Turismo


Ruta turística por la costa mediterránea


Nos encontramos en las playas de Mojacar (Almería) las cuales durante los últimos años se han convertido en un gran atractivo turístico ya que se han visto invadidas por bañistas y urbanizaciones. Aunque entre sus contrafuertes costeros todavía se pueden encontrar playas y calas que no han sido demasiado manipuladas. Entre estas se levanta el Castillo de Macenas, construido en el siglo XVIII, el cual tenia función militar servir de atalaya de vigilancia costera. Este tipo de construcciones son frecuentes en el litoral mediterráneo. La Torre del Peñón, también, se encuentra al sudeste del Castillo de Macenas. Esta es más antigua, se remonta a los siglos XII y XIV. Al noroeste se encuentra el Castillo de Jesús Nazareno. Saliendo de Mojacar y desviándonos un par de kilómetros al noroeste podremos ver el Embalse de Cuevas de Almanzora, un bello paraje donde además se puede practicar piragüismo.

Siguiendo la ruta inicial, llegamos a Águilas, en la provincia de Murcia, situado en la Costa Cálida y delimitado al norte por Cabo Cope. Es una ciudad muy cultural ya que en ella se pueden visitar lugares como las ruinas del Castillo de San Juan, la Torre de Cope, situada en el cabo y restaurada en el siglo XVI, El Embarcadero del Hernillo, de finales del siglo XIX; el palomar de La Casa Grande (Torre de las Palomas) construida en el siglo XVIII al igual que el ya nombrado Castillo de San Juan. Dentro de la ciudad también hay sitios que visitar como podrían ser: el monumento al ferrocarril, la Glorieta de la Plaza de España, con un precioso jardín, o el Ayuntamiento, cuya fachada es de la época neomudejar. La Isla del Fraile, habitada desde la época romana con aún restos arqueológicos es otro lugar de parada casi obligatoria. Entre su multitud de fiestas cabe destacar sus carnavales que han sido declarados de interés turístico regional.

Saliendo de Águilas y dejando atrás Los Arejos y la Ermita del Ramonete, llegamos a Mazarrón, cuyo municipio consta de dos núcleos principales de población, el mayor, que tiene nombre ya referido, emplazado en una pequeña depresión a unos seis kilómetros de la costa, y el menor, denominado Puerto de Mazarrón, abierto a un pequeño golfo a lo largo de una playa arenosa con un bello palmeral limitado por los cabos: Cope, al sur, y Tiñoso, al norte. Mazarrón posee veinticinco kilómetros de playas (como la playa de San Ginés) en su mayor parte vírgenes e importantes monumentos de interés artístico e histórico como puede ser la Iglesia de San Andrés.

Casi sin darnos cuenta y una vez pasado el Canal de Taibilla, llegamos a Cartagena, la segunda ciudad en la jerarquía urbana regional, Cartagena, población de mucha y densa historia, posee una importante industria, bastante diversificada, y su puerto figura entre los de mayor actividad del Departamento Marítimo de la Zona Mediterránea, siendo una base naval de primer orden. Recorriendo la costa cartaginesa encontramos varios e importantes cabos: C. De la subida, Cabo del Agua, Cabo Negrete, y delimitando, Cabo Palos.

El Mar Menor, conocido como “Albufera del Cabo de Palos” tiempos atrás, constituye un geoecosistema específico entre el medio terrestre de la cuenca neógeno-cuaternaria del mismo nombre, y el medio marino del Mar Mayor o Mediterráneo, del que se encuentra separado por una estrecha y larga barra arenosa, apuntalada por afloramientos volcánicos y calcoarenitas miocénicas.

La restinga, o cordon litoral, de La Manga, esta formada por una gran sedimentación marina de arena, de veinticuatro kilómetros de longitud cuya anchura oscila entre novecientos y cien metros, sobre una larga cresta submarina, de conservan en ella algunos de los elementos típicos del paisaje humano tradicional aunque espectacularmente se ha modificado en los últimos años.

Como ya se a explicado La Manga es un istmo con lo que retrocederemos sobre nuestros pasos, pasando por Los Belones, El Algar con dirección Los Alcázares, donde se haya un cuartel de aviación muy bonito que fue utilizado en la Guerra Civil. Pero si a ustedes les da miedo volar, no se preocupen que pueden disfrutar del centro de actividades náuticas donde expertos les enseñaran a hacer tabla, vela, windsurf, etc., ya que el Mar Menor es perfecto para iniciarse en este tipo de deportes ya que es una laguna de veintiuno kilómetros de longitud por diez de anchura y con una profundidad máxima de siete metros. Y si aún así no se deciden a parar pueden hacer un descanso en el Balneario de la zona.

El pueblo más cercano a Los Alcázares es Santiago de la Ribera, donde se encuentra la Academia General de Aire en la que Patrulla Águila, de prestigio internacional, se encargará de deleitarnos con acrobacias arriesgadas que nos harán más amena la mañana al sol en sus playas. En este pueblo donde ni siquiera te puedes empadronar, hay mas marcha de la que la gente imagina. Pasado el Club Náutico, famoso por sus regatas, y dejando atrás la “Ciudad de Aire”, zona donde residen los militares, y continuando el paseo marítimo que se extiende por toda la zona, se llega a Lo Pagan, concretamente a la conocida popularmente “la curva” (punto de encuentro de los jóvenes).

Seguidamente, entre Lo Pagan y San Pedro del Pinatar, donde se encuentra el puerto y el museo del mar, están las salinas declaradas zona protegida ya que de estas no solo se saca gran cantidad de sal sino que también es utilizada por los flamencos en sus peregrinaciones al sur.

Una vez te despidas de la bonita comunidad murciana la primera parada es Torrevieja en la comunidad alicantina, esta villa marinera tiene también unas importantes salinas, ya explotadas antes de la dominación romana y oriental, además, es una de las más altas cotas de horas de Sol de España. Fue trazada de nuevo después de que el terremoto de 1829 acabara con ella. Sus calles son, pues, amplias y rectas, con el mar como guía y horizonte. Al noroeste se encuentra el Embalse de La Pedrera y un poco mas al norte de éste se localiza el Castillo de Montemar.

Si siguiésemos subiendo toparíamos con el Río Segura que desemboca cerca de la próxima parada: Guardamar del Segura, que cuenta con lugares históricos como La Fonteta, la Pinada, el Castillo y un gran pinar junto a la playa de quince kilómetros de extensión. El terremoto que asolo a estas tierras obligó a que la villa cambiara su emplazamiento, en alto, para asentarse en el litoral. El avance, lento pero inexorable de las dunas se convirtió entonces en una nueva amenaza, sin embargo la franja de pinos, palmeras y eucaliptos que se plantaron a principios de siglo, conjuró el peligro.

Pasando el pueblo de La Marina llegamos a un concurrido centro de veraneo, Santa Pola, con playas como las del Faro, Santa Pola del Este, Gran playa, Levante y Playa Lisa. En el centro de la villa se conserva el castillo de Santa Pola el cual fue levantado sobre las ruinas de una importante ciudad romana cuyos restos aun siguen apareciendo. Desde Cap de Santa Pola se puede ver Illa Plana o de Nova tabarca, una isla situada en el Mediterráneo.

Ya por fin, llegamos a la ciudad de España que da nombre a esta provincia, Alacant (Alicante), con un puerto con activo trafico, por el que se exportan muchos productos agrícolas, y con un aeropuerto internacional. Ciudad de relieve quebrado al norte y oeste, y llano al sur, disfruta de un clima mediterraneo y por esta benignidad de su clima, uno de los más suaves de España, la provincia de Alicante es muy visitada por turistas incluso en invierno. Su río más caudaloso es el Segura, que procedente de Murcia riega la huerta de Orihuela. Le siguen en importancia el Vinalopó, que pasa por Elche, y el Serpis, que, luego de pasar por Alcoy, se interna en la provincia de Valencia. Alicante produce Cítricos (naranjas y limones), almendras, hortalizas, dátiles, trigo, vid y olivo. Tiene un ayuntamiento con una magnífica fachada barroca de comienzos del siglo XVIII, y con otros muchos monumentos históricos como por ejemplo: los Castillos de Santa Bárbara y de San Fernando, Concatedral de San Nicolás de Bari (siglo XVII), y parroquia de Santa María, de estilo gótico tardío, reconstruida después de un incendio con estupenda portada barroca.

Tras haber visitado las Ruines de Lucentum y pasando el Cabo de les Hortes y unos pocos pueblos, llegamos a Villa Joiosa, en donde las fachadas de sus casas (situadas sobre el cauce, casi siempre seco, del río) pintadas de vivos colores son un excelene introductor a la magnífica villa marinera y agrícola que se ha ido convirtiendo en turística. A las afueras podremos apreciar un precioso lago de agua dulce, sin orillas llamado: Pantá de Stella.

Nada más pasar Montbenidorm llegamos a uno de los centros turísticos más importantes, Benidorm, de crecimiento gigantesco y desordenado, en torno a sus famosos y extensas playas de Levante y Poniente. Existen restos de un castillo del siglo XVI en la punta rocosa de la población, Pta. De l`Escaleta. A tres millas de la costa esta L`Illa que según cuenta una leyenda no es sino un fragmento desmembrado del Puig Campana.

Siguiendo la costa el pueblo más próximo a Benidorm es Altea, desde la plaza desmembrada de la iglesia salen callejuelas que llevan camino al mar. Sus playas Albir, La Olla y La Galera son de las más tranquilas de la Costa Blanca. Cerca de la autopista se encuentra, en dirección a Callosa de Ensarriá, esta Altea la vieja, que es un pequeño conjunto de casas blanquísimas, con restos de murallas y ruinas del fuerte construido en época de Felipe II. Siguiendo el curso del río que pasa cerca y llegando a un pequeño lago esta el Castillo de Guadalest.

En las estribaciones del Montgó, Xábia (Jávea), es otro de los mitos turísticos de la costa alicantina, además de las playas, cuenta con pequeñas calas. Para comprender mejor la belleza y el encanto de esta costa hay nada mejor como la subida al Cabo de San Antonio, al de La Nao o bajar a Cova dels Orguens. La Sierra de Bérria ofrece agradables lugares para excursionistas. Entre Altea y Jávea, en el Peñón de Ifach, están las Ruinas de Calpea, más al norte otro lugar de interés turístico La Gorja y Poblat Ibéric cerca de Denia.

En Denia además del castillo de origen romano, destacan el ayuntamiento, la ermita gótica de Sant Joan, la iglesia parroquial de Santa María. Antigua colonia griega fue bautizada con el nombre de Dianium. Es un importante puerto pesquero y deportivo, ciudad industrial y lugar con gran relevancia turística. Sus playas de arenas oscuras, como por ejemplo: Las Marinas, Palmars, Les Deveses, Las Rotas y La Almodraba, y sus magníficas calas son lugares de excepción que hacen de esta localidad un lugar acogedor. Con magníficos miradores son la Torre Vigía del Gerro y el monte Montgó.

Continuando entre naranjos y arrozales nos plantamos en Gandía (Valencia), la localidad más importante de la Costa de Azahar, Gandía cuenta con una kilométrica playa de arena finísima y con el cálido Mediterráneo hace de esta localidad un excepcional lugar de veraneo. Convertido en una autentica mole de edificios solo ocupados en verano, cuenta con numerosas zonas aptas para el baile y las copas. Además de campo de golf y un buen puerto deportivo que ha captado buena parte de la exportación de los cítricos de la comarca. Se conservan algunas de las torres de sus antiguas murallas y entre sus monumentos más importantes destacan el Palacio Ducal, La Iglesia de Santa María de la Colegiata, el cabildo y su templo de estilo gótico, ampliado posteriormente.

A unos 50 kilómetros de Valencia y por la uniforme costa del Mediterráneo que baña esta región, nos hallamos en Cullera, una zona típicamente veraniega, es un pueblo de pescadores, un poco soso (como el carácter de sus habitantes) pero muy apto para disfrutar de sus tropicales playas de varios kilómetros de longitud. Como curiosidad he de decir que el pueblo tiene puesto en lo alto de la montaña donde se asienta, el nombre de tal al mas estilo de Hollywood. Localidad situada en la desembocadura del río Júcar. En la parte antigua de la ciudad destacan: la parroquia de los Santos Juanes, el hospital (ambos del siglo XVII), el Santuario de la Virgen de la Encarnación y los restos del Castillo.

Valencia, comunidad autónoma de España, a orillas del Mediterráneo, que comprende las provincias de Alicante, Castellón y Valencia. Su suelo es montañoso en el interior con las últimas estribaciones y macizos del Sistema Ibérico al Norte y centro, que en dirección este llegan en algunos puntos hasta el mar y bajo y arenoso en la zona costera que forma amplias lagunas litorales (albuferas) y presenta una llanura litoral formada por terrenos de aluvión que sirve de asiento a su famosa huerta. El clima y la vegetación presentan todos los caracteres mediterráneos. A orillas del Turia exporta sus productos por el puerto de El Grao, su economía tradicional es agrícola (primera provincia productora de naranjas y segunda de arroz). La industria, en alza, está representada por los sectores siderúrgicos, construcciones navales, textil, papelero, químico y conservero. Es sede del famoso Tribunal de las Aguas, organización creada desde antes del siglo X, que se reúne los jueves en la puerta de la catedral, para resolver los litigios entre los regantes de la comarca de la Huerta de Valencia. Los lugares más resonantes de esta bonita ciudad son la catedral, la Torres de Serranos, de finales de la edad media y con unas vistas panorámicas de la ciudad; El Museo de Bellas Artes, la Lonja de la Seda y el Colegio del Patriarca, un palacio construido en 1580 y hoy convertido en seminario.

Dejamos atrás la provincia de Valencia pero no abandonamos la Costa del Azahar. Nos situamos en la ciudad de Benicássim, provincia de Castellón, importante centro turístico que conjuga playas de finas arenas con paisajes de montaña, densamente pobladas de bosques y matorrales mediterráneos. A cinco kilómetros está el Desierto de las Palmas y al norte está el Castillo de Miravet. Dominan la ciudad las ruinas del castillo de Montornes y detrás de estas el monasterio carmelita del Desierto de las Palmas.

Siguiendo la línea de ferrocarril que une Benicássim con Oropesa nos encontramos con unas buenas playas, Oropesa se ha convertido en otro de los grandes lugares para el veraneo, con una buena cantidad de hoteles y buen ambiente para el descanso. Alrededor de su castillo y junto a su apacible playa en forma de concha, ha desarrollado dos centros turísticos complementarios. El pueblo antiguo ha recuperado las edificaciones tradicionales para usos de diversión, mientras que las instalaciones de la playa ofrecen los servicios propios de su enclave. Destaca en un pequeño cabo una sólida torre-castillo del siglo XV que actualmente es el Museo del Mar.

Continuando por la costa nos adentramos en Peñiscola, una de las ciudades más pintorescas de España debido a su enclave y a su trazado peculiar, ya que se encuentra encima de una roca a 37 m de altura, unida esta a tierra por una estrecha lengua de tierra que queda cubierta por el agua cuando sube la marea. El promontorio rocoso encierra en sus murallas una población marinera que el paso del tiempo y la afluencia de visitantes durante todo el año no consigue alterar. El Papa Luna pasó en el Castillo, que lleva su nombre, sus últimos años de vida; Felipe II y Fernando VI dejarían muestras de su presencia en la construcción de puertas, ampliación de murallas y otras reformas urbanísticas. Los días de temporal es curioso visitar el Bufador, cueva marina que expulsa columnas de agua y espuma por las chimeneas.

A unos pocos kilómetros se encuentra Benicarló, populosa ciudad industrial, agraria y marinera, abierta al Mediterráneo. Centro turístico, su iglesia barroca alberga preciadas obras de orfebrería.

Junto a éste, otro pueblo marinero es Vinarós, esta llanura litoral, convertida en huerta gracias al agua para los riegos, es la vía de acceso a Cataluña.

Salimos de la Costa Azahar para entrar en Costa Daurada, dentro de la provincia de Cataluña, y llegamos Sant Carles de la Rápita, por su historia y su geografía, esta importante villa turística y marinera es una de las poblaciones mas controvertidas de Cataluña. Es una población con grandes contrastes, posee dos partes diferenciadas: el sector de tierra firme y la península de Banya, unida a las tierras del delta por el istmo de El Trabucador. Entre las playas de Sant Carles y Amposta, escondido tras la forma curva de la península de Banya (cuerno en catalán), se encuentra el puerto natural de los Alfacs, uno de los mas seguros de la costa catalana.

Una vez pasado el Parque Natural Delta de I`Ebre , el Golfo de Sant Jordi y unos pocos pueblos, llegamos a Cambrils, es una villa que posee una estrecha relación con el agua. Municipio costero, atraviesan su término dos rieras importantes: la de L`Alforja y la de Riudecanyes. Fue un antiguo pueblo pescador que, como tantos otros del litoral catalán, se ha convertido en un importante núcleo turístico. La oferta lúdica es muy amplia, sobre todo alrededor del puerto, donde las embarcaciones tradicionales se mezclan con embarcaciones deportivas. También podemos visitar el bonito parque Sama y hacer excursiones al santuario de la Virgen de Roca, al Castillo de San Miguel de Escornalbou del siglo XIII.

La población costera de Salou, situada al norte de Cambrils, es el centro turístico más activo de la Costa Dorada. Presenta una situación geográfica excepcional: al abrigo del Cabo de Salou (magnífico paraje frondoso) protegida de los temporales de levante y abierta a las corrientes del Sudoeste, que ha cubierto sus playas de una arena muy fina y dorada, algunas son amplias y extensas, con grandes arenales; otras, escondidas tras el Cabo de Salou forman pequeñas calas.

Si se quiere visitar algo más cultural, Tarragona es una antigua ciudad romana de la cual quedan algunos restos como el Circo Pretorio, el anfiteatro, acueductos y las murallas ciclópeas. De su esplendor medieval conserva su gran catedral dentro del estilo de transición del románico al gótico (siglo XII). Regenta los museos Paleocristiano, Arte Moderno, e importantes playas como la de la Pineda, La Canonja y la del Racco. Goza de un clima seco, luminoso y templado por lo que sus playas de arena fina y tonos dorados son frecuentadas gran parte del año. Está accidentada por elementos orográficos de la cadena litoral catalana que cierra a Oriente la fosa tectónica del Ebro, que es su principal río. Los tres macizos mas elevados de las tierras tarraconenses son, de nordeste a sudeste, las Montañas de Prades, La Sierra de Montsant y los puertos de Beceite, que rebasan, en todos los casos, el millar de metros de altitud. El primer macizo alcanza 1201 metros, en el Tossal de Baltasana, la Sierra de Montsant, 1166 metros, en la Roca Corbatera, y el último, 1447 metros, en el Caro, techo de la provincia.

La villa turística de Calafell se alza sobre unas colinas, en las últimas estribaciones de la cadena litoral. Sus playas se extienden por un terreno prácticamente llano que ha permitido la aparición de numerosas urbanizaciones.

Sitges, situada al sur de Barcelona, en la zona costera del Parque Natural de Garraf, de origen cárstico. Fue una de las primeras localidades catalanas en acoger veraneantes debido al encanto de sus playas, casa y calles. Posee un buen equilibrio entre su estructura urbanística tradicional y una actividad artística y cultural intensa: aquí se celebran importantes festivales de cine y teatro, posee museos como el Cau Ferrat, el Maricel con colecciones de cerámica y pintura, el Museo Romántico Casa Llopis, con una colección de muñecas y objetos diversos del siglo XIX; disfruta de un magnifico campo de golf muy cerca del cual se encuentra El Gran Casino de Barcelona, situado en San Pere de Ribes. Algunas de sus playas más conocidas son: Playa D´or y la de San Sebastián.

Por fin llegamos al primer centro industrial del país, Barcelona, que tiene como medios de transporte internacional un importante puerto y un aeropuerto. Predominantemente montañosa en el interior, sus formaciones más destacadas son: Montserrat, Cadí, Montseny, y las Guillerías. La cordillera costera que se extiende a lo largo del litoral Mediterráneo comprende el macizo de Garraf. La bañan los ríos, Ter, Tordera, Besós y Llobregat. El Clima es de tipo Mediterráneo en la franja litoral, moderado en la depresión prelitoral y continental extremado en las comarcas del interior. Es una de las ciudades más importantes de España, se encuentra situada a los pies del Montjuic y sin resguardo hacia el mar salvo por su impresionante puerto. Barcelona cuenta con una interesantísima oferta de servicios, puntos de interés cultural y social como se espera de una gran ciudad de esta s características. Cuenta con numerosos edificios monumentales de gran valor artístico y cultural: la catedral, de estilo gótico, la Basílica de La Sagrada Familia de Gaudi, el ya reconstruido Teatro del Liceo, el Palacio de Bellas Artes, el Museo de Arte Románico, la Casa Museo Picasso, La Pedrera o el Parque Gu

Una vez empapados de cultura podremos continuar con la ruta hasta llegar a Arenys de Mar, la cual es hoy un importante centro comercial y turístico con un conjunto de calles y edificios de bella estampa. Es interesante admirar la Iglesia de Santa María y un peculiar Museo de Puntillas y Encajes. Desde sus orígenes, como barrio de pescadores, hasta la actual construcción del puerto deportivo, su historia gira en torno a las actividades marineras.

Población cosmopolita, Calella es la autentica capital turística del Maresme. Su playa de arena gruesa y limpia es el reclamo principal para los turistas que durante los periodos estivales abarrotan las calles de la villa. Al final de la playa hay un promontorio donde se encuentra su faro, el cual es visitable, y un pequeño acantilado de rocas en la costa con la Bella Roca Grossa, formando un tombolo o istmo de arena.

Nació a orillas de la desembocadura del río Tordera, Blanes, fundada por los romanos y llamada Blanda. Muy conocida por sus astilleros, actualmente a parte de la pesca esta totalmente entregada al turismo de verano. Sus barrios antiguos como el del Pescador S´Auguer o su casa de marineros y sus muchas iglesias y capillas como la de Santa María son parte de su patrimonio urbanístico. Fuera del recinto urbano podemos visitar el convento de San Francesc, la Punta de Santa Ana con un espléndido mirador y por ultimo dos excelentes parques botánicos: el de Mar y Murta, y el de Pinya de Rosa. A partir de aquí es donde la Costa Brava empieza a justificar su nombre y a rizar el litoral con obstáculos. Sobre el cerro que protege la población por el este se alzan los restos del Castillo de Sant Joan y también se encuentran cerca de Blanes las iglesias de Santa Cristina y el monasterio de Santa Anna.

Lloret de Mar es el siguiente punto en el itinerario. Turísticamente se halla muy bien dotada con una amplísima gama de servicios de comercios y de ocio, como el casino, pudiéndose disfrutar además de los típicos juegos y deportes acuáticos en verano o pasear por su magnifico paseo marítimo. Una de las calas mas conocidas de Lloret es la de Sa Caleta. Conserva edificios como el ayuntamiento o la iglesia parroquial de Sant Roma. Lloret de Mar es de antigua tradición marinera; durante los siglos XVIII y XIX poseyeron importantes astilleros que producían los barcos que hacían la carrera de América y la ruta de las Filipinas.

Continuando por la escabrosa y peligrosa costa brava de acantilados de piedra desgastada por la erosión del aire, nos acercamos a la población de Tossa de Mar, la cual merece ser visitada con detalle. Algunos de los enclaves son la Villa Vella, una zona que se encuentra amurallada, esta parte de la ciudad se encuentra cercada con sus torres y posee bonitas calles. Otro lugar puede ser el museo de la Villa Vella, donde se conservan piezas del paleolítico y algunas obras de arte modernistas. En la Villa Nova quedan restos romanos del antiguo pueblo de Turissa. El Santuario de Sant Grau y el Puig Cadiretes son otros lugares de interés turístico y cultural.

Con la magnifica playa de la bahía, desde la cual llegamos a Playa de Aro que es un clásico pueblo turístico, altos hoteles y edificios de apartamentos en primera fila de playa donde se oferta una gran cantidad de servicios turísticos, comerciales y de ocio. Por estos motivos esta urbe se encuentra masificada en verano y abastecida con discotecas, una gran calle comercial y multitud de bares. Merece la pena visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, conocer el Hostal Gavina y pasear por las calas de Conca y San Pol; además de todo esto posee un campo de golf.

Palamós es nuestro siguiente destino; este se encuentra con el mismo paisaje rocoso, lleno de calas y playas a las que solo se pueden acceder por mar. Hay tres calas en especial que pertenecen a Palamos: Playa de Castells, Cala S´Alguiel y Playa de la Fosca. La villa de Palamos es de tradición marinera, su casco urbano es el clásico de este tipo de villa, barrios populares característicos de los trabajadores del corcho y otros edificios modernistas; aun se pueden apreciar algunas masías fortificadas. Cuenta con un interesante museo donde se guardan distintos elementos de la historia local. Turísticamente se encuentra bien equipada, zonas de ocio y comercio y buenos hoteles.

Le sigue la mítica ciudad griega de Rosas, bautizada en su momento con el nombre de Rhode. Actualmente es uno de los enclaves turísticos más importantes de Cataluña, posee puntos de interés artística y cultural como la antigua Ciudadela, del siglo XVI, y restos del Monasterio Benedictino y de la Basílica de Santa María de Rosas. Sobre Rhode sé esta trabajando en una excavaciones arqueológicas que podrían aportar nuevos datos sobre esta misteriosa ciudad. El río Fluviá que desemboca en el centro del Golfo de Roses, avena 1123,5 kilómetros cuadrados y tiene una longitud de poco menos de un centenar de kilómetros. Su caudal medio anual en Esponellá, al norte del lago de Bañolas, es de 6,8 metros cúbicos partido segundos.

La última población que nos encontramos desde el sur es Cadaqués; desde hace muchos años se desarrollan numerosas actividades artísticas y culturales: podemos visitar el Museo de Arte y el Museo Perot Moore de Arte Gráfico Europeo; también su iglesia la cual posee un magnífico retablo barroco y en la cual se celebran en verano importantes festivales internacionales de música. Cadaqués se encuentra en el Alto Ampurdan y es el único puerto natural de Cataluña, con una intensa tradición marinera.

El Cabo de Creus es el accidente costero más destacado de Cataluña. Supone la terminación oriental del eje axial de la cordillera pirenáica, por lo que sus materiales, muy antiguos, son exquisitos. La dura tramontana y el oleaje consistente baten, especialmente los sectores abiertos al norte, los escarpados promontorios. Las tierras del Cabo de Creus, que culminan a seiscientos setenta metros de altitud, son las más orientales de Cataluña.

Al sur del Cabo de Creus, entre Cadaqués y Roses, se encuentra el Cabo Norfeu. Todo este tramo costero es transversal, es decir perpendicular a la dirección estructural del relieve, las últimas estribaciones pirenáicas antes de hundirse en el Mediterráneo.

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Enviado por:Lena
Idioma: castellano
País: España

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