Arquitectura, Obras y Construcción


Simbolismo del color


El color tiene unas cualida­des intrínsecas que afectan al sujeto que lo observa de modo dis­tinto según sean las particulares características sicológicas de este sujeto. Colores mal aplicados pue­den producir impresiones habituales en los habitantes de una es­tancia o local que, al final se resuelvan en un malestar general.

Lenguaje del color

Los colores producen unas especiales reacciones y estados de los sujetos que los miran.

En general podemos decir que los colores calientes tienen un efecto estimulante, son alegres, vitales y activos. Ayudan a crear un clima de unidad bien coordinada y aumentan el destaque. Al revés, los colores fríos, producen una acción sedante ya que producen en general, una impresión de reposo y calma y empleados solos producen efecto de poca intimidad y de tristeza.

A individuos excitables y nerviosos, en general, no les irán bien los colores calientes, que pueden acentuar esta excitabilidad. Al contrario, los colores fríos no se acomodan bien a los temperamentos con tendencia a la melancolía o la depresión.

Los colores cálidos, en general, disminuyen los espacios por ser positivos, es decir, son colores que "avanzan". En un esquema donde predominen las líneas horizontales, los colores cálidos sirven para aumentar aparentemente el tamaño de los muebles, bajar el techo y, en general, disminuir las dimensiones de una habitación.

Los colores fríos, por ser negativos, agrandan aparentemente los espacios. En esquemas decorativos montados, ade­más, con predominio de la línea vertical, empequeñecen los mue­bles y elevan techos, produciendo una impresión de mayor volu­men en la habitación que sea.

Una habitación cuadrada aparece un poco rectangular si en ella predominan los colores fríos y un pasillo estrecho adquiere aspecto de mayor anchura si está pintado con un color frío.

Los colores calientes

  • Rojo:

El rojo puro, es el color más vital, está asociado a la idea de fuego y, por lo tanto, a la acción intensa y excitante. Usado puro este color es excesivamente violento, por lo que debe ser utilizado siempre con moderación y sin ser empleado en grandes áreas.

De toda la gama de rojos; magenta, bermellón, etc., podemos decir lo mismo.

Los matices denominados pastel, que son los rojos rebajados con blanco, son más gratos y serenos. Producen un efecto de se­guro confort, un clima dulce y sosegado.

  • Naranja:

Puro, este color también encierra cualidades intensas de vitali­dad, ya que tiene rojo y amarillo, que evoca la luz solar. Es tam­bién un color excitante y no debe emplearse en grandes espacios.

Es mucho mejor emplear sus matices, como son el color salmón, melocotón, etc.

  • Amarillo:

Es el color de la luz solar y evoca fuerza y voluntad. Es también el color de la envidia, la cobardía y la ira. Es excitante, y tiene su lugar más adecuado en las habitaciones que tengan poca luz.

En grandes superficies no es conveniente utilizarlo puro, sino su variante pastel, es decir, mezclado con blanco y otros matices, que lo atenúen. También se utiliza para dar mayor sensación de luz, utilizándolo en sus variantes cálidas, es decir, mezclado con rojo.

Los colores fríos

  • Azul

Es el color más frío de todos. Expresa calma, quietud y reposo; es interesante también, para producir un efecto de recogimiento. Mezclado con verde o violeta, reduce su austeridad y frialdad. Es un color muy adecuado para fondos, ya que es sedante. En estos casos es interesante emplearlo rebajado. En las habitaciones orientadas al N no es conveniente utili­zarlo en grandes extensiones, ya que absorbe la luz y por lo tanto, resta iluminación.

El predominio del azul en un trabajo decorativo resulta monó­tono; por eso es preciso echar mano de notas de color complemen­tario, que produzcan contraste.

  • Verde

El verde es un color que participa del azul y del amarillo, dos colores de características opuestas, que reunidos forman una mez­cla equilibrada. El verde es un color, pues, equilibrado, que ex­presa quietud, vegetación y frescura. Simbólicamente es el color de la esperanza y de la primavera.

Aumentando en él la cantidad de azul tiende hacia la frialdad, y aumentando la participación de amarillo se acerca a los colores calientes. Puro es neutro.

  • Violeta

El violeta es un color no apto para depresivos y melancólicos ya que produce tristeza. Es el color religioso, místico por excelen­cia. También es un color que evoca la idea de misterio. Es un color "indiferente" y distante, que no produce intimidad. Por ser el de una longitud de onda más corta expresa silencio y profundidad triste.

Aumentando en él la proporción de rojo se hace más vital y activo. Al contrario, acentúa su frialdad y distanciamiento aumen­tándole la proporción de azul.

Los matices lila y lavanda poseen un marcado carácter feme­nino y tienen una buena aplicación en habitaciones para mujeres.

Otro violeta interesante es el púrpura que expresa realeza y dignidad, interesante para estancias especiales, reservadas para ciertos actos o ceremonias pero nunca para ser fin de un uso habi­tual e íntimo.

  • Grises y neutros

Se llaman grises a los colores que resultan de la combinación de colores complementarios,

adicionando, además, blanco en ma­yor o menor proporción y asimismo a mezcla de, blanco y negro. Se llaman también colores neutros y se aprecian en ellos la influen­cia de los dos tonos mezclados, dando carácter a la mezcla el co­lor que esté adicionado en mayor cantidad.

Se extiende la escala de los grises desde los tonos pálidos y plateados, a los pardos oscuros, que están formados por mezcla de rojo y naranja con gris oscuro y negro. Su variedad, en reali­dad es extensísima.

Sobre los grises tenemos que hacer algunas puntualizaciones.

-Los grises con predominio del rojo y amarillo, son, consecuencia de esto, cálidos y contrastan con los colores fríos.

-Al contrario, los grises en que predomina el azul y el ver­de son fríos y armonizan bien en los trabajos en que dominan los colores cálidos.

-Los grises rebajan y suavizan los colores puros y se combinan bien con los matices de muchos colores, pero, especialmente, con los cálidos.

-No es conveniente la utilización del gris resultante de la mezcla del blanco y el negro, ya que este es un color deprimente.

-Los pardos claro, beige, tostado son muy utilizados en fondos. Por otra parte los grises sucios no se utilizarán ya que producen una impresión desagradable. Los grises son colores de una gran estabilidad sicológica; son neutros y tranquilos y cuadran bien con todos los caracteres, de ahí el gran uso que se hace de ellos.

  • Blanco

Este color simboliza la pureza, la inocencia y candor. Armoniza bien con los colores fríos y mezclado a un color puro le rebaja, es decir, le hace más pálido y menos vivo.

Es un color positivo, que empleado en grandes extensiones y sin ningún tipo de contraste es monótono y puede producir cier­ta desazón.

En general es un color delicado y elegante, siempre que no se emplee con exceso y siempre que se le sitúe bien en el conjunto de otros colores. .

  • Negro

El negro es el color que se produce en un cuerpo cuando este absorbe todas las ondas luminosas sin reflejar ninguna.

Es un color para contraste, ya que, junto a otros colores y es­pecialmente los cálidos, consigue esquemas de una sólida fuerza expresiva. El negro combinado con otros colores, como contraste, es muy del gusto de algunos espíritus refinados y es excelente para crear ambientes donde se trata de conseguir una ambientación con un carácter de elegancia, moderna y acomodada, con ciertos matices de snobismo.

Naturalmente, el negro sólo, o dominando grandes proporcio­nes de un esquema decorativo, no se debe emplear nunca.

Advertencia final

Al hablar de los colores nos hemos referido, casi siempre, a colores puros. Sin embargo, el color puro, no se emplea casi nun­ca en la Decoración. Los colores puros, en sí mismos, siempre son violentos. Por eso, su utilización se hace casi siempre, en mezclas, con blancos, con otros colores puros, o bien, echando mano de la escala de los grises.

Lo fundamental del color son los matices. Es mejor colorista, aquel que más matices consigue de un color, el que logra una ma­yor finura de valoraciones y tonos.

En toda mezcla predomina una tinta; sabiendo esto y las pro­piedades de los colores puros y la relación que tienen entre sí a tra­vés del círculo cromático, como hemos visto en el capítulo ante­rior, suya es la misión de atenuar, acentuar, contrastar esas mez­clas donde hay un color dominante, con los tonos más adecuados.

Ideas básicas.

1° Prefiera siempre, como base de un esquema, colores ate­nuados, mezclas agrisadas, pasteles, antes que colores puros.


2° Emplee los colores puros, sobre todo, como contraste.

3° No intente, en interiores de pisos, ser audaz. Busque equi­librio y sobriedad, simplicidad y buen gusto.


4° En las combinaciones de color que haga tenga en cuenta que juega usted para la resolución de su trabajo no sólo con el color aplicado a paredes. También con el tono de las cortinas, visillos, tapices de muebles, alfombras, tonos de puerta, y venta­nas, así como el suelo, etc.

Ahora bien, la base, el tono dominante de todo esto, se centra­rá en los muros.

5° Piense siempre, al realizar un esquema de color, que debe contar con la luz natural, el tamaño de la estancia, su 'finalidad, el tipo de personas que la van a habitar. Debe calibrar todo esto, para montar el esquema más adecuado.

El color en establecimientos públicos

Aspectos:

  • Grado de iluminación natural. Esto deberá tenerse en cuenta para aplicar unos colores u otros, según se quiera un local de luminosidad viva o más tenue.

  • Finalidad del local público. Esto es muy importante y es un dato que, según sea una u otra finalidad, el color variará ra­dicalmente. Las variaciones son infinitas. El Decorador, cono­ciendo las características de los distintos colores y la finalidad del local, deberá poner en juego su gusto e intuición, además de su formación para preparar el esquema más adecuado.

  • No será lo mismo el esquema que se prepare para una joyería que para una boite.

    En el primer caso, nos hallamos con un local donde deberá brillar, sobre todo, la distinción, el equilibrio elegante, una cierta tranquilidad señorial.

    En el segundo caso, se trata de un local donde se concentra, durante unas horas, una actividad fundamentalmente rítmica y excitante. Es natural que deban ser completamente distintos los esquemas empleados en el primer caso y en el segundo.

    En el primer caso un esquema de grises neutros con algunas notas de contraste a base de rojos, dorados y negros, pueden crear el clima deseado.

    En el segundo caso, serán sobre todo, los colores calientes, bien destacados y contrastados, los que den al local en cuestión la vi­talidad que requiere.

    Los grises son colores importantísimos que usted deberá es­tudiar con cuidado para llegar a conocer bien sus propiedades.

  • Por último y ligado con el punto anterior, es de suma importancia saber el tipo de personas que principalmente frecuen­tarán el local; sus edades, sexo, grado de formación cultural, ca­racterísticas sociales. Esto también influirá a la hora de montar un esquema y esta­rá en estrecha relación siempre, con la finalidad de ese local.




  • Descargar
    Enviado por:El remitente no desea revelar su nombre
    Idioma: castellano
    País: Guatemala

    Te va a interesar