Historia


Salitre


INFORME DE HISTORIA:

“ El salitre: historia del obrero de principio a fin”

INTRODUCCIÓN

Este trabajo, trata del salitre como se puede notar al leer el titulo. Pero por supuesto tengo que aclarar que no voy a hablar de su composición química, ni de su descubridor. Tampoco quiero contar la historia del primer empresario que comenzó su explotación ni de cómo llego a países Europeos ni de la gran importancia económica que tuvo para el país.

Lo que quiero tratar en este trabajo, es la vida de aquellos miles de hombres, mujeres y niños que sufrieron las duras condiciones impuestas por sus patrones, durante el gobierno Peruano y Boliviano de la zona y posteriormente del gobierno chileno, luego de la tan conocida Guerra del Pacifico. Quiero hablar sobre su forma de vida, sobre los abusos que sufrían de parte de sus patrones y el desinterés del gobierno de regular esta situación.

Con esto espero haber aclarado los puntos que tratare y ojalá, pueda hacerlo de la mejor manera posible para poder apegarme a la realidad y dar a entender como fueron las cosas.

Vida obrera, antes de la Ocupación Chilena.

El salitre se comenzó a explotar en el siglo XIX en sus mismísimos comienzos. Primero los indígenas lo preparaban clandestinamente escondidos en los bosques de Tamarugal, para luego venderla para la fabricación de pólvora, lo que era muy conveniente pues la venta de esta estaba monopolizada por el Rey, y por supuesto era mas cara.

Luego el poder lo tenían las autoridades Peruanas y Bolivianas, quienes no tenían ningún problema en el momento de abusar de los indígenas y de los “rotos” chilenos(que llegaban por cientos en busca de trabajo), con tal de bajar lo más posible los costos y aumentar las ganancias.

Por esos tiempos, los trabajadores que abundaban en aquellas tierras eran los indígenas nativos de alli, en general personas muy sumisas a las que era fácil dominar y lograr que trabajasen en precarias condiciones sin quejarse ni detenerse. Sin embargo llegaron desde Chile, los conocidos como rotos chilenos, campesinos que dejaron las haciendas en el sur para buscar una mejor vida, un mejor trabajo en aquellas desérticas tierras donde sonaba fuerte el nombre del salitre, como un producto que podía convertirse en el soporte económico del nuevo siglo.

En muchas ocasiones, a los obreros se les pagaba con aguardiente de pésima calidad o raciones de coca. La vivienda se la tenían que procuran ellos mismos, pues los patrones se desentendían totalmente de ese problema.

También las enfermedades hacían estragos en la población, que carecía de medicamentos y atención medica. Los médicos que llegaban, y si es que llegaban, eran nada mas que un montón de charlatanes que tenían mas conocimiento sobre cómo pelar una papa que sobre como diagnosticar un resfriado. Los únicos médicos reales se habían concentrado en la costa y solo aquellas personas que estaban en condiciones de pagar acudían a ellos, por supuesto. Pero sin embargo esto no preocupaba sobremanera a los empresarios pues, a la muerte de un obrero, llegaba otro que necesitaba tanto el trabajo como aquel.

A los indios y a los rotos chilenos era muy común verlos borrachos, lo que es comprensible si su único pago era aguardiente, y además por supuesto, era claramente una forma de evadirse u olvidar las condiciones en que vivían. No era raro que los patrones sacaran a golpes a sus trabajadores de las madrigueras en las que dormían, los indios eran muy sumisos y no era difícil lograr que fueran rápidamente a trabajar. Por supuesto las autoridades veían con indiferencia estos malos tratos, debido a que ellas mismas eran muchas veces las dueñas de estas empresas, o por temor de perder el puesto, o simplemente por que los grandes empresarios no tenían ningún problema en pagar considerables sumas de dinero a los oficiales.

Sin embargo, esto era distinto con los “rotos chilenos”, quienes no se dejaban maltratar, ni tampoco trabajaban a la fuerza si no querían hacerlo. Si el roto estaba borracho, despertarlo a patadas o palos era exponerse a violentas reacciones. Salía a relucir, por esos años, su inseparable corvo, y los resultados eran desastrosos. Finalmente al roto, la única forma de controlarlo era reduciéndolo a culatazos de las armas de fuego que solo llevaban los llamados hombres del orden. Por que desde que aparecieron los chilenos por esas tierras, los patrones supieron que no eran los mismos indios sumisos y resignados a los que podían atropellar impunemente. Para entenderse con los rotos el único remedio era emplear a los uniformados.

Por ello, como remedio para librarse de estos personajes, cada delito lo cargaban a la cuenta de los chilenos.

Cuando era un crimen leve, metían al roto al pulguerío, amarrándolo a la barra y le daban una buena tanda de patadas y golpes. Cuando el crimen era mayor, al roto lo conducían entre cuatro hombres a caballo y con el roto a pie, a Iquique o a Pisagua. Generalmente entonces, a mitad de la pampa, le metían un tiro y asunto arreglado.

Los cónsules chilenos comunicaban lo ocurrido a nuestros gobernantes y protestaban ante las autoridades peruanas, quienes escuchaban sin hacer el menor caso. En cambio las autoridades chilenas respondían vagamente y muchas veces les comunicaban que lo que mejor podían hacer era pedirles a los compatriotas que regresaran a Chile.

El norte esta lleno de cruces que recuerdan a aquellos que se empamparon y murieron de sed, aquellos que partieron en busca de algo mejor, y nunca volvieron.

Los patrones siempre buscaban la manera de lograr que el trabajador saliera perdiendo. Alegaban la “mala ley” del caliche para no aceptarlo, y cuando el hombre decepcionado se marchaba abandonando su producto, enseguida los industriales lo conducían al lugar correspondiente para refinarlo y utilizarlo.

Además se les pagaban con vales o fichas que solo podían ser canjeados por productos en las pulperías o determinados negocios de los pueblos. Esto no solo restringía el derecho de los trabajadores de comprar lo que ellos quisieran en donde ellos quisieran, sino que además, cuando eran despedidos o el hombre se retiraba de la oficina y debía cambiar las fichas a la moneda nacional, se le hacia un descuento, que a veces llegaba a ser de hasta un 20%. Este abuso, duro incluso varios años después de la ocupación chilena. Y como si no fuera suficiente, cuando el obrero era despedido de la oficina, debía abandonar el lugar, inmediatamente, para caminar durante kilómetros y kilómetros de desierto hasta llegar a algún pueblo. Si el trabajador tenia familia, entonces la consideración que tenían, no era mas que echarlos en una carreta y dejarlos en alguna estación de tren o en algún pueblucho.

SOLIDARIDAD ENTRE COMPATRIOTAS

No es fácil hablar de la solidaridad de los chilenos, sin primero mencionar la conducta que tenían.

Los chilenos eran viciosos, les gustaban las peleas e involucrarse en problemas. Se gastaban hasta el ultimo centavo en comprar alcohol y emborracharse, y eran capaces de vender hasta el alma con tal de seguir tomando. Además por el hecho de ser tan problemáticos, generalmente no duraban mas de 4 meses en un trabajo, lo que no les importaba demasiado, pues, cuando salían de uno no tenían problema en ir a buscar a otra parte.

Pero cuando realmente quedaba “la grande” era para el 18 de Septiembre, en el aniversario patrio. Era entonces el momento de arreglar todas las cuentas, nuevas o viejas, dándose combos y patadas sin parar. Pero generalmente, estas peleas terminaban en abrazos y risas y por supuesto, la invitación a “una copita”.

Por supuesto las mujeres no se quedaban atrás y eran las primeras en animar a los hombres a pelear, para que demostraran que eran “bien machos”.

Y bueno, después de nombrar todas estas características del “roto chileno” de la pampa, puedo comenzar con la parte que me interesaba nombrar en este punto, que es: La solidaridad entre chilenos. Esa solidaridad que se veía reflejada en, “la cuotita” que se pagaba para ir en ayuda del compañero accidentado, de la viuda del compañero muerto en el trabajo, para la fiesta de celebración del 18 de septiembre o para la compra de regalos y juguetes para los niños en navidad y la fiesta de Año Nuevo.

La solidaridad incluso alcanzaba a los denominados “mercachifles” que ofrecían su mercadería de puerta en puerta. Los chilenos compraban sus mercaderías mas por pena que por necesidad. Ese era el roto chileno, vicioso pero solidario, el chileno que

antes de la guerra, en Tarapacá y Antofagasta se agrupaba en “chilecitos”; Un grupo de chilenos se reunía en un territorio especifico y así lo formaban. El más importante de todos los chilecitos fue el de Caracoles, al interior de Antofagasta. Fue tan importante que allí se formo la Sociedad Patria, que llego a controlar el municipio en tiempos de Bolivia. Aquí surgieron aquellos chilenos que más adelante serian los que en la batalla se impondrían desenfundando su corvo, dejando a un lado las armas de fuego en la lucha cuerpo a cuerpo.

VIDA OBRERA, POSTERIOR A LA GUERRA DEL PACÍFICO

Chile organiza la explotación del salitre inmediatamente después de la guerra. Se inicia la era del auge salitrero y la total decadencia de la pequeña minería de Atacama y Coquimbo con la consiguiente desocupación. Los hombres abandonan sus tierras y parten en búsqueda de buenos sueldos y un trabajo seguro. Ahora que Tarapacá era chilena no había temor a las injusticias y atropellos cometidas por las autoridades e industriales. Encontraron trabajos mejor pagados que en las minas y en los campos en los que trabajaban antes, pero las malas condiciones de vida y las injusticias continuaban. Las autoridades peruanas y bolivianas fueron reemplazadas por autoridades chilenas, por los industriales chilenos, británicos, eslavos, españoles, alemanes y americanos, para quienes lo importante era, por supuesto el salitre; el capital humano poco o nada significaba.

A los obreros, se los llevaba al norte en las cubiertas de los vapores o en las bodegas que llevaban el ganado para el consumo. Y cuando el ferrocarril llegó hasta Iquique, se los llevaba de igual forma en las bodegas de carga o con el ganado.

En resumen, fuera por mar o por tierra, eran conducidos en las más asquerosas e insalubres condiciones. Toda esa miseria material y moral, fue engendrando ira por parte de los trabajadores, un odio tremendo hacia todo.

Los indios peruanos y bolivianos en cambio, no protestaban jamás. Sus caras inexpresivas, no mostraban ni siquiera resignación.

Las primeras formas de unificación obrera fueron las sociedades mutualistas que se formaron en puertos y caletas. Una de las más importantes fue la Unión Marítima.

A todo esto proliferaron los diarios. Comerciales la mayor parte y de orientación política los menos. En todo caso informaban sobre los sucesos, la marcha de las organizaciones y editorialmente comentaban la situación de la industria salitrera, sin faltar quienes se refirieran a las condiciones de vida de los trabajadores, haciendo ver que se impusieran reformas que hicieran posible darle a la clase obrera atención medica, escuelas para mayores y menores, mercaderias de buena calidad, mejores casas, abolición del uso de fichas de pago, comercio libre, entre otras.

Por supuesto que con todos estos llamados aparecieron en escena algunos políticos ávidos de llegar al poder municipal y al Parlamento. Estos hombres ofrecieron luchar para satisfacer todas las necesidades de los obreros. En sus predicas atacaban a los industriales llamándolos “pulpos”, “chupa sangre”, “explotadores”, “criminales”. Bien o mal intencionados, estos hombres contribuyeron poderosamente al despertar de la clase trabajadora. Y contribuyeron también a que los pobres se formaran una pésima opinión de los políticos, ya que por lo general cuando llegaban al poder, no cumplían con sus promesas.

En fin, siguiendo con la historia, llegamos al día triste de la revolución del año 91 en contra del presidente Balmaceda.

Desaparecieron los métodos tradicionales y se construyeron plantas capacitadas para elaborar mayor cantidad de caliche. Se preciso entonces contratar un mayor numero de obreros.

Cientos y miles de trabajadores llegaron a ocupar algunas salitreras en los departamentos de Antofagasta y Tocopilla. Se necesito construir mas casas para tanta población(lo que no significo que hubiera un gran numero de personas y familias hacinadas) y campamentos que permitieran controlar a una clase trabajadora que demostraba sus inquietudes. Algunos campamentos llegaron a ser verdaderas cárceles, circundadas por altas paredes y vigiladas todo el tiempo por serenos que impedían la entrada de toda persona que no perteneciese a la oficina y tampoco la salida de quienes no tenían autorización para hacerlo. Los mercachifles no tenían permiso de comerciar libremente en los campamentos, por ello cuando los serenos los capturaban eran metidos en el pulguero, les quitaban la mercadería y después de darles una buena tanda de golpes y patadas, los echaban de la oficina con el mensaje de “no vuelvas más”. Muchas noches los serenos recorrían el campamento en busca de comerciantes, que si tenían la mala suerte de ser encontrados, eran despojados de cuanto llevaban e inmediatamente se procedía a golpearlos, algunas veces, tan brutalmente que muchos desafortunados mercachifles pasaron a mejor vida a manos de estos notables caballeros. Estas medidas tan extremas en contra de los comerciantes eran para garantizar el negocio de las pulperías, lo que por supuesto era en beneficio del empresario.

La pulpería vendía todos los víveres y todo el licor, así como también el vestuario y otros artículos como la fruta, la verdura, el pan, leña, carbón y carne.

Así pues, dos eran los rubros de explotación: el salitre y el estomago de los pobres obreros.

Pero al menos, la empresa se preocupaba de sacar la basura de los campamentos y el agua se distribuía a domicilio y gratis o a un precio moderado. En las calles se instalaron ampolletas eléctricas para el alumbrado publico. Las casas de los empleados casados tenían luz eléctrica y agua potable. En cuanto a la cultura habían escuelas diurnas para los niños, algunas particulares con profesores pagados por la compañía y, en pocos casos, escuelas fiscales. Además se construyeron edificios para el funcionamiento de filarmónicas. Estos edificios eran entregados a los obreros, quienes designaban una directiva que programaba bailes y representaciones teatrales a cargo del conjunto de aficionados obreros. En esos locales, además, se presentaron las compañías de teatro profesionales que recorrían la pampa.

Por una parte tenían estas pequeñas mejorías, pero por otra la prepotencia de los administradores y los abusos de los serenos, quienes entraban en las casas de cualquiera para descubrir literatura subversiva o venta clandestina de licor o de juegos de azar.

El administrador era prácticamente una especie de Señor Feudal. No se detenía a escuchar al obrero que tenia una sugerencia o una queja y algunos incluso exigían a todos sus trabajadores que se quitaran el sombrero en su presencia(quienes no lo hicieran recibirían un castigo del que nunca se olvidarían)

Además el hacinamiento era demasiado, en algunas habitaciones para dos personas vivían media docena, o en una casa para una familia, vivían hasta 3 juntas.

Además se les exigía mantener limpio el campamento, tarea que se hacia difícil si consideramos que las casas no tenían letrinas, por lo que la gente tenia que salir al campo abierto para hacer sus necesidades. Esto era un verdadero suplicio para los enfermos y para las mujeres embarazadas en sus últimos días. Con el tiempo al menos, se construyeron pozos negros.

Así, poco a poco, la mala calidad de los alimentos, las pésimas condiciones de vida y los malos tratos que recibían llevaron a los obreros a buscar la forma de salir de aquel circulo.

COMIENZOS DE LA REVOLUCION

Los obreros, por supuesto, no podían reunirse en los campamentos de las oficinas a tratar sus asuntos, por ello buscaron la soledad de la pampa, reunidos entre las calicheras hasta que oscurecía.

Pero después, los puebluchos que nacieron o se formaron espontáneamente fueron el sitio ideal para sus reuniones. En ellos se organizo la Federación Obrera, que es una honra para los trabajadores chilenos. En estos pueblos se reunía la nueva generación de obreros pampinos hijos de chilenos, mestizos de chilenos con bolivianos y peruanos, mestizos de españoles, eslavos, árabes e ingleses casados o no con chilenas. Chilenos que pelearon en la guerra bravos como ellos solos. Gente, pampinos, formados en medio de las injusticias y en la miseria del salitre.

El dinero comenzó a perder su valor. Los trabajadores comprendiendo que ello significaría carestía y malos sueldos, decidieron marchar sobre Iquique para hacerse oír por las autoridades. Miles de trabajadores marcharon aquel día, y la única respuesta que oyeron fue la del sonido de las ametralladoras y la escuela Santa Maria se cubrió de muertos y heridos.

Pero esto no detuvo a los obreros de seguir en la lucha, sino que, por el contrario se animaron aun más.

Los obreros tenían todo un programa para crear riquezas que reemplazaran las entradas del salitre; comenzaron a hablar de nacionalizar la industria, de crear industrias para explotar todo lo que el salitre contiene, de planes de regadío que hicieran posible la agricultura en el norte. Todo esto por que ellos podían ver lo que los industriales parecían pasar por alto: el salitre se terminaría algún día y eso seria tremendamente perjudicial para todos, principalmente para los trabajadores.

El movimiento obrero se extendía. Los hijos del salitre seguían empeñados en su lucha. A Tarapacá comenzaron a llegar hombres dispuestos a la defensa de los trabajadores, de los intereses de Chile.

Uno de esos hombres fue Víctor Domingo Silva. Este hombre recorrió las pampas, comió en las fondas, durmió en los campamentos y camino de una oficina a otra a pie.

Se instalo en Iquique comenzó a escribir en contra de Arturo del Río, el caudillo de Tarapacá, que hacia y deshacía elecciones.

Otro personaje que vivió y comió entre los obreros fue Luis Emilio Recabarren, quien también llamó a los obreros a la lucha contra los explotadores. Pero los obreros acostumbrados a las usuales mentiras de los políticos no lo escucharon. Pero él, siguió adelante y no desmayo ante las negativas.

Poco después se acercaban las elecciones, y un grupo de políticos invito a don Víctor D. Silva a postularse. Sin embargo el no acepto. Víctor D. Silva, sin embargo se encargo de viajar a Santiago a buscar un candidato que pudiera aceptar. Alessandri lo recibió con los brazos abiertos y partieron a Iquique.

En la primera reunión con los políticos que lo ayudarían en la elección, Alessandri fue una decepción. Hablo de justicia y libertades con un tono de quien habla de algo que realmente no le llega al corazón. La gente pedía al León de Tarapacá, como llamaron a Silva, quien habló de tal manera que el aplauso no se hizo esperar. Alessandri, escuchando sus palabras recibió una importante elección, y al día siguiente en su primera aparición en publico, procuro en todo momento tocar las fibras sensibles de todos los presentes, consiguiéndolo plenamente. Así, y gracias al pedido del mismísimo Silva, Alessandri paso a ser entonces el nuevo León de Tarapacá.

Era necesario reunir a todos los elementos contrarios a Arturo del Río, para poder asegurar al triunfo.

Así, dos enemigos en principio( a causa de Balmaceda) Alessandri y Recabarren ahora se unían en una misma causa, el primero por ambiciones políticas y el segundo por lealtad a sus ideales y por amor a la clase obrera.

Así el destino reunió a tres hombres que tanto influirían en la marcha del país; Silva, Alessandri y Recabarren.

Recabarren era una gran influencia entre los obreros, él los convenció de dejar el alcohol y el juego, pues eran métodos de la industria para explotarlos mas fácilmente. También los convenció de cambiar estos vicios por la lectura.

Así se dio inicio a la campaña en contra del alcoholismo, que adquirió una gran importancia. De hecho, durante el “periodo seco” desminuyeron notablemente los escándalos y riñas. Las personas iban mejor vestidas y en las casas de los obreros aparecieron muebles y cuadritos en las paredes. Incluso muchas mujeres declararon que sus maridos ya no las maltrataban tanto. Aumentaron los matrimonios que vivían “por detrás de la iglesia”. En Chile, los trabajadores imponían la Ley Seca.

Alessandri, en defensa de la libertad de comercio ordeno el desembarco del trago

Que los marineros en defensa del la nueva Ley se habían negado descargar.

Mas adelante declaro que la cerveza era analcohólica y que podía venderse como un refresco. Así los trabajadores comenzaron a beber cerveza, costumbre que permanece hasta hoy.

Poco a poco el mejor negocio comenzó a ser la venta de libros. Todo esto como prueba del despertar de un pueblo.

Hubo paros y huelgas para conseguir atención medica, mejores salarios, mayores libertades. Se hicieron mejores casas, se contó con medicamentos, doctores, escuelas fiscales, correos y telégrafos. Se tendieron ferrocarriles, se mejoraron algunos puertos, los obreros se organizaron en sindicatos y partidos políticos. Poco duro esta mediana gloria. El salitre sintético desplazó al salitre chileno. Desaparecieron los pueblos del interior. Pisagua quedo en estado comatoso igual q Taltal. Desaparecieron las salitreras y con ellas desapareció la clase obrera, dejando los cementerios y cientos de cruces desperdigadas por la pampa; el sacrificio de miles de trabajadores fue inútil.

CONCLUSIÓN

En este informe, quise mostrar entonces, como las clases obreras fueron siempre duramente tratadas, prácticamente como bestias de carga, lo que demuestra en el fondo la poca preocupación y la tremenda avaricia de los empresarios.

¿Fue acaso el nacimiento del salitre sintético un castigo para aquellos confiados empresarios que pensaban vivir su existencia entera a costa del sufrimiento y el abuso del obrero?

Si fue así, si fue este un castigo, fue bastante injusto, pues dejo tras de si, una estela de miseria y desolación también para los trabajadores que debieron abandonar las oficinas, de las que ahora no quedan mas que escombros y unas cuantas cruces, mudos testigos de lo que algún día fue la dura vida del obrero chileno, vicioso, sacrificado y solidario, que poco a poco fue superándose, surgiendo, para finalmente ser arrojado de vuelta al pozo, siempre por culpa del patrón.

GLOSARIO(de acuerdo al sentido que toma en el informe)

  • Empamparon: se adentraron en la pampa.

  • Corvo: cuchillo curvo utilizado para un gran numero de oficios, muy comun entre los trabajadores. Durante la Guerra del Pacifico se utilizo como una arma mortal.

  • Roto Chileno: aquel trabajador pobre que buscaba trabajo y mejor suerte en las salitreras.

  • Mala Ley: quiere decir que el salitre no es de buena calidad.

  • Pulpería: cada oficina poseía una pulpería que administraba los recursos alimenticios y otros como la vestimenta, el carbón, etc. Solo en las pulperías y en otros negocios autorizados los obreros podían canjear sus vales o fichas por productos.

  • Sociedad Mutualista: asociación de tipo social tiene por misión auxilio mutuo entre sus miembros, amistad con organismos similares, velar por la superación social, cultural y moral de quienes militan en su seno. Del mismo modo, una organización de obreros, no va más allá de lo dicho respecto a las sociedades mutualistas.

  • Mercachifle: comerciante que se gana la vida vendiendo sus productos de puerta en puerta. Eran duramente tratados pues atentaban contra el monopolio de las pulperías.

  • Caliche: son grandes costrones de 15 cm hasta los 3,6 mts. Esta formado por yeso, cloruro de sodio, otras sales, arena y lo que nos interesa: el salitre. El caliche es el que se extrae de la tierra, el que posteriormente se procesa para obtener el salitre puro.

  • Pulguerío: Un cuartucho infaltable en las oficinas salitreras. Aquellos que debían ser castigados eran encerrados en estos cuartos y amarrados, generalmente a un fierro, o a un poste de metal, para posteriormente ser duramente maltratados.

BIBLIOGRAFÍA

Recopilación de información de variadas paginas web, tanto para obtener información como para aclarar algunos conceptos.

www.albumdesierto.cl

http://www.vi-e.cl/internas/aprende/lo_mejor/salitre_chile.htm

http://www.geocities.com/Athens/Acropolis/1004/historias5.html

http://www.educarchile.cl/web_wizzard/visualiza.asp?id_proyecto=2&id_pagina=223

http://aikido_aiki_zen.tripod.cl/aikido/id14.html

http://orbita.starmedia.com/~miggarme/218la_soberan%C3%ADa_y_la_asociaci%C3%B3n_hum.htm

INDICE

INTRODUCCIÓN ...............................................................1

VIDA OBRERA

ANTES DE LA OCUPACIÓN ..............................................2 - 3

CHILENA

SOLIDARIDAD ENTRE....................................................... 4

COMPATRIOTAS

VIDA OBRERA

POSTERIOR A LA ............................................................5 - 6

GUERRA DEL

PACIFICO

COMIENZOS DE ............................................................ 7 - 8

LA REVOLUCION

CONCLUSIÓN ................................................................ 9

GLOSARIO ..................................................................... 10

BIBLIOGRAFÍA ............................................................... 11

INDICE...........................................................................12




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Enviado por:Paulina Darrigrande
Idioma: castellano
País: Chile

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