Ciencias Empresariales


Sistema bancario español


9.3.1. El sistema bancario. DESREGULACIÓN Y COMPETENCIA

- Hasta principios del decenio de 1980 una intensa regulación.

* Coeficientes de inversión obligatoria,

* Las autoridades fijaban también el tipo de interés tanto de activo (coste del crédito) como de pasivo (retribución del ahorro).

* Límites a la expansión geográfica de las cajas.

- A partir de mediados del decenio de 1980, un conjunto de factores, interrelacionados, van a modificar el funcionamiento del sistema bancario español:

* Por un lado, el proceso de desregulación desmantela las restricciones que limitaban la capacidad operativa de las entidades banca­rias. Este hecho, unido a la eliminación de la barreras a la presencia de la banca extranjera, va a posibilitar una acentuación de la competencia entre las entidades ban­carias.

* El proceso de desintermediación, por su parte, amplia las alternativas de los usuarios de servicios bancarios, aumentando su poder negociador frente a las entidades.

* El progre­so tecnológico y, en particular, los avances en las telecomunicaciones y en la informática han reducido las barreras de entrada al negocio bancario, facilitando que otras empresas -financieras y no financieras- ­puedan ofrecer productos bancarios incluso de forma más eficiente.

- Las entidades bancarias han desarrollado un conjunto de estrategias para hacer frente a la intensificación de la com­petencia generada por la desregulación, la desintermediación y el especta­cular desarrollo de la tecnología. Algunas estrategias se pueden considerar comunes, ya que las han seguido la mayor parte de los bancos y cajas:

A) Intermediar la desintermediación

Las entidades bancarias han optado por participar de modo activo en la distribución y colocación de productos desintermediados. Con esta intermediación de la desintermediación las entidades han consegui­do paliar la pérdida de recursos generada por la desintermediación, y se han asegurado también unos ingresos adicionales por la vía de las comisiones.

B) El tamaño como variable clave

Desde mediados del decenio de 1980, las entidades bancarias de la mayor parte de países europeos han procurado ganar dimensión, uti­lizando para ello dos procedimientos: la fusión y la adquisición de otras instituciones de menor dimensión. Los argumentos utilizados para justificar una mayor dimensión:

- La necesidad de hacer frente a los cambios que se estaban produciendo en el tamaño de los mercados por la eliminación de las trabas a la expansión geográfica de las cajas, la liberali­zación de los movimientos de capital y la integración monetaria en un mercado bancario paneuropeo.

- Otras ventajas adicionales, como la mejora en la calificación crediticia, el hecho de tener un nombre más conocido.

- Las fusiones, posibili­tan, en principio, la generación de economías de escala y la mejora de los niveles de eficiencia y rentabilidad. Tales mejoras pueden producirse bien porque se mejore la eficiencia en costes (por ejemplo, redu­ciendo el exceso de capacidad), bien porque se mejore la eficiencia en bene­ficios (sustitución de los gestores menos eficientes, cambio en la composi­ción de la cartera de activos...).

Los trabajos empíricos recientes sobre las fusiones bancarias mues­tran, sin embargo, que su impacto sobre los beneficios y sobre los niveles de eficiencia es muy ambiguo.

C) La internacionalización de la gran banca española

Complementariamente a su interés por ganar dimensión en el mercado español, los grandes bancos acometieron un notable proceso de expansión internacional, centrado especialmente en Iberoamérica y basado sobre todo en la adquisición de entidades ya existentes.

También han intensificado su presencia en los mercados europeos, utilizando para ello dos vías: el in­tercambio de participaciones en el capital y el establecimiento de acuerdos para la distribución conjunta de determinados productos financieros.

D) Cajas de ahorro: desterritorialización y diversificación de las fuentes de ingresos

La autorización para operar en todo el territorio nacio­nal a las cajas de ahorros, en 1989, y la ampliación del tamaño del mercado potencial, impulsó un proceso de consolidación de este subsector. Pero el sistema de propiedad de las cajas dificulta las fusiones entre cajas de distin­tas Comunidades Autónomas, por lo que éste haya sido el ámbito donde se han producido.

Paralelamente ha tenido lugar lo que se ha denominado desterritorialización de las cajas de aho­rros, esto es, la apuesta de estas entidades por expandirse y crecer fuera de sus territorios tradicionales. De las nueve mil sucursales abiertas por las cajas en el período 1985-2004, casi un 70 por 100 se ha lo­calizado fuera de la Comunidad Autónoma de origen de las respectivas ca­jas.

Además las cajas de ahorro han intentado ampliar sus fuentes de ingresos, sustitu­yendo sus tradicionales inversiones más seguras pero menos ren­tables, como el préstamo de fondos en el mercado interbancario y la com­pra de títulos de deuda pública, por otros segmentos de negocio, como la inversión crediticia, que supone ya casi el 70 por 100 del activo de las cajas frente al 35 por 100 de quince años antes, o la entrada de las cajas en el capital de las gran­des empresas industriales y de servicios nacionales, convirtiendose en el principal accionista de la mayor parte de las grandes empresas. Par­ticipaciones que suponen en torno al 4 por 100 de su balance total.

9.3.2. El sistema bancario. CONCENTRACIÓN Y CAMBIO ESTRUCTURAL

Las estrategias desarrolladas por las entidades españolas para hacer frente al aumento de la competencia han trasformado la estructura del sistema bancario español.

- El censo de grandes bancos se ha reducido notablemente. Sólo se compone en la actualidad de dos entidades -BBVA y SCH-, que veinte años antes lo formaban siete miembros.

- El censo de cajas de ahorro, por su parte, se ha reducido prácticamente a la mitad, y algo similar ha ocurrido con las cooperativas de crédito. Las fusiones son la principal causa de la reducción de cajas. El descenso de cooperati­vas refleja las dificultades que han experimentado.

- La disminución en el censo de entidades operativas ha provocado el aumento en los niveles de concentración del sistema bancario español, hasta el punto de que las cinco primeras entidades absorben casi la mitad del total de activos del sistema bancario. Pero el aumento en el grado de concentra­ción no se ha traducido en una reducción de los niveles de competencia.

- La necesidad de racionalizar la red operativa, eliminado las duplicacio­nes generadas por las fusiones, junto a la expansión internacional, han provocado una reducción de la estructura -sucursales y empleados- del mercado bancario español. Las caj­as, por el contrario, han aumentado consi­rablemente sus medios operativos hasta superar a la banca en sucursales (21.503 frente a las 14.168 de los bancos) y equi­pararse en empleados (en torno a 110.000).

- Esta distinta evolución de bancos y cajas explica, en gran medida, los cambios que se han producido en la impor­tancia relativa de ambos tipos de entidades. Los bancos ocupaban en 1985 una posición hegemónica tanto en depósitos como en créditos. En los veinte últimos años, las cajas de ahorro han ganado cuota de mercado, superando a la banca en volumen de depósitos y también, en los últimos años, en créditos.

9.3.3. El sistema bancario. EFICIENCIA Y RENTABILIDAD

La acentuación de la competencia y la caída de los tipos de interés han modificado la estructura de la cuenta de resultados de las entidades bancarias.

La intensa contracción del margen de intermediación -diferencia entre los produc­tos y los costes financieros-, que ha pasado de suponer el 4 por 100 de los activos totales medios, en 1985, a situarse cerca del 2 por 100, en 2004. Parte de este margen procede de los dividendos de empresas participadas, financieras en los bancos (filiales en el exterior) y empresariales en las cajas.

La reducción del margen de intermediación ha beneficiado, a los clientes de las entidades bancarias, tanto de activo (créditos más baratos) como de pasivo (ahorro mejor remunerado).

Desde la perspectiva de las entidades, la caída del margen de intermediación ha provocado el retroceso del resto de los márgenes de la cuenta de resultados. Dicha disminución ha sido menor de lo esperado debido, básicamente, a dos razones:

1ª)- La primera el aumento de la partida «otros ingresos ordinarios», que supone ya en torno al 30 por 100 de los in­gresos de las entidades bancarias. Como principales causantes de este cambio se pueden considerar la estrategia de «intermediar la desintermediación» y la práctica de cobrar comisiones por la presta­ción de servicios.

2ª)- El esfuerzo por reducir los costes - por mejorar los niveles de eficiencia- ha contri­buido también a moderar la caída de los márgenes bancarios. Así, a partir del decenio de 1990, se obser­va una tendencia decreciente de los gastos de explotación en las cajas y en la banca, reducción que en gran parte se debe a la incorporación de los avances tecno­lógicos al negocio bancario.

Como los gastos de personal son el prin­cipal componente de los gastos de explotación, las cajas soportan un nivel superior de gastos de explotación por la dispar evolución de sus plantillas.

A partir de 1990, la intensificación de la com­petencia entre las propias entidades y la caída de los tipos de in­terés provocaron una contracción de los niveles de beneficio. A pesar del retroceso, las entidades bancarias españolas siguen figuran­do en el grupo de sistemas bancarios europeos más rentables, lo que justi­fica el interés de las entidades extranjeras por operar en el mer­cado español.

Como conclusión, puede afirmarse que las entidades bancarias españolas han conseguido, hasta la fecha, mantener su peculiar y costoso modelo de servicio bancario -formado por una densa red de pequeñas oficinas- en un contexto caracterizado por la reducción de los márgenes y la acentuación de la competencia.




Descargar
Enviado por:Exedra
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar