Sociología y Trabajo Social


Secuestros


SECUESTRO EN EL DISTRITO FEDERAL

DE ENERO A MAYO DE 2004

Alumno:

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Capítulo 1: El secuestro: Manifestación de la violencia social.

  • Aspectos históricos del secuestro

  • El secuestro no es único ni particular a una región, nación, o periodo de tiempo. Desde hace siglos esta forma de agresión ha sido usada para extorsionar a la sociedad. Podemos citar que las tribus vikingas, las célticas y germanas usaban constantemente el secuestro y rapto de mujeres o bienes para conseguir sus propósitos.

    A pesar de que se piensa que el secuestro es una nueva modalidad de delito, o mejor, un producto de la época moderna; dicho acto tiene vigencia desde los tiempos primitivos cuando, según la tradición, hubo casos innumerables de secuestros de príncipes, princesas, héroes etcétera. No solamente con el propósito de obtener beneficios y recompensas en especie y dinero, sino también para fijar condiciones de guerra.

    En las grandes obras griegas de Homero también se encuentran varios relatos referentes al secuestro tanto en la Ilíada como en la Odisea. De hecho el tema central de la Ilíada es el rescate de la bella Elena llevado a cabo por Aquiles en contra de la ciudad de Troya. Es importante destacar que el gran poeta griego acepta la violencia sin sentimentalismos como un factor de la vida humana. Tres mil años no han cambiado esta condición humana en tal aspecto.

    Hacia 1500 antes de Cristo, la piratería había echado hondas raíces en

    Grecia, Libia, Egipto y Sicilia y constituido bases significativas para acrecentar el crimen que se cometía en el mar, y así mitificar y casi legalizar el sistema. En esos momentos iniciales de la piratería fue cuando el "secuestro" llegó a su apogeo y se consolidó como sistema económico. En la antigüedad, el secuestro era una forma normal de sometimiento o comercio de personas, pues la superioridad era dada por las artes bélicas, y quien vencía tenia el derecho de tomar para si el territorio conquistado, además de las personas derrotadas.

    Por las múltiples guerras entre los pueblos se empezó a comerciar con las personas libres caídas en cautiverio. Así nació la esclavitud. Los fenicios plagiaban a doncellas y mancebos griegos y exigían por ellos un rescate, o los enviaban a Délos, una isla del Egeo, centro internacional de este tipo de negocio.

    En el mundo romano se practicaba el crimen plagíum, que consistía en el rapto de esclavos para apropiarse de éstos. El secuestro era utilizado por el Imperio para derrotar a sus enemigos, pues capturaba a las principales personas de un reino para cobrar rescate por ellas.

    Los romanos usaron el secuestro como política interna para acabar con las rebeliones al secuestrar tribus enteras enviándolos a otros países y regiones.

    Desde la Colonia, México ha padecido ciclos de gran inseguridad y violencia criminal. Aunque se tienen pocas evidencias de secuestros, en algunas notas impresas se han detectado raptos. Durante el Porfiriato, aumentó la vigilancia en los barrios pobres y se impusieron castigos muy severos a los criminales. En la primera etapa de la dictadura los asesinatos de delincuentes a manos de los policías no eran cosa excepcional, pero más tarde el castigo severo se legalizó adecuando la letra de la ley con el espíritu de la época.7 El primer secuestro del siglo XX en México se llevó a cabo el nueve de febrero de 1913 por la banda del automóvil gris.

    Durante los dos primeros tercios del siglo XX no pasó de ser un evento aislado, fue hasta la segunda mitad de la década de los setenta en donde se manifestó de manera importante y con carácter de tipo político, que amenazaba al poder político establecido.

    En Latinoamérica, la subversión empieza a dedicarse al secuestro en los años sesenta. Luego del triunfo de la Revolución cubana se desató una comente de simpatías y de solidaridad con la gesta revolucionaria, especialmente entre la juventud de inclinación marxista y comunista. Desde 1968, el terrorismo se ha ido internacionalizando cada vez más con el crecimiento hasta proporciones de epidemia, de los secuestros aéreos y el rapto de diplomáticos, especialmente en Latinoamérica.

    El secuestro ya no es solamente el arma de extremistas revolucionarios contra un determinado gobierno, se ha convertido en una industria en crecimiento en Latinoamérica, Europa y Asia. El secuestro refleja el carácter de los delincuentes que lo cometen. Pero en cierto grado refleja el carácter entero de la sociedad.

    De esta manera el secuestro en Latinoamérica ha alcanzado cifras aterradoras ya que dichos grupos criminales y extremistas lo usan como medio de lucha que cumplen dos propósitos: causar impacto psicológico y financiar sus causas políticas o delictivas.

    Otra de las cosas que hay que considerar es la mutación que está teniendo la delincuencia organizada, que antes se dedicaba al narcotráfico y que, por motivos de sus pugnas internas o por otras razones, se ve impedida para continuarlo, por lo que han encontrado en el secuestro una actividad de poco riesgo que genera grandes ganancias. De igual manera las pequeñas bandas que se ocupaban, entre otras actividades al abigeato, han cambiado de actividad, para dedicarse al secuestro de personas del medio rural.

    Los secuestros no afectan únicamente a los grandes empresarios, a personas con gran capacidad económica o a sus familiares. De hecho, por los riesgos que corren se han visto obligados a extremar medidas de segundad; por ello los secuestradores se fijan en objetivos más accesibles aunque el monto a obtener como rescate sea menor.

    Se sabe que han sido victimas de este tipo de delitos personas pertenecientes a la clase media o baja, por quienes han solicitado cantidades irrisorias para su liberación. Así, tenemos que a la larga lista de empresarios o hijos de éstos, estudiantes, ganaderos, periodistas, legisladores, sacerdotes, narcotraficantes, funcionarios; se agreguen campesinos, burócratas y maestros, también han sufrido las consecuencias de los secuestros.

    Ese ciudadano común que no tiene ninguna razón para creer que constituye un blanco de secuestro, puede verse elegido entre otras posibles victimas, para el logro de los fines, ya sean políticos o, lo que es más frecuente en nuestro país, para la obtención de un rescate.

    El secuestro, al igual que cualquier otro crimen, flagela el carácter de la gente. Esta es una penosa realidad que a la sociedad no le gusta confrontar. Debido a que otras premisas son más fáciles de aceptar, y otras más fáciles de controlar. No hay soluciones para reformar el carácter delictivo en ciertos miembros de la sociedad, principalmente por su múltiple causalidad.

    El secuestro, al igual que cualquier otro delito, no son acontecimientos esporádicos. Son parte del comportamiento humano a través de la historia. Algunos filósofos consideran que el hombre es esencialmente bueno y que, dotado de oportunidades se desarrollará como en una buena persona. Otros conciben que el hombre es esencialmente malo y creen que debe ser controlado para su propia protección y la existencia de una sociedad ordenada. Para los primeros, la libertad es esencial como medio del desarrollo integral del hombre Para los últimos, la libertad sólo traerá las debilidades básicas, el egoísmo y ambición inherente en el hombre, quien por ende debe ser disciplinado y controlado de sus instintos más básicos

    Todas aquellas cualidades que determinan quiénes somos, también son en parte, las que causan nuestra capacidad de cometer crímenes. Herencia y ambiente, la interacción del individuo y la sociedad, la totalidad de las experiencias humanas y su naturaleza humana, hacen de tales elementos la base para el origen del crimen. Ninguno de estos elementos por si solos pueden dar-nos la respuesta para prevenir efectivamente las conducías antisociales. especialmente aquellas que llevan al individuo a cometer un secuestro

    Lo que sabemos a ciencia cierta es que el secuestro es perpetuado por individuos a quienes les importa muy poco la vida de otros, tienen tan poco respeto al sistema legal y normativo de la sociedad en la que se desenvuelven y su objetivo los lleva a vejaciones, que pueden terminar inclusive con la vida de su victima.

    En tanto la sociedad tenga individuos así y las condiciones de impunidad-corrupción no cambien, los secuestros continuaran. Sin importar la efectividad del gobierno en combatir y controlar este tipo de crimen: mientras existan ciudadanos dispuestos a violar la ley, y la sociedad y sus autoridades no lleven a cabo los cambios estructurales fundamentales, la competencia de antemano está ganada por la delincuencia.

    En Latinoamérica, bien puede concluirse que la naturaleza conspiró para hacer la inestabilidad social y el crimen del secuestro parte de la historia y la sociedad. Los europeos institucionalizaron el secuestro para conquistar el continente, pronto esclavizaron a los nativos e importaron esclavos negros del África para, a través de la brutalidad y crueldad, establecer ciudades con un sistema de explotación de las riquezas. Pero en el proceso establecieron una mezcla de religiones, culturas, razas y gente, quienes tuvieron que enfrentarse al trauma de asimilar ideologías e idiosincrasias de diferentes países y continentes con amplias disparidades sociales, culturales y raciales. Esto eventualmente ha creado un nuevo ambiente de inestabilidad social, económica y racial, que a su vez debe enfrentarse a los problemas inherentes de las poblaciones masivas, alta urbanización y desarrollo tecnológico. Al considerar todas las presiones de cambio en el continente latinoamericano y en cierto grado estadounidense, puede asegurarse que nuestras sociedades han soportado la tormenta del cambio y turbulencia histórica más allá de lo que ninguna otra gente ha tenido que soportar en toda la historia de la humanidad. México no escapa a este entramado panorama, en los últimos seis meses de 2001 fueron secuestrados más de cien ejecutivos de empresas, con demandas cada vez más cuantiosas que sobrepasan los dos millones de dólares, a lo anterior debe agregarse que la situación está relacionada con impunidad y corrupción, basta con señalar que en el caso de México, la policía se ha visto involucrada en varios secuestros de sus propios ciudadanos y extranjeros. Entonces los ciudadanos empiezan a ver con ojos llenos de miedo a sus ciudadanos prójimos, al igual que a las autoridades.

  • Principales causas y tipos de secuestro.

  • Las causas del secuestro son varias, principalmente sociales, sicológicas, económicas, culturales y aun religiosas. Indudablemente que la causa más común es el dinero, el cual se encuentra generalmente en las raíces de todo crimen. Las ganancias ostentosas obtenidas por los delincuentes han hecho de este delito, junto con el narcotráfico, uno de los de mayor impacto y daño social.

    Es difícil realizar una clasificación de los secuestradores debido a lo variado del crimen. Sin lugar a dudas los factores comunes que tales individuos comparten son la falta de ética y valores morales, combinado con la falta de respeto a la vida y dignidad humana. La magnitud de estas fuerzas o la falta de las mismas son quizá los factores determinantes que conducen a dichos individuos a cometer tal crimen.

    También debemos admitir que algunos secuestros son realizados por presiones de la sociedad o su situación especifica, sea económica y mental, lo cual lleva a ciertos individuos a cometer actos sin pleno control de sus facultades e ignorando sus principios morales y éticos.

    Si tomamos en cuenta la diversidad causal de este delito, podrá intentarse un acercamiento a los tipos de secuestro, sin pretender abarcar todos y cada uno de los que se cometen.

    Capítulo 2: Clasificación del delito de secuestro.

    2.1 Secuestro simple.

    Esta figura se establece en el caso de arrebatar, sustraer, retener u ocultar a una persona, pero con fines o propósitos diferentes a la exigencia de un rescate. Este fenómeno se clasifica así;

  • Rapto.

  • Ejecutado normalmente por familiares, sobre todo cuando se trata de menores de edad y son arrebatados por uno de sus padres, abuelos y empleadas del servicio. También es frecuente el caso de amantes cuando uno de ellos es menor de edad.

  • Simplemente propiamente dicho.

  • Cuando se trata de ocultar a una persona con fines distintos a los extorsívos.

    2.2 Secuestro extorsivo.

    Consiste en arrebatar, sustraer, retener u ocultar a una persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, para que se haga o se omita algo. con fines publicitarios o políticos. El secuestro extorsivo a su vez se subdivide en eco-nómico y político.

  • Económico.

  • Llevado a cabo por los delincuentes con fines absolutamente de orden pecuniario, es en la actualidad el de mayor comisión por parte de bandas organizadas, grupos rebeldes o delincuentes que se unen solamente para ejecutar la acción delictiva.

  • Político.

  • Secuestros que son realizados con un propósito exclusivo con demandas especificas, ya sea para darle publicidad a una acción de carácter político, para exigir la acción u omisión con respecto a políticas o acciones de un gobierno. Igualmente los que demandan la abolición de una medida de carácter gubernamental.

    2.3 Secuestro profesional

    Ejecutado por grupos entrenados y bien organizados que trabajan con un plan diseñado. La víctima, igualmente, ha sido bien seleccionada por reunir ciertos factores. Estos casos se presentan en áreas urbanas y semiurbanas, aun cuando la victima pueda ser trasladada de inmediato a una zona rural.

    2.4 Secuestro improvisado

    Efectuados por criminales sin experiencia y bien organizados mucha educación, quienes llevados por la ambición e ignorancia creen que las acciones son fáciles para el logro de sus objetivos. Los criminales de esta categoría son muy variados y se encuentran desde campesinos hasta menores de edad.

    2.5 Secuestro de aviones

    Esta modalidad delictiva del terrorismo aéreo expone al peligro a un número mayor de personas. Su ejecución siempre ha estado bajo la autoría de grupos extremistas que con sus acciones espectaculares han puesto al mundo a la expectativa.

    2.6. Secuestro de vehículos y otros bienes

    Se diferencia al robo común de vehículos en el sentido que el auto es arrebatado del propietario del vehículo a quien se le exige el pago de una cierta cantidad para la devolución del mismo.

    En los últimos acontecimientos aparece la extorsión de los padres. por medio de autosecuestro, organizado por alguno de los hijos(as) en compañía de amigos(as), y que le exigen a los padres cantidades necesarias para su propia satisfacción de necesidades inmediatas. Situación que da cuenta de una verdadera descomposición social e individual con carencia de los mínimos valores.

    2.7 Autosecuestro

    En los últimos meses el autosecuestro se ha convertido en una jugosa inversión. Este hecho delictivo va desde aquel que se autorroba, transportistas, empresarios, comerciantes, estudiantes, parejas en conflictos y jóvenes que solicitan cantidades de dinero a sus padres para vengarse o solventar gastos extras.

    Capítulo 3: Los Delincuentes.

    3.1 Conformación de una banda de secuestradores

    Los secuestradores pueden ser personas que en su vida ordinaria simulen ser ciudadanos dedicados a un trabajo honesto, abnegados padres de familia y cumplidos esposos, pero que como actividad oculta, dedican su tiempo extra a esta ocupación que es considerada como una de las más desagradables del mundo del hampa.

    Generalmente una banda de secuestradores comunes está conformada de la siguiente manera:

    • Iniciador: es la persona que suministra la información d< la victima a la banda.

    • Plantero: individuo que facilita y financia los recursos necesarios para llevar a cabo el objetivo.

    • Grupo de aprehensión o “levante”: delincuentes encargados de aprehender a la victima y trasladarlo al lugar de cautiverio.

    • Grupo de vigilancia: se encarga de la vigilancia, cuidado y mantenimiento del secuestrado en el lugar de cautiverio.

    • Negociador: persona o personas encargadas de negociar la liberación de la víctima. También recogen el dinero acordado con la familia del secuestrado.

    Las organizaciones delincuentes dedicadas al secuestro, tienen un esquema similar a una empresa legalmente establecida, donde cada uno de sus miembros tiene funciones especificas a realizar. Para cada secuestro se requiere en promedio de seis a ocho individuos destinados a distintas labores.

    3.2 Planificación del secuestro

    Una vez seleccionada la victima y con el objeto de preparar el plan, los delincuentes se dedican a observar y recolectar la siguiente información:

    1) Ubicación de la residencia.

    2) Lugar de trabajo.

    3) Hora de salida de la residencia.

    4) Rota de desplazamiento entre la residencia y lugar de trabajo.

    5) Hora de ingreso al sitio de trabajo.

    6) Lugar de estacionamiento del vehículo.

    7) Trayecto recorrido a pie.

    8) Lugares que acostumbra a visitar dentro de su horario de trabajo.

    9) Personas que normalmente lo acompañan.

    10) Hora de regreso a la residencia y rutas.

    11) Lugares de diversión que frecuenta, días y horas.

    12) Actividades que acostumbra los fines de semana.

    13) Propiedades que posee y capital representado.

    14) Facilidad en la obtención del dinero líquido, ya sea con venta de propiedades, créditos bancarios o préstamos de terceros.

    El secuestro trae consigo consecuencias en todos los campos de la sociedad. El alto riesgo de ser secuestrado en América Latina, y en particular en México, es uno de los factores influyentes en las decisiones de inversión de las multinacionales y esto puede afectar en diferentes grados la economía, igualmente puede citarse el efecto en la industria del turismo.

    El factor psicosocial sería el más golpeado por las consecuencias del secuestro. Se tienen en cuenta las siguientes consideraciones:

    1) Obstaculiza la seguridad de los servicios públicos y los hace costosos.

    2) Genera aumentos injustificados del gasto público, afectando proyectos que están encaminados a cubrir las deficiencias sociales.

    3) En cuestiones de salud, las víctimas quedan sufriendo el trauma emocional para toda la vida.

    4) Los gastos multimillonarios para combatir este crimen incrementan los montos del endeudamiento externo e interno, cuando el dinero que debió destinarse a otros servicios públicos son gastados en equipo tecnológico, militar y entrenamiento de las fuerzas policiales en tácticas antisecuestros, originándose la espiral creciente de las deudas y el incremento de la insatisfacción de las necesidades básicas de la población, cuyas consecuencias a la postre desembocan en inestabilidad social y económica y en la mala imagen de cada país.

    5) Al afectar los valores culturales y morales; el secuestro es uno de los crímenes más abominables y su adopción por parte de miembros de la sociedad muestran un deterioro y degeneración de las costumbres, de la pérdida de valores políticos, morales y culturales de los ciudadanos de una nación.

    La pérdida de los valores se refleja en la violencia institucional, delincuencial y guerrillera, en violación de los derechos humanos, en el deterioro ambiental, en la indisciplina social, y en la crisis de autoridad.

    Capítulo 4: Ilustración cuantitativa del secuestro y sus operadores.

    4.1 En Latinoamérica

    Es indudable que el secuestro por rescate ha alcanzado una cifra escandalosa en Latinoamérica, así extranjeros, técnicos especializados, misioneros, ejecutivos adinerados, jefes de policía y sus respectivas familias están especialmente en riesgo. Oficialmente hubo más de 6,500 secuestros en 1995. sin embargo, números actuales pudiesen ser tres o cuatro veces esa cifra.

    En las décadas anteriores, el secuestro estuvo confinado gran parte a los grupos izquierdistas que buscaban financiar actividades revolucionarias. En la actualidad, el secuestro se ha convertido en una industria criminal multimillonaria.

    Los secuestradores de hoy en día son varios: guerrillas, ex guerrillas, pandillas criminales, carteles de droga, criminales comunes y policías corruptos.

    La apertura de los mercados latinoamericanos, conjuntamente con la búsqueda de inversión extranjera, trajo el flujo de extranjeros y locales para diferentes oportunidades de negocio, esto a su vez ha traído oportunidades para los secuestradores. Al mismo tiempo, la creciente disparidad entre los ricos y los pobres crean un ambiente de inestabilidad socioeconómica que se refleja en la escalada de estadísticas criminales. Sin embargo, las estadísticas existentes con respecto al secuestro no son un reflejo de la realidad debido a que la mayoría de casos no son reportados. Aun así el total de 6,500 secuestros en 1995 es un número mayor que en cualquier otra región del mundo. Colombia es el líder de este mercado, con más de 1,500 secuestros al año, seguido por Brasil y México.

    Si bien es cierto que el secuestro ya se había convertido en un problema grave en varios países latinoamericanos desde los años ochenta; en esta década el miedo al secuestro se ha convertido en terror general debido a la variedad de éstos y a la organización criminal de los mismos. Los secuestradores operan de una manera más amplia y sofisticada. Uno de los cambios más notables es el secuestro de ciudadanos no tan adinerados, tales como empresarios o industriales de la pequeña industria, profesionistas, comerciantes, etcétera, quienes tienen acceso a dinero efectivo, y quienes por naturaleza son mas fáciles de secuestrar por no contar con guardaespaldas, como los ejecutivos de alto rango de empresas multinacionales.

    En México el secuestro ha adquirido un grado virulento de aproximadamente 1,500 a 2,000 secuestros de ejecutivos en 1995, en consecuencia, muchas corporaciones emplean personal de seguridad altamente entrenado a un costo muy elevado. Los pagos de rescate son tan variados que pueden ser de apenas 1,000 dólares a varios millones de dólares. En los últimos meses el secuestro se ha "democratizado" ya se practica en barrios pobres o zonas rurales donde el pago del rescate no sobrepasa los cientos de pesos.

    Debe admitirse que parte del problema en Latinoamérica es la desconfianza de la población en la policía y el sistema judicial. Expertos sospechan que miembros corruptos de la misma policía han estado involucrados en varios secuestros. Tales casos más notorios en México.

    Es importante anotar que los guerrilleros latinoamericanos, entre ellos los colombianos, proceden fundamentalmente de grupos de estudiantes y graduados universitarios, acostumbrados a próspero nivel de vida, que en ocasiones reaccionan contra resentidos por la falta de oportunidades que sus respectivas sociedades les ofrecen. Debido a su educación, son los más prolíferos en la producción de literatura terrorista.

    Organizaciones criminales del secuestro:

    A) Grupos subversivos: ELNFARCEPL. EPR y FARP (a otros).

    B) Bandas de delincuencia organizada.

    C) Grupos paramilitares.

    D) Otras organizaciones.

    Por otras organizaciones se entienden aquellas que en forma esporádica realizan secuestros, como son: los narcotraficantes aseguran el cobro de cuentas, pequeños grupos terroristas urbanos y grupos de delincuentes temporales que se unen solamente para efectuar un secuestro, generalmente con la participación familiares muy allegados de la víctima.

    Todas estas circunstancias han causado graves consecuencias políticas y económicas para los países citados. La inversión extranjera es reducida debido a que las corporaciones multinacionales se ven forzadas a tomar medidas que les permita estar preparados en caso de sufrir problemas relacionados con el secuestro. En vista de lo cual han creado políticas darás que tratan de delinear cómo realizar pagos de rescate y los efectos que conllevan estos incidentes. Además de crear presupuestos que les permita gastar en seguridad adicional y medidas preventivas tales como carros blindados, guardaespaldas, sistemas sofisticados de seguridad, etcétera.

    4.2 En Estados Unidos

    En los Estados unidos el secuestro es castigado con la pena de muerte o cadena perpetua por ser un crimen federal; sin embargo, cada estado tiene su propia ley antisecuestro. Al igual que en el resto del mundo, el secuestro se ha presentado para causar conmoción en la sociedad. Sería muy extenso hacer un recuento histórico y nos atenemos a analizar la situación actual.

    Uno de los retos mas grandes que enfrenta la sociedad es el alarmante incremento en el secuestro de niños. Cada año miles de niños son victimas del mismo, raptados en jardines de infancia o en parques de recreación, a veces a la fuerza y otras con artimañas como pedirles que les ayuden a buscar un cachorro perdido, con promesas de llevarlos al cine y comprarles algo.

    La mayoría de los secuestros en este país no son a largo plazo ni son muy bien planificados. Al mismo tiempo que son perpetrados por pandillas callejeras conocidas como gangs, o por personas adictas a la droga, desatinados mentales y criminales principiantes. Lamentablemente el índice de peligro y mortalidad es más elevado que en otros países debido precisamente a estas circunstancias.

    4.3 El secuestro en México

    El delito de secuestro está relacionado con toda una serie de factores que impiden se esclarezca. Uno de ellos es la impunidad, la falta de denuncia, de conocimiento y de información confiable sobre el tema.

    Uno de los factores generadores de violencia en México fue en un principio, el nivel de pobreza y desempleo, que se agravó a partir de 1994, lo que indujo a muchas personas a cometer desde robos hasta asaltos a mano armada o secuestros que implicaron lesiones graves o inclusive la muerte. Sin duda la brecha económica entre grupos sociales privilegiados y la mayoría los pobres mexicanos es otro de los principales generadores de violencia.

    Sin embargo, algunos delitos como el secuestro merecen un estudio más general en cuanto a las causas que lo generan, ya que la “industria del secuestro" se ha convertido en una fuente inagotable de recursos para los criminales, pues de los cientos de casos que se han cometido, muy pocos han sido aclarados, y por ello los índices de violencia en este rubro se multiplican. El secuestro es de los hechos delictivos que más cifra negra registra nuestro país.

    El 9 de febrero de 1913, aprovechando la confusión de la "decena trágica", cuando los insurrectos generales Félix Díaz y Manuel Mondragón ordenaron abrir fuego a los cañones del Fortín de la ciudadela, varios dispararon, perforaron un sector de la muralla de la cárcel de Belén y muchos reclusos lograron evadirse. Así surgió la "Banda del automóvil gris” cuyos integrantes, utilizando la tecnología del entonces mundo moderno, el automóvil se dedicaron al "cateo" y al secuestro.

    El 7 de abril de 1915 fue su primer golpe (cateo) en contra de los señores Henríquez Pérez y Salvador Toranzo, quienes vivían en la calle de Colón, numero 5, para ello alquilaron un automóvil de la marca Lancia. Los siguientes atracos resultaron muy sencillos, por lo que algunos de los integrantes de la banda se confiaron y cometieron una imprudencia que les impidió utilizar órdenes de cateo, entonces, los españoles. Higinio Granda (jefe de la banda) y Francisco Oviedo, juntó con el mexicano Santiago Risco optaron por secuestrar personas y exigir rescate.

    La primera victima de secuestro, el 10 de julio de 1915, fue la joven de origen francés. Alicia Thomas, hija de Francois Thomas, prominente hombre de negocios. Esto provocó un escándalo diplomático.

    Para conseguir sus propósitos se valieron de Mariano Sansí, un "apache" (el que vive de las mujeres galantes), de regular fama en los barrios bajos de París, para que sedujera a Magdalena González, sirvienta de Alicia. Se enteraron así de la visita que la joven realizaría, unos días después, a una familia amiga, por lo que con toda celeridad se dedicaron a celebrar una serie de reuniones en su guardia El grano de arena, antro localizado en el barrio de La bolsa para afinar los detalles del plagio que pensaba cometer.

    El día señalado, la señorita Alicia Thomas y su sirvienta fueron interceptadas en el cruce de las calles Colón y San Diego, enfilaron por Paseo de la Reforma, al llegar a la glorieta del monumento a Cristóbal Colón dejaron ir a la sirvienta Magdalena González para que le hiciera saber a su patrón las demandas de los secuestradores. Cien mil pesos en oro por el rescate.

    La banda junto con su victima se dirigió al Grano de arena en la colonia de La bolsa, Granda en ese lugar les asignó a los integrantes diversas actividades, tales como: vigilar la residencia Thomas, apostar centinelas en el mismo barrio de la Bolsa, mientras Francisco Oviedo y Santiago Risco se quedaban a custodiar y vejar a la joven.

    El señor Thomas acompañado del encargado de negocios de su representación diplomática se presentó ante la comandancia militar de la plaza para denunciar los hechos ante el general Amador Salazar. El señor Thomas tardó tres días en reunir el dinero para entregarlo, de acuerdo con una nota, en un sitio dentro del Bosque de Chapultepec. Por la noche regresó su hija en un estado deplorable, el señor Thomas de nuevo se quejó ante el general Amador Salazar, pero en esos tiempos de conflicto entre las diversas facciones revolucionarias las autoridades eran impotentes para solucionar el grave problema de delincuencia.

    Fue gracias a que el señor Enrique Pérez, primera victima de la banda, agraviado porque un español que portaba el uniforme del Ejército Zapatista lo había asaltado, contrató en lo particular a un famoso detective. El 20 de julio de 1915. Granda fue aprehendido en las afueras de una vecindad, donde vivía Isabel León, su segunda amasia, localizada en la calle de Concheras en el cruce con Santo Domingo. Al enterarse los demás miembros de la banda, se dispersaron y ocultaron en los barrios donde se hallaba establecido el imperio del hampa capitalina. Aunque después volvería a reagruparse gracias al turbulento entorno revolucionario y acabañan, algunos asesinados y otros ejecutados.8

    4.4 El secuestro en el Distrito federal

    Sin considerar la cifra negra, en el Distrito Federal al menos cada 48 horas, una persona es privada de su libertad por algún secuestrador.

    Estadísticas de la Procuraduría de Justicia local revelan que desde el primer día de este año y hasta la tarde de ayer 72 personas han sido plagiadas.

    Para exigir rescates que pueden ir desde los cinco mil pesos y alcanzar cantidades millonarias, los sujetos que se dedican al secuestro se han inclinado por atacar a empresarios y pequeños comerciantes o a sus familiares.

    8. Isla, Carlos, La Banda del automóvil gris, México, Universo México 1983.

    A pesar de las grandes sumas de dinero que piden los plagiarios a cambio de la libertad del secuestrado, los datos de la policía establecen que se paga entre el 3.7 y 3.9 por ciento de lo que originalmente se exige.

    Según indican los datos, a la fecha dos personas se encuentran encerradas en alguna casa de seguridad mientras que sus familias y la policía, realizan negociaciones para poder verlos vivos de nuevo.

    Del total de las denuncias de secuestro presentadas ante la Fiscalía para la Seguridad de las Personas e Instituciones de la PGJDF. el 25 por ciento; es decir 18, fueron casos en los que la persona plagiada era un menor de edad.

    A diferencia de lo sucedido en el caso de los hermanos Gutiérrez Moreno -plagiados en Coyoacán y después ejecutados las cifras indican que pocas veces los delincuentes asesinan a sus victimas.

    Y es que de los 72 secuestros denunciados en los últimos cinco meses, en cinco las victimas no han regresado con vida a sus hogares.

    Fuentes de la PGJDF explicaron que dentro de estos cinco casos, se encuentra el de un pequeño que fue asesinado en la colonia Santa María Aztahuacán cuando fueron descubiertos los plagiarios. En éste, al parecer, está implicado el padre del menor. El siguiente también es de una menor la cual fue hallada muerta en Magdalena Contreras. El tercero es el caso de un hombre que desapareció la noche de un sábado, y la mañana del lunes se le encontró dentro de la cajuela de un vehículo abandonado. El asesinato más reciente en un caso de plagio es el de los hermanos Vicente y Sebastián Moreno, quienes fueron secuestrados en Coyoacán y después encontrados sin vida en un basurero de Los Reyes La Paz, en el Estado de México.

    Las estadísticas con las que cuenta la fiscalía indican que durante los meses transcurridos de este año, agentes encargados de combatir el secuestro dirigidos por Jesús Jiménez Granados, han logrado capturar a 108 personas relacionados con 46 averiguaciones previas que fueron consignadas ante un juez.

    El secuestro y homicidio de los hermanos Vicente y Sebastián Gutiérrez Moreno es una muestra de que el crimen organizado y las mafias "rebasan ya a las autoridades policíacas capitalinas", denunció la integrante de la Comisión de Seguridad Pública Claudia Esqueda.

    La diputada del PRI en la Asamblea Legislativa consideró que "no valen excusas ni pretextos de las autoridades para resolver el caso, ya que no son crímenes del fuero común o federal, “esto es un agravio social y la ciudadanía exige respuestas inmediatas y Señaló que el secuestro es un delito que lastima a la sociedad en general, porque "se ha democratizado y ya no es privativo de gente con alta capacidad económica o personajes encumbrados, porque cualquier persona puede ser presa de este tipo de delincuentes”. Recordó que el gobierno capitalino tiene recursos para realizar obras viales importantes pero no alcanza el presupuesto para integrar un programa de seguridad integral para enfrentar a la delincuencia". Reiteró que en el D.F. hace falta la creación de un proyecto integral de procuración de justicia que impida que la libertad de estos criminales a través del endurecimiento de penas.

    “Esto no es un asunto de mediano o largo plazo, debe ser inmediato porque no deben mezclarse intereses partidistas o políticos”. 9

    72 Denuncias
    5 Homicidios
    18 Menores secuestrados
    4 Auto secuestros
    2 Actualmente plagiados
    108 Detenidos

    Conclusiones

    En la actualidad el secuestro se convierte en una amenaza individual, colectiva y de consecuencias para la mínima estabilidad socioeconómica del país. Un techo delictivo de este tipo afecta el aspecto económico, la estabilidad emocional y hasta la propia tranquilidad familiar. Cuando dicho delito ocurre en aquellos sectores de hombres de negocios, las repercusiones han llegado hasta la migración de individuos con sus recursos; afectando también la estabilidad social, económica y la imagen del país, con su consecuente baja en la inversión extranjera y a la industria turística.

    Para hacerle frente a una problemática como el secuestro es indispensable el conocimiento general del medio en el que se manifiestan los secuestros, así como las causas y los factores de los que depende.

    No queda duda que los altos índices de desempleo, la pobreza en la que se encuentra gran parte de la población, la falta de oportunidades, de educación, salud, etcétera, dan cuenta sólo de una parte del fenómeno al que nos referimos. En el otro extremo se encuentra la impunidad con la que se han manejado los secuestros, la falta de interés e incapacidad de las autoridades y sobre todo. la falta de información y cifras confiables.

    El secuestro no es un delito común ya que implica una organización particular, así como el acceso a información sobre las personas a las que se quiere privar de su libertad, aunado a los gastos en transportación, casas de seguridad y armamento.

    Todo lo anterior nos habla de bandas criminales perfectamente organizadas que dan la impresión muchas veces de estar dirigidas o protegidas por miembros policíacos o militares y es esta organización la que les permite exigir grandes sumas de dinero. Sin dejar de lado la globalización que también ha incorporado a las mafias internacionales.

    Atacar a la "industria del secuestro por las implicaciones y por ser una fuente inagotable de recursos para los criminales y socios es atacar la base misma de la inseguridad y corrupción. Es momento de detener esta industria, si no queremos caer en las realidades colombianas.

    Somos demográficamente más los ciudadanos que quieren vivir con tranquilidad, exigiendo y participando cambiemos y combatamos a esa minoría que desea seguir las leyes de la violencia y de la anomia.

    Llegó el momento de repensar la gravedad jurídica del delito que debe perseguirse de oficio y debe legislarse para no solo perseguir a los secuestradores, sino que se encuentren los procedimientos legales y públicos para que se les restituyan a sus legítimos dueños el dinero, joyas, propiedades y objetos pagados por el rescate. Será sin duda un mecanismo para sanear esta lacerante realidad y recuperar la credibilidad ciudadana.

    Bibliografía general

    Acuña. Pedro Pablo. “Seguridad e inseguridad urbana”. Sámago de Chile. 1998.

    Castro Rivera, Martha “Características sociológicas del suicidio y del homicidio en el Distrito Federal”

    Durkheim, E., El suicidio, Buenos Aires, Chapire, 1965

    Gonzáles Oropeza, Manuel. “Secuestrar para juzgar, pasado y presente de la justicia extraterritorial”, México, UNAM. Instituto de Investigaciones Jurídicas. 1998.

    Inignio, Alejandro, Bitácora de un policía, México, Grupo Editorial Siete, 1985

    Isla, Carlos, “La Banda del automóvil gris”, México, Universo México 1983.

    Robles, Martha, Periódico Excélcior, martes 28 de Agosto de 2001, p. 12-A

    Rosenberg Seifer. Florence, “Las formas que toma la violencia en el mundo contemporáneo en frente al silencio”. México, UAM-ILEF, 1999

    http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=127057

    http://wwwhtm.pgr.gob.mx

    ÍNDICE

    Introducción

    Págs.

    Capítulo 1: El secuestro: Manifestación de la violencia social.

    1.1 Aspectos históricos del secuestro ....................................................... 1

    1.2 Principales causas y tipos de secuestro................................................ 4

    Capítulo 2: Clasificación del delito de secuestro.

    2.1. Secuestro simple................................................................................. 11

    2.2. Secuestro extorsivo............................................................................. 11

    2.3. Secuestro profesional.......................................................................... 12

    2.4. Secuestro improvisado ....................................................................... 12

    2.5. Secuestro de aviones.......................................................................... 12

    2.6. Secuestro de vehículos y otros bienes ............................................... 16

    2.7. Autosecuestro...................................................................................... 16

    Capítulo 3: Los Delincuentes.

    3.1 Conformación de una banda de secuestradores ................................. 14

    3.2 Planificación del secuestro .................................................................. 15

    Capítulo 4: Ilustración cuantitativa del secuestro y sus operadores.

    4.1. En Latinoamérica ................................................................................ 17

    4.2. En Estados Unidos ............................................................................. 19

    4.3. El secuestro en México....................................................................... 20

    4.4. El secuestro en el Distrito Federal...................................................... 22

    Conclusiones............................................................................................. 35

    Bibliografía ............................................................................................... 37




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    Enviado por:El Motor
    Idioma: castellano
    País: México

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