Biología, Botánica, Genética y Zoología


SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)


Sida

'SIDA (Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)'
Introducción

Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción progresiva del sistema inmunitario (de las defensas del organismo), producida por un virus descubierto en 1983 y denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La definen alguna de estas afecciones: ciertas infecciones, procesos tumorales, estados de desnutrición severa o una afectación importante de la inmunidad.

La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.

El SIDA se convirtió en la gran epidemia del siglo XX, y la proyección a futuro sobre la expansión de esta enfermedad se transforma en una considerable carga para los sobrecargados sistemas asistenciales de la mayoría de los países afectados.

Origen e Historia

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida es una enfermedad de transmisión mayormente sexual que se debe a una mutación o cambio en un virus propio de una especie de mono africano, que pasó a la sangre humana y allí se ha adaptado y reproducido. Se conocen casos, estudiados posteriormente, de personas africanas que se infectaron hace 40 o 50 años, cuando ni la enfermedad ni el virus estaban descritos con perfección. La corta historia de la enfermedad está salpicada por varios acontecimientos importantes. Después de descritos los primeros casos en 1981 entre los homosexuales, en 1983 Luc Montagnier descubre el agente causante: el VIH (virus de inmunodeficiencia humana). En 1985 ya estuvieron disponibles las pruebas para analizar qué sangre contenía o no el VIH. En 1983, se manifestó la epidemia del SIDA también en personas heterosexuales, y en 1985 se habían contabilizado casos en todos los continentes.
Seis años después de su detección, en 1987, se crearon diversos organismos para tratar de contener la rápida propagación. También en esta fecha, la administración de alimentos y medicamentos estadounidense, la FDA, autorizó el primer fármaco para tratar el SIDA. La terapia triple antirretroviral no estuvo disponible hasta 1996. En la actualidad, se investiga en la obtención de una vacuna que frene al virus.

Cronología:

1978: Hombres homosexuales en los Estados Unidos y en Suecia

1980: Se producen 31 muertes por SIDA en los Estados Unidos

1981: Los Centers for Discase Control de los Estados Unidos observan un índice alarmante de una rara forma de cáncer (Sarcoma de Kaposi) en hombres homosexuales con antecedentes de buena salud

1982: Los CDC asocian esta nueva enfermedad con los hemoderivados y el contacto con sangre infectada.

1983: Los CDC advierten a los bancos de sangre acerca de un posible problema con el suministro de hemoderivados.

1984: El doctor Robert Gallo, de USA, alega haber descubierto el virus que causa el SIDA

1985: La FDA de los Estados Unidos autoriza el primer test de anticuerpos contra el VIH.

1986: El ministro de Salud Pública de USA, publica un informe sobre SIDA. Apela a la educación sexual.

¿Qué es y como actúa?

El VIH es un virus. Un virus es una forma de vida muy simple si la comparamos con una bacteria, una célula o un animal. Como los virus no son capaces de reproducirse por sí mismos necesitan utilizar a otros seres vivos para poder multiplicarse y sobrevivir. En muchos sentidos un virus es un parásito. En nuestro organismo, el virus parasita las células de nuestro Sistema Inmunológico (S.I.) -a las que conocemos comúnmente como “glóbulos blancos”-, destruyéndolas o haciendo que dejen de cumplir su función.

Por este motivo, al cabo de unos años, la acción del virus sobre nuestro S.I. hace que éste pierda su eficacia y deje de protegernos contra las infecciones y enfermedades a las que estamos permanentemente expuestos. En ese momento aparecen una serie de signos, síntomas y enfermedades a las que, en conjunto, se les llama Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA.

El VIH está activo siempre, desde el primer instante en que logra entrar en nuestro cuerpo. Aunque el virus parasita distintos tipos de células relacionadas con el S.I., una de ellas reviste una especial importancia. Esta célula es un tipo de glóbulo blanco que se llama Linfocito T4 o CD4 y su función es la de coordinar la respuesta de las demás células especializadas de nuestro S.I. frente a agentes exteriores tales como bacterias o virus que podrían causarnos enfermedades.

Los linfocitos T4 se ven especialmente afectados por el VIH debido a que en su superficie hay unas proteínas denominadas receptores CD4 por las cuales el VIH tiene una gran afinidad. El virus las localiza y se "engancha" a ellas, y valiéndose de unas proteínas que él mismo lleva en su interior, utiliza los receptores CD4 como puerta de entrada al interior de la célula. A este primer paso del virus para entrar en la célula se le llama Fusión.

Una vez que el virus se ha fusionado con la célula, se dirige hacia el núcleo de la misma, donde ésta guarda su ADN. El objetivo del virus es introducir su propia información genética en el ADN de la célula, de manera que ésta deja de cumplir su función habitual y dedica buena parte de sus recursos a fabricar nuevos virus: copias de aquél que ha conseguido infectarla.

Invariablemente, la célula infectada no sólo deja de cumplir su función, sino que acaba por agotar sus reservas y muere. Este es uno de los motivos principales por los que, en el transcurso de la infección por VIH, el número de linfocitos CD4 va disminuyendo progresivamente. Esto tiene como consecuencia que el S.I: deja de ser capaz de protegernos y da paso a la aparición del sida.

El VIH es un retrovirus del SIDA. Esto quiere decir que su código genético no está escrito en ADN, como ocurre con la mayor parte de los seres vivos, sino en ARN. Por lo que el virus, para poder reproducirse, necesita convertir ARN en ADN (de modo que la célula infectada pueda "leerlo"), que es justo lo contrario de lo que hacen los virus de ADN y el resto de seres vivos. De ahí viene el nombre de retrovirus, y también el de "antirretroviral" para los fármacos que buscan reducir su actividad o eliminarlo.

Esta característica del VIH es importante para entender el siguiente paso que da después de fusionarse, que es el de la Transcripción. El VIH tiene un tipo de proteína activa, (conocida también como enzima), que se encarga de realizar este proceso de traducir o transcribir la información genética escrita en el ARN a ADN. Esta enzima se denomina Transcriptasa Inversa o Retrotranscriptasa.

Una vez que la información genética del VIH está transcrita en ADN, hace falta integrar este ADN procedente del virus en el ADN propio de la célula, de manera que ésta, cuando se active para cumplir su función o para reproducirse, lo lea y ejecute las instrucciones de fabricar copias del virus hasta literalmente morir exhausta. El virus porta otra enzima capaz de llevar a cabo este paso de la Integración: se trata de la Integrasa.

Una vez que la célula lee el ADN procedente del virus, la consecuencia de esto es que pone su maquinaria al servicio del VIH, fabricando las distintas piezas necesarias para la construcción de nuevos viriones o partículas virales, precursores del virus activo que será capaz de infectar más células.

Estas partes del virus están procesadas dentro de la célula hasta que están listas para ser ensambladas. En este proceso de Procesamiento y Ensamblaje interviene otra enzima que el VIH porta en su interior, a la cual se la conoce como Proteasa.

El virión ya ensamblado se aproxima a la superficie del linfocito, donde, en un cierto momento, atraviesa la membrana celular, es liberado al exterior, y después de un proceso de maduración está listo para infectar a un nuevo CD4 en cuanto se tropiece con él, y así repetir el proceso.

Todo esto ocurre muy rápidamente, hasta el punto que se cree que pueden llegar a producirse más de 10.000 millones de virus al día en el organismo de una persona infectada que no esté tomando medicación antirretroviral.

La base del tratamiento antirretroviral es precisamente utilizar fármacos que impidan la acción de las enzimas del VIH, a saber, la Transcriptasa, la Integrasa y la Proteasa. El Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA en español o HAART en inglés) se basa en combinaciones de varios fármacos que actúan sobre estas tres enzimas, de una o varias maneras diferentes.

Con ello se consigue reducir drásticamente el nivel de actividad del virus y, por tanto, la cantidad de partículas virales en la sangre y dentro de las células, con lo cual se reduce el número de células afectadas y el S.I. puede irse recuperando paulatinamente, con un incremento de los CD4 que garantice una mejoría en la protección inmunitaria y, por tanto, evite o retrase todo lo posible la aparición del SIDA.

Los fármacos antirretrovirales, además, también reducen la cantidad de virus presentes en otros fluidos del cuerpo, en particular, en aquellos implicados en la transmisión del virus de persona a persona, como son la propia sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche materna. Esto es muy importante a la hora de reducir el riesgo de transmisión, especialmente en la transmisión materno-fetal (de madre a hijo).

Actualmente también están disponibles fármacos que inhiben la fusión del virus y, por tanto, impiden su entrada en la célula, los cuales ya comienzan a utilizarse cada vez con más frecuencia en combinación con los demás fármacos, dentro del TARGA. Además, están en fases finales de desarrollo fármacos inhibidores de la Integrasa así como inhibidores del proceso de maduración de las partículas virales.

Portadores y enfermos de SIDA

Se llama portador a la persona que, tras adquirir la infección por el VIH, no manifiesta síntomas de ninguna clase. Se llama enfermo de SIDA al que padece alguno de los procesos antedichos (infecciosos, tumorales, etc), con una precariedad inmunológica importante. Tanto el portador como el enfermo de SIDA se denominan seropositivos, porque tienen anticuerpos contra el virus que pueden reconocerse en la sangre con una prueba de laboratorio.

En líneas generales, desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla SIDA, existe un período asintomático que suele durar unos 10 años. Durante este tiempo el sistema inmune sufre una destrucción progresiva, hasta que llega un momento crítico en que el paciente tiene un alto riesgo de padecer infecciones y tumores.

Se estima que, por término medio, existen alrededor de 8 (de 5 a 12) portadores por cada enfermo de SIDA.

En ausencia de tratamiento la evolución natural de la enfermedad por el VIH aboca necesariamente al desarrollo de SIDA al cabo de unos años. Así ocurre actualmente, por desgracia, en los países subdesarrollados.

Sin embargo, con la aparición en el año 1996 de la nueva y potente terapia combinada anti-retroviral se consigue controlar el deterioro inmunológico producido por el virus y, como consecuencia, prevenir el desarrollo de SIDA. Actualmente no es posible predecir el futuro a largo plazo de estos pacientes que, sin embargo, han visto prolongada su supervivencia con los nuevos tratamientos. Estas terapias, a pesar de su eficacia, no están exentas de serios inconvenientes: toxicidad, difícil cumplimiento, disminución de su eficacia (el virus puede hacerse resistente) y elevado coste económico. Todos estos factores hacen que, hoy por hoy, no sea posible pronosticar si un paciente concreto, actualmente en tratamiento, va a desarrollar SIDA en el futuro.

Transmisión

En la práctica existen tres modos fundamentales de transmisión del VIH:

Transmisión sexual: Las relaciones sexuales con penetración vaginal o anal, heterosexuales u homosexuales, pueden transmitir el virus del SIDA. Los contactos oro-genitales (contacto boca-órgano genital) pueden transmitir el VIH si hay lesiones en cualquiera de las dos zonas.

Transmisión sanguínea: La transmisión del VIH por la sangre es, en la actualidad, el principal modo de transmisión del SIDA en España ya que la mayoría de portadores de anticuerpos VIH son UDVP (usuarios de drogas por vía parenteral). Las jeringuillas y agujas contaminadas que son compartidas pueden transmitir el VIH; además los objetos que se utilizan para la preparación de la droga también pueden estar contaminados. La transmisión del VIH por transfusiones o inyecciones de productos derivados de la sangre es en la actualidad prácticamente nula ya que existe la obligatoriedad de detectar anticuerpos anti-VIH en todas las muestras de sangre desde 1.987 y para estos fines sólo se utilizan muestras que son seronegativas.

Transmisión madre - hijo: Puede producirse durante el embarazo, a través de la placenta, o en el momento del parto.

Con menor frecuencia se han descrito casos de transmisión del VIH en el medio sanitario (de pacientes a personal asistencial y viceversa), y en otras circunstancias en donde se puedan poner en contacto, a través de diversos fluidos corporales (sangre, semen u otros), una persona infectada y otra sana; pero la importancia de estos modos de transmisión del virus es escasa desde el punto de vista numérico

Tratamiento

La erradicación del VIH en los pacientes infectados no parece posible con los tratamientos actuales. Propiamente hablando, hoy el SIDA es incurable. Sin embargo, muchos de los procesos oportunistas que comprometen la vida de los pacientes con SIDA tienen tratamiento eficaz. Además, la administración de fármacos anti-retrovirales ha permitido alargar considerablemente la supervivencia de los sujetos seropositivos, de manera que la enfermedad se ha convertido en un proceso crónico.

¿Hay cura?

Una vez que hemos sido infectados, no existe ningún tipo de tratamiento que consiga eliminarlo de nuestro cuerpo o aniquilarlo por completo. Por tanto, los pacientes infectados deberán estar siempre pendientes de la enfermedad y sometidos a algún tipo de control o tratamiento.

Aunque pueda parecer descorazonador, el sida se está convirtiendo cada vez más en una enfermedad crónica, como la diabetes o la insuficiencia renal. En el fondo, es una buenísima noticia: hasta hace bien poco tener el sida era prácticamente una condena de muerte segura a la que sólo le faltaba la fecha de ejecución. La muerte llegaba antes o después en función, entre otras cosas, de la suerte a la hora de contraer infecciones y de la rapidez con que nuestras defensas fueran aniquiladas por el VIH.

Sin embargo, la espectacular inversión en investigación que se viene realizando desde hace más de una década, ha conseguido desarrollar fármacos eficaces contra la enfermedad a una velocidad desconocida hasta ahora en otras patologías.

En estos momentos, existe todo un arsenal de fármacos a disposición de los especialistas para combatir al virus. Aunque ninguno de ellos, por sí solo o combinado, es capaz de destruir al virus. Eso sí, consiguen frenar dramáticamente su multiplicación y, por tanto, su capacidad de hacer daño.

Síntomas en las distintas etapas del sida

El SIDA no se manifiesta de la misma forma en todas las personas. Sin embargo, los síntomas iniciales son generalmente semejantes y, además, son comunes a otras diversas enfermedades. Dichos síntomas son: fiebre persistente, calofríos, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores musculares, manchas en la piel, ganglios o bubones debajo del brazo, en el cuello o en la ingle y que pueden llevar mucho tiempo para desaparecer.

A medida que avanza la enfermedad y a medida que el sistema inmunológico del individuo va siendo afectado, comienzan a surgir enfermedades oportunistas, tales como: tuberculosis, neumonía, algunos tipos de cáncer, candidíasis e infecciones del sistema nervioso (toxoplasmosis y las meningitis, por ejemplo).

La mayoría pensamos sobre las enfermedades en términos muy simples: si se siente enfermo está enfermo, si se siente sano está sano. Sin embargo, debido a que el VIH puede causar cambios sutiles en el sistema inmunológico mucho antes de que la persona se sienta enferma, los doctores han adoptado el término "enfermedad por VIH" para abarcar el espectro completo del VIH, desde la infección inicial hasta el desarrollo del SIDA (que también se llama "enfermedad avanzada por VIH").

El continuo del VIH que se describe a continuación, es representativo de la experiencia de muchas personas con VIH. El tiempo que tarda cada individuo en atravesar estas etapas varía. En la mayoría, el progreso de la enfermedad es relativamente lento, y lleva varios años desde la infección hasta desarrollar una depresión inmunológica grave.

Infección:

Una vez que una persona se ha expuesto al virus, el VIH entra en el torrente sanguíneo y reside en las células, este es el momento en que ocurre la infección con el VIH. Las personas con VIH son consideradas infecciosas (pueden transmitir el virus a otras) inmediatamente después de infectarse con el virus.

Una persona con VIH es infecciosa en todo momento. Además, una persona no necesita tener síntomas o verse enferma para tener el virus. De hecho, las personas se pueden ver muy sanas durante muchos años, a pesar de que lo tengan en su cuerpo. La única manera de averiguar si uno está infectado es haciéndose una prueba diagnóstica de VIH.

Infección primaria (o infección aguda):

La infección primaria con VIH es la primera etapa de la enfermedad. Generalmente dura de una a dos semanas, cuando el virus se instala por primera vez en el cuerpo. Algunos investigadores usan el término infección aguda con VIH para describir el período de tiempo entre la infección y el desarrollo de anticuerpos (proteínas que el sistema inmunológico produce en respuesta a la infección) contra el virus (generalmente de 6 a 12 semanas) y que puede ser detectado con una prueba de VIH.

Hasta un 70% de las personas recién infectadas con VIH experimentarán síntomas "similares a los de la gripe" durante esta etapa. Estos síntomas que generalmente duran pocos días pueden incluir fiebre, escalofríos, sudores nocturnos y erupciones en la piel. Después, la persona infectada vuelve a verse y sentirse completamente bien. El 30% restante de las personas no tiene síntomas de infección aguda o los síntomas son tan leves que ni se dan cuenta.

Conversión serológica:

Este término se refiere al momento en que el sistema inmunológico de una persona VIH positiva responde a la infección mediante la producción de anticuerpos contra el virus. La mayoría de las personas desarrollan anticuerpos dentro de los tres meses de haberse infectado y en algunos casos dentro de los seis meses.

La etapa asintomática:

A pesar de que una persona infectada puede parecer perfectamente sana, el VIH está activo y durante esta etapa, continúa debilitando el sistema inmunológico. En algunas personas, el virus parece dañar lentamente al sistema inmunológico, lo que lleva varios años. En la mayoría de las personas, sin embargo, en algún momento se produce un descenso rápido del sistema inmunológico y el virus se multiplica rápidamente. Este daño se puede observar en los análisis de sangre antes de que experimenten los síntomas.

La etapa sintomática temprana y media:

Cuando el sistema inmunológico se ve comprometido por la infección con VIH, muchas personas comienzan a experimentar síntomas leves, como erupciones en la piel, fatiga, sudores nocturnos, pérdida de peso, úlceras en la boca, infecciones por hongos en la piel y en la uñas. La mayoría, pero no todos, experimentará síntomas leves de este tipo, antes de desarrollar enfermedad más grave. Si bien el pronóstico varía mucho, dependiendo de varios factores, en general se cree que lleva de cinco a siete años para que aparezcan los primeros síntomas leves de enfermedad. Estos síntomas marcan las etapas tempranas y media de la etapa sintomática de la enfermedad por VIH.

A medida que la enfermedad avanza, algunas personas pueden enfermarse mucho, aunque no hayan sido diagnosticadas con SIDA. Los problemas típicos incluyen candidiasis oral o vaginal crónica, lesiones herpéticas recurrentes en la boca o en los genitales, fiebres continuas, diarrea persistente y pérdida significativa de peso.

Etapa tardía de la enfermedad por VIH (SIDA):

Cuando el daño al sistema inmunológico es más grave, las personas VIH positivas pueden padecer infecciones oportunistas. Se llaman así porque son causadas por organismos que generalmente no producen enfermedad en personas con un sistema inmunológico normal, pero que se aprovechan para emerger en las personas con un sistema inmunológico comprometido. Algunas de las infecciones oportunistas más comunes incluyen la neumonía por Pneumocystis carinii (PCP), el complejo Mycobacterium avium (MAC), el citomegalovirus (CMV), la toxoplasmosis, y la candidiasis.

Es importante tener en cuenta que esta definición de SIDA puede aplicarse a personas VIH positivas que nunca experimentaron síntomas de enfermedad por VIH.

Recibir un diagnóstico de SIDA no implica que la persona diagnosticada morirá pronto; algunas personas han vivido muchos años después del diagnóstico. Esto es aun más cierto en la actualidad, gracias a la disponibilidad de la terapia antirretroviral sumamente activa (TARSA), que ha ayudado a alargar la vida de miles de personas que viven con VIH/SIDA. Además, muchas infecciones oportunistas pueden ser prevenidas o tratadas con éxito. Esto ha aumentado substancialmente la longevidad y calidad de vida de las personas que viven con la enfermedad.

¿Todas las personas que tienen VIH, finalmente desarrollan SIDA? No lo sabemos con seguridad. Los estudios demuestran que la mayoría de las personas que no reciben tratamiento, se enfermarán en algún momento. Sin embargo, con atención médica rutinaria y con otros factores relacionados con el estilo de vida, como apoyo emocional, muchos supervivientes a largo plazo han estado viviendo con el VIH desde hace más de 20 años. Al usar los medicamentos en las primeras etapas de la infección y gracias a que se desarrollan nuevos medicamentos, ha sido posible posponer y quizás hasta prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Prevención del SIDA

Todos hemos oído aquello de que prevenir es mejor que curar, pues en el caso del SIDA, prevenir no es simplemente mejor que curar: es la única cura. Desde el punto de vista epidemiológico, la prevención más eficaz es cuando se aborda en los primeros estadios, más que en los últimos a través de condones y jeringuillas estériles.

Se hace necesario un gran esfuerzo de reflexión a nivel internacional que revalúe las causas profundas de esta patología social que es la drogadicción, así como redefinir el papel que la sexualidad ocupa en la realización del ser humano. Una sexualidad indiscriminada, a cualquier precio, sin puntos de referencia, desajustada de otras facetas básicas de la persona, convierte al hombre en animal inferior con una existencia patológica.

Con el SIDA no nos encontramos sólo un problema estrictamente sanitario, como querrían algunos, también es un problema ético. En este caso, es "La consecuencia de un abuso práctico de la sexualidad en modalidades incorrectas de frecuencia y lugar, y en sus combinaciones con circunstancias de drogadicción o promiscuidad".

Para el tema de la droga como medio de transmisión del SIDA, se puede decir que sí, que vale la pena ser abstemio. El sistema nervioso necesita de un equilibrio para funcionar con perfección y para desarrollar la tarea que tiene en el cuerpo humano. Estrictamente, podría decir que no, que con tal de que no fueran drogas inyectables,..., pero de las drogas blandas se pasa a las duras en un momento; y también, bajo los efectos de las drogas, se cometen muchas locuras. O sea, que sí, en materia de droga vale la pena ser totalmente abstemio.

En materia sexual, para prevenir del SIDA, ¿tendríamos que imponer o aconsejar la abstención total, la castidad perfecta?, sin duda que eliminaríamos muchas posibilidades de transmisión de esa forma. Pero no, nuestros cuerpos tienen sexo, y realiza su función como otras partes del cuerpo la suya. Bastaría decir que el sexo con orden, en su momento, para su función, con amor, dentro de una unión afectiva y duradera.

Podrían darse muchas explicaciones antropológicas para explicar cómo las personas humanas hemos ido formando las familias como base social, cómo la cultura, a medida que se ha desarrollado, nos ha conducido hacia la monogamia. Una de las explicaciones es la transmisión de las enfermedades venéreas. La familia monógama es la forma más perfecta de reducir al mínimo estas enfermedades sin que, lógicamente, se extinga la población por falta de descendencia.

Casos recientes

Redacción(19/1/2008)

El quince por ciento de los pacientes que habitualmente acuden a la consulta monográfica del SIDA en el Hospital de Talavera son inmigrantes, en su mayoría, muy jóvenes que no han tenido contactos con drogas y que se contagiaron del síndrome en sus relaciones heterosexuales.

¿Qué ha hecho y qué debe hacer España por la lucha global contra el Sida?

Tenemos Sida presenta un balance de los puntos fundamentales de la legislatura 2004-2008 en la lucha contra el Sida en la misma semana que la ONU publica un informe sobre prevalencia de la enfermedad envuelto en polémica.

Redacción (23/11/2007)

Las reacciones a la publicación del informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA) no se han hecho esperar. Mientras activistas y donantes comprometidos acusan a la ONU de "inflar a propósito" las cifras de prevalencia, el movimiento Tenemos Sida hace público un balance de la aportación española a la respuesta mundial contra el VIH durante la legislatura 2004-2008. Bajo el título `¿Qué ha hecho y qué debe hacer España por la lucha global contra el Sida?'.

`Antón usó condón' y `Don Tintico' son dos programas de la Fundación Atenea para que personas vulnerables ante el VIH actúen como agentes de salud. Ante el Día Mundial contra el Sida, ONG nos recuerdan la importancia de la prevención.

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Redacción(30/11/2007)
Antón es un personaje de ficción creado por internos de distintos centros penitenciarios del Estado. Sus aventuras tratan de sensibilizar y prevenir el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual entre parejas internas en centros penitenciarios en las que uno de los dos miembros es seropositivo. Lo mismo pasa con Don Tintico, el personaje ideado por presos colombianos de los centros penitenciarios de Valdemoro, Ocaña I y II.

Estado actual

En los países occidentales el índice de infección con VIH ha disminuido ligeramente debido a la adopción de prácticas de sexo seguro por los varones homosexuales y (en menor grado) a la existencia de distribución gratuita de jeringas y campañas para educar a los usuarios de drogas inyectables acerca del peligro de compartir las jeringas. La difusión de la infección en los heterosexuales ha sido un poco más lenta de lo que originalmente se temía, posiblemente porque el VIH es ligeramente menos transmisible por las relaciones sexuales vaginales cuando no hay otras enfermedades de transmisión sexual presentes que lo que se creía antes.

Sin embargo, desde fines de los años noventa, en algunos grupos humanos del Primer Mundo los índices de infección han empezado a mostrar signos de incremento otra vez. En el Reino Unido el número de personas diagnosticadas con VIH se incrementó un 26% desde 2000 a 2001. Las mismas tendencias se notan en EE.UU. y Australia. Esto se atribuye a que las generaciones más jóvenes no recuerdan la peor fase de la epidemia en los ochenta y se han cansado del uso del condón. El sida continúa siendo un problema entre las trabajadoras sexuales ilegales y los usuarios de drogas inyectables. Por otro lado el índice de muertes debidas a enfermedades relacionadas con el sida ha disminuido en los países occidentales debido a la aparición de nuevas terapias de contención efectivas (aunque más costosas) que aplazan el desarrollo del sida.


Porcentaje de infectados en el continente africano (en 1999)

En países subdesarrollados, en particular en la zona central y sur de África, las malas condiciones económicas (que llevan por ejemplo a que en los centros de salud se utilicen jeringas ya usadas) y la falta de educación sexual debido a causas principalmente religiosas, dan como resultado un altísimo índice de infección. En algunos países más de un cuarto de la población adulta es VIH-positiva; solamente en Botswana el índice llega al 35,8%.

Las tasas de infección de VIH también han aumentado en Asia, con cerca de 7,5 millones de infectados en el año 2003. En julio de 2003, se estimaba que había 4,6 millones de infectados en India, lo cual constituye aproximadamente el 0,9% de la población adulta económicamente activa. En China, la cantidad de infectados se estimaba entre 1 y 1,5 millones, aunque algunos creen que son aún más los infectados. Recientemente ha habido preocupación respecto al rápido crecimiento del sida en la Europa oriental y Asia central.

En Canarias se diagnosticaron 1.677 casos de sida en el periodo comprendido entre 1981 y 2002. El año pasado se registraron en el Archipiélago 38 nuevos casos, lo que supone, unido a la cifra de la década, una tasa del 22,4 por millón de habitantes en Canarias.

País

Población total*

nº de personas afectadas*

España

40,448,191

140,000

Nigeria

135,031,164

2,900,000

India

1,129,866,154

2,500,000

Mundo

6,602,224,175

33,200,000


Organizaciones y páginas de interés

Hay aquí recogidas varias organizaciones que se han elaborado por la lucha del sida. En ellas, podrás informarte de cualquier duda y participar a través de mensajes masivos por correo electrónico, o ingresando la cantidad de dinero que deseas. Con ello, salvarás vidas.

Tenemos SIDA es un movimiento social en el que participan ONG´s humanitarias, de desarrollo, organizaciones de y para personas viviendo con VIH/SIDA, colectivos de diversos ámbitos como el científico, médico, académico, movimientos sociales y organizaciones de acción social.

Nuestro fin es sensibilizar y movilizar a la ciudadanía e incidir en los órganos de decisión españoles e internacionales para lograr una respuesta eficaz frente a la pandemia del VIH/SIDA en los países del Sur.

globalsida@globalsida.org

Para saber más entra en www.tenemossida.org.

“Marca un gol o pasa la pelota, pero no te quedes indiferente” ante el sida:

http://www.msf.es/cibermaraton07/

la Fundación Atenea Grupo Gid selecciona a un grupo de personas con las que se realiza una serie de talleres sobre prevención del VIH, sexualidad o uso del preservativo.

Atención a los afectados por el virus del sida en el ámbito de la isla de Gran Canaria. Asimismo tiene proyectos contra el sida referente en los ámbitos de la prostitución, relaciones sexuales, información y campañas de prevención. Sus usuarios son enfermos VIH, familiares o cualquier persona que requiera de información y atención en relación al VIH: www.amigoscontraelsida.org

Anexo

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'SIDA (Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)'

El virus infectando las células

'SIDA (Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)'

'SIDA (Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)'

Opinión personal

Desde que el virus del sida se ha expandido en todo el mundo, ha habido muchos avances médicos y tecnológicos; pero, lo más importante, es que la sociedad ha evolucionado. En el siglo XX, en el inicio del VIH, se pensaba que el sida se transmitía a través del mínimo roce con la persona infectada; gracias a la medicina, sabemos hoy día que esto no es así, menos mal. Antes sólo se conocía el sida por oídas, por la gente que lo sufría o sus familiares. La gente debe ser conciente de lo que esta enfermedad acarrea, ya que es bastante serio, tendría que ser uno de los temas primarios en los colegios, ya que a temprana edad se comienza a practicar el sexo; hay muchos jóvenes en la sociedad infectados y esto es por falta de información, a esta edad es cuando se comienza a vivir, por eso no nos damos cuenta de lo que hacemos y de las consecuencias que traen. El Sida se desarrolla más que todo en los países que tienen recursos bajos, como en África, que es donde comenzó a desarrollarse esta enfermedad mortal, también se puede decir que el sida se extiende por la poca educación sexual que tienen ciertos países a causas principalmente religiosas. Está en nuestras manos la disminución del SIDA en la sociedad. Creo, que si tenemos más cuidado, si somos precavidos, no seremos victimas de esta enfermedad crónica. Luchar contra esta enfermedad es un trabajo que debe comprometernos a todos.

Bibliografía

http://www.tusalud.com.mx/120005.htm

http://www.aciprensa.com/sida/

http://www.monografias.com/trabajos5/sida/sida.shtml

http://www.globalisda.org/esp/010.html

http://www.globalhealthreporting.org/news.as

http://www.infosida.es/

http://www.ctv.es/USERS/fpardo/vih1.htm#v2

http://www.aids.gov.br/data/Pages/LUMIS2925639EESIE.htm

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Enviado por:Sttefany
Idioma: castellano
País: España

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