Se trata “La Anunciación”, una pintura gótica de Simeone Martini, pintor de la escuela de Siena, que data del siglo XIV.
En la obra vemos a La Virgen María sedente, a la que un ángel le está entregando una rama de olivo. Las dos figuras, se encuentras inscritas en tres arcos polilobulados en su intradós. A ambos extremos en otros dos arcos polilobulados en su intradós, independientes y separados por dos columnas, se encuentran dos figuras masculinas.
Destaca en esta pintura, un intento del autor de crear perspectiva en profundidad, veamos por ejemplo que ha colocado un jarrón al fondo intentando marcar un segundo plano.
La pintura sigue siendo muy plana. A pesar de utilizar colores muy fuertes y contrastados, no se usa gradación de tonalidades, por lo que sigue siendo una pintura plana.
El fondo es monocromo, a pesar de la decoración de los arcos que la dota de un mayor interés.
El personaje principal es la virgen, que se muestra de un ligero mayor tamaño. Veamos que encontrándose sentada, casi iguala en altura al personaje masculino que se encuentra a la derecha.
Las figuras son delgadas y esbeltas, más elegantes. Destaca también el uso de dorados y la decoración epigráfica, y se seguirá con la misma iconografía, que procede de Bizancio, y a penas ha cambiado.
Vemos un desarrollo mayor de la pintura con respecto a etapas anteriores, por ejemplo en el tratamiento de los pliegues que caen con mayor naturalidad, en un mayor realismo, unos rostros más expresivos, etc.
Simeone Martini, el autor, fue un pintor italiano, uno de los más originales e influyentes artistas de la escuela de Siena, su ciudad natal. Basándose en las técnicas de representación tridimensional del espacio desarrolladas por el maestro sienés Duccio de Buoninsegna, Simenone añadió una refinada línea de contorno de gracia y serenidad a la expresión. Pintó muchos frescos , introduciendo la técnica de esta pintura en la escuela de Siena. Realizó también paneles para retablos, como el de La Virgen y el Niño para la iglesia de Santa Catalina de Pisa.
Simeone vivió en Asís durante un tiempo y realizó uno de sus mejores frescos, ilustrando algunos momentos de la vida de san Martín para la capilla del mismo nombre. En 1339, a petición del papa Benedicto XII, fue a Avignon, donde realizó los frescos del palacio papal y la catedral. Entre sus obras destacan San Juan Bautista (Galería Nacional de Arte de Washington) y esta obra, “La Anunciación”, que fue terminada en 1333, (Galería de los Uffizi de Florencia) y que ese considerada como una de las mejores realizaciones de la escuela de Siena.