Colonia. Entre tales, destacábase la vigencia del sistema de tenencia de la tierra en sus formas y relaciones latifundarias que representaban intereses conjuntos de viejos y nuevos propietarios. Los latifundios despoblados construían riquezas yacente. Otro rasgo o fragmento desprendido de la estructura colonial fue la permanencia de la esclavitud — cuya extinción formal fue decretada a mediados del siglo XIX— como relación de explotación que, erigía sobre el trato bestial era negada económicamente en los frutos de su rendimiento. El de-cho üe propiedad sobre la mano de obra esclava no fue infringido sino constitucionalmente reconocido y también indemnizado cuando, más por razones políticas que sociales.
A estas sobrevivencias coloniales se añadían nuevos elementos que impedían el desarrollo y desembargaban la soberanía económica del país. El comercio y otras actividades terciarias comenzaban a desenvolverse bajo el impulso del capital extranjero. El capital llegaba procelosamente del viejo continente, pero no para dar forma nacional a los recursos propios de esta tierra, sino para extraer réditos y beneficios que luego transferían a Europa en cantidades cada vez mayores. Así se establecieron en Venezuela casas y agencias comerciales (Boulton, Biohm, etc.) vinculados a intereses europeos y dedicadas a actividades financieras, crediticias y de corretaje. A través de las citadas casas ocurría un proceso de traslación de plusvalía territoriales hacia Inglaterra, Alemania y Francia. A esta situación se agregaba la vigencia de la Ley del 10 de abril de 1834. Aquella Ley favorecía, con la no fijación del tipo de interés de capital, el auge de actividades especulativas que realizaban predominantemente comerciantes y prestamistas extranjeros.
Iniciada ya la segunda mitad del siglo XIX la economía venezolana se encontraba en situación de franco estancamiento. Las guerras civiles, con sus borrascas y desvastaciones, acumulaban pobreza mientras las masas desposeídas ni siquiera tenían la seguridad de su pobreza. País importador de bienes manufacturados y exportador de productos primarios de orden agrícola, padecía con frecuencia los efectos de una balanza comercial desfavorable. En medio de aquella situación, estalla en 1859, la Guerra Federal o Guerra Larga:
cinco años de lucha armada. Contienda prolongada que, entre triunfos y derrotas compartidos, agregaba mayores calamidades a la vida económica y social del país. El movimiento federalista, alzado en armas contra el gobierno de Julián Castro y los intereses de la oligarquía por él representados fue una explosión popular que le imprimía un contenido social a la guerra con la incorporación de masas campesinas que luchaban por el reparto de tierras y la eliminación de la clase de grandes ya propietarios rurales.
Era aquel en esencia, un movimiento agrario —con conciencia no cabalmente organizada— que perseguía cambios revolucionarios en las relaciones y formas de tenencia de la tierra. Las masas campesinas casi ignoraban todo, pero bien sabían que su miseria derivaba de sus explotadores. Su caudillo, Ezequiel Zamora, proclamaba la igualdad social, el reparto de las tierras entre los hombres del campo, la abolición de los privilegios de clase. El zamorismo, en tanto que conciencia o reacción social contra el orden tradicional, enarbolaba la bandera de la cuestión agraria en la lucha por la liquidación del latifundismo y la transformación del régimen de propiedad territorial existente. Tras el derrumbamiento del régimen oligárquico surgió la Federación. Pero ésta carecía de fuerza para integrar sus postulados fundamentales en un cuadro de realizaciones orgánicas.
A la herencia colonial se añadía la mala administración de la etapa republicana. Esta había transcurrido entre gobiernos que, por inestabilidad y desorganización administrativa, se alternaban entre la tiranía, el nepotismo, las irrupciones frecuentes de violencia armada, el falso constitucionalismo. La estructura económico-social del país, ya culminada la Guerra Federal, permanecía igual, sin alteraciones sustantivas: subsistía el predominio de las relaciones latifundistas de producción y sus formas señoriales de dominación que trataban el desarrollo de las fuerzas productivas; persistía el mismo orden de diferenciación social. En cierto modo había -aumentado la población rural en condiciones serviles de explotación.
La situación política que siguió a la Guerra Federal se caracterizó por la influencia determinante de los caudillos militares. Antonio Guzmán Blanco, llamado el autócrata civilizador, redujo la violencia sacrificando la libertad, organizó la administración pública sin suprimir los privilegios, pretendió romper los vínculos con el pasado sin transformar el régimen de propiedad territorial vigente. Su política económica estuvo orientada a estimular tanto las inversiones extranjeras —especialmente inglesas y alemanas— en la construcción de obras de infraestructura (ferrocarriles, caminos, puertos), como las actividades productivas fundamentalmente destinadas al comercio exterior (materias primas de origen agrícola y animal).
Con el gobierno de Guzmán, particularmente, se iniciaba el desarrollo "hacia afuera" de la economía venezolana. Avanzada la segunda mitad del siglo XIX, Venezuela era ya —no obstante su estancamiento relativo— un país con movimiento comercial inscrito entre las fronteras de la expansión económica de Europa. La economía nacional se orientaba entonces hacia las actividades de producción estimuladas desde afuera por las exigencias de la expansión capitalista europea. Venezuela debía concentrar los recursos disponibles —inversiones extranjeras y nacionales— en la producción de materias primas requeridas como insumes básicos en los centros capitalistas industriales. Como país de economía, tradicional, Venezuela no podía sino dirigir sus energías productivas hacia el desarrollo del sector primario de exportación —fundamentalmente actividades agropecuarias— y obtener bienes industriales con los ingresos del intercambio exterior.
A fines del siglo XIX, Venezuela mantenía inalterable su condición de país importador de bienes industriales y exportador de productos primarios de origen agrícola (café, cacao). A partir de 1875 las inversiones extranjeras se concentraban predominantemente en obras infraestructura-les. El financiamiento de las obras públicas (como la construcción del ferrocarril Caracas-Valencia) sólo pudo garantizarse mediante la contratación de empréstitos internacionales que aumentaron gravosamente el endeudamiento externo del país.
Al finalizar el siglo pasado, el país se encontraba abrumado. La legislación vigente no establecía límites a los excesos del capital extranjero como tampoco consagraba defensa contra los abusos de la clase explotadora. Al abatimiento social se sumaban las querellas políticas, las ambiciones de poder, los desenfrenos de la fuerza. Fue por esto que Cipriano Castro, tras rápidas victorias sobre los ejércitos gubernamentales, pudo asumir la Presidencia del país a fines de 1899.
Cipriano Castro poco había hecho por impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas y librar al país del marasmo en que se encontraba a raíz de la última guerra de usurpación. Consorcios petroleros extranjeros realizaban sus primeras inversiones en actividades de exploración y prospección. Antes de culminar la primera década de este siglo, Juan Gómez ya había sucedido en la Presidencia de la República a Cipriano Castro: continuaba con aquél la danza de las concesiones petroleras. El imperialismo yanqui, con estrategia de moderna conquista, adquirió luego con Gómez los privilegios y las ventajas económicas que no obtuvo con Cipriano Castro.
El país no había dejado de ser colonial y ya comenzaba a ser moderno. El capital extranjero orientado hacia las actividades extractivas solicitaba, además de nuevas y mayores concesiones petroleras, un orden sin hostilidades y un régimen de orden. Pero Gómez no entendía el orden sin la
abolición de las libertades democráticas. Desde el ascenso de Gómez al poder hasta 1916, la economía venezolana mantuvo una balanza comercial discretamente favorable.
En 1917 los consorcios extranjeros —ingleses y norteamericanos— iniciaron la explotación comercial de los hidrocarburos en Venezuela. En aquel mismo año, casi al término de la Primera Guerra Mundial, la mitad de la producción petrolera fue destinada a la exportación. Comenzaba entonces la era del petróleo con su carga de conflictos y perturbaciones. Las repercusiones de la explotación petrolera fueron inmediatas y sensibles. El primer rasgo de transformación de la estructura económica del país localizábase en la composición del comercio exterior: el petróleo pasó a constituir la mayor parte de las exportaciones mientras el café y el cacao declinaban paulatinamente su participación en las mismas: mientras el valor de las exportaciones petroleras aumentó de Bs. 2 millones en 1917 a Bs. 649 millones en 1935, el valor conjunto de las exportaciones de café y cacao disminuyó de Bs. 67, millones en aquel año a Bs. 37,6 millones en este otro. En veinte años el país había cambiado los parámetros naturales de su economía: de país rural o esencialmente agrario se había convertido en país fundamentalmente petrolero. Pero la explotación del petróleo por consorcios extranjeros produjo, a cambio de un desarrollo aparente o ficticio, una dependencia mayor, una mediatización más profunda del país.
Mientras más avanzaba la penetración extranjera y más aumentaba la explotación de la riqueza subyacente, mayor era la concentración del poder político en la persona del déspota. Mientras más poder político centralizaba Gómez, más aumentaba la concentración de la propiedad territorial agraria en Venezuela. Parte de los ingresos derivados de la explotación petrolera fluía al Fisco Nacional como pago de impuestos regulares y ocasionales. Con el aumento de la. producción de hidrocarburos aumentaba la capacidad fiscal del Estado venezolano. Pero ésta no se tradujo en inversiones que transformase la estructura de la economía conforme a objetivos preciosos de desarrollo, sino principalmente en gastos burocráticos y contractuales que más enriquecían a los usufructuarios políticos del régimen.
La demanda de fuerza de trabajo en la industria petrolera y en la construcción de obras públicas realizadas por el Estado, determinó un desplazamiento de la mano de obra campesina hacia los centros petroleros y urbanos. No se detuvo en aquellos años el éxodo rural que redujo la fuerza de trabajo en el campo cuando precisamente la producción agropecuaria, se encontraba en situación difícil y precaria.
A raíz de la muerte de Juan Vicente Gómez en 1935, la estructura económica de Venezuela se había tomado interiormente más diferenciada: habían aumentado considerablemente la producción y las inversiones foráneas en el sector petrolero: se había dilatado la miseria en el campo mientras crecía el latifundismo. El torbellino del petróleo había enriquecido a la clase opulenta al mismo tiempo que empobrecido al hombre de la Venezuela rural. El ritmo de la explotación del petróleo resultó desde entonces incontenible, a la vez que las actividades agropecuarias se mantuvieron en relativo estancamiento".
DICTADURA DEL GENERAL JUAN VICENTE 1908-1935
1908: — El 19 de diciembre de 1908 se produce el golpe de Estado de Juan Vicente Gómez contra Cipriano Castro.
El 20 de diciembre asume el Poder, y entre otras cosas expuestas en su Manifiesto se encuentra lo siguiente:
".. .He constituido nuevo Gabinete, en el cual estuvo representada la opinión pública de Venezuela, Con tales colaboradores pretendo dar a mi gobierno el carácter nacional que reviste, hacer efectiva las garantías constitucionales, practicar la libertad en el seno del orden, respetar la soberanía de los Estados, amparar las industrias contra odiosas confabulaciones, buscar una decorosa y pacífica solución para todas las contiendas internacionales, vivir vida de paz. y de armonía y dejar que sólo la ley impere con su indiscutible soberanía."'
1909: — Se sanciona la Constitución de 1909, la cual crea un Consejo de Gobierno, divide al país en 20 Estados.
1910: — Juan Vicente Gómez es electo Presidente Constitucional para el período 1910-1914, por el Congreso. — Arregló los problemas de las reclamaciones norteamericanas.
1911: — Presidió los festejos conmemorativos del Primer Centenario de la Independencia Nacional. Y se depositaron en una arca especial en el Salón Elíptico del Palacio Federal, las actas originales del Primer Congreso Constituyente.
1913: — El general Gómez, presionado por la creciente oposición y disturbios estudiantiles clausura la universidad Central, suspende las garantías constitucionales y sale al frente del ejército a oponerse a una supuesta expedición. El Dr. José Gil Fortoul se encarga de la Presidencia.
— Por decreto, dispone que la Biblioteca Nacional ofrezca servicios de préstamos de libros a domicilio, comenzando así la primera biblioteca circulante que hubo en el país.
1914: — El 19 de abril se reúne en Caracas un Congreso de Plenipotenciarios nombrados por el Ejecutivo, que aprueba un Estatuto Constitucional Provisorio que crea la Presidencia Provisional y el Cargo de Comandante en Jefe del Ejército.
— En junio, el Congreso Plenipotenciario aprueba la enmienda constitucional que eleva a siete años la duración del período presidencial, suprime el Consejo de Gobiemo y permite la reelección.
1915: — El Congreso reelige a Juan Vicente Gómez presidente para un período de siete años.
1916: — Se promulga la llamada Ley de Tareas, por la cual se obliga a los presos políticos y comunes a trabajar en obras públicas, sin pago alguno.
— Se firma el Pacto de Bogotá entre Venezuela y Colombia, por el cual ambos países nombran al Presidente de Suiza como arbitro en la disputa sobre delimitación de fronteras. El nuevo laudo dictado por el Consejo Federal suizo fue adverso a Venezuela en su mayor parte.
1918: — Se crea por ley la moneda patrón bolívar oro.
— Por disposición del Ministerio de Instrucción Pública se decreta la obligatoriedad del estudio del idioma inglés en las escuelas públicas de la nación.
1919: — Se inaugura el Nuevo Circo de Caracas.
1920: — Se reabre la Universidad Central de Venezuela.
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Se crea la-Escuela de Aviación.
— Se decreta la Primera Ley de Hidrocarburos.
1921: — El Congreso decreta una segunda Ley de Hidrocarburos.
1922: — El Congreso reelige a Gómez como Presidente Constitucional.
— En mayo asume la Presidencia para el período 1922-1929.
— El Congreso sanciona una tercera Ley de Hidrocarburos.
— El Congreso reforma la Constitución y crea los cargos de primer y segundo Vicepresidente y elimina el cargo de Comandante en Jefe.
1925: — Se reforma la Constitución, eliminando una de las Vicepresidencías.
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Los trabajadores petroleros del área del Lago de Maracaibo van a la huelga en protesta contra el aumento del costo de la vida. Logrando un aumento del 20% de sus jornales fijados en un dólar por día.
1928: — Se crea el Banco Obrero.
— Se crea el Banco Agrícola y Pe". cuarto.
— El Congreso reforma la Constitución, elimina el cargo de Vicepresidente y establece que las ausencias presidenciales las supla un Ministro del Gabinete.
— En febrero los estudiantes celebran la Semana del Estudiante. Pío Tamayo escribe poemas literarios y Jóvito Villalba y Rómulo Betancourt pronuncian discursos contra la Dictadura en el Panteón Nacional. Caracas se declara en huelga de 6 días en apoyo del movimiento estudiantil. Detienen a Villalba, Betancourt, Tamayo, Guillermo Prince Lara y Arévaío González. 220 estudiantes se entregan voluntariamente a la policía en protesta. Clausuran la Universidad y el Colegio de Abogados. Gómez pone en libertad a los estudiantes.
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Se decreta la primera Ley del Trabajo, la cual no se llega a aplicar.
1929: — El Congreso reforma la Constitución y separa el cargo de Comandante en Jefe del de Presidente de la República.
En 1929 Gómez rechazó la reelección que le proponía el Congreso y señaló a Juan Bautista Pérez como su candidato a Presidente, este hecho lo hizo avisorando la crisis que vivía el mundo capitalista en 1929 y que amenazaban y la economía en Venezuela.
1930: — Se establece la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Vene-
— Se crea el Ministerio de Salubridad. Agricultura y Cría, que más adelante se dividirán sus funciones en dos carteras: la de Sanidad y Asistencia Social y la de Agricultura y Cria.
— Se celebra el primer centenario de la muerte del Libertador.
— Se inauguró el Monumento a Carabobo.
1931: — Gómez asume la Presidencia de la República por última vez.
1935: — El 17 de diciembre muere en la ciudad de Maracay el dictador Juan Vicente Gómez. El general Eleazar López Contreras termina el período de gobierno de Gómez.
EL CAUDILLISMO
Al estudiar los aspectos económicos de la Venezuela colonial hasta las primeras décadas del siglo XX, nos damos cuenta como surgieron los grandes caudillos: quienes se erigieron en dirigentes políticos sobre la base económica que venían detentando como dueños de los grandes latifundios.
... "El caudillismo venezolano se hace visible propiamente en el siglo XIX cuando, abatido por el cataclismo bélico, desaparece el dique de contención que era el poder del soberano. La guerra encarnizada y larga, abre paso al caudillo a través de dos efectos: primero, resucitando la escala axiológica de la fase inicial —Descubrimiento y conquista—, la cual sitúa en el punto más alto a los valores de la fuerza, la rusticidad y vehemencia... De nuevo se imponen los hombres "valientes", los "guapos", la gente de "garra y coraje". En segundo término la destrucción general ocasiona una notable pérdida de la población, incluida en ésta sectores directivos; la necesidad de llenar el "vacio" facilita al caudillo ocupar el liderazgo que resulta vacante".
. ."El caudillo es el nuevo dirigente; es una potencia incuestionable, síntesis humana de poder material —físico, económico, social—, aureolado con la magia del "prestigio" de su inefable proyección carismática. Autoritario/elemental y arbitrario, de cualidades positivas y negativas confundidas, es capaz de obrar prodigios en la vida social... Existe una copiosa literatura en torno a las raíces del caudillismo... Con mucha frecuencia se ha insistido en un determinismo que presentaría el caudillo como derivación forzosa de los componentes raciales del pueblo venezolano; sucesor a la vez del cacique aborigen, del conquistador hispano y del régulo africano. Se le ha visto igualmente como una telúrica expresión "tropical" y como una calamidad que se debe únicamente a un estado social de ignorancia e inmadurez. También, dentro de un rígido materialismo, se le ha estimado sólo como exponente de una concreta motivación económica, consecuencia inexorable de un sistema de producción "feudal" que se conservó intacto en el paso de la República. . . Respecto a la labor del caudillo, mayormente negativa, se advierten en ella dos acentuadas fallas: una ética y otra intelectual. La primera, es la crisis de verdadero patriotismo y el empeño en sustituir a éste,., . por el más burdo egoísmo; deficiencia moral es su nunca satisfecha rapacidad y la inclinación irresistible al autocratismo arbitrario y corruptor... En cuanto a las luces, el caudillismo acusa evidente penuria mental cuando se niega a percibir la Patria grande, obnubilado por la aldea y también cuando desprecia, por impropia de "macho" y de "jefes", a la cultura como calidad del espíritu... Cerca del caudillo nuestro, hay casi siempre un consejero o una camarilla de civiles, escritores, prestos a traducir a la prosa jurídica los caprichos del Jefe y hasta inspirarle ciertas fórmulas políticas... Tan avasallador será el caudillo que su "concepción" política orientará a los Congresos y cuerpos legislativos, los cuales no se atreverían a contradecirlo y, por el contrario, ajustarán su desempeño a la mentalidad y a las conveniencias utilitarias y de vanagloria de aquél... Del caudillo al autócrata, el camino en paralelo al que antes fue del señor feudal al soberano absoluto. El más fuerte, fiero y hábil se impone a los otros, los subordina y deviene dueño de la República. Su estilo y su método pueblerino o parroquial serán su estilo y su método de gobernante "nacional", él no conoce otros, ni está dispuesto a aprender... El poder caudillista descansa sobre un tripoide retador: económico, social y político. Al convertirse en sucesor de conquistadores, repartidores y encomenderos se afianza sobre las -tierras, la muestra más concreta y común de la riqueza. De este modo... cimienta sus fuerzas sobre el latifundio y sobre la explotación a la usanza tradicional ..., de las masas desposeídas de siempre. Estas constituyen la base social del poder caudillista, asi en las haciendas como productoras, en las ciudades como consumidoras de sus monopolios. . . Políticamente, el poder del caudillo reposa en su conjunción íntima con el militarismo, con el cual se identifica y se confunde. Si llega al mando, la tropa será la garantía de la perpetuación y razón contundente por su ejercicio tiránico o liberal... Al debate político lo sustituye la querella de los hechos sangrientos; los pretextos, siempre, renovados aunque siempre los mismos, sirven igual para el cambio que para el no cambio; jamás el soldado humilde alcanza a ver de cerca las banderas por las cuales da su vida; por no ser nunca resueltas, sus aspiraciones son mantenidas siempre refrescadas pero lejanas en el horizonte de las ilusiones populares. El caudillismo hace del jefe guerrero e capataz o dueño de la República. Bien clara y contraria es la enseñanza del Libertador:
"El soldado no es el arbitro de las leyes ni del: gobierno; es el defensor de su libertad. Sus glorias deben confundirse con las de la República y su ambición debe quedar satisfecha al hacer la felicidad de su país. El soldado no debe deliberar y desgraciado el pueblo cuando el hombre armado delibera".
.. ."Páez, el más típico, bosqueja la silueta caudillesca describiéndose a sí mismo, dice de sus llaneros: "Yo logré atraérmelos; conseguí que sufrieran, contentos y sumisos, todas las miserias, molestias y escaseces de la guerra. Me obedecían gustosos y me querían como a padre". Páez describe su milagro "¿Quién creyó jamás que aquellos hombres, por algunos escritores calificados de salvajes, acostumbrados a venerar el nombre del rey como el de una divinidad, pudieran jamás decidirse a abandonar la causa que llamaban santa para seguir la de la patria nombre que para ellos no tenía significación alguna? ¿Quién creyó, entonces, que fuera posible hacer comprender a hombres que despreciaban a los que no podían competir con ellos en la tuerza bruta, que había otra superior a ésta, a la cual era preciso someterse?" El caudillo se atribuye haber inspirado a los llaneros, "al mismo tiempo amor a la gloria, respeto a las vidas y propiedades y veneración al nombre de la patria"... "No tenía mucha fe en el patriotismo de aquellos hombres que sólo me acompañaban y habían tomado servicio por simpatía hacia mí". La distorsión de las perspectivas, por exagerado despliegue de sus tendencias autoafirmativas, es una característica caudillista; su egocentrismo hace olvidar a Páez; en la adhesión de los llaneros cuenta mucho la promesa de tierras y bienes que les hizo, punto tan importante que, en su oportunidad, la ratificación de esa oferta es la única condición que él pone a Bolívar para acatar su autoridad.
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Enviado por: | Alvaro Jardin |
Idioma: | castellano |
País: | Venezuela |