Educación y Pedagogía
San Juan Bosco
San Juan Bosco y la pedagogía tradicional:
Don Bosco nació el 16 de agosto en 1815 en una localidad cercana a Castelnuovo de Asti (ahora Castelnuovo de Don Bosco). Era de familia pobre y parece ser que tuvo dificultades para realizar los estudios de teología. Desde muy pequeño supo que quería dedicarse a la religión (debido a un sueño en el que se dice que dios le pidió que le sirviera). Estudió el Chieri, a pocos kilómetros de Turín y a los 19 años decidió hacerse religioso franciscano y en 1841 fue ordenado sacerdote en la ciudad de Turín. Cuando llegó a esta ciudad le sorprendió la cantidad de jóvenes que no tenían oficio ni beneficio, esto fue lo que le motivó fundar la Pía sociedad San Francisco de Sales, que en 1846 establece su casa madre en Valdocco. Desde su inicio las casas salesianas se han dedicado por entero a la educación. A diferencia de otras órdenes religiosas que también se interesaron por la docencia, Juan Bosco se volcó a las clases populares, a los niños que carecían de recursos y que normalmente tenían que delinquir para sobrevivir. En 1872 funda en colaboración con María Mazzarello el instituto de las hijas de María. En éste se pretende que las niñas reciban educación dentro de los patrones de la educación salesiana.
Desde 1874 hasta su muerte fundó 250 casas salesianas en las que se educaba a los niños según su pedagogía, expuesta en escritos como “Reglamento del Oratorio Festivo de San Francisco de Sales”, “Recuerdos confidenciales a los directores” o “Sistema preventivo en la educación de la juventud”.
La pedagogía utilizada por Juan Bosco entra dentro de lo que se ha llamado pedagogía tradicional pero posee ciertas diferencias con la utilizada generalmente por el resto de órdenes religiosas, como por ejemplo la de los jesuitas. Así, él aboga por el sistema preventivo mientras que otras órdenes preferían educar dentro del sistema represivo. Ambos pertenecen a la pedagogía tradicional porque comparten los siguientes aspectos:
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Consideran al niño un adulto en miniatura, con sus mismos intereses y motivaciones.
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El niño es un ser que hay que corregir porque es “malo”. Hay que evitar que siga sus instintos naturales porque serán en contra de la humanidad. Esto muestra una visión negativa de la sociedad, como resumía Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”.
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El maestro o el educador ha de ser un perfecto modelo de conducta, por lo que su moralidad ha de ser inmaculada. Esto es más importante que la cantidad de contenidos sea capaz de transmitir.
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El centro de la pedagogía es la asignatura, los contenidos. El niño se ha de adaptar a ellos y no al revés.
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La metodología escolar se basa en el verbalismo. El peso fundamental de la didáctica es la explicación del maestro y la repetición de la misma.
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La escuela es confesional. La iglesia y la religión forman parte de la vida diaria de los alumnos de la pedagogía tradicional.
A la vez, el sistema preventivo de San Juan Bosco introduce unas variantes dentro de ésta. Así, encontramos que en los colegios Salesianos no sólo se dan contenidos de tipo intelectual o cognitivo sino que además se trabaja la música, la educación física y los trabajos manuales para aprender un oficio. También vemos que su docencia no se basa en el respeto o el “miedo” que infunde el maestro sino en el cariño y en la amabilidad. Los alumnos tenían que ver a sus educadores como amigos y consejeros y no como castigadores.
Tanto en el sistema preventivo como en el sistema represivo se informa a los alumnos de cuáles son las normas que han de cumplir. La diferencia fundamental entre ambos es que en el primero se intenta no dar opción a cometer una falta (mediante una continua vigilancia y recordatorios) mientras que en el segundo se persigue y castiga al infractor. Vemos así que Don Bosco no era partidario del castigo físico, ni siquiera de aquellos considerados suaves.
En el texto que hemos comentado, su autor, Don Bosco, pretende en primer lugar difereciar el sistema represivo del preventivo y explicar por qué utiliza él éste último. Además da unos consejos sobre su aplicación práctica.
Debido a la gran preocupación de este pedagogo por los niños de clases populares y por aquellos que delinquían, San Juan Bosco funda las escuelas de artes y oficios. En ellas pretendía dar una formación de carácter profesional a éstos para evitar que volvieran a “recaer”. Por otra parte, vemos que el fin último de la educación es la salvación de las almas, debido esto su condición religiosa. Este aspecto provocaba que los educadores de las casas salesianas fueran sacerdotes, ya que nadie mejor que ellos para transmitir la moral religiosa.
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Mecanismos de disciplina y control:
En el texto vemos que aparecen reflejadas técnicas para lograr el control de y el comportamiento adecuado de los alumnos. El uso de éstas es una constante dentro de la pedagogía tradicional.
- Relaciones alumno - maestro.
En primer lugar pensamos que podría considerarse que las relaciones educador - educando se basaban en la confianza y la cordialidad. Desde nuestro punto de vista pensamos que estas buenas relaciones tenían como fin último lograr la docilidad del alumnado. Juan Bosco asegura que esto es un pilar fundamental del éxito del sistema preventivo. Es lógico pensar que la disciplina será más sencilla de mantener si los niños ven a sus educadores como amigos y confidentes y no como unos crueles represores ya que no tendrán motivos aparentes ante los que revelarse.
- Vigilancia:
Por otra parte Don Bosco basa su pedagogía en la continua vigilancia: “Estos (los alumnos) no han de estar nunca solos”. Pretende que los niños no se dejen llevar en ningún momento por sus instintos “negativos” por lo que siempre han de estar vigilados y ocupados. A pesar de que defienda que los niños tengan “amplia libertad de salir, correr y gritar a su gusto” hay que controlar en todo momento qué tipo de conversaciones se mantienen y qué tipo de personas intervienen en ellas. Será importante también el control y la vigilancia de las influencias externas al centro: se vigilarán las lecturas, los compañeros que puedan poseer “malas palabras”... Se considera lícito para ello el registro (un buen portero para proteger a los alumnos de lo incorrecto)
- Religión:
La religión y la iglesia también actuarán como elementos de control en esta pedagogía, ya que estarán continuamente recordando al fiel la existencia del cielo, del infierno y de la necesaria salvación del alma. El miedo a pecar y a sufrir las terribles consecuencias del infierno será algo que el niño tendrá muy presente y que le mantendrá alejado del “mal camino”.
- La mirada:
Otro mecanismo de control y represión que es mencionado es el de la mirada. Los niños han de estar siempre visibles para poder ser vigilados sin dificultad (para ello utilizarán construcciones como el panóptico). El sistema preventivo fundamenta su ejecución en evitar que el niño pueda infringir las normas, por lo que para ello los tutores habrán de saber en todo momento qué es lo que hace.
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Características de los educadores:
En el texto que hemos trabajado el autor expone claramente cuáles han de ser las cualidades de los docentes. Éste es otro aspecto importante dentro de su sistema preventivo.
- Moral:
Como ya se ha comentado antes, el fin último de la educación es la salvación de las almas de los niños, ya que siempre tienden a ir por el mal camino. La docencia ha de ser impartida por aquellos que de verdad estén preparados para salvarlos. Por ello, San Juan Bosco asegura que la moral de los tutores ha de ser “acrisolada”, es decir, pura e inmaculada. Por ello se establece que los educadores de las escuelas salesianas fueran sus propios religiosos.
- Modelo a imitar:
Los religiosos salesianos han de ser capaces de trasmitir la idea de que su propia actitud es la que los alumnos han de seguir. Juan Bosco sostiene que la moral acrisolada que los sacerdotes poseen es lo que de verdad se ha de trasmitir a los alumnos, es decir, los educadores han de enseñan lecciones de moral y no conocimientos o aptitudes. Esto viene determinado por lo que Don Bosco considera el fin último de la educación, que como ya hemos dicho es la salvación del alma del niño.
Carácter amable:
Además de una perfecta moral que deben trasmitir los educadores deben propiciar las relaciones basadas en el cariño y en el afecto. Los alumnos tienen que considerar a sus tutores amigos y consejeros y no han de tenerles miedo. Esto vendrá dado a través del uso continuo de palabras afectuosas y el trato amable. El maestro no castigará al alumno física ni públicamente en el caso de que infrinja las normas, hecho que evitará que el niño vea al maestro como un ser cruel y malvado. Don Bosco aboga por que los maestros sean capaces de ganarse a los niños a través del amor y la fe.
- Constante vigilante:
Como ya se ha explicado, el sistema preventivo pretende que el niño no tenga la oportunidad de infringir las normas por lo que es un pilar fundamental la vigilancia del menor. El educador ha de controlar y vigilar al niño sin que este sospeche o se moleste. Ha de estar pendiente de todos sus movimientos para evitar que infrinja las normas. Es por ello que otra característica del educador es que ha de ser un buen vigilante.
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Comentario propio:
Don Bosco es considerado como uno de los pedagogos más importantes de la historia de la educación y no es para menos. Por un lado hemos visto que crea un modelo de educación muy diferente a otros dentro de la pedagogía tradicional basado en un sistema que pretende evitar que el niño tenga la oportunidad de infringir las normas. Después de tratarlo con un poco más de profundidad se ha visto que era un hombre que intentó educar sin castigos y con una buena relación entre el profesorado y los alumnos. Pretendía que los niños más desfavorecidos tuvieran oportunidad de aprender un oficio, dejar la delincuencia y salvar su alma. Además pretendía dar una educación global, no se interesó sólo por aquello meramente cognitivo sino que intentó dar contenidos de tipo manual, moral, artísticos y físicos. Por lo que respecta a la educación de las mujeres Don Bosco no plantea una igualdad y se realiza una docencia diferente (impartida por mujeres y sólo para mujeres) aunque basada en los principios del sistema preventivo. Todo esto deja ver que la innovación de Juan Bosco se limita al tratamiento del alumnado (este no será castigado ni reprimido) y en lo que se refiere a contenidos (educación integral). Por todo lo demás sigue siendo un sistema en el que el alumno es pasivo, en el que el maestro es el centro de la didáctica, en el que los niños son considerados seres imperfectos que hay que corregir, en el que hombres y mujeres no son educados de la misma forma, en el que las normas vienen establecidas a priori y en el que los alumnos no son libres para pensar y decir lo que sienten o piensan en realidad. En definitiva podemos decir que Juan Bosco es un autor que trabajo en una vertiente diferente a la clásica (Jesuitas) dentro de la pedagogía tradicional.
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Enviado por: | Sara |
Idioma: | castellano |
País: | España |