Arte
Santillana del mar (Cantabria)
Santillana del Mar
Historia del Arte de la Baja Edad Media
Introducción:
El municipio de Santillana del Mar ha estado poblado desde la prehistoria, tal y como atestigua la Cueva de Altamira. Es con la llegada de la Alta Edad Media cuando se inicia el desarrollo de la villa de Santillana.
Entre los siglos VIII y IX se asienta en Santillana una pequeña comunidad religiosa y fundan un monasterio en el que se guardan las reliquias de Santa Juliana de Bitinia, a la que se dedicó el edificio, que fue el que dio el nombre a la villa en el siglo XII. ( Santa Juliana - Santa Illana - Santillana).
Este monasterio llegó a ostentar un importante poder económico y la villa, por la que transitaba el Camino de Santiago por la costa, se consolidó como núcleo de importancia.
En el siglo XIII las familias nobles de la villa fueron aumentando su poder, hasta que en el siglo XV se convierte en marquesado . Esta privilegiada posición monacal y nobiliaria otorgó a Santillana un rico patrimonio artístico con importantísimos ejemplos de arquitectura religiosa y civil.
Edificios religiosos y civiles:
Santillana cuenta con un patrimonio arquitectónico extraordinario, de hecho la villa está calificada como Conjunto Histórico Artístico desde 1943. El casco histórico está formado por construcciones homogéneas de piedra, en su mayor parte de los siglos XIV al XVIII. El conjunto de edificios se desarrolló en torno a una vía, que se bifurca más adelante en dos. Se estructura en torno a varios centros de funciones muy definidas. La Plaza de las Arenas está presidida por la Colegiata; la Plaza de Ramón Pelayo, que fue originalmente la plaza del Mercado presidida por las Torres del Merino y de Don Borja, así como la Casa Consistorial y el área de los conventos de Regina Coeli y de San Ildefonso.
Dentro de la arquitectura religiosa destaca la Colegiata de Santa Juliana, en torno a la que se desarrolló la villa. Esta colegiata proviene de un antiguo monasterio que nació en los siglos altomedievales, hacia los siglos VIII y IX, para custodiar las reliquias de Santa Juliana. Supuestamente la joven Juliana fue martirizada en Asia Menor durante las persecuciones emprendidas por el emperador Diocleciano a finales del siglo IX y su reliquia fue llevada a este lugar por algunos monjes peregrinos. Ya en el 870 se construyó una ermita bajo la advocación de la santa donde custodiar y venerar sus reliquias, y luego un cenobio que prosperó bajo la protección de la nobleza local. El templo primitivo fue sustituido en época románica por el que se ha conservado hasta hoy, que data del siglo XII. En sus orígenes se construyó un monasterio benedictino, pero en el siglo XI adquirió el rango de colegiata regida por una comunidad de canónigos de San Agustín..
El esquema constructivo responde al de una iglesia de tres naves de cuatro tramos y transepto, tres ábsides semicirculares que se corresponden con las naves, una torre cilíndrica y un cimborrio sobre el crucero que en el exterior adopta forma cuadrada.
La nave central es de mayor anchura que las laterales e igual a la del transepto, por lo que el crucero presenta planta cuadrada. El transepto no está destacado en planta. Las cabeceras de las tres naves están construidas por sendos ábsides semicirculares escalonados. A los pies de la nave principal se levantó una torre campanario de planta cuadrada que al exterior es de similar aspecto que la que se erige sobre el crucero, dando la imagen de simetría a quien observa la iglesia desde la fachada meridional. Esta es una estructura que sigue el modelo del románico del Camino de Santiago, en particular el de San Martín de Frómista. Está realizada con sillares de piedra arenisca.
Durante los siglos XVII y XVIII la Colegiata sufrió una profunda remodelación en algunas de sus estructuras, se añadió el frontón que figura encima de la portada, se construyó la logia que corre por encima de la misma portada y la sacristía situada al lado de la torre cilíndrica. Así mismo se construyó la casa del abad que es el edificio que encontramos a la izquierda de la portada. En el interior se reformó la cúpula del crucero y se construyó el coro en donde se dispuso un órgano barroco.
La portada, situada en la fachada sur, es la puerta natural de la iglesia. El acceso se compone de una portada abocinada formada por cuatro arquivoltas adoveladas lisas muy simples que circundan el arco de acceso. Encima de ellas y en las enjutas hay un grupo de seis figuras a cada lado bastante deterioradas. En el centro hay un Pantocrator enmarcado en una mandorla y a su alrededor cuatro ángeles, en actitud de vuelo. Este conjunto tiene un cierto aire de inspiración bizantina, y algunos autores lo consideran anterior al siglo XII. Por encima de estas figuras encontramos un gran frontal triangular fechado en el siglo XVII o XVIII; en su centro podemos encontrar una imagen barroca de Santa Juliana con la palma del martirio y un diablo al que sujeta con una cadena. Este frontón tal vez reemplazaría a un antiguo alero románico con canecillos propio del románico. Por encima de todo el conjunto corre una galería o logia formada por quince arcos, también del siglo XVII.
A la izquierda de la portada podemos observar un edificio porticado, que recibe el nombre de casa del abad y que fue realizada entre los siglos XVI y XVII.
Otro acceso a la iglesia es la entrada desde el claustro. Esta segunda puerta se compone de un cuerpo que sobresale del muro, en el cual se abre la puerta formada por un arco de medio punto sin tímpano con una arquivolta muy sencilla. En la parte superior, en el tejaroz, hay diez canecillos lisos, menos uno de ellos que parece representar a un hombre llevando sobre sus hombros a un animal.
En el interior la nave central queda separada de las laterales por arcos de medio punto que se apoyan en pilastras cruciformes que adosan medias columnas con sus correspondientes capiteles. Estos pilares estaban preparados para recibir la bóveda de cañón, que no llegó a construirse, colocándose en su lugar una armadura de madera que un siglo más tarde en el siglo XIII, sería sustituida por las actuales bóvedas de crucería de estilo gótico. Las naves por tanto se cubren con bóvedas de crucería de cuatro y seis plementos mientras que los brazos del transepto se cubren con bóvedas de cañón y los ábsides se cubren con bóvedas de horno. El cimborrio en el exterior adopta forma de torre cuadrada, con ventanas ajimezadas, pero en su interior y a un nivel inferior al tejado, se dispone una cúpula descentrada que se apoya sobre pechinas. Esta cúpula es obra del siglo XVIII ya que la original que seguramente sería sobre trompas se derrumbó.
Los tres ábsides de que dispone la iglesia se corresponden al exterior con las naves interiores, el central mayor que los laterales, el ábside oeste parcialmente tapado por construcciones posteriores.
Horizontalmente el ábside se divide en dos cuerpos separados por una moldura con taqueado jaqués. Las ventanas se apean sobre la moldura con forma también de taqueado jaqués.
Verticalmente el ábside se divide en tres lienzos o paños los cuales se separan por dos columnas una encima de la otra de arriba a abajo. En el ábside central encontramos una pequeña ventana flanqueada por dos pequeños pares de columnas y todo el conjunto embutido en un gran vano de medio punto. Esta misma disposición se repite en los tres paños que forman el ábside central. El ábside sur aunque más pequeño sigue la misma disposición que el central, mientras que en el situado en el lado norte y parcialmente tapado, tiene otra disposición. Un ventanal enmarcado por un vano de arco de medio punto, en cuyo tímpano hay dos fieras en actitud de lucha. En la parte superior de los ábsides corren como suele ser habitual en el románico, los canecillos de rigor.
La capilla bautismal se encuentra en la base de la torre situada a los pies de la iglesia. En la misma podemos encontrar una pila románica con un relieve de Daniel en el foso de los leones (de finales del siglo XII). También encontramos un pantocrator de piedra con restos de policromía, fechado en el año 1200.
Un sepulcro en el lado de la epístola correspondiente a doña Fronilde se apoya sobre leones y está fechado en el siglo XII. Se trata de un sarcófago tallado con flores hexapétalas entre meandros y tracería como ataurique en el centro. Entre las figuras escultóricas que podemos encontrar destaca un bajorrelieve románico de finales del siglo XII o comienzos del XIII, que representa a Santa Juliana dominando al demonio, y otra imagen también románica de una Virgen sedente con el Niño sobre las rodillas. Ambas imágenes las podemos encontrar en los ábsides laterales de la iglesia.
Toda la decoración de la iglesia se concentra en los capiteles, junto a temas arcaizantes de tradición prerrómanica aparecen otros con la iconografia clásica del románico, como son los animales afrontados y contrapuestos rodeados de volutas , otros con el tema de la lucha entre el bien y el mar e incluso alguno con clara temática sexual. También escenas naturalistas, como los referentes a actividades constructivas o simplemente narrativos, como Adán y Eva en el paraíso y san Jorge y el dragón.
Un elemento a destacar es el claustro adosado a finales del siglo XII y principios del XIII al muro norte de la iglesia. En una primera fase se levantaría el ala sur y una parte del ala oeste; ya entrado el siglo XIII se completaría este ala y se construiría el ala norte. El lado este es de época posterior, del siglo XVI, y no sigue las directrices del estilo románico. Las galerías primitivas están formadas por arcos de medio punto soportados por columnas paredadas o cuádruples. En total cuenta con 42 capiteles.
La similitud de algún capitel del lado sur con los existentes en la iglesia de Santa María de Yermo, obra de Pedro Quintanilla en 1203, hace que al menos los capiteles de este lado sur puedan atribuirse a este escultor. Los capiteles historiados repiten la temática general del románico: la lucha entre el bien y el mal, la necesidad de la penitencia y el perdón para salvarse de las penas del infierno. Completa este rico repertorio la temática de entrelazados vegetales y cestería, de tradición musulmana y normanda, dotados de una rica simbología (la yedra, el acanto y la piña, símbolos de la eternidad; el lirio, de la pureza; el trébol de la Trinidad, el equiseto o cola de caballo de la humildad). Es en el lado sur donde más abundan los capiteles historiados, mientras que en las galerías oeste y norte sus representaciones son de temas vegetales principalmente. En el claustro podemos ver así mismo diversos sepulcros como el del obispo Pelayo de Oviedo del año 1124 y los de la familia Polanco, situados en una capilla gótica avanzada situados en la esquina del lado sur. Distribuidos por la techumbre del claustro podemos ver una serie de canecillos que son los restos de los que se quitaron de la puerta principal al construir la logia que hoy ocupa su lugar.
La iglesia dispone de dos torres, una de forma circular (siglo XII) situada en la fachada sur al lado de la portada principal y otra más grande de forma cuadrada situada a los pies de la iglesia, y construida en el siglo XIII. Esta torre tiene cierta similitud con la torre del cimborrio. Se especula con la posibilidad de que esta torre situada a los pies de la iglesia hiciera desaparecer la puerta que normalmente se situá a los pies de la iglesia.
La torre cilíndrica está formada por cuatro cuerpos separados por tres líneas de molduras horizontales. Las dos inferiores formadas por taqueado jaqués, mientras que la tercera o superior está sin decoración. En el cuarto cuerpo una ventana doble con una columna con basa y capitel decorado forma el parteluz.
La torre situada a los pies, está formada por tres cuerpos separados por molduras horizontales, los dos inferiores sin ventanas, mientras que en el tercer piso encontramos diversas ventanas de arcos de medio punto y a donde se asoman las campanas. Se cubre la torre con una cubierta a cuatro aguas y en lo más alto una pequeña linterna. Alguna pequeña aspillera se abre en alguno de los lados de la torre.
Otros edificios medievales son:
El Palacio de Velarde o de las Arenas. Es un edificio de transición del gótico al renacimiento, iniciándose la construcción en el siglo XV y modificándose en el XVII. La fachada tiene un hastial escalonado y pináculos decorativos.
La Torre de los Velarde. Es una vieja casa-torre del siglo XV, en piedra de sillería con dos puertas góticas.
La Torre del Merino o La Torrona. Se trata de una torre del siglo XIV, rematada por almenas. Se llama así por ser el lugar en que moraba el merino, funcionario que representaba al rey.
Bibliografía:
CAMPS CAZORLA, Emilio: El arte románico en España. Labor, Barcelona, 1945.
COBREROS, Jaime: El románico en España. Incafo, Madrid, 1993.
http://es.wikipedia.org/wiki/Santillana_del_Mar
http://es.wikipedia.org/wiki/Colegiata_de_Santillana_del_Mar
www.jdiezarnal.com/colegiatadesantajuliana.html
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