Historia
Sexenio Democrático o Revolucionario. Sociedad Decimonónica (1868-1874)
El Sexenio Democrático o Revolucionario. Sociedad decimonónica (Sep 1868-1875)
El sexenio revolucionario es una etapa de nuestra Historia contemporánea que transcurre entre 1868 y 1874. Es uno de sus períodos más agitados. La revolución de septiembre de 1868 se inicia con un pronunciamiento militar-civil liberal clásico que abre una etapa revolucionaria con la que se pretende, sin conseguirlo, instaurar un régimen democrático. A pesar de ello, el sexenio aportó la primera constitución democrática del siglo XIX. La España del siglo XIX, como otros países de la Europa mediterránea, se modernizó con retraso. Vivió una etapa de estancamiento en la primera mitad de siglo y de crecimiento lento en la segunda. La baja productividad de su agricultura; el retraso en la construcción de la red ferroviaria, de la explotación de la riqueza minera (hierro, plomo, cobre) y en el desarrollo de una industria pesada: y, por último, la carencia de un espíritu de empresa y el fuerte endeudamiento del Estado, fueron causas de ese atraso.
Sus características generales son:
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Se trata de un periodo muy compulsivo y de gran complejidad en los acontecimientos políticos y sociales
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Es un periodo muy desconocido para la historia de España, debido a la escasez de estudios realizados sobre él.
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Los acontecimientos políticos y sociales ponen de manifiesto el atraso estructural en el cual estaba sumida España.
LA REVOLUCIÓN DE 1868 “LA GLORIOSA”
CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN
Las causas de la revolución de 1868 son muy variadas. La crisis de 1866 tuvo una doble naturaleza: de tipo moderno -financiera e industrial - y de tipo antiguo - crisis de subsistencias - que constituye el trasfondo del problema político del régimen moderado.
La crisis financiera internacional de 1866 puso fin a la prosperidad económica de 1856-1865. El hundimiento de la Bolsa y el parón del tendido ferroviario provocó la quiebra de muchos bancos y empresas. La industria textil catalana sufrió los efectos del recorte de las exportaciones de algodón por causa de la Guerra de Sucesión norteamericana y por la baja del consumo de tejidos desde 1866. Además hay que añadir el problema del aprovisionamiento de trigo, fruto de la guerra de Crimea (iniciada por la candidatura al trono de España de un príncipe de la familia real prusiana)
Las crisis de subsistencia por las malas cosechas de 1867-1868 con sus secuelas de carestía de alimentos, hambre y mortalidad. La generalización de la crisis y el fuerte descontento popular favorece a los partidos de izquierda (demócratas y republicanos).
Fuerte malestar en el ejército debido a los sueldos y a los ascensos
En el plano político, la causa hay que buscarla en el agotamiento del régimen político moderado tanto por la corrupción del propio sistema liberal (escándalos relacionados con la corrupción) como por el empeño de los moderados de mantenerse en el poder por la fuerza, despreciando el sistema parlamentario. La prepotencia y el autoritarismo con el que gobernaba el partido liberal moderado, amparado por las decisiones de Isabel II que perjudicaba al resto de los partidos, que se veían marginados, e incluso perseguidos; por lo que los líderes de los 3 partidos más importantes (Progresista, Unión Liberal, y el partido Demócrata) ante la imposibilidad de alcanzar el poder por vías legales, optaron por la preparación de un movimiento revolucionario (conspiración de ostende). Éste siguió las pautas del pronunciamiento militar liberal, apoyado por las juntas revolucionarias progresistas y demócratas cuyo objetivo era el destronamiento de Isabel II tras una sublevación general de España.
La muerte de O´Donnell en 1867, facilitó la adhesión del general Serrano, el nuevo dirigente de la Unión liberal, a la causa revolucionaria. La participación de los generales unionistas aseguró el apoyo militar a la vez que imprimió un giro menos radical a la revolución.
JUNTAS REVOLUCIONARIAS Y GOBIERNO PROVISIONAL (Octubre de 1868 - Enero 1871)
El 7 de septiembre de 1868 se produce una sublevación de la armada en Cádiz al mando del almirante Topete y del ejército dirigido por los generales Prim y Serrano. Pero la revolución se consolida gracias a la formación de juntas revolucionarias de carácter civil que desde Andalucía se extienden al resto de España produciéndose levantamientos revolucionarios en la mayoría de las ciudades españolas. La reina tuvo que huir de España, se refugió en Francia y fijó su exilio en la ciudad de París, nunca regresó a España.
En un primer momento, el poder residió de hecho en las juntas revolucionarias, que reclamaron amplias medidas de democratización política (sufragio universal, libertad de expresión, de reunión, de asociación y de culto) y de reformas sociales (desamortización, abolición de las quintas y de los consumos). Las juntas revolucionarias fueron una agrupación de organismos, representantes de ideas políticas de la baja burguesía apoyados por el fervor y el sentimiento popular. Estaban formados normalmente por gentes de extrema izquierda a los que se le añadían los grupos populares. Se caracterizaban por:
Apoyaban los intereses de la baja burguesía
Estaban formados por personas de extrema ideología de izquierdas
Las juntas revolucionarias recibían el apoyo del pueblo bajo.
Las fuerzas que tuvieron las juntas revolucionarias fue tan grande, que el gobierno provisional se vio obligado a asumir muchos de sus planteamientos políticos.
En el conjunto de estas fuerzas revolucionarias ser formaron los líderes de futuros partidos de izquierda y obreros como el Partido Republicano o el Partido Radical
Se implanta un gobierno provisional, ya que se implanta como situación transitoria, con el objetivo de que cambiar. Va ser dirigido por una alianza de los tres partidos. El presidente será el General Prim (Progresista) con el apoyo del general Serrano. Prim decretó disolución de las juntas y asumió, el ideario democrático de las juntas revolucinarias.
Pero una de las cuestiones clave era la forma de gobierno, monarquía o república, que debían decidir unas cortes constituyentes. Las elecciones a Cortes constituyentes, las primeras elegidas por sufragio universal directo, dieron la mayoría a los partidos de coalición antiborbónica -unionistas, progresistas y democráticos- partidarios de una monarquía democrática. A la izquierda se situó una fracción del partido demócrata, partidaria de la república, y que formó el Partido Republicano Federal.
El Partido Republicano Federal, con la revolución de 1868 se agudizaron las tensiones en el seno del partido demócrata entre el sector democrático monárquico y el ala izquierda republicana que defendía la forma republicana de gobierno, bajo la articulación federal del Estado. Las tesis federalistas, formuladas por Pi Margall, se impusieron frete a una minoría de unitaristas y en 1869 se creó un consejo federal, fruto de un pacto entre los comités republicanos provinciales
LA CONSTRUCCIÓN DE UN RÉGIMEN DEMOCRÁTICO
LA CONSTITUCIÓN DE 1869
Al final del gobierno provisional del General Prim, se planteó la elaboración de una constitución que recogiese el pensamiento de los triunfadores de la revolución de 1868. Para ello se hizo una nueva constitución (1869), que tuvo vigencia desde el 5-6-1869 al 17-7-1973 con la insurrección cantonalista, por los sucesos del Alcoy, dado los cuales se declaró el estado de excepción. Esta constitución se caracterizaba por ser:
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La más moderna de Europa tras la constitución Suiza.
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Consigue todos los planteamientos del partido demócrata (totalmente de izquierdas)
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Se plantea la posibilidad de implantar una república o una monarquía. Finalmente la mayoría de los partidos políticos preferían que España fuese una Monarquía.
Esta constitución es la primera Constitución democrática española. Establece un régimen de monarquía basado en el principio básico de la soberanía nacional. Recoge una amplia declaración de derechos y libertades individuales no incluidas en las constituciones anteriores como el derecho de reunión y de asociación, el juicio por jurados, sufragio universal y directo para los hombres mayores de 25 años y la libertad de cultos.
Se fundamenta en los principios de la división de poderes y la descentralización. Las Cortes, integradas por dos cámaras colegisladoras - Congreso de los Diputados y Senado- y elegidas por sufragio universal, asumen completamente la aprobación de las leyes y tienen iniciativa legislativa. El ejecutivo, de acuerdo con la fórmula británica del “rey reina pero no gobernadora”, era desempeñado por los ministros responsables ante las cortes.
Aseguraba la independencia y la democratización de la justicia al regular la carrera judicial por el sistema de oposiciones y al introducir la institución del jurado. Asimismo, establece la elección democrática de ayuntamientos y diputaciones.
Principios políticos: Régimen liberal democrático. Soberanía Nacional. Monarquía constitucional (predominio de las cortes). Aconfesionalidad (libertad religiosa). El estado se obliga al mantenimiento del clero. Descentralización.
Jefatura del Estado: Convoca y puede disolver las cortes una vez por legislatura. Derecho de veto ilimitado de una ley. Designa a los senadores. Inviolabilidad. Designa y separa a los secretarios de Estado. Derecho a la representación de obispos.
Poder Ejecutivo: Reside en el rey. Los ministros pueden ser diputados que refrendan (legitiman con su firma) las órdenes reales de las que son responsables antes las Cortes.
Poder Legislativo: Dos Cámaras: Congreso por sufragio universal masculino y directo y el Senado por sufragio universal indirecto y censitario (para ser elegible se ha de pertenecer a la elite de las armas, clero, administración, cultura o riqueza). Capacidad de interpelar al ejecutivo y de moción de censura
Poder Judicial: Mayor independencia de los jueces (la mitad por oposición y el resto designados por el rey, que controla los ascensos oído el Consejo de Estado). Juicio por jurados para delitos políticos.
Régimen local: Descentralización (ayuntamientos y diputaciones tienen una gran autonomía, incluso para fijas sus impuestos). Sufragio Universal masculino.
Derechos individuales: Habeas Hábeas, Inviolabilidad del domicilio y correspondencia. Libertad de expresión, reunió y asociación ( no hay censura ni depósito previo). Todos estos derechos son garantizados jurídicamente.
LA NUEVA POLÍTICA DEL GOBIERNO PROVISIONAL
Se reemprendió la desamortización y se suprimieron las contribuciones de consumos. Los nuevos aires de libertad se mostraron también en el campo de la economía. Se introdujo en España en el ámbito del librecambismo con el nuevo arancel de 1869 que reducía las tarifas aduaneras. Pero esta liberalización de los intercambios exteriores provocó la oposición de la burguesía textil catalana.
LOS PROBLEMAS DEL SEXENIO
1 El descontento de los republicanos por la trayectoria que el gobierno provisional impuso a la revolución al inclinarse por la monarquía. En septiembre de 1869 tuvo lugar el levantamiento armado republicano que obligó al gobierno a suspender las garantías constitucionales y declarar el estado de guerra.
2 La conflictividad social, presentó variados tipos. La crisis agraria de 1867-1868 y el desempleo desató la rebeldía, siempre latente, del campesinado andaluz en el que la revolución había despertado la idea del reparto de tierras. El fracaso de la sublevación produjo el desengaño del campesinado hacia los partidos políticos, incluido el republicano. Desde 1872, con la introducción en España de la Iª Internacional, en su versión anarquista, apolicista y colectivista, encontró eco en ese campesinado desengañado. La Iª Internacional es la primera Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Iª Internacional se fundó en Londres en 1864 como una federación de trabajadores europeos. Sus estatutos, influidos por Carlos Marx, defendían que la emancipación de la clase obrera debería ser obra suya y terner un alcance internacional. En 1869 M. Bakunin y sus seguidores se adhirieron a la AIT. Pronto surgieron las divergencias entre los seguidores de Marx - marxistas- y los de Bakunin -anarquista- que acabarían con ella.
3 De igual modo, la escasez, la carestía y la protesta contra los consumos y las quintas provocó motines populares urbanos. Pero es ahora cuando surge un nuevo tipo de conflicto característico de las nuevas relaciones entre capitalistas y obreros en el seno de una incipiente sociedad industrial, con su método de acción típico, la huelga. El alejamiento de los obreros de los partidos políticos de la revolución de septiembre se acentuó con la difusión en España de la corriente anarquista y apolítica del anarquismo
4 El sexenio tuvo en el estallido de la guerra (1868-1878) otro problema de gran envergadura. La falta de respuesta del gobierno provisional a los deseos de autonomía de los cubanos, produjo un movimiento cesionista dirigido por
Céspedes. Este fue el problema mayor España en el último tercio del siglo XIX. La guerra chiquita, como se conoce a la I Guerra de Cuba tiene un gran número de causas, entre ellas:
Cuba era la perla colonial de España, ya que era el mayor productor de azúcar del mundo. Además era el segundo mayor productor de tabaco. Cuba era un cruce de caminos fundamentalmente en la navegación marítima transoceánica ya que todos los barcos que se dirigía de América a Europa o viceversa tenían que repostar en los puertos cubanos. Cuba era uno de los grandes negocios a nivel mundial. Sin embargo, el nivel capitalista español, no permitía sacarle el rendimiento propio a la isla de Cuba, debido a los aranceles, malas comunicaciones, malas producciones...
Otra de las grande causas fue el problema de la esclavitud negra en Cuba. La población cubana indígena fue exterminada. La esclavitud existía en cuba, era una mano de obra barata y sometida para el azúcar o el tabaco. Había una gran tensión a la política española ya que la derecha mantenía la esclavitud y la izquierda la rechazaba. Se hace una ley para liberalizarlas y las clases adineradas de cuba se sublevan.
Los EEUU, siguiendo la doctrina Morrow, estaban en la tesitura de favorecer la sublevación cubana para así favorecer las multinacionales estadounidenses instaladas en Cuba.
Los criollos, se sentían desplazados por los españoles. Las leyes, las formas, pidieron unas leyes de autonomía para cuba, tener mayor independencia...
Todos estas causas provocaron la formación del Partido Independentista Cubano dirigido por Carlos Manuel Céspedes, que se expresará en un manifiesto de sublevación al grito de YARA. Esta guerra no fue una guerra a gran escala. Fue una guerra problemática. Durante 10 años hubo que gastar dinero y energía en Cuba. Los políticos de izquierda no pudieron mantener su promesa de suprimir los quintos ante la inminente necesidad de efectivos físicos para combatir en la guerra de Cuba, hecho que le causó un sonado desprestigio.
LA BÚSQUEDA DE UN REY
La constitución de 1869 establecia un régimen monárquico. El problema residió, descartada la candidatura del príncipe Alfonso XII, hijo y heredero de Isabel II, en quien ocuparía el trono vacante. Los partidos políticos no fueron capaces de ponerse e acuerdo y la cuestión pronto adquirió dimensiones internacionales ya que algunas candidaturas provocaron tensiones entre las grandes potencias europeas. Finalmente, Prim logró que Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia Victor Manuel II, aceptase la Corona.
Anteriormente, el nieto de Carlos María Isidro se ofreció como rey (aunque se descartó por su condición absolutista), también se ofreció el duque de Bombasier... Pero poco después de estudiar los posibles candidatos el individuo que parecía más adecuado era un miembro de la Familia Real Prusiana. El gobierno provisional pidió al emperador de Alemania (Caiser Guillermo) el permiso para que uno de sus hijos viniera a España para heredar la corona Española. Aunque con la peculiaridad de que quien coronaría sería el pueblo, y no la iglesia como puente entre la gracia de Dios y los hombres. Pero había un problema, Francia no admitía que un alemán ocupase el trono español (debido al miedo a que pudiese reinar en Alemania y en España), por lo que el candidato prusiano quedó vetado ante la presión francesa, que afirmaba que sería una humillación para ella. En esta situación aparece el oscuro Telegrama de EMS, que se esti pula que se tratase de un jueguecito de Bismark.
Prim, tiene que poner su mira en otro candidato y lo encuentra en la familia real de Saboya. La monarquía de Saboya logró la unificación Italiana. Se pidió a Victor Manuel, rey de Italia que uno de sus hijos viniese a reinar a España y que el 2º de sus hijos aceptase el trono de España. (Amadeo de Saboya).
La familia Saboya era odiada y despreciada por los sectores católicos y por la Iglesia Católica universal, debido a que durante la unificación italiana se estipuló que secuestraron al Papa dentro de los territorios pontificios. En realidad, se encerró en el Vaticano y se declaró secuestrado por los saboyanos. La iglesia Mundial decía que el gobierno lo tenía en pésimas condiciones, y torturándole. Cuando llegue a España, los católicos serán los primeros que se pongan en contra de Amadeo de Saboya.
LA MONARQUÍA DEMOCRÁTICA DE AMADEO I DE SABOYA (Enero de 1871 - 11 de febrero de 1873)
La elección de Amadeo I por la Cortes Constituyentes como nuevo Rey de España, distó de ser unánime (191 votos a favor, 100 en contra). Era el candidato de Prim y de los progresistas. El breve reinado de Amadeo I (1871-1873) contó con escasos apoyos, con el rechazo aristocrático y popular y tuvo que enfrentarse a graves problemas.
Amadeo de Saboya era un magnífico individuo pero tuvo muy mala suerte y muchas dificultades para gobernar. 2 días antes de llegar a España se produjo el Asesinato del general Prim, esta tesitura le privó de un apoyo fundamental ya que el general Prim era el que mantenía el orden y la cordialidad entre los distintos partidos políticos de España; Prim había mantenido unida una coalición monárquico-demócrata y su muerte provocó su descomposición. Los unionistas se alejaron del nuevo régimen y se acercaron a los partidos de la solución alfonsina.
En el seno del partido más sólido de la coalición, el progresista, se produjo la ruptura. De un lado, Sagasta encabezó una fracción llamada constitucionalista partidaria de aproximarse a los unionistas aunque fuese a costa de la ruptura con los demócratas y con las promesas democráticas de la revolución; y de otro, los radicales de Ruiz Zorrilla que buscaban atraerse a los demócratas, ampliando el programa de reformas democráticas: supervisión real de las quintas, abolición de la esclavitud en Cuba y separación Iglesia Estado.
LA OPOSICIÓN AL REY
La continua inestabilidad política se debió también tanto a la resistencia de las elites tradicionales como por la abierta oposición de carlistas y republicacinos.
La Iglesia Católica, particularmente, su jerarquía se oponía por la cuestión dela libertad religiosa. La nobleza gran propietaria de la tierra desplazada de sus centros de poder políticos, temía que pudiese ser cuestionado el derecho a la propiedad privada. Reaccionó alejándose de la Corte y apoyando la causa Alfonsina.
La burguesía financiera e industrial y, muy particualarmente, los grandes hacendados españoles en Cuba y los hombres de negocios ligados a los intereses coloniales, amenazados por el auge del movimiento obrero y por el proyecto de abolir la esclavitud en las colonias, se vincularon al partido alfonsino.
Los Carlistas, después de la derrota de la I guerra Carlista, se habían reforzado, incluso había vivido una II Guerra Carlista en 1854, aunque de poca importancia y muy breve. En contra de su propia ideología se había constituido como un partido político (con estatutos, normas, campañas electorales...) fruto de los conocimientos de Ramón Nocedal. Partidos antidemocráticos y antiparlamentarios que se enmascaraban y funcionaban como un partido político, aunque en realidad sólo se aprovechaban del sistema para destruirlo. Tras el destronamiento de Isabel II, esta tendencia cobró un nuevo impulso. En mayo de 1872 se produjo la sublevación general a favor del pretendiente Carlos VII, iniciándose una tercera guerra Carlista que concluiría en 1876.
Los republicanos (teoría política totalmente contraria a la monarquía y que va a tener muchísimos adeptos entre los obreros, la pequeña burguesía y entre las clases intelectuales. Los republicanos tenían dialogantes y demagogos. El líder sería Francesc Pi Margal, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar (el político que mejor ha hablado en la historia de España). Los republicanos se opusieron a la solución monárquica y constituyeron una importante minoría que se declaraba a favor de la República Federal. Pero, desde sus comienzos, en el seno del republicanismo coexistieron dos tácticas: los partidarios, con Pi y Margall a la cabeza, de la vía parlamentaria para la implantación de la República y los clubes republicanos más inclinados por el camino de la insurrección armada.
En este ambiente de gran inestabilidad, Amadeo aprovechó un conflicto surgido en el cuerpo de Artillería como pretexto para abdicar en febrero de 1873. Se fustraba, así, las solución monárquica no borbónica. La cuestión de Artillería: El detonante fue el nombramiento del general Hidalgo para la Capitanía General de las Vascongadas. Acusado por varios oficiales de artillería de haber colaborado en la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil de 1866, se negaron a obedecerle y solicitaron la separación del servicio. El gobierno de Ruiz Zorrilla, decidido a reafirmar el poder civil sobre el ejército, procedió a la disolución del cuerpo de oficiales de artillería.
LA PRIMERA REPÚBLICA
LA IMPLANTACIÓN DE LA REPÚBLICA
La instauración de la República en 1873 fue fruto del compromiso de una mayoría de radicales monárquicos y una minoría republicana federal para llenar el vacío de poder dejado por la monarquía y salvar el ideario democrático de la revolución de 1868. La Asamblea Nacional nombró un primer gobierno de la República formado por una coalición de radicales y republicanos, presidido por el federal Figueras. Mientras los radicales sólo estaban dispuestos a aceptar una república unitaria, los dirigentes republicanos renunciaron a la proclamación inmediata de la República federal, aceptando que la decisión de una república unitaria o federal debía de adoptarla unas Cortes constituyentes elegidas a tal fin.
Los dirigentes republicanos federales que habían optado por establecer la República Federal por la vía de la legalidad se hallaron con una doble oposición: la de los radicales y la de los intransigentes, partidarios del inmediato establecimiento de una estructura federal de abajo arriba incluso por la vía insurreccional.
La desilusión y la frustración de la masa federal que aspiraba a la inmediata configuración federal del Estado y amplias reformas sociales, se manifestó en el intento de proclamar el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La radicalización se extendió al campo donde los campesinos identificaron la República con el reparto de tierras. En Andalucía estos brotes revolucionarios desembocaron en los graves disturbios de Montilla (Córdoba).
El enfrentamiento con los radicales tuvo lugar tras los intentos de éstos de derribar al gobierno por la fuerza e impedir la convocatoria de Cortes Constituyentes. Desde ese momento, y hasta el golpe de Estado del general Pavía en enero de 1874, los republicanos federales gobernaron en solitario con la oposición de sus propias filas, el recrudecimiento de la Guerra Carlista y la conspiración del resto de los grupos políticos. Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron una abrumadora mayoría a los republicanos federales. Toda la oposición -radicales, constitucionalistas y alfonsinos- no participó y el nivel de abstención alcanzó al 60 % del electorado.
EL INTENTO DE UNA REPÚBLICA FEDERAL
El 1 de junio de 1873 las Cortes Constituyentes definieron el régimen como una República federal. Se nombró un nuevo Gobierno presidido por Pi Margall. Una comisión de las Cortes, encabezada por Castelar, se encargó de redactar un proyecto de Construcción, según el ideario federalista.
El proyecto de Cosntruccióln Federal contemplaba la separación total Iglesia-Estado y el matrimonio civil. El legislativo estaba conformado por dos cámaras: el congreso con plenos poderes legislativos y el Senado, órgano de representación de los Estados. Para acabar con al centralización contemplaba una estructura federal integrada por 17 estados y con el objetivo de solventar el problema colonial, incluía a Cuba y Puerto Rico como Estados dentro de la nación española. Cada Estado podría elaborar su Constitución, siempre dentro de los límites de la Constitución federal. Esta constitución mantenía una declaración de derechos similar a la 1869. Pero la Constitción Federal de 1873 no llegó a aprobarse por el estallido de los levantamientos cantonalistas, la conflictividad social, la extensión de la Guerra Carlista y el problema cubano.
EL FEDERALISMO
Doctrina política que plantea la necesidad de luchar contra el autoritarismo y el centralismo y defiende la autonomía del individuo, del municipio, de la religión y de la federación. Pi y Margall fue el principal teórico. Los distintos grupos federalistas, en torno al Partido Republicano Federal, coexistieron con dos tácticas: la moderada o benévola que defendía la vía parlamentaria para la implantación de la República Federal y la intransigente, paridaria de la federación desde abajo y de la insurrección.
DE LA CRISIS DE LA REPÚBLICA A LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA
EL CANTONALISMO
El cantonalismo es un movimiento insurreccional promovido por los republicanos intransigentes en 1873 con el objetivo de crear pequeñas unidades independientes (cantones) que establecerían acuerdos libres entre ellos para formar un Estado federal. En el cantonalismo confluyeron las aspiraciones de los republicanos intransigentes por implantar de abajo a arriba la estructura federal y las reivindicaciones obreras en demanda de reformas sociales. En el verano de 1873 estalló en Alcoy una huelga revolucionaria promovida por los internacionalistas.
Los cantones, son la división administrativa y política vigente en Suiza. Este sistema es uno de los mas singulares del mundo. Era un país admirado por los políticos de izquierda en España. El ideal para ellos era copiar e implantar en España el sistema cantonalista. En zonas localizadas de Valencia, Murcia, Andalucía... dada su insatisfacción, decidieron importar el sistema de los cantones (unidades, comarcas que importaron del modelo suizo).
Los motivos para ello tienen su origen en la distribución administrativa de Javier de Burgos, debido a las rencillas regionales que provocó esta nueva distribución en zonas como Murcia-Cartagena, Antequera-Málaga, Elche-Alicante. Algunas ciudades se creían minusvaloradas o agraviadas, y aprovechando el permiso del gobierno implantaron en sus ciudades esos “estados autónomos” importados del modelo suizo. Estos nuevos estados autónomos fueron: Alcoy, Cartagena, Málaga y San Lucar de Barrameda.
En Julio de 1873 la minoría republicana intransigente se retiró de las Cortes e instigó a que ser proclamase cantones independientes. La generalización del cantonalismo en Valencia, Murcia y Andalucía en el que resulta difícil deslindar la vertiente federalista de la “revolución social” presentó a la República Federa a los ojos de la burguesía conservadora como un régimen incapaz de asegurar el orden y salvaguardar el poder central. El 17 de Julio de 1878 en Alcoy se produjeron unos incidentes que terminaron con un motín popular. Ante este descontrol y caos el gobierno no tuvo más remedio que instaurar orden y para ello se congeló la constitución (estado de excepción).
El estado tomó medidas tan drásticas ya que lo que había ocurrido en Alcoy fue similar a lo ocurrido en París al terminar la guerra prusiano francesa, por la elección el candidato prusiano al trono de España (Alemania destrózó al ejército francés y el desgasta de Sedán dejó destrozada a Francia, los parisinos al ver el ominoso gobierno de los burgueses formaron un gobierno llamado de la Comuna, y que defendió la ciudad de París de la acción prusiana; tras esto culparon de la situación a los antiguos burgueses y se vengaron de ellos. Los prusianos finalmente entraron en París y repusieron el orden.) Europa se asustó de estas revueltas anarquistas, por eso cuando se producen los incidentes de Alcoy el gobierno tiene que actuar rápidamente, proclamando el estado de excepción. Se temía que se repitieran los sucesos de Alcoy en San Lucar, en Málaga o en Cartagena; por ello se instauró el estado marcial y el ejército se encargó de restaurar el orden en los cantones. (Pavía en Andalucía y Martinez Campos en Cartagena). Se logró anular la resistencia en Málaga, San Lucar de Barrameda y alcoy rápidamente, aunque no en Cartagena, ya que esta ciudad contaba con almacenes llenos de cargamento militar, que fueron utilizados por los ciudadanos para defenderse, mostrando una gran resistencia y ferocidad ante el ejército de la república. Todo este problema desprestigió la República.
La caída de Pi Margall y el nombramiento de Salmeron como presidente supuso un claro giro conservador del régimen. Salmerón reprimió las actividades de la Internacional y recurrió al ejército para sofocar la insurrección cantonal. El cantonalismo fue aplastado militarmente a excepción del cantón malagueño, y sobre todo del de Cartagena que resistió hasta el 12 de Enero de 1874. Pero Salmerón dimitió por motivos de conciencia, al negarse a firmar dos penas de muerte impuestas por la autoridad militar. Las cortes eligieron a Castelar quien obtuvo poderes extraordinarios que le permitieron suspender las garantías constitucionales y gobernar por decreto.
EL CARLISMO Y CUBA. EL FIN DE LA REPÚBLICA
El recrudecimiento de la Guerra Carlista que se había reanudado en abril de 1873, fue facilitado por la falta de control del régimen sobre los militares y la indisciplina de las unidades, a raíz del cambio de la organización militar clásica (sistema de quintas) por un ejército de voluntarios. Con Castelar el ejército jugará un papel más decisivo. Los carlistas tras las victorias de Eraul y Montejurra pusieron sitio a Bilbao. El dominio de las provincias vascas les permitió formar un Estado Carlista.
En Cuba, donde la guerra continuaba, la República tampoco controlaba la situación. Además tampoco controlaba la situación. Además, los proyectos de reformas políticas y sociales, en el que destacaba la abolición de la esclavitud, chocaron con al oposición frontal de los hacendados apoyados por los militares e hizo que Cuba se convirtiese en uno de los principales centros de la conspiración y de ayuda económica a la causa Alfonsina.
Aunque estos grandes problemas sonaban y se sentían en el ambiente, la gran preocupación de 1874 era crear una enorme propaganda del príncipe Alfonso, para que adquiriera una gran categoría entre los españoles. La jefatura del estado estaba vacante. Entre la aristocracia, la iglesia y la fuerzas vivas, crearon una gran propaganda, que defendía que lo mejor era la vuelta de un Borbón al trono de España. Hay millones de noticias, mítines, obras de arte... que exaltan la figura del príncipe. El director de toda esta propaganda fue D. Antonio Canovas del Castillo. La figura del príncipe era vendible (guapo, inteligente, cordial, vivía un romance con una joven sevilllana -María de las Mercedes-). Se pretendía hacerle necesario y que le anhelaran.
El giro a la derecha de la República con Castelar, hizo confiar a los sectores de la burguesía industrial y financiera y al ejército en la posibilidad de restablecer un régimen de orden. Pero la concesión de poderes ectraordinarios por las Cortes concluía en enero de 1874 y la mayoría republicana federal, liderada por Pi y Margall, y Figueras, estaba decidida a hacer caer a Castelar lo cual supondría un desplazamiento del poder a favor de los republicanos intransigentes. El ejército que temía la derrota de Castelar protagonizó una salida por la fuerza. El día 3 de Enero de 1874, el ejército dirigido por el General Pavía, capitán general de Madrid, con fuerzas de la Guardia Civil invadió el Congreso, expulsó a los diputados y disolvió la Asamblea. Pavía entró a Caballo (y el caballo hizo una gracia en la tribuna de oradores, hecho que plació mucho al general).
El propio Pavía reunió a militares y dirigentes de los partidos opuestos a la República Federal. Se impone una república Presidencialista, donde todo el poder, de una forma dictatorial lo asume un presidente, apoyado fuertemente por el ejército y por las clases más ricas del país. Esta república será dirigida por el General Serrano (amante de Isabel II). Es la primera dictadura militar de España, fue seguida por fuertes represiones.
Pero desde 1874 la causa de Alfonso XII contaba con amplios apoyos de la burguesía catalana, de la aristocracia madrileña, de los círculos ultramarinos (Cuba) y de la joven oficialidad del ejército. En diciembre de 1874 un pronunciamiento militar, en Sagunto, dirigido por el general Martinez Campos, impuso la Restauración de Alfonso XII. Este hecho enturbio la llegada Alfonso XII.
UN LENTO CRECIMIENTO DE POBLACIÓN
LOS MOVIMIENTOS NATURALES
La población española creció lentamente durante el siglo XIX: de unos 10,5 millones en 1800 a 18,6 millones en 1900. Este moderado crecimiento demográfico revela el atraso económico de España respecto a los países de la Europa occidental que se industrializan en ese siglo, como Gran Bretaña cuya población se triplicó.España mantuvo hasta principios del siglo XX una alta tasa de mortalidad (29 por 1000 en 1900) y una natalidad moderada del (34 por 1000 en 1900), características de un régimen demográfico antiguo.
Las causas de la alta mortalidad y la baja esperanza de vida (la expectativa media de vida era en 1900 de 34,,8 años) era principalmente dos. De un lado las derivadas del “atraso económico” -pésimas condiciones higiénicas, baja productividad agrícola, deficiente red de transportes- y, sobre todo, las periódicas crisis de subsistencia (crisis típica de las economías agrarias tradicionales del Antiguo régimen, provocada por las malas cosechas, y que se repetían de manera frecuente -crisis periódicas-. Se debían, generalmente, a fenómenos climáticos -sequías, inundaciones, granizo- Solían traer consigo bruscas y violentas alzas de los precios de los alimentos básicos, como el trigo. Acarreaban el hambre y la muerte -crisis de mortandad- que afectaban, sobre todo, a los grupos sociales más desfavorecidos) y el hambre. Estas crisis afectaron a España incluso hasta mediados del siglo XIX, ene las que destacan las de 1847, 1857 y 1867-1868. Y de otro, las enfermedades epidémicas (la fiebre amarilla y el cólera) y la endémicas (tuberculosis, viruela, tifus, sarampión, etc.)
Por su parte, la natalidad española era relativamente más baja que en muchos de los países de Europa occidental. Este hecho se explica por la disminución de la fertilidad matrimonial y, por tanto del número de hijos, a lo largo del siglo XIX. A finales del siglo XIX todavía dos tercios de la población española vivía en el campo. La pobreza, el bajo nivel de vida del campesinado y la superpoblación dl campo parecen ser el motivo de ese control y limitación en el número de nacimiento.
LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS
La emigración como válvula de escape a una superpoblación del campo, fue considerable en la segunda mitad del siglo XIX. Entre 1839 y 1880 hubo una importante corriente migratoria hacia el Norte de África (Argelia) cuya cifra desconocemos. Pero el saldo migratorio más numeroso fue el de la emigración a América que, entre 1882 y 1899, ascendió a un millon de personas. Dos parecen ser los factores que favorecerán esta corriente migratoria: una legislación, sin duda influida por la superpoblación económica (correlación negativa entre densidad de población y desarrollo económico) que eliminó las trabas legales a le emigración y la crisis agraria de fines de siglo.
Las diferentes tasas de crecimiento vegetativo y la diversa incidencia de las migraciones externas e internas sobre cada una de las regiones españolas tuvieron como efecto que se modificase la distribución geográfica de la población española. En el siglo XIX se consolidó la tendencia, iniciada a finales de la Edad Media, del desplazamiento de la población de norte a sur y del centro a la periferia mediterránea. Durante el siglo XIX, la población de la zona mediterránea y suratlántica pasó el 39,5 por al 45 por ciento del total de la población española, mientras que del centro (las dos mesetas), a excepción de la provincia de Madrid y de Extremadura, perdió peso sobre el total nacional.
En el siglo XIX se inicia en España el proceso de urbanización pero a un ritmo muy lento. Todavía en 1900 la mayoría de la población española era rural (dos tercios) y sólo dos ciudades Madrid y Barcelona, tenían poco más de 500.000 habitantes al finalizar el siglo.
UN MODESTO CRECIMIENTO DE LA AGRICULTURA
EVOLUCIÓN Y PROBLEMAS DE LA AGRICULTURAD
La agricultura fue durante el siglo XIX la principal actividad económica del país. Aún en 1900 ocupaba a dos tercios de la población activa, proporcionaba más de la mitad de la renta nacional y tenía un peso decisivo en las exportaciones.
La evolución agraria española en el siglo XIX se caracterizó por una expansión de la superficie cultivable y un incremento moderado de la producción global. Pero no se alteró sustancialmente la estructura tradicional de la agricultura española típicamente mediterránea, basada en el cultivo del trigo, el olivo y la vid.
El moderado crecimiento de la agricultura española del siglo XIX debido tantos a factores naturales y geográficos como político sociales y técnicos, fue una más de las causas del relativo atraso de la economía española durante el siglo XIX.
En efecto, la aridez y la pobreza de la mayor parte del suelo interior, la altitud y la forma compacta de la Meseta que la aísla y dificulta el transporte, son fuertes obstáculos físicos a la modernización de la agricultura.
La reforma agraria liberal - abolición de los señoríos, desvinculación de los mayorazgos y desamortización- no alteró completamente la estructura de la propiedad heredada del Antiguo Régimen. La antigua aristocracia y, sobre todo, la nueva burguesía se beneficiaron de la transferencia de tierras de la iglesia y de los municipios a raíz de la desamortización. El latifundio (Finca de gran extensión explotada en régimen extensivo, con una abundante mano de obra -jornaleros- y con una escasa inversión de capital. Los latifundios en España se localizan al sur del Tajo, destacando los grandes latifundios andaluces. Su origen se remonta a la Baja Edad Media. La reforma agraria liberal del Siglo XIX no sólo no acabó con este tipo de gran propiedad sino que contribuyó al engrandecimiento de los de la nobleza y la aparición de otros nuevos en manos de la burguesía). El latifundio en la mitad sur peninsular, el minifundio en el noreste, el absentismo de los grandes propietarios y la extremada pobreza de la mayoría del campesinado continuaban siendo las pautas del campo español.
La desamortización permitió, no obstante, la puesta en cultivo de grandes extensiones de tierra hasta entonces poco o mal cultivadas.
INNOVACIONES AGRÍCOLAS. LA GANADERÍA
Las innovaciones técnicas y el incremento de la productividad fueron escasas. El sistema de cultivo de año y vez que dejaba cada año una elevada superficie de tierra cultivada en barbecho, aún era ampliamente utilizado y el trabajo humano seguía siendo el factor decisivo en la producción.
Las únicas innovaciones de corte moderno se realizaron en el litoral Valenciano, donde se desarrollaron, desde mediados de siglo, los cultivos especializados hortícolas y frutícolas. El salto más espectacular correspondió a las naranjas. En algunos regadíos del interior el cultivo de la remolacha sustituyó a la caña azucarera importada de Cuba hasta 1898. Las islas Canarias se especializaron en los cultivos de plátano, tomate y tabaco. También se extendió el cultivo de la vid, a pesar de la difusión de la filoxera en España, de las almendras y del corcho, impulsándose, desde mediados de siglo, una economía agraria de exportación.
La evolución de la ganadería estuvo marcada por la desamortización que favoreció la extensión de los cultivos a expensas de los pastos, de la abolición de los privilegios de la Mesta y del incremento de la demanda de carne en los núcleos urbanos. La cabaña ganadera sufrió una transformación. Decayó la ganadería transhumante del ovino y en cambio aumentó el ganado porcino y más aún el equino (caballos y mulas) utilizando para el laboreo del campo.
BANCA Y FERROCARRIL
EL TRANSPORTE Y SUS TRANSFORMACIONES
La historia muestra la contribución crucial que los transportes han tenido en el desarrollo económico. En la España del siglo XIX el problema del transporte fue uno de los obstáculos para la modernización económica.
A pesar del notable programa de construcción de carreteras, emprendido a partir de 1840 con el que España contó a finales de siglo con unos 36.000 km, los progresos de la carretera fueron insuficientes. El transporte fluvial era casi inexistente dada la naturaleza de los ríos. Sólo el transporte marítimo experimentó en el siglo XIX un progreso considerable gracias a la mejora de los puertos y a la introducción del vapor a finales de siglo.
La construcción de la red ferroviaria en España se retrasó unos treinta años respecto a los países europeos más desarrollados, como Gran Bretaña o Francia. Atraso debido tanto a la desidia gubernamental como al escaso desarrollo económico.
La primera ley de 1844 por la que el Estado se reservaba la concesión de las líneas ferroviarias, dejaba su construcción a la iniciativa privada. Pero dio lugar a la especulación y una serie de escándalos. Tan sólo se construyeron unas pocas líneas (Barcelona-Mataró, Madrid-Aranjuez, Valencia-Xátiva). Además se cometió un grave error técnico que se arrastraría hasta nuestros días: el ancho de vía establecido era mayor que la norma europea. Así, antes de 1855 sólo se habían construido 475 km.
El impulso vino con la ley General del Ferrocarriles de 1855, aprobada por los progresistas. Por esta ley el Estado otorgaba una serie de ventajas económicas a las empresas constructoras: facilitaba la creación de sociedades anónimas (Organización mercantil cuyo capital está dividido en acciones. El capital de la sociedad -capital social- está pues, formado por las aportaciones de los socios en forma de títulos llamados acciones que representan la parte del capital de la empresa que corresponde a cada socio. De este modo, la suerte del inversor está ligada a los resultados de la empresa. La dirección de la empresa corresponde a un consejo de administración, compuesto por los representantes de los propietarios de acciones), garantizaba una rentabilidad mínima del 6 por mil y la libre importación de material para el ferrocarril. Además, se completaba con la Ley Bancaria 1856 que permitió la rápida formación de un sistema bancario para, entre otras cosas, financiar la construcción de la red ferroviaria.
LAS COMPAÑÍAS FERROVIARIAS Y EL IMPACTO EN LA ECONOMÍA
Entre 1856 y 1866 la red de ferrocarriles alcanzó unos 5.000 km Esta aceleración de debió al apoyo estatal y a la aportación del capital, de la tecnología y de la iniciativa extranjera, sobre todo francesa. Tres grandes compañías ferroviarias ligadas a su vez a tres grupos financieros franceses: la de Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA) ligada a la Sociedad Española Mercantil e Industrial; la compañía de caminos de hierro del Norte de España de la Sociedad de Crédito Mobiliario Español; y la compañía de ferrocarriles Andaluces de la Compañía General de Crédito de España, acapararon las concesiones y las subvenciones estatales.
El impacto de los ferrocarriles en la economía española. Su contribución a la demanda de productos sidelúrgicos y de las industrias mecánicas fue escasa ya que en 1891 se toleró la libre importación de todo el material ferroviario. En cambio tuvo una gran importancia en la demanda de carbón y de empleo (unas 125.000 personas empleadas fijas en el ferrocarril). Pero el ferrocarril se construyó con retraso y precipitaron. Se cometió el error del ancho de vía que obstaculizó su conexión con el resto de Europa, error que aún pesa sobre la economía española.
ATRASO INDUSTRIAL Y FUENTES DE ENERGÍA
UNA INDUSTRIALIZACIÓN ATRASADA
La industrialización española durante el siglo XIX fue un proceso muy lento y localizado (Cataluña y País Vasco) hasta finales de siglo, la industria artesanal -manufacturas, talleres, trabajo a domicilio- mantuvo su importancia en la producción global española.
Aunque es evidente el atraso de la industrialización española con respecto a otros países de la Europa occidental, actualmente los historiadores prefieren hablar de atraso y no de fracaso.
A mediados del siglo XIX Cataluña era la principal región industrial de España. La moderna industria algodonera inició el camino hacia la industrialización. Este desarrollo se colapsó por la Guerra de Independencia y la pérdida del mercado americano (1808-1824)
A partir de los años 1830, se asiste a la modernización y despegue de la industria algodonera gracias a la mecanización. Durante la fase de mayor expansión (1840-1866) se mecanizó gradualmente, se concentró geográficamente (en torno a Barcelona) y económicamente (agrupación de empresas)
La guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865 redujo la importación de la materia prima y la crisis económica de 1866-1867 terminó con el período de mayor crecimiento. En la nueva fase de expansión de los años 1870 y 1880, el crecimiento fue menor.
LAS FUENTES DE ENERGÍA
El carbón fue la fuente de energía básica de la revolución industrial. En España la escasez de recursos energéticos obstaculizó la industrialización. Los yacimientos de carbón están ubicados en el norte (Asturias y Leon) y en el sur (Ciudad Real y Córdoba) pero presentan graves problemas. Los factores que condicionaron la producción de carbón en España y, en particular del carbón asturiano (la mitad de la producción nacional) fueron: la irregularidad y la delgadez de las capas carboníferas, las reservas son escasas y de mala calidad y, por último, las condiciones del transporte y las limitaciones de la demanda.
LA MINERIA
Por el contrario, España dispone de grandes recursos mineros (hierro, cobre, plomo, mercurio, y cinc). Pero su explotación permaneció estancada hasta finales del siglo XIX por falta de capital, de demanda y de conocimientos técnicos.
La Ley de Bases Sobre Minas de 1868 (La rápida expansión de la minería española en el último tercio del siglo XIX fue impulsada por la Ley de Bases para la Nueva Legislación de Minas de 1869. Por esa ley se simplificaba el sistema de concesiones que adquirieron un carácter perpetua a cambio del pago de un canon al Estado. Esta “desamortización” del subsuelo impulsó un intensa explotación de la riqueza minera española en la que participaron, sobre todo sociedades extranjeras -inglesas, francesas, alemanas y belgas).por la que se concedía una mayor seguridad a los concesionarios de la explotación de las minas, el interés del capital extranjero y la demanda internacional desató, en el último cuarto del siglo XIX, una auténtica fiebre minera.
La explotación del hierro cuyos yacimientos se hallan en Málaga, Santander y sobre todo, Vizcaya, fue reducida hasta los años 1870, debido al escaso desarrollo de la industria siderúrgica. A partir de esa fecha, la difusión en la Europa industrial del convertidor Bessemer para fabricar acero incrementó la demanda de hierro español.
En Vizcaya parte del capital empleado en la extracción y en la exportación era español y los beneficios se reinvirtieron en la industria y en la banca. Además como el mineral era exportado a Inglaterra, los fletes de retorno transportaron el carbón inglés, más barato para los altos hornos de Vizcaya.
El plomo, el cobre y el mercurio abundantes en el sur y sureste peninsular se exportaron casi exclusivamente con tecnología y capital extranjeros, y se exportó.
INDUSTRIA SIDERÚRGICA
LA SIDERURGIA
Sólo a partir de 1880 se consolidó en Vizcaya una industria siderúrgica moderna. Las causas del atraso de la siderurgia moderna en España fueron que España era rica en mineral de hierro pero el carbón mineral (el coque) era escaso y de mala calidad. Además la demanda de hierro fue muy reducida hasta finales de siglo. Por otro lado, esta industria consume grandes cantidades de energía calórica que sólo proporciona el coque. Pero el transporte es caro, de ahí que la industria siderúrgica tendiese a localizarse en todos los países industrializados próxima a las minas de carbón mineral
El primer intento de instalar una moderna siderurgia en España surgió en Málaga con el fin de explotar los yacimientos ferrosos de Marbella y Ojén. En 1832 funcionaron los primeros Altos Hornos en las factorías de La Concepción en Marbella y La Constancia en Málaga. Un Alto Horno sirve para la obtención de hierro y acero. Está formado por una gran cuba en forma de dos troncos de cono, unidos por sus bases mayores. Consta del tragante o boca superior por donde se introduce la carga del mineral, el combustible -el coque-, el fundente -carbonato cálcico- la cuba o cuerpo troncónico superior, en el que se produce la primera fundición del hierro; el vientre, en el que prosigue la fundición; el etalaje, las toberas que inyectan aire caliente (400º-500º y el crisol en el que se acumulan las escorias. Pero la dificultad más grave era la inexistencia de coque. Hacia 1860 decayó esta fase de hegemonía de la siderurgia andaluza.
Asturias, por el contrario, cuenta con las cuencas carboníferas de Mieres y Langreo. En 1848 se fundó un Alto Horno en Mieres y en 1857 la Sociedad Metalúrgica Duro y Cía en La Felguera. A partir del año 1865 desplazó a la siderurgia andaluza.
En las últimas décadas del siglo XIX, la siderurgia vasca se convirtió en el símbolo de la siderurgia española gracias a la abundancia de mineral de hierro, la disponibilidad de coque inglés y del capital acumulado por empresarios vascos. Desde 1848 funcionaba un Alto Horno en Bolueta. En 1860 la empresa Ybarra y Compañía instaló Altos Hornos en Baracaldo.
Entre 1880 y 1902 se dio un doble proceso en la siderurgia vasca. La concentración de grandes compañías de Altos Hornos y la modernización de la siderurgia. Desde 1886 y 1888 se instalaron los primeros convertidores Bessemer y los hornos Siemens y Martín. En 1902 se fusionaron las tres grandes compañías (Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero, La Vicaya y la Iberia) en la gran sociedad Altos Hornos de Vizcaya. En las primeras décadas del siglo XX, el 62 por 100 del hierro y acero español era fabricado por esta sociedad.
OTRAS INDUSTRIAS
El desarrollo de la siderurgia daría lugar al nacimiento de una industria metalúrgica y mecánica de transformación de reducidas dimensiones. Primero en Cataluña con la fundación de la empresa Maquinaria Terrestre y Marítima en 1855. Pero la industria mecánica tuvo siempre limitaciones en Cataluña ya que dependía de la siderurgia bilbaína. El país Vasco se convirtió en el centro principal con la fabricación de material ferroviario y de buques. Los Astilleros del Nervión , la Compañía Euskalduma de construcción y reparación de buques (1900) y la Sociedad Española de Construcción Naval (1909) fueron impulsadas por una política proteccionista.
Dos nuevas industrias tendrán también cierta importancia, la química y la electrónica. La química ligada en un principio a la textil (colorantes), a la fabricación de abonos y de explosivos. Y al eléctrica: el alumbrado público akparecerá por primera vez en Madrid en 1881.
Y por último, las industrias alimentarias: harinera (Valladolid y Santander), vinícola (Rioja, Jerez, Requena-Utiel y Málaga), pasera (Alicante y Málaga), aceitunera , azucarera (Granada), conservas de pescado (Vigo) y corcho (cataluña).
EL PAPEL DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA
EL PROBLEMA DE LA DEUDA PÚBLICA
Uno de los problemas importantes de la economía durante el siglo XIX fue el constante desequilibrio entre los ingresos y los gastos del Estado. A consecuencia del endeudamiento del Estado se encareció el dinero y el crédito lo cual repercutió sobre la economía española.
En efecto, el déficit presupuestario conviertió al Estdo en el mayor demandante de capital de modo que absorbió una buena parte del ahorro del país y tanto banqueros como financieros destinaron sus capitales a la compra de deuda pública, desatendiendo los sectores productivos. La deuda pública, en sentido amplio se entiende por el conjunto de los créditos concedidos por el Estado. El endeudamiento del Estado genera una carga que se refleja en los presupuestos. La deuda pública puede ser perpetua, cuando el gobierno se reserva la facultad de señalar la fecha de amortización, o amortizable si ya está establecida la fecha de amortización. Durante el siglo XIX España arrastró una enorme deuda pública (En 1850 era de 3.900 millones y en 1900 de 12.300) millones.
En 1845 el Estado Liberal, bajo el gobierno de los moderados, realizó una reforma tributaria ya que el Estado había llegado a unos límites insostenibles de endeudamiento. El objetivo era establecer un Hacienda moderna, eficaz y con más recursos.
El nuevo sistema tributario se basaba esencialmente, en dos tipos de impuestos. La contribución territorial, el impuesto principal, que recaía sobre la agricultura y la propiedad urbana. Pero sólo aportaba una quinta parte de los ingresos, cuando ambas representaban más de la mitad de la renta nacional. Es evidente que el fisco se mostró muy benigno con los terratenientes. Otro tanto sucedió con la contribución comercial e industrial. Sin embargo, los impuestos indirectos, entre ellos los odiados consumos, aportaban dos quintas partes del total de ingresos.
Un sistema fiscal, por tanto, que gravaba más los pobres que a los ricos, y que recaudaba muy por debajo de lo presupuestado. Ni siquiera con los ingresos que el estado obtenía de las Loterías y de la operación desamortizadora pudo cubrir la Deuda.
LA POLÍTICA COMERCIAL: PROTECCIONISMO Y LIBRECAMBISMO
Los aranceles, es decir, las tarifas que se aplican a las mercancías que entran en un país, se emplean bien como instrumentos para recaudar impuestos (arancel fiscal) o bien a fin de proteger la economía del país de la competencia de la importaciones (arancel proteccionista)
Durante el siglo XIX los gobiernos españoles, los comerciantes, los agricultores, los industriales y la opinión pública se debatieron entre la alternativa de una política proteccionista (aranceles elevado) o una librecambista (aranceles bajos).
Los proteccionistas, principalmente los industriales del algodón de Cataluña, agrupados en la asociación Fomento del Trabajo Nacional, adujeron que la protección era imprescindible para el desarrollo de la industria nacional frente a la competencia extranjera, sobre todo inglesa.
Los librecambistas, comerciantes, exportadores de productos agrarios y compañías de ferrocarriles crearon la Asociación para la Reforma de Aranceles y tuvieron eco en las masas urbanas para las que librecambio significaba pan barato.
Para el Estado, siempre con apuros presupuestarios, lo deseable era un arancel bajo que incrementase el comercio exterior y, por tanto, los ingresos. No obstante, la política arancelaria española fue proteccionista hasta el llamado “arancel de Figuerola” de 1869, relativamente librecambista (establecía unas tarifas entre el 20 y el 35 por 100 del valor de la importaciones). Pero desde finales de 1891 se retornó a una política netamente proteccionista.
Desde el punto de la economía española, todavía sigue discutiéndose si la protección contribuyó o no al desarrollo de la agricultura y de la industria.
LA SOCIEDAD LIBERAL: CAMBIOS Y PREMANENCIAS
NOBLEZA Y BURGUESÍA EN LA SOCIEDAD LIBERAL
En la nueva sociedad liberal no se produjo una radical sustitución de la antigua elite política y económica (la nobleza) por una nueva (la burguesía). Tanto en Europa como en España, la vieja nobleza, bajo el predominio del librecambismo moderado, y la nueva burguesía se integraron y constituyeron la elite del poder y del dinero en el siglo XIX.
La vieja nobleza del Antiguo Régimen perdió parte de su poder político y económico y desapareció como estamento privilegiado, aunque mostró su capacidad de adaptación al nuevo marco.
En la primera mitad de siglo, la vieja nobleza terrateniente mantuvo su predominio económica gracias a su enorme patrimonio inmobiliario. En la segunda mitad de siglo conforme se acrecentaba el endeudamiento y la decadencia de la vieja nobleza, la élite económica se nutría de burgueses adinerados.
La vieja nobleza se mostró abierta al nacimiento de una nueva nobleza procedente de la burguesía enriquecida y de los altos cargos de la administración liberal.
La gran burguesía española estuvo conformada por un conglomerado de granes propietarios rurales y urbanos, hombre de negocios, especuladores y comerciantes. El burgués típico del siglo XIX no es el empresario emprendedor sino el burgúes enriquecido con la compra de propiedades nobiliarias o bien a través de la desamortización. Solo a finales del siglo XIX surge en Asturias, Cataluña o el País Vasco, una burguesía empresarial (comercial e industrial) artífice de la incipiente industrialización.
El término burgués designa originariamente a los habitantes de los burgos o ciudades medievales. Pero por burguesía se entiende a la clase social que impuso su hegemonía -económica, política y social- a partir de la revolución industrial y de las revoluciones liberales del XIX. En la España del siglo XIX la burguesía dominante la formaba un reducido grupo de grandes propietarios y financieros madrileños y una más minoritarios burguesía comercial e industrial catalana y vasca.
LAS CLASES MEDIAS
Por debajo esa elite del dinero se sitúan las clases medias que engloban a medianos y pequeños comerciantes, miembros de las profesiones liberales (abogados, notarios, médicos), profesionales de la administración (jueces, profesores, jefes y oficiales militares) funcionarios y pequeños propietarios urbanos.
En definitiva, se trata de un sector social muy reducido cuya máxima aspiración es ser propietarios y la posibilidad de ascenso social. Su ideal es aburguesarse o ennoblecerse.
LAS CLASES POPULARES: ARTESANOS, OBREROS Y JORNALEROS
Dado el escaso nivel de industrialización, las capas populares urbanas estaban nutridas de artesanos y trabajadores asalariados ligados al mundo de los oficios, por pequeños comerciantes y un elevado número de mujeres dedicadas al servicio doméstico. En ese mundo de pequeños talleres, la protesta social se inscribe en las viejas formas del motín preindustrial contra la carestía, los consumos y las quintas.
La clase obrera industrial, el proletariado, todavía minoritario en la segunda mitad de siglo, se concentraba en Barcelona en torno la industria algodonera (casi un tercio) y en Vizcaya.
Pero la mayoría de la población española del siglo XIX era rural, con un proletariado agrícola compuesto de jornaleros y criados.
EL MOVIMIENTO OBRERO
LA LUCHA POR LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN.
La participación de un proletariado moderno con conciencia de clase surge, a mediados de siglo, en el mundo fabrl catalán. A finales de siglo, el desarrollo de otros núcleos industriales -minero y siderúrgico- en Asturias y País Vasco, incrementa el todavía minoritario proletariado industrial.Entre 1820 y 1840, la conflictividad social en el seno del naciente movimiento obrero se inscribe en la línea de los llamados movimientos mecanoclastas consistentes en la destrucción de las modernas máquinas a las que consideran responsables de la miseria y del paro. Los episodios mejor conocidos son los ocurridos en Alcoi en 1821 y el e la fábrica de Bonaplata en Barcelona, totalmente mecanizada, que fue quemada por los obreros en 1835
A partir de 1840 el movimiento obrero conoce un punto de inflexión. Ante el lento pero imparable proceso de industrialización, las nuevas relaciones capital-trabajo y las condiciones de trabajo, los obreros adoptan nuevas formas de respuesta y de organización frente a los problemas de la industrialización: la lucha por la libertad de asociación y la huelga.
En 1840 aprovechando las condiciones favorables de la legislación progresista que permitía las asociaciones de auxilio mutuo, los obreros barcelonenes forman la Sociedad de Tejedores y la Asociación mutua de obreros de la industria algodonera. Estas plantean las primeras reivindicaciones laborales: reducción de la jornada laboral, aumento de salarios, reglamentación del trabajo de las mujeres y de los niños y la construcción de comisiones mixtas (patronos y obreros) de arbiraje para resolver los conflictos. Pero pronto fueron disueltas por el gobierno.
Durante el bienio progresista (1854-1856), la mayor permisividad hizo resurgir con fuerza a estas primeras sociedades de socorros mutuos. Pero la situación de crisis económica y la conflictividad social estalló en 1855 con la primera huelga general que paralizó lso centros fabriles de la ciudad de Barcelona y su comarca.
EL IMPACTO DE LA Iª INTERNACIONAL
En el sexenio democrático (1868-1874), la falta de auténticas reformas sociales contribuyó al alejamiento del moviemot obrero de los partidos políticos (demócrata y republicano) ya su despolitización. Por movimiento obrero entendemos la intervención e la clase social obrera en los asuntos políticos del estado. Un obrero es un trabajador que trabaja por un sueldo en una actividad industrial. Tras la revolución industrial, la población industrial aumenta notablemente.
Se necesitaban agrupaciones que ampararan sus intereses, las primeras agrupaciones obreras son las Trade Unions y un poco más tarde son las Laudistas (1820-1830). Trade Unions, es una asociación para defender sus intereses, son los embriones de los futuros sindicatos. Las agrupaciones Laudistas (John Laud, afirmaba que la importancia de los obreros ante la sociedad burguesa inglesa, sólo podía reflejarse mediante la violencia). Atacar violentamente ante las pésimas condiciones sociales que sufrían. Busca en la violencia la solución de los problemas. En 1848 aparece un libro que cambiará el matiz del movimiento obrero. Ese libro es el capital, de Carlos Marx, que se puede resumir en que el auror ponía en relieve las necesidades de los obreros, aunque no solo las planteaba, sino que daba soluciones. Hace conscientes a los obreros de que eran pertenecientes a una clase social explotada, marginada, aunque necesitada por la burguesía.
Este libro de marx, junto a otros similares formuló una doctrina social denominada por el nombre de MARXISMO, esta doctrina socialista esta basada en las teorías formuladas por Carlos Marx y Federico Engels en la segunda mitad del siglo XIX. Su objetivo es la emancipación de la clase obrera de la explotación del sistema capitalista. Para ello, los obreros deben tomar conciencia de clase y organizarse en partidos políticos independientes de los partidos burgueses con vistas a la conquista del Estado -instrumento de dominio de la clase burguesa- y a través de ese Estado, controlado por el proletariado, proceder a la colectivización de los medios de producción y la supresión de las clases sociales.
Los grupos políticos que hasta ese momento habían gobernado en Europa, todos son burgueses y difunden y defienden los intereses de la burguesía (incluidos los políticos de izquierda como Prim, Mendizábal o Espartero, no se preocupaban de los intereses de los obreros).
Años después se escribe el manifiesto comunista, se estructura las necesidades obreras desde un enfoque político. Todo esto va a extenderse por toda Europa y se van a formar diferentes asociaciones. Se crea la I Internacional Socialista (socialista porque tenía su plano de actuación en el mundo social) que agrupó a las personas con inquietudes socialistas. Desde este momento comienza a llegar a España marxistas para formar agrupaciones del grupo obrero. Cuando comienzan a llegar los marxistas a España, el Marxismo se dividió en dos grupos: socialistas y Anarquistas. El sistema marxista va a entrar en conflicto. El líder de los Socialistas Carlos Marx por un lado y el grupo de los anarquistas encabezados por Bakunin. Discuten estas 2 tendencias políticas por la forma en la cual hay que enfrentarse al estado Burgués. Los socialistas recurren a la presión por medios legales y progresivamente en las estructuras sociales para conseguir leyes y resultados que mejoren la situación del mundo obrero. Los Anarquistas opinan que la solución se consigue mediante la violencia. (la propaganda del hecho) actos terroristas que van a conseguir asustar al estado burgués. Esto fue el motivo fundamental.
En 1868, con la llegada a España de Giuseppe Fanelli, amigo de Bakunin quien representaba la tendencia anarquista de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) -anarquistas- o Iª Internacional - fundada en Londres en 1864- se forman los primeros núcleos internacionalistas en Madrid y Barcelona. En 1870 se celebró en Barcelona el I Congreso de la Federación Regional Española de la AIT en el que triunfaron las tesis bakunistas: el apoliticismo y el colectivismo.
A finales de 1871, Paul Lafargue, yerno de Marx que encabezaba la otra tendencia de la Internacional, contactó con los medios internacionalistas españoles en Madrid y fromó un pequeño grupo marxista en torno a la llamada Nueva Federación Madrileña cuyo propósito era fundar un partido político obrero. Sin embargo, el Congreso Obrero de Córdoba de 1872-1873 ratificó la ruptura del movimiento obrero español y el predominio anarquista.Estas asociaciones tendrá mucha fuerza en Madrid, País Vasco, Asturias y Barcelona. En ésta última el peligro anarquista por su violencia fue muy notable.En 1870 Pablo Iglesias funda el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E), de tendencia Marxista, y en 1888 el sindicato Unión General de Trabajadores (U.G.T) ligado al partido y comienza un leve ascenso del socialismo.
Restauración y crisis del sistema
CANOVAS Y EL TRURNISMO
CANOVAS Y LA TRANSICIÓN
Entre el 1 de enero de 1875 y el 15 de febrero de 1816, Canovas tuvo la doble misión de presidir el nuevo gobierno del rey Alfonso XII (miniserio-regencia en 1875) y preparar la elaboración de una constitución. La época de la restauración se conoce políticamente como el sistema Canovista o Bipartidismo, o Turnismo político. Este sistema político quedará organizado y legalizado a través de la constitución de 1876. Don Antonio Canovas del Castillo murió asesinado, fue el segundo presidente del gobierno asesinado en España. El sistema canovista tiene unos mecanismos de funcionamiento por el cual sólo dos partidos podían ostentar el poder. Un partido gobernaba durante una temporada, hasta que el efecto del tiempo o de un grave problema hiciere mella en su gestión, ante estas situaciones se dejaba el puesto para el otro partido. Se turnaban políticamente por medio de un pacto entre caballeros firmado en el Pardo.
El jefe de Estado hace de árbitro, era imparcial, mientras que el estado funcionase no debía estar a favor de un partido en particular. En éste período reinaron Alfonso XII, la Regente Maria Cristina de Augsburgo-Lorena y Alfonso XIII; se comportaron como reyes constitucionales.
Alfonso XII, en su reinado, cumplió con su deber, no se implicó profundamente con ningún problema, era famoso y querido (era guapo y compadecido por su desgraciada vida amorosa: Se casó con su Prima Maria Cristina de Montparcent, en contra de la voluntad de todos y tras el permiso papal. Pronto murió la alegre Maria Cristina por culpa de leucemia; Alfonso se hundió en la depresión. Se casó por segunda vez con una princesa Austriaca, muy culta pero muy antipática y reservada (Maria Cristina de Aubsburgo-Lorena. Cuando Alfonso XII vino a Málaga (1885) con motivo a una visita oficia, en la cual en su agenda figuraba la inauguración del patio de columnas del instituto Vicente Espinel, antes de marcharse se produjo un terremoto en Granada. Las pésimas condiciones higiénicas en las zonas del terremoto extendieron con una inconmensurable rapidez todo tipo de enfermedades infecciosas. El rey se contagió y murió. Alfonso XIII nació después de haber muerto su padre aunque durante 18 años la reina Maria Cristina tuvo que actuar como regente.
Las cortes constituyentes fueron elegidas mediante sufragio universal (masculino), para intentar que todos los partidos e ideologías políticas existentes entonces se pudieran presentar a las elecciones, lo que suponía aceptar la legalidad de la restauración monárquica. Tras largos debates, la Constitución fue aprobada el 15 de febrero de 1876
Principios políticos: Régimen liberal doctrinario. Soberanía Compartida (preponderancia del monarca). Confesionalidad Católica (se permiten otros cultos en privado). Su redacción es confusa de manera consciente.
Jefatura del Estado: REY, Convoca y disuelve las Cortes a voluntad. Demasiado poder real. Derecho de veto de una vez por legislatura. Nombra jefe de gobierno para que este realice las decisiones. Inviolabilidad, iniciativa legislativa. Designa y separa a los secretarios de Estado. Derecho a la presentación de Obispos.
Poder ejecutivo: El gobierno debe contar con la confianza del rey y de las cortes. Los ministros pueden ser diputados.
Poder legislativo: Dos cámaras: Congreso censitario y restringido (sólo vota el 2,1%) 1890: ley sufragio Universal; y Senado vitalicio elegido en su mitad por el rey entere la aristocracia y el resto por los mayores contribuyentes.
Poder Judicial: Mayor independencia de los jueces (la mitad por oposición y el resto designados por el rey, que controla los ascensos oído el Consejo de Estado.
Régimen Local: Repite la regulación anterior, pero de hecho es desvirtuada o rla nueva ley electoral censitaria y se puede calificar de centralista. El gobierno interfiere en diputaciones y ayuntamientos (ENCASILLADOS)
Derechos individuales: Restricción de las libertades constitucionales mediante leyes posteriores (imprenta, reunión y asociación) que o bien retraen su entrada en vigor o bien limitan el texto constitucional.
El principal fundamento constitucional descansa en el principio conservador de la soberanía compartida (Rey y Cortes). La Corona mantiene enormes poderes. Las Cortes tienen el poder legislativo y se dividen en dos cámaras: El Congreso y el Senado. Los diputados son elegidos uno por cada 50.000 habitantes, mientras que los senadores pueden serlo por derecho propio (nobles y altos cargos de la Iglesia o del ejército), o vitalicios, designados por el rey o nombrados por las Corporaciones y los mayores contribuyentes.
El artículo 11 fue el que más discursiones provocó: la religión católica, apostólica y romana es la del estado, lo que recuerda la Constitución de 1845. Se interpretó como un retroceso respecto a la Constitución anterior de 1869.
Los conservadores del partido de Canovas preferían el voto censitario y así constará en la Ley Electoral de 1878: sólo pueden votar los varones de más de 25 años que pagasen al Tesoro una cuota mínima de 25 pesetas anuales de contribución territorial o de 50 pesetas de subsidio industrial.
Los liberales del partido de Sagasta optarán por el sufragio universal masculino en la ley electoral de 1890, lo que obligará a los políticos a la manipulación y compra de los votos y al caciquismo
LOS NUEVOS PARTIDOS DINÁSTICOS
El partido conservador canovista lanzaba sus ideas políticas y religiosas a través del periódico La Época. Canovas del Castillo y Francisco Silvela procedían de la antigua Unión Liberal de O´Donnell, lo mismo que Romera Robledo. El sector más reaccionario y católico estaba representando por Alejandro Pidal y Mon, los condes de Orgaz y de Canga-Argüelles y el cardenal de Toledo, Moreno y Misonave, que en 1881 crearían su propio partido Unión Católica.
Los límites del sistema por la derecha los marca el carlismo (absolutismo y catolicismo) y por la izquierda el republicanismo, el socialismo y el anarquismo (revolucinarios). Se consolida un partido de oposición dirigido por el antiguo líder progresista y presidente del gobierno en 1874, Práxades Mateo Sagasta.
Sagasta participó en las revoluciones de 1854 y 1868 contra Isabel II y ocupó varios ministerios durante el sexenio revolucionario, años en lso que se derrumba el partido progresista y éste empieza a moderar su postura..
Entre 1876 y 1880 transformó las bases del partido constitucional y creó el fusionista (1880) junto a militares como Martínez Campos y Jovellar, nobles como el conde Valmaseda y, más tarde (1883), a políticos más radicales como Cristino Martos y Segismundo Moret, que on los que más lucharán por reformar el sistema canovista mediante el sufragio universal masculino (1890). Tras esta fecha se incorporaran al nuevo partido liberal muchos miembros del partido republicano posibilista de Emilio Catelar.
OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO
EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA
El sistema político de la Restauración, en lo que se refiere a la formación del gobierno, se caracterizó por un procedimiento distinto del actual. Primero el rey encargaba al líder de uno de los dos partidos la formación del gobierno. El paso siguiente consistía en la convocatoria de elecciones a Cortes (Senado y Congreso de Diputados). Canovas o Sagasta, a través de su Ministro de Gobernación, debían entonces proceder a tomar las medidas necesarias para asegurarse la participación de los caciques locales en las elecciones y gobiernos durante el período de la Restauración. Para Gurmersindo de Azcárate na victoria electoral.
El caciquismo es un término referido al poder y participación de los caciques locales en las elecciones y gobiernos durante el período de la Restauración. Para Gumersindo de Azcárate es un nuevo fedudalismo, mientras que Antonio Maura lo define como un sistema por el cual delincuentes honrados cometían delitos inocentes.. Es una tradición que se comienza a aplicar a los “jefes naturales” de comarcas o pueblos españoles que imponían su voluntad y sus condiciones a sus conciudadanos.
La región mas caciquista en esta época es Galicia, seguirda por Andalucía, Canarias y Extremadura. Era un personaje al que todo el mundo le debía el respeto. Todo el mundo hacía lo que él quería que se hiciese porque controlaba sus vidas mediante la utilización de métodos (mafiosos) poco ortodoxos. En Galicia controlaba la recolección de la leche, en Canarias el suministro de Agua, en Andalucía los puestos de trabajo... Sin embargo en Cataluña y País Vasco, así como en las grandes ciudades su actuación era mucho más dispersa y disimulada.
LA PREPARACIÓN DE LAS ELECCIONES
Cuando Canovas o Sagasta eran convocados por el rey para formar un nuvo gobierno, el objetivo principal, consistía en que su partido ganara las elecciones a las Cortes (Congreso de Diputados y Senado). Para ello, debía prepararse el proceso electoral de dos formas:
Publicar una ley electoral favorable
Contar en cada provincia con una serie de personajes adinerados (terratenientes, profesionales liberales y empresarios) que organizasen los resultados electorales contando con la colaboración de los caciques locales, que eran una especie de “señores o señoritos” rurales en cada comarca, y de los oligarcas o “minoría política dirigente”
Romero Robledo piensa que con la colaboración de estos individuos puede manipular todos los sistemas locales y comarcales; el cacique presentaba a quien quería que se votase. El cacique movía los hilos para promover al candidato. En contraprestación estos individuos presionaban a sus enlaces políticos locales, y éstos a su vez presionaban a los políticos de Madrid que se movían para conseguir los intereses de los caciques.
Jose María Jover resumía esta actuación política así: El político en Madrid, el cacique en cada comarca y el gobernador civil en la capital d cada provincia como enlace entre uno y otro, constituyen las tres piezas claves en el funcionamiento real del sistema.
Romero Robledo diseñaba (con ayuda de una serie de casillas que tenía en su casa con el nombre de cada municipio de España) quien tenía que gobernar en cada municipio. El voto no era secreto, por lo que el cacique sabía quién no votaba a su candidato, pudiendo entonces vengarse y tomar medidas contra los que no han seguido su camino.
EL VOTO RURAL Y EL VOTO URBANO
Como podemos ver en este sistema de opinión del pueblo y sus votos no era el elemento decisivo a la hora de elegir a sus representantes. La decisión estaba tomada antes de realizar el proceso electoral y en los distritos rurales (70% del total) ya se sabía quienes iban a ser los candidatos ganadores y perdedores, según el partido que convocaba elecciones. Los votos de los distritos urbanos sí repartían sus escaños entre los diferentes partidos dinásticos (conservadores y liberales) y de la oposición (carlistas, regionalistas, republicanos o socialistas), al no estar el voto de los trabajadores tan condicionado y se más difícil su manipulación.
En el I.E.S Vicente Espinel (que era una zona en la que no se controlaba el voto), el presidente de la mesa podía decidir donde colocar la urna de votos, y en una ocasión se colocó en el tejado. Estos y otros muchos sistemas se encontraban bajo la manipulación de EL PUCHERAZAO, que es la manipulación de los resultados electorales o cambio y arreglo de las cifras de votos para ganar las elecciones. También empleaban los caciques la coacción para obligar a los electores a votarles.
REPUBLICANISMO, CARLISMO Y MOVIMIENTO OBRERO
DIVERSAS POSTURAS DE LOS REPUBLICANOS
Los republicanos unitarios del sexenio se dividieron al producirse la restauración. Ruiz Zorrilla logró atraer a su partido “republicano progresista” a una parte importante de los republicanos y a algunos mandos del ejército. Con estos dos elementos, entre 1875 y 1886 intentó derribar la monarquía con pronunciamientos; el último y de mayor difusión fue el del brigader Villacampa en Madrid en 1886.
Desde 1886 los republicanos participaron en los procesos electorales, dirigidos por Nicolás Salmerón, artífice de la Unión Republicana. De este partido se escindiría tras la muerte de Ruiz Zorrilla en 1895, el partido Radical de Alejandro Lerroux en Barcelona y de Blaco Ibáñez en Valencia.
Frente al republicanismo radical y revolucionario existía un grupo, llamado “posibilista”, de tenencia más moderada y dirigida por el expresidente de la I República, Emilio Castelar.
El republicanismo federal de Pi i Margall se transformará, a fines del siglo, en los movimientos nacionalistas de Almirall en Cataluña, Arana en Euskalerría o de Brañas en Galicia.
DERROTA Y DIVISIÓN DEL CARLISMO
El general Martínez Campos puso fin a la 3ª guerra carlista (1872-1876): en 1875 derrotó a los carlistas del interior de Cataluña y, desde entonces, junto al general Primo de Rivera, intervino en Navarra y País Vasco. Concluyó la guerra en febrero de 1876 tras las batallas de Montejura y Estella y la dispersión de las tropas enemigas. Gran parte de los carlistas de Cataluña, Navarra y País Vasco atravesaron la frontera francesa para, desde allí, intentar obtener la corona de España para su candidato. Don Carlos de Borbón.
Algunos carlistas, impulsados por las ideas de Cabrera, se fueron integrando en el sistema, otros, sometidos a las ideas de Nocedal actuaron desde la clandestinidad y se negaron a obedecer al pretendiente desde 1888.
EL MOVIMIENTO OBRERO
Los primeros años de la Restauración bajo el gobierno largo de Canovas (1875-1881), terminaron con la única organización obrera de importancia durante el sexenio: la FRE (sección española de la 1ª Internacional)
En los años 89, entre el primer (1881-1883) y el segundo (1885-1890) gobierno de los liberales de Sagasta, se producen medidas liberalizadoras con la consolidación de movimientos obreros tras la ley de Asociaciones de 1887.
Los anarquistas, obreros catalanes y campesinos andaluces principalmente, en el Congreso de Barcelona (1881) crean la FTRE (Federación de Trabajadores de la Región Española).
Los anarquistas de Cádiz eran partidarios de las acciones directas. Protagonizarán diversas huelgas y revueltas campesinas, destacando la Mano negra, nombre dado por el gobierno y la prensa oficial a una “asociación secreta” y terrorista, cuyos actos alteraban el orden público y perjudicaban a los propietarios andaluces.
Los socialistas, bajo la dirección de Pablo Iglesias, fundaron en Madrid en 1879, el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), cuyas ideas se divulgaron desde 1886 a través del periódico el Socialista. En 1888 nace el sindicato UGT (Unión General de Trabajadores)
REGIONALISMO Y NACIONALISMO
CARACTERES REGIONALISTAS
Los primeros movimientos nacionalistas en la España de fines de siglo XIX se plantean en Cataluña y País Vasco. Ambas han tenido un desarrollo industrial muy superior al del resto de España, protagonizando por una influyente y rica burguesía. Esta situación unida a la existencia de una lengua propia en determinadas regiones servirá para que diferentes regiones promuevan su valores tradicionales. (Galicia, la inmigración; País Vasco, juegos y deportes ancestrales; Cataluña, literatura sobre Catalumña, impulsado por Jacinto Verdaguer.
Un elemento común de catalanes, vascos y gallegos es la definición de su “hecho diferenciador” por parte de intelectuales nacionalistas -Sabino Arana en Vizcaya, Brañas y Murgía en Galicia y Valentí Almirall y Prat de la Riba en Cataluña-, que mantienen sus lenguas propias y el recuerdo de su diferenciación histórica. En Cataluña y Galicia, además un grupo de escritores y artistas defienden el catalanismo a través de la Renaixença y el galleguismo a través del Resurdimento.
EL ORIGEN DEL NACIONALISMO VASCO.
Una consecuencia de la guerra carlista de gran trascendencia política para las provincias Vascongodas y Navarra fue la ley de 21 de julio de 1876, que limitó extraordinariamente su antiguo régimen foral, al obligarles a cumplir el servicio militar y contribuir con una serie de impuestos semejantes a los que pagaban el resto del Estado, aunque se mantiene con una serie de conciertos económicos especiales.El sentimiento nacionalista Vasco se basa en un complejo de superioridad sobre el resto de las regiones españolas. Se basa en:
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Los vascos se sentían orgullosos de su lengua, sin intromisiones ni barbarismos lingüísticos.
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Modernización económica del territorio, se vieron capacitados para modernizar económicamente el País Vasco. El gran desarrollo de la banca y de las industrias siderometalúrgicas y naval crearon una importante clase media-alta vasca y un nuevo proletariado urbano, que rompe la imagen del tradicional vasco ultraconservador, carlista y católico.
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La sociedad vasca había alcanzado un nivel de comportamiento moderno que no lo había conseguido otra ciudad española. Comenzó a recibir turistas, se planificó el desarrollo urbanístico de las ciudades...
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La raza, en los últimos años del siglo XIX se estudió la Raza Vasca y se llegó a la conclusión de que era un raza que lindaba con la pureza de origen celta.
Los Vascos que se consideraban superiores sentían que los españoles trataban de humillarlos porque les quitaban cosas que eran suyas como ocurrió en caso de los fueros. Opinaban que su relación don el estado español debía ser preferencial. Por estas razones pensaban que se debía de formar un partido político que defendiese esos derechos (Defender y “amenazar” con el Independentismo).
Loa valores propios de los vascos fueron defendidos por Sabino Arana, creador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895, con una junta política o Bizcai-Buru-Batzar, presidido por él. Nació y creció su ideología en Vizcaya (bizcaitarrismo, por las ideas aparecidas en el periódico Bizcaitarra), tras publicar en 1883 Arana su obra “Bizcaya por su independencia”. En 1898 entra Arana en la Diputación Provincial de Bilbao y desde entonces el PNV modera su ideología, olvida, en parte, sus deseos independentistas y los sustituye por la petición de una mayor autonomía. El PNV, es un partido burgués Vasco, de derechas, que cuando quiere enfrentarse a Madrid toma posiciones típicas de izquierda.
EL RENACIMIENTO DEL CATALANISMO
El catalanismo del período de la Restauración es heredero directo del federalismo republicano de Pi i Margall, que Almirall volvió a revitarlizarlo entre 1879 y 1881 a través del periódico Diari Catalá.
En el sentimiento catalán existe un complejo de superioridad. A diferencia del nacionalismo vasco, no amenazan con la Independencia, y su superioridad no recae en razas, ni lenguas puras, sino en el fruto de su trabajo. Mientras que los vascos se comportan de una manera egoístas, el nacionalismo catalán no es separatista, pretende que se le valore y que se le premie y reconozca por el conjunto de los españoles. Se basa en:
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Tienen una legua y literatura consolidada.
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Historia. Mientras que el resto de España, seguía un modelo de historia paralelo a la de Castilla. Cataluña formó su propia identidad
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El progreso económico de Cataluña es importante. Mientras que en el País Vasco los beneficios del desarrollo industrial se ha reinvertido en el País Vasco y han tomado una actitud bastante autárquica, en cambio Cataluña se necesita a España para dar salida a sus productos, es su mejor cliente; también España necesita a Cataluña.
En 1880 Almirall reunió en Barcelona el Primer Congrés Catalanista. En 1885 participó en la redacción del Memorial de Greuges o Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña que un grupo de catalanes envió al rey Alfonso XII, y por último en 1886 publicó su libro Lo Catalanisme, en el que se recuerda los episodios más destacados de la Historia de Cataluña y se sientan las bases de un movimiento político catalán. Éste quedará definido en d1892 por Almirall y Prat de la Riba en las famosas Bases de Manresa (en las que se hacen una serie de peticiones al gobierno de Madrid.
La crisis de los noventa facilitó la difusión de las ideas catalanistas. Los propietarios rurales y gran burguesía del comercio e industria, hasta entonces integrados en el sistema de la Restauración, se alían con los defensores del catalanismo (Almirall, Prat) en una coalición catalana que triunfa en las elecciones de 1901 y que será el núcleo originado del primer partido catalanista conservador. La Lliga Regionalista, de Cambó y Prat de la Riba.
LA DESCOMPOSICIÓN DEL GOBIERNO CANOVISTA
En el período que cubre el reinado de Alfonso XII (1902-1923) se pone de mainifiesto
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Enviado por: | Chantel |
Idioma: | castellano |
País: | España |